Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Entender como las variaciones de S. aureus se relacionan con fluctuaciones en el microbioma total
puede revelar nuevos tratamientos para la enfermedad, como rediversificar el microbioma cutáneo
antes que eliminar su carga bacteriana. Estudios metagenómicos similares realizados en otras
enfermedades, como psoriasis, acné y heridas crónicas también demuestran cambios significativos
entre el microbioma de la piel sana y el de la enfermedad.
ANTIBIÓTICOS Y MICROBIOMA
Muchos tratamientos dermatológicos son bactericidas, lo que puede producir efectos secundarios
en el microbioma, generando perdidas temporales en la diversidad bacteriana y de especies no
patógenas. Por ejemplo, el tratamiento con vancomicina, que se dirige solo a grampositivas,
ocasiona pérdidas en las poblaciones de gramnegativas, posiblemente como consecuencia de
relaciones ecosistémicas indirectas.
Más aún, luego del cese del tratamiento y la restauración de la densidad bacteriana normal, los
cambios a largo plazo en la composición de las comunidades microbianas facilitan la colonización
por patógenos. Por estas razones, es recomendable emplear métodos no bactericidas en el
tratamiento de las enfermedades no infecciosas, como la suplementación de probióticos que
modulen el microbioma cutáneo.