INSTITUCIÓN EDUCATIVA

INEM “JORGE ISAACS” DE CALI

RESOLUCIÓN No. 007 DEL 5 DE ENERO DE 2003 (Art. 7)
DE LA SECRETARÍA DE EDUCACIÓN MUNICIPAL
Condecoraciones Simón Bolívar y Aidee Guerrero

AULA HOGAR
SEPTIEMBRE 04 DE 2020
Orientación escolar

¿Y después de la pandemia?
Situaciones como las que nos ha tocado enfrentar, a raíz de la emergencia sanitaria
causada por la COVID-19, han detonado la tensión emocional de un gran porcentaje
de la población mundial y nosotros no hemos sido la excepción, lo cual se convierte
en un factor de riesgo para los problemas sociales y la salud mental de las personas.

A pesar de un panorama incierto, desde la institución educativa INEM Jorge Isaacs

los invitamos a sacar a flote la capacidad de afrontamiento y resiliencia1 que
cada uno de nosotros tenemos para aunar esfuerzos y hacer frente a esta situación
tan compleja, la cual no ha estado exenta de pérdida de seres queridos y/o
dificultades económicas que nos obligan en muchas ocasiones a tener que iniciar
de nuevo.

Damos inicio a una nueva normalidad que pone a prueba nuestros sentimientos
empáticos, es decir, ponernos en la situación de los otros, que permitan direccionar
las nuevas relaciones humanas y de las dinámicas personales, familiares y sociales.

LAS EMOCIONES

Definición

Una emoción es un proceso que se activa cuando el organismo detecta alguna

amenaza o desequilibrio con el objetivo de poner en marcha los recursos a nuestro
alcance para controlar la situación. Así, las emociones nos pueden ayudar a
reaccionar rápidamente ante situaciones inesperadas que funcionan de manera
automática. Cada emoción prepara al organismo para distintas respuestas.
Dicho de otro modo, las emociones actúan como señales o impulsos que nos
intentan decir lo que está sucediendo para poder emitir la respuesta más adecuada
a esa situación y así poder resolverla.

1 Preguntar a los chicos y chicas qué significan esas capacidades.

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El psicólogo Robert Plutchik clasifica las emociones de la siguiente manera:

1. Básicas
Cumplen una función concreta y adaptativa, no tienen por qué activarse de
manera consciente, pero actúan como precedentes de ciertos
comportamientos que aseguran nuestra supervivencia.
Son emociones básicas: la alegría, la confianza, el miedo, la sorpresa, la
tristeza, la aversión, la ira y la anticipación.

La alegría
Estado de satisfacción y de bienestar que se activa con acontecimientos
positivos, tanto de uno mismo como de las circunstancias que lo envuelven.
La confianza
Postura propia en la cual se tiene la convicción de que no habrá perjuicios o
daños en una determinada situación o luego de una acción propia.
El miedo
Emoción de supervivencia e incertidumbre que nace de expectativas
asociadas con daño y peligro.
Nos hace actuar con cautela con el objetivo de protegernos de lo que
suponemos es una amenaza contra nosotros.
La tristeza
Estado de angustia que se activa ante una pérdida y que afecta nuestro
estado de ánimo, suele a conducir a una necesidad de apoyo social.
Sorpresa
Reacción que se activa ante cualquier hecho imprevisto o inesperado.
Aversión
Emoción en la que se expresa la voluntad de rechazo o de evitar algo o a
alguien.
Ira
Respuesta a una ofensa, una frustración, un engaño o cuando nuestro deseo
se ve bloqueado por alguna causa. Lo sentimos especialmente cuando
percibimos que ha sido una acción deliberada.
Anticipación
Expectativa objetiva, basada en la experiencia y la información previa que se
tiene de hechos o situaciones.

2. Secundarias
Las emociones secundarias son las que se desarrollan a partir de las
básicas.
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Son emociones que surgen en un contexto de relación interpersonal, es

decir, son las que se desarrollan a partir de la experiencia. Por consiguiente
están condicionadas por los procesos de aprendizaje y socialización.

Emoción secundaria
Emoción primaria

Como se ha podido observar hasta el momento las emociones no son buenas ni

malas. Simplemente existen y hay que gestionarlas.

El término inteligencia emocional, se refiere a los beneficios de conocer e

identificar las emociones a la vez que controlar y gestionar nuestras expresiones de
las mismas, la capacidad de auto motivarse, de tener empatía y cierta habilidad para
relacionarnos con las emociones ajenas.

En el caso de la situación actual ellas han cumplido un papel muy importante en

nuestro instinto de conservación y de supervivencia, además de que nos han llevado
a realizar comportamientos responsables para con los otros y allí hemos visto aflorar
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nuestra empatía, solidaridad y respeto por los demás, llámense padres, hijos,
hermanos, abuelos, etc., lo cierto es que hemos aprendido conductas de
autocuidado y cuidado por las demás personas.

Ahora que se avecina “el aislamiento selectivo responsable” como muy

pomposamente lo ha llamado el gobierno y otros lo han interpretado como un
“sálvese quien pueda” nosotros como miembros de la comunidad educativa
tenemos que llamarnos al orden y actuar de manera responsable, sacando a relucir
lo aprendido durante esta emergencia sanitaria.

No debemos llenarnos de temor e incertidumbre, solo debemos seguir teniendo la

confianza y la certeza que con un comportamiento sensato y responsable, vamos a
poder salir airosos y fortalecidos para asumir y enfrentar los diferentes desafíos que
la nueva realidad nos quiere mostrar.

En las familias, y teniendo en cuenta las recomendaciones que la organización Red

Papaz nos da, debemos procurar mantener un ambiente positivo caracterizado por
la manera como nos relacionamos como familia y como demandamos la
colaboración o el cumplimiento de las actividades de cada uno. En el caso de los
niños y adolescentes las actividades académicas.

Dependiendo de cuan equilibrados o ansiosos seamos, así mismo va a seguir

nuestra vida una vez se culmine el confinamiento, estos factores son los que han
hecho que cada persona tenga una respuesta distinta ante la pandemia y, sobre
todo, ante sus consecuencias restrictivas.

Lo cierto es que afrontaremos la situación, la entenderemos y, por fin se producirá

la aceptación. Entenderemos que somos vulnerables, pero no impotentes, habrá
cambios, pero estos no tienen que ser solo negativos, guardamos la esperanza de
que ante todo vamos a sacar como aprendizaje el sentir como el otro,
reconoceremos que aun en la distancia podemos tener relaciones interpersonales
y a desechar aquellas que nos resulten tóxicas, lo mismo va a ocurrir con mucho de
nuestros hábitos.

Lo mejor es que la confianza volverá a surgir y nuestras vidas con modificaciones y

adaptaciones seguirán su curso. ¡Aquí no acaba todo! Renacerá la esperanza y el
deseo de lograr vivir y coexistir en un mundo mejor.