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En el artículo estudiado vemos como se planeta de manera critica, pero a la vez

de una manera preocupante, la forma como la corte constitucional en línea con


jurisprudencias de la corte interamericana de derechos humanos se pronuncia de
forma peligrosa sobre cómo se afronta desde las instituciones y las leyes el tema
de la discapacidad; que como bien se entiende, es la falta o limitación de alguna
facultad física o mental que imposibilita o dificulta el desarrollo normal de la
actividad de una persona.

La corte constitucional, como lo refleja en las sentencias C-066/13 y C-042/17,


plantea la discapacidad como algo individual pero relacionado y medido por las
barreras interpuestas por la sociedad, es decir para la corte la discapacidad radica
en las barreras sociales y la sociedad misma, lo cual se materializa en que el
mundo es un sistema construido y contemplado para personas sin limitaciones y
no en la persona que como tal tiene una cierta dificultad física, el autor ve esto de
manera preocupante toda vez que con esta posición la corte podría permitir la
manipulación genética disgenesica, es decir la creación de personas con
discapacidades y deficiencias.

En contra de lo anterior y de lo que refleja la corte en las sentencias mencionadas


y a nuestro buen entender, la discapacidad como bien se ha dicho es una
particularidad individual, por tanto compete a cada persona discapacitada y la
función de la corte en este caso debería ser mas bien de velar o intervenir para
que en la sociedad estas discapacidades de cada personas sean mas llevaderas
por ellas, es decir diseños de estructuras y arquitectura incluyente para que las
personas discapacitadas puedan incorporarse en la sociedad de una manera
óptima y digna.

De acuerdo con lo anteriormente planteado y a la posición de la corte, está en


juego la importancia del Bioderecho, el cual es un derecho aplicado al ámbito
biomédico, capaz, entre otras cosas, de abrir nuevos plexos normativos, identificar
nuevas categorías de daños antijurídicos, dotar de valor constitucional a nuevos
derechos subjetivos individuales y posibilitar la emergencia de mayor certeza
jurídica en el ámbito regulatorio de la biomedicina. Por tanto, el Bioderecho debe
servir para legislar en pro del bienestar de las personas; esto es, su proyecto de
vida, su vida de relación, la calidad de sus experiencias vitales, la posibilidad de
satisfacer sus deseos y aspiraciones, la capacidad de desarrollar y desplegar sus
talentos, y gozar de los bienes y belleza del mundo, entre otros. Y cuando vemos
que la corte esta sentada en planteamientos como los antes vistos, surge la
importancia del Bioderecho, el cual es capaz de identificar nuevas posibilidades de
daños y de perjuicios en la aplicación de técnicas genéticas sobre la vida, En
efecto, un episodio de manipulación genética tendenciosa que busque, por
ejemplo, introducir deficiencias en el embrión humano (manipulación genética
disgenesica), que puede dañar no sólo la identidad genética de un individuo, sino
que también su autonomía y proyecto de vida, entre otros.

Conclusión

Como conclusión, la posición del legislador plantea las limitaciones en el orden


social y no en las personas que tienen alguna condición fisica diferente,
estableciendo un criterio que identifica barreras sociales que dificultan el normal
desarrollo y una vida normal para estas personas. Se hace necesario crear una
hoja de ruta amplia que incluya a estas personas y les permita establecer sus
proyectos de vida, con todas y las mismas garantías para quienes son
considerados personas normales. En este aspecto, es de suma importancia el
aporte del bioderecho ya que se establece como la disciplina que puede abrir un
camino desde lo científico hasta lo jurídico, con el fin de garantizar una mejor vida
para estas personas.

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