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PÁGINA X / 48 || LA PROVINCIA

VIERNES, 7 DE MARZO DE 2014


CULTURA CULTURA LA PROVINCIA || PÁGINA XI / 49
VIERNES, 7 DE MARZO DE 2014

PAISAJES CULTURALES
De izquierda a derecha y de arriba abajo,
escaleras de acceso y talud aguas abajo de
la bóveda, entrada de una galería de visita,
monumento clasicista en el estribo
derecho, zigzag de las escaleras de acceso y
lámina de agua entre los macizos rocosos
en una imagen tomada desde el camino de
coronación. | PEPE DÉVORA

Vista de la presa de Soria aguas arriba y de las laderas del barranco, en una imagen tomada desde la Cruz de Soria. | PEPE DÉVORA

Paseo por la bóveda indica también algunas magnitu-


des que convierten este espacio en
una cosa extensa: 132 metros de
altura del muro de presa -es una de
las más elevadas de entre las apro-
ximadamente 1250 presas que
atravesada por una pista de tierra,
que sale del canal del aliviadero y
enlaza con el camino a la presa de
Chira, en la Ruta de las presas. Otra
vereda parte del canal hacia Lomo
Conejo.
La presa de Soria, una de las más elevadas de España, conforma con su entorno hay en España-, 148,5 metros del Asentado en una extraña terri-
camino de coronación, 32 hectó- torialidad, Lomo Conejo es un ca-
un paraje monumental en el que se mezclan naturaleza y artificio metros cúbicos de capacidad de serío despoblado por la construc-
embalse. ción de la presa. El sendero que
En 2012 González solicitó al Ca- conduce hacia él se prolongaba
también que habitar y construir ra. Detrás, el mundo se abre hacia cañón de Soria y la grandiosidad bildo que la declarase Bien de Inte- por la ladera derecha a través del
MARIANO DE SANTA ANA no son sólo pausa, fijación, que la cumbre, rematada por la cara su- primigenia de la obra hidráulica, la rés Cultural. Aún espera respuesta. espacio que actualmente ocupa
los humanos habitamos igual- doccidental del Roque Nublo. única de tipo bóveda en Canarias. Antes había publicado el libro que, el embalse. Allí confluía con los
mente al desplazar nuestro cuer- Tras cruzar Barranquillo An- De la vivienda parte también la ca- como dice en sus páginas prelimi- caminos de Soria y Barranquillo
En un célebre ensayo, Construir, po y que construimos paisaje me- drés, el panorama comienza a des- rretera de servicio a la presa. Es la nares, escribió para “defender que Andrés –ahora convertidos en
habitar, pensar, Martin Hei- diante actos como andar. Cons- plegarse alrededor de la presa que, casa del ranchero, el hombre que la magna Presa de Soria también carreteras- en la Cruz de Soria.
degger afirma: “Al habitar llega- truir, habitar, andar… Equipado más allá de su dimensión técnica, controla la retención y salida del forma parte del patrimonio histó- Este topónimo, hoy en desuso,
mos, así parece, solamente por con tales cavilaciones, un día un coliga la tierra como paisaje. agua. La casa de Juan Ramírez. Jai- rico de Canarias”. fue recuperado por González a
medio del construir. Éste, el cons- reportero camina por la presa de Al arribar al asentamiento de So- me González, que lo califica en su partir de un informe geológico de
truir, tiene a aquél, el habitar, co- Soria y sus alrededores junto al ria los excursionistas echan a an- libro de “maestro de la presa de So- Monumento 1933 que desvela que hubo allí
mo meta. Sin embargo, no todas geógrafo de presas Jaime Gonzá- dar. El poblado tiene como punto ria”, lo saluda y le presenta a sus Con la distancia de la memoria y una cruz. Aquella señal de comu-
las construcciones son moradas. lez Gonzálvez, autor del libro Pre- de referencia un bar frecuentado acompañantes. A preguntas del re- los cambios de cualidad en la no- nicación entre “mortales” y “divi-
Un puente y el edificio de un ae- sa de Soria. Una historia de pro- por visitantes. En una explanada portero, Ramírez, un hombre re- ción de patrimonio cultural, Jaime nos” –los términos los usa Hei-
ropuerto; un estadio y una central yectos, informes y notas informa- hay una casa que domina sobre el servado, explica que llegó en 1958 González puede ver la presa como degger en el ensayo citado al co-
energética; una estación y una tivas (2010), y el fotógrafo Pepe para la construcción de la presa y monumento. Para sus promotores mienzo de estas líneas- desapare-
autopista; el muro de contención Dévora, a quien se deben las imá- aquí se quedó. Ahora tiene 74 años. esto habría sido inconcebible. De ció con la obra hidráulica. Y aho-
de una presa y la nave de un mer- genes a las que acompaña este Aguas abajo se La caminata continúa por la ser- lo contrario no habrían erigido en ra, bajo la bóveda celeste, mien-
cado son construcciones pero no reportaje. penteante carretera de servicio. la misma presa otro monumento, tras los paseantes contemplan la
viviendas. Sin embargo, las cons- El recorrido comienza propia- observa el territorio Durante la misma, González expli- éste de tipo conmemorativo y esti- ma de la obra pública del franquis- Los paseantes miran aguas arri- liares construidas para poder experimentan también vértigo. conjunción de la presa y su entor-
trucciones mencionadas están mente en coche, por la carretera de herido por la ca que la presa, iniciada en 1962 y lo clasicista. mo, pero la leyenda es ambigua. El ba la cerrazón del valle, las palme- construir la presa y nunca retira- El geógrafo, el fotógrafo y el re- no, la mente se interroga si todo
en la región de nuestro habitar”. El Pajar a Soria. El día está despe- concluida una década después, fue Ubicada en la explanada del es- Estado no elevó la presa de Soria. ras y los pinos inusualmente en- das: los macizos de apoyo para las portero continúan por la gran ex- ello conforma un nuevo tipo de
Según el filósofo, los humanos jado y el barranco de Arguineguín penetración de la promovida por la comunidad La tribo derecho, a donde llegan aho- Lo hizo la comunidad de aguas. tremezclados, el barranco de Soria, grúas y los silos cúbicos de cemen- planada del estribo izquierdo y se monumento. No ya como la escul-
hemos olvidado la relación de co- desfila veloz por el parabrisas co- bóveda, el cañón con Lumbre y que en lo fundamental ra los caminantes, la escultura in- “Es una escalera de sensaciones”. el embalse con la gran masa de to, áridos y arena. Observan tam- adentran en la ladera izquierda tura clasicista del estribo derecho,
pertenencia entre construir y ha- mo por una pantalla de cine. Un se ajusta a las trazas del proyecto tegra sendos bustos de Alejandro En el camino de coronación, que agua, cuyo ciclo natural ha con- bién las escaleras de acceso a las del barranco. Desde aquí disfru- ni como el hito que es el propio
bitar porque ambos términos se instante antes de atravesar el case- el lecho cubierto de realizado en 1959 por Luis Fedria- del Castillo y Fermín Monzón, pre- conecta los estribos de la presa, Pe- frontado el ser humano para adap- galerías y las pasarelas. Ante el tan de una visión más abierta de la muro de presa, sino uno de una
han ido separando en el lengua-
je, especialmente tras el desplie-
río de Barranquillo Andrés, la pre-
sa irrumpe en el campo visual. La
escombros y las ni y Francisco Pérez Cerdá. El geó-
grafo, vocal colaborador del Comi-
sidente y director respectivamen-
te de La Lumbre y un lema que in-
pe Dévora siente que al caminar
recorre su consciencia. La realidad
tarlo a su habitar. Aguas abajo ob-
servan el terreno herido por la pe-
efecto de flotación del zigzag de és-
tas sienten sobrecogimiento.
cumbre y observan la ladera de-
recha, el poblado de Soria y el tan-
cualidad distinta. Un monumen-
to que difumina la distinción en-
gue de la técnica moderna. Pero, bóveda de hormigón, inmensa, estructuras auxiliares té Nacional Español de Grandes dica que la presa se construyó “ba- es una escalera que se transita con netración de la bóveda, el cañón Cuando llegan al aliviadero y se que de la presa, en lo alto, sobre el tre naturaleza y artificio que ema-
aunque Heidegger no alude a es- aparece y desaparece desde aguas para construir la presa Presas y autor de otros seis libros jo el signo de Franco”. Ciertamente la mente y el cuerpo. Una escalera angosto con el lecho cubierto de asoman en la enormidad inclinada monumento clasicista. La ladera naba de la divinidad: eso que aho-
ta cuestión, podemos considerar abajo con las curvas de la carrete- sobre las presas de Gran Canaria, la política hidráulica fue un emble- que se atraviesa y se habita. escombros, las estructuras auxi- de su trampolín, los caminantes en que se encuentran ahora está ra llamamos paisaje cultural.

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