Está en la página 1de 2

Estar dispuesto a ser interrumpido

“Jesús le dijo: 'Ve y haz lo mismo”.


LUCAS 10:37 (NVI)

El amor es a menudo inconveniente.

Si quieres servir como Jesús, debes estar abierto a las interrupciones. Esto significa
aferrarse a su horario con un apretón de manos. ¡Esto puede ser difícil para ti! Para
algunas personas, sólo pensar en desviarse de sus planes les produce ansiedad.
La realidad es que la gente te necesita cuando te necesita. Su hora de necesidad
no caerá claramente en la parte de su horario reservada para ayudar a los demás.
Jesús enseñó que deberíamos ser como el samaritano viajero. Permitió que su
horario se interrumpiera para poder cuidar a un hombre que se había dado por
muerto.
Pablo tenía planes para ir a Roma y finalmente lo hizo... ¡como prisionero! Estaba
dispuesto a que sus planes se interrumpieran para servir donde Dios quería que
sirviera.
No todas las interrupciones son realmente una interrupción, no desde el punto de
vista de Dios. Podría estar dándote una oportunidad que no habías planeado.
Debido a que los planes de Dios son más grandes que los tuyos, ¡esto está
destinado a suceder! La próxima vez que pienses, "¡No tengo tiempo para esto!"
sigue con esta rápida oración: "Dios, ¿es esto lo que tienes para que yo haga?"
Siempre podemos encontrar excusas para no ayudar a alguien: "Tengo mis propios
problemas", "Tengo un compromiso previo", "Sé que alguien más ayudará" y "Tengo
otras responsabilidades que no puedo sacrificar".
Dios pone intencionalmente a la gente herida en tu camino para que aprendas a
amar como Jesús. Amar a los demás puede ser más que un inconveniente. Dios
puede estar llamándote a hacer un gran sacrificio de tu tiempo, energía o dinero.
Hoy, ¿estás listo para una interrupción?

Si la oportunidad viene de Dios, no es realmente una interrupción; es tu destino.


Traducción realizada con la versión gratuita del traductor
www.DeepL.com/Translator

También podría gustarte