El presidente de Volkswagen, Martin Winterkorn, anunció ayer su renuncia, sacudido por el escándalo de los motores a diésel trucados para falsear los controles de polución.
El caso ya le valió al líder mundial de ventas de coches la apertura de causas
penales en Estados Unidos y de investigaciones en numerosos países, provocando además su derrumbe bursátil y una erosión de su imagen de máximo representante de los criterios de calidad de la industria alemana.
“Estoy estupefacto por el hecho de que conductas impropias se hayan podido
producir a tal escala en el seno del Grupo Volkswagen”, indicó Winterkorn, de 68 años, en un comunicado de prensa.
La compañía informó que dará a conocer el nombre de su nuevo presidente
mañana, tras una reunión de su Consejo de Vigilancia que en principio debía prolongar hasta 2018 el mandato de Winterkorn, al frente de VW desde 2007.
Volkswagen reconoció el martes pasado que había instalado en once millones de
carros a diésel de varias de sus marcas un software especialmente diseñado para falsear los datos de los controles de polución.
El escándalo Volkswagen ha sacudido el ambiente empresarial y político de
Alemania y analistas advierten de que una crisis del fabricante (que genera 270 mil puestos de trabajo) podría convertirse en la mayor amenaza para la economía más grande de Europa. (I)