Está en la página 1de 101
GM Amador Rodriguez Siciliana DE AJEDREZ va EDAMI Aperturas n° 3 Zl www.ajedrez21.com La Defensa Siciliana con 6..2.c4 DEFENSA SICILANA 6. cd 1 Capitulo | Introduccién {Sabias qué, a sus 14 afios, Fischer ya jugaba con éxito el sistema con 2c4 para des- truir el enroque de sus riva- les? Durante afios y afios, jugd con éxito este sistema anotandose excelentes victo- rias frente a renombrados grandes maestros. Fue du- rante su célebre match con- tra Boris Spassky en Rei- kjavik 1972, que lo Hlevé a proclamarse como campeén del mundo, cuando estuvo a punto de caer derrotado con- tra la fina preparacién de su rival. Pero su astucia le valié para obtener el empate en la juga- da 45 (Ver pag. 22). Las partidas de Fischer eran seguidas con lupa por sus ri- vales contempordneos y tras su alejamiento voluntario y su reciente fallecimiento, han seguido siendo investi- gadas a fondo por las gene- raciones emergentes. Son un legado importante para la historia del ajedrez, No es de extrafiar por tanto, que muchos grandes maes- tos modemos siguieran el ejemplo de Fischer y hayan empleado el sistema con 24 en numerosas ocasiones de su carrera. Desde Kasparov, Anand, Topalov, Short ¢ Ivanchuk, hasta practicamen te todos los mas fuertes juga- dores de Peén de Rey. Kasparov en particular, nos dejé varias victorias memo- rables, como en la que ful- miné a Gelfand en Linares 1993, Tras la brillante 19.2dxe6! Kasparov demolié en apenas cinco jugadas la posicin de su rival, obligndole al aban- dono. (Ver pig. 19). Como ironia del destino, fue precisamente con esta va- riante que Kasparov, esta vez con negras, sufrié ese mismo afio su ‘nica derrota en el match frente a Short en Londres 1993 (Ver pig. 40). Después de que el GM inglés maniobrara habilmen- te con sus piezas hasta impo- nerse en la jugada 38 y asi poder contar con la satisfac- cién de un triunfo en un match que finalmente perdié por 12.5~7.5. La inmensa popularidad de que goza la Defensa Sici- liana se basa en primer lugar en su flexibilidad. Blancas y negras pueden elegir entre diversos érdenes de movi- mientos, que desembocan en unas y otras variantes, que aunque mantienen ciertos puntos en comin, cuentan con caracteristicas diferen- tes. De hecho, por extraiio que parezca, las lineas de la Siciliana pueden diferir completamente unas de otras. DEFENSA SICILIANA 6. Sic4- 3 A nivel concreto de cada pieza, es habitual que en una variante un alfil salga por €7 mientras que en otra lo haga por g7, 0 un caballo por c6 0 por d7. A veces la posicion llama al enroque corto y un apacible juego en el centro, en otras ocasiones se impone el enroque largo y un tem- pestuoso ataque contra el rey rival. Pese a todas esas diferencias, hay puntos comunes y una de las claves para aprender a jugar la Siciliana consiste en saber identificar esos con- ceptos que aplican de forma global entre todas sus va- riantes, para después poder reaccionar bien con indepen- dencia del orden tedrico, en base al tipo de posicién con- creta que se presente sobre el tablero. Comencemos por examinar la posicién que aparece des- pués de las jugadas 1.e4 5 2.213 d6 3.d4 cxdd 4.2xd4 DEG 5.23 Las blancas han realizado las jugadas naturales y son aho- ra las negras quienes pueden evar la partida al terreno deseado. Examinemos las posibilida- a) 5....a6 Najdorf . €6 Scheveningen Deb Clasica . g6 Dragon Son las cuatro variantes habituales, hiperconocidas, con caracteristicas propias, que aun que tienen muchos puntos en comin, llevan a lineas con detalles especifi- cos de cada una, respaldados por densas lineas tedricas. Es un panorama en principio poco alentador para el juga- dor de torneos que no dispo- ne de varias horas diarias para llegar a alcanzar un nivel competitivo en cada variante. En el lado opuesto encontramos al legendario GM norteamericano Bobby Fischer, que si disponia de todo el tiempo del mundo para prepararse contra ellas. No obstante, en lugar de ir entrando en los detalles de cada una y rellenando su cuademo secreto de estudios y novedades, Fischer demos- tr6 su inteligencia aplicando una solucién practica: en- contrar un arma comun con- tra todas y asi, se prepard para responder siempre con 6.24! A lo largo de este libro nos vamos a centrar en los esquemas que aparecen co- mo consecuencia de las Va- riantes Najdorf, Clasica_y Scheveningen, lincas pro- pensas a transponer entre ellas, donde el esquema de Variante Najdorf 4. DEFENSA SICIUANA 6, ftc4 Variante Scheveningen juego respecto al sistema con 6.2c4 es bastante coin- cidente, pues a diferencia del Dragon, en todas ellas rara vez se juega g7-g6 en fase temprana para desarrollar el alfil por fianchetto, No obstante, incluimos un apartado completo en el cual mostramos cémo jugar 6.2c4 contra el Dragén, lo cual resulta sumamente importante y afiade valor al presente libro. Antes de entrar en materia, conviene citar que muchos grandes maestros modernos siguieron el ejemplo de Fischer y han empleado el sistema con &c4 en numero- sas ocasiones de su carrera. Desde Kasparov, Anand, Topalov, Short e Ivanchuk hasta practicamente todos los més fuertes jugadores de Peon de Rey. Estudiar las lineas con £c4 le reportara notables benefi- cios. Si juega con blancas Bobby Fischer adopté con mucho éxito la jugada 2.4 en la Siciiana contra la Siciliana tendré en sus manos una potente arma comiin contra sus principales planteamientos. Si juega la Siciliana con negras sabra identificar las posiciones més dificiles y aprenderd la mejor forma para tratar de solucionar los problemas. ~Qué nivel se requiere para asimilar los conte- nidos de este libro? En principio, el contenido de este libro puede ser estudia- do por ajedrecistas de cual- quier nivel. Si justo acaba de aprender los rudimentos del ajedrez, entonces cabria recomendar posponer el estudio de un material como éste y en su lugar tomar otras lecciones de nivel elemental. Con esa unica salvedad, el resto de jugadores podra obtener sensibles beneficios al estudiar los conceptos y partidas que aqui se exponen y claro esta, mientras mejor sea tu nivel, mas facil te sera asimilar el material. Variante Clasica Variante Dragon DEFENSA SICIUANA 6. c4- 5 El objetivo de este libro Es importante recordar a los lectores, que la filosofia de nuestros libros de aperturas no esta basada en ensefiar unas cuantas lineas teéricas, pues rapidamente podrian quedar desactualizadas. Por el contrario, cl objetivo del libro es ensefiarle como jugar todo el sistema, haciéndole comprensibles los conceptos estratégicos y tacticos inherentes. Piense que Fischer lo jug6 ya desde su nifiez, alld por los afos cincuenta. Hoy en dia, su ‘Ac4 sigue manteniendo la misma vitalidad que enton- ces, pese a la llegada masiva de ordenadores y bases de datos. Una vez termine de estudiar este libro sabré jugar este sistema y esos conceptos quedarén en su mente para 6 DEFENSA SICILANA 6. cd Garry Kasparov también utiliz6 con éxito Ac4 siempre. Aunque su rival pueda eventualmente sor- prenderlo con una novedad tedrica, algo imposible de evitar, sabr como reaccio- nar para neutralizarla y salir adelante. 2A quiénes interesara especialmente este ma- terial? Sin duda, a los jugadores que adoptan la Siciliana como una de sus aperturas predi- lectas, tanto si la juegan con blancas como con negras. El contenido del libro puede ser utilizado también como un punto de entrada a la Sici- liana, para aquellos pocos que nunca Ja hayan jugado. Algunos grupos de ajedre- cistas podran sacar el maxi- mo de beneficio de las lec- ciones aqui impartidas, por ejemplo, quienes necesiten disponer de un arma potente con blancas economizando recursos, es decir, disponien- do del menor tiempo posible. Quienen juegan la Siciliana Unicamente con _negras, podran utilizar el libro para comprender las amenazas a que se enfrentan y saber mejor cémo tener el antidoto a mano en cada ocasién. e~Como esta organizado este libro y cual es el orden de estudio reco- mendado? ‘Aunque nada le impide acce- der directamente a cualquie- ra de los capitulos, el proce- dimiento recomendado es el estudio ordenado de acuerdo a la estructura disefiada por su autor. EI libro comienza con un capitulo sobre conceptos bisicos, en el cual se expli- can nociones sobre las cua- tro variantes que serdn trata- das, en referencia al sistema en que las blancas juegan su alfil a c4 y en particular, cémo este sistema involucra a cada una de ellas. En los capitulos 3 y 4 se exa- mina este sistema desde la 6ptica de las blancas y las negras, por separado para cada color, explicando los planes y las ideas relevantes. Son capitulos muy importan- tes porque normalmente, aunque uno juegue una misma variante tanto con blancas como con negras, normalmente no lo hace con la misma intensidad. Cada color juega en base a con- ceptos muy especificos. En el capitulo 5, se estudia el caso especial en el que las blancas enrocan largo. Tras estudiar las lecciones ante- riores, comprendera que aunque en este sistema gene- ralmente las blancas enrocan corto, como en toda auténti- ca Siciliana, el enroque largo es una alternativa importan- te, y aqui se examina con sus consecuencias, para ambos colores. Los capitulos 6 y 7, de nuevo, tratan de forma sepa- rada a cada bando. En ellos, se comentan partidas rele- vantes, jugadas generalmen- te entre grandes maestros de primer nivel. zEn qué se diferencian los capitulos 3 y 4 de los capitulos 6 y 7? En los capitulos 3 y 4, todas las partidas que presentamos tienen como denominador comin que muestran un juego ejemplar en la apertu- ra, Sin embargo, en los capi- tulos 6 y 7, aunque son parti- das que pertenecen a ese mismo sistema de apertura, al juego en esa primera fase no es necesariamente rele- vante. Por ejemplo, quizas la partida siguié una linea que actualmente se considere desfasada. La prioridad en estos capitulos 6 y 7 se cen- tra en el medio juego, donde aparecen patrones comunes que identificamos y analiza- mos. En el capitulo 8, estudiamos los finales que suelen pre- sentarse en este sistema, un apartado particularmente im- portante, acorde con Ia filo- sofia modema de estudiar, tanto el medio juego, como los finales asociados a cada apertura. El capitulo 9 esta dedicado por completo al sistema de &c4 contra el Dragén, un capitulo extenso e instructi- vo, respaldado por muchas partidas comentadas. Finalmente, el capitulo 10 presenta un resumen tedrico acerca de la situacién actual de la variante. Recordamos una vez mas que este capitu- lo esta redactado de forma orientativa y que con el transcurso de los afios pudie- ra eventualmente quedar desfasado, no asi los prime- oe Nigel Short es otro ejemplo modemo del éxito del sistema con Ac4 ros 9 capitulos, que Ud podra repasar una y otra vez con el trancurso del tiempo para refrescar sus conoci- mientos y entender el mate- rial a la perfeccién Las partidas suplemen- tarias. Como colofén a la presente obra, he seleccionado un nutrido grupo de partidas, en su mayoria recientes y sin comentarios. Extienden el contenido tratado con ejem- plos adicionales de buenas Practicas tedricas, estratégi- cas, tacticas 0 todas esas cualidades inclusive en rela- cién a las lineas con 6.24. Aunque el libro esta orienta- do a que Ud. no dependa tinica y exclusivamente del ordenador, de Internet y del estudio de los mas recientes eventos, es importante tener en cuenta que en la Siciliana DEFENSA SICIUANA 6, ficd- 7 estamos siempre en riesgo de ser sorprendidos por nuestro rival, por muy ino- cente que parezca. Tampoco se trata de esquivar una novedad te6rica _aislada Generalmente, lo mds im- portante es que nuestro rival nunca nos sorprenda con una idea nueva, con un concepto diferente. Para ello, debemos estudiar y hacerlo bien, con el método apropiado. El libro contiene una gran cantidad de material, pero siempre podemos comple- mentarlo con partidas magis- trales de los eventos mas 8. DEFENSA SICIUANA 6. Sic4 recientes. Cuando estudia- mos una variante, es impor- tante revisar las publicacio- nes especializadas 0 descar- gar las partidas nuevas de In tenet. Es un hecho cierto que al final de una sesién de estudio, si se han hecho bien las cosas, nuestra compren- sion sobre esa variante sera mucho mejor y estaremos en disposicién de asimilar nue- vos contenidos. Con el paso del tiempo, seguramente dispondra de nuevas partidas que no se habian jugado en el momen- to de escribir este libro. Cuando ello suceda, sera muy itil repasar de nuevo la presente obra, y seleccionar las nuevas partidas relevan- tes, para relacionarlas dentro de los muchos conceptos que hemos abordado en el libro. Cualquier comentario res- pecto al presente libro puede hacerlo Iegar por correo electrénico a la direccién info@edami.com GM Amador Rodriguez Barcelona, noviembre de 2009. Capitulo Conceptos En este libro vamos a mos- trar un esquema que es co- min a cuatro variantes dife- tentes. Por ello, conviene ha- cer antes un breve repaso de estas lineas y explicar cémo se veran afectadas cada una. 1.- Variante Najdorf 1e4 c5 2.2f3 d6 3.d4 cxd4 4.2xd4 Df6 5.Ac3 a6 RaiWes & &ahba La Najdorf es la variante mas popular de la Siciliana, predilecta de Fischer y Kas- Parov, que ahora juegan tam- bién Anand, Topalov, Carl- sen y muchos grandes maes- tros de la élite. La Najdorf atrae la atencién de jugadores de todos los niveles, por lo que es un ver- dadero fenémeno de masas. Las negras acaban de jugar 5...a6 y se preparan para jugar 6...e5 sin temor a un molesto jaque de alfil en bS. Hay dos jugadas que estén disefiadas para _evitarlo, 6.295 y 6.84, que es preci- samente esta iiltima la que tratamos en este libro. basicos Es muy importante tener en cuenta, que en la Najdorf las negras disponen de flexibili- dad para desarrollar su caba- Ilo a d7 0 c6. Ello puede ser relevante a la hora de organi- zar la estrategia contra 6.8c4. En base a la eleccién de las negras, estaremos enfrentados a una posicion emo En la cual las negras han desarrollado su caballo por 6, 0 esta otra 8 En la que lo han hecho por d7, desde donde podra saltar en el futuro a ¢5. Otra posibilidad de que dis- ponen las negras es dejar abiertas ambas opciones y entonces pueden esperar a despejar su incégnita jugan- do primero $e7, 0-0 y &b7. a w Con blancas debemos saber cémo jugar cuando el caba- Ho negro esta en una u otra casilla, porque la estrategia a emplear es diferente en cada caso. ane a Muchos de los grandes maestros actuales tienen pro- blemas contra la Najdorf: simplemente no saben cémo jugar contra ella, no tienen una buena linea a mano o no disponen de varias horas dia- rias para buscar una solu- cién. En este libro nos en- frentamos a este problema y proponemos un sistema que ademas sirve contra otras variantes, aparte de la Najdorf. En el sistema de juego que proponemos, basado en la jugada 6.2c4, las blancas usualmente enrocan corto y orientan su juego en base ala ruptura con f4-£5, pero con- tra la Najdorf en particular, se han desarrollado reciente- mente otros planes alternati- vos, como atacar con las pie- zas dejando el pen en f2 y Mevando la dama a f3. DEFENSA SICIIANA 6. ficd- 9 2.- Variante Scheveningen 1.e4 c5 2.213 d6 3.d4 cxd4 4.Oxd4 Df6 5.03 e6 La Scheveningen es una va- riante muy versatil. A dife- rencia de la Najdorf, las negras no aspiran a realizar una accién concreta con sus peones en el centro, que han quedado definidos en d6 y 6, sin planes inmediatos pa- ra jugar d5 0 eS. Casi nunca las negras enrocan largo 0 dejan su rey en el centro, La Scheveningen es muy con- vencional: se enroca corto y se desarrollan répidamente las piezas. Mas adelante las negras aguardarén astuta- mente a lanzar un contraata- que si las blancas sobrepasan sus posibilidades reales. Si observamos atentamente la posici6n y 1a comparamos con la que define la Najdorf, veremos que son muy simi- lares y de hecho, en muchas variantes, una (nica jugada basta para transponer a una posicién idéntica. Para demostrarlo, prepare- mos dos tableros y en ellos ejecutemos las siguientes secuencias: 10 - DEFENSA SICIIANA 6. cd Led 05 2.213 d6 3.4 exd4 4.4xd4 Df6 5.2c3 a6 (Najdorf) 6.204 e6 Le4 c5 2.013 d6 3.d4 cxd4 4.Qxd4 £6 5.Ac3 e6 (Scheveningen) 6.2¢4 a6 Veremos que ambas nos Ie- van de forma exacta a la siguiente posici6n: En la Scheveningen, el caba- Ilo negro suele salir por ©6, pero nada impide que lo haga por d7, por lo cual las negras coinciden con la Najdorf en disponer de esa flexibilidad. En el caso en que el caballo salga por c6, la Scheve- ningen enlaza con la Clasica y también con la Najdorf, al ser la siguiente posicién comin a esas tres variantes: A modo de independencia respecto a la Najdorf, el nico detalle que aporta la Scheveningen es el retraso del avance a7-a6, que en la primera viene ya por defini- cién y aqui cs completamen- te opcional, hasta el momen- to que se quiera realizar. En aquellos casos en que las negras desarrollan su caballo por d7, resulta dificil retrasar la jugada a7-a6, pues se evita un salto de caballo a bS que deje tocado al pedn de d6. No obstante, cuando el caba- Ilo sale por 06, es factible demorar bastante el avance a7-a6 y ello nos lleva a posi- ciones como la siguiente: que son habituales dentro de la Variante Clsica que exa- minaremos a continuacién. {Cudles son las opciones de las blancas contra la Sche- veningen? Son varias, pasando por al- gunas de corte violento, co- mo el Ataque Keres (g4) y otras més tranquilas, con Se2 y enroque corto. En este libro, nos ocupamos de la variante que comienza con 6.04, que incluye una even- tual transposicién al famoso Ataque Velimirovic, que ex- plicaremos con detalle mas adelante. 3.- Variante Clasica Led c5 2.013 d6 3.4 exd4 4.Dxd4 Df6 5.2c3 Dcé En la variante Clasica nota- mos una importante diferen- cia respecto a la Najdorf y a la Scheveningen. En estas dos iiltimas variantes, las ne- gras disponen de flexibilidad para desarrollar su caballo a las casillas c6 0 d7, lo que mejor convenga. En la Variante Clasica, por defini- cién, el caballo negro ha sido desarrollado a 6 y no dispo- ne ya de la salida por d7. ‘Ademés en esta variante, las negras mantienen su peén en €7, reservando la posibilidad de avanzarlo ae, en funcion de la continuacién blanca, como por ejemplo tras 6.2e2. La transposicién entre las variantes Clasica y Scheve- ningen puede ser muy direc- ta, porque en ninguna de ellas el peén ha avanzado a a6. Bastaria con jugar 6.24 y las negras e6, para llegar a la misma posicién que la obtenida en la Schevenin- gen, tras jugar las blancas 6.2c4 y las negras responder 6...Dc6. {Transponen estas tres va- riantes entre si? Por supuesto, y en la varian- te que tratamos, 6.204, ge- neralmente lo hacen. Obser- ve las siguientes tres se- cuencias de jugadas: Led c5 2.213 d6 3.d4 cxd4 4.0xd4 D6 5.0c3 a6 (Najdorf) 6.24 e6 7.4b3 Dc6 Led ¢5 2.013 d6 3.04 exd4 4.0xd4 D6 5.2c3 6 (Scheveningen) 6.804 a6 7.4b3 Deb 1.e4 c5 2.413 d6 3.04 cxd4 4.0xd4 Df6 5.Ac3 Ac6é (Clasica) 6.204 e6 7.2b3 a6 Todas ellas desembocan en Ia siguiente posicién: Que seré una de las més exploradas en este libro. En la Clasica, las negras usualmente siguen dos cami- nos. En el primero de ellos, se abstienen de las jugadas a7-a6 y b7-bS, en su lugar juegan el alfil a d7, cambian caballos en d4 y llevan el alfil a c6. En el segundo, también cambian caballos en 44, pero entonces juegan a6 y bS, para sacar el alfil por b7e intentar b4, presionando al pedn blanco en e4. Otro detalle a apuntar aqui es que las blancas disponen de una variante muy conoci- da en la cual enrocan largo. Es una linea muy agresiva que responde al nombre de Ataque Velimirovic y que lleva a la siguiente posici6n: Las negras van a jugar 2e7, 0-0, aceptando el reto de los enroques opuestos, o bien prefieren jugar primero ¥c7, Da5, bS, Bb7 (0 Bd7), Be8, etc, acelerando el contraata- que en el flanco dama antes de enrocar, En ocasiones, el rey permanece en el centro durante un largo tiempo. Esta variante disfruté de gran popularidad durante los afios 70 y 80, pero después fue gradualmente decayen- do. Fischer no tuvo buenos resultados en las pocas oca- siones que la jug con blan- cas, cayendo derrotado de forma inapelable ante Bent Larsen (ver partida en pagi- na 32). Otros fuertes jugado- res, como Topalov y Anand, la han empleado también y Kasparov la enfrento con piezas negras. DEFENSA SICIUANA 6. 2c4- 11 4.- Variante Dragon L.e4 c5 2.093 d6 3.04 cxd4 4.Axd4 Df6 5.Dc3 g6 En el Dragén tenemos un caso muy especial, que no enlaza de ninguna manera con las tres variantes citadas anteriormente, al fianchetar las negras su alfil rey. Mas ain, en comparacién a las lineas habituales del propio Dragén, la idea que vamos a estudiar con 6.84 también se desvia de lo habitual, por- que las blancas suelen jugar 8e3, £3, Wd2 y slo entonces sacar el alfil a c4 y enrocar largo. Incluso es popular la variante de enrocar largo dejando el alfil en fl. Jugar 6.2c4 directamente es un plan que va asociado al enroque corto, no por predi- leceién o capricho, sino por- que en ese orden las blancas enfrentan mas dificultades para enrocar largo. 12 - DEFENSA SICIUANA 6. fe4 Sobre el orden de jugadas del Dragén tenemos ya va- ios trabajos publicados en nuestra coleccién Packs de Aperturas. A nivel basico, puedo decir que hay dos for- mas de plantear el Dragon, una jugando 2...4c6 y otra jugando 2...d6. A continua- cién vamos a examinar ambas posibilidades. 1.e4 5 2.013 Dc6 3.d4 exd4 4.2xd4 g6 Quienes juegan de esta manera, normalmente no quieren permitir el Ataque Yugoslavo y pretenden obli- gar a las blancas a enrocar corto. Después de 5.2c3 &g7 6.2¢3 Df6 las blancas no deben jugar 7.£3 0-0 8. Wd2 por d7-d5, de un solo golpe, ahorrando un tiempo. Las blancas por tanto no lo tienen sencillo para enrocar largo y normalmente deben jugar 7.24 y enrocar corto. Esto encaja perfectamente con nuestro estudio en este libro. 1.e4 €5 2.013 d6 3.44 cxd4 42xd4 D6 5.Dc3 26 Quienes plantean el Dragén asi estén listos para todo y no ponen objecién alguna a que las blancas entren en el Ata~ que Yugoslavo, enrocando largo. Son jugadores que saben mucha teorfa, estén bien preparados y posible- mente les va a contrariar el que juguemos 6.804 y con- tra 6...0¢7 el orden de juga- das principal sigue 7.3 0-0 8. &b3 entrando en una posi- cién que seré muy debatida en este libro. ‘Tomando en cuenta las sen- sibles diferencias que apli- can al caso de &c4 contra el Dragén, he decidido tratar esta variante dentro de un apartado especial, separado completamente de las va- riantes anteriores. En este libro estudiamos 6 &c4 contra las variantes Naj- dorf, Scheveningen y Cli- sica. Disponer también de esa posibilidad frente al Dra- g6n mejorara nuestro nivel de conocimientos y enrique- cera nuestro repertorio. Capitulo Ill Jugar con piezas blancas Cuando estudiamos cual- quier apertura, el primer paso es siempre identificar los objetivos y las posiciones clave de forma que podamos potenciar las amenazas y evitar los peligros. {A qué aspiramos al desarro- Ilar el alfil a c4? Lo primero es considerar que esa jugada cumple con varios principios basicos, como el desarrollo, ubicar al alfil fuera de la cadena de peones, en un lugar que apunta al centro y flanco rey de su rival, etc. A continuacién, podemos examinar detalles mas con- cretos y es cuando descubri- mos que esta jugada encierra mucho peligro, pues preten- de obligar a las negras a avanzar su pen a 5, para entonces, a través de algunos cambios de piezas inteligen- tes, apoderamos de la casilla 5. Dicho asi puede parecer oscuro, porque de momento no se ve como el alfil va a obligar a las negras a que realice ese avance, por ello, ese proceso lo vamos a exa- minar detalladamente en esta leccién, jugada a jugada, explicando las ideas concre- tas detras de cada una de ellas, Para facilitar las cosas, primero voy a enumerar varias posiciones clave, que resultaran de aplicar fiel- mente las ideas y después vamos a ver cémo se llega a ellas a través de la prictica magistral. Como punto de partida, tomaremos la siguiente posi- cin, que bien pudo haber sido cualquier otra similar, pues en el capitulo anterior ya vimos las muchas trans- posiciones posibles. Para alguien nuevo en esta variante, no es sencillo en- tender lo que debe ocurrir para que trece jugadas des- pués, la partida derive a esta otra posicién: Sin embargo, existe un cami- no razonable para Iegar aqui. Las blancas siguieron un orden I6gico, con un plan concreto en mente y las negras no lo pudieron neu- tralizar y como consecuencia han quedado fatal. Veamos: ‘Mar del Plata 1960 her, Robert J A sus 16 ajios, el joven Fischer se desempefiaba con suma habilidad en este siste- ma de juego. L.e4 ¢5 2.0£3 d6 3.d4 exd4 4.4xd4 Df6 5.2c3 a6 6.2.04 e6 7.2b3 Siempre es bueno prevenir y retirar este alfil, asi se evita una eventual simplificacién con 7...)xe4 y 8...d5 y tam— bién se evita que las negras ganen tiempos en el flanco dama a costa del alfil. Tub5 80-0 2b7 9.4 De6 10.Axc6 2xc6 11.65 Llega el problema, las blan- cas avanzan su peén a f5 y amenazan ganar un peén en e6. En situaciones como esta, las respuestas posibles son: 1 Defender el peén en e6, para evitar ceder la casilla 45. Es la forma ideal de jugar, pero no siempre es posible, como ahora, pues DEFENSA SICILANA 6. fic4- 13 tanto 11...8d7 como 11...8d7 son pasivas y peli- grosas. 2. Cambiar peones en £5. Inapropiado la mayoria de las veces, pues abre la co- lumna e y cede la casilla d5. 3.- Capturar en e4 y aceptar el juego tactico inmediato. Es algo que no recomiendo, pues usualmente trae graves consecuencias y puede Hevar ala pérdida rapida de la par- tida. 4. Abrir el juego realizando la ruptura con ...d5. De con- secuencias idénticas a las descritas en el punto ante- Tior. 5.- Buscar contrajuego avan- zando el pe6n a b4, antes de avanzar el peén a 5, para evitar que el caballo se insta- le rapidamente en esa casilla. Es una alternativa siempre interesante, que debe medi- tarse y ver si funciona o no dentro de cada contexto. 6.- Cruzar los dedos y con- formarse con avanzar el peon a eS, cediendo la casilla d5. Con ello, se eliminan la mayoria de los problemas inmediatos. En ocasiones, las negras quedan pasivas para siempre, en otras no y pueden lograr més adelante un adecuado contrajuego. 11...e5 12.43 Con el centro cerrado proce- de proteger el peén de e4. 12...£e7 13.225! Dejando al descubierto las intenciones, cambiar el alfil por el caballo en f6 para obtener el dominio absoluto de la casilla d5. 14 - DEFENSA SICIUANA 6. 2c4 13...8b6+ 14.eh1 0-0 15.2xf6 2xf6 16.245! 1a 2 fe La jugada clave que cambia los alfiles para facilitar el acceso permanente para el caballo en d5. Las negras esperaban 16.0d5 fxd5 17.8xd5 Eac8 obteniendo nas de la Pelikan, en la que estan sdlo ligeramente peor. acB 17.2xc6 Bxc6 18.Bad1 Bfc8 19.245 Hemos alcanzado la posi- cién del ejemplo #1, un suefio que pocas veces logramos realizar. 19...Wd8 20.c3 &e7 21.8al! £67! Mala jugada, es comin desalentarse en un tipo asi de posicion. 22.a4 Las blancas quieren cambiar peones y penetrar con sus torres para torturar larga— mente a su rival. 22...Bb8?? quien acorta su martirio con| este grave error. 23.4)xe7+ 1-0 Las negras abandonan ante 24.¥d5+ ganando la torre. En este tipo de posicién, la superioridad del caballo contra el alfil es mayiiscula, sobre todo por el hecho de que el alfil corre por casillas negras y jamas podré cues tionar al caballo en d5. E: una posicién a largo plaza sin esperanzas de salvacién. Como alternativa a esa posicién podemos conside~ rar otra similar en la que el alfil de las negras jugara por casillas blancas. La defensa estaria un tanto mas alivia~ da, pero ain asi, al momen—| to en que el alfil se cambie por el caballo en d5 una torre blanca ocupard esa| casilla y la presién ser igualmente asfixiante. | Posicién clave n°2 | La posicién actual nos muestra ese ejemplo hipoté— tico en el cual las negras lograron cambiar su alfil de casillas blancas por el caba— Ilo blanco en d5. No existe aqui la superioridad del fuerte caballo sobre el alfil malo, pero como el alfil de las negras no puede cuestio— nar el dominio de la casilla 5, las negras se ven conde- nadas a una extrema pasivi- dad y a largo plazo tienen las de perder. Contrariamente, si el alfil de las negras jugara por casillas blancas, enton— ces no tendrian absoluta— mente nada que temer. imult. Hartford 1964 | Pierce, Irving _ Le4 c5 2.03 Dc6 3.04 exd4 4.Dxd4 Df6 5.03 d6 6.204 e6 7.2b3 Le7 8.Le3 Dxd4 9.xd4 2d7 10.f4 £c6 Si bien comenzamos con el orden de la Clasica, la posi- cin es similar a la anterior, aunque notemos que ahora fueron las negras quienes cambiaron los caballos y el alfil blanco esta en d4. Si las blancas juegan 11.5 la ré- plica seria 11..e5 con ga- nancia de tiempo. Por ello Fischer protege primero su on. 11.Ye2 aS 12.0-0-0 Y de paso jse enroca largo! Un enroque corto de las ne- gras ahora seria verdadera— mente temerario porque las blancas podrian comenzar su ataque con 13.4 y los peo— nes marchan rapido contra el rey negro. 12...0-0-0 Lo mas sensato. 13.Bhfl Apoyando el avance del peon a 5. 13...2b8 14.65 que finalmente tiene lugar. 14...e5 15.812 Bhf8 y las negras debieron ceder la casilla d5. La ventaja blanca es clara. 16.2h4 8d7 17.24 Es importante observar que, tras 17.8xf6 &xf6 18.8d5 las cosas no funcionan igual que en la partida anterior, por el detalle de que el peén negro esta todavia en b7, listo para recapturar en c6 salvaguardando la casilla d5. Fischer se percata de ello y cambia el rumbo, busca apartar al caballo negro con el avance del pedn a g5. 17...He8 18.212! Importante concepto estra— tégico, ya que el cambio de los alfiles de casillas negras aliviaria la posicién negra. Pronto quedard claro por qué este alfil es bueno y el de las negras malo. 18...¢7 20.205! No habia forma posible de 19.2b1 £6 conquistar esta casilla para una pieza menor blanca, ya fuera el caballo o el alfil. Por ello, las blancas buscan sim— plificar y colocar alli su torre. 20...8xd5 21.8xd5 Dxd5 22.8xd5 We7 23.8fdl Hemos alcanzado la posi- cién clave #2. 23...Be8 24,2143 ed 25.b3 Bc6 26.04 b6! Parece una jugada pobre y resignada, pero las negras tienen su plan. 27.a4 Bb7 28.b2 a6 29.83? En aquella época, el joven— cito Fischer todavia no habia madurado su técnica lo sufi— ciente. Afios después, esta posicién hubiera sido para él un apetitoso bocado. 29...b5 30.axb5 axb5 31.c5 dxcS 32.xc5— Axc5 33.8cexe5 Wxc5 34.8xc5 BxcS 4% DEFENSA SICILIANA 6. Sic4- 15 Posicién clave n°3 x & x Aw fH owe 72 Aunque las negras han obte- nido Ja pareja de alfiles, el par de caballos blancos someterd a las negras a un eterno suftimiento, & Rodriguez, Amador 1.e4 c5 2.0f3 d6 3.d4 cxd4 4.Axd4 D6 5.Ac3 Dcé 6.2c4 6 7.2b3 a6 8.f4 He7 9.03 Das Un orden flexible, que por aquel entonces me habia dado buenos resultados con negras, anticipando tanto el enroque corto y £5 como la salida de dama para enrocar largo. 10.f5!? Una jugada que no estaba todavia muy explorada y Morovic demostré estar excelentemente preparado. 10...e5? Era mejor 10...Ac4 11.2xc4 16 - DEFENSA SICIUANA 6. Sted Wxc4 aunque después de 12.843 con idea de enroque largo y g2-g4 las negras seguirian teniendo proble— mas para igualar, 11.2de2 2d7?! 12.4g5! @Dxb3 13.cxb3! Simplicidad y excelencia en el concepto. Aunque parezca mentira, la posicién negra esta ya en ruinas. 13...2e7 14.8xf6 &xf6 15.045, ‘Llegamos a fa posicion clave num. 3. 15...8d8 16.0-0 No hay futuro para las piezas negras. Mientras, las blancas juegan a placer. 16...2g5 17.Qec3 h5 18.24 h4 19.h3 BB 20.He2 0-0 21.b4 £6 22.b5! a5 23.b6 El resto es pura desespera— cin. Las negras estan com— pletamente perdidas. 23...He5 24.2c7 2e6 25.8fd1 Hf7 26.8d3 Hed 27.Bad1 8d7 28.b3 Be5S 29.2e6 Wxb6 30.Axc5 WxeS+ 31.2h1 BF4 32.005 Qg3 33.8f1 2f8 34.83 Wad 35.We2 Hd8 36.8¢4 Ge8 37.Bd1 Be6 38.23 1-0 Posici6n clave n°4 x Ee Conociendo ya las intencio— nes de su rival, y en posicio— nes como ésta, las negras tratan de impedir que las blancas jueguen &h4 y &xf6 para apoderarse de la casilla 4, Para ello, recurren a pla nes ingeniosos como WaS para 248 y £266 0 en ocasio~ nes h7-h6, pero en cualquier caso les es dificil evitar los objetivos de las blancas que casi siempre terminan sa~ ligndose con la suya Santiago 1959 4 Pilnik, Herman Le4 c5 2.0f3 Dc6 3.d4 exd4 4.Axd4 Af6 5.2c3 dé 6.24 e6 7.2b3 Se7 8.0-0 0-0 9.2¢3 B47 10.14 Dxd4 11.2xd4 8c6 12.We2 WaS?! Hoy se reconoce 12...b5 como la linea principal, bus~ cando actividad a toda costa. La jugada de Pilnik es mas lenta y sera castigada ejem— plarmente por Fischer. 13.65 e5 14.212 Estamos en la posicién #4 Como puede verse, las blan— cas han cumplido su princi- pal objetivo, forzar el avance del pedn e negro. El siguien- te paso sera buscar el domi- nio de la casilla d5. 14...2d8 Esta es la forma que las negras habian ideado para jugar contra el plan tipico de &h4 15.ad1 Sb6 16.¢4!? ABAD A Una decision interesante, Fischer no pone a prueba la validez del sacrificio de peon y se lanza al ataque sobre el rey negro. 16...h6 17.h4 Como sucede frecuente~ mente, las blancas dejan a un lado su idea original de jugar en torno a d5 para perseguir un objetivo mas ambicioso, la cabeza del rey rival. Si las negras tuvieran su & en e7, su W en d8 y su 4 en h7, las blancas dificilmente logra— tian avanzar su peon a g5, pero la amenaza posicional de perder el control sobre d5 llevé a las negras a desplazar asu dama y alfil negro a tie~ tras lejanas, dejando al monarea indefenso. 17..8h7 18.243 &h8 19.g5! &d4 20.h2 &bS? 21.2xb5 WxbS 22.3 22.gxh6 gxh6 23.Wd2 era también muy fuerte. 22..0xf2 23.8xf2 Wb6 24.8 g2 d5 Desesperacién. 25.xd5 Had8 26.85 g6 27.8xh6 Bxd5 28.exd5 e4 29.Hdg3 Wd6 30.hS Eg8 31hxg6 fxg6 32.16 Bxd5 33.Wxh7+! 1-0 Posicién clave n°5 En ocasiones, las negras intentan evitar el plan estan— dar de las blancas desde muy temprano, para no tener que verse obligadas a avanzar el pedn ae. Para ello, buscan a toda costa el cambio del poderoso alfil de casillas blancas y lo consiguen, pero las blancas aprovechan entonces para lanzar un ata— que relmpago sobre el rey negro. ‘Match. New York 1957 1.e4 c5 2.0f3 d6 3.d4 cxd4 4.0xd4 O16 5.0c3 a6 6.2c4 €6 7.0-0 Be7 8.263 0-0 9.2b3 Ac6 10.f4 Das 11.8f3 We7 12.g4 Axb3 13.axb3 Hemos alcanzado la posi- cién clave mimero 5. Las negras se apresuraron a bus— car el cambio del poderoso alfil blanco, aunque no han podido evitar la avalancha de peones, que normalmente no puede hacerse debido al cambio de caballos en d4, seguido del avance del pen a e5, capturando el peén de g4. Si ahora 13..e5 14.05 seria muy fuerte. 13...Bb8 14.25 Qd7 15.£5 Las blancas han completado su desarrollo y sus peones se acercan al rey negro, cuyas piezas estén todas en las dos primeras filas. 15.205 16.83 hs 17.D£3 Qxf3+2! 18.8x3 bS 19.8h4! Las amenazas toman ya un caracter intimidante. 19...exf5 20.ext5 iLa timidez del nifio Bobby Fischer a sus 14 afios! Mas DEFENSA SICILANA 6. ficd- 17 fuerte era 20.245 seguido de 21.844 con gran ataque. 20...8e6 21.Bafl &b7 22.84 b4 23,.axg7+ coxg7 2486+ Hh8 25.26 Parece que la partida termi- na, pero hoy tenemos poten tes ordenadores que indican igualdad aproximada. 25...WeS+? {Quién veria, sobre el table— ro, la siguiente defensa? 25...f%g6 26.fxg6 HET! 27.gxf7 Bf8! Esta fuera de este libro debatir esta posi— cién, pero al parecer, las negras se sostienen. 26.H1f2 fxg6 27.fxg6 BgS+ 28.8xg5 OxgS 29.Exf8+ Bxf8 30.Exf8+ —g7 31.gxh7! 1-0 Posicién clave n°6 x” W@ Xe 4a 22282 RSA Una posicién estandar, a la cual podemos Ilegar desde la Scheveningen o desde la Clasica, como ocurrié en la siguiente partida. No la alcanzamos desde la Naj- 18 - DEFENSA SICIUANA 6. 2c4 dorf, porque el pedn negro no esta en a6, Justo ahora, las negras jugaron 10...a6 para alcanzar un punto de transposicion entre las tres variantes, pero no fue la decision adecuada. ‘Candidatos. Denver 197) 4 Larsen, Bent 1.e4 c5 2.213 d6 3.04 cxd4 4.Axd4 Df6 5.Bc3 Acé 6.204 6 7.2b3 Re7 8.23 0-0 9.f4 2d7 10.0-0 Hemos alcanzado la posi— cion clave 6. Ahora las ne~ gras realizan un avance na~ tural en posiciones similares. 10...a67! Pero ahora esta jugada no tiene tanto sentido. Si se queria jugar a6 y bS, era mejor omitir £47. 10...axd4 11.8xd4 &c6 era mas con— sistente con el orden ante— rior. 10...!c8 jugada por Larsen en la siguiente parti— da del match, tiene también més l6gica si lo que se quie— re es evitar el avance f5. 11.£5 Be8? Seria pasiva, pero jugable, de estar el peén en a7. Ahora las negras van a pagar un precio imposible por haber dejado el agujero en b6. 12.fxe6 &xe6 13.Dxe6 fxe6 14.2a4! Zb8 15.066 Wes 16.2xe6+ Cae el peén central y las negras no pudieron sostener la partida. 16..2h8 17.8f5 @eS 18.Wd4 WhS 19.Ad5 Axd5S 20.8xd5 We2 21.27 Bbe8 22.812 WbS 23.c3 Sh4 24,93 Wxd5 25.exd5 S16 26.Bafl Act 27.26 Ba8 28.204 Qxd4 29.cxd4 Bxf2 30.8x12 bS 31.€f1 g6 32.b3) Dad 33.be2 Ba7 34.218+ hp] 35.8d8 b4 36.8xd6 @bs 37.8b6 Axd4+ 38.03 Axe6 39.Bxe6 a5 40.b4 17 41.Be2 1-0 Posicién clave n°7 xX Ae 4c 222428 22a iCuidado con el enroque largo! Pues las blancas no siempre enrocan corto y disponen también de esa agresiva posibilidad y si las negras reaccionan de forma pasiva recibirén un ripido castigo. ‘Skopje 1967 Sofrevski, Jovan Led c5 2.263 d6 3.d4 exd4 4.0xd4 Df6 5.0c3 Acé 6.204 e6 7.2b3 Be7 8.23 0-0 9.We2 aS 10.0-0-0 @xd4 11.8xd4 2d7 12.2b1 Bad8 Posicion clave #7. Las blan— cas ni siquiera han avanzado al peon a f4, por lo cual parece que esta vez las negras si van a poder man— tener su casilla d5 muy salu- dable, al no verse obligadas aadelantar su peén a eS. 13.83 Todo el mundo calculando jugadas como 13.f4, 13.24 6 13.8gl y Fischer se aparece con ésta. 13...b6 Era comin que los rivales de Fischer se mantuvieran pa— sivos y temerosos. Mas na— tural era 13...b5 en el espiri— tu de la Siciliana. 14.8xf6! gxf6? Esta vez la réplica temerosa leva directa a la derrota. Habia que sacrificar el é6n capturando de alfil y asi mantener al rey en un entor— no seguro. 15.2d5!! Tan sorpresiva como demo- ledora. 15...2fe8 15...exd5 16.8xd5 a6 17.BhS Sg4 18.g3 We2 y las negras pierden de varias maneras, entre ellas 19.h3 6 19.8041? 16.2xe7+ Bxe7 17.8xd6 Bc8 18.Wd4 Le8 19.4xf6 1-0 Posicion clave n°8 Aparece en el orden especi— fico de la Najdorf, después de 1.e4 cS 2.213 d6 3.44 cxdd 4.2xd4 Df6 5.23 26 6.24 e6 7.2b3 bs 8.0-0 Be7 9.813 Las blancas renuncian a su plan esténdar f4-f5 y buscan un ataque directo por medio de sus piezas, Las negras deben prestar suma atencién para no ser destruidas como en la siguiente partida. Linares 1993 ‘A Gelfand, Boris 1L.e4 c5 2.013 d6 3.44 cxd4 4.2xd4 B16 5.23 a6 6.204 6 7.2b3 bS 8.0-0 eT 9.813 He7 10.8%g3 0-0 11.8h6 De8 12.Badl £47 13.13! b4? 13...82h8; 13...06! 14.202 a5 14...2h8!? 15.f4! 2h8 15...0422 16.2xg7 2xg7 17.DhS £6 18.)xf6+ bh8 19.Wh4 h5 20.8 g5+-. 16.g5 satin 16...f6 16...2xg5 17.xg5 a4 18.84h4 Af 19.8xe6 (19.OhS @xhS 20.WxhS h6 2LAxf7+4) —19...8xe6 20.Afxe6 fxe6 21.0xe6 HeT 22.0x18 WxfBt; 16...1627 17.xe6 fxg 18.Dg6+ hxg6 19.8734. 17.84 &b5? 17...Dc6e. 18.Ad4! Be8 19.Ddxe6 fxe6 20.2xe6 Ba7 2LeS! deS 22.xf8 SxfB 23.2xf6 gxf6 24.848 Dd7 24,..WeT 25.¥ig4! (25.We4 shg7 26.8g8+ ch6 27.843 Bg6) 25.86 (25...887 26.84 WB 27.He6b+-) 26.4 Wg7 27.Yc8l+—. 25.Wg4 1-0 Las negras abandonan por- que si evitan el mate con 25...8g7 las blancas reacti— van su amenaza jugando 26.We6. Una partida muy enérgica de un Kasparov en su mejor forma. DEFENSA SICILIANA 6. ficd- 19 Posicién clave n°9 jCuantas veces hemos visto en la Siciliana, como un sacrificio de caballo en dS termina por demoler la posi— cién de las negras! Usual- mente, lo tenemos asociado a partidas en las cuales las blancas han enrocado largo y después del sacrificio, ‘operan con sus dos torres en las columnas centrales. Pues bien, en varias partidas tematicas con 6.2c4 las blancas han podido también evar adelante ese sacrificio en d5 aunque su rey esta enrocado corto. Veremos un bonito ejemplo ahora, reser vando para mas adelante otro mucho mas conocido: el de la partida Fischer — Rubinetti, disputada en el Interzonal de Palma de Mallorca, 1970. Biel 1992 4 Mantovani, Renzo Led 05 2.213 d6 3.4 exd4 4.4xd4 Af6 5.4c3 a6 6.204 e6 7.2b3 bS 8.0-0 £b7 9.8el Dbd7 10.885 Bb Veintidés afios antes, Rubi- netti habia jugo 10...h6 para después Ilevar su caballo a 20 DEFENSA SICIUANA 6. S04 5 y toparse entonces con el sacrificio en d5, jde alfil! 11.a4 b4 12.445! Con el caballo es, induda- blemente, la version mas conocida del sacrificio en la casilla d5 (Pos. clave n° 9). 12..exd5 13.exd5+ a8 14.2c6+ be7 una compensacién adecua— da. 18.c4! Pero las blancas siguen jugando con mucha ambi— cion. 18...bxe3_ 19.8el xa 20.8xc3+ AcS 21.8xd5) @xd5 22.413! Las negras no suelen recibir un mate inmediato después de este tipo de entrega. Normalmente, el rey escapa de los jaques y va a parar al flanco dama. El problema esta en que, como ya jugaron b7-0S, el llamado "enroque artificial" no va a funcionar. El rey queda muy débil y ello, unido a la carencia de desarrollo, va a causar fre— cuentes dolores de cabeza. 15.a5 WS 16.44! Rara vez un retroceso desde una casilla tan potente como c6 resulta tan efectivo, pero las blancas se percatan de los problemas que se ciernen sobre la dama negra. 16...8e5 17.2e3 Las amenazas contra la da~ ma negra ya son evidentes. 17..8xd5 Prepardndose para ofrecer a Ja dama a cambio de dos piezas menores, que junto al caballo previamente sacrifi- cado, sumarian tres y seria Una excelente jugada de ataque, que pone a las negras contra las cuerdas. 22..Dxc3 23.Hc6+ Lbs 24.bxe3 Abriendo el camino para que la torre pueda rematar la faena, 24...$a7 25.8b1 Zb8 Ahora llega el momento de la brillante definicién. x of © aba wi a” Ee ie 26.8xc5+!! Hb6 Triste, pero capturar la dama de cualquier manera condu- ce al mate en 3 jugadas: 26...8xc5 27.Ac6+ was 28.Hxb8#. O 26...dxe5 27.206+ ta8 28.8xb8#. 27.2c6+ ka8 28.8xb6 1-0 Capitulo IV Jugar con piezas negras En el capitulo anterior enfo— camos los objetivos que per— siguen los conductores de las piezas blancas en este siste— ma con &c4. Cuando juga— mos con negras, es funda— mental conocer esas ideas, que nos alertan acerca del origen del peligro. Con un método similar, vamos a examinar detalla— damente un conjunto de posiciones concretas en las cuales las negras reacciona— ron de forma ejemplar, neu- walizando las ideas de su rival. En el capitulo anterior eran las blancas quienes impo- nian su criterio. Ahora, ve— remos a las negras contraa— tacar de la forma mas efi- ciente posible. Posicién clave n°" Las negras todavia no han definido el destino de su caballo y mientras tanto las blancas han desarrollado su plan habitual, acaban de jugar 10.f5 para forzar el avance del pedn negro ae5 y asi apoderarse de la casilia d5. Las negras ya conocian esas intenciones y antes de jugar 10...e5 respondieron con 10...b4, una importante jugada intermedia para ale— jar al caballo del centro e impedir que pueda después saltar a d5, Candidatos Yugoslavia 1959 ari Oe Led c5 2.0f3 e6 3.d4 cxdd 4.4xd4 Df6 5.0c3 d6 6.204 Le7 7.0-0 a6 8.2b3 bS 9.f4 0-0 10.f5 Fischer juega acorde a los principios basicos de este sistema. En fechas posterio— res a esta partida, las blancas elaboraron otra forma de ataque que alcanzO gran popularidad, comenzando con 10.e5 dxe5 11.fxe5 )fd7 y ahora tanto 12.WhS como 12.e3, buscando un ataque directo en el flanco rey a sabiendas de que, su débil pedn en eS vaa ser un factor muy en contra si la partida Iega al final. 10.23 es otra posibilidad que se ha explorado bastante pero si las blancas deben gastar este tiempo su iniciativa en el flanco rey se ralentiza. 10...b4! Alcanzamos nuestro primer diagrama ilustrativo. Si las negras mansamente hubie— ran jugado 10...e5 11.de2 b4 entonces las blancas alcanzarian su suefio y pondrian el caballo en d5. 11.2ce2?! Muy dudosa. Mejor es reti- rar el caballo a la casilla a4, que por aquellas fechas no habia sido apenas explorada. 1 Ahora puede verse con cla— ridad el objetivo del avance del peén a b4 previo a e5. Las negras han tenido que ceder la casilla d5, pero justo ahora el caballo blanco no tiene acceso a esa casilla y lo que es peor, les llevard a las blancas bastante tiempo si pretender ubicar un caba- No alli, sin garantias, porque muchas veces no sera posi- ble, como en esta misma partida. 12.4f3 &b7 Doble ataque al peon de e4 que va a caer. 13.Qg3 Dxed 14.Dxe4 Sxed Hay que tener sumo cuidado al capturar este peén, porque en ocasiones las blancas pueden replicar violenta— mente. Si ahora el caballo estuviera en e2, la captura hubiera sido atrevida porque DEFENSA SICIIANA 6. fic4- 21 después de 2g3 y Dh5 las blancas buscarian ataque con We4, 2h6, £6, etc. 15.Hel &xf3 16.8xf3 Dc6é 17.e4 Las blancas tienen su pequefia iniciativa a cambio del pedn, tan pequefia que resulta insuficiente y las negras maniobran con efec— tividad. 17..0d4 18.8h3 &f6 19.245 Be8 20.c3 bxe3 21.bxc3 Abs 22.8d2 Bes 23.8h1 Wd7 24.8b3?! No es bueno retirar volunta— riamente este alfil porque ahora sigue... 24...d5! Las negras incrementan su ventaja y las blancas quedan practicamente perdidas. 25.63 Ad6 25...Bfc8! era todavia mejor. 26.8f1 Ded 27.HhS h6 28.2xh6 gxh6 29.22 Mas posibilidades ofrecia 29.Wxh6 Bd8 30.202 227 22 - DEFENSA SICILANA 6, 2c4 31.Wh7+ eef8 32.axe4 dxed 33.16 Oxf6 34.8h6 We6 pero las negras se defienden. 29...8g5 30.f6 Bb8 31.2xe4 dxe4 32.293 WIS 33.g1 We6 34.We2 He6 35.h4 Hxf6 36.8xf6 Wxf6 37.WhS Bhd 38.hh2 hg7 39.hxg5 hxgs 40.Wxg5+ BxgS 41. ExgS+ sbf6 42.2h5 Eb1 43.cbg3 Bfl 44.8h4 @f5 4585+ she6 46.2h6+ £6 47.Zh4 €3 48.8e4 15 0-1 Posici6n clave n°2 x @ ze g Alay ‘ BAL Aw i Ho A diferencia de la posicion anterior, aqui las negras sacaron su caballo por c6, lo cambiaron en d4_y comen— zaron un juego muy activo en el flanco dama, anti- cipandose al avance f4~f5 de las blancas. Reykjavik (m4) 1972 & Spassky, Boris La cuarta partida del match entre Fischer y Spassky se desarrollé en medio de grandes expectativas y no defraud6. Led 5 2.213 d6 3.04 cxdd 4.0xd4 Df6 5.2c3 Acé 6.204 ©6 7.23 Be7 8.263 0-0 9.0-0 a6 10.f4 Axd4 11.8xd4 bs. Las negras buscan una rapi- da actividad en el flanc dama y al igual que en | partida anterior, se preparar para responder a f4-£5 coi bS—b4. 12.3 Fischer evita la linea mé aguda, que ajios despué generé un intenso debate hoy esta casi olvidada: 12.e5 Wes 17.Ye2 (17.8f2 es ld gran alternativa) 17...bh8 (una entre las varias posibi lidades que se han analizad aqui) 18.8ad1 Wg6 19. bxe4 20.8x04 £5 21.83 f 22.843 3 23.42 Wh 24.Mg3 eS 25.gxf3 Sxfi 26.8del Bae8 27.He3 Sct 28.8fel?! WE? 29.2xe5? ®xe5 30.Bxe5 = Wa7+! 31.853 83 32.Wh4 h6 0-1 Illescas—Judit Polgar, Do: Hermanas 1997. 12...8b7 13.843 Ahora las blancas tiene: todo listo para proceder al avance del peon "f" 13...a5! Las negras son consciente: de ello y no van a permitirl de ninguna manera, ni al precio de un peén. Alcanzamos la _posicié clave niimero 2. 14.05 Si 14.f5 b4! l4..dxe5 15.fxe5 Dd7 16.Dxb5 16.8xb5? Ba6. 16,.0¢5 17.2xe5 &xcS+ 18.2h1 Yg5 A cambio del peén, las ne— gras han logrado un exce- iente contrajuego. 19.82? Un serio error, Era mejor conformarse con la modesta 19.¥g3 aun cuando el final seria comodo para las pegras. 19...8ad8! 20.8ad1 Bxd1 21.Exd1 hS! 22.0d6 £a8 23.Ocd h4 243 £03! 25.Hed BxeS Spassky decide continuar el ataque, si bien el final era también muy agradable des— pués de 25...Wxg4 26.hxg4 3 27.0f1 &f4! 28.2e1 f6!F. 26Hixhd gS! 27.¥g4 fc5 28.b5 whg7 29.04 Eh8 Las negras podian introducir una elegante "finesse" inter— calando la jugada 29...2d8! 30.c3 (30.Af5+ cbf6!!-+) 30...8h8! que alcanza la misma posicién de la partida con la tmica diferencia de que el peon blanco ha avan- zado a ocupar la casilla c3. De momento, no se ve el quid de la cuestion, pero pronto podremos explicarlo. 30.013 Oxf3 31.8x2 246 31...Bh4! 32.We3!F Fischer encuentra la jugada salvadora, que conduce a un final de tablas, gracias a la presencia de alfiles de dis— tinto color. Si el pedn blanco hubiera estado en c3, este cambio de damas no hubiera sido posi- ble y el ataque de las negras hubiera continuado de forma arrolladora. Es la razén por la que las negras pudieron y debieron jugar primero 29...28 y tan sdlo después de 30.c3 jugar entonces la torre a h8. 32...8xe3 33.bxc3. Be5 34.2d7 &f6 35.21 2xc3 36.Re2 Be5 37.hf1 Be8 38.h5 Bc7 39.2xc7 Sxc7 40.a4 &e7 41.sbe2 £5 42.2d3 Be5 43.c4 hd6 44.217 Bg3 45.c5+ 4% Posicién clave n°3 1 Ue 1.e4 c5 2.0f3 d6 3.d4 cxd4 4.xd4 Df6 5.0c3 Acé 6.204 e6 7.2b3 a6 8,0-0 Si ahora las negras con toda naturalidad juegan 8...2¢7 iriamos por el rumbo de las partidas anteriores, pero esta vez la idea es otra. 8...8e7!? Las negras posponen el desarrollo del flanco rey y priorizan las acciones en el flanco dama, para asi antici— parse al plan usual de las blancas. 9.203 Da5 10.f4 bS 11.65 Llega el momento en que las blancas realizan la ruptura en f5, pero las negras estén muy bien preparadas. Ob- serve que en anteriores oca— siones, el contrajuego estaba basado en el avance b5-b4 DEFENSA SICILANA 6. fic4- 23 antes del avance del peon a e5. Aqui la idea es otra. 11...e5 La aparente concesién ... 12.2de2 &b7 Llegamos a la posicién clave numero 3. 13.05 Ahora veremos lo que las negras tenian en mente. 13...Dxd5 14,.8xd5 Dc! Las blancas estan ya en d5 pero las negras Ilegan pri— mero en sus acciones en el flanco dama. 15.8x04 Las blancas ceden rdpida— mente. Afios mas tarde, me enfrenté a 15.Wcl en una partida disputada en la Liga Gallega, que continué con 15,..8xd5 16.exd5 Hc8 17.8d1 (17.63? @xe3 18.Hxe3 WeS 19,Wxc5 8xc5F Scholl-Polugaevsky, Amsterdam 1970) 17...e7 18.b3 4)xe3 19.¥xe3 Wxc2 20.Hacl WxfS 21.Ya7 25 22,86 0-0 23,Yxa6 Ha8 24.¥xbS Hxa2 25.803 Hed 26.Hg3 Bxe2 27.Bxg5 We3+ 0-1 Casares~Amador Ro- driguez, Orense 1997. 15.8¢1 WeS+ 16.hh1 &xd5 I7.exd5 Qb6 18.Ac3 Be7 19.Aed Wxd5 20.813 88 21.863 Qd7 22.Bad1 Heb y las negras tienen clara ven— 24 DEFENSA SICIUANA 6, fc4 taja, De Firmian-Salov, New York 1996, 15...¥ixe4 16.223 h5!? & Ey wens Aprendiendo de una famosa partida de Fischer que vere— mos un poco mas adelante en este mismo capitulo. 16...2xe4, tranquilamente, podia jugarse también. 17.b3 Bc3 18.8d3 Be8 19.Bfcl h4 20.De2 Web 21.4 b4? Posponer demasiado una captura puede traer serias consecuencias y las negras se exponen a ello después de este descuidado avance. Después de la sencilla 21...Wxed 22.Mxed Qxe4 23.3 Qd3 24.cxbS axbS las negras tienen un saluda— ble peén a su favor y la pareja de alfiles. 22.a3 Wed 23.Hixed Oxed 24.axb4 &xf5 25.2c3 Se7 26.8xa6 Parece increible, pero se han cambiado los papeles y ahora son las blancas quie nes comandan las acciones, aunque por suerte para mi, ello durara poco. 26...8¢6 27.8a7 £5 28.8cal £4 29.92 h3 30.8b7?! " xg2 31.Baa7 fe) 32.bxg2 Bh3! 33.0d5 Sxb3 x ue a we & 2) & && a xz ome | Las negras vuelven a toma el control, en una partida que atin vera alternativas.. 34.Be7+ Qxe7 35.Hxe7+ 18 36.Bxe6 Bxe4 37.8106 He2 38.8e6 Bbb2 39.8xe5 Bxf2+ 40.6h3 Bxh2+ 40...2b3+ cra més simple. 41.bg4 Bhg2+?! 41...8hf2—-+, 42.exf4 Bbf2+ 43.04 He2+ 43...Bg4+ 44.che3 Bb2—. 44.4e3 Bg3 45.244 &f7 46.b5 Bg6 47.2c4 De forma innecesaria, el final se ha vuelto a compli- car para el negro. 47..8c2 48.205 Bgl 49.2d6+ bg6 50.cbe6 Eb1 51.17 8g? 52.0d6 Zgb2 53.8¢5 Eb4 54.ed7 Hdl 55.8¢7 &h7 56.2h5+ 6 57.805 hf6 58.8c6 eS 59.b6 g5 60.b7?? Un grave error que permite un brillante desenlace de la partida. Tanto después de 60.Af7+ como 40.Ac4+ el final se vislumbraba muy dificil de ganar. 60...2xd6!! 0-1 En las siguientes posiciones, fas negras desarrollan su caballo por d7. Posicién clave n°4 Metédicamente, las blancas buscan apoderarse de la casilla d5. Tan solo les falta evar el caballo a hS y rea— lizar un doble cambio de piezas menores en f6. Esta vez, Fischer es quien condu- ce las piezas negras y mues— va un plan muy elegante, que senté catedra de cara al futuro. Sousse Interzonal 1967, Led 5 2.013 d6 3.d4 cxd4 4Axd4 AMG 5.2c3 a6 6.£c4 e6 7.2b3 bS 8.f4 2b7 9.65 e5 10.Ade2 Abd7 11.Og5 Le7 12.Dg3 Be8 Posicién clave num. 4 13.0-0 hS!! Hoy dia es un plan habitual en la Siciliana, en aquel entonces fue una jugada revolucionaria. 14.h4 Triste, pero las negras ame— nazaban 14...h4 para dejar vulnerable al pedn de e4. 14...b4 15.2xf6 Qxf6 16.Ad5 &xh4 17.Oxh5 EE LE L AZ Se abre el flanco rey, pero esta vez las negras no estan todavia enrocadas, por lo que esta apertura repercute con efecto boomerang sobre las blancas. 17...8g5! 18.6 26 19.Dg7+ shd8 20.8f3 &g3 21.803 Bh2+ 22.ef1 AcS 23.2h3 Bh4 Elegante intermedia. 24.813 Oxb3 25.axb3 Exh3 26.8xh3 fxd 27.exd5 Wxf6+ 28.he1 Hf4 0-1 Posicién clave n°5 Las negras no pudieron impedir que las blancas lograran su objetivo y se hicieran con el control de la casilla d5. Pero el caballo blanco esté demasiado lejos de esa casilla y las negras logran obtener una posicién muy activa jugando al estilo de la Pelikan. v4 5 2.013 d6 3. 4.4xd4 4f6 5.0c3 a6 6.204 e6 7.8e3 Dbd7 8.64 bS 9.8b3 b7 10.5 eS 11.083 AcS 12.2g5 Axb3 13.2x16 Bxf6 14.axb3 Bd8 15.0-0 &e7 16.0d5 0-0 17.04 bxe4 18.bxe4 2xd5 19.8xd5 Wb6+ 20.22 Bac8 Posicién #5 21.g3 Para algiin dia evadir la cla- vada Ilevando el rey a g2. 21...Be5 22.8d3 Bfc8 Provocando b2-b3. 23.b3 Bb8 Para atacarlo de inmediato. 24.Ad2 Sg5 25.003 Be7 26.0d2 &g5 27.013 2e7 28.Eb1 BaS 29.bg2 Bad 30.8fb2 a5 31.We2 Yb4 Las negras han logrado un adecuado contrajuego. 32.82 WeS 33.Za2 Bxa2 34.Wixa2 We3 35.8c2 h6 36.h4 ad 37.b4 d5 38.cxd5 Bxb4 39.8xb4 Sxb4 40.8xa4 We2+ 41.0h3 Bxt3 42.8xb4 Bhit 4-4 DEFENSA SICIIANA 6, fic4- 25 ~ Posicién clave n°6 Simult. Hollywood 1964 4 sacks, Andrew Led 05 2,213 d6 3.44 exd4 4.2xd4 D6 5.3 a6 6.2c4 e6 7.0-0 &e7 8.23 Hc7 9.8b3 0-0 10.f4 bS 11.f5 eS 12.Ade2 &b7 13.2g3 Dbd7 ke aaa a Es como si las negras hubie- ran enrocado corto en lugar de hacer h5! como hizo el propio Fischer contra Byrne, aunque en aquella partida el alfil blanco ya estaba en g5. 14.Dh5 DxhS 15.8xhs D6 16.813 Bfd8 17.825 b4 18.2xf6 &xf6 19.Ad5 &xd5 20.2xd5 Las blancas ganan el acceso a d5 pero no con un caballo, sino con un alfil, Mas aun, las restantes piezas menores han desaparecido, por lo que tenemos sobre el tablero al famoso tema estratégico de 26 DEFENSA SICIUANA 6. 2c4 "los alfiles de distinto color". 20...Bac8 Posicion #6 21.812 Wa7 22.ehi Wadd 23.8b1 Bc7 24.Re2 Bde8 Muy bien jugado. Las negras han optimizado la ubicacion de sus piezas mayores de forma que las posibilidades del blanco para lograr algo son practicamente nulas. 25.83 a5 26.g3 Ha7 27.23 Bb8 28.24 Bc8 29.013 Bac7 30.8b3 Bc6 31.bg2 B87 32.h4 Bc8 33.c2h3 B87 34.82 h6 35.242? Un grave error, que debid costar la partida 35...8c3 36.bxc3_ Bxe3 37.Wxe3 Wxe3+ 38.8g3 Wd2 39.8bg] We2 40.245 a a& 40...218 40...2xh4!! remataba la lucha, 41.83g2 WI3+ 42.293 He2? Se repiten las posiciones YA Cuidado con los sacrifi: cios. En el sistema &c4, muchas variantes pretenden alcanzai una misma posicién, pero @ través de diferentes drdenes de movimientos. Hay que tener especial cuidado, por que conceptos como enrocat primero o enrocar después avanzar el peén a bS @ dejarlo en b7, sacar la dama a7 primero o dejarla en c& cambiar caballos en d4 o no cambiar, etc... pueden tener efectos positivos 0 negativos en la posicién, de acuerdo contexto. En medio de la ejecucion de esos conceptos, pueden apa: recer sacrificios que, si bic es imposible determinar si correccion al momento de jugarse la partida, son mu! peligrosos cuando no tene mos al ordenador al lade para defendernos. Presenta mos algunos ejemplos. Simult. Davis 1964 CSc ue 4 Blackstone, John We7 9.f4 bS 10.£5 b4?! Esta secuencia Yc7, b5— parece cuando menos sos pechosa. 11.fxe6! bxc3 12.exf7+ 218 13.8g5?! Seguramente, existian con- tinuaciones mas _peligrosa que ésta. 13...Ag4?! 14.849! 14.8xe7+ Wxe7 15.245!7 l4..cxb2 15.8b1 Acé 16.2d5? Axd4! 17.2xa8 ‘a7 18.2h1 DbS 19.442 2@...0a7? gura y la victoria esta cerca. 24.8b6 Dxe2 25.8xg6 hxg6 26.exc2 bS 27.eb1 Wes 0-1 Posicién clave n°3 x78 iv W fabs a BSA Sacrificios y juego agud por ambos bandos. Asi es ¢ Ataque Velimirovic. Odessa 2007 BRU ed & Grischuk, Alexander Led c5 2.0f3 d6 3.04 exd4 40xd4 D6 5.0c3 26 G2c4 €6 7.2b3 Dc6 8.83 £e7 9.He2 0-0 10.0-0-0 Bc7 11.Ehgl bS 12.¢4 b4 13.245 exd5 14.Dxc6 Wxe6 15.25 Dxed 16.8xd5 Wad 17.2xe4 Se6 18.844 Una interesante novedad, que amenaza &xh7+ seguida de WhS+ y Bh4, 18...Bac8 18...Wxa2? 19.8xh7+ dxh7 20.8hS+ gs 21.4 £5 22.g6+-. 19.a3 a5 20.243 20.bb1! g6 21.b3 Wes axb4 a4 23.Wd3e, 21.axb4 Wa2 21.4? 2Lkb1! Hb8 22.63 Ye6 23.a4t, 21... b3! 23.8d1 d5! 24.bxa5 WxaS 22.axb4 Wa2 25.4el Walt Bxb2 27.Wel 27.Mal &b4+ 28.sbe2 Wxal Bxal 2c3F. 27...84b8! 28.22 29.8f4 29.8a4 2d7 30.8f4 Bfes 31.23 &xe3 32.fxe3 HeSF. 26.2 &c5 29...8fe8 30.205? 30.813 846 31.Had 2d7 32.206 Wb4F. 30..ag4+! 31.801 &h3+ 32.8g2 HxeS 33.h5 Wes 34.8h4 Wh? 35.8xh3 Bxb3 36.hxg6 36.Wd1 pxhS 37.cbgl d4-+. 36...Wxd3+! 0-1 Posi n clave n°4 Como citamos en la intro~ duccién a este capitulo, el alfil en ocasiones regresa a 3 y queda fuera del rango de accion del caballo. No es ningiin logro extraordinario, pero como siempre, si las negras no reaccionan co- trectamente caen bajo el fuego de su rival. Las dos siguientes partidas sirven de ejemplo: Natanya blitz 2009 Led 05 2,213 d6 3.4 exd4 4.Dxd4 D6 5.0c3 Acé 6.204 06 7.263 Le7 8.He2 2d7 9.0-0-0 Ec8 10.8hg1 @aS 11.2d3 0-0 12.¢4 e871 Un plan demasiado pasivo, que ademas deja al rey encerrado en el flanco rey. 13.g5 Dd7 14.f4 05?! 15.05 exf4?! Habia que sacrificar primero la calidad con 15...2xe3 para poder resistir. 16.45 Las negras ya estan al borde del colapso. 16...fxe3 16...2xg5 17.Ade7+! 17.Adxe7+ Yh8 18.8g3 BeS 19.4hS h6 20.Dxg7 Wxe7 21.Hxh6+ = heg8 22.8h3 Db8 1-0 1.e4 c5 2.2c3 e6 3.013 Dc6 4.04 exd4 5.Axd4 d6 6.2c4 Df6 7.23 a6 8.He2 2d7 9.0-0-0 DaS 10.243 Bc8 11.Bhgl 8xc3 12.bxc3 Ye7 En general, las negras dis— frutan de una interesante compensacién en posiciones como ésta. 13.202 bS 14.g4 &c8 15.g5 DAT 16.b3 Ded 17.8xc4 bxe4 18.244 g6 19.2b1 eS 20.013 DcS 21.sral Le6 22.8b1 Re7 23.Ac1 Dat 24.8463 Pero Spassky no encontré las mejores jugadas y las blancas se han acomodado bien, obteniendo una cémo- da ventaja. DEFENSA SICILIANA 6. ficd- 31 24...207 25.203 &b5 26.h4 0-0 27.0h2 hS 28.gxh6 Sxh4 29.4 exf4? 30.Ha4! 1-0 Posicién clave n°5 z ie Wegaas 4a be Las blancas omiten Bhgl y juegan al estilo del famoso ‘Ataque Inglés’. Para ello, en lugar de f4-f5 han jugando £3, g4-g5, h4 y en los pro- ximos turnos planean jugar hS y g6. A simple vista, resaltan tres diferencias entre el Ataque Velimirovic y el Ataque Inglés. La dama esta aqui en e2, casilla que utiliza muy poco en el Ataque Inglés, donde sale por d2. Tampoco concuerda Ja ubicacion del alfil en b3, cuando en el Ataque Inglés, normalmente se queda en fl hasta decidir mas tarde si ira a d3 6 h3. A destacar tam— bién que la jugada f2-f3, un punto de partida en el ‘Ataque Inglés, casi nunca se emplea en el Velimirovic. Palma de Mallorca 1970 & Fisc! Uy es 4 Larsen, Bent Led €5 2.03 d6 3.d4 exdd 4.Dxd4 O16 5.2c3 Dc6 6.804 06 7.8b3 Be7 8.23 0-0 9.8e2 a6 10.0-0-0 He7 11.g4 4471? 92 DEFENSA SICIIANA 6. fic Mas flexible que 11...xd4 12.8xd4 bS. 12.h4 cS 13.25 bS 14.13 &d7 Alcanzamos la posicién #5. 15.t4g2 Las blancas se preparan para lanzar sus peones h y g con— tra la posicién del enroque negro. 15...b4 Tras lo cual, las negras no pierden tiempo y comienzan también su ataque. De he~ cho, se adelantan en la eje~ cucién de su plan de ataque. 16.8ce2 Dxb3+ 17.axb3 aSF 18.06 x ke | Wee eed “ Bhd 8 Fischer siente ya que su rival le esta robando la iniciativa y busca acelerar su ataque a toda costa. 18...fxg6 19.5 20.2xd4 g5 21.2xg5 21.h6! era digna de conside— racion. 21...xg5+ 22.8xg5 h6! Usualmente, las negras no mueven voluntariamente sus peones del enroque, pero aqui resultaré efectivo. 23.We4 23,We7? Bf7 24.xe6 Wed; 23,Wg3 5. 23...B87F 23...€5? 24.6! 24.8hg1 24.Dxe6 We8 25.8xd6 Be7 @xd4 26.8xd7 Wxd7 27.2c Wixed 28.fxe4 Bc8 con ven taja negra. 24...a41 25,bxa4 eS! 26.2e Arriesgando al limite, pe no por temeridad y valentia sino porque las alternativa no eran buenas: 26.Af§ Oxf 27.exfS xad, o 26.Ab5 Wes. 26.184 27.b31? rios originales de Bent La sen después de la partid terminan aqui, indicand@ posicién ganadora para la negras. Ahora en cambio, cl ordenador encuentra qu después de 30.Wxg7+ Exg7 31 Bxg7+ soh8 32.Bdxd7 las blancas obtienen el empate, por ejemplo: 32...Wxe6 33.8h7+ dhg8 34.8de7= bf8 35.2b7!. i 29..Ha2! si conduce de| forma inexorable a la victo~ ria de las negras. 27...8xe6 28.8xe6 Lxe6 29.8xd6 Be8 30.3b6 Ext 3L.Bxbd Be8 & wo a a a a mm me Las negras tienen una pieza de ventaja y aunque todavia se requiere un trabajo labo- rioso, terminaran ganando, 32.b2 Bf2 33.Bcl Sf7 34.05 Ha8-+ 35.8b5 SxhS 36.8xe5 fe2 37.c5 h§ 38.e5 8f3 39.2c3 hd W.2d3 Be2 41.8f1 248+ 42.c3 Bed 43.hb4 Bb8+ $4.03 3 45.e6 Axc2 4$6.b4 He3+ 47.8b2 £43 48.3al 2a6 49.8c6 Exb4+ 30.22 2b7 51.8c3 Be2+ S2.sed1 Hg? 0-1 Posicién clave n°6 Esta vez, las blancas han acelerado bastante su ataque ¥ al no estar el peon en £3, pueden movilizar rapida— mente su dama a la casilla af, de ser necesario. Ain asi, las negras encuentran un excelente contrajuego. ‘Open Sevilla 1986 Cd ee Led c5 2.013 d6 3.44 cxd4 4Oxd4 D6 5.2c3 Acé 6.kc4 6 7.e3 a6 8.8e2 87 9.0-0-0 &e7 10.8b3 DaS 11.4 bS 12.95 Dxb3+ 13.axb3 Ad7 14.h4 b4 15.24 DeS 16.hS 247 17.96 Estamos en la posicién #6. 17...xb3+! 18.21 18.xb3 &xa4 gana tiempo con la amenaza al caballo. 18...Axd4 19.2xd4 fxad 20.2x¢7 A cambio de su pieza, las blancas aspiran a destruir el flanco rey negro, donde el pedn avanzado en g6 puede ser muy peligroso. 20,..8c8! [Una importante intermedia! 20...02d7 21.8xh8 Exh8 22.g7 Bc8 tampoco pinta mal para las negras. 21.8cl 21.b3 &b5 después el rey iré a d7, variante similar a la anterior, con la ventaja adi- cional del control de la casi- Ila c3, que debilita el enro- que largo blanco. 21.025! jOtro golpe _elegante! 21.87 22.8xh8 Bxh8 era de nuevo una opci6n. 22.8xh8 Sxcl 23.b3? 23.xel fxg6 24.hxg6 hxg6 y las negras estan ligera~ mente mejor. 23...0b5 24.8d1 264 y las negras rechazaron el ataque, ganando posterior— mente. La segunda variante, en la que las blancas intentan aumentar la presin con el enroque largo, se produce en el orden especifico de la Najdorf tras Led ¢5 2.13 d6 3.44 cxd4 4.Dxd4 O16 5.Ac3 a6 6.204 €6 7.8b3 bS 8.813 seguida de 0-0-0 Posicion clave n°7 Esta variante me pillé por sorpresa en una partida de- cisiva de la ultima ronda del Campeonato de Francia por Equipos, correspondiente a la temporada 2006/7. ‘Marsella 2007 1.e4 c5 2.0f3 d6 3.d4 exd4 4.2xd4 O16 5.2c3 a6 6.2c4 e6 7.2b3 bS 8.813 Wh6 9.2e3 Wh7 10.0-0-0 Dbd7 11.Bhel Le7 12.43 12...b4 13.f5 —_bxe3 14.0xe7 cxb2+ 15.%b1 xed 16.Uxg7 HB 17.4d5 a5 18.2h6 a4 19.8xe4 axb3 20.Eixe6+ thd8 21.2g5+ 1-0 Doghri-Hincic,Z. Istanbul 2000. 12...Ac5 13.3 Bd7 14.8¢5 b4 15.Qd5 Dxb3+ 16.axb3 exdS 17.exd5 Wxd5 18.484 DAB 19.De6+ Wxe6 20.Bxe6 fxe6 21.8xf6 gxf6 22.Wh6+ chf7 23.8nS+ thg7 24.f4 5 25.843 Bhg8 26.f5 fh8 27.g4 Bg7 28.h4 Hags 29.8g3 e8 30.86 Exgt 31.Eixg4 Exgd 32.4 Bf 0-1 Bogner,S — Kulaots,K. Gausdal 2005. 13.4h6 Ac5 14.85 14.5. DEFENSA SICILIANA 6. ficd- 33 14...Dxd5 Habia mucho peligro des— pués de 14..exd5 15.exd5! (15.e5!2) 15...b4 16.86 Se6 17.xe7 bxe3 18.Yxc3 shxe7 (18...Yxe7 19.64 Dcd7 20.86 Bbs 21.dxe6 fxe6 22.8xd6+; 18...2ce4? 19.8xe4 Axed 20.Yxh8+ chxe7 21.Wg7 Qxd5 22.13 DS 23.Wd4t) 19.8g5 Qed? —- 20.dxe6 ~—fxe6 21.8xf6+ Oxf6 22.8xd6!! xd6 — 23.HeS+ he 24.Mxe6+ BeS (24...2¢7 25.WeS+ cB 26.6xf6 Bds 27.Be7+ Hd7? 28.Be8+ Lc7 29.WeS++-) 15.exd5 b4 16.dxe6!? 16.Ace2. 16...fxe6 16...bxe3 17.exf7+ (0 bien 17.ixc3 £6 18.g4) 17...2xf7 18.Wxc3 SFB (18...He8 19.206!) 19.2xf8 BxfB 20.b4. 17.Dce2 17.d5!? Wxd5 (17...De4? 18.Bxed Wxd5 19.¥e3) 18.2)xe6. 17.247?! Habia que jugar 17...e5! 18.43 Be4 19.We3 Af6 con mejor defensa que en la partida. 18.Dxe6 18.Df4! e5 19.Qb3 Be8 20.245; 18.2)b3+. 18...8xe6 34 DEFENSA SICIUANA 6. ded 18...2xe6? 19.Add+-. 19.04 2d5 19..8d7 20.83 Bxa? 21.3. 20.8xd6 ed 21.MeS 21.Qb5 Wxbs 22.Yxds Wxd5 23.8xd5 Of6 24.Sides Ha7 25.8¢7 Bf8 26.8xf8 cbxfBe; 21.057 exfS 22.Wxd5 Wxd5 23.2ixd5 Hg’ 24.0xf5 Bp67. 21...0-0-0! 22.0060) 216 22.846 23.Wxd5 2f4+ 24.Dxf4 Bxd5 25.8xd5+. 23.Qxd8 Hxd8 24.8040 Web! 25.8xd5 25.Yed+!? chb7 (25...8d7 26.8xd5 Sxb2+ 27.b1 Wxd5 28.8xe4 £23 29.Bel bb7 30.8cl#) 26.8xd5 Gxb2+ —27.bb1 Bxd5 28.8xe4 fa3 29.Held. 25...8xb2+ 26.1 Dc3+?! 26..8xd5! 27. Wed (27.¥4xe4? Bdlti+; 27,8xe4? Bd14+—+) 27.847 28.Wxd7+ thxd7 29.coxb2 (29.Bxe4 Be3=) 29...Bxf2 30.hb3£ a5; 26...Wxd5 27.Bxedl+ A Bed+. 27.xb2 Ys La partida fue acordada tablas pero las blancas po- dian haber seguido presio— nando después de 27...@xd5 28.813 Bd7 (28...2b8 29.8d1 Hc8??30.fixd5 Wxc2+ 31 shalt) 29.841. Es comin, dentro del siste ma con £c4, que pueda pro: ducirse un enroque larga eventual por parte de lag blancas. En esos casos, | apertura parece desarrol se de forma normal, pero en base a determinadas cii cunstancias puntuales, la blancas deciden, Ilegado a momento, enrocar largo. ‘Mar del Plata 1960 Cee re jelicki, Carlos L.e4 c5 2.013 dé 3.04 cxd4 4.Axd4 D6 5.2c3 af 6.8c4 e6 7.2b3 Dc6 8.f4 Dad Las negras buscan elimina el alfil blanco cuanto antes. 9.15 Dxb3 10.axb3 Se 11.83 0-0 12.8e3 247 13.24! Este avance pone de mani~ fiesto la debilidad del plan negro, que ahora paga un alto precio por sus pérdidas de tiempo en pos del Alfil de b3. Las blancas quedan con un fuerte control central, 10 cual les permite lanzar este rapido ataque sobre el re rival. 13...e5 14.2de2 d5 15.exd5 e4 16.422 Bb4 17.0-0-0 25 18.g5 De8 19.16 a4 20.402 8d6 21.b4 We7 22.b1 He8 23.Dec3 a3 24.b3 Be5 25.Dxe4 BFS 26.fxg7 cxg7 27.805 Dd6 BAxd6 Bxd6 29.812 b6 Md4+ bg6 31.8cl Le5 32.BhMl Sxd4 33.Wxdd Axc2+ 34.chal £5 35.gxf6 6 36.Rgi+ f7 37.g7+ 38.8e3+ 1-0 Meralco 1967 Led c5 2.03 d6 3.d4 cxd4 42Dxd4 Df6 5.4c3 a6 @8c4 e6 7.2b3 Be7 8.f4 Dbd7 9.83 Vna jugada flexible. De “aomento, se sobreprotege el zen de e4, ante un ataque eventual con 4c5, mante- aiendo la opcién de enrocar or uno u otro flanco, segin as circunstancias. 9_hS 10.203 We7 11.0-0-0 DecS 12.f5 eS 13.Ade2 Axb3+ 14,axb3 bS DAA en7 os 15.2g5 Bb7 16.2xf6 2xf6 I7.AdS Bxd5 18.8xd5 Be8 19.843 ce7 20.cbb1 h4 21.81 Bhd8 22.c3 Yb6 2B.b4 He6 24.2g1 25 25.013 {6 26.23 hxg3 27.Dxg5 fxgS 28.8xg3 bd7 29,Yxe5 be7 30.8xg7 8d7 31.¥xg5 1-0 En términos generales, si las negras reaccionan lenta— mente contra el enroque largo de su rival, pueden quedar aplastadas rapida— mente, como demuestran las siguientes partidas. imult. Davoa 1967 Led 05 2.063 d6 3.04 cxd4 4.Axd4 O16 5.3 Acé 6.804 06 7.83 e7 8.He2 a6 9.0-0-0 He7 10.8b3 847 11.g4 Axd4 12.axd4 eS 13.g5 exd4 14.gxf6 dxc3 15.fxe7 cxb2+ 16.eb1 soxe7 17.8hS 6 18.4h4+ f6 19.e5! dxeS 20.f4 e4 21.Wh6 Hae8 22.804 bd8 23.8hd1 &c8 24.8xd7 Wxd7 25.8xd7_— x7 26.Migi+ kd6 27.8xb7 €3 28.89b6+ 1-0 Olimp. Calvia 2004 1.e4 c5 2.0f3 d6 3.04 exd4d 4.4xd4 Of6 5.43 06 6.203 Ac6 7.4c4 2d7 8.8b3 Be7 9.We2 Axd4 10.8xd4 &c6 11.0-0-0 Was 12.14 Muy similar a una de las partidas del joven Fischer, examinada en el capitulo 3. 12...e57! 13.063 0-0 14.24 Bxed? 15.2hgl! ac8 15...806 16.g5 Qd7 17.65 con terrible ataque. 16.g5 Bxc3 17.gxf6 &xf6 18.bxe3 exf4 19.2d4 &xd4 20.8xd4 Wxc3 21.8xg7+! shxg7 22.8xe4 13 23.83 Wxe3+ 24,8xe3 £2 25.213 £5 26.2d2 B16 27.2 Bh6 28.8xf5 Bxh2 29.17+ 1-0 Pero si reaccionan de forma adecuada, las negras se enfrentan al enroque largo en igualdad de condiciones. ‘Amsterdam 1972 Led €5 2.2013 d6 3.2¢3 Of6 4,d4 cxd4 5.2xd4 a6 6.0.04 6 7.2b3 bS 8fe3 Le7 9.8e2 0-0 10.0-0-07! b4! 11.Ba4 Was Quién sabe si el pen podia capturarse con 11...Axe4!7. Pero las consecuencias de 12.2b6 Wxb6 13.2xe6 eran inciertas y dificiles de cal- cular. Polugaevsky, como DEFENSA SICIIANA 6, Sc4- 35 profundo conocedor de la Siciliana, prefiere seguir un curso mas natural. 12.063 Abd7 13.442 Buscando ganar tiempos a costa de la dama negra, pero como contrapartida, las blancas alejan sus piezas del Tey negro, 13...2b7 14.63 &6 15.2¢4 We7 —:16.Dab6 = Hab8. 17.Dxd7 &xd7 Si pasamos balance, vemos que las negras han salido estupendamente de la aper- tura. Ahora amenazan aS y a4, creando serios proble— mas. 18.8122! Bo! Nada bueno acecha a este caballo en b6 y las blancas— comprenden que deben bus- car alguna solucién drastica, 20.861 20.e5 dxeS 21.g4 Hfds (21...8d8? 22.g52) 22.g5 ®h5 23.hb1 a5. 20.248 21.83 &xb6 22.Bxd6 22.8h6 Des. 22...8¢7 22...M4c72? 23.8xb6+. 23.8xc6 &xg3 24.Bxe6 Si 24.85 &d6—+. 24...fxe6! 25.2xe6+ Gh8 26.hxg3 Bfe8 27.83 a5 28.g4 SbS! 19.Ab6 36 DEFENSA SICILIANA 6. cd Las blancas se han quedado con una torre de menos, a cambio de sélo tres peones. Las negras devuelven algo de material para liquidar a un final mas sencillo. 28...0xe4! 29.fxed Bxed 30.247 Bbe8 31.240) bxa3 32.bxa3_ Hel+ =33.Rxel Bxelt+ 34.b2 Bc6 35.93 Hed 36.95 Bg 37.8b8 Bxg5 38.hc3 ad 39.8e6 fed 40.2f4 Bg6 41.247 Ba6 42.2b5 Ba8 43.hb2 g5! 44.2e5+ Si 44.8xg5 EBb8 45.c4 Sc6 46.24 Bb6 47.8c3 Lxb5 48.cxbS BxbS—+. 44...2g8 45.04 Bf7 46.423 heb 47.chd4 2f3 48.c5 5! 49.204+ bd7 50.2b5+ 2c6 51.Be2 h4 52.ag4+ ke7 53.gxh4 gxh4 54.e3 Hd8 55.815 Bdl 56.hf4 Bgl 56...Hf1+!? 57.2225 BE. 57.2d6+ hf7 58.2g4 Bg3 59.cbg5 Bxa3 60.dxh4 He3 61.2f4 Hed 62.bg5 a3 63.213 Bxf4 0-1 Si 64.8xc6 B+. Halle 1974 4 Tal, Mikhail 1.e4 c5 2.0f3 d6 3.d4 cxd4 4.Axd4 D6 5.2c3 a6 6.804 €6 7.&b3 b5 8.¥e2 Hemos visto que 8.Wf3 encierra mucho peligro, perill We2 muy poco en realida Un buen ejemplo lo vemo! en esta partida. 8...8e7 9.23 0-0 10. &b7 11.0-0-0 Abd7 12.¢: Ac5 13.g5 AfA7 Diferente a la partida Fisch “Larsen, donde el negro ju 98 @fd7-c5, pero el ot caballo habia salido por c6. 14.hd Bc8 15.2b1_ 16.Ba4 Dxad 17.0xa4 Dc! 18.2b3 a5 19.2c4 ad Ya nadie se acuerda de que las blancas jugaron g4~g5 h4. Ahora son las negra quienes !levan la iniciativa. 20.8dgi d5! 21.exdS &xd5 2.243 Muy pobre tener que retro— ceder con este alfil y situar— lo a tiro del caballo. 22...b3! jLas negras van muy rapido! 23.n5 Dxd3 24.cxd3 eS! Si el caballo se retira la torre penetra por c2. 25.6 exd4 26.2 Aft 27.6 fxg6 28.hxg7 Be 29.83 Ahora Tal se luce, como e1 sus mejores tiempos 29...8xb2+! 30.¢a1 Ebi+ 31.2xbl_ bxa2+ see We7+ 33.hd2 Ye3+ 34.Le: We2+ 35,.2d2 Re8+ 36.212 Wxd2+ 37.2¢3 Be5+ 0-1 Capitulo VI Ejemplos selectos con En este capitulo vamos a estrar un grupo numeroso *z partidas que sirven como cuenos ejemplos a todos aquellos que deseen emplear Me sistema con las piezas xancas. En el capitulo 3 ya -imos algunas buenas parti— cas, las cuales estaban

También podría gustarte