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Intervenciones Demetrio Hernández Secretario General del Movimiento de

Izquierda Revolucionaria MIR en Conversatorio Por la construcción de la


alternativa de izquierda junto a Eduardo Artés – Partido Comunista Acción
Proletaria / Unión Patriótica.

Radio Remolino Popular y Diario El Rebelde. 02 de agosto 2020. Transmisión vía


Facebook.
Movimiento de Izquierda Revolucionaria - Juventud Rebelde Miguel Enríquez.

Palabras de inicio.

Muchas gracias, por compartir esta instancia, a los compañeros del Partido Comunista
(Acción Proletaria), esta conversación sobre los problemas políticos nacionales.
Hemos asumido una responsabilidad política de manera conjunta en las actuales
circunstancias y, en el trayecto de esta conversación, vamos a ver cuáles son los
puntos más importantes. Así que, muchas gracias por hacerlo conjuntamente.

Análisis sobre la contingencia nacional

Lo que pasó en la Araucanía es la continuidad de la política represiva de los gobiernos,


tanto de la Concertación como de la Nueva Mayoría. No hay ahí un cambio en
particular. Lo que hay que decir es que, de la misma manera en que Jarpa entró con
miles de militares cuando era ministro del interior, el actual ha iniciado su proceso, su
trabajo, reprimiendo al Pueblo Mapuche nuevamente. De inmediato este nuevo
gabinete se demuestra tal como es. Mientras el cínico del presidente de la República
llama a la unidad de todos los chilenos, su ministro del interior, sin desconocimiento
de él, supuestamente, reprime al pueblo mapuche.

Mis primeras palabras serán para reafirmar nuestro compromiso con la necesidad de
tener una patria para todos, una vida digna para todos, independiente de dónde
vivamos y de cual sea nuestro origen étnico. La libertad para los presos políticos
mapuche en torno a las demandas debe convertirse en una de las principales, por lo
tanto, rechazamos profundamente la represión y reivindicamos la necesidad de una
alianza entre el pueblo chileno y el pueblo mapuche en la perspectiva democrática.

¿Creen ustedes que se ha producido algún cambio en nuestro país a partir del
llamado estallido social y la actual pandemia y dentro de esa misma lógica, ¿cuál
creen ustedes que ha sido el rol de la oposición?

Yo creo que al tema del rol de la oposición habría que darle un marco de referencia
general, previo al desarrollo de la pandemia. A partir del 18 de octubre se genera una
crisis política general que hace que estén cuestionadas todas las representaciones
políticas. No es que estén listas para caer ni mucho menos, pero el desacrédito de la
política establecida, digamos, tanto desde la llamada oposición como por el gobierno,
había entrado en una situación de desprestigio constante. O sea, era una sumatoria
de fenómenos que los desprestigiaban como tal.

¿Qué es lo que han hecho estos bandidos y cínicos, a mi juicio? Primero, el gobierno
obliga al campo popular, a partir del uso de la pandemia y de las actividades del 18
en adelante, a un repliegue, de tal manera que, permitirse a ellos mismos las
condiciones para enfrentar de mejor manera una crisis económica que no es producto
ni de la pandemia ni del estallido del 18 de octubre. Es una crisis con un desarrollo
previo. Uno puede decir que, a lo mejor, estas situaciones (la pandemia y el estallido)
agudizan el problema. Pero, también, hay que decir que el gobierno aprovechó estas
situaciones para obligar al campo popular, permanentemente movilizado, a
replegarse. En ese plano el gobierno, y en otro, la llamada oposición, que hay que
considerarla como una oposición intra-sistema, no posee un proyecto o una
propuesta, o un programa político y económico distinto. Al contrario, son disputas entre
ellos mismos. Montaron, cínicamente a mi juicio, y explicaron al pueblo chileno sobre
las injusticias que tiene este sistema, después de que ellos han gobernado más de
dos décadas.

El cinismo es tan grande, que los mismos senadores y diputados que han aprobado
las leyes conjuntamente con la derecha vienen a explicar al pueblo, que sufre
directamente las condiciones, que el modelo es injusto. Evidentemente eso es más
desprestigio todavía aun y al mismo tiempo, va dejando el espacio para que surja una
oposición real, que no puede ser sino una oposición de izquierda. En este sentido, en
las relaciones del Movimiento de Izquierda Revolucionaria, el Partido Comunista
(Acción Proletaria) y Unión Patriótica, tenemos la visión de que es necesario levantar
esa propuesta porque aun teniendo ciertas dificultades y deficiencias en la
acumulación de fuerzas, nosotros queremos superarlas. Mientras que algunos otros,
que tienen condiciones, no quieren.

Desde nuestro punto de vista, hay sectores de izquierda que han participado del
modelo y han logrado capitalizar bastante bien del sistema económico y de poder en
general, y están bien así. No tienen necesidades. No tienen la necesidad que tiene el
pueblo y que se debe solucionar de manera urgente. El rol de la oposición fue
favorecer todas políticas planteadas por el gobierno para efectivamente licenciar a la
gente, mandarla para la casa y condenar la movilización social. Es mucho más
peligroso aún, porque desde el Frente Amplio hasta el otro lado, estuvieron dispuestos
a aprobar leyes altamente represivas y preparadas para la continuidad, para la post-
pandemia. No eran leyes, como el tema de la inteligencia que siempre está presente,
para resolver los problemas de urgencia inmediata, eran leyes para proyectar mucho
más allá, porque lo que viene después de la pandemia es una situación que ataca, de
todas maneras, a los intereses de los trabajadores y sus familias. Por lo tanto,
necesitamos mostrar una oposición de izquierda, una oposición política de izquierda.
Si alguien no quiere sumarse y se siente mucho mejor ligándose hacia centro, que lo
haga, pero el pueblo chileno, incorporándonos a nosotros mismos, que hablamos
desde dentro de los trabajadores, necesitamos una oposición política de izquierda. No
porque vaya a cambiar inmediatamente la situación, pero es necesario ir
estableciendo un nivel de correlación de fuerzas absolutamente distinto, favorable al
campo popular. Ha habido un cambio y nosotros quisiéramos que ese cambio se
convirtiera en fuerza política, social y organizada.

¿Cuál ha sido la carencia en los movimientos de masas más cercanos?

Nosotros, como izquierda revolucionaria, hemos tenido una suerte de aprendizaje este
último tiempo que nos ha indicado lo siguiente: la carencia fundamental de la masa o
del pueblo organizado es tener un programa para el país, digamos, ahora y hacia el
futuro. Un programa que haya sido conversado y discutido por quienes estén
disponibles para enfrentar esta situación. El norte no es claro, no se sabe para dónde
ir, o cada cual puede creer que está haciendo muy bien su trabajo pero de manera
dispersa. La principal carencia es un programa que oriente el quehacer cotidiano, que
nos oriente en cualquier tipo de luchas, incluyendo, por supuesto, los procesos
electorales en curso. Nosotros tenemos la experiencia, conjuntamente con los
compañeros del PC(AP), con procesos de alianza dentro de la izquierda en los cuales
hemos participado de manera muy honesta. Sin embargo, nos hemos dado cuenta,
posteriormente, de que todos esos procesos de alianzas de izquierda han sido
sumatorias para una buena negociación. Eso lo aprendimos hace un tiempo atrás y
ya no vamos a cometer el error de creer que, por discutir determinados documentos,
estos se van a transformar en una realidad concreta. No. La construcción de una
fuerza, requiere de construcción de fuerza orgánica y para eso necesitamos un
programa. Por ejemplo, La Revolución Pingüina terminó con sus más connotados
dirigentes en el parlamento, para hacer lo que ya han hecho durante todo este tiempo.
No estoy diciendo que hayan sido erróneas las políticas levantadas, lo equivocado es
la utilización de la demanda social para transformarla en movilización para la
negociación y no para la construcción de más fuerza.

No es posible democratizar la sociedad chilena si al lado de la derecha más


reaccionaria (o menos reaccionaria), o de la llamada oposición que es intra-sistema,
no existe fuerza movilizadora de izquierda con programa propio. Entonces, la
demanda es un programa del cual se haga política y se construya fuerza para ir
ganando más espacio, para mayores conquista sociales, políticas y económicas. Por
separado no hay ninguna posibilidad, por lo tanto, hay una necesidad, en el seno de
la izquierda, de desarrollar un debate ideológico, político, que permita aclarar las
aguas y establecer los caminos. ¿Seguimos tratando de humanizar el capitalismo
neoliberal o vamos a buscar un camino de independencia y autonomía de nuestra
propia sociedad?

Piñera nos planteaba en el discurso, que ellos han ratificado su acuerdo con la
economía social de mercado. No lo manda a decir con nadie. Es clarito y más encima
hay aplausos de todos los que están presentes ahí. Pero esta economía social de
mercado es subdesarrollada, es dependiente, no tiene nada que ver que con la
economía social de mercado alemana. Sin embargo, nos meten ahí, en un intríngulis
medio extraño, en el que supuestamente nosotros somos de la OCDE y parte de los
países desarrollados. Viene un virus y nos devuelve inmediatamente al mundo
latinoamericano, subdesarrollado y dependiente económica y políticamente.
Decíamos que algo ha cambiado, pero necesitamos transformar ese cambio en fuerza
y en conciencia. El programa lo necesitamos, es urgente para lo inmediato, para los
procesos electorales y para las luchas sociales en el futuro.

Lo último. No es posible que nos juntemos sólo para los procesos electorales. Otra de
las maldiciones de la izquierda chilena y, en muchos casos, de la izquierda
latinoamericana. Se junta, elabora tremendas teorías sobre los temas, pero, al finalizar
el proceso electoral vuelve todo a la normalidad y se divide a pesar de que los
problemas de los trabajadores siguen estando allí. Después, en cuatro años más, se
vuelven a juntar para hacer el mismo ejercicio. Eso, nosotros no lo tenemos que hacer.

¿Es posible formar una alianza de izquierda en estas condiciones? ¿Qué


condiciones son necesarias para una alianza efectiva de izquierda?

La alianza es una necesidad. Tanto, el modelo chileno, como el gobierno y parte


significativa del parlamento, han demostrado la incapacidad de dar respuesta a las
necesidades del conjunto de la sociedad. No hay posibilidades de resolverlo. La
pandemia lo ha demostrado. Hoy aparecen todas las cifras de gente cesante, pobre,
clase media (o no), etc.

Es necesario aclarar conceptualmente la construcción de un programa. Pero al mismo


tiempo, en la lucha ideológica y política, es preciso aclarar al conjunto de la sociedad
que las posibilidades de un pequeño empresario, de un pequeño comerciante, de los
que se llaman, hoy en día, emprendedores, de cualquiera de los rubros que se han
desarrollado en el país, no pueden subsistir en una economía social de mercado. Los
trabajadores no podrán aspirar a mejores condiciones de vida, sus familias tampoco,
con la Constitución que sustenta teóricamente la economía social de mercado. Ésta,
no permite ningún proceso de democratización importante que permita al pequeño
empresario la posibilidad de pleno desarrollo e incorporarse al mercado en igualdad
de condiciones.

Con la pandemia se han hecho más ricos los dueños de los supermercados, al capital
financiero le ha llegado plata como nunca, pero ese dinero sale de las mismas
personas que reciben las canastas y que, en muchos casos, creen que es una
donación del gobierno. Entonces, se requiere de una posición de izquierda que aclare
que las canastas son los impuestos de la gente que están siendo devueltos, ante
determinada situación. Nadie les está pasando plata y si el país requiere endeudarse,
interna o externamente, quienes van a pagar la deuda seguirán siendo los
trabajadores y sus familias. O sea, nada sale del capital, nada sale de la gran empresa,
sin embargo, han tenido espacio en la televisión y en otros medios cuando donan tal
o cual cosa. Pero, por supuesto, se están ahorrando millones de dólares. Para que,
por ejemplo, el pequeño o pequeña empresaria y el y la trabajadora, puedan aspirar a
tener mejores condiciones de vida es necesaria una representación política con la cual
se identifiquen. ¿Cómo es posible, por ejemplo, que los pueblos originarios de Chile
tengan una representación real, si no es mediante una posición política que surja
desde el campo del pueblo? De hecho, no la tienen en este minuto. Por lo tanto, todo
proceso de democratización que, evidentemente, se necesita en Chile, requiere de
una alianza entre el campo popular y sus representaciones políticas. Para ello, hay
que construir las condiciones, no van a llegar por sí solas. El Partido, los partidos, las
organizaciones y los seres humanos que los componen, tienen que trabajar para
generar las condiciones, no aparecen espontáneamente, se generan. Nosotros
estamos en ese proceso, con nuestra alianza, generando las condiciones, no las
estamos esperando. Estamos actuado sobre la realidad.

Ante el virus, por ejemplo, se planteó que había que mantener cierta distancia a fin de
evitar contagios, pero la gente vive hacinada en las casas que este modelo, que esta
economía social de mercado, les ha hecho. “Pero es que la gente tiene que buscar
trabajo”, dicen, pero la gente está encerrada en sus casas. Entonces, hay una cantidad
de contradicciones, que se manifestaron en este minuto, que se tienen que aclarar y
para eso, necesitamos una posición que surja del campo popular, desde los
trabajadores. Y esto no es un cliché. Quienes aportan más al financiamiento del
Estado son los trabajadores y sus familias, no es el gran empresariado. Por lo tanto,
la economía social de mercado es antidemocrática porque usa en beneficio de unos
pocos el dinero de la gran mayoría. Mayoría a quien se les entrega una pequeña
porción para tan sólo sobrevivir.
Todos los índices, que han mostrado ellos mismos, hablan de un PIB que ha
aumentado. Sin embargo, esas ganancias no han llegado a ninguna parte. Alrededor
de 23 mil dólares de aumento, pero el pueblo chileno vive con mucho menos que eso.
Habría que decirle al pueblo que vayamos a reclamar nuestra parte.

Por lo demás, este gobierno se da el lujo de hablarnos de democracia cuando la


primera actividad, aparte de la del Ministro al reprimir al pueblo mapuche, fue soltar a
dos delicuentes que habían atentado contra los derechos humanos en este país. ¡Y
estos mismos nos hablan de democracia! ¡Estos son los que se permiten discutir en
el parlamento sobre lo que es y no es democrático! Entonces, aquí está mal pelao el
chancho, por ponerle un nombre autóctono. Esta situación seguirá así mientras no
haya una dedición política de construir las condiciones para que se produzca la
alianza. Si en esto tenemos que entrar en debate con nuestros compañeros de
izquierda, entremos en debate con ellos, porque muchos se han beneficiado
enormemente del modelo económico neoliberal y dudamos si, efectivamente, están
para la izquierda o el discurso es izquierdoso y tan solo levantan el puño izquierdo
para con la derecha recibir.
Estas áreas medias grises se tienen que clarificar si o si, pero las condiciones hay que
generarlas, o si no, los y las pequeñas comerciantes, los trabajadores, etcétera, no
tendrán las posibilidades de vivir dignamente. Ni ellos, ni sus familias. Ni ahora ni en
el futuro.

¿Reconocen diferencias medulares con la izquierda parlamentaria en la


actualidad?

En primer lugar, existen diferencias que no son evidentes, que dicen relación con los
programas que nutren a una izquierda que participa del proceso electoral y una
izquierda revolucionaria fuera del proceso parlamentario. Cuando el Partido
Comunista planteó durante mucho tiempo la exclusión y ellos entraron a la política
parlamentaria, terminó la pelea por la exclusión. Al parecer ahí se termina la
representación politica. Y es que hay una diferencia importante relacionada con temas
programáticos de fondo que no se mencionan. Por ejemplo, cuando se utiliza la
movilización social para llegar a una negociación - quiero aclarar que yo no estoy en
contra de la negociacion-, estoy diciendo que a la negociacion ocupan, llevan y
desarman la movilización. Por supuesto que hay concepciones distintas.

Las posibilidades de que se consoliden las nuevas conquistas es solamente a través


de una organizacion estable y permanente, no solo institucional. Es fuerza organizada.
En lo inmediato es evidente que no hay un punto de acercamiento entre la izquierda
parlamentaria y la extra-parlamentaria, somos los excluidos y vamos a pelear no sólo
por estar en el parlamento, entendiendo que es necesario estar allí, sino porque
nosotros somos parte de este país, pagamos los impuestos con los que se les paga a
los parlamentarios, el gobierno y las fuerzas armadas. ¿Por qué tenemos que estar
fuera si somos parte de esta sociedad? Trabajamos y hacemos nuestro aporte, es
justo que estemos en momentos de decisión politica, social y economica. ¿Por qué se
nos quiere siempre dejar afuera? ¿Porque andamos pidiendo cosas imposibles? Un
aumento salarial es posible, independencia del imperialismo norteamericano es
posible, estamos excluidos de las instancias de gobierno porque decimos la verdad,
la llevamos por delante y eso genera conflicto para quienes esconden y buscan
mantenerse en una buena condición economica y social. Somos organizaciones que
por decir la verdad molestamos, es más fácil descalificar que entrar en la discusion.

El cinismo de la ex Nueva Mayoría y la Concertación, cuando son ellos quienes


implementaron gran parte de la economía social de mercado, nos vienen a explicar
ahora las injusticias que acontecen en Chile. Es increíble, pareciera que estuviesen
hablando desde la verdad. Mencionan las injusticias como si los gobiernos que ellos
dirigieron y en los cuales tomaron decisiones, este tipo de cosas no hubiesen existido.
Y no ha habido de parte de ellos ni el mas pequeño asomo de autocrítica por
cambiarse la camiseta, para contarnos que en Chile hay injusticias como un problema
del gobierno de Piñera cuando llegaron a un acuerdo antes de la llamada transición.
La Nueva Mayoría estuvo conversando, negociando y aprobando conjuntamente en
el parlamento estas cosas. Es decir, el 18 de octubre no hubiese llegado con las cosas
estando bien, llegó porque las cosas estaban malas, no es un invento. El 18 de
octubre, el denominado estallido social, no fue algo generado artificialmente, había un
proceso de crisis economica en desarrollo y eso, nuevamente, lo estarían pagando
los trabajadores. Tenemos diferencias con compañeros de la izquierda, pero no quiere
decir que debamos romper sino decirnos las verdades correspondientes. Entender
que independiente de que algunos que se dicen de izquierda tengan tremendas
disputas, luego felices negocian con los de arriba. Las diferencias que tenemos son
ciertamente medulares, la verdad la decimos públicamente y lo mencionamos en
nuestros escritos.

Es importante comprender que no estamos hablando con gente desconocida, venimos


desde los tiempos de la reconstrucción de la izquierda, desde los discursos donde
aprendimos con quien había que meterse. Mientras eso sucede, las familias siguen
estando hacinadas, sufriendo las consecuencias del Covid-19, los bajos salarios, claro
que tenemos urgencias distintas, claro que tenemos concepciones diferentes. Pero
insisto, eso no significa que debamos romper, al contrario, mientras mas francos
seamos sabemos a qué atenernos. La discusion debe dejar de ser quién es de
izquierda pero no tanto; como si los compañeros del PC estuviesen planteando la
revolución socialista pasado mañana. No, estamos en un proceso democrático del
cual hay que tomar las experiencias, desde una conversación o discusion
transparente, a esta altura no nos mentimos entre nosotros. El tiempo ha pasado y ya
no somos los jóvenes de hace varios años atrás.

¿Por qué es necesario un movimiento de masas con organización y dirección


politica clara?

Porque las transformaciones económicas, politicas, sociales, culturales que nuestra


sociedad requiere impulsar no puede ser desde una elite o un grupo pequeño de
personas preclaras. Tiene que ser la accion del propio pueblo que quiere cambiar sus
condiciones de vida. Transformar el pueblo organizado y trabajadores organizados en
un proceso de democratización, con perspectiva de profundizacion de la democracia,
tiene que ser así.

Hoy día las transformaciones son tan grandes que se necesitan cientos de miles de
personas organizadas para desarrollar la educación, el deporte, el área de salud,
desarrollar las temáticas de medio ambiente, se requiere de pueblo y trabajadores
organizándose. Las deficiencias de pensar que todo llega desde el aparato estatal,
aunque necesitemos más Estado, tiene la dificultad del “venir desde arriba”. Lo que
se requiere al democratizar la sociedad chilena, es de tener una organización social
que surja desde abajo, que conociendo los problemas de manera directa y no por
datos o estadísticas, sino por problemáticas que conocen las personas, el proceso
pueda enriquecerse. Se requiere una masividad consciente, no masa amorfa. Es
pueblo consciente.
Para resolver los problemas de nuestra sociedad debe haber organización y dirección
politica, deben saber para donde van. El proceso es constante, permanente, no acaba
y culmina con terminar con la Constitución de 1980 de la Dictadura, sino que sigue,
se sigue profundizando y levantando. Por una nueva Constitución no van a aumentar
los salarios necesariamente, o la gente saldrá de la pobreza. Se requiere de miles de
personas organizadas trabajando en todas las áreas de una sociedad como la nuestra.
El mayor valor de una sociedad está en sus personas, en sus trabajadores, gente que
sabe como hacer, nadie le va a decir a un pescador como tiene que hacerlo. Lo que
debe hacer el Estado es que el pescador tenga acceso al mar y los productos del mar,
y no que se los coman las grandes transnacionales. Imaginemos la cantidad de áreas
en donde deben volver a plantarse árboles en este país. Cuando hablo de un nuevo
programa es de una nueva sociedad, no solo problemas políticos inmediatos. Una
nueva sociedad en que podamos vivir dignamente todas y todos.

¿Cuales serian las cosas que debiese contener un programa revolucionario,


popular, consecuente y coherente con las necesidades de nuestro tiempo?

Hay dos cosas, lo urgente y lo más de fondo. Lo urgente, como política, es que
nuestras organizaciones agiten y llamen a que todos, la mayor cantidad de personas
voten en el plebiscito por el Apruebo y marquen Asamblea Constituyente, que sea
masivo, una fuerza que demuestre una voluntad de cambio. La primera tarea es esa:
agitar el plebiscito.

El segundo, los temas de fondo, inmediatamente debemos entrar a preocuparnos por


los compañeros y compañeras que van a participar en el proceso, ya sea en la
Convención Constituyente o para las candidaturas de alcaldes y concejales que
tengan por lo menos alguna idea central expresa.
Trabajar en un programa de carácter nacional, profundamente patriótico, en el sentido
de que todas las riquezas básicas de nuestro pais tienen que estar en las manos de
los ciudadanos, que nuestra fuerza y representación politica plantee al conjunto de los
pueblos latinoamericanos y caribeños desde nuestro deseo y afán, necesidad, de
construir nuestra segunda y definitiva independencia. Hay una declaración de
intención desde nuestras fuerzas de declarar la paz a nuestros pueblos hermanos y
decirles: no podemos salir de esta situación de dependencia si no lo hacemos en
conjunto, es imposible. Forjar una unidad económica y politica entre los países
latinoamericanos y caribeños para la formación de un gran mercado de la misma
manera en que el capital lo hizo en el Norte del mundo y en Europa. Tenemos que
superar la reinvindicación de la propia burguesía y transnacionales que ya han hecho
y están haciendo la integración. Las banderas de la CEPAL sobre dicha integración,
el capital terminó de hacerlo, los capitales de una parte del mundo explotan a
trabajadores de otros países etcetera. Necesitamos superar el concepto de
integración por el de unidad de los pueblos de América Latina.
La conducción debe tener un Estado más fuerte del que tiene; terminar con la
Constitución del 80’ que declara un Estado subsidiario. Necesitamos de un Estado al
servicio de las grandes mayorías del país, que se encargue de la familia, los jóvenes,
la educación, no pensando en la vuelta a los Estados nacionales, no a las décadas
anteriores, sino como uno que se proyecte partícipe de algo mucho mayor, que asuma
las tareas que acabo de mencionar, fundamental entre ellas las pensiones a los
trabajadores jubilados.

Que los trabajadores dejen de vivir la miseria, que los jóvenes tengan una expectativa
de superación de sus condiciones de vida, en ocasiones, miserables, que haya acceso
a las ciencias y tecnologías, a la diversión, al deporte. Esto debe contener un
programa, el cual no puede estar en manos privadas sino en las del Estado que
garantiza que así sea. No es posible que quede a la mano invisible del mercado las
situaciones básicas de las personas, tales sean los derechos humanos, sociales y
políticos. Acabar con la Constitución del 80’, planteada en tiempos de Dictadura y
remozada por las alianzas de la Concertación. Al mismo tiempo debe existir una
alianza de pueblos en Chile, el pueblo mapuche, el pueblo aymara, el pueblo chileno.
Debe haber un reconocimiento expresado en la Nueva Carta constitucional. Chile
tiene que ser, por respeto a su historia y al presente, un Estado Plurinacional. Hay una
cantidad de elementos importantes a conversar y de incorporarse en una nueva
sociedad. Considerar también impulsar una economía mixta, una economía privada
en el caso necesario. Las personas de pequeños emprendimientos y medianas
empresas deben ser apoyados por el Estado para que las personas puedan
desarrollarse. Necesitamos que nuestra sociedad entre, al menos en la segunda mitad
del siglo XXI, en condiciones de dignidad generada por las mismas personas, construir
el futuro para ellos y su descendencia.

Cierre:

Agradecemos poder compartir con las personas que nos están viendo y reiterar la
necesidad de encontrarnos. Aquí por muchos años se ha trabajado por mantener la
dispersión de la gente honesta, de la gente de quiere cambios reales. Se ha invertido
mucho dinero y mucho esfuerzo para que la izquierda consecuente y revolucionaria
se mantenga dispersa. Es necesario entonces tomar una decisión y terminar con ese
proceso, terminar de hacerle el juego a quienes quieren impedir que surja una posición
de izquierda, porque esa posición clara puede tener el respaldo de cientos de miles
de mujeres y hombres que durante todo este tiempo han debido resolverse entre el
mal menor, porque a nosotros nos han mantenido escondidos, nos han limitado e
impedido participar.

Vamos a exigir y continuaremos en la línea de legalizar nuestro partido, nosotros


somos parte de mas de cincuenta y tantos años de la historia de este país. Tenemos
el derecho de ser un partido legal, fuera de las exigencias que a otros le han sido muy
fáciles. Tienen el dinero, los notarios, pero que cuando votan, mira que extraño, votan
poquitos. Entonces, vamos a exigir en este receso de democratización que todos los
partidos tengamos el derecho a participar del proceso electoral para poder levantar
nuestros programas y hacer las alianzas necesarias. Y en este sentido, reafirmó la
alianza que tenemos con el partido Partido Comunista Acción Proletaria, que podamos
levantar nuestros candidatos, los mas claros y honestos, los que tengan que ser
transparentes de verdad.

El trabajo no es fácil, llevamos desde el inicio de la llamada transición peleando contra


viento y marea. Nos han querido hacer desaparecer por todas partes. Sin embargo,
aquí estamos, no solo porque queramos sino porque existe una necesidad histórica.
Es decir, la historia exige una izquierda revolucionaria que represente los intereses de
los trabajadores porque no están siendo representados, porque no están en el lugar
de las decisiones y esa la asumimos como nuestra responsabilidad. Esperamos que
otras compañeras y otros compañeros se sumen, individual o colectivamente, aquí no
hay nadie que sea un tremendo partido, pero tenemos toda la decisión del mundo de
cambiar democráticamente nuestra sociedad.

Transcripción Intervenciones Demetrio Hernández Secretario General del Movimiento de Izquierda


Revolucionaria MIR en Conversatorio Por la construcción de la alternativa de izquierda. 02 de agosto
2020.

Movimiento Izquierda Revolucionaria MIR – Juventud Rebelde Miguel Enríquez.

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