El trabajo colaborativo está conformado por conocimientos, materiales e ideas con
la finalidad de compartirlos, normalmente de forma desinteresada para construir un conocimiento común que se pueda utilizar para un bien general. En este sentido se puede decir que la base principal del trabajo colaborativo es la de compartir conocimiento. También se podría afirmar que el trabajo colaborativo es aquel en el cual un grupo de personas intervienen aportando sus ideas y conocimientos con el objetivo de lograr una meta común. Se diferencia, sin embargo, del trabajo en equipo en que lo que se persigue en el trabajo colaborativo es la producción de conocimientos, y no tanto la optimización de resultados.
Características del trabajo colaborativo:
Comunicación: Intercambio de información y materiales. Ayuda efectiva y eficiente. Retroalimentación y análisis. Mejora en claridad de conclusiones. Cooperación: Lograr aprendizaje. Desarrollar habilidades de trabajo en equipo. Compartir metas, recursos, logros y entienden el rol de cada uno. Responsabilidad: Comprensión del trabajo individual y de cada uno de los integrantes. Autoevaluación: Evaluación periódica de acciones y metas logrando identificar cambios en el futuro. Trabajo en equipo: Aprender a resolver juntos los problemas con habilidades, liderazgo, comunicación, confianza y toma de decisiones para dar una solución a los conflictos.
Algunas de las ventajas del trabajo colaborativo son:
Estimular habilidades personales. Disminuir los sentimientos de aislamiento. El aporte individual es muy valioso. Se comparte información. Propiciar la responsabilidad compartida con el grupo a partir de la participación individual. Permite el logro de objetivos mucho más rico en contenidos.