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Aloinjertos óseos y bancos


de tejidos
L. Vastel

El uso de aloinjertos óseos en cirugía ortopédica se organiza ahora en torno a estándares


cada vez más precisos, tanto en lo que se refiere a los aspectos sanitarios de la actividad
de los bancos de tejidos como a las técnicas quirúrgicas, que se han visto favorecidas por
numerosas evaluaciones en un período de control significativo. El objetivo de este artículo
es aclarar las facetas de esta actividad a la vista de los resultados publicados, del estado
de los textos y de las exigencias sanitarias. Después de una breve reseña histórica, los
autores precisan los protocolos actuales de protección de los aloinjertos en los bancos de
tejidos, se refieren al estado de los conocimientos biológicos sobre la osteointegración de
los aloinjertos, explican los tratamientos de esterilización actuales y sus consecuencias
mecánicas y bioquímicas y concluyen en una síntesis de las indicaciones quirúrgicas en la
práctica ortopédica con resultados científicamente validados.
© 2010 Elsevier Masson SAS. Todos los derechos reservados.

Palabras Clave: Aloinjertos óseos; Banco de tejidos; Seguridad; Esterilización de los injertos;
Técnicas de reconstrucción ósea

Plan riencia, conocer mejor el potencial de los mismos y sus


límites en términos de reconstitución del capital óseo en
¶ Introducción 1
cirugía ortopédica. Los aspectos técnicos de su aplica-
ción y sus resultados a medio y largo plazo son bien
¶ Reseña histórica sobre los aloinjertos 1 conocidos y están validados. En Francia, por ejemplo, se
¶ Bancos de tejidos óseos 2 efectuaron más de 18.000 injertos óseos en 2007. Sin
¶ Origen de los trasplantes 3 embargo, esta práctica está sometida a estrictas exigen-
cias sanitarias, de modo que las indicaciones y las
¶ Evaluación de seguridad 3
técnicas de injerto deben incluir algunos parámetros
Antecedentes 3
fundamentales para asegurar un resultado óptimo.
Exámenes de laboratorio 3
Otras recomendaciones 3
¶ Tratamientos complementarios aplicados
a los aloinjertos óseos 4 ■ Reseña histórica sobre
Consecuencias mecánicas de los tratamientos
complementarios 4
los aloinjertos
Consecuencias biológicas de los tratamientos El principio del injerto articular está descrito desde la
complementarios 4 Alta Edad Media, en la leyenda del diácono Justiniano:
¶ Inmunología de los aloinjertos óseos 5 en el siglo V d. C., un monje afectado por una gangrena
¶ Compatibilidad Rh y ABO 6 se duerme mientras reza frente a las imágenes de los
santos Cosme y Damián. En sueños ve a los dos santos
¶ Principales indicaciones y resultados 6
cortar la pierna enferma y sustituirla por la de un varón
Reintervención de prótesis total de cadera 6
negro fallecido ese mismo día. Al despertar, está curado,
Reintervenciones de prótesis totales de rodilla 7
con una pierna negra y otra blanca.
Reconstrucciones óseas en cirugía tumoral 7
En 1668, Job van Meeferen habría injertado un
Aloinjertos osteocondrales masivos en cirugía
fragmento de cráneo de perro a un noble ruso. La
traumatológica 7
intervención tuvo éxito, pero el paciente fue
¶ Conclusión 8 excomulgado.
A mediados del siglo XIX, Ollier (Lyon, 1858) informó
sobre los primeros estudios que contenían un enfoque
■ Introducción científico de los injertos óseos (referidos a los xenoinjer-
tos), mientras que el primer aloinjerto óseo en el ser
Desde hace 30 años, el uso creciente de aloinjertos humano fue atribuido a Mac Ewen (Glasgow, 1878). Sin
óseos ha permitido, gracias al seguimiento y a la expe- embargo, las indicaciones seguían siendo básicamente

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“ Punto importante
Definiciones elementales de los injertos óseos
• Autoinjerto: se habla de autoinjerto cuando el donante y el receptor son la misma persona. Esta situación es óptima
desde el punto de vista biológico porque no despierta ninguna reacción inmunitaria y, si el intervalo entre la
extracción y la implantación no es demasiado amplio, permite el injerto de células vivas. Es el injerto «de referencia».
• Isoinjerto: se habla de isoinjerto cuando el donante y el receptor son individuos distintos pero con un patrimonio
genético idéntico (gemelos monocigotos, estirpes animales seleccionadas).
• Aloinjerto/homoinjerto: se habla de aloinjerto u homoinjerto (que es sinónimo) cuando el donante y el receptor son
de la misma especie.
• Xenoinjerto/heteroinjerto: se habla de xenoinjerto o de heteroinjerto cuando el donante y el receptor son de
especies distintas.
• Osteogénesis: se trata, literalmente, de «nacimiento de hueso nuevo». Los osteoblastos producen trama ósea
proteínica (con o sin reabsorción del hueso existente por los osteoclastos), que se mineraliza de forma progresiva
hasta adquirir sus propiedades mecánicas óptimas.
• Osteoinducción: aceleración, estimulación de la osteogénesis por el aloinjerto o por sustancias procedentes de éste.
En la práctica, esta propiedad sólo puede verificarse al demostrar la capacidad de inducir la formación de hueso en
un sitio extraóseo.
• Osteoconducción: propiedad pasiva de un material para recibir el crecimiento óseo, por invasión vascular y celular,
a partir del tejido óseo receptor que entra en contacto con el material. Ejemplo: hueso desprovisto de su médula y de
sus células osteogénicas. Puede ser colonizado de nuevo por células del receptor, pero de modo únicamente pasivo.
• Injerto ortotópico/heterotópico: un injerto óseo se denomina ortotópico cuando es implantado en su posición
anatómica normal y heterotópico en el caso contrario.
• Trazabilidad: conjunto de informaciones y de medidas obtenidas para seguir y encontrar con rapidez todas las
etapas desde la exploración física del donante hasta el uso terapéutico del injerto pasando por la extracción, la
transformación, la conservación, el transporte, la distribución y la asignación a un paciente. Por tanto, la trazabilidad
permite establecer un nexo entre el donante y el o los receptores. Se establece a partir de una codificación que
preserva el anonimato de las personas. El nexo sólo puede establecerse entonces en los registros del banco.
• Cuarentena: la cuarentena tiene una definición reglamentaria; se trata del plazo necesario para obtener los
resultados de las pruebas realizadas en el marco de la evaluación de seguridad del injerto y para tomar una decisión
definitiva en cuanto a su uso ulterior.
• Trasplante/implante: se habla comúnmente de implante cuando se trata de tejido inerte (por ejemplo, hueso
liofilizado previa extracción de la médula) y de trasplante si el injerto contiene células vivas procedentes del donante.

traumatológicas y el índice de infecciones era alto, a mentarios que la completan, así como las más recientes
pesar de la aparición de la antisepsia tras los trabajos de directivas europeas (2004/23/CE y 2006/17/CE), impo-
Pasteur. nen un control estricto del Estado sobre esta actividad,
Para que estas técnicas fueran viables hubo que mediante dos agencias complementarias que en Francia
esperar a la segunda mitad del siglo XX y la aparición son:
de los antibióticos. • la Agence de Biomédecine, por una parte, que lleva la
A partir de 1980, dos avances primordiales de la organización logística de las extracciones de órganos
cirugía ortopédica dieron un impulso considerable al y que garantiza una tutela «médica» consultiva, sobre
uso de aloinjertos óseos: por una parte, los progresos de todo para la actualización de las buenas prácticas
la quimioterapia, que permitieron desarrollar una cirugía relativas a los bancos de tejidos o de las recomenda-
de reconstrucción tras exéresis tumoral, sobre todo de ciones en caso de alerta sanitaria;
osteosarcomas y, por otra parte, el desarrollo considera- • la Agence Française de Sécurité Sanitaire des Produits
ble de la cirugía protésica de la cadera y la rodilla, que, de Santé (AFSSAPS), que otorga consentimientos,
debido al desgaste y el despegamiento de las piezas, resuelve respecto a la validez y la calidad de los
llevó al desarrollo de la reintervención quirúrgica. protocolos utilizados en cada banco y trabaja en los
Hoy día, las mayores exigencias de protección sanita- controles de campo, ya que posee un cuerpo de
ria obligan a aplicar protocolos cada vez más estrictos inspección específico. Los consentimientos se renue-
respecto al riesgo de transmisión de agentes patógenos, van cada cinco años. En 2007, Francia contaba con
incluidos, sobre todo para el tejido óseo trabecular, los 37 bancos de tejidos autorizados para la actividad de
tratamientos de esterilización complementarios, físicos y seguridad de los injertos óseos.
químicos. Las buenas prácticas son una referencia de obligacio-
nes cualitativas en el tratamiento de los tejidos, cuyo
cumplimiento debe asegurarse con un sistema de garan-
■ Bancos de tejidos óseos tía de calidad desarrollado en cada banco. Tales obliga-
ciones ayudan a respetar los principios fundamentales
Un banco de tejidos es una estructura encargada de la que rigen la actividad relativa al injerto de partes del
recogida, protección, posible transformación y ulterior cuerpo humano y que figuran en la ley:
distribución de los injertos óseos. • anonimato del donante y del receptor;
La ley de bioética de Francia, votada en 1994 y • trazabilidad de los injertos;
revisada en 2002-2004, y los numerosos textos regla- • gratuidad de la donación;

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• protección sanitaria de la donación (cadena de frío, Cuadro I.


transmisión de agentes patógenos, competencia del Criterios de exclusión de la donación (fuente: consejo científico
personal del banco). de la Agence de Biomédecine).
Antecedentes conocidos:

■ Origen de los trasplantes Infección o sospecha de infección por el VIH o el HTLV o la he-
patitis viral B o C
Los aloinjertos óseos actuales proceden de dos fuen- Presencia de factores de riesgo autentificados para estas infec-
tes: ciones en los últimos 12 meses
• las cabezas femorales extraídas en ocasión de artro- - parejas sexuales múltiples homo o heterosexuales, relaciona-
plastias totales de cadera, que tienen el estatuto das con el donante o con su pareja habitual
jurídico de residuos quirúrgicos. Pueden extraerse, - toxicomanía por vía intravenosa del donante o de su pareja
.
con el consentimiento del donante, en todos los habitual
centros sanitarios y luego enviarse a un banco de - accidente de exposición a sangre o derivados de ésta sospe-
tejidos autorizado; chosos de estar contaminados
• los segmentos óseos masivos, extraídos por lo general - estancia en medio carcelario
en un contexto de extracciones de múltiples órganos, Tratamiento con hormonas hipofisarias (sobre todo de creci-
en centros autorizados y bajo la supervisión de la miento) extractivas
coordinación regional de la Agence de Biomédecine.
Injerto de duramadre de origen humano
Las extracciones de tejido se efectúan después de las
Antecedentes quirúrgicos que afectan al sistema nervioso cen-
extracciones de órganos y con el corazón detenido.
tral
Los donantes no deben haber manifestado en vida
ninguna oposición a tal donación, sobre todo la Demencia o enfermedad neurológica que induce a pensar en
una encefalopatía subaguda espongiforme
inscripción de forma expresa de la voluntad negativa
al respecto en un registro nacional; sin embargo, de Antecedentes familiares que entran en el contexto de las ence-
forma sistemática se recoge el testimonio de la familia falopatías espongiformes

.
como complemento de la verificación del registro. La Hemopatía maligna
ley establece un imperativo de reconstrucción corpo- Cáncer
ral de buena calidad después de la extracción. Enfermedad sistémica

Infección generalizada activa


■ Evaluación de seguridad Enfermedades virales comprobadas o probables (sobre todo
hepatitis virales, VIH, HTLV, rabia)
Clásicamente se compone de tres fases: Tuberculosis activa, lepra
• análisis de los antecedentes;
Enfermedad parasitaria, micosis sistémica
• exámenes de laboratorio;
• nueva evaluación serológica a distancia, biología Tratamientos conocidos
molecular para el virus de la inmunodeficiencia Esteroides en tratamiento prolongado
humana (VIH) y el virus de la hepatitis C (VHC)
Irradiación, quimioterapia
realizadas de entrada o tratamiento de esterilización
secundaria del injerto (recomendaciones de la Asso- Enfermedad local
ciation pour l’Étude de Greffes et Substituts Tissulaires
Antecedentes de irradiacion o de enfermedad local conocida
en Orthopédie [GESTO], siempre válidas).
Infección bacteriana capaz de contaminar el tejido que se va a
extraer
Antecedentes
Exploración en el momento de la extracción
El análisis de los antecedentes está destinado a excluir
Adenopatías múltiples, hepatoesplenomegalia
las categorías de pacientes con mayor riesgo de transmi-
sión de un agente patógeno al receptor. Se dispone de Ictericia
un catálogo de antecedentes que, por esta razón, cons- Lesión en la zona de la extracción
tituyen criterios de exclusión de la donación. A estos Marcas de pinchazos que pudieran hacer pensar en una toxico-
criterios se añaden antecedentes capaces de alterar la manía intravenosa
calidad mecánica del trasplante o enfermedades sistémi-
cas de causa mal conocida (Cuadro I). El uso de injertos Antecedentes de vacunación para la hepatitis B
óseos en el contexto de una cirugía funcional impone VIH: virus de la inmunodeficiencia humana; HTLV: virus linfótropo de
una selección rigurosa de los injertos. células T humano.
El médico encargado de la intervención debe firmar la
ficha de extracción. Conviene precisar que la noción de
antecedente conocido no equivale a un certificado de Una anomalía en esta evaluación es un criterio de
falta de enfermedad. La ley sitúa la extracción, como la rechazo del trasplante. La prueba bacteriológica se debe
implantación del injerto, bajo la responsabilidad del efectuar de forma sistemática y la positividad de la
cirujano que realiza la intervención. misma también impone la anulación del injerto.

Exámenes de laboratorio
Otras recomendaciones
La segunda parte del protocolo de seguridad es una
evaluación biológica. La tercera parte corresponde a recomendaciones
En los textos reglamentarios se regulan hasta sus antiguas (GESTO, 1994) pero siempre válidas:
modalidades técnicas (Vastel et al) [1, 2] . Incluye las • una evaluación de biología molecular mediante
pruebas serológicas para los virus de la hepatitis B y C, reacción en cadena de la polimerasa (PCR) concer-
del virus linfótropo de células T humano (HTLV), la niente al VIH y al virus de la hepatitis C, cuyo
sífilis (usado aquí como un marcador de conducta principio es la detección directa del genoma de los
sexual «de riesgo») y del VIH (dos pruebas serológicas virus por amplificación. El interés de esta técnica,
con dos técnicas distintas y determinación del antígeno extremadamente sensible, es detectar a los pacientes
P24). que se encuentran en la fase de seroconversión viral

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pero que todavía tienen pruebas serológicas negativas; contaminantes, se usan desnaturalizantes potentes de la
al mismo tiempo, es un marcador cuantitativo de estructura proteínica (sosa, urea varias veces molar), que
infección; alteran el colágeno fibrilar y producen un cambio
• una segunda evaluación serológica, sensiblemente estructural del injerto. Las caídas de la resistencia
idéntica a la primera, que se realiza al menos 4 meses mecánica pueden entonces ser significativas (un 35% de
después de la primera extracción. Se trata de una alteración de la resistencia mecánica para un trata-
solución clásica que, sin embargo, presenta los miento con urea 6M) [7].
inconvenientes de su práctica (volver a citar al
donante). Los casos de seroconversión tardía para los Hueso cortical
virus de las hepatitis B y C no son excepcionales,
hecho que dificulta el consenso sobre el intervalo La irradiación con las dosis habituales de 25 kGy
entre ambas valoraciones. Por último, se han comu- altera en alrededor de un 20% la resistencia mecánica
nicado algunos casos sin seroconversión persistente en flexión de las capas corticales, mientras que 10 kGy
para la hepatitis C [3]; adicionales alteran en un 15% más la misma resisten-
cia [11, 12].
• un tratamiento complementario aplicado al injerto
con fines de esterilización. Este tratamiento puede ser El calor húmedo produce efectos sensiblemente
físico (irradiación gamma o beta, calor) o químico idénticos con un calentamiento de 120 °C durante
(deslipidación con etanol, disolventes, potentes 20 minutos. En este caso, la alteración de la resistencia
desnaturalizadores de proteínas). mecánica en flexión también es del 20% [13].
Los procedimientos químicos secuenciales que aso-
cian diversos productos antisépticos (etanol, metanol,
■ Tratamientos agua oxigenada, acetona, urea o sosa en concentracio-
nes variables, etc.) se han aplicado poco en el hueso
complementarios aplicados cortical.

a los aloinjertos óseos


Consecuencias biológicas
Los tratamientos complementarios aplicados al hueso de los tratamientos complementarios
tienen como objetivo acrecentar la seguridad microbio-
lógica del injerto y, por tanto, la mayoría de las veces Disminución de la inmunogenicidad
corresponden a procesos de esterilización. Las conse- de los injertos
cuencias sobre el aloinjerto son forzosas y de dos
órdenes: biológicas y mecánicas. La congelación reduce la antigenicidad de los injer-
tos [14, 15]. Los procedimientos de limpieza (físicos o
químicos), al suprimir las dianas principales de la
Consecuencias mecánicas reacción inmunitaria, es decir, las células de la médula
de los tratamientos complementarios ósea, ayudan a reducir la reacción inmunitaria del
receptor [16].
Hueso trabecular Los tratamientos físicos también reducen la antigeni-
La congelación no es realmente un tratamiento cidad del injerto al alterar las proteínas celulares y
complementario y apenas modifica las propiedades del extracelulares globulares. Es el caso de la irradiación [17,
18] o del calor [19].
tejido óseo. Sin embargo, altera mínimamente las
propiedades mecánicas del hueso trabecular [4], esto es, Los tratamientos químicos más sofisticados, que a
alrededor del 1% de alteración de la presión de ruptura menudo se aplican en el hueso esponjoso, no han sido
en las pruebas mecánicas clásicas para cada ciclo de objeto de evaluación en cuanto a sus efectos sobre la
congelación-descongelación. antigenicidad residual de los trasplantes tratados.
El hueso nativo es un material bifásico, compuesto Algunos criopreservadores, como el dimetilsulfóxido
por una fase líquida (médula ósea) y una fase sólida que (DMSO), aplicados a los aloinjertos frescos, disminuyen
explican su comportamiento viscoelástico, en especial la antigenicidad de éstos [20].
para el tejido esponjoso. La limpieza del injerto, física
y/o química, o la liofilización producen rigidez de los Posible toxicidad de algunos tratamientos
trasplantes «deslipidados» [5] con aumento de su módulo La irradiación gamma de hueso fresco congelado
de elasticidad sin que la fragilización sea, sin embargo, oxida los lípidos de la médula ósea. Los lípidos peroxi-
significativa [6]. dados desarrollan toxicidad en los osteoblastos cultiva-
La irradiación gamma o beta altera poco la resistencia dos in vitro [21]. Por tal razón, esta irradiación a veces es
mecánica de los injertos trabeculares en las dosis usuales considerada responsable de fracasos de reconstrucciones
(de unos 25 kGy); el descenso de resistencia mecánica a acetabulares a medio plazo [22, 23] . El calor podría
estas dosis es de alrededor del 2,5% [7]. Sólo adquiere producir los mismos efectos, pero los resultados clínicos
importancia a partir de 60 kGy [8]. suelen ser contradictorios [11]. En definitiva, la mayoría
El calentamiento, a partir de cierto umbral de tempe- de los tratamientos secuenciales industriales puede
ratura y de duración de exposición, altera la estructura inducir toxicidad por liberación, de tal modo que
terciaria de las proteínas fibrilares y provoca, en conse- necesita ser evaluado por un organismo independiente
cuencia, una alteración de las propiedades mecánicas antes de que pueda utilizarse en la práctica clínica.
del injerto. Esta alteración es muy variable en función
del tipo de protocolo: puede alcanzar el 60% de la
Duración de conservación en congeladores
resistencia mecánica en compresión [9] o permanecer en
los límites próximos a las alteraciones que se observan Suele considerarse como máxima una conservación
con la irradiación simple [10]. de 5 años antes de la implantación. Sin embargo, este
En procedimientos químicos más complejos se usan concepto ha sido validado por el uso y no se basa en la
disolventes apolares (acetona, benceno), soluciones demostración de un efecto biológico perjudicial de una
alcohólicas o detergentes, con el propósito de disolver conservación demasiado larga. El problema se relaciona-
los cuerpos grasos de la médula ósea y de quitar de ésta ría más bien con la calidad del envase, que puede
los elementos que se encuentren [10]. Cuando el objetivo envejecer y endurecerse, en cuyo caso expone al riesgo
es inactivar los agentes transmisibles no convencionales de perder la hermeticidad por efecto de movilizaciones
(ATNC) y no sólo eliminar las células potencialmente reiteradas dentro del congelador.

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Osteointegración de los aloinjertos óseos La osteointegración de los aloinjertos esponjosos en la


práctica clínica es entonces más lenta y más incompleta
Sólo puede conocerse perfectamente por la explora- que in vitro. Un injerto acetabular se incorpora de
ción de las piezas de exéresis y se investiga de forma forma progresiva en 12-18 meses, lo que lleva a la
sistemática a partir de estudios histológicos animales formación de un hueso «mosaico» constituido por
que, desde luego, tienen sus límites, o de análisis post hueso muerto y hueso revascularizado.
mortem en el ser humano, infrecuentes y difíciles de
interpretar [24, 25]. De una manera general, los resultados Osteointegración de los aloinjertos corticales
de los estudios revelan que los aloinjertos no suplemen- La posible falta de penetración del tejido de granula-
tarios: ción vascular contribuye a reducir y retardar la integra-
• no tienen poder osteoinductor; por lo general, sólo ción de los aloinjertos óseos corticales. La
son osteoconductores; revascularización debe seguir la osteólisis periférica
• la osificación es centrípeta, a partir del hueso hués- progresiva del hueso por los osteoclastos en el marco de
ped, lo que lleva a separar en primer lugar la fusión una renovación ósea normal. La aposición ósea en el
entre injerto y hueso huésped, en general adquirida, injerto aparece a las 12 semanas, cuando en los extre-
y la osteointegración del injerto propiamente dicha, mos del injerto se forma un callo perióstico.
más inconstante, que puede depender de la técnica La osteointegración continúa durante varios años y
quirúrgica. siempre es de carácter incompleto. En realidad, com-
prender este proceso es difícil, pues su duración es a
Injertos trabeculares
menudo superior a la duración del montaje ortopédico
La incorporación de los aloinjertos trabeculares se o de la vida del propio paciente. En condiciones favo-
hace en varias etapas. La primera depende de la calidad rables (doble cubierta de reconstrucción femoral proxi-
del lecho receptor del injerto. Allí se desarrolla una mal de M. Kerboull), la osteointegración puede ser
reacción inflamatoria con producción de tejido de significativa y alcanzar los 5 mm de grosor cortical en
granulación conjuntivovascular que infiltra el hema- 10 años [28], pero a menudo sólo corresponde a la zona
toma local [26] . Este tejido de granulación penetra subperióstica [29], en cuyo caso no se observa un límite
directamente en las mallas del tejido óseo trabecular neto entre el hueso injertado y el hueso receptor.
injertado. Estos datos estructurales explican las pocas diferencias
La penetración a partir del lecho receptor es la etapa de las mediciones, ya se trate de autoinjerto o de
que condiciona la evolución ulterior del injerto. Nece- aloinjerto en lo que se refiere al hueso cortical.
sita una fijación de buena calidad entre el hueso injer-
Aplicación de aloinjertos corticales
tado y el hueso receptor y un lecho de implantación
vivo y bien vascularizado. Sin revascularización, el La aplicación de un aloinjerto cortical a la superficie
injerto se comporta como un implante inerte aislado del del hueso produce una reacción perióstica que casi
receptor. Cuando está revascularizado, lo hace como un siempre termina en una fusión entre el aloinjerto y el
trasplante vivo (si no hay rechazo del receptor). hueso receptor [30]. Esta técnica es interesante porque en
Esta primera fase puede ser estimulada por la presen- algunos casos crea un refuerzo óseo en las zonas defi-
cia de células vivas en el injerto (que dentro de un cientes o alteradas, en particular en el marco de la
espacio de unos 5 mm de grosor se nutren por «imbibi- reintervención protésica (por ejemplo, la cortical perfo-
ción» [26]). También depende del volumen de tejido óseo rada por un vástago desprendido) o de una resección
injertado (si el volumen es demasiado grande, la pri- tumoral (zona de unión entre la resección y el hueso
mera fase sólo puede ser periférica). En los buenos casos, sano). Sin embargo, esta opción sólo puede resultar
la angiogénesis dentro del injerto permite la revascula- eficaz siempre que persista suficiente periostio debajo de
rización de éste y, al igual que en un autoinjerto, el la zona injertada; así, reconstrucciones en forma de «haz
desarrollo de anastomosis capilares en 3-4 días y la de leña» de pérdidas de sustancia segmentarias signifi-
revascularización completa en 6 semanas [27]. cativas llevan al fracaso [31]. Para tratar las fracturas
Si no existe una sensibilización previa, esta primera periprotésicas, algunos autores han usado con éxito
fase es inducida de forma moderada por la reacción varillas femorales de aloinjerto a modo de placas «bio-
inmunitaria (Goldberg encuentra, sin embargo, varia- lógicas» [32, 33].
ciones del 50-100% de revascularización con o sin
inhibición de la reacción inmunitaria). En una segunda
etapa, la reacción inmunitaria secundaria reduce la ■ Inmunología
perfusión del injerto por oclusiones capilares sucesi-
vas [20] y termina en una exclusión progresiva e incluso
de los aloinjertos óseos
en su reabsorción o bien se produce una situación de Los aloinjertos óseos son antigénicos y, por tanto,
«tolerancia inmunitaria» que permite la osteointegra- capaces de desatar una reacción de rechazo inmunitario,
ción progresiva, es decir, la formación de tejido óseo mediada por las células inmunocompetentes y dirigida
que luego se reabsorbe y es sustituido en el proceso contra los antígenos de clase I y II del complejo princi-
normal de renovación ósea, que constituye el clásico pal de histocompatibilidad de la superficie de las células
fenómeno de sustitución por invasión (creeping de la médula ósea [34, 35]. Esta reacción ha sido demos-
substitution). trada por algunos autores de forma indirecta: Goldberg
Así, a las 6 semanas puede verse in vitro hasta el 75% mejoró la revascularización de injertos esponjosos en un
de la superficie del aloinjerto trabecular cubierta por 50% al administrar un inmunosupresor; otros estudios
una nueva aposición ósea, siempre que se trate de un demuestran una aceleración del rechazo de los aloinjer-
injerto de poco volumen y en ausencia de rechazo tos de piel en caso de aloinjerto óseo previo del mismo
inmunitario [27]. donante [14, 36].
En realidad, en la práctica clínica ortopédica, los La vascularización de aloinjertos trabeculares progresa
volúmenes injertados son considerables y debe enten- de forma idéntica a la de un autoinjerto durante las dos
derse que en un injerto esponjoso coexisten todas las primeras semanas y luego declina progresivamente
opciones evolutivas. Así, zonas necróticas se comportan durante las semanas siguientes, hasta encontrar su techo
como implantes y se solicitan «en fatiga», mientras que en el 50% de la de los autoinjertos in vitro a las 6 sema-
otras zonas están vivas y se renuevan normalmente. La nas [27], lo que se relaciona con el desarrollo de oclusio-
osteointegración de un injerto de gran tamaño es, por nes capilares sucesivas por efecto de la reacción
regla general, parcial. inmunitaria (que mejora con un inmunosupresor). Sin

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embargo, algunos autores no refieren consecuencias de


esta sensibilización inmunitaria sobre la calidad de la
integración in vitro final del injerto [37], lo que permite
no tener en cuenta durante muchos años este parámetro
en la práctica clínica. Con todo, estudios más recientes
pondrían este principio en tela de juicio al establecerse
una correlación entre el resultado a largo plazo y la
compatibilidad con antígenos leucocíticos humanos
(HLA) [14].
Los tratamientos aplicados al injerto pueden reducir
esta inmunogenicidad. Así, la congelación y la liofiliza-
ción reducen la antigenicidad de los injertos. La abla-
ción de la médula ósea y de sus células suprime, de una
manera general, las dianas principales de la reacción
inmunitaria y la reduce sensiblemente. Hay aditivos,
como el DMSO, que parecen reducir la antigenicidad de
los injertos masivos corticoesponjosos y, al mismo 45°
tiempo, hacen posible la supervivencia transitoria de A B
células osteogénicas del donante en el injerto [20].
La inmunidad humoral también está comprometida, Figura 1. Principio de la reconstrucción con placa en cruz de
tal como lo demuestra la detección de anticuerpos anti- Kerboull en el acetábulo (A, B).
HLA del donante [38], pero su efecto práctico es mal
conocido.
La incorporación de un aloinjerto óseo depende Acetábulo
entonces de numerosos factores:
• el tamaño del injerto, ya que la recolonización por el Según las publicaciones, los resultados de los aloinjer-
tejido de granulación vascular sólo atañe a los injer- tos morcelados o tallados para rellenar el defecto óseo,
tos trabeculares de pequeño volumen; en general protegidos con un anillo metálico de refuerzo
• la compatibilidad antigénica sería preferible para los .
(Fig. 1), oscilan entre el 96% de buenos resultados a
injertos esponjosos, que se aproximan entonces al 10 años para Kerboull et al [43] y el 58% de fracasos a
autoinjerto [15]. Para trasplantes masivos, una reacción 10 años para Kwong et al [22].
de rechazo inmunitario que termine en la exclusión Esta variación reflejaría más bien las diferencias
completa del injerto y en su transformación en vinculadas al material de refuerzo, que debe ser sufi-
implante inerte puede corresponder a un excelente cientemente rígido como para absorber una parte de las
resultado clínico en un contexto de tolerancia inmu- presiones y evitar un fracaso precoz, pero no demasiado
nitaria. Por el contrario, una revascularización dema- como para evitar que el injerto sufra las exigencias
siado rápida y favorecida por una compatibilidad HLA mecánicas y comprometer su osteointegración. Sin
excelente, podría favorecer una reabsorción conside- embargo, se han comunicado reabsorciones tardías,
rable del injerto masivo. atribuidas por algunos a la irradiación previa del
Estas consideraciones complejas explican sin duda las injerto [23].
observaciones clínicas de Musculo et al en 1987 [39] o de Algunos casos extremos pueden necesitar aloinjertos
Enneking y Mindell en 1991 [40], quienes no encontra- masivos con el fin de reconstruir el acetábulo destruido,
ron ninguna correlación entre la compatibilidad HLA y en cuyo caso se usa un extremo inferior del fémur o un
la incorporación del injerto. extremo superior de la tibia encastrado en el acetábulo
residual, un acetábulo sellado dentro del aloinjerto, éste
protegido por un refuerzo metálico, o un acetábulo
■ Compatibilidad Rh y ABO entero de cadáver implantado y fijado con osteosíntesis
en el lugar del acetábulo extraído [44].
Las inmunizaciones sanguíneas del receptor Rh nega-
tivo que recibe un injerto de un donante positivo son Técnicas de reconstrucción femoral
infrecuentes. Stassen et al [41] no detectaron ninguna en Son las más numerosas.
una serie de 144 injertos Rh positivos implantados en Las alteraciones de la zona proximal (lisis del espolón
receptores negativos. Sin embargo, en las publicaciones de Merckel), pueden reconstruirse con fragmentos de
se han comunicados raros casos de inmunización Rh. cabezas femorales, sobre todo cervicales, encastradas a
También se ha comunicado la presencia de anticuerpos presión entre la prótesis y el fémur en el momento de
en el sistema ABO [42]. Por esta razón, en el caso de colocar el implante femoral. Estos suplementos óseos
implantaciones en la mujer en período de actividad tienden a reabsorberse sin consecuencias nefastas
genital, es clásico considerar preferible la compatibilidad respecto a la supervivencia de la prótesis [45].
sanguínea Rh, ABO y probablemente Kell. En lo que se refiere a las alteraciones más extendidas,
las tres técnicas más usadas son:
• el relleno del fémur proximal con hueso esponjoso
■ Principales indicaciones .
apretado, según la técnica de Exeter [46-48] (Fig. 2),
dentro del cual se sella el implante femoral; deter-
y resultados mina supervivencias a 10 años superiores al 90% [49].
Algunos autores recomiendan mezclar fragmentos de
Reintervención de prótesis total esponjoso y de hueso cortical, una técnica que mejo-
de cadera raría la estabilidad de los implantes y reduciría los
hundimientos iniciales que a veces se observan [50].
La reacción a los restos resultantes del desgaste del Esta técnica hace posible la carga inmediata del
par de frotación y luego el despegamiento de los injerto comprimido [51];
implantes alteran el tejido óseo de sostén, a veces de • un aloinjerto masivo mediante dos técnicas: el fémur
forma considerable. Su reconstrucción es uno de los alterado se abre en dos valvas y al fémur restante
parámetros que determinan el éxito de la reintervención distal se sella una prótesis de vástago largo, envuelta
quirúrgica. por el aloinjerto, tras lo cual las valvas se juntan y se

6 Aparato locomotor
Aloinjertos óseos y bancos de tejidos ¶ E – 14-075

embargo, de la experiencia de diversos equipos especia-


lizados en cirugía ósea tumoral se desprenden algunas
tendencias.
Tras los resultados sumamente alentadores a corto y
medio plazo de las reconstrucciones con aloinjertos
masivos realizadas en la década de 1980, empezaron a
aparecer con regularidad lisis y fragmentaciones de los
aloinjertos a partir del 7.° u 8.° año postoperatorio que
hicieron disminuir las indicaciones de forma evidente.
También impulsaron la búsqueda de montajes que
incluyeran aloinjerto y autoinjerto, libre o no y, en el
mejor de los casos, pediculado. Los principios admitidos
actualmente son de diversos órdenes [65]:
• los aloinjertos masivos osteocartilaginosos que susti-
tuyen una epífisis o una articulación en su conjunto
están ineluctablemente destinados a un fracaso mecá-
nico;
• cualquier reconstrucción masiva con aloinjerto
implica armarlo con una osteosíntesis o una prótesis;
• la adición de un autoinjerto debe ser sistemática
siempre que sea posible desde el punto de vista
técnico.
Los resultados se alteran de forma significativa por la
quimioterapia [64], que aumenta considerablemente el
índice de complicaciones (en particular infecciosas) e
influiría en el futuro del aloinjerto al alterar su entorno
biológico. En la tibia proximal o en el fémur distal, la
mayoría de los equipos prefiere usar prótesis masivas de
resección en lugar de envueltas por aloinjertos, que con
Figura 2. Principio de la técnica de Exeter. frecuencia se fragmentan y mayormente producen
resultados mediocres [66]. En la parte superior del fémur,
aun cuando este tipo de complicación se presenta a
ciñen sobre el injerto (Fig. 3) [52-54] o bien se encastra .
menudo, los resultados son sin embargo funcionalmente
un fémur de banco en el fémur del receptor por el mejores con las prótesis envueltas con un aloinjerto que
orificio proximal, según la técnica de Kerboull [55, 56], con las prótesis de resección masivas [67, 68].
en cuyo caso se sella una prótesis estándar en el En el húmero, los homoinjertos humerales tienen un
aloinjerto; índice muy elevado de seudoartrosis y de reabsor-
• por último, para pérdidas óseas corticales más locali- ción [11]. Por esta razón, en la mayoría de los casos, las
zadas (cortical femoral externa, en especial), los artrodesis de hombro se hacen con un segmento de
aloinjertos corticales pueden aplicarse y fijarse con homoinjerto tibial (con las corticales mucho más grue-
anillos metálicos. La consolidación al hueso del sas y resistentes), a lo que se añade un autoinjerto libre
receptor es casi constante [57-59]. Sin embargo, los y peroné vascularizado.
resultados no mejoran y las técnicas de reconstruc- Las resecciones pélvicas plantean serios problemas de
ción en «haz de leña» o en «broqueta» descritas por reconstrucción. Es lo que ocurre, en particular, con las
Oakeshott et al [31], destinadas a reconstruir un fémur resecciones de la región periacetabular. Si la resección es
proximal inexistente, han terminado en fracasos. limitada (conservación del techo o de una columna), es
posible hacer una reconstrucción con un autoinjerto y
Reintervenciones de prótesis totales un anillo metálico de refuerzo acetabular. Cuando la
resección afecta a toda la región periacetabular y rebasa
de rodilla el marco obturador o el ala ilíaca, Puget y Utheza [69]
Convertida en una intervención corriente desde la recomiendan una técnica interesante. Previa trocantero-
década de 1980, a veces las prótesis totales de rodilla tomía, se usan como autoinjerto la cabeza femoral y la
también provocan grandes alteraciones del capital óseo región trocantérea del paciente. El trasplante se orienta
femoral y tibial. En la mayoría de los casos, el defecto con la cabeza hacia arriba o hacia abajo y se fija a la
tibial y/o femoral puede rellenarse con fragmentos de pelvis con una osteosíntesis sólida. Luego se crea una
cabezas de banco de tejidos, en tanto que una prótesis cavidad en el macizo troncantéreo y en ella se sella un
de vástago largo sellada permitiría obtener en ocasiones acetábulo protésico. Los trocánteres mayor y menor se
una buena fijación en zona sana [60]. Cuando la altera- dejan en su sitio anatómico normal y se fijan a un
ción de los cóndilos óseos es más importante, los aloinjerto mediante osteosíntesis, lo que permite
fragmentos de cabeza de banco pueden atornillarse con reconstruir el fémur proximal (cabeza femoral de banco
el fin de restaurar la curvatura acetabular [61, 62]. En un o epífisis), envuelto sobre el vástago protésico femoral.
estadio más avanzado, cuando la tibia y/o el fémur han
quedado reducidos a un estado de cuernos, pueden Aloinjertos osteocondrales masivos
usarse epífisis masivas que se tallarán para luego ser
encastradas en el cuerno óseo restante (Fig. 4). Con el
en cirugía traumatológica
propósito de estabilizar el injerto se aplica una prótesis La sustitución de un platillo tibial hundido y des-
de vástago largo que pasa a modo de puente sobre el truido con un aloinjerto de platillo tibial fresco, en la
aloinjerto [63] o una osteosíntesis con placa-tornillo [64]. urgencia o a distancia, permite recuperar una rodilla
útil, hasta el punto de que en dos tercios de los casos
Reconstrucciones óseas en cirugía no se necesita una artroplastia total tras 12 años de
evolución [70]. Sin embargo, para esta técnica se necesita
tumoral un aloinjerto fresco no congelado. Con los aloinjertos
La multiplicidad de las situaciones observadas difi- congelados los resultados son claramente menos
culta la descripción de técnicas estandarizadas. Sin favorables [71].

Aparato locomotor 7
E – 14-075 ¶ Aloinjertos óseos y bancos de tejidos

Figura 3. Reconstrucción con aloin-


jerto masivo en un fémur con abertura
bivalva.
A. Principio.
B. Aspecto preoperatorio.
C. Aspecto postoperatorio.

• la calidad del lecho receptor, sobre todo su vasculari-


zación;
• un régimen óptimo de las fuerzas mecánicas que
atraviesan el injerto: ni demasiado, ni demasiado
poco.

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Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo original: Vastel L. Allogreffes osseuses et banques de tissus. EMC
(Elsevier Masson SAS, Paris), Appareil locomoteur, 14-015-A-10, 2010.

Disponible en www.em-consulte.com/es
Algoritmos Ilustraciones Vídeos / Aspectos Información Informaciones Autoevaluación Caso
complementarias Animaciones legales al paciente complementarias clínico

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