Está en la página 1de 13

213

REALIDAD SOCIAL
Y OPCIÓN POR LOS POBRES
EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
Jorge Costadoat Carrasco, sj*

Fecha de recepción: octubre de 2016


Fecha de aceptación y versión final: diciembre de 2016

Resumen
La Iglesia latinoamericana se ha hecho conocida por haber formulado una op-
ción por los pobres que ha llegado a caracterizar su propia autoconciencia. En
esta investigación se da cuenta de la percepción que la Iglesia de América Lati-
na y el Caribe tiene actualmente de su opción por los pobres, completándose esta
visión con informaciones sociológicas sobre la situación social del continente des-
de 2003 a esta parte. Los estudios internacionales arrojan un resultado bastan-
te positivo a este respecto. La conferencia episcopal de Aparecida (2007) y el
Plan global del CELAM (2015), en clave teológica, confirman este diagnóstico
no sin matices, pero sobre todo llaman la atención sobre la realidad de los nue-
vos pobres.
PaLaBras CLavE: Pobreza, realidad social, iglesia latinoamericana.

Social context and option for the poor


in Latin America and THE Caribbean
Abstract
The Latin American Church has gained recognition for having developed an
option for the poor that defines their own self-awareness. This investigative ar-
ticle takes a look at how the Church in Latin America and the Caribbean is cur-

* investigador del Centro teológico Manuel Larraín. Pontificia Universidad Ca-


tólica de Chile y Universidad «alberto Hurtado». <jcostado@uc.cl>.

Sal Terrae | 105 (2017) 213-225


214 jorge costadoat carrasco, sj

rently perceived on account of its option for the poor, offering additional socio-
logical data on the social standing of the continent from 2013 to modern day.
International studies indicate a relatively positive result in this regard. The
Latin American Episcopal Conference and the Caribbean (2007) and
CELAM’s Global Plan (2015), in theological terms, corroborate this analysis,
but more importantly draw attention to the reality of the new poor.
KEy words: Poverty, social reality, Latin american Church.

–––––––––––––––

La realidad social de américa Latina admite diversas miradas. En esta


oportunidad nos interesa la visión eclesial, pero nos parece importante
complementarla con una visión sociológica. La óptica eclesial pretende
estimular un compromiso cristiano en favor de los pobres, en quienes la
iglesia descubre el rostro y la voz de Cristo. La preocupación de orga-
nismos como las naciones Unidas –a la que hemos recurrido en parti-
cular– se enfoca en la medición del desarrollo y en el fomento de políti-
cas públicas.

1. Perspectiva sociológica

desde 2003 a esta parte, américa Latina ha experimentado un desarro-


llo muy significativo. si la década de los ochenta fue llamada «la década
perdida», los últimos años han sido muy positivos para el Continente.
En este período, 72 millones de personas han salido de la pobreza, y cer-
ca de 94 millones han pasado a formar parte de la clase media. Entre
2003 y 2013 el 49% de los latinoamericanos experimentó una movili-
dad ascendente, mientras un 13% sufrió un descenso. Es así que en la
actualidad casi el 95% de la población regional se halla por encima del
umbral internacional de pobreza, considerada esta en términos multidi-
mensionales. En este panorama prometedor, sin embargo, hay que pun-
tualizar que el Cono sur (Chile, argentina y Uruguay) ha hecho pro-
gresos muy significativos, mientras en Centro américa la disminución
de la pobreza es menor (Guatemala y Honduras), en algún caso el peli-
gro de volver a la pobreza es muy alto (nicaragua), y en otro la situación

Sal Terrae | 105 (2017) 213-225


realidad social y opción por los pobres en américa latina... 215

social en general es dramática (venezuela). otro indicador muy positivo


es que la desigualdad de los ingresos disminuyó. américa Latina es co-
nocida como uno de los continentes más desiguales. sin embargo, estos
años la desigualdad medida por el coeficiente Gini disminuyó de 0,539
a 0,493.

¿Cuáles son los factores que explican este paso adelante? según el infor-
me del PnUd 2016:

«américa Latina y el Caribe es una región diversa y no sigue un pa-


trón único de cambio. sin embargo, un rasgo común entre los paí-
ses de la región es que en todos se han experimentado transforma-
ciones sociales, económicas y ambientales significativas en los
últimos años. Estos cambios no son producto del laissez faire, sino
que constituyen el fruto de la implementación de políticas públicas
que moldearon tanto el patrón de crecimiento económico (el ingre-
so) como los logros sociales, laborales y educativos específicos al-
canzados por la población (más allá del ingreso)»1.

El informe del PnUd –cuyo objetivo es impulsar el desarrollo multidi-


mensional– subraya varias veces, en contra de la perspectiva economicis-
ta, que el crecimiento no es el único factor para combatir la pobreza,
pero que sí lo es, y de un modo muy importante, la aplicación estatal de
políticas públicas adecuadas. Más aún: que no hay contradicción entre
crecimiento y distribución económica. El desarrollo de las capacidades
de un país impacta en el mismo crecimiento, produciéndose una poten-
ciación recíproca de ambos factores.

En perspectiva histórica bien vale considerar que el concepto de pobre-


za muta: ya no tiene la misma importancia la miseria obrera y campesi-
na de los años sesenta. El desplazamiento de personas del campo a la ciu-
dad continúa, pero aparecen nuevas pobrezas. Hoy surgen nuevas formas

1. Programa de las naciones Unidas para el desarrollo (PnUd), Progreso multi-


dimensional: bienestar más allá del ingreso, informe regional, new york 2016, 6.

Sal Terrae | 105 (2017) 213-225


216 jorge costadoat carrasco, sj

de exclusión y nuevos daños: el perjuicio ecológico; la violencia de las


pandillas; los estragos de la droga y del narcotráfico; la corrupción; la in-
seguridad ciudadana; la discapacidad física y mental... El informe del
PnUd pone especial atención en la situación de los afrodescendientes,
de la población rural y de las mujeres que experimentan la violencia de
su pareja.
Las instituciones internacionales que se abocan a las causas sociales prio-
rizan el observar la situación de la mujer. Ella es especialmente pobre,
pues sufre más que los varones el desempleo, la discriminación salarial y
la escasez de tiempo. La preocupación política de los últimos años por la
mujer acusa también logros. según un informe de «onU Mujeres», los
países de la región han firmado acuerdos internacionales que procuran
elevar la condición de la mujer. Especial importancia ha tenido el acuer-
do de Pekín: modificaciones en las constituciones, creación de ministe-
rios o institutos de asuntos de la mujer, reforma de códigos civiles, tipi-
ficación de la violencia de género como delito y cuotas de género para
los cargos políticos2.
La toma de conciencia del impacto en los pobres del daño medioam-
biental también es un tópico relativamente nuevo. El deterioro, como en
otras partes del mundo, es muy preocupante. sin embargo, la región es
ejemplar en cuanto a prácticas innovadoras y respetuosas del medio am-
biente. Para el Banco Mundial, américa Latina y el Caribe «poseen la
matriz energética más limpia del mundo en desarrollo y han adoptado
sistemas de pagos para preservar el medio ambiente»3.
otro fenómeno preocupante es la migración. Los cinco movimientos
migratorios más relevantes de américa Latina son: Centroamérica (sobre
todo el triángulo norte: salvador, Guatemala y Honduras) hacia EE.UU.
a través de México. Los jóvenes salen de estos países huyendo de la vio-
lencia de las pandillas urbanas; el conflicto armado en Colombia generó

2. Cf. onU-Mujeres: http://www.unwomen.org/es/where-we-are/americas-and-


the-caribbean.
3. BanCo MUndiaL, Informe anual 2014, washington 2014, 43.

Sal Terrae | 105 (2017) 213-225


realidad social y opción por los pobres en américa latina... 217

más de 6 millones de desplazados internos, 300.000 refugiados en Ecua-


dor y muchos otros migrantes y refugiados en otros países. desde el Ca-
ribe hay una gran migración hacia Canadá, EE.UU., francia, Brasil y
Chile. otra es la migración sur-sur hacia Chile desde los países andinos,
y hacia argentina desde Bolivia y Perú. La crisis venezolana está produ-
ciendo miles de migrantes.

Hace cincuenta años, nadie habría imaginado que llegase a existir algo así
como una brecha digital entre ricos y pobres, entre generaciones y entre
países, y que esta pudiera convertirse en decisiva para su futuro. En amé-
rica Latina y el Caribe el mercado de la telefonía móvil crece rápidamen-
te. sin embargo, el uso de la banda ancha es bajo; y donde se usa internet,
no se le saca suficiente partido, en parte porque su disponibilidad en es-
pañol es baja y, en parte, porque sirve más bien como entretenimiento4.

Como señala el PnUd 2016, no obstante la prosperidad de la década


2003-2013, desde que el resto del mundo ha bajado sus demandas de
materias primas y los precios del petróleo oscilan con facilidad, y a par-
tir de la crisis internacional de 2008-2009 de EE.UU., se acusa una de-
saceleración del crecimiento. Muchos de los que lograron salir de la po-
breza se encuentran actualmente en un segmento vulnerable y pueden
volver atrás. La coyuntura económica desfavorable puede hacer que en-
tre 25 y 30 millones de personas empobrezcan de nuevo, lo cual no se
debería solo a las vicisitudes de la economía. La pobreza en américa La-
tina y el Caribe tiene una base cultural estructural5. según el Banco
Mundial, «resultará cada vez más difícil sostener niveles sólidos de creci-
miento en el largo plazo, a menos que se intensifiquen las reformas diri-
gidas a aumentar la productividad»6.

4. Cf. «Conected society, inclusión digital en américa Latina y el Caribe»: GsMa,


London 2016, 2. https://www.gsmaintelligence.com/research/?file=bc2039b5
cc86be21d1299ba3a7b1bde2&download.
5. Cf. Comisión Económica para américa Latina y el Caribe (CEPaL), Panora-
ma Social de América Latina, 2014, (LC/G.2635-P), santiago de Chile 2014, 11.
6. BanCo MUndiaL, op. cit., 42.

Sal Terrae | 105 (2017) 213-225


218 jorge costadoat carrasco, sj

Por último, son de mencionar algunos acontecimientos que han tenido


un fuerte impacto social: la sequía que afecta a toda la costa occidental;
desastres naturales como el huracán Mitch en Guatemala (1998) o los
terremotos de Chile (2010), Ecuador (2016) y Haití (2010), que dejó
316.000 muertos. Consta que de los veinte países más expuestos a los
desastres naturales, nueve pertenecen a esta región7. Pero también son de
destacar como muy positivos y prometedores la consolidación de la de-
mocracia, el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre
EE.UU. y Cuba, así como la búsqueda de la paz entre el gobierno co-
lombiano y la guerrilla.

2. Opción por los pobres

2.1. Óptica pastoral


La mirada eclesial sobre la realidad social de américa Latina es variada. Por
de pronto, el sujeto eclesial es plural: los bautizados, en general, ven y en-
caran la pobreza de modos muy diferentes, y ciertamente la asumen de un
muy distinta manera, por una parte, quienes viven en la miseria y la soli-
daridad de sus hermanos y, por otra, las clases altas latinoamericanas, que
acumulan los privilegios y que son católicas; en la sociedad civil abundan
onGs, fundaciones, congregaciones religiosas y diversos voluntariados
que se ocupan de los más pobres, aunque a veces considerando a los po-
bres más objetos de caridad que sujetos capaces de luchar por unas condi-
ciones dignas de vida. En esta oportunidad tomaremos en consideración
tan solo un par de documentos de la jerarquía eclesiástica: el documento
de Aparecida (da), de 2007, y el Plan Global del Celam 2015-2019.
al igual que hicieron los obispos en las conferencias de Medellín (1968)
y Puebla (1979), los participantes en Aparecida adoptaron el método del
ver, juzgar y actuar, que, por una parte, toma en cuenta el aporte de las
ciencias sociales y, por otra, procura discernir en los acontecimientos his-
tóricos la voz actual de dios.

7. Ibid., 43.

Sal Terrae | 105 (2017) 213-225


realidad social y opción por los pobres en américa latina... 219

del Plan Global debe decirse que depende en gran medida de Aparecida
y del magisterio (Evangelii gaudium y Laudato si’) y de los gestos del Papa
francisco (como, por ejemplo, su viaje a Lampedusa). su declaración
«¡Cuánto querría una iglesia pobre y para los pobres...!» ha impactado
fuertemente en Latinoamérica. El papa ha alineado tras de sí a los secto-
res eclesiales marginados durante el «invierno eclesial» y a los teólogos de
la liberación que lo han reconocido como suyo.
debe recordarse también que juan Pablo ii y Benedicto Xvi fueron im-
portantes en materia de opción por los pobres. El influjo de este en Apa-
recida fue decisivo. La conferencia acogió en el capítulo octavo la afir-
mación del papa sobre la índole cristológica de esta opción (cf. da,
392). El magisterio de juan Pablo ii, por otra parte, abunda en lo mis-
mo. En los cincuenta años después del vaticano ii, no sin el respaldo de
los papas, la iglesia latinoamericana ha podido afirmar y confirmar su in-
tuición mística y ética más importante: que dios opta por los pobres y
que este dato de la fe la obliga a revisarse permanentemente.

2.2. El impacto de la globalización en la sociedad latinoamericana


Para la conferencia de Aparecida el gran signo de los tiempos es la glo-
balización, caracterizada por grandes cambios que afectan por parejo la
vida de la gente (cf. da, 33). Aparecida la analiza en su mérito, distin-
guiendo sus aspectos positivos y negativos (da, 61), pero sin duda le-
vanta una voz de alerta en cuanto a su capacidad para menoscabar la vida
humana8.
Los obispos latinoamericanos advierten que la comprensión de los acon-
tecimientos se ha vuelto muy difícil, opaca y compleja. En relación a
épocas anteriores, son cautos a la hora de interpretar lo que está suce-
diendo: «Esto nos ha enseñado a mirar la realidad con más humildad, sa-
biendo que ella es más grande y compleja que las simplificaciones con

8. importantes estudios sociológicos también pueden decir que este es el nombre


de la época (cf. ConECtEd CoMission M. CastELLs y P. HiManEn [eds.], Re-
conceptualización del desarrollo en la Era Global de la información, fCE, santia-
go 2016. En particular, páginas 275-276, 284. sobre la «crisis global», 299.

Sal Terrae | 105 (2017) 213-225


220 jorge costadoat carrasco, sj

que solíamos verla en un pasado aún no demasiado lejano y que, en mu-


chos casos, introdujeron conflictos en la sociedad, dejando muchas heri-
das que aún no logran cicatrizar» (da, 36). sería de gran interés una in-
vestigación que se abocara a revisar qué fue de las propuestas eclesiales
de cambio social de los años de Medellín (1968) y Puebla (1979). En
Aparecida se advierte una postura tímida, que puede ser paralizante, pero
que se condice con un problema real. En el siglo XXi no es posible de-
cir tan fácilmente como en años anteriores que las estructuras económi-
cas, sociales y políticas pueden cambiarse. Continúa la cita: «La realidad
social resulta demasiado grande para una conciencia que, teniendo en
cuenta su falta de saber e información, fácilmente se cree insignificante,
sin injerencia alguna en los acontecimientos, aun cuando sume su voz a
otras voces que buscan ayudarse recíprocamente» (da, 36). Aparecida es
moderada a la hora de hacer propuestas de cambio social, pero no re-
nuncia a la posibilidad de remar contra corriente. Es mérito suyo, en
todo caso, describir el fenómeno de la globalización y advertirnos sobre
sus efectos sociales más preocupantes.
La globalización impacta en las personas a través de los procesos de in-
dividuación, base del individualismo, y corroe los vínculos sociales y el
sentido del bien común, dejando a los más pobres expuestos a las adver-
sidades que normalmente enfrentan. Cada cual debe arreglárselas por su
cuenta.
Aparecida levanta la voz para denunciar al mercado como factor de una
nueva manera de ver las cosas:
«La ciencia y la técnica, cuando son puestas exclusivamente al ser-
vicio del mercado con los únicos criterios de la eficacia, la rentabi-
lidad y lo funcional, crean una nueva visión de la realidad. así se
han ido introduciendo, por la utilización de los medios de comuni-
cación de masas, un sentido estético, una visión acerca de la felici-
dad, una percepción de la realidad y hasta un lenguaje que se quie-
re imponer como una auténtica cultura. de este modo se termina
por destruir lo que de verdaderamente humano hay en los procesos
de construcción cultural, que nacen del intercambio personal y co-
lectivo» (da, 45).

Sal Terrae | 105 (2017) 213-225


realidad social y opción por los pobres en américa latina... 221

se llama la atención sobre una profunda transformación cultural. ya no


se trata simplemente de modos económicos, sociales y políticos de es-
tructurar la sociedad, sino de una visión completa de la realidad que in-
cide en estas estructuras, afectando gravemente al tejido social y, en últi-
ma instancia, provocando deshumanización. Continúa el análisis: «Esta
cultura se caracteriza por la autorreferencia del individuo, que conduce
a la indiferencia por el otro, a quien no necesita ni del que tampoco se
siente responsable» (da, 46).
La visión del mercado de Aparecida es ambivalente. se le considera una
amenaza cuando opera a través de la publicidad y del consumo, que mi-
nan la mentalidad y hacen un daño incalculable a los niños y a los jóve-
nes, pero también a los adultos. En las mismas relaciones humanas se in-
filtra hoy la lógica mercantil. La felicidad se pone en «el bienestar
económico y [la] satisfacción hedonista» (da, 50). La crítica a la globa-
lización del mercado es demoledora: «En la globalización, la dinámica
del mercado absolutiza con facilidad la eficacia y la productividad como
valores reguladores de todas las relaciones humanas. Este peculiar carác-
ter hace de la globalización un proceso promotor de inequidades e in-
justicias múltiples» (da, 61).
Pero, desde otro punto de vista, los obispos no reniegan de la globaliza-
ción. reconocen en ella la posibilidad de una versión distinta. Aparecida
promueve una «globalización diferente que esté marcada por la solidari-
dad, por la justicia y por el respeto a los derechos humanos» (da, 64).

2.3. Los rostros de Cristo: los nuevos pobres


La recepción popular de la opción por los pobres formulada en Puebla
(dP) usó muchas veces unos textos en los que la conferencia enumera-
ba una serie de rostros de personas en quienes los obispos reconocían el
rostro de Cristo (cf. dP, 31-40). La conferencia de Santo Domingo (sd),
no obstante la poca importancia que la misma iglesia latinoamericana le
ha dado, también pidió reconocer a Cristo en los rostros de los pobres
(sd, 178-179). Aparecida, por último, insiste en el carácter cristológico
de la opción por los pobres y manda ver en sus rostros el de Cristo:

Sal Terrae | 105 (2017) 213-225


222 jorge costadoat carrasco, sj

«si esta opción está implícita en la fe cristológica, los cristianos, como


discípulos y misioneros, estamos llamados a contemplar en los rostros
sufrientes de nuestros hermanos el rostro de Cristo, que nos llama a
servirlo en ellos: “Los rostros sufrientes de los pobres son rostros su-
frientes de Cristo”. Ellos interpelan el núcleo del obrar de la iglesia,
de la pastoral y de nuestras actitudes cristianas» (da, 393).
En otra ocasión vuelve a los rostros de pobres, pero sintetiza con una
constatación sociológica conmovedora:
«Una globalización sin solidaridad afecta negativamente a los secto-
res más pobres. ya no se trata simplemente del fenómeno de la ex-
plotación y la opresión, sino de algo nuevo: la exclusión social. Con
ella queda afectada en su misma raíz la pertenencia a la sociedad en
la que se vive, pues ya no se está abajo, en la periferia o sin poder,
sino que se está afuera. Los excluidos no son solamente “explota-
dos”, sino “sobrantes” y “desechables”» (da, 65; cf. 402).
Estas últimas líneas tienen especial importancia. Para Aparecida, el pobre
es el excluido. Con dos notas que, según se dice, son propias del Carde-
nal Bergoglio: los «sobrantes» y los «desechables».
Las listas de innumerables9 pobres elaboradas por las conferencias no
obstan para que la iglesia latinoamericana fije su atención pastoral en al-
gunos pobres en particular.
• Para la iglesia latinoamericana, como se ha dicho arriba, el pobre por
excelencia hoy es el excluido, las personas que sobran y que, como
las cosas que consumimos y de las que nos desprendemos, se con-
vierten en desechables. Esta es la situación de la gente que vive en las
calles (da, 402), para las cuales se pide una atención que promueva
su capacidad de ser sujetos (da, 407). Aparecida solicita a los go-
biernos que se hagan cargo de esta gente y, al mismo tiempo, que se
ocupen de las causas estructurales de la miseria (da, 408).
• Un segundo drama social es el de los migrantes. Las causas de su mo-
vilidad pueden ser varias, pero la situación de las personas que hu-

9. Cf. da, 65, 402.

Sal Terrae | 105 (2017) 213-225


realidad social y opción por los pobres en américa latina... 223

yen de sus países por razones económicas, políticas o de violencia es


especialmente triste. Los obispos hacen un llamamiento a que las
instituciones eclesiales se encarguen de ayudar a estas personas, pero
abriéndose también al aporte que ellas puedan hacer con su cultura
propia. solicitan políticas migratorias que tengan en cuenta los de-
rechos de las personas en movilidad, demandan en el foro interna-
cional mejores condiciones de ciudadanía y, bajo otro aspecto, piden
a la iglesia que los considere a ellos mismos como agentes de evan-
gelización (da, 415).
• Aparecida recuerda la antigua solicitud de los cristianos por los enfer-
mos. Pero llama a no olvidar que el cuidado de la salud debe ir acom-
pañado de una atención a las personas como seres espirituales capaces
de preguntarse por el misterio de la vida, por el sufrimiento y la muer-
te, y que a estas inquietudes la iglesia responda en virtud de la muer-
te y resurrección de jesús. se alerta contra la cultura actual, en la cual
«no cabe la muerte y, ante su realidad, se trata de ocultarla» (da, 419).
El documento pide una especial ayuda para las víctimas del viH-sida.
• La iglesia latinoamericana se ha ocupado de las personas adictas a las
drogas. Aparecida habla del tema en términos desgarradores: «El pro-
blema de la droga es como una mancha de aceite que lo invade todo.
no reconoce fronteras ni geográficas ni humanas. ataca por igual a
países ricos y pobres, a niños, jóvenes, adultos y ancianos, a hombres
y mujeres» (da, 422). La conferencia llama a la prevención, al acom-
pañamiento y al apoyo a las políticas gubernamentales que reprimen
esta pandemia. tiene en cuenta el esfuerzo de los tóxico-dependien-
tes por salir adelante, por recuperar su dignidad y por sanarse. así
como no cesa de denunciar la criminalidad asociada a la droga.
• otra solicitud evangélica de Aparecida se centra en las personas en-
carceladas. En las cárceles son muchas las personas, sobre todo los
más pobres, que viven en condiciones infrahumanas. En ellas la cri-
minalidad aumenta, pues allí abunda «el comercio de armas y de
drogas, el hacinamiento, la tortura, la ausencia de programas de re-
habilitación y el crimen organizado, que impide un proceso de ree-
ducación y de inserción en la vida productiva de la sociedad» (da,

Sal Terrae | 105 (2017) 213-225


224 jorge costadoat carrasco, sj

427). La iglesia agradece a los capellanes y voluntarios que trabajan en


las cárceles en favor de los presos. demanda a las autoridades, por otra
parte, que se preocupen de cumplir las exigencias del debido proceso
y que atiendan a los familiares de las personas privadas de libertad.
El Plan Global del Celam (PG), ocho años después de Aparecida, bajo el
fuerte influjo del papa francisco y en particular de Evangelii gaudium y
Laudato si’, ofrece una mirada complementaria:
• Por de pronto, insiste en la situación prioritaria de los migrantes. Pero
se ocupa también de los siguientes temas:
• da suma importancia al cuidado de la creación. Es consciente del ex-
traordinario patrimonio de bienes naturales del continente, junto a
una «rica sociodiversidad, representada por sus pueblos y culturas»
(PG, 16). En américa Latina se está tomando conciencia del valor
del medio ambiente. Es más, «las comunidades originarias recuerdan
a todos la necesidad de vivir integrados en y con la naturaleza, y en
varios pueblos va creciendo la conciencia de los derechos de la tie-
rra» (PG, 17). El Plan pastoral denuncia las disputas por las ocupa-
ciones de tierras. Llama la atención sobre poblaciones originarias que
reclaman sus títulos de propiedad. y embiste contra quienes se apro-
pian de sus conocimientos tradicionales, haciendo de ellos objeto de
un comercio que, a la larga, genera vulnerabilidad entre los agricul-
tores y sus familias. Es especialmente «preocupante el crecimiento de
los conflictos sociales derivados de temas relacionados con recursos
naturales no renovables, especialmente los que producen un daño
ambiental causado por las industrias extractivas y la minería ilegal o
poco regulada por los gobiernos» (PG, 20).
• al Plan Global pastoral, además, le preocupa la construcción de la
paz. En esta oportunidad lo inquietante no son las guerras entre na-
ciones –que consta, por otra parte, que en la historia latinoamerica-
na han sido proporcionalmente escasas–, sino una violencia vario-
pinta y en algunos lugares creciente. afirma el documento: «En
muchos países de américa Latina y el Caribe persisten los conflictos
y el crecimiento de la violencia, que se manifiestan en amenazas, ro-
bos, asaltos, secuestros y, lo que es más grave, en asesinatos que cada

Sal Terrae | 105 (2017) 213-225


realidad social y opción por los pobres en américa latina... 225

día destruyen más vidas humanas y sumergen en el dolor a las fami-


lias y a la sociedad entera. Esta violencia se expresa en distintas for-
mas y es dinamizada por diferentes agentes: grupos paramilitares,
frentes guerrilleros, grupos armados urbanos de distintos bandos en-
frentados, pandillas juveniles, violencia común, sobre todo en la pe-
riferia de las grandes ciudades, y conflictos intrafamiliares, con un
notorio aumento del feminicidio. Hoy, ocho de las diez ciudades
más violentas del mundo se ubican en américa Latina (PG, 24).

3. Conclusión
La mirada sociológica sobre el desarrollo de américa Latina es útil para
hacerse una idea de lo que ha ocurrido con la opción por los pobres de
la iglesia latinoamericana. La visión de la iglesia que hemos expuesto
abarca más tipos de pobreza y es menos optimista. sin embargo, ambas
perspectivas celebran que en los últimos años muchas personas hayan
dejado de ser pobres y que la vida en general de los latinoamericanos
haya mejorado. El informe del PnUd 2016, en todo caso, levanta una
voz de alerta. después de la década del 2003 al 2013, se ha acentuado la
desaceleración de la economía, con lo cual la posibilidad de que muchas
personas vuelvan a la pobreza es mayor.
vistas las cosas en un horizonte histórico más amplio, resalta el hecho de
la mutación de la pobreza. La iglesia reconoce muchos nuevos pobres en
quienes ha de reconocerse el rostro de Cristo. Emergen con especial im-
portancia los migrantes y las mujeres. y, entre los nuevos temas, son de
mencionar la violencia, la desigualdad y la crisis socio-ambiental.
La iglesia latinoamericana mantiene su preocupación por los más po-
bres, les reconoce su condición de sujetos y continúa su lucha contra la
injusticia; aunque ella misma es más tímida a la hora de hacer diagnós-
ticos y de impulsar movimientos de cambio social.
debe hacerse una especial mención, por último, del impacto del papa
francisco en la iglesia latinoamericana. La mayoría del Pueblo de dios
celebra fervientemente el giro social y franciscano que el papa quiere dar
a la iglesia.

Sal Terrae | 105 (2017) 103-115

También podría gustarte