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Diversificación del Riesgo de Portafolios

Un principio básico de las inversiones es la conformación de portafolios (o carteras) con fines de


diversificación. En un momento dado, los inversionistas mantienen de forma simultánea un
conjunto de activos que conforman su portafolio de inversión. Un principio básico en las finanzas
es que un inversionista no debería colocar todos sus recursos en un solo activo o en un número
relativamente pequeño de activos, sino en un número grande de instrumentos de inversión. De
este modo los posibles malos resultados en ciertos activos se verían compensados por los buenos
resultados de otras. La diversificación le permite al inversionista disminuir el riesgo de su portafolio
sin sacrificar rendimientos o, alternativamente, aumentar el rendimiento de su portafolio sin
incrementar su riesgo. Desde luego, la diversificación no garantiza ganancias bajo cualquier
circunstancia, pero ayuda a amortiguar la variabilidad de los rendimientos de los activos
individuales.

Aunque el principio de la diversificación lo saben y aplican la mayoría de los inversionistas, hasta


hace relativamente pocos años se hacía de forma intuitiva o “ingenua”; no había un método para
realizar una diversificación de manera sistemática. Esta diversificación ingenua se basa en el
principio de que un mayor número de activos tiende a disminuir el riesgo del portafolio; pero en la
selección de estos activos no se realiza mayor análisis de su comportamiento individual y conjunto,
simplemente se seleccionan de una manera informal. El efecto de la diversificación ingenua se
muestra en la Figura 4–1, en donde se observa que el riesgo disminuye a medida en que se
agregan un mayor número de activos al portafolio de inversión. En un principio, la disminución del
riesgo es considerable, lo que se aprecia en la fuerte pendiente negativa en la curva que
representa el riesgo total. En un segundo momento, el riesgo sigue disminuyendo, pero a un ritmo
menor. Finalmente, aunque el riesgo no deja de caer, su descenso es muy pequeño; esto es, se
llega a un punto en el cual por más activos que se agreguen al portafolio el riesgo disminuye muy
poco. Este “punto de saturación” ocurre cuando hay aproximadamente 45 activos en el portafolio ,
ya que de aquí en adelante el riesgo se mantiene prácticamente sin cambio con una desviación
estándar del portafolio de alrededor de un 22 por ciento.
Educación al Inversor
Tutorial
La Importancia de Diversificar

El significado de la Diversificación
Riesgo Sistemático y No Sistemático
Diversificación en Acciones
Diversificación a través de diferentes clases de Activos

EL SIGNIFICADO DE LA DIVERSIFICACIÓN

Diversificar significa dividir una inversión entre una variedad de activos. La diversificación ayuda a
reducir el riesgo porque las diferentes inversiones tienen alzas y bajas en forma independiente una de
otra. Por lo general, las combinaciones de estos activos cancelarán las fluctuaciones de cada uno de
ellos, y por lo tanto reducirán el riesgo.

La diversificación de inversiones puede lograrse de diversas maneras. Uno puede diversificar a través
de un tipo de clasificación de activos – como por ejemplo acciones. Para ello, podrían comprarse
acciones de compañías líderes a través de distintas industrias (no relacionadas). Existen muchas
otras estrategias de diversificación. Usted puede diversificar su portafolio a través de distintos tipos
de activos (acciones, bonos, y bienes inmuebles por ejemplo) o diversificar con un criterio de región
(por ejemplo estado, región, o país). Existen miles de opciones.

Afortunadamente, en casi todas las estrategias de diversificación efectivas, el objetivo ultimo es claro
– mejorar el desempeño a la vez que se reduce el riesgo.

RIESGO SISTEMÁTICO Y NO SISTEMÁTICO

El riesgo no sistemático (también llamado riesgo diversificable) es el riesgo que se relaciona en forma
específica con una compañía.

Este tipo de riesgo podría incluir hechos dramáticos tales como paros o desastres naturales (un
incendio por ejemplo), o algo tan sencillo como una disminución en las ventas. Dos fuentes comunes
de riesgo no sistemático son el riesgo comercial y el riesgo financiero.

La diversificación puede eliminar el riesgo no sistemático de un portafolio. Resulta poco probable que
hechos tales como los mencionados anteriormente ocurriesen en todas las empresas al mismo
tiempo. Por lo tanto, al diversificar, uno puede reducir el riesgo. El hecho de asumir un riesgo no
sistemático que no se necesita, no trae consigo ninguna recompensa. Por otra parte, algunos hechos
pueden afectar a todas las empresas a la misma vez. Hechos tales como la inflación, las guerras, y las
fluctuaciones en las tasas de interés tienen repercusión sobre la economía entera, y no solamente
sobre una empresa o industria en particular.
La diversificación no puede eliminar el riesgo de enfrentarse con este tipo de hechos. Por lo tanto, el
mismo se considera riesgo no diversificable. Este tipo de riesgo constituye la mayor parte del riesgo
de un portafolio bien diversificado. Se le llama riesgo sistemático o riesgo de mercado.

Sin embargo, la rentabilidad esperada de las inversiones puede recompensar a los inversores por
asumir dichos riesgos sistemáticos.

DIVERSIFICACIÓN EN ACCIONES

La diversificación le ofrece una forma de reducir el riesgo. Es posible tener un portafolio diversificado
compuesto solamente por acciones; o compuesto solamente por bonos; o acciones y bonos; o
acciones, bonos, y efectivo; etc. El diseño del portafolio es muy importante para minimizar el riesgo en
forma efectiva.

Resulta importante tener en cuenta cómo reducir el riesgo no sistemático si se desea crear un
portafolio de acciones diversificado en forma efectiva. Por ejemplo: puede ocurrir que usted invierta
en la industria de las editoriales de libros, y todos los encuadernadores de libros de la industria
acuerden realizar un paro. Los efectos de un hecho tal podrían llevar a que los precios de todas las
acciones de las editoriales en dicha industria cayeran en forma abrupta. Sus tenencias de acciones de
editoriales quedarían en un nivel muy bajo.

Sin embargo, si usted también tuviera acciones en otras industrias tales como la industria del
petróleo, bienes de consumo duraderos, y la industria electrónica, es poco probable que el riesgo no
sistemático en la industria editorial afecte en forma adversa sus otras tenencias. Es más, las
circunstancias negativas en la industria editorial podrían resultar en un rápido crecimiento en otras
industrias. Las referidas demoras en el negocio tradicional de las ediciones impresas podrían llevar a
la gente a publicar material en forma electrónica. Si usted tuviera acciones de una compañía de
publicación electrónica, sus acciones podrían incluso verse beneficiadas por los problemas que
entorpecen el crecimiento de sus tenencias en la industria editorial.

DIVERSIFICACIÓN A TRAVÉS DE DIFERENTES CLASES DE ACTIVOS

La diversificación a través de diferentes clases de activos actúa como amortiguador contra temblores
de mercado. Ello se debe a que cada clase de activos tiene distintos riesgos, recompensas, y
tolerancia a los hechos económicos. Al seleccionar inversiones de distintas clases de activos, usted
puede minimizar el riesgo.

Las inversiones cuyos movimientos de precios son opuestos se encuentran inversamente


correlacionadas. Cuando se combinan en un portafolio activos inversamente correlacionados, la
volatilidad del portafolio se ve reducida.

Como se mencionó anteriormente, existen muchas oportunidades de diversificación. Todas ellas


brindan la tan deseada reducción del riesgo.

Riesgo y Diversificación
¿Qué entendemos por riesgo?
El riesgo de un activo o de una cartera es la incertidumbre sobre su valor futuro . Cuanto
mayor sea este desconocimiento, más riesgo presentará la inversión. Así, un activo seguro
será aquél cuya evolución futura es perfectamente conocida.

¿Existen activos 100% seguros?

En la práctica, no:

incluso la compra de deuda pública de un Estado calificado como AAA


(máxima calificación) por las agencias de rating está sujeta a un cierto
riesgo de impago (aunque mínimo en este caso).
Si además no se mantiene hasta su vencimiento, podrían sufrirse
pérdidas u obtenerse beneficios como consecuencia de variaciones en los
tipos de interés. Por ejemplo, compro un bono del Estado por 100 ptas. al
5,5% en enero. El 31 de marzo los tipos de interés suben un punto, hasta
el 6,5%. Ya nadie quiere mis bonos, para venderlos, lo tendré que hacer
por debajo de 100 ptas. Sin embargo, si espero hasta el final del bono, los
10 años, el Estado me dará todos los años 5,5 ptas., y al final de los 10
años, mis 100 ptas.
Finalmente, puesto que la inflación futura no se conoce, la rentabilidad
real de la inversión, es decir, qué bienes se pueden comprarcon los
beneficios de la misma, es una incógnita. Por ejemplo, si la inflación está
al 3%, la rentabilidad real de mi bono es del 2,5% (5,5% - 3%), ya que hay
que descontar que la vida ha subido un 3%.

¿Por qué afrontamos riesgos a la hora de invertir?


Los inversores presentamos por lo general aversión al riesgo, es decir, preferimos la certeza a
la incertidumbre. Por ello exigimos una compensación en términos de rentabilidad por la
compra de activos arriesgados. Asumimos riesgos porque esperamos obtener una rentabilidad
mayor que invirtiendo en activos seguros.EJEMPLO2

¿Cómo podemos medir el riesgo?


La medida empleada habitualmente para evaluar el riesgo total es la desviación típica o
volatilidad de los rendimientos.

¿Qué nos indica la volatilidad?

La volatilidad nos informa sobre la magnitud media de las fluctuaciones de la rentabilidad


en torno al valor esperado de ésta y, por tanto, sobre la incertidumbre que existe sobre si se
alcanzará o no dicho rendimiento. En otras palabras, la volatilidad mide si un valor cuando
sube lo hace un 50% en un día, o un 10% (y cuando baja lo mismo).
Una volatilidad baja señala que la oscilación de los rendimientos es escasa, y la cartera
relativamente segura, mientras que una volatilidad elevada se corresponde con un riesgo
mayor.

La desviación típica proporciona una medida global e intuitiva del riesgo, y por ello puede
emplearse para comparar distintas inversiones, independientemente de su heterogeneidad
(peras y manzanas, siderurgia y high-tech).

Diversificación: una herramienta para reducir el riesgo

La intuición ya nos avisa que repartir reduce el riesgo...

Todos somos conscientes de que concentrar todos nuestros fondos en una única inversión
("poner todos los huevos en la misma cesta") es arriesgado. Obtendremos un rendimiento alto
si ésta evoluciona a nuestro favor, pero nos causará pérdidas considerables si las cosas no
resultan como esperábamos. Por ello, solemos repartir nuestro dinero en varias inversiones.
Por supuesto, esperamos que todas ellas vayan bien, pero somos conscientes de que la
probabilidad de que todas vayan mal es muy reducida. Repartir es diversificar , y reduce el
riesgo de manera significativa .

...y la volatilidad nos lo confirma.

La desviación típica , como medida de riesgo, debería reflejar este fenómeno intuitivo.
Efectivamente, la volatilidad de la inversión en activos tomados individualmente es mayor que
la de la inversión en todos ellos conjuntamente.

El rendimiento esperado, en cambio, no se ve reducido por la diversificación , como ocurre con


el riesgo.

La clave está en la correlación

¿Cuál es la explicación para el menor riesgo que obtenemos diversificando? Todos los activos
no evolucionan igual: mientras que algunos suben, otros pueden estar bajando o
manteniéndose estables. Así, las fluctuaciones de unos se pueden compensar con las de otros,
dando un resultado global más estable.

La correlación es un indicador de la evolución conjunta de dos variables, cuyo valor oscila entre
1 (ambas evolucionan paralelamente) y -1 (los movimientos de una de ellas son contrarios a
los de la otra). Cuanto más próxima a 1 esté, menor será la reducción del riesgo que se
alcanza mediante la diversificación . La máxima diversificación se alcanza con una correlación
de -1, porque las fluctuaciones de un activo compensarían exactamente a las del otro, pero en
la práctica las correlaciones no suelen ser ni siquiera negativas. Esto no impide alcanzar un
grado razonable de reducción del riesgo. EJEMPLO5

Tipos de riesgo de una inversión


La diversificación , aunque muy útil y sin duda recomendable para reducir la incertidumbre de
los rendimientos, no obra milagros: siempre persiste un cierto riesgo del que no podremos
deshacernos aunque repartamos nuestra inversión entre todos los activos disponibles.

Esta persistencia permite descomponer el riesgo total asociado a una inversión en dos
elementos:
riesgo no sistemático o idiosincrásico: está causado por factores de cada
activo y se puede eliminar parcial o totalmente mediante diversificación .
riesgo sistemático: está asociado a factores de la economía que afectan a
todos los activos, y no puede diversificarse. Por ejemplo, se vio
recientemente en abril con la crisis de los valores tecnológicos. Los jueces
condenan a Microsoft, que le "pega" a las tecnológicas, que a su vez, de
paso le "pegan" a los "blue chips". Todo baja, porque el mercado tiene un
sentimiento bajista, descargan renta variable de sus carteras e
incluyen renta fija.
¿Cómo se miden?

De manera preliminar, podemos cuantificar el riesgo sistemático mediante la desviación típica


de una cartera convenientemente diversificada, puesto que añadir nuevos activos no reduce la
volatilidad de la misma. El riesgo idiosincrásico resulta más complicado de medir y sólo puede
aproximarse comparando la volatilidad del activo aisladamente con la de una cartera
diversificada que lo contenga: la diferencia entre ambas nos servirá de indicador de riesgo no
sistemático.

Por ejemplo, algunos factores de riesgo no sistemático de las acciones de un banco pueden ser
un cambio en el equipo directivo, la adquisición de algún rival o la publicación de información
no esperada sobre alguna área de negocio; los factores de riesgo sistemático incluirían la
evolución de los tipos de interés o del tipo de cambio, la marcha del P.I.B. o un nuevo
gobierno.

¿Tienen todas las inversiones el mismo riesgo sistemático?

No. Aunque el riesgo sistemático afecta a todos los activos disponibles para invertir en una
economía, no lo hará de manera idéntica en todos los casos.

Renta Variable. Para la renta variable, características como el sector en el


que se encuadra la empresa que emite los títulos, suestructura financiera o
su presencia internacional determinarán el efecto que cambios en
variables como los tipos de interés tendrá en el valor de sus acciones.
Renta Fija. Para la renta fija ocurre lo mismo, aunque en este caso los
tipos de interés juegan un papel predominante, por la propia naturaleza
de estos activos financieros. Las características del emisor (sector,
calificación crediticia) tienen efectos que pueden considerarse de
segundo orden en la mayoría de las ocasiones.
¿Debe remunerarse el riesgo idiosincrásico?

El rendimiento medio de una inversión no cambia si la consideramos aisladamente o dentro de


una cartera diversificada. Sin embargo, hemos visto que su riesgo se ha reducido. Puesto que
los inversores exigimos una compensación en forma de mayor rentabilidad de las inversiones
más arriesgadas, ¿debe esperarse un rendimiento mayor de la inversión en títulos aislados que
de la inversión en carteras?
En general, no,...

Puesto que la diversificación está al alcance de todos nosotros y elimina fácilmente el riesgo
idiosincrásico , éste no debe sercompensado con una mayor rentabilidad, cosa por otra parte
muy poco factible, pues obligaría al mercado a distinguir a los inversores que sólo poseen un
activo financiero de los que poseen varios.

...salvo que no podamos diversificar.

Si hubiera imperfecciones en el mercado o restricciones legales a la inversión y no pudiéramos


realizar una diversificación eficiente deberíamos obtener una rentabilidad adicional, destinada a
compensar el riesgo no sistemático que soportamos. Por ejemplo, si alguien me vendiera un
activo bajo la condición de que sólo tuviera ese activo.

El riesgo sistemático (o del mercado) y la rentabilidad de la inversión


Puesto que el riesgo idiosincrásico no proporciona ningún rendimiento al inversor, la
rentabilidad de los activos arriesgados nos compensa exclusivamente por asumir riesgo
sistemático . ¿Cómo medimos el riesgo sistemático de activos individuales?

Por otro lado, no todas las carteras presentan el mismo nivel de este riesgo. Según su
composición, las habrá más y menos volátiles. ¿Puede determinarse entonces qué rentabilidad
le corresponde a cada una, de acuerdo con el riesgo que implica? Necesitamos una referencia
que permita relacionar rentabilidad esperada de la inversión y riesgo sistemático de ésta.
¿Cómo podemos elegirla?

Este concepto sólo tiene sentido si los añadimos a una cartera diversificada, puesto que en
caso contrario asumimos su riesgo total, no sólo el sistemático.

Añadir un activo a una cartera diversificada cambiará el riesgo sistemático de ésta,


aumentándolo o reduciéndolo según las características del mismo y su relación con los demás
componentes. En realidad, es este cambio del riesgo de nuestra cartera el único que debe
importarnos, puesto que sólo deberíamos exigir rendimiento a nuestra inversión de acuerdo
con él.

En este contexto se ha desarrollado una medida del riesgo que tiene cada activo individual
cuando se añade a una cartera diversificada: la beta ( b ) , que se calcula según la siguiente
expresión:

donde el subíndice R indica la rentabilidad de una cartera de referencia y cov() y var() hacen
referencia a covarianza y varianza, respectivamente.

La beta de la cartera de referencia es la unidad, por lo que un activo con una beta de 1 tendrá
el mismo riesgo sistemático que aquélla; un activo con una beta superior a 1 tendrá un riesgo
mayor; y otro con beta menor que 1, inferior. Así, analizar cómo cambiará el riesgo de nuestra
cartera al añadir un activo nuevo resulta sencillo: basta con comparar su beta con la de la
cartera que ya tenemos.

Sin embargo, es necesario unificar la cartera de referencia, de modo que podamos comparar
de manera homogénea las betas. Para ello se define la cartera de mercado.
La cartera de mercado
El conjunto de todas las inversiones disponibles en una economía , denominado cartera
de mercado, puede ser la referencia que necesitamos para relacionar rendimiento esperado y
riesgo, pues:

ha alcanzado la máxima diversificación posible, por lo que puede


contemplarse como un indicador de riesgo sistemático puro;
su rentabilidad se tomará como indicador de la remuneración que el
riesgo tiene en esa economía;
comparando el nivel de riesgo sistemático de las restantes inversiones
con el de la cartera de mercado podremos estimar los rendimientos que
debemos esperar de éstas.

Aunque lo anterior puede parecer muy sencillo, su aplicación práctica ha ocupado a un gran
número de académicos durante más de cuatro décadas, sin que se haya podido obtener una
relación estable y universalmente aceptada entre la rentabilidad y el riesgo sistemático. A
continuación mostramos una expresión usada comúnmente por analistas y empresas:

donde el subíndice M indica la rentabilidad de la cartera de mercado. Habitualmente, se usa


como aproximación a la cartera de mercado algún índice de renta variable que se considere
representativo. Por ejemplo, la cartera de mercado española podría aproximarse por el IBEX
35 o el Índice General de la Bolsa de Madrid.

Después de toda esta exposición tan complicada, quizá la mejor manera de entender una beta
es pensar cuanto más riesgo tiene un valor individualmente comparado con el mercado. Si la
beta del mercado es 1 (si mi cartera tiene todos los valores del IBEX 35), y la de Telepizza es
1,5, podemos decir (aunque no sea totalmente correcto) que Telepizza tiene un 50% más de
riesgo que el mercado. Por eso, a Telepizza se le requiere un retorno más alto que al IBEX en
su conjunto.

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Instrumentos de Cobertura
¿Qué son?
Son productos financieros que permiten gestionar de manera separada cada uno de los riesgos
a los que está expuesto el inversor. Cuando hablamos de cobertura la entendemos
habitualmente como la reducción de determinados riesgos. Sin embargo, los instrumentos que
hacen posible esta reducción también permiten, en general, tomar riesgos nuevos o asumirlos
de manera radicalmente distinta a los activos tradicionales. En muchos casos, la diferencia
entre una operación de cobertura y otra de naturaleza especulativa es prácticamente
inexistente.

Los instrumentos de cobertura son derivados , es decir, activos cuya evolución depende de la
que sigan otros (conocidos como subyacentes ). Entre los más utilizados se encuentran las
opciones y los futuros . Esta popularidad se apoya, entre otros factores, en el hecho de que los
futuros y muchas opciones se negocien en mercados organizados, lo que permite que estos
productos estén al alcance de pequeños inversores.

¿Por qué no basta con los activos "tradicionales"?

Cuando realizamos una inversión en un activo "tradicional" (por ejemplo, acciones o bonos)
asumimos simultáneamente varios riesgos . En el caso de una acción individual, ya vimos
anteriormente que estamos expuestos a factores de riesgo intrínsecos de la empresa y al
riesgo sistemático del sector y la economía a la que pertenezca; en el bono, el riesgo proviene
del plazo, los tipos de interés y la calidad crediticia del emisor.

Aunque tengamos una visión muy clara de qué elemento va a evolucionar a nuestro favor, es
posible que la inversión en conjunto no rinda beneficios como consecuencia de los otros
factores. Sin embargo, no podemos separarlos, "o lo tomamos o lo dejamos". Asimismo, la
capacidad de elegir exactamente el nivel de riesgo que queremos soportar se encuentra
limitada por las características de los activos en los que invirtamos y por las posibilidades que
nos ofrezca la diversificación. Concretamente, hemos visto que el riesgo sistemático no puede
eliminarse diversificando.

¿Aportan algo diferente los instrumentos de cobertura?

Los instrumentos derivados realizan una aportación fundamental: separar el riesgo total en sus
distintos componentes , que pueden negociarse de manera independiente. ¿Cuál es la
consecuencia de esto? Poder concentrarnos exclusivamente en aquel factor cuya evolución
pensamos que nos beneficiará, eliminando la posibilidad de sufrir pérdidas (y es posible que
también eliminemos la de obtener beneficios adicionales, según el producto que escojamos)
como consecuencia de movimientos desfavorables de los restantes.EJEMPLO6

¿Cómo podemos emplear los instrumentos de cobertura?


Podemos distinguir dos posibles usos de los instrumentos derivados:

reducción de los riesgos

es en este sentido en el que se puede hablar estrictamente de instrumentos de cobertura,


puesto que se emplearán para reducir o eliminar los riesgos que asume un inversor. La
eliminación de estos riesgos puede emplearse también para aprovechar al máximo
determinadas ventajas fiscales .

Para este uso, los productos derivados no se adquieren de manera independiente, sino siempre
en función de otra inversión (acciones, títulos de renta fija u otros derivados) que se haya
realizado o se vaya a realizar simultáneamente a la operación de cobertura, puesto que su
función es anular total o parcialmente determinados comportamientos de ésta. Con nuestra
nueva inversión (añadir el derivado a la anterior) buscamos reducir la incertidumbre a la que
nos enfrentamos, bien de manera total o bien eliminando solamente los movimientos
perjudiciales. EJEMPLO7.

Otro ejemplo aún más claro sería comprar acciones de Telefónica hoy, a 25 euros,
y comprar un put (una opción de venta) para vender el valor a 23. De esta manera, si
Telefónica sube, me encuentro expuesto a toda la subida. Si baja de 23, yo en cambio puedo
vender mis Telefónicas a 23. He limitado mi pérdida a 2 euros (25-23) + lo que me cueste la
opción.

toma de riesgos
Algunos de ellos son similares a los que se asumen invirtiendo en activos tradicionales, como la
incertidumbre sobre el precio, pero otros son característicos de estos productos, como la
volatilidad , por lo que nos ofrecen un abanico de alternativas muy amplio para materializar
nuestra visión del mercado y beneficiarnos si acertamos.

Consideraciones adicionales sobre el uso de instrumentos de cobertura


Operativa en los mercados de instrumentos derivados

La negociación de derivados en mercados organizados (los únicos en los que un inversor


particular puede adquirirlos) presenta una serie de características que deben conocerse, puesto
que, por una parte, restringen el abanico de productos teóricamente posible, y por otra,
aplican una serie de normas y procedimientos destinados a aumentar la seguridad de la
contratación.

Productos negociados

Los mercados organizados buscan asegurar que los productos que se contratan en ellos sean
líquidos, es decir, se negocien en grandes volúmenes por número amplio de inversores con
poca influencia individual en los precios. Para ello debe sacrificarse la especialización de los
productos en aras de una uniformidad relativa, de modo que satisfagan de manera razonable a
un gran número de inversores.

Este procedimiento se denomina normalización ("para todos lo mismo") y afecta a los tipos de
instrumentos disponibles, a los plazos en los que se negocian y a los activos en cuya evolución
se basa su precio ( activos subyacentes ).

Normativa

Estas normas afectan a la conducta del inversor, tanto antes de contratar productos derivados
como mientras su posición está abierta.

Antes de contratar productos derivados, debemos ser conscientes de todas las particularidades
de estos productos, de los compromisos que asumimos, del riesgo que asumimos en cada caso
y de las pérdidas que podríamos sufrir, que pueden ser cuantiosas. Para ello debemos
informarnos y comprometernos por escrito firmando un documento que nos proporcionará
nuestro intermediario financiero en el que afirmamos conocer todo lo anterior.

Además, cuando contratamos una posición de cualquier signo en futuros o una posición
vendedora en opciones debemos depositar una cantidad de fondos o margen en una cuenta
especial del mercado.

La finalidad del margen es garantizar que todos los inversores cumplirán los compromisos que
han asumido, de modo que la negociación sea segura. Así, si nuestra posición nos causa
pérdidas, éstas se descontarán automáticamente del margen depositado. En caso de que las
pérdidas superen un límite y no aportemos margen adicional, nuestra posición será cancelada,
de modo que no suponga un riesgo.

Además de los márgenes, existe otro procedimiento destinado a garantizar la seguridad


cuando se opera con derivados: los límites a las posiciones que puede asumir un inversor
individual.

Riesgos de los instrumentos derivados


Ya hemos visto que los productos derivados permiten asumir o eliminar riesgos de una manera
eficiente, y también que éstos no coinciden con los que asumimos cuando invertimos en lo que
denominamos activos tradicionales. Esto implica que debemos conocer adecuadamente las
características de estos productos y sus implicaciones, para no adoptar posiciones cuyas
consecuencias somos incapaces de asumir .

Para conocer detalladamente los riesgos de los derivados, así como estudiar exhaustivamente
sus características y las posibilidades que ofrecen podéis dirigiros a los temas de opciones y
futuros de este curso. Por ello, a continuación sólo veremos el riesgo más importante que
asumimos.

Posibilidad de pérdida total de la inversión y de pérdidas potencialmente ilimitadas

Cuando adquirimos opciones debemos pagar por ellas un precio o prima por ellas, que nos
otorga un derecho durante un plazo de tiempo limitado (poe ejemplo, derecho a comprar 1
Telefónica a 100 ptas. durante tres meses). Si vencido este plazo no hubiésemos ejercido o
vendido la opción, el derecho habría desaparecido sin compensación alguna, por lo que
habríamos perdido el importe invertido. Esta posibilidad, aunque también existe en los activos
tradicionales (quiebra de la sociedad, por ejemplo), sucede en general muy raramente para
las acciones y los bonos, pero es habitual en los derivados.

Al vender opciones tendremos que comprar o vender el activo subyacente (por ejemplo, si
vendo una call sobre Telefónica, me estoy comprometiendo a entregar una Telefónica dentro
de tres meses a 100 ptas., con lo que tengo que comprar la Telefónica) pudiendo llegar a
hacerlo en condiciones muy desfavorables para nosotros (de otro modo no se ejercería el
derecho); en el caso de los futuros el compromiso de compra o venta es firme en cualquier
coyuntura, ya sea favorable o desfavorable. Así, si el subyacente evolucionara de manera
contraria a nuestra posición, tendremos que hacer frente al compromiso asumido, con la
pérdida consiguiente. Por ejemplo, si me comprometo a vender 1 kgr. de naranjas por 100
ptas. en tres meses (sin tenerlo), y dentro de tres meses su precio es de 1.000 ptas., tendré
que acudir al mercado y perder 900 ptas.

Las pérdidas, aunque potencialmente ilimitadas, están restringidas en los mercados


organizados al margen que hayamos depositado, con lo que en el fondo puede decirse que
tomando posiciones en derivados "sólo " podemos perder la totalidad de lo invertido .

Además de esta posibilidad, los precios en los mercados de derivados fluctúan más (son más
volátiles) que los mercados tradicionales y las posiciones están condicionadas por variables que
no pueden observarse, como la volatilidad .

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http://www.lasbolsasdevalores.com/perfil-del-inversor/estilos-de-gestion-de-una-cartera.htm
El modelo de carteras y los efectos de
concentración y diversificación
La medición del riesgo de crédito para la cartera global del Grupo BBVA se lleva a cabo a través de
un modelo de cartera en el que se contemplan los efectos de la concentración y de la diversificación. El
objetivo es estudiar de manera conjunta toda la cartera de inversión crediticia, analizando y captando el efecto
de las interrelaciones entre las distintas carteras.

Este modelo, además de permitir un cálculo más completo de las necesidades de capital, es una herramienta
clave para la gestión del riesgo de crédito a través del establecimiento de límites a la inversión en función de
la aportación de cada unidad al riesgo total en un entorno global y diversificado.

El modelo de carteras considera la existencia de varias fuentes de riesgo (tiene carácter multifactorial), lo que
se traduce en un incremento de la sensibilidad del capital económico respecto a la diversificación geográfica,
aspecto crucial en una entidad global como BBVA. Estos efectos se han puesto de manifiesto durante la
presente coyuntura en la que, a pesar del estrés al que se han visto sometidos los mercados, las diferentes
velocidades en la recuperación de los países en los que el Grupo está presente han contribuido a suavizar el
impacto de la misma sobre BBVA.

Adicionalmente, el eje sectorial ha pasado, junto al geográfico, a ser clave en los análisis de concentración de
negocio. Por último, la herramienta es sensible a la concentración existente en determinadas exposiciones
crediticias, como son los grandes clientes de la Entidad.

Resumen ejecutivo
Información financiera del Grupo
Gestión del riesgo
o Global Risk Management: la función de riesgos del Grupo BBVA
o Integración y perfil global de riesgos
o Riesgo de crédito: metodologías de cuantificación
 Probabilidad de incumplimiento (PD)
 Severidad (LGD)
 Exposición en el momento del incumplimiento (EAD)
 El modelo de carteras y los efectos de concentración y diversificación
o El riesgo de crédito en 2011
o Riesgos estructurales
o Riesgos en áreas de mercados
o Riesgo operacional
o Gestión del riesgo en actividades no bancarias
o Gestión de riesgos “ESG”
Áreas de negocio
Información complementaria
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Diversificación
Cada clase de activos está compuesta de subclases, o subcategorías, que exponen
a los inversionistas a diferentes niveles de riesgo y proporcionan los mejores
rendimientos en diferentes momentos de un ciclo económico. Por ejemplo, algunas
acciones, como las acciones de primera calidad, emitidas por compañías grandes de
buena reputación, son consideradas de menor riesgo que las acciones de crecimiento
agresivo, emitidas por nuevas compañías en nuevas áreas. Algunas veces las
acciones de primera calidad ("Blue Chip" en inglés) proporcionan el mejor
rendimiento, mientras que otras veces son las acciones de crecimiento agresivo las
que lo logran.
El punto es que ninguna subclase produce consistentemente el
mejor rendimiento cada año. Además, no hay manera de predecir la trayectoria de
rendimiento. Pero puede estar seguro que todas las subclases tendrán alzas y bajas
de la misma forma que las tienen las clases de activos.

Cree una combinación


Si bien no se puede eliminar completamente el riesgo, éste puede controlarse. Una
manera de administrar una parte del riesgo existente al desconocer que subclase
tendrá un rendimiento bueno o malo en un momento específico es mediante
la diversificación de su cartera, o la lista de sus inversiones. El diversificar significa
seleccionar inversiones en sectores diferentes, ofrecidas por compañías de diferentes
tamaños, y en el caso de bonos, con plazos y emisores diferentes, dentro de una
clase de activos, en lugar de concentrar el dinero en sólo una o dos áreas.
La diversificación es el equivalente en inversión del antiguo refrán que dice: "No
ponga todos los huevos en la misma canasta". El diversificar le permite lo siguiente:
1. Aprovechar al máximo las condiciones de mercado y los cambios en la economía.

2. Protegerse contra las caídas de la economía y de la industria.


¿Cómo se logra la diversificación?
Al diversificar la cartera, es tan importante conocer las inversiones que ya posee como
las que considera añadir. Utilizando un ejemplo simplificado, digamos que la cartera
consiste completamente en acciones de la Compañía A, quizás la compañía en la que
usted trabaja. Si este es el caso, la cartera no estaría diversificada y si la Compañía A
fracasa, las pérdidas podrían ser significativas.
Pero si comprase acciones de las compañías B, M y Z, además de las de la compañía
A, la cartera estaría más diversificada, siempre que B, M y Z fueran compañías de
sectores económicos diferentes y tuvieran capitalizaciones de mercado también
diferentes. Si bien esto puede significar que limitaría sus ganancias, también significa
que usted se colocaría en una situación que limitaría sus pérdidas, ya que es poco
probable que los diferentes tipos de acciones pierdan valor al mismo ritmo o al mismo
tiempo.

Diversificar: el riesgo disminuye, la rentabilidad no


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11 de Mayo de 2011

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Comentarios

En la anterior entrada “El largo plazo: el riesgo disminuye, la rentabilidad no” se mostraba uno
de los factores que ayuda a la reducción del riesgo de nuestra inversión: el largo plazo. Pero
no es el único. En esta entrada veremos otro de los factores: la diversificación de nuestra
cartera.

Con otro experimento, veremos hasta qué punto la diversificación influye en el riesgo de
nuestra inversión.

El experimento es el siguiente. He escogido las 500 empresas del S&P500 y he calculado el


comportamiento de 6 tipos de cartera en función del tamaño: carteras con una sola empresa,
con 5, con 10, con 20, con 50, y finalmente con 100 empresas. El análisis lo he realizado para
los últimos 5 años.

Por ejemplo, para la cartera con 10 empresas, vamos a estudiar el comportamiento de una
cartera equiponderada al azar: esto es, escojo al azar 10 empresas de las 500 e invertimos en
ellas en igual proporción. Y esto lo repito 100 veces para analizar qué efecto tiene sobre el
riesgo las carteras de este tamaño.
Veamos lo que sale. En el siguiente gráfico se muestran las rentabilidades anuales obtenidas
para cada tipo de cartera. Las líneas rojas de cada caja representan aproximadamente la
rentabilidad media anual obtenida en cada tipo de cartera.
Se puede observar que, independientemente del tamaño de la cartera, la rentabilidad media
anual es aproximadamente del 12% en todos los casos.

Sin embargo, el riesgo asumido es distinto en función del tamaño de la cartera. Por ejemplo, si
en nuestra cartera solo tuviésemos una empresa, el 50% de las veces tendríamos una
rentabilidad anual entre el 7% y el 17%. Si hubiésemos escogido muy bien la empresa de
nuestra cartera (a priori prácticamente imposible), hubiésemos obtenido una rentabilidad
media superior al 30%. Por el contrario, si hubiésemos escogido mal a esa empresa, la
rentabilidad media hubiese sido del -10%. O sea, existe un riesgo considerable en carteras de
una única empresa.

Pero según incrementamos el número de empresas de nuestra cartera, vemos que el riesgo
anterior se reduce considerablemente y el comportamiento ya no depende de la elección de
nuestras empresas. Por ejemplo, con una cartera de 100 empresas, eindependientemente
de cómo las hayamos elegido, la rentabilidad media es siempre mayor del 10% en todos los
casos. Y la variabilidad es muy pequeña.

¿Pero hace falta una cartera tan grande para reducir el riesgo? Pues no necesariamente. Por
ejemplo, con la cartera de 50 empresas vemos que el riesgo (amplitud de la caja) es muy
parecido al de la cartera con 100 empresas. Aunque existe una probabilidad del 1% de elegir
mal esas 50 empresas y obtengamos una rentabilidad algo inferior al 10%. Esta probabilidad,
aunque pequeña, no se aprecia en las carteras de 100 empresas.

La razón de que no hace falta un gran número de empresas en la cartera se debe a que,
según aumentamos el tamaño de la cartera, muchas de las empresas dependerán entre sí
(tendrán correlaciones altas). Y las correlaciones altas no ayudan a reducir el riesgo. Podéis
ver la entrada “Teoría Moderna de Carteras: un poco de Matemáticas” para entender mejor el
concepto de correlación.

Esto quiere decir que si escogemos convenientemente bien 10 empresas (con baja correlación
entre ellas) podríamos tener un riesgo menor que el de una cartera con 50 empresas.

El siguiente gráfico ilustra esta situación. Ahí se muestran los valores en riesgo (VaR)
semanales al 95% para cada tipo de cartera. Si por ejemplo el VaR es del 10%, significa que
con una probabilidad del 5% podemos llegar a perder más del 10% del dinero invertido. O sea,
cuanto más grande peor.
Se puede observar que con una sola empresa, la mayor parte de las veces la máxima pérdida
semanal oscila bastante alrededor del 7.5%. En cambio, para una cartera de 100 empresas, la
máxima pérdida semanal estaría muy centrada en el 5%, independientemente de cómo
hayamos escogido esas 100 empresas.

Pero como decía antes, basta con escoger convenientemente 10 o 20 empresas para
conseguir los mismos niveles de riesgo que una cartera de 100 empresas. Por ejemplo, en la
caja de 10 empresas se observa que existen subconjuntos de 10 empresas con riesgos
similares o incluso inferiores al de carteras con 100 empresas. En la práctica es posible
encontrar alguno de estos subconjuntos, estudiando convenientemente las volatilidades y
correlaciones de las empresas.

Por ejemplo, considerando las estrategias de baja volatilidad se consiguen carteras de tamaño
moderado (10-20 empresas) con un VaR semanal de solo el 2.5%. Este VaR está por debajo
de cualquiera de las carteras equiponderadas del gráfico anterior.

El siguiente gráfico evidencia aún más el efecto de la diversificación en el riesgo y la


rentabilidad obtenida de nuestra cartera. Ahí se muestra el comportamiento en el espacio
riesgo-rentabilidad de todas las carteras que he considerado en el experimento: 100 carteras
distintas para cada uno de los 6 tamaños. Podéis ver la entrada “Comparación eficiente de
estrategias de inversión” donde se introduce este gráfico.
En el gráfico aparecen 600 puntos (carteras) agrupados por color (cada color representa un
tamaño de cartera). Por ejemplo, un determinado punto rojo representa el riesgo (volatilidad) y
la rentabilidad media, obtenidos en los últimos 5 años, de una cartera que escoge al azar una
única empresa. Se puede observar el comportamiento errático de este tipo de carteras tan
poco diversificadas. La volatilidad oscila entre el 20% y el 100%, y la rentabilidad oscila entre
el -10% y el 30%.

Pero según aumentamos el número de empresas, se observa que el comportamiento tiende a


concentrarse en una zona concreta. Por ejemplo, los puntos rosas representan el
comportamiento de las carteras de tamaño 100. La volatilidad de estas carteras está
concentrada alrededor del 25%, y la rentabilidad alrededor del 12.5%.

Este es el efecto de la diversificación: se reduce el riesgo sin renunciar a la rentabilidad.

El siguiente gráfico lo ilustra mejor. Cada punto ahora representa el centro del grupo al que
pertenece. Esto es, el nuevo punto rojo representa el centro de la nube de puntos rojos del
gráfico anterior.
Se observa claramente cómo, a medida que aumentamos el tamaño de nuestra cartera, el
riesgo disminuye, pero la rentabilidad no.

En resumen, tener un amplio abanico de empresas ayuda a reducir el riesgo sin renunciar a
la rentabilidad esperada. Y no hace falta que el número de empresas sea muy alto, siempre
que se escojan empresas con dependencias (correlaciones) no muy fuertes entre sí. Pero
cuidado, que en épocas de crisis las correlaciones se disparan!

LU N ES, 21 DE FEBR ER O DE 2 011

Razones para la diversificación. (2) Reducir riesgos


La segunda razón para la diversificación es el deseo de distribuir los riesgos. Para aislar los

efectos de la diversificación en los riesgos es útil considerar dos tipos de diversificaciones:

simple o conglomerado: diversificación que extiende la propiedad corporativa sobre diversos

negocios independientes donde el flujo de caja de cada negocio permanece sin cambios.

Mientras que los flujos de caja de los negocios no están perfectamente relacionados, la

diversificación reduce las variaciones de los flujos de caja combinados. Dado que algunos

directivos tienen aversión al riesgo, esta reducción de riesgos es normalmente coherente con los

intereses de los accionistas. Sin embargo, se ignora un factor crítico: para alcanzar la

diversificación de los riesgos, los accionistas podrían mantener carteras diversificadas o invertir a

través de fondos de inversion mobiliaria.

Lo anterior, no sólo lleva a una diversificación más amplia que está al alcance de las empresas

más diversificadas sino que también se pueden conseguir costes más bajos.

Si la reducción de riesgos por diversificación lleva a la creación de valor para el accionista debe

de haber imperfecciones en los mercados de valores para que la diversificación corporativa sea

más eficiente y viable que la diversificación que cualquier inversor podría hacer personalmente

con su cartera.
Los directivos parecen estar muy entusiasmados con los beneficios de la distribución de riesgos

creados por la diversificación. La aversión al riesgo de los directivos viene de su deseo de

proteger su independencia y su empleo. Las bajadas en los beneficios, incluso si son sólo

temporales, pueden estimular la preocupación entre los accionistas y los analistas de los

mercados. Este empeoramiento puede provocar que la empresa sea temporalmente dependiente

de los mercados para conseguir financiación lo que podría animar las ofertas de adquisición.

Publicado por Jesus Peral en lunes, febrero 21, 2011

Etiquetas: diversificacion

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Diversificación
Se conoce como diversificación al proceso por el cual una empresa pasa a ofertar nuevos productos y
entra en nuevos mercados, por la vía de las adquisiciones corporativas o invirtiendo directamente en
nuevos negocios. Existen dos tipos de diversificación dependiendo de si existe algún tipo de relación
entre los negocios antiguos y nuevos de la compañía. El motivo por el que las compañías se diversifican
es la búsqueda de sinergias o una reducción del riesgo global de la empresa. La diversificación es una
de las cuatro estrategias de mercado definidas en la matriz de Ansoff.
Contenido

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1 Diversificación relacionada

o 1.1 Integración vertical

o 1.2 Integración vertical hacia delante

o 1.3 Integración horizontal

2 Diversificación no relacionada

3 Enlaces externos

[editar]Diversificación relacionada

Es un tipo de diversificación que se basa en la búsqueda de sinergias entre las antiguas y las nuevas
actividades. Esta se puede deber a una similitud teconológica o a similitudes en los sistemas de
comercialización.

[editar]Integración vertical
Un tipo especial de diversificación relacionada serían las integraciones verticales, que suponen para la
empresa la entrada en negocios de los que se provee, por ejemplo fabricando las mercaderías
necesarias para el proceso productivo de su antiguo producto y pasando así a ser su proveedor, lo que
es conocido como integración hacia atrás, o bien convirtiéndose en su propio cliente al entrar en
negocios en los que participaba su producto como la fabricación de nuevos bienes y servicios, o la
distribución del mismo, lo que se conoce como integración hacia delante.

Lo que se pretende cuando se busca la integración vertical es mejorar la eficiencia de la empresa


integrando bajo una misma estructura de gobierno procesos que se complementan, incurriendo en una
reducción de los costes de transacción.

La integración vertical, sin embargo, presenta problemas como un incremento del riesgo global de la
compañía, una pérdida de la flexibiliddad, una posible pérdida de la rentabilidadderivada de no disfrutar
del efecto experiencia o de las economías de escala y una mayor complejidad organizativa.

Un caso extremo sería que una compañía controlara toda la cadena de producción (Standard Oil Trust),
si bien esto no es muy común.

[editar]Integración vertical hacia delante


Es la diversificación de una nueva actividad que esta situada en un nivel posterior. Es decir que la
empresa asume una nueva actividad diferente, que anteriormente sus clientes lo realizaban.

[editar]Integración horizontal
Diversificación Relacionada horizontal.-Estrategia de crecimiento interno en la que la nueva actividad
estará colocada en la mitad de todo el embrollo en el mismo nivel de las actividades que ya tiene la
empresa. Es decir, supone añadir productos o servicios sustitutivos o complementarios a la actividad de
la empresa. Por ejemplo: una empresa que fabrica café soluble decide introducirse en el mercado lácteo
(producto complementario) y a la vez comienza a producir cacao soluble (producto sustitutivo)

[editar]Diversificación no relacionada

La Diversificación no relacionada supone la forma más radical de diversificación, ya que no existe


ninguna relación entre las actuales y nuevas actividades de la empresa. Su objetivo es financiero, no
busca aprovechar habilidades o buscar sinergias, sino que persigue una reducción del riesgo global de
la empresa. Ejemplos de diversificación no relacionada serían Nokia (compañía finlandesa, inicialmente
una empresa papelera, hoy el principal productor de móviles del mundo), ACS (compañía española
constructora en sus orígenes, pero que está en negocios como la energía o las telecomunicaciones)
o Bouygues (compañía francesa constructora que tiene intereses en segmentos como el audiovisual, la
telefonía móvil o las concesiones).

[editar]Enlaces externos

 Sobre la diversificación empresarial.

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