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·~

pesar de una larga tradición de enseñanza en Europa y


en América del Norte, la Literatura Comparada tuvo
hasta ahora poca difusión en América del Sur, y sóto
desde hace diez años se han organizado los primeros congresos y
se ha introducido esta materia en algunas universidades. El futu-
ro, sin embargo, se presenta favora~le, porque no puede dudar-
se de que la comparación de las distintas culturas constituirá una
forma insoslayable de investigación literaria ideal también en
América del Sur, donde se están llevando a cabo importantes
proyectos de renovación en las formas de la colaboración cultu-
ral.
Así, en momentos en que esta disciplina asume nueva relevancia
entre las distintas vertientes de investigación literaria, conviene
evaluar el interés que puede investir para los sudamericanós.
Este libro trata de hacer justamente esto. Para lograrlo, recons-
truye la trayectoria de los estudios comparados de literatura -
contrastando las orientaciones clásicas con las más recientes- y
examina las contribuciones, también latinoamericanas, de la teo-
ría literaria .en aspectos fundamentales del análisis comparativo.
Tania Fran.co Carvalhal, doctora en Teoría Literaria y Literatura
Comparada por la Universidad de Sao Paulo, es profesora titular
de Teoría y Crítica Literaria en los cursos de postgrado de la Uni-
versidad Federal do Rio Grande do Sul, _en Porto Al.egre. Fue
miembro del Executive Council de la Asociación Internacional de
Literatura Comparada y hoy es Presidente del Comité de Investi-
gaciones sobre "Problemas y Métodos" de la AILGIGLA- Actual- --
mente, es directora del Instituto Estadual do Livro.

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Diseño de Tapa:
Elías Rosado
Indice

l. Literatura comparada: los comienzos .................... 11

Sobre la noción de comparatismo ...................................... . 11


Breve historia ...... ...... .. .. ......... .. .. ................... .......... ... ........ . 13
En territorio francés ...... ....... .......... ... ...... :......................... . 14
L " Traducción del portugués de Hugo Echagüe. Luigi Volta
tradujo los capítulos "La literatura comparada en América
del Sur", "La enseñanza y la investigación", "El rol de las
En otros países ............................. ..... ..... .. .... ... ........ ... ... .... . . 16
Literatura comparada y literatura general.. .................... . 17
asociaciones nacionales", "Un ejemplo de intertextualidad:
1 dos lectores de la 'gauchesca', J. L. Borges y Simoes Lopes Las propuestas clásicas ............................................... ..... .. 18
i Neto", "Las lecturas del Martín Fierro" por J. L. Borges" Las grandes "escuelas" ...................................................... . 19
l
y "Las convenciones de la' gauchesca de Simóes Lopes
Neto". Se agradece al profesor Osear Steimberg por su
1
asesoramiento.
1 2. Las contribuciones didácticas ................. ..... .... .. .... . 23
i
r Los manuales franceses ..................................................... . 23
¡· El manual brasileño ............... ........... ..... ......... .......... ...... .. . . 25
1 !
¡ Los pioneros .......................................... ... ................... .. ... .. . 27
1
1 Las "fuentes" cuestionadas .... ... ........ ........... ..... ... .. .. ........ ... 31
!
1
De vuelta a los franceses ................................................... . 34
Etiemble: un caso aparte ............... .... ................... ............. . 39
©Ediciones Corregidor, 1996
Rodríguez Peña 452 (1020) Bs. As. La literatura comparada en América del Sur .... .. ..... .... .. .. 40
I.S.B.N.: 950-05-0931-8 La enseñanza y la investigación ....................................... . 47
Hecho el depósito de ley El rol de las asociaciones nacionales ............................. .... . 48
Impreso en la Argentina

7
,. . :·R. N uevas orientaciones comp ~,_vatistas ........... ....... ... · fl . Comparatismo y desco:-::rij z.ación literaria....... . ........ . 109
'•
Consideraciones finales ... .,. .............. .. ............ .. ... ........ .. .... 113
El comparatismo en crisis ............. ................................... .. 51
¿Tenía razón René Wellek? .............................................. .. 54 6. Vocabulario crítico . .. .. .. ...... .. .. .. .. .. .... .. .. .. .. .. .. ...... .. ... ... 117
El "modelo" estructuralista .............................................. .. 57
Las innovaciones metodológicas .. .................... .. ........... ..... . 59 7. Bibliografía comentada ... .. .. ...... .. .... .. ..... .. .. ... .... .. .. .... 119

4. El refuerzo teórico .. ... .. .. .. .. .. ... ... ... .. . .. .. .. .. ... ... .. .. .. .. ... .. 63

Teoría literaria y comparatismo ............ ....... .... .. ....... ... ..... 63


El diálogo (difícil) de los textos ................ .. ......................... 67
Imitación X invención................. ................... ....... ....... ....... 70
Un ejemplo de intertextualidad: dos lectores de la
11
f; "g~uchesca", J. L. Borges y Simoes Lopes Neto.... ......... 72
Las lecturas del Martín Fierro por J .L. Borges........ ......... 75
Las co?ve~ciones de la gauchesca de
Simoe'S'::lopes Neto... ...................... ........................... ....... 79
Edipo y Layo en la encrucijada .......:.................................. 85
La tradición según T.S. Eliot...... ................. .... ................... 88
J.L. Borges y la función de los "precursores"..................... 90
Aún Borges: las nocio~es de autoría y originalidad.......... 94
La recepción productiva ...................... :.... ....... .................... 96
La interdisciplinariedad ............ ........ ...... ................... ... ..... 100

5. Literatura comparada y
dependencia cultural ... ......... ... .. ...... .................... ...... 103

Analogía y dependencia..... .................. .............................. . 103


Diferencia y dependencia .. .. .. .... ... ... .. .. ..... .. .. ... .. .. .. .. .. .. ... .. .. 105
La voracidad antropofágica. .... ............... .. ... .. ............... ..... . 106

8 9
1
Literatura comparada:
Jos comienzos ·
'

Sobre la noción de comparatismo

A primera vista, la expresión "literatura comparada" no


presenta prob~emas de interpretación. Usada en singular, pero
11
generalmente comprendida en plural, desiITT.1--ª·-una forma de
f! ~~~~tiga~i§~__literaria que confronta dos o más literaturas. . .
Sin embargo, cuando comenzamos a tomar contacto con
trabajos clasificados como "estudios literarios comparados",
i
1 percibimos que esa denominación acaba por rotular investiga-
¡ ciones muy variadas, que adoptan diferentes metodologías y
:l
.,' ; que, por la diversificación de los objetos de análisis, conceden a
t~ 1

la literatura comparada un vasto campo de acción.


Paralelamente a un denso bloque de trabajos que examinan
~1
1,
la migración de temas, motivos y mitos en las diversas litera..
:
turas, o buscan referencias de fuentes y señales de influencias,
encontramos otros que comparan obras pertenecientes a un
mismo sistema literario o investigan procesos .de estructuración
de las obras. La diversidad de estos estudios acentúa la comple-
jidad de la cuestión.
Más allá de eso, la dificultad de llegar a un consenso sobre la
naturaleza de la liter~tura comparada, sus objetos y métodos,
crece con la lectura de los manuales sobre el tema, pues en ellos
encontramos gran dt'vergencia de nociones y de orientaciones
metodológicas. Muéhos huyen de estas cuestiones. Otros dan
cuenta de las. tendencias tradicionalmente exploradas sin

11

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problematizarlas. Algunos tienden .a una conceptualización eración fundamental del an~lisis, pas~ a to~ar_ ~ires de
generalizadora. · Y están incluso los que prefieren restringir a ~étodo -y comenzamos a pensar que tal mvestigac1on es un
determinados aspectos el alcance de los estudios literarios "estudio comparado".
comparados. ir entonces que la literatura comparada
S e pue d e dec , ' . 0
Como se ve, no es fácil caminar en esta Babel. m ara no por el procedimiento en sí, smo porqu~ ,. ~om
co p analítico e interpretativo, la comparación pos1b1hta a
Y el sentido de la expresión "literatura comparada"· se
recu~so de estudio literario una exploración adecua~a de sus
complica aún más cuando constatamos que no existe solamente
ese p~; de trabajo y el alcance de los objetivos a que tiende .
una orientación a ser seguida, sino que, a veces, se adopta un . caro d'
cierto eclecticismo metodológico. En estudios más recientes, En síntesis, la comparación, incluso en los estu ws compa-
vemos que el método (o: los métodos) no antecede al análisis, rados, es un medio, no un fin. .
como algo previamente elaborado, sino que se deriva de él. Poco unque ella no sea exclusiva de la literatura compa-
Pero, ª
a.poco se torna más claro que "literatura comparada" no puede do entonces por sí so1a, definnr
· l es su empleo
a,
ser entendida solamente como sinónimo de "comparación". ra d a, no Pudien , ' .
sistemático lo que caracterizará su accionar.
Ante todo, porque ése no es un recurso exclusivo del compa- Sin embargo, si bien ya se está intentando poner luz en la
ratista. Por otro lado,Tá- com¡l"araCión no es·unmétodo -espe~i­ - d d finiciones no conviene adelantarlas . Se espera
fico, sino un procedimiento mental que favorece la ge~e~iliza­ marana e e. an naturalmente
' de las cons1·d erac1ones
· po ste -
11 ción o la difer-encfación. Es un acto lógico-formal del peil:';-~~ que e11 as sur]
L riores. tud ·
diferencial (de proceso inductivo) paralelo a una actitud totali-
V amos ahora, a retroceder en la trayectoria de 1os es ~~s
zadora (deductiva).
coro arad~s para que se pueda comprender cómo la exp~es~on
Comparar es un procedimiento que forma parte de la estruc- ''lit!atura comparada" comenzó a ser emple~da, qué s1gmfi-
tura del pensamiento· del hombre y de la organización de la . . do hasta difundirse ampliamente con las
cultura. Por eso, valerse de la comparación es un hábito genera- cados f ue a d qurrien ,
lizado en diferentes áreas del saber humano e incluso en el acepciones que hoy le damos.
lenguaje corriente, donde el ejemplo de los proverbio.s ilustra la
frecuencia del empleo del recurso.
La crítica literaria, por ejemplo, cuando analiza una obra,
Breve historia

El s~gimiento de la literatura comp~rada est á vinc~l~do


muchas veces es llevada a establecer confrontaciones con obras
de otros autores, para dilucidar y para fundamentar juicios de
con·l ; -cortjep.i;_e_ge pensamie!l~<!__C~~mopohta que .caract~nzo al
valor. Compara, entonces, no solamente con el objetivo de
SiglÓ. XIX, época en que c~n:marar .e structuras o .fenomeno_~
j ..;: conduir sobre la naturaleza de los elementos confrontados sino, -- -- · . ·1 fin
. . lid d de extraer leyes generales, fue dom1
1' principalmente, para saber si son-iguales o diferentes. Es bien análogos, con a a ª
cierto que en la crítica literaria se usa la comparación de nanté en las ciencias naturales. '
manera..ocasional, p~es en ella comparar no es sustantivo. p 1 demás el adjetivo "comparado"' derivado del latm
Sin embargo, cuando la comparación es empleada como c~m o~r:tivus, y~ era empleado en la Edad_Media. En 1598,
p . M l utili· za en el título de su Discurso comparado
recurso preferencial en el -estudio crítico, convirtiéndose en la Franc1s eres o

12 13

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de n nestros poetas ingleses coh:.'..fos poetas griegos, latinos e ·~·. Parece haber sicl.o Abe:..:Yran<;:ois Villemain quien se er,.:~:r:gó
italianos, y vamos también a encontrarlo en designaciones de -·~·de divulgar la expr esión, usándola en los cursos sobre litera-
obras de los siglos XVII y XVIII. En 1602, William Fulbecke tura del siglo XVIII que dictó en la Sorbona en 1828-29. En su
publica Un discurso comparado de las leyes, y poco tiempo · obra Panorama de la literatura francesa del siglo XVIII, emplea
después surge la Anatomía comparada de los animales varias veces no sólo la expresión "literatura comparada", sino
salvajes, de la autoría de John Gregory. también "panoramas comparados", "estudios comparados" e
Pero es, sin dudas, en el siglo XIX que se dará la difusión del "historia comparada". También J.-J. Ampere, en su Discurso
término, bajo la inspiración de las Lecciones de anatomía sobre la historia de la poesía (1830), se refiere a la "historia
comparada, de Cuvier (1800), de la Historia comparada de los comparativa de las artes y de la literatura" Y reemplea el
sistemas de filosofía, de Degrand (1804), y de la Fisiología término en el título de la obra de 1841, Historia de la literatura
comparada (1833), de Blainville. francesa en la Edad Media comparada con las literaturas
Frecuente, por tanto, en los títulos de las obras científicas y extranjeras. Es gracias a Ampere que la expresión ingresa en la
caracterizando su orientación, la comparación se transfiere a órbita de la crítica literaria, vía Sainte-Beuve, que hace el
los estudios literarios por una especie de contagio. En la obra elogio fúnebre de ese autor en la Revue des Deux Mondes, consi-
De Alemania (1800), de Mme. de Stael, la inclinación al estable- derándolo el fundador de la "historia literaria comparada".
11 cimiento de analogías no sólo dirigirá el espíritu de la investiga- Sin embargo, para que se complete la descripción del
h ción, como estará presente en el subtítulo: "De la literatura contexto francés, en el cual se consolida en definitiva la inclina-
considerada en sus relaciones con las instituciones sociales". ción comparatista aplicada a la literatura, hay que agregar a
esos dos nombres el de Philarete Chasles quien, en 1835, se
encarga de formular algunos principios básicos de la que consi-
En territorio francés deraba que era una "historia literaria comparada".
:¡l ' ' 1 ~ ;

·~ Dice:
Aunque empleada ampliamente en Europa para estudios de
ciencias y lingüística, es en Francia donde más rápidamente la -
"Nada vive aislado, todo el mundo toma de todo el mundo:
e){presión "literatura comparada" se afirmará. Allá el empleo 1
este gran esfuerzo de simpatías es universal y constante"
del término "literatura" para designar un conjunto de obras era
!: aceptado sin discusión desde su aparición, con esa acepción, en
el Diccionnaire philosophique de Voltaire, en tanto que en Parte de ahí para proponer una v1s1on conjunta de la
Inglaterra y en Alemania, a la palabra "literatura" le costó más historia de la literatura, de la filosofía y de la política en sus
ganar ese concepto. cursos dictados en el College de France (1841).
Ya en 1816, los autores Noel y Laplace publican una serie de Están ahí ya esbozadas las nociones, tanto de vinculación
antologías de diversas literaturas b-ajo el rótulo general de entre literatura comparada e historiografía literaria como de
Curso de Literatura Comparada. 'A pesar del título, se trata
apenas de una colección de textos escogidos, sin ninguna preo- l Transcripto de BRUNEL, P.; PICHOIS, C.;-ROUSSEAU, A.M. Qu'est-ce que la
cupación por confrontarlos. littérature comparée? París, Arrnand Colin, 1983, p . 19.

14 15

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------ -· ~ --·- --- -·- -----·--·-· -
préstamo" 1ue, rn.w o veremos, caracterizarán a . Üls estudios En ' ngb i.Hra, cabe a Hutcheson Ma ca~.:lay Posnett la
comparad\,.:5 considerados clásicos. primó.d a en el uso de la expresión, en 1886, en un libro teórico,
No es de sorprender, entonces, que la primera cátedra de titulado Comparatiue Literature .
literatura comparada surja en Francia, en Lyon, en 1887, En Italia, De Sanctis enseñará literatura comparada en
. ~:
seguida de la creación de otra, en la Sorbona, en 1910. En esos Nápoles a partir de 1863. Y los Estados Unidos esperarán el
dos lugares trabajaban grandes comparatistas, como Joseph giro del siglo para ver surgir los estudios comparados, cuando
Texte, Fernand Baldensperger y J.-M. Carré. se crean departamentos de literatura comparada en las univer-
El rápido desenvolvimiento del comparatismo literario en . sidades de Columbia (1899) y Harvard (1904). Habiendo adop-
Francia fue favorecido por la ruptura con las concepciones esté- tado inicialmente las orientaciones francesas, el comparatismo
ticas y con 10s juicios formulados en nombre de valores tenidos norteamericano estará marcado después por los estudios de
por intemporales e into.cables, preconizada por el historicismo Irving Babbitt.
dominante. La difusión de la literatura comparada coincide, por En Portugal hay que referir, después del "precursor" Teófilo
lo tanto, con el abandono del predominio del llamado "gusto Braga, el estudio "literatura comparada e crítica das fontes" de

,, ·: . clásico", que cede ante la noción de relatividad, ya estimulada, Fidelino de Figueiredo, inserto en su libro A crítica literária

!:
.::i desde el siglo XVII, por la Querelle des anciens et des modernes . como ciéncia (1912), como trabajo pionero en el enfoque de la
En ese contexto, las nociones de evolución, continuidad y cuestión metodológica.
derivación se integran con facilidad a los ideales "cosmopolitas"
vigentes, siendo animadas, incluso, por la visión romántica que,
en su búsqueda de ex9tismo, alimentó el interés por literaturas
;¡ . ,
diferentes .
Literatura comparada y literatura general
l'
.,
1 ~ ' '
.f
" Indiferente a los lugares en donde se expandió, la literatura
En otros países comparada preservó la denominación con que los franceses la
divulgaron, siendo incluso imprecisa y ambigua. Por eso,
muchas veces sufre la competencia de la expresión ''literatura
En Alemania, parece haber sido Moriz Carriere quien general", también de uso corriente en francés y en inglés, con la
adopta, por primer vez, la expresión "uergleichende Literatur- cual es frecuentemente asociada. Están ambas, por ejemplo, en
geschichte" (historia comparativa de la literatura), después las denominaciones de las asociaciones de comparatistas (véase
difundida como "uergleichende Literaturwissenschaft" (ciencia la Société Frani;:aise de Littérature Générale et Comparée) o de
comparativa de la literatura). La intención de Carriere, que se publicaciones especializadas, como Cahiers de Littérature Géné-
ocupó de la evolución de la poesía, era la de integrar la litera- rale et Comparée, caracterizando una actuación conjunta de
tura comparada a la Historia General de la Civilización. Es estudiosos de las dos disciplinas.
incluso en Berlín que surge el primer periódico de la disciplina La distinción ente las dos expresiones ha constituido un
comparatista, el Zeitschrift der ue-rgleichenden Literaturges- punto de discusión permanente. Algunos autores consideran a
chichte (1887-1910), editado por Max Koch. la literatura general como un campo más amplio, que abarcaría

16 17
~?tudios
el de _los comparados. Otros, .como René Wellek y
frances Etiemble 2, no establecen diferencias entre ellas.

1921 por Fernand Baldensperge.r y Paul Hazard, veremos que,
en l_a época, los estudios_compara~os seguían dos orientaci~nes
La denominación "literatura gene al" t b., . d básicas y complementarias. La primera era la de que la validez
. r am ien es asocia a a . · · , · ·
la. de "literatura mundial" , más COnoci"da por e1 t'ermino
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rre t i-
de las COIDparaCIOneS literartaS dependía de la existencia de un
teratur,
. . acuñado
. por Goethe en 1827 . Aun que se aya pres a d o
h t contacto real y comprobado entre autores y obras o entre
a distmtas mt~r~:etaciones, ese término fue utilizado por autores y países .
Goethe en oposic10n a la expresión "literaturas nacionales" La identificación de tales contactos abría camino para los
para ilustrar su concepción de una literatura de "fondo común':¡. estudios de fuentes y de influencias; con eso, las investigaciones
c~m_puesta por la totalidad de las grandes obras, especie d~ ! que se ocupaban de establecer filiaciones y de determinar
biblioteca de obras _maestras. Pero, más allá de ese significado, ! imitaciones o préstamos recibían un gran impulso. Al mismo
p~demos entender mcluso el término, de acuerdo con el pensa- ¡ tiempo, crecía el interés por el acompañamiento del destino de
miento de Goethe, como la posibilidad de interacción de las lite- , las obras, la "suerte crítica" de ellas fuera de su país de origen.
raturas ente sí, corrigiéndose unas a otras . ¡ Se multiplicaban las publicaciones del tipo "Goethe en
. Como y
a se iJo, e emp eo e a palabra por Goethe tuvo :;
d .. l 1 d 1 Francia", "Taine e Inglaterra".
,, mnume~able~ ,interpretaciones, pero importa aquí acentuar que .
la aproximac10n entre las expresiones "literatura comparada" y :
La segunda orientación determinaba la definitiva vincula-
ción de los estudios literarios comparados con la perspectiva

"literatu~a. gene~al" deja transparentar todavía el espíritu de ! histórica. En este contexto, la literatura comparada pasa a ser
cosmopolitismo literario que favoreció el surgimiento de ambas ¡ vista como una rama de la historia literaria. Tal vinculación se
en el siglo XIX. debe al hecho de que la nueva disciplina había atraído de
pronto la atención de los historiadores literarios, como Ferdi-
~ 1 ' nand Brunetiere. Éste, al dictar un curso de literatura compa-
i ~ i:: rada en 1890-91, lanza los presupuestos de una historia de los
Las propuestas clásicas grandes movimientos literarios en el mundo occidental con base
en la comparación ente ellos. Otro conocido historiador literario
_ Es en los primeros decenios de este siglo que la literatura francés, Gustave Lanson, investiga, en la misma época, la
co~parada gana estatura de disciplina reconocida, volviéndose influencia de la literatura española en las letras clásicas fran-
obJeto de enseñanza regular en las grandes universidades euro- cesas, y Emile Faguet, al dirigir la Reuue Latine, de 1902 a
peas_ Y n?rteamericanas y dotándose de bibliografía específica y 1908, adoptará como subtítulo de la publicación, "Journal de
publicac10nes especializadas. Littérature Comparée".
Si nos remontamos a los estudios considerados clásicos en
es~e cam~o Y a propuestas como la qué está expresada en el
primer numero de la Revue de Littérature Comparée, creada en Las grandes "escuelas"

ETIEMBLE. Ensa_yos d~ literatura (verdaderamente) general. Madrid,


2
Las dos orientaciones referidas están en la base del cuerpo
'[;~:)~s, 1977. (Essais de littérature [uraiment) générale. Paris, Gallimard,
de doctrina del comparatismo clásico francés. La mayoría de los

18 19
.. ''
manuales ad0pt a la denominacif¡p "esc?~la francesa" para con facilidad rwcionei:; t.eóricas, en particular los principios que
designar un grupo representativo 1de estµ dios en donde predo- rigieron el N ;w CrÚicism -movimiento crítico que se desen-
minan las relaciones "causales" entre obras o entre autores, volvió a partir de los años '30 en los Estados Unidos. --
manteniendo una estrecha vinculación con la historiografía Más allá de privilegiar el análisis del texto literario en detri-
literaria. Así, la designación indica menos una restricción mento de las rel~·cio-nes entre autores u obras, los compara-
geográfica que la adopción de determinados principios , que tistas norteamericanos aceptan los estudios comparados dentro
asumieron también carácter doctrinario en varios países, pues de las fronteras de una única literatura, actuación recusada por
el comparatismo literario fue dominado por personalidades la doctrina clásica francesa. Sin tener un programa (o doctrina)
francesas durante mucho tiempo. establecido, los comparatistas norteamericanos tienen en René
La denominación "escuelas" comenzó justamente a ser Wellek su portavoz más expresivo. Las reflexiones de Wellek
empleada cuando René Wellek se opuso al historicismo domi- adquirieron, muchas veces, carácter polémico y fueron respon-
nante en los estudios comparados de los maestros franceses , sables por la escisión mencionada entre las dos orientaciones
produciendo una escisión entre la supuesta "escuela" francesa y básicas, fortaleciendo las divergencias entre ellas .
otra, norteamericana . El empleo del término, por lo tanto, Los comparatistas soviéticos, que tienen en Victor Zhir-
sugiere la formación de dos bloques radicalmente diferentes. munsky a una de sus figuras más importantes, adoptan, como
Sin embargo, la incompatibilidad entre ellas no es tan grande priricipio básico, la comprensión de la literatura co~o producto
como se podría suponer, pues entre los comparatistas nortea- de la sociedad. Se preocupan, sobre toClo, -eñ -d.istiÜguir entre
mericanos hay muchos de orientación historicista y, por otro anal9gías_tipol6gj.cas e_j:rµportaciones culturales (otra forma de
lado, la más reciente publicación sobre la producción compara- d~signar las "influencias"), q_u~ siempre corresponden a situa-
tista en Francia, el volumen titulado La recherche en littérature ciones similares en la evolución social. Entre ellos, se desta~a el
générale e comparée en France (Aspects et problemesJ3 (1983) checo Diónyz Durisin, heredero del estructuralismo de Praga,
confirma la multiplicidad de orientaciones seguidas y los cuya contribución detallaremos más adelante.
variados campos de actuación de los estudiosos franceses . Para-
Cabe todavía referir aquí que la _µivestiga_ción ~~II1P!ll".?tista
lelamente a trabajos que perpetúan los rasgos más convencio-
en Alemania, dominada sobre todo por ~ri cnterió-de unidad, en
nales, están los que renuevan las orientaciones clásicas, sobre
la tradición legada por Goethe y por todo el romanticismo
todo en el dominio de la mitopoética. Por eso, al utilizar _el
alemán, se orientó inicialmente hacia los estudios de temas,
t érmino "escuelas" es preciso tener en cuenta esos aspectos y
motivos y personajes literarios que circulan en la literatura de
que la intención clasificatoria sólo tiene sentido con relación a
distintos siglos o de distintos países. Actualmente, se vlielve
un enfoque clásico de los estudios literarios comparados.
hacia los estudios de imagología, de casos fronterizos y de rela-
Al lado de la orientación francesa, también se acostumbra a ciones literarias, habiendo, entre otros lugares, desenvuelto
designar como "eii_~~elas" a la nort:eameri<:ana y la so'{i.Jtjca. esos estudios en los centros comparatistas de Aachen y
La primera, despojada de inflexiones nacionalistas, se Bayreuth.
distingue de la francesa por su mayor eclecticismo, absorbiendo Hagamos, ahora, la lectura de algunos manuales para que
las referencias esbozadas se aclaren a través de obras de
3 PAGEAUX, Daniel-Henri, org. Paris, S.F .L.G.C., 1983.
carácter didáctico que sintetizan las diferentes orientaciones.

20 21

- - -- -· ---·---- ·- -- - - ······- - - ---- -~ - · -· .. . ·----------· - - -- - - - -


)~ ·
2
Las conf ribuciones didácticas
Los manuales franceses

El carácter normativo de la orientación francesa deriva de la


existencia de un gran número de libros sobre literatura compa-
rada, responsables por la difusión de sus propuestas en
distintos países.
La inclinación hacia la ordenación de datos y la fijación de
nociones orientadoras ya caracterizan, por ejemplo, la obra
clásica de Paul Van Tieghem, publicada en 1931 1.
El autor define el objeto de la literatura comparada como el
estudio de las distintas literaturas en sus relaciones recíprocas.
Van Tieghem distingue literatura comparada de literatura
general, considerando a la primera más analítica y responsable
de estudios binarios. La literatura general correspondería a
una visión más sintética, pudiendo abarcar el estudio de varias
literaturas.
En la propuesta de Van Tieghem, la literatura comparada
pasa a ser un análisis preparatorio a los trabajos de literatura
general. En verdad, la intención del autor era elaborar una
Historia Literaria Internacional, que se organizaría en tres
etapas: la lústoria de las literaturas nacionales, la literatura
comparada (que se ocuparía de la investigación de afinidades)
y, finalmente, la literatura general, que sintetizaría los datos
antes recogidos.

1 La littérature comparée, Paris, Armand Colin, [1931) 1946.

23
Esta propuesta manifiesta un interés humanístico al desear Como se ve, J.-M. Carré prolonga las orientaciones de Van
esclarecer "los lazos espirituales que unen a tantos hombres de Tíeghem, reforzando la ihclin~ción historicista en los estudios
una misma generación". Van Tieghem veía en la literatura comparados en detrimento de una perspectiva de crítica
general una doble ventaja: textual. Así dirá Carré que la literatura comparada

"ante todo permite, mejor incluso que la literatura compa- "no considera esencialmente a las obras en su valor original,
rada, al historiador literario de una nación comprender más sino que se dedica principalmente a las transformaciones
plenamente a un escritor, una obra, observarlo sumergido que cada nación, cada autor, impone a sus préstamos" (p. 8).
en el medio literario internacional al cual pertenece; consti-
tuye además, y por sí misma, una disciplina histórica de las Aun cuando ya no profesa el binarismo en los estudios
más penetrantes y eficaces" (p. 175) comparados, defendido por Van Tieghem, Carré adhiere a los
principios básicos por los que aboga su antecesor.
Esta rápida transcripción ya permite que se vea que el autor Con todo, no fue sólo en Francia que la Biblia de Van
confiere a la literatura comparada un carácter complementario, Tíeghem tuvo seguidores. En Brasil, su discípulo más fiel fue
volviéndola subsidiaria de la historiografía literaria y de la lite- Tasso da Silveira, quien es autor de un manual brasileño. Inte-
ratura general. La actuación del comparatista, de ese modo, resa ver, por lo tanto, en lo que sigue, en qué aspectos Tasso da
quedaría restringida a la pesquisa de "hechos comunes a dos Silveira se atiene a las lecciones del "maestro".
literaturas parecidas".
No es otra la orientación que predominará entre varios
comparatistas franceses, siendo adoptada, por ejemplo, por El manual brasileño
Simon Jeune 2 y Jean-Marie Carré. Este último así se expresa:

Tasso da Silveira, en su libro Literatura comparada 4 , sinte-


"La literatura comparada es una rama de la historia lite- tiza su desempeño como profesor de la "nueva" disciplina en la
raria: es el estudio de las relaciones espirituales eñtre las entonces Facultad de Filosofía del Instituto Lafayette (después
naciones, relaciones de hecho que han existido entre Byron y Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Guana-
Puchkin, Goethe y Carlyle, Walter Scott y Vigny, entre las bara). Su adhesión a Van Tíeghem es integral: la obra de 1931
obras, las inspiraciones, hasta entre las vidas de escritores le provee los datos fundamentales de sus propuestas compara-
pertenecientes a distintas literaturas"3. tistas. Por lo tanto, lo que se venía mencionando como orienta-
ción clásica francesa encuentra en Brasil a uno de sus más
fervorosos seguidores. Siguientj.o las huellas de Van Tíeghem,
2Littérature générale et comparée, Paris, Minard, 1968. F. Baldensperger, Fr. Loliée y A. Dupouy, Tasso da Silveira
3 CARRÉ, J.-M. Prefacio. En: GUYARD, M.-F. La littérature comparée. Paris,
P.U.F., 1951; trad. bras. A literatura comparada. Sao Paulo, Difusáo Européia
4 Rio de Janeiro, Ed. GRD, 1964.
do Livro, 1956, p. 7.

24 25
insistirá en la busca de fuentes y de Wfluencias, ocupándose:fte
erudición, que de adiestr amiento en técnicas ~e anúl::sis. Su
casos de imitaciones o préstamos. Para él,
tarea es, .sobre todo, la caza de indicios. No es difícil entender,
entonces, por qué califica al comparatista de
"en literatura comparada se procede a comparaciones de
carácter especial y con finalidad positiva. Con la finalidad, "crítico sui generis a quien directamente no incumbe el
extremadamente fecunda para la historia del espíritu, de análisis de la obra literaria en su estructuración intrínseca,
verificar la filiación de una obra o de un autor respecto de ni la exégesis de los sentidos múltiples de esa obra" (p. 35).
obras y autores extranjeros, o de un momento literario o de
la literatura interna de un país respecto de momentos litera-
rios o de literaturas de otros países" (p. 15). Y agrega:

"Su tarea específica es apenas una: establecer filiaciones


En todas las importaciones pasivas, las ideas son aceptadas
entre obras y autores de un país y obras y autores de otro o
sin contestación. El libro de Tasso da Silveira no escapa a la
de otros países" (p. 36).
regla: absorbe integralmente las sugestiones de sus maestros
franceses, cuya receta era detectar influencias, buscar identi-
dades, o diferencias, restringiendo el alcance de la literatura Como se ve, un vuelo aún muy restringido.
comparada al terreno de las aproximaciones binarias y a la Sorprende la adhesión de Tasso da Silveira a los autores
constitución de "familias literarias". La terminología que franceses mencionados, el no aprovechamiento de las contribu-
adopta corresponde a los objetivos trazados: se refiere a "indi- ciones que algunos intelectuales brasileños prodigaban en sus
cios reveladores", "filiación'', "importación", "reacciones provo- trabajos de crítica literaria, con fuerte inclinación compara-
cadas", "fuentes". Dentro de esta misma orientación y para tista. Si las hubiese considerado, es posible que, ya en su época,
poder dar cuenta de ella, traza el perfil del comparatista como el manual brasileño pudiese contener sugestiones renovadoras,
un superhombre de erudición, el cual detenta no sólo el amplio recogidas en su país, y que no se hubiese dejado llevar hasta tal
c.o nocimiento de varias lenguas, sino también el de las respec- punto por el vicio sistematizador de las orientaciones que
acogió. Veamos algtU_?.as de esas contribuciones.
tivas literaturas", además de conocimientos sobre relaciones

"políticas, sociales, filosóficas, religiosas, científicas, artís- Los pioneros


ticas y literarias, incluyendo las traducciones y los datos de
recepción de la obra en un público dado" (p. 37). Hay que destacar la vinculación, en Brasil, de la perspectiva
comparada con los estudios filológicos de las primeras décadas
de este siglo. Por eso interesa examinar la inclinación en Joao
A este estudioso de saber enciclopédico no debería faltarle la
Ribeiro, quien ya en Páginas de estética (1905)5 dedica un capí-
frecuentación de las obras menores, de aquellos autores de los
tulo a la literatura comparada.
que la historia literaria apenas refiere. La formación, por lo
tanto, del comparatista se da más en términos de bagaje, de 5 2• ed. Rio de Janeiro, Livr. Sao José, 1963. p. 133-136.

26
27
Es un artículo corto ·1ue no deja de teneúf..tleas iut.eresantes. ámbito de '::-, ~ir;eratura compara1:·.~,, los ;!-_ :~ntos populares y las
Vale la pena transcribii una de ellas: leyendas debido al anonimato de sus productos. Decía él:

"Me refiero a la literatura comparada: pero no a esa en que "Esto es folklore, no es historia literaria; pues ésta es Ja
se cotejan y se confrontan escritores de varias razas y historia del pensamiento humano vista a través del arte de
estirpes. Poco importan (a la luz en que estoy ahora) los escribir" (p. 89).
influjos recíprocos entre los hombres de genio, cuánto
influyó Petrarca en Camoes, Cervantes en Reine, Plauto en
De ahí el ostracismo de la literatura antigua y medieval en
Moliere. Me refiero, por el contrario, a un aspecto esencial los cursos dictados en la Sorbona en la época de Van Tieghem .
de la crítica histórica que es menester fundar y desenvolver"
(p. 133).
Joao Ribeiro seguía, por el contrario, la orientación germá-
nica, en la cual la Stoffge$chichte exploraba la literatura
popular en el análisis de temas y mitos, en cuanto ya abogaba
Ahora es comprensible que Joao Ribeiro adopte, en su época, por la tesis de la interrelación entre literatura escrita y litera-
una perspectiva histórica. De ahí su intención de entender la tura oral, defendida, mucho más tarde por críticos como R.
literatura comparada como "crítica histórica". No obstante, es Wellek y A. Warren en su Theory of Literature (1949)6.
curioso su desinterés por el juego de las confrontaciones, carac- Al nombre de J oao Ribeiro se podría con seguridad agregar
terístico de la forma clásica de la disciplina, previendo para ella el de Otto Maria Carpeaux, el de Eugenio Gomes y el de
una actuación "crítica'', incluso sin desvincularla de la historia. Augusto Meyer. Aun bastante diferentes entre sí, esos autores
También es comprensible que una los intereses lingüísticos tendrían en común la inclinación hacia el comparatismo, que se
; 1
a los literarios, pues es una implícita noción de lengua como manifiesta en sus obras no de manera apenas ocasional, sino
sistema lo que lo lleva a considerar la existencia de una litera- reiteradamente.
tura orgánica, popular, espontánea, que correría paralelamente O.M. Carpeaux adopta la comparación como uno de los prin-
a la literatura oficial. Es justamente esa literatura no regulada cipios para los estudios que desarrolla en su HistÓria da Litera-
por normas la que J oáo Ribeiro gustaría ver confrontada- con la tura Ocidental 7 y en varios ensayos dispersos en obras de
otra, la impresa. Dice: crítica. Frecuentemente se dirige hacia el rastreo de fuentes o
hacia problemas de traducción, convirtiéndose, también, en
"Quisiera que le trazasen las fronteras y me dijesen en qué ejemplar "intermediario", difusor entre nosotros de autores
proporción se aleja de ella esa otra literatura nuestra, europeos poco conocidos. Kafka, por ejemplo, fue uno de los
erudita, reflexiva, artificial, tardíamente creada, sobre- escritores que Carpeaux se encargó de divulgar para la intelec-
tualidad brasileña.
puesta y moldeada sobre el gran arte popular" (p. 135).
6
New York, Harcourt, Brace & World , 1963 (primera ed . 1949)· trad . esp.
Teoría literaria. Madrid, Gredos, 1966, 4• ed. '
La observación es tanto más curiosa si recordamos que,
C~PEAUX, O. M. Hist6ria da Literatura Ocidental. 8 v., Río, Ed. O
7

siguiendo a Baldensperger, P. Van Tieghem llega a excluir del Cruze1ro, 1959-1966.

28 29
t t.1.•_·

Tarr.~áén F_\tgenio Gomes manifiesta en v~~j as publicaciones . No .~.Bja tampoco Eugenio Gomes de insinuar su intuición del
la tendencia comparatista que cristaliza, definitivamente, en ' procc.o creador de Machado, al observar que, en Quinr::as
Machado de Assis - lnfiuencias inglesas (1939) 8 , donde trata de Borba, y por el habla del personaje, que el autor de la novela
identificar esas fuentes en la obra del autor de Brás Cubas, deja transparentar su apego a Pascal. De alú el comentario en
sugiriendo incluso que entre ellas se encuentra la de Víctor el cual acentúa
Hugo. E. Gomes las registra con precisión, en pesquisa exhaus-
tiva y criteriosa, lo que convierte a su libro, que no es una inves- "la manera como la cultura, absorbida y asimilada por el
tigación acabada a nivel interpretativo, en valioso material escritor brasileño, se incorporaba a su economía creadora"
hacia un análisis comparado en Machado de Assis . (p. 12).

Igualmente interesante es la "Introducción", donde E.


Gomes rebate las críticas de Silvio Romero , que acusara a
Machado de imitar a Sterne. Después de reconocer los influjos Las "fuentes" cuestionadas
del humour anglosajón en la obra de Machado de Assis, dice E.
Gomes:
..
, Las "fuentes" machadianas fueron un constante estímulo
para los críticos del autor. Augusto Meyer se ocupó de ellas en
"Sería irrisorio indagar, como el crítico de Minhas contra-
un ensayo sobre el capítulo del "delirio" de Brás Cubas. Al
di<;oes, si Machado era como Swift o como Sterne. (. ..)Si no
' '··
1: hubiese tenido la intuición del humour, por cierto, no
perseguir la figura de la Naturaleza o Pandora hasta sus proba-
,; bles fue~tes remotas, completa el estudio evocando la imagen
hubiera bastado, para ejercerlo tan finamente, una simple
machad1ana de la cabeza como "un vientre de rumiante" para
asimilación del proceso de tal o cual humorista extranjero.
decir que allí es
! •• (. .. ) Pero digamos a su favor que no sólo los humoristas
"
; ;: anglosajones cayeron en el mismo inconveniente, así como
fueron, a su vez, tributarios de otros, no habiendo ninguno "donde todas las sugestiones, después de mezcladas y tritu-
absolutamente original" (p. 10). radas, se preparan para una nueva masticación, complicado
quimismo en el que ya no es posible distinguir el organismo
asimilador de las materias asimiladas ..."9.
Sin dudas, Eugenio Gomes, siguiendo una tendencia de la
época, adopta una explicación psicologizante (el humour como
"espíritu de temperamento"), mas astutamente refuta las Machado, por lo tanto, provee al crítico la metáfora
acusaciones de mera imitación hechas a Machado, insertándolo "alimentar" del proceso creador, que no está lejos de la visión
en una "familia de humoristas" que se remonta a Rabelais y, al "antropofágica" de Oswald de Andrade.
hacerlo, convierte a todos los del linaje en "geniales plagia- Pero no es sólo con relación a la obra de Machado de Assis
dores". que Augusto Meyer ejercitó sus búsquedas de fuentes, en
9
81° ed. Bahía, 1939; 2° ed. Río de Janeiro, Pallas/INL, 1976. Léase también, del MEYER, Augusto. O delírio de Brás Cubas. En: _ _ , Machado de Assis
mismo autor, Espelho contra espelho, Río de Janeiro, Ipe, 1948. 0935-1958). Rio de Janeiro, Livr. Sao José, 1958, p. 196.

30 31
permanente sugestión de Ernst Robert Curtius, de quien Incluso provocada por una tendencia de .crítica psicológica,
· promovió la traducción de la obra Literatura europea y E{i,ad la valorización de las "divergencias" es el dato fundamental en
Media latina (1948) 10 , por el Instituto Nacional del Libro. la observación de Meyer, que las ve surgir del análisis textual
Buenos ejemplos de rastreo de "tópicas" son los ensayos riguroso, como muestra en el siguiente pasaje:
insertos en Camoes o Bruxo e outros estudios (1958). Aparte de
éstos, es necesario poner en relieve el estudio sobre el poema de "Quien quiera evitar los riesgos más graves que en todo
Rimbaud, Le bateau iure- Análise e interpretar;ao (1955), donde momento amenazan la viabilidad del estudio de las fuentes,
bien la metodología escogida se esclarece. Elaborado para un considere siempre, con la mayor cautela, los siguientes
curso de Teoría de la Literatura que el autor dictó en la aspectos de la cuestión: a) el peligro de suponer que a cada
entonces Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de pasaje de una obra debe necesariamente corresponder una
Brasil, en los años '50, caracteriza al estudio su tono didáctico y fuente específica, o 'pasaje paralelo'; b) el 'hipnotismo de la
la preocupación en definir conceptos y elucidar puntos de vista. fuente única', en la expresión del profesor Morize; c) la
Comienza Meyer por una discusión sobre "temas y fuentes", confusión entre simple semejanza y dependencia directa.
minimizando el valor de la investigación de las tópicas para el Más allá de eso, en la gran mayoría de los casos, la aproxi-
análisis crítico-interpretativo del poema. Como dice: mación de textos, de acuerdo con la técnica de los 'pasajes
paralelos', se da sin estar acompañada de un análisis estilís-
1.;
tico y carece por lo tanto de valor concluyente. Nunca será
"por más que Curtius renovase y ampliase la vieja Stoffges- posible en tales casos definir la naturaleza de la influencia, o
chichte, la monótona historia de temas, de motivos e influen- incluso comprobar si hubo de hecho influencia, y trazar debi-
cias literarias, la validez relativa de aplicación del método, damente los límites entre imitación, adaptación, asimilación
conforme con los casos tratados, continúa siendo un factor y originalidad" (p. 22-23).
; 11· preponderante en las tentativas de exégesis" (p. 19).
i ¡;;
La orientación estilística es dominante en los análisis
Para él, se trata de un salto inicial, pues, textuales emprendidos por Meyer y caracteriza el estudio sobre
Rimbaud; pero interesa aquí destacar la justeza de la descon-
"reconocida la filiación de Rimbaud y su parentesco poético fianza que demuestra en relación con las búsquedas de influen-
más próximo, todavía falta_demostrar que él es lo contrario cias y, principalmente, ante los paralelismos binarios sin
de un epígono y, por consiguiente, subrayar aquello en que carácter interpretativo tan frecuentes en los estudios tradicio-
diverge de sus modelos; no el lado coincidente o pasivo, de nales de crenología.
cera plasmable, en que se reflejan a las influencias, sino la De Joáo Ribeiro a Augusto Meyer, por lo tanto, y en los otros
fuerte marca singular de su personalidad" (p.22). dos autores referidos, hay una postura diversa de la de Tasso
da Silveira, pues en ellos se expresa la perspectiva crítica que
impide la absorción pasiva de las nociones extranjeras. Por el
10 CURTIUS, E. R. Europiiische Literatur und lateinisches Mittelalter, Bern, A.
contrario, las hacen pasar por la criba de sus precauciones de
Francke Ag. Verlag, 1965, 5ª ed. lectura.

32 33
ier 1 t~ . : .
relevami .·~1to de datos sobre lo que un autor lP-yó
él d~
~ ot ro. p ara
El simple recorriJo pru~:ba que, si tuviésemos que escripir la
J

' j ";,. . : ..

historia del comparatismo en Brasil, habríamos de recorrer los


estudios puntuales, dispersos en diarios y libros de crítica lite-
raria, pues ahí están, sin duda, las más creativas contribu- "la literatura comparada es la historia de las relaciones lite-
rarias internacionales. El comparatista se coloca en las fron-
ciones.
teras lingüísticas o nacionales, controla los intercambios de
temas, ideas, libros o sentimientos entre dos o varias litera-
turas" (p. 15).
De vuelta a los franceses
D~ acuerdo con lo que él propone, el comparatista es una
La visión obliterada que se tiene de la literatura c~mparada
especie de fiscal de "tránsito" o intercambio intelectual. Así en
como un estudio restringido a exhaustivos relevamien~os,
su con~epció°:, el término relación se convierte en palabra cl~ve,
verdaderos ejercicios de erudición que, muchas veces, impre-
pues s1 no moste contacto real, sea de un hombre con un texto
de una obra con un público, de un viajero con un país se cierr~
sionan más por el esfuerzo de la pesquisa que por la agilidad de
las interpretaciones resultantes, deriva, en general, de las
e~ do~inio de l~ literatura comparada y comienza el "de la pura
propuestas que conocemos a través de manuales que sobre-
histona de las ideas, cuando no de retórica".
cargan el aparato de investigación sin suscitar actitudes
Los buenos propósitos de Guyard no aciertan los objetivos
críticas. q?e se proponen: al definir, restringe. Exigiendo la comproba-
Es el caso, por ejemplo, de la obra de Marius-Frarn;ois
ción de los contactos o relaciones, deja de considerar relaciones
Guyard, La Littérature con:iparée, traducida en Brasil en 1956 y
más generales, derivadas de afinidades naturales o movidas
bastante conocida. por condi~ioi:iami.entos de época o de género, que también
1. No se puede decir que el autor no estuviese movido por pueden existir e mteresan al comparatista. Más allá de eso
¡ :~
·~
buenas intenciones: él quiere dirimir dudas sobre la naturaleza c.ualquier. proposición metodológica que intenta hacer en s~
de los estudios comparados, intentando dar a la disciplina una libro ~e d1~uelve en consejos prácticos a quien se dedica a los
definición objetiva. Ya.en la introducción dirá que estudios literarios compara~os. Indica "caminos" y éstos se
reducen a la investigación de fuentes y de influencias compro-
"el inevitable paralelo, de 1820 a 1830, entre Shakespeare y badas, al acompañamiento del destino de las obras fuera del
Racine, pertenece a la crítica o a la elocuencia; investigar lo país de origen o al movimiento de las ideas, la interpretación de
que el dramaturgo inglés conoce sobre Montaigne y lo que de ~n país por la imagen que de él se hace en el extranjero 0
él transportó a sus dramas, es literatura comparada" (p. 9). mcluso, al análisis de los "intermediarios", elementos que favo~
recen la difusión de un texto o de un autor. Limita el alcance de
la literatura comparada a un elemento secundario de la litera-
Pero las buenas intenciones del autor valen poco: Guyard tura, al estudio de datos que están "alrededor" de lo literario, al
insiste en la distinción entre crítica y comparatismo, perjudi- ~bstr,aer todo análisis crítico de los textos . Por eso, hoy, el
cando la comprensión de ambas actividades, pues si a la mteres del libro de Guyard es mucho menor de lo que su suceso
primera destina el paralelismo, a la segunda cabe apenas el

35
34
.
de rel ac10nes de hecho • P' ''''
·· · ·lnmos que no existe snlt<ción :l.e
uu<;: l:l.l an11náaba. Al definir la literatt..ra comparada como
"hist .: ·~·ia de las relaciones literarias ü r;;c:rn.acionales", las «:".: continuidad" (p. 103).
comp . ~,nde <: . m o simple comercio internE>~ic!~ al de cultura y
prop• '::rn la .nvestigación de esas relaciones apenas en sus p a pesar de la nueva apariencia, los resulta~os no se
aspectos más superficiales. alter~:: Si ya no establecen la subordinació~ de la litera::~:
En la expectativa de superar a su antecesor, Claude Pichois arada a la literatura general, pues qmeren ace~tu.
y André-Michel Rousseau elaboran otro manual, de igual título: comp t . dad entre ellas todavía insisten en "comc1den-
La littérature comparée (1968) 11 . El libro de Pichois y Rousseau c~roplem~n _a ne influencias" c;mo el interés central del compa-
es realmente más rico y actualizado en sus informaciones, como ~:~~:.ªE~~~: ela intención de caracterizarle la actuación que
también más abarcativo en los conceptos y en las propuestas.
afirmarán:
No obstante, se desenvuelve en un plano idéntico al de Guyard,
acabando por tratar sobre todo de "intercambios literarios
"Estudiar la invención de la tragedia en Grecia, su tr.as-
internacionales" y ocupándose, como aquél, de la caracteriza- .. l · lo XVI su d1fu-
ción de los elementos que intermedian estos procesos. La acep- plante hacia Roma, su resurrecc10n en e s1g ' .
tación que ganó ese manual (la segunda edición, de 1971, se sión en toda Europa, el interés que suscita en la ac.t~ahdad,
agotó con rapidez) estimuló el surgimiento de una tercera es obra del comparatista. Meditar sobre la noc10n ~e lo
, . mo Niºetzsche en El nacimiento de la tragedia, o,
versión con título nuevo -Qu'est-ce que la littérature comparée? tragico, co d l
"tl
~
(1983) 12- y la colaboración de un tercer coautor, Pierre BruneL más recientemente, George Steiner, en La muerte e a
1 En ver~ad, la nueva formulación gana en interés por su tragedia, es ser filósofo literario" (p. 105).
1
}
carácter más dialéctico y por la discusión en torno de las contri-
buciones teóricas recientes . Los conceptos no están tan rígida- El pasaje transcripto da muestra de. la fragilidtadd~e leal
¡¡' mente propuestos, de acuerdo con el espíritu del libro, cuyo . e dispone a es u iar
;:
título interrogativo evoca la instigación de Sartre en el célebre distinción efectuada, porque qmen s . 1 fl . , sobre lo
1 . .
surgim1en o
t de la tragedia no puede eVItar a re exion
1 ensayo "Qu'est-ce que la littérature?", de 1949. Para ilustrarlo,
basta transcribir lo que dicen los autores sobre la distinción trágico. , a
entre literatura comparada y literatura general: A esar de que la nueva versión de esta ?bra te~~a un
~ p , "moderna" y conceptos teóricos meJor ~xplicitados,
orma. m~s. afirmados en las dos ediciones antenores perma-
l.
! "La literatura general es el estudio de las coincidencias, de los prmc1p:os Dicho de otro modo, las consideraciones teóricas
las analogías; la literatura comparada (en el sentido estricto necei:den VIgo~iegan a actuar sobre las formulaciones p:ec~­
del término) es el estudio de las influencias, pero la litera- acogi as no . 'tulo final ("Vers une defin1-
tura general es también literatura comparada. E incluso si dentes, modificándolas .. As1, e~ cap1 ente los textos de las
comprendemos bajo ese último término apenas los estudios tion") acaba reproduciendo mtegral~ de litera-
ediciones precedentes, como reafirmac1on del concepto
tura comparada antes adoptado:
11 París, Armand Colín, 1968.
12 París, Armand Colin, 1983.

36 37

l 1

L-.-·
"La literatura comparada es. -el arte metódico para la Etiemble: un caso aparte
pesquisa de lazos de analogía, de parentesco y de influencia,
para aproximar la literatura a otros dominios de expresión o El trayecto, si bien rápido, por los manuales más conocidos,
de conocimiento, o también los hechos y los textos literarios revisa la bibliografia existente con la finalidad de destacar los
entre ellos, distantes o no en el tiempo y en el espacio, con la aspectos esenciales de cada propuesta para que sea posible
condición de que pertenezcan a distintas lenguas o distintas
contrastarlas.
culturas, formen parte de una misma tradición, con el fin de
mejor describirlos, comprenderlos y apreciarlos" (p. 150). Así, ese vuelo panorámico por territorio francés, lejos de ser
·e xhaustivo, se ocupó apenas de los textos que están mejor divul-
gados en Brasil. Dejó de lado, por ejemplo, una contribución
Tal definición privilegia el estudio de semejanzas (analogías fundamental, la de Etiemble, sucesor de Carré en la Sorbona.
y parentescos, en la perspectiva hasta aquí rastreada), sin En verdad, lo hizo intencionalmente, pues ese autor merecería
ocuparse de las eventuales diferencias. Esto no sólo limita la un capítulo especial por la singularidad de sus reflexiones. En
naturaleza de la investigación y cercena su alcance. Al apro- Comparaison n'est pas raison (1963) 13 o en Essais de littérature
ximar elementos parecidos o idénticos y ocuparse sólo de ellos, (vraiment) générale (1974), Etiemble se esfuerza por rebatir la
el c6mparatista pierde de vista la determinación de la peculia- distinción entre literatura comparada y literatura general y
ridad de cada autor o texto y los procedimientos creativos que sustentar un concepto que ignore divisiones políticas y límites
caracterizan la interacción entre ellos. En fin, deja de lado lo geográficos, pues, para él, las literaturas asiáticas tienen la
que interesa. Paralelamente, al preconizarse la idea de "filia- misma importancia que las europeas. Es, en fin, un humanista
ción", la definición se ampara en un concepto de tradición en el en la acepción exacta del término. Sus afirmaciones llevan a
cual la cronología (o anticipa<'.ión) se convierte en criterio domi- muchos a situarlo más cerca de la "escuela" norteamericana
nante y expresión de excelencia, como prueba de originalidad. que de la francesa, por el cuestionamiento constante a que
Y, en la formulación, apenas interesa aproximar elementos que sometió al comparatismo tradicional. Su posición es, por
pertenezcan a la "misma tradición", aquí sinónimo de linaje, ejemplo, frontalmente contraria a la de Guyard, en el que
como refuerzo a la afirmación de identidades. critica la extremada perspectiva nacionalista. Se opone
Más allá de eso, la definición de literatura comparada como Etiemble a cualquier postura ch~uvinista y a todo provincia-
"arte metódica" nada dice sobre su actuación metodológica y la nismo, previendo para el comparatista la tarea de reconocer
imprecisión terminológica inicial está presente incluso en la que
expresión "apreciarlos", con que concluye el pasaje citado .
Así, en el libro de los autores Pichois, Rousseau y Brunel, a "la civilización de los hombres, donde los valores se inter-
pesar de las modificaciones introducidas respecto de las dos
cambian desde hace milenios, no puede ser comprendida,
primeras ediciones, parece darse un paso atrás cuando se
apreciada, sin referencia constante a esos intercambios,
conceptualizan los procedimientos comparatistas y se
cuya complejidad impide, sea a quien fuere, organizar
reafirman las propuestas clásicas de la "doctrina" francesa, sin
que se integren las implicaciones teóricas a las que refiere.
13 Comparaison n'est pas raison (La crise de la littérature cornparée). Paris,
Gallimard, 1963.

38 39
-1

nuestra disciplina
:
qm relación a una lengua o a un país,
, .
privilegiados entre tódos" (p. 15).
.
¡
~ misma época del surgimiento de las div~~j>~s , literatu'ras suda- ,_
mericanas, que se constituyeron como rairiás de las literaturas
1
j europeas, en particular la española y portuguesa, con las cuales
Etiemble comprende una "interdependencia universal de las .t las nuevas literaturas han sido comparadas' desde su inicio. En
naciones", expresión de Karl Marx para quien las obras de una efecto, estas literaturas emergentes han mantenido una rela-
nación se vuelven propiedad común de todas las naciones. ción estrecha con las de las metrópolis durante todo el período
Propone el estudio de obras parecidas sin tener en cuenta sus colonial; el mismo proceso de su autonomía se caracteriza por
posibles contactos o derivaciones; le interesa determinar lo que una tensión permanente entre las literaturas que se afirman y
denomina "invariantes literarias", esto es, la unidad de fondo aquellas de las que son las herederas.
de la literatura como totalidad. En este sentido postula una Así, pens_a r las literaturas sudamericanas y analizarlas ,
poética comparada. significa, como primer paso, examinar las relaciones interlite-
La singularidad de la postura de Etiemble viene de su posi- rarias a través de las cuales se han constituido y que explican
ción en el contexto clásico francés. Divergiendo de J.-M. Carré, muchos de los rasgos que las identifican. Las cuestiones
a quien sucede en la cátedra de la Sorbona, Etiemble extiende centrales de estas literaturas (como por otra parte, de un
el interés comparatista hacia los contextos no europeos al modo general, de las literaturas latinoamericanas), vale decir
mismo tiempo que se dedica a estudiar largamente El mito de la búsqueda de la identidad, el conflicto entre lo particular y
Rimbaud . Por otro lado, recusa el estudio de problemas margi- lo general, lo nacional y lo cosmopolita, la vacilación entre ló
nales a la literatura, que olvidan a los textos en sí mismos. Por local y lo universal, los procesos creativos de apropiación y de
eso, en Comparación no es razón ("La crisis de la literatura transformación literarias, el papel de la aculturación, de la
comparada"), juzga duramente los métodos y concepciones deculturación y de la transculturación, los contactos y la
convencionales que insisten en investigar solamente cuestiones cercanía de fronteras, etc. , siempre han sido, y aún son hoy,
periféricas. Propone la combinación de dos métodos que eran temas privilegiados del campo de los estudios comparatistas.
considerados tradicionalmente incompatibles, el de la investi- :P"ara evocar un ejemplo antiguo, no es por casualidad que los
gación histórica y el de la reflexión crítica. primeros historiadores de la literatura de Brasil, los europeos
F. Bouterwek, S. de Sismondi y J.F. Denis, que _p or otra parte
eran los tres partidarios del pensamiento de Mme de Stael,
siguieran en su trabajo el método histórico-comparatista. En
La literatura comparada en
efecto, J. Ferdinand Denis, el primero que se. oé'{i"pÓ -d~J."~-Úte­
América del Sur
ratura de Brasil en sí misma en 1826, comprendió muy bien
que esta nueva literatura poseía características propias que
A pesar de su larga tradición en Europa y en América del era necesario comparar con las de las literaturas consolidadas
N arte, en América del Sur la literatura comparada adquiere un y que sus autores <;lebían insistir sobre la expresión de los
estatuto de disciplina académica y se convierte en un campo "colores locales" y renunciar a la imitación de otras litera-
reconocido de investigaciones sólo a partir de los años '60 . Sin turas. Inicia su -trabajo con una larga digresión preliminar en
embargo, la comparación era ya una práctica constante en la la que defiende la _originalidad de las diversas naciones,

40 41

1
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.:., •• 1 ' - ;;,;-'(-1 : ; ·.. u
declarándose contra H';; : mitaciones y las dc~~.c ~ñac.! ·y.·:.2.~s cultu- Es m ;·2 (;Urioso aún advertir. -~n e, .':\rc_~.\P. pequeño libro de esté-
rales 14 .
. '1-!.~ J° :: .~{...
tica li.i,-:.: aria titulado Pági· :.1s dE .,..,tética 15 , el crítico brasi-
leño Joao Ribe!ro hace referencia a un comparatismo por el
Esta orientación naci0nalista, casi propedéutica, que carac-
cual "se comparan y se enfrentan escritores de razas y
teriza los primeros momentos de la literatura brasileña,
orígenes diferentes", para subrayar que él mismo no quiere ya
regresará muchas veces, sobre todo en la época modernista,
ocuparse de influencias, pero que quisiera se.rvirse de la
en los años '20. Estas breves consideraciones bastan para
crítica histórica para retornar a las fuentes populares de la
explicar por qué la perspectiva comparatista es casi intrínseca
literatura. Admitiendo la existencia "de una literatura orgá-
al estudio de estas literaturas. Así, a pesar de su difusión
nica, popular y espontánea" desarrollada paralelamente a una
tardía como disciplina institucional, un comparatismo natural literatura "erudita, reflexiva, artificial y creada tardíamente",
y espontáneo fue practicado muy temprano en la América del Joao Ribeiro quería estimular estudios comparatistas suscep-
Sur. Una inclinación comparatista natural orientó a los tibles de trazar sus intersecciones .
primeros críticos locales del continente hacia el_.estableci-
Antes de él, en 1887, Tobías Barreto había ya publicado un
miento de comparaciones entre las creaciones literarias
ensayo titulado Tra1;os de literatura comparada do século XX 16 ,
locales y las de las literaturas europeas que ya poseían uria
que seguía de cerca los estudios del danés Georg Brandes, que
tradición asegurada. Por una parte, estas comparaciones
él había leído en alemán. En este contexto, no es sorprendente
servían para fijar criterios de valor; por la otra, se trataba de
que un profesor de derecho y de literatura de Bahía, Almachio
identificar los modelos que habían tomado pie en sus países, o
Diniz, haya escrito en 1909 una obra publicada en 1911, titu-
que favorecían el descubrimiento de nuevas formas de expre-
lada Da Estética na Literatura Comparada 17 , título en el cual
sión. Es verdad que la materia literaria, llena de "color local",
el nombre de la disciplina gana relieve. Este libro formaba
se encontraba muy cerca de lo& escritores, pero las técnicas
parte de un ambicioso proyecto de once volúmenes, del cual és~e
narrativas o los recursos poéticos debían ser buscados en otro era el primero (y aparentemente el único) en aparecer. El
lugar. Esta fórmula debía servir también para la crítica lite- quería hacerlo seguir por un volumen titulado Los clásicos en la
raria. De allí deriva la fortuna en América del Sur de las Literatura Moderna, para llegar a un último libro con el título
ideas de Brunetiere, de Lanson y más tarde de H. Taine. De de El principio de lo bello en la evolución de la novela brasileña.
allí también proviene el buen cono.cimiento que tenían los En el prefacio de su primer volume_n dedicado al portugués
primeros historiadores y críticos literarios sudamericanos del Theophilo Braga (uno de los pioneros de la crítica comparada en
pensamiento de Paul Hazard, de Baldensperger y de otros Portugal), al brasileño José Verissimo (historiador literario
comparatistas de primera hora. No es raro, por ejemplo, ver muy famoso en Brasil), y al francés Max Nordau, el autor hace
citar los nombres de P. Van Tieghem, de A. Farinelli Y de
Etiemble, por parte de escritores como Augusto Meyer, 15 RIBEIRO, Joii.o . Páginas de Estética. Rio de Janeiro, Livraria Sao José, 1905.
Eugenio Gomes u Otto Maria Carpeaux, para limitarnos a 16 BARRETO, Tobias. Trar;os de literatura comparada do século XX, Salvador,
mencionar sólo tres críticos brasileños de los años '40 Y '50 . 1887. . H
17 DINIZ Alrnachio. Da Estética na Literatura Comparada. Rio de Janeiro, ·
Garnier Livreiro-Editor 1991. Sandra Nitrini, en su estudio "Ern torno da lite-
14 DENIS, J . Ferdinand. Résumé de l'Histoire Littéraire du Portugal.sui~i.du ratura ~amparada" en: Boletim Bibliográfico/ Biblioteca Mário ~e Andra~e, v.

Marinetti, sua escola, sua vida, sua obra em literatura comparada 1 (1926).
Résumé de l'Histoire littéraire du Brésil. París, Lecoint et Durey, Libra.mes, 47 {1/4) Sao Paulo, 1986, ~enciona otros dos. ensayos de A. Dm1~ sobre F. T.
1826.

42 43
el elogio de la literat ura comp[lrada, género de estudios que él güismo literBJ1.o, la literatura del exilio y el desfase cronológico
practica C•'mo ciencia, porque..p ara ál "las leyes, los procedi- entre los m cvimier.. t os literarios argentinos y europeos . Esto
mientos y los métodos de la estética no pueden ser distintos, \ pasaba también en los primeros años del siglo.
con excepci6n de las adaptaciones particulares, de las leyes, de 1 Como vemos, el estudio de las relaciones interliterarias y .de
los procedimientos de las ciencias positivas". Él adopta el ¡'. problemas es muy típico de las literaturas latinoamericanas
método de comparación de las literaturas en el tiempo y en el que abren, en el Brasil como en la Argentina, perspectivaE
espacio, en búsqueda de filiaciones y de fuentes . comparatistas en los estudios literarios y llevan a sus autores
Estas tres referencias testimonian aquí la repercusión casi .hacia una comprensión más amplia de estas cuestiones a través
inmediata de las nociones y de las metodologías de la literatura de una visión global de los fenómenos .
comparada en Brasil. Más interesantes se hacen estos trabajos En este cuadro de difusión del comparatismo en América
!
si pensamos en el estado débutant de los estudios compara- del Sur, las ideas no llegaban sólo a través de los libros, sino
tistas en Europa en el primer decenio del siglo, y si recordamos 1 también a través de contactos muy fructíferos . De allí deriva
que el número 1 de la Revue de Littérature Comparée data de r¡ el rol jugado por los comparatistas europeos que visitaban
1921 y que el manual pionero de P . Van Tieghem no aparecerá
sino en 1931.
l este continente. N. Dornheim, en el artículo mencionado, cita
a Ernest Martinenche, hispanista de la -Sor bona, quien dictó
j(
La situación no es muy distinta en la Argentina. En el J un primer curso de literatura comparada en la Universidad
estudio escrito para la Revue de Littérature Comparée N º de Buenos Aires, en 1911, sobre "La influencia española en el
1/1992, número especial organizado por Daniel-Henri Pageaux romanticismo francés" 19 . De la misma manera, Paul Hazard
acerca de América latina y comparatismo literario 18, Nicolás vino al Brasil en 1920 para algunas conferencias que tenían
Dornheim investiga la aparición de las ideas comparatistas en como tema "Las influencias francesas en el romanticismo
i
la Argentina, indicando figuras re"presentativas en una pers- brasileño". Hay que mencionar también la visita de Arturo
pectiva histórica, empezando con Juan María Gutiérrez quien, Farinelli a Río de J aneiro y a Buenos Aires en 1927. Muy a .
en 1837, escribía un ensayo programático titulado "Fisiognomía menudo los contactos literarios empiezan con contactos perso-
del saber español: lo que él debe ser en nuestro país", en el cual, 1 nales, y la presencia de comparatistas conocidos en América
según Dornheim, reclamaba "la abertura intelectual de su ·¡'l del Sur tiene consecuencias alentadoras, pues después de
joven nación hacia el mundo entero, vale decir la Europa no estos cursos y conferencias muchos universitarios incorpo-
española, en una relación de intercambio y de enriquecimiento raron el método comparatista en sus propios trabajos . Debe
mutuo''. El nombre de Ricardo Rojas aparece también como uno
de los intelectuales que han desarrollado los estudios de litera-
1 también ·recordarse que en esa época la literatura latinoame-
ricana empezaba a ser descubierta en Europa, como lo señala
tura nacional en una doble carretera, la del "alcance nacional" y Sylvia Molloy en su libro sobre La Diffusion de la Littérature
la del "alcance universal", tratando fenómenos como el bilin- hispano-américaine en France au XX Siecle 20 . Sin despreciar
1
el interés que Francia había podido manifestar antes de 1889-
18 DORNHEIM, Nicolás. "Littérature comparée en Argentine" en: Amérique l
J
Latine et comparatisme littéraire /La nouuelle Réuue de Littérature Comparée, i
n .1/1992. París, Didier, 1992 (número especial organizado por Daniel-Henri
Pageaux).
¡ 19
20
DORNHEIM, Nicolas. art_. cit. p. 34.
MOLLOY, Silvia. La Diffusion de la littérature hispano-américaine en France
1 au XX siecle. París, Presses Universitaires de France, 1972.
i
!
44 45
1900 acerca de los escritores hispanoamericano~, S. Molloy La enseñanza y la investigación
eligió aquel período para empezar a examinar las relaciones
entre Francia y la América hispánica, porque, por una parte, Si los primeros pasos en los estudios comparatistas son idén-
"aquellos años marcan el primer movimiento literario verda- ticos en el Brasil y en los otros países de América del Sur por un
deramente autónomo en la literatura hispanoamericana: el efecto de origen, y porque los intelectuales sudamericanos
modernismo, y, por otra, porque este mismo "modernismo" siempre mantuvieron contactos regulares con Europa, la evolu-
provocó "una afluencia masiva de hispanoamericanos hacia ción de la literatura comparada en los distintos países siguió
Francia." Sin duda, es necesario establecer una distinción de . rutas diferentes, sobre todo bajo el punto de vista institucional.
partida entre el modernismo hispanoamericano que se Sin duda, en relación con los campos de investigación, los
remonta al inicio del siglo, y el movimiento literario de la trabajos comparatistas siguieron tendencias muy diversas en
misma designación en el Brasil, el modernismo de los años las varias regiones, pero en semejante variedad es posible reco-
20-30. En "Modernité du Modernisme", introducción al nocer orientaciones centradas en las relaciones Europa/
número 599, de marzo de 1979, de la revista Europe acerca América del Sur, en la literatura del exilio, en la literatura de
del "Modernismo brasileño'', Pierre Rivas, organizador del viajes, en los hechos de recepción literaria y de imagología, en
volumen, explica esta distinción diciendo: "El modernismo es las relaciones "intra" e interliterarias, en la tematología, en las
la modalidad brasileña de las vanguardias internacionales del cuestiones de intertextualidad y de interdisciplinariedad.
siglo XX y no debe ser confundido con el modernismo hispa- A pesar del desarrollo notable de estos estudios en muchos
noamericano que, con Rubén Darío, hacia fines del siglo XIX, países de América del Sur, es sólo en el Brasil que la enseñanza
transforma la poesía de lengua española en el primer movi- de la literatura comparada se ha vuelto institucional en los
miento que se puede asociar con las revoluciones poéticas años '50-60. Introducida en las universidades al mismo tiempo
europeas, es decir el simholisrno" 21 . Esta distinción nos que la enseñanza de la- teoría literaria, no es raro encontrar
permite ya identificar algunas diferencias contextuales; sin disciplinas o programas de formación doctoral bajo una doble
embargo, hay que mencionar que este flujo hacia Europa designación: Teoría literaria y literatura comparada. Hasta se
(hacia Francia en particular) no era simplemente hispanoa- otorgan diplomas (de maestría y de doctorado) según este
mericano, pues se verificaba también en el Brasil, y el "descu- título. En el Brasil existen por lo menos cuatro programas de
brimiento" del cual habla S. Molloy puede también aplicarse, formación doctoral en literatura comparada en las universi-
en su totalidad, a los sudamericanos, incluyendo a los brasi- dades federales de Estado (en San Pablo, en Río de Janeiro, en
leños. Lo que importa subrayar es que estos primeros Belo Horizonte y en Porto Alegre) y diversas maestrías (primer
contactos indican un primer encuentro de intereses y que ya nivel de la formación doctoral). En algunas universidades, la
señalan, bajo el estandarte de la literatura comparada, el literatura comparada está integrada en los cursos de la licen-
futuro de los intercambios intelectuales que vemos desarro- ciatura en Letras. Mientras que en la Argentina, por ejemplo,
llarse hoy en día. según N. Dornheim, "fue sólo en los años '60 y '70 que la litera-
tura comparada pudo afirmarse bajo un punto de vista institu-
cional, a través de la creación de dos centros de literatura
21 RIVAS, Pierre. "Modernité du Modernisme". En: Le Mod.ernisme Brésilien.
Europe. n. 599, mars 1979. comparada, uno en la Universidad Católica de Buenos Aires

46 47
(por María 'l'eresa Maiorana, 196.5), el .ntr,o en la Universidad Estas palabras fueron p};~féticas: después de su fundB.ción,
Nacional de Cuyo (Mendoza) en ~1976" ,~~Y:;; concluye su artículo ·r, en 1986, en Porto Afogre, ,t:.BRALIC tuvo un enorme desarroUo .
diciendo: "En conclusión, existe una dispersión marcada, .Asociando a investigadores y a docentes de Literatura Compa-
evidente, de los modos de investigación en la Argentina; por rada, este organismo juega un rol muy importante en el des a·
otra parte, la enseñanza no parece, en un futuro cercano, tratar rrollo de los estudios comparatistas en el Brasil a través de la
de conformarse a las modalidades institucionales de Europa o realización de congresos, a través de la publicación de actas, de
de otros países latinoamericanos" 22 . Sin embargo, diversos un boletín y de una revista, y a través de los lazos que fueron
docentes-investigadores se dedican a los estudios de literatura estableci_dos a partir de su creación con la Association Interna-
comparada en Córdoba, en Tucumán, en Santa Fe, en Salta, en tionale de Littérature Comparée (AILC/ICLA).
Buenos Aires, en Lomas de Zamora y en Mendoza (Universidad Los buenos resultados de la fundación de ABRALIC, que
Nacional de Cuyo, que publica un Boletín de Literatura Compa- quiso atraer a comparatistas latinoamericanos a partir de su
rada, coordinado por Nicolás J. Dornheim). constitución, estimularon la creación de asociaciones similares
En Uruguay, en el Paraguay y en Chile, se encuentran en los países cercanos, en Uruguay y en la Argentina. Así, nació
también investigadores dedicados a estudios comparatistas, en 1989, en el cuadro del 2º SemiD:ario Latinoamericano de
pero no existe una enseñanza regular de ella. A menudo se Literatura Comp:;i.rada, organizado por Lisa Block de Behav, 24
hacen cursos aislados, muchas veces asociados a los estudios de la Agrupación Ur"uguaya de Literatura Comparada (AULICO)
las literaturas extranjeras . Sin embargo, muchos investiga- y, en 1992, en Buenos Aires, fue fundada la Asociación Argen-
dores de estos países están en contacto con los del Brasil y de la tina de Literatura Comparada (AALC) que organizó el primer
Argentina, agrupados en vista de investigaciones comunes. congreso en Mendoza, en 1994. Algunas tentativas de creación
...· de otras asociaciones se realizan en México y en Chile. Parale-
lamente a estas asociaciones nacionales, existen en casi todos
El rol de las asociaciones nacionales los países latinoamericanos grupos de investigadores que se
;i ocupan de temas típicos de cada región, pero analizados según
En el discurso inaugural en el primer congreso de la Asocia- una perspectiva comparatista. Citamos como ejemplo los orga-
ción Brasileña de Literatura Comparada (ABRALIC), el nizadores de las Jornadas Andinas de Literatura Latino-Ameri-
profesor Antonio Gandido subrayó que ''la organización asocia- cana (JALLA), cuya segunda reunión tuvo lugar en Tucumán,
tiva de los especialistas es un signo de madurez y sin duda .Argentina, en 1995, después de un primer encuentro de La Paz,
ayudará a la literatura comparada brasileña a entrar en la era en Bolivia, de 1993.
del funcionamiento sistemático, pues hasta ahora ella consti-
Poco a poco los sudamericanos empiezan a descubrir el
tuyó una actividad universitaria aún discreta y frecuentemente
interés de los estudios centrados en cuestiones culturales
marginal, casi siempre un derivado inferior de las disciplinas
comunes, vale decir, en los fenómenos literarios y culturales
de las literaturas extranjeras modernas" 23 .
típicos de cada país, pero con puntos de contacto con países

22DORNHEIM, Nicolas. art. cit. pp. 36/38.


23CANDIDO, Antonio. "Palavras do homenageado". En: An(lis do 1 congresso 24 Cfr. Términos de Comparación: Los Estudios Literarios entre Historias Y
ABRALIC, v. I, Porto Alegre, 1988, p. 17. Teorías . Academia Nacional de Letras, Montevideo, 1989.

48 49
' !l .
ce:·~ r .\:J.os . Éstos se convierten ello~ Jiismos en objeto de ir~' ./ esti­
ga~:ones, a veces desarrollados d.:i · cüia manera integrar'. a. Es
también el caso del proyecto "Literatura Comparada no Cone
Sul", que, a partir de Porto Alegre, Brasil, aúna a investiga-
3
dores brasileños, argentinos, uruguayos, paraguayos y chilenos,
dedicados a interrogarse sobre el tema de la constitución de un
discurso crítico latinoamericano, en vista de identificar las rela-
Nuevas orientaciones comparatistas
ciones, las analogías, pero sobre todo las diferencias que existen
entre los contextos específicos. En efecto, el proyecto quiere
identificar la unidad que existe en la diversidad sudamericana. El comparatismo en crisis
América del Sur está entonces tratando de buscar nuevas
"categorías de mediaciones" susceptibles de favorecer el Por largo tiempo, la literatura comparada parecía constituir
encuentro de los vecinos en su propio territorio . La literatura terreno exclusivo de estudiosos franceses, cuya doctrina predo-
comparada es en este proyecto más que un ejercicio literario· es minaba sobre las demás orientaciones. Pero las propuestas
más bien un instrumento indispensable y precioso de inte~a­ clásicas que acompañamos a través de algunos manuales
ción continental para interrogar, ya sea los t extos ya sea las sufren su primera gran conmoción en 1958, en el 2º Congreso de
relaciones culturales y humanas, en la búsqueda del Otro, no la Asociación Internacional de Literatura Comparada
importa si esté cerca o lejos. (AIUIACL), en Chapel Hill, cuando René Wellek pronuncia una
conferencia de impacto, publicada como artículo - "La crisis de
la literatura comparada"- 1, en la cual considera al compara-
; : tismo como "una represa estancada".
En ese texto, Wellek embiste contra las fragilidades teóricas
...... de la disciplina y su incapacidad para establecer un objeto de
estudio distinto y una metodología específica, hasta aquella
época. Su crítica se dirige contra los pronunciamientos de F .
Baldensperger, P . Van Tieghem, J.M. Carré y M.F. Guyard,
autores que, según él,

"sobrecargaron la literatura comparada con una metodo-


logía obsoleta y extendieron sobre ella la mano mortal del
factualismo, del cientificismo y del relativismo histórico del
siglo XIX" (p. 244).

1 WELLEK, René. "The Crisis of Cornparative Literature". En: FRIEDERICH, Werner ed.
ComparaJive Uterature: Proceedings of the Second Congress of tite !CLA, 2 vols. Chapel
Hill , Univ. of North Carolina Press, 1959, v. l. p. 149-60. Repl. en WELLEK, René,
Concepts o/Criticism, New Haven, Yale Univ. Press, 1963, p. 282-95.

50 51

.'-_-

r - -- -
Se opone a la distinción entre literatura comparada y litera- "lo que estas relacion es debe n indicar, a no ser que un
tura general, juzgándola insustentable e innecesaria. Y ec;critor conoció y leyó a otro" (p: 246)..
pregunta:
No es difícil percibir que en la base de las argumentaciones
de Wellek está el formalismo ruso, que lo formó, y la fenomeno-
"¿Por qué deberíamos distinguir entre un estudio de la
logía, a la que adhirió después.
influencia de Byron sobre Heine y el estudio del byronismo
en Francia?" (p. 245). La formación de Wellek sufrió, incluso, el contacto con el
New Criticism y amalgamó los principios en que esas tres
corrientes teórico-críticas preconizan el análisis inmanente del
Tal limitación, para Wellek, hace que la literatura compa- texto literario. Son, sin duda, tales orientaciones las que lo
rada se reduzca al análisis de fragmentos, sin tener la posibi- llevan a comprender las obras literarias no como sumas de posi-
lidad de integrarlos en una smtesis más global y significativa. bles sugestiones sino como
Por otro lado, esa limitación obliga al comparatista a encami-
narse apenas por los clásicos estudios de fuentes e influencias, "conjuntos en que la materia prima venida de cualquier
causas y efectos, sin llegar jamás al análisis de la obra en su parte deja de ser materia inerte y es asimilada en una nueva
totalidad o de una cuestión en su generalidad. Más allá de eso, estructura" (p. 246).
continúa Wellek, la investigación del "comercio exterior" entre
dos literaturas conduce al estudioso a ocuparse solamente de A partir de esa afirmación, transcripta del artículo referido,
datos extraliterarios. se vuelve más fácil entender que Wellek se rebele contra el
Todas estas restricciones . llevan al crítico a considerar que determinismo causal, que trata la cuestión de fuentes e influen-
las propuestas que hasta entonces caracterizaban a la disci- cias como datos separados del todo de la obra, sin .siquiera
plina acabarán por desprestigiarla, transformándola, como se ocuparse de las formas de su absorción ni del funcionamiento
::t1
vio, en una "subdisciplina" de actuación restringida. Incluso las de esos elementos "extraños" en la nueva organización.
intenciones de Carré y de Guyard de ampliar esa actuación La incompatibilidad de R. Wellek con los maestros franceses
hac~a la investigación de imagología serán condenadas por está fundada en diferentes conceptualizaciones de lo literario.
Wellek, que las entiende como el resurgimiento de la vieja Desde -el clásico Theory of Literature (1949), elaborado en cola-
Stoffgeschichte alemana, que juzga más adecuada a la psico- boración con Austin Warren, las nociones que fundamentan la
argumentación empleada en el artículo ya estaban claras. En el
logía social y a la historia cultural.
capítulo V, titulado "literatura general, literatura comparada y
Más allá de esas críticas, Wellek da el golpe de gracia a las literatura nacional", los autores se mostraban insatisfechos con
orientaciones en vigor, criticando el principio causalista que los rumbos tomados por los estudios comparados que, ora se
rige en los estudios clásicos de fuentes e influencias, manifes- limitaban a la investigación de la migración de temas de la lite-
tándose contrario a los estériles paralelismos, resultados de ratura oral hacia la escrita, ora estaban confinados al examen
caza de semejanzas que, apenas raramente, investigan de las relaciones ente dos o más literaturas, recayendo sobre los
datos externos la preocupación mayor.

52 53
Ya en la 0bta teórica, Wellek defiende el estudio de la litera- rmtes empleada y la desarrolla: Quien quiera seguirle las
tura sin distinciones artificiales, dada la di6cultad en definir huellas, podrá leer, por ejemplo, su estudio "Nombre y natur a-
los tópicos y trazar límites para la investigación. Para él, mejor leza de la Literatura comparada" o el discurso que , .como presi-
sería hablar apenas de "literatura", pues literatura "compa- dente de la Asociación Americana de Literatura comparada,
rada" y "general" se funden inevitablemente. profirió en Cambridge, Mass., en abril de 1965, bajo el título de
En el prefacio a la primera edición, los autores se refieren a "La literatura comparada hoy'' 2 .
la erudición literaria (expresión que parecen adoptar para la Sus constantes alertas, no obstante las restricciones que les
literatura comparada en varios pasajes) como sinónimo de puedan ser formuladas , constituyen una señal roja para el
investigación compatible con el criticismo. También se rehúsan comparatismo tradicional y pueden ser consideradas como una
a distinguir entre literatura contemporánea y literatura del de las contribuciones más significativas para que éste sea
pasado, rechazando el evolucionismo mecánico de Brunetiere, repensado y necesariamente reformulado . Wellek, sin duda ,
que acentuaba el paralelismo entre evolución literaria y evolu- ataca los puntos flacos de las propuestas clásicas: el exagerado
ción biológica. determinismo causal de las relaciones, el énfasis en factores no
TaleS"conceptos explican por qué René Wellek criticará, más literarios, el análisis de los contactos sin considerar los textos
tarde, la separación entre crítica literaria y estudios literarios en sí mismos, el binarismo reduccionista.
·comparados . Un retorno a la perspectiva crítica se le aparece No obstante, cabe decir que muchas veces sus observaciones,
: :
como la solución posible para evitar el factualismo exterior y el al desnudar el comparatismo tradicional, no le daban ropa
:.: ¡ atomismo que, desde su perspectiva, trababan a la literatura nueva para cubrirlo . Lo que sustantivamente propone es la
...
.. comparada. introducción de la reflexión crítica en los estudios comparados
' ' .
Su propuesta concluye .con el abandono de los estudios de (en eso Etiemble se le aproxima), pero no define la actuación
fuentes e influencias en favor de un análisis centrado en el comparatista, arriesgando hacerle perder su especificidad. El
: :: ;
texto y no en datos exteriores. carácter combativo de las argumentaciones de Wellek parece
;:;; 1

En suma, quiere sustituir lo que considera "pasatiempo de llevarlo a juntar un mayor número de restricciones que de
anticuario" o "cálculo de cFéditos y débitos nacionales" o incluso salidas a los impasses caracterizadores de la "crisis" de la lite-
"mapeo de red de relaciones" por una modalidad de análisis que ratura comparada. Por eso fue interpreta~o de formas tan
sea sinónimo de crítica y, tal vez, a partir de ahí, por la realiza- variadas y determinó, con la postura antihistoricista y la acep-
ción de un "estudio comparativo de la literatura", expresión que tación de estudios comparados en el interior de una sola litera-
le parece más adecuada que la de literatura comparada. tura, la división entre una supuesta orientación norteameri-
cana y la francesa clásica.
Al recusar frontalmente los estudios de imagología, Wellek
¿Tenía razón René Wellek? no previó que ellos podrían ser hechos con énfasis en los
aspectos específicamente literarios. Un buen ejemplo de estu-
René Wellek no se limitó al artículo referido. En varios otros
textos, en donde intentó suavizar el impacto causado por su 2 Los dos textos pueden encontrarse en : WELLEK, R. Discriminations: Further Concepts
conferencia en el congreso de 1958, reitera la argumentación ofCriticism, Yale University Press, 1970.

54 55
¡ '.
1
., ·.d ios de esa naturaleza es [S i;ra,~ ileiro e ·o avesso d·~ um _!Jf rso- El "modelo" e AructuraU.sta
·c, nagem tipo (El brasileño y el ) .~vés de un persona}>. típió::.), de
Guilhermino César3 , en el cual el análisis, en la ficción portu-
Si René Wellek no hace propuestas específicas para la litera-
guesa, de la.imagen del portugués que se enriqueció en Brasil
tura comparada, más allá de convocarla a asumir una perspec-
y vuelve a su tierra, articula datos de las culturas relacio- .
tiva de crítica literaria, el checo Dionyz Durisin 5 , apoyado en
nadas con elementos literarios. La recurrencia a la historia,
los principios del estructuralismo de Praga, formuló una
refutada por Wellek, utilizada ad·ecuadamente, se vuelve
propuesta metodológica que muchos consideraron como un
importante en el examen de lo literario desde el punto de
vista de la sociología literaria. Es ejemplo reciente el libro "modelo" innovador.
Carca",.,;anos e comendadores. Os italianos de Sao Paulo: da . Pierre Swiggers 6 , por ejemplo, clasifica esa contribución
realidade a ficcao ("Tanos y comendadores - Los italianos de como un "nuevo paradigma" en los estudios comparados, en
San Pablo: de la realidad a la ficción, 1919-1930)" de Mario oposición a las propuestas más tradicionales. Veamos de qué se
Carelli 4 _ Tales trabajos prueban que la articulación de la trata.
perspectiva crítica con la literatura comparada es no sólo Durisin se preocupa de establecer clasificaciones tipológicas
indispensable (como quería Wellek), sino capaz ·de revitali- a través de los estudios comparados y, en ese sentido, es
zarla sin que pierda sus características esenciales, que la pionero en el ofrecimiento de una tipología sistemática de las
singularizan en relación con la crítica tout court. relaciones literarias.
;; V .
.¡ La literatura comparada, siendo una actividad crítica, no Con la finalidad de organizar esas relaciones, Durisin
;:·:: necesita excluir lo histórico (sin caer en el histo:i:icismo), sino distingue entre contactos genéticos y relaciones de solidaridad
que, ocupándose ampliamente de datos literarios y extralite- tipológica. El estudio de los primeros está subdividido en el
:::::
rarios, provee una base fundamental a la crítica literaria, a la análisis de contactos externos (o primarios), como, por ejemplo,
~ i ;; i historiografía literaria y a la teoría literaria. Todas esas disci- el suceso literario, y en contactos internos (los casos de influen-
plinas confluyen en conjunto para el ~studio de lo literario, cias). Esos contactos, en su aspecto material, pueden ser
resguardad_a la especificidad d.e cada una. Deben convivir sin directos o indirectos.
confupdirse (como él.Contece a veces en la reflexión de Wellek).
Por otró lado, las relaciones de solidaridad tipológica se dife-
No obstante, eso no le resta al crítico· el mérito de los alertas
rencian de acuerdo con el ámbito social, literario o psicológico,
y de la saludable revitalización qU:e ejerció sobre el compara-
que frecuentemente tiene una función normativa.
tismo literario, encaminado hacia ·1a compatibilización de la
perspectiva crítica con enfoques tradicfonales, ampliando los Las distinciones entre esas relaciones son hechas según
análisis hasta más allá de los simples relevamientos de. datos condiciones impuestas por las escuelas o corrientes literarias,
e identificación de fuentes, influencias y relaciones. por los géneros o por el modelo de un trabajo literario .

5 Vergleichende Lireraturforschung. Berlin, Akademie Verlag, 1972; A propos de /'histoire


et de la théorie de /a litréralure comparée. Bratislava, 1970.
3 Lisboa, Parceria A.M. Pereira, 1969. 6 "Methodological lnnotavion in the Comparative Study of Literature". Canadian Review of
4 Sao Paulo, Atica, 1985. Comparative Literature/RCLC, mar. 1982, pp. 19-25 .

56 57
V

El mérito ni~or de ta tipología de Durisin es la elim_inación Pero es preciso decir que la propuesta de Durisin, en su
del concepto cm 'infhi~hcia en el sentido clásico, pues 16 susti- formulaci.0n inicial (1970), no preveía la articulación entre
tuye por el concepto operacional de "tipo" (o estrategia) de sistemas literarios y no literarios, corriendo el riesgo de
influencia. Al hacer eso, el autor checo distingue entre estrate- cerrarse . en los primeros. Más allá de eso, como todo estudio
gias integradoras -que serían la imitación, la adaptación, el tipológico, tendía a favorecer una excesiva simplificación que
préstamo o el calco- y estrategias diferenciadoras (la parodia, privilegiaba los hechos análogos en detrimento de las diferen-
la sátira, la caricatura). cias entre los textos.
La propuesta de Durisin quiere proveer explicaciones Al percibir las fragilidades del "modelo" que propugnaba, el
estructurales para los fenómenos literarios, cuando son estu- autor comenzó a desarrollarlo en el sentido de combinar el
análisis del proceso literario con el contexto de la literatura
diados desde un punto de vista comparativo. Pero lo que inte-
nacional, con vistas al establecimiento de categorías de la lite-
resa en su reflexión es que, a través de un modelo
ratura mundial, meta de sus investigaciones 7 .
hipotético-deductivo, él investiga las relaciones que se esta-
blecen, no sólo entre autores y obras, sino entre sistemas y
subsistemas literarios, gobernados por ciertas normas y
tendencias (estéticas, sociales y políticas). Las innovaciones metodológicas
La finalidad del autor, más allá de describir esas relaciones,
¡j ! es también la de explicarlas por una teoría elaborada, usando Antes de detenernos en cuestiones específicas, hagamos
....1:
;;';;
una terminología específica. algunas consideraciones generales sobre las modificaciones
Como vimos, en las ori~ntaciones más tradicionales las rela- introducidas en los modos de actuación del comparatista.
ciones entre autores y obras eran establecidas de manera ./ .
Vimos que René Wellek insiste en la concepción de litera-
causal y mecánica con vistas al examen de las exportaciones e tura comparada como una actividad crítica, considerándola
importaciones literarias. En la teoría estructuralista de incluso como sinónimo de crítica literaria y oponiéndose, fron-
V
Duri~in, el objeto de la investjgación son las relaciones entre los talmente, a aquellos que establecían límites ente las dos, distin-
textos; en otras palabras, se ocupa de las t~ansformaciones de guiendo la investigación de fuentes del análisis cr!tico-interpre-
los textos dentro de los sistemas literarios, bajo la influencia, tativo de esas mismas fuentes. Vimos también que Wellek se
sobre todo, de las normas impuestas por los mismos sistemas y diferencia de sus colegas comparatistas por basar su pensa-
por la tradición. miento en una distinta noción de lo literario, que afina con
Hay, sin duda, una nítida evolución teórica en la base de la orientaciones teóricas para las cuales el texto es el objeto
proposición del autor checo, que deja de lado los contenidos (la central de las preocupaciones.
relación entre autores) para ocuparse de aspectos formales (la
relación entre textos). Eso refleja un cambio sustantivo en el 7 Véase, en este sentido, su estudio reciente: "Aspects ontologiques du processus littéraire",
traducido de Literánovedny Ustav. Slovenská Akadémia Vied, Bratislava, 1984, y también
concepto de literatura comparada, abriendo para la disciplina sus estudios más recientes: 1) Theory of lnter/iterary Process. Bratislava, Veda Slovak
nuevos caminos de actuación y orientándola a pensar la articu- Academy of Sciences, 1988; Osobitné Mdziliteráme Spolocenstva 2 [Les Communautés
lación entre sistemas y subsistemas literarios. Interlittéraires Spécifiques 2]. Veda Éditions de I' Academie des Sciences Slovaque, 1991.

58 59
L::is perspectivas llamadas "clásicas" en literatura compa- otro. La reflexión que mueve a la llamada "estética de la recep-
rada se moldearon, sin duda, de acuerdo con los principios ción", por ejemplo, se ocupa, sobre todo, de las operaciones
vigentes en el siglo XIX: historicismo y transferencia de receptivas, o sea, de los procedimientos efectuados por el lector
métodos de otras ciencias para el estudio de la literatura. El en el contacto con la obra y sus. consecuencias en la conforma-
llamado positivismo literario supera el siglo y se adentra en los ción del público (la receptividad de la obra en sentido amplio).
primeros decenios del XX, perpetuando, tanto en la crítica lite- Los estudios comparados más recientes incorporan los prin-
raria como en el comparatismo, la inclinación historicista y la cipios desarrollados por la teoría literaria, modificando sus
atención vuelta hacia la figura del autor. Se puede, entonces, formas de actuación.
entender la sustitución del biografismo del siglo XIX por un Es lo que veremos a continuación.
psicologismo vigoroso en las primeras décadas del siglo XX.
Pero es en este siglo que los estudios sobre la naturaleza y el
funcionamiento de los textos literarios ganan gran impulso y
hacen avanzar, como reflexión organizada en busca de un
carácter más científico, a la teoría literaria.
: ::: : El formalismo rusoª, surgido de estudios realizados por
: ~ :! ! investigadores del Círculo Lingüístico de Moscú (1914-1915) y
de estudiosos que fundaron, en 1917, la Asociación para el
Estudio del Lenguaje Poético (OPOIAZ), se caracterizó justa-
:'. :: : 1
mente por una recusación del historicismo vigente en el siglo
anterior. Se oponía, también, a las interpretaciones extralitera-
i'. ~ ~ ~ ;
: ::: 'ji. rias de una obra: su análisis no debería partir de la sociología,
j :; , ;;; ; ni de la psicología o de la filosofía, sino antes centrarse en el
texto, en el estudio de lo literario en sí mismo.
Si evocamos la lección de Antonio Candido -la literatura
como un sistema en el cual interactúan autores (productores
literarios), obras y público (conjunto de receptores)-, percibi-
remos que hubo, en la propuesta formalista, un cambio de
enfoque, del primero hacia el segundo de esos elementos. Y
podríamos decir incluso que la teoría literaria se ha caracteri-
zado por desplazar su atención de uno de esos tres polos hacia

8 Para una amplia comprensión del formalismo ruso y de su articulación con el estructura-
lismo checo, léase SCHNAIDERMAN, Boris. Semi!ltica Ru.ua. Sao Paulo, Perspectiva,
1979. En versión española, es fundamental la antología preparada por TODOROV,
Tzvetan. Teoría de la literatura de los formalistas rusos. México, Siglo XXI,, 3' ed. 1978,
que reúne, entre otros, Jakobson. Eikhenbaum, Tynianov y Chklovski.

60 61
4
1
1
1
i
1

El refuerzo teórico 1
1 •
¡

Teoría literaria y comparatismo

Las reflexiones sobre la naturaleza y el funcionamiento de


los textos, sobre las funciones que ejercen en el sistema que
integran y sobre las relaciones que la literatura mantiene con
otros sistemas semióticos (legado formalista que los estructura-
. ... ,,.
'
listas del Círculo de Praga se encargaron de llevar adelante)
: ; : ;~ i¡ : abrieron camino para la reformulación de algunos conceptos
básicos de la literatura comparada tradicional.
Entre las diferentes contribuciones fueron utilísimas las
. ::::::11 nociones de Iuri Tynianov sobre la evolución literaria 1, de Jan
: :.::::: ¡
:::y::
:::::¡¡·.
Mukarovsky sobre la función estética y sobre el arte como
hecho semiológico2 y .de M. Bakhtin sobre el dialoguismo en el
¡:;,;:; ; i discurso literario 3.
l. Tynianov perteneció al Círculo Lingüístico de Moscú, cons-
tituido con B. Eikhenbaun, V. Chklovski, R: Jakobson, O. Brik,
B. Tomachevski y otros del grupo que, por un recurso didáctico,
reunimos bajo la misma etiqueta de "formalistas rusos", a pesar
de que algunos tengan orientaciones teóricas bien distintas .
Esos estudiosos, como fue referido, rompieron con el análisis
concebido en términos de causalidad mecánica, de larga difusión

1 TYNIANOV, luri. "Sobre la evolución literaria. En: Teoría de los formalistas


rusos, op. cit., pp. 89-101.
2 MUKAROVSKY, Jan. La f unzione, la norma e il ualore estetico come fp.tti
sociali (Semiologia e sociología dell'arte). Torino, G. Einaudi, 1971.
3 Ver: BAKHTIN, Mihail. Estética de la creación uerbal. México, Siglo XXI,
1982, esp. el capítulo "El diálogo en Dostoievski", pp. 194-197.

63 1
l
J
Simil~r .es e,l p~ocedimiento adoptado por J\1: Bakhtin, que,
Las reb :;iones entre la literatura y las otra artes encuentran
como TYD:ianov_;. fruye de las concepciones "cerradas en el texto" en el campo de los estudios semiológicos;·i.;_ las relaciones que
de los formalistas más ortodoxos y rescata sus. lazos con la
1 los sistemas sígnicos traban entre ellos, abriendo nuevas posibi-
historia. Por eso, el objetivo de su investigación al analizar la
lidades de comprensión para esas correspondencias. Aunque los
poética de Dostoievsky, por ejemplo, no es elucidar "cómo está ,
comparatistas tradicionales no incluyen en el campo de actua-
hecha la obra", sino situarla "en el interior de una tipología de ;·
ción de la literatura comparada la relación entre literatura y
sistemas significantes en la historia". Rescata Bakhtin la pers- ?
otras artes, situándola en el ámbito general de la historia de la
pectiva diacrónica, relegada por los primeros formalistas, que .
cultura, los comparatistas americanos la incorporan a sus preo-
eran antihistoricistas, conectándola con la historia. De ese modo,
cupaciones. Ulrich Weisstein, por ejemplo, en su difundida
identifica los rasgos fundamentales de la organización de la
Introducción a la literatura comparada 6 , dedica a esa cuestión
novela de Dostoievsky (1929), no sólo interpretándola como una
un capítulo titulado "Iluminación recíproca de las artes", y, más
construcción polifónica, donde varias voces se cruzan y se
recientemente, Franz Schmitt-Von Mühlenfels escribe el capí-
neutralizan, en un juego dialógico, sino también interpretando
tulo "La literatura y otras artes" del libro de Manfred Schme-
esa polifonía novelesca como un cruzamiento de distintas ideolo-
ling, Teoría y praxis de la literatura comparada 7, que se consti-
gías. El texto escucha las ''voces" de la historia y ya no las repre-
tuye en una buena síntesis del estado actual de esa relación.
senta ya como una unidad, sino como un juego de confronta-
'' ''"·· Tales contribuciones alteran los presupuestos básicos de los
; :;¡¡¡: : ciones.
La comprensión de Bakhtin del texto literario como un estudios comparados en su formulación más convencional. Inte-
. ;1!1
. . 1::1 "mosaico'', construcción caleidoscópica y polifónica, estimuló la resa, por eso, poner de relieve que autores como Tynianov,
..... ,.
. ::::::11 , reflexión sobre la producción del texto, cómo él se construye, Mukarovsky y Bakhtin comprueban lo contrario de lo que, en
¡' . ·· 1 111
...... :11
cómo absorbe lo que escucha. Nos lleva, en fin, a nuevas maneras general, se pensaba: que los formalistas rusos y los estructura-
:: :>:::! de leer el texto literario, como detallaremos después. listas del Círculo de Praga no hubiesen contribuido a la renova-
::: 'ii" ' Mientras tanto, las sumarias referencias a esas contribu- ción del comparatismo, dada su postura (generalizada, pero no
;:;;;;;;¡;
ciones nos ayudan a percibir algunos puntos básicos que de la totalidad de sus estudiosos) antihistoricista. Esto quedará
conciernen a la actividad comparatista, minando en sus bases todavía más claro a continuación.
las visiones mecanicistas del proceso de evolución literaria y de '
la conformaCión de los sistemas literarios. Ya al preconizar las
relaciones entre la serie literaria y las no literarias, esos estu- El diálogo (dificil) de los textos
diosos se están moviendo hacia un planteo intersemíótico que
revitaliza, por ejemplo, el tratamiento habitual de lo que Etienne Fue justamente siguiendo a Tynianov y a Bakhtin que Julia
Souriau denomina "la correspondencia de las artes", en la obra Kristeva llegó a la noción de "intertextualidad", término por
del mismo título, donde examina elementos de Estética Compa- ella acuñado en 1969, para designar el proceso de productividad
rada5.
6 Einführung in die Vergleichende Literaturwisschenschaft. Stuttgart, 1968;
trad. esp. Barcelona, Planeta, 1975.
7 Vergleichende Literaturwissenschaft. Theorie und Praxis. Wiesbaden, Athe-
5 La correspondance des arts. Paris, 1969.
naion, 1981; trad. esp. Barcelona, Alfa, 1984. 1

66 67
1

.~- J
i -~ ¡.
del texto lifr nÚ'io. Esa productividdd ex7_;;te porque, como dice "designa no una suma .::onfu~z. y misteriosa de influencias,
Kristeva, .,, ~ ,,.
sino el trabajo de trn.nsformación y asimilación de varios
textos, operado por un texto centralizador, que detenta el
"todo texto es absorción y transformación de otro texto. En . comando del sentido"ll.
lugar de la noción de intersubjetividad se instala la de inter-
textualidad, y el lenguaje poético se lee, por lo menos, como Delante de eso, lo que era entendido como una relación de
doble" 8 . ¡,
dependencia, la deuda que un texto adquiría con su antecesor, 1

pasa a ser comprendido como un procedimiento natural y i


1

El proceso de escritura es visto, entonces, como resultante continuo de reescritura de textos.


también del proceso de lectura de un corpus literario anterior. La comprensión del texto literario en esa perspectiva
El texto, por lo tanto, es absorción y réplica a otro texto (o a conduce al análisis de los procedimientos que caracterizan a las 1

varios otros). relaciones entre ellos. Esa es una actitud de crítica textual que
El análisis de esa productividad lleva al examen de las rela- pasa a ser incorporada por el comparatista, haciendo que no se 1
1
ciones que los textos traman entre ellos para verificar, como detenga en las simples identificaciones de relaciones, sino que 1

. : : '.:::":
. . . ::~:: . . quiere Gérard Genette9 , la presencia efectiva de un texto en las analice en profundidad, llegando a las interpretaciones de
otro, a través de los procedimientos de imitación, copia literal, ' los motivos que generaron esas relaciones. Dicho de otro modo,
apropiación parafrástica, parodia, etc. el comparatista no se ocuparía de constatar que un texto
¡
Las contribuciones de Tynianov y Bak.htin también se , rescata a otro texto anterior, apropiándose de él de alguna
1
hicieron sentir en ese campo, uniéndose a aquellas nociones que f. forma (pasiva o corrosivamente, prolongándolo o destruyén- !-.
.,•f ''
Victor Chklovski, otro formalista, desarrolla en "Sobre la teoría \, dolo), sino que examinaría esas formas, caracterizando los ¡
; : ;,:;;¡¡: ¡ de la prosa" 1º. l procedimientos efectuados. Va incluso más allá, al preguntar
Aunque Julia Kristeva haya querido desvincular la cuestión ¡. por qué determinado texto (o varios) son rescatados en determi-
de la intertextualidad del estudio· de fuentes, en verdad el ¡ nado momento por otra obra. ¿Cuáles son las . razones que
concepto contribuyó a que éste fuese renovado. Principalmente llevaron al autor del texto más reciente a releer textos ante- 1
1 -

porque rompe con la vieja concepción de influencia, dislocando el riores? Si el autor decidió reescribirlos, copiarlos, en fin, relan- ¡
sentido de deuda antes tan enfatizado, y obligando a un trata- zarlos en su tiempo, ¿qué nuevo sentido les atribuye con ese ¡
miento diferente del problema. Como advierte Laurent Jenny en desplazamiento?
su ensayo "La estrategia de la forma", la intertextualidad Como se ve, las preguntas se pueden multiplicar: ellas nacen 1
;
de la relación establec~da y son justamente esas indagaciones
las que pueden ampliar el binarismo a que tendían los habi-
8
Séméiótike (Recherches pour une sémanalyse). Paris, Seuil, 1969, p. 146; trad . tuales paralelos en los estudios de fuentes e influencias. Ellas
esp. Semiótica, 2 t., Madrid, Fundamentos, 2". ed. 1981. son como un tertius, un nuevo objeto de indagación que
9
Palimpsestes (La littérature au seconde <legré). Paris, Seuil, 1982; trad. esp.
_;
Palimpsestos, Madrid, Taurus, 1989.
10
Sur la théorie de la prose. Lausanne, Editions l'Age d'Homme, 1973. 11 "La stragégie de la forme". En: Poétique, 27, 1976, pp. 257~281.

68 69
desplaza hacia lin :campo más amplio de intereses los a:iiálisis archivar los antignos conceptos (y preconceptos) y a doptar una
que se restringía'n a la.-éonfrontación de dos elementos: ' postura crítico-an alítica que sus colegas tradicional0s evitaban.
Principalmente, las nuevas nociones sobre la productividad de
En ese contexto los conceptos de "paráfrasis'', "estilización",
los textos literarios comprometen la también "vieja" concepción
"parodia" y "apropiación" son importantes. Recientemente,
de originalidad.
A:ffonso Romano de Sant'Anna, en Parodia, paráfrase & Cía .12,
examinó con argucia esas cuestiones, prolongando las conside- Más allá de eso, la tradición ya no puede más ser vista como
raciones iniciales de Tynianov y de Bakhtin. i
un fluir natural y lineai (la terminología básica del estudio
L clásico de fuentes daba a entender tal noción al emplear las
El crítico brasileño percibe que, al trabajar solamente con
expresiones "imágenes acuáticas y fluidas , corrientes,
los conceptos de parodia y estilización, los dos estudiosos forma-
vertientes"). Al contrario, la tradición se construye menos sobre
listas habían dejado la cuestión en estado embrionario, y
las continuidades (la reproducción de lo "mismo") que sobre las
Romano de Sant'Anna decide estudiarlos juntamente con las
rupturas, los desvíos de las diferencias . Modernamente el
nociones de paráfrasis y apropiación. Escapa, entonces a la
concepto de imitación o copia pierde su carácter peyorativo,
dicotomía antes establecida, sugiriendo tres modelos capa~es de
diluyendo la noción de deuda antes afirmada en la identifica-
redefinir los dos primeros términos, neutralizando el rigor de la '
ción de influencias. Más allá de esq, sabemos que la repetición
oposición entre ellos.
; ; ;:::;::; ! (de un texto por otro, de un fragmento en un texto, etc.) nunca
Trabajando con los conceptos de "efecto", "desvío" y "aproxi- es inocente. Ni el "collage" ni la alusión y, mucho menos, la
: : h1 mación", Romano de Sant'Anna colabora para que se entiendan ¡ parodia. Toda repetición está cargada de una intencionalidad
' . i::1
mejor los tipos de apropiación efectuados en los textos litera-· J cierta: quiere dar continuidad o quiere modificar, quiere
::: · :::111
rios. De esa forma, es posible comprender que el "diálogo" entre í'.:, subvertir, en fin, quiere actuar con relación al texto antecesor.
;;;: ¡:::!!!:, los textos no es un proceso tranquilo ni pacífico, pues, siendo los ~ La verdad es que la repetición, cuando acontece, sacude el polvo
. ......... textos un espacio donde se insertan dialécticamente estruc- t del texto anterior, lo actualiza, lo renueva y (¿por qué no
::::'ji" ''!
;i;;::::;:;¡ turas textuales y extratextuales, ellos son un lugar de conflicto i: decirlo?) lo reinventa.
que cabe a los estudios comparados investigar en una perspec- -¡-
Toda _apropiación es, en suma, una "práctica disolvente".
tiva sistemática de lectura intertextual. !;
' Tomo la expresión en p~éstamo a Davi Arrigucci Júnior quien,
en Achados e perdidos (1979) 13, imita el procedimiento del
pastiche empleado por Manuel Bandeira y hace lo mismo con la
Imitación X invención obra del poeta. El recurso no es nuevo, lo utilizaron Marcel
Proust y muchos otros autores. La imitación es un procedi-
La noción de intertextualidad abre un campo nuevo y miento de creación literaria. Lo sabían los clásicos, que estimu-
sugiere modos de actuación diferentes al comparatista. Del laban la imitación como práctica necesaria, tanto que la convir-
"viejo" estudio de fuentes a los análisis intertextuales hay sólo tieron en norma.
un p'.a~o > Pero es una travesía que significa para el comparatista
13 Siio Paulo, Polis, 1979, p. 170.
1_2 ~ao Paulo, Ática, '1985.

··' 71
70

...
Eso prueb;;i. quéla invención no está viiiculada'·con la idea de En "El Sur", una doble inclinación entre universal y parti-
lo "nuevo" y; adem·á s, que las ideas y' las rbrmas no son cular se expresa en la designación dada por Borges al personaje
elementos fijos e invariables_ Al contrario, ellas se cruzan conti- central del cuento, Juan Dahlmann. En la unión de ~stos dos
nuamente y, como observó Machado de Assis, en Esaú e Jacó 14, nombres se consagra una doble genealogía: el origen europeo
(germánico) del personaje que, en su nombre, lleva la marca de
"las propias ideas no siempre conservan el nombre del raíces criollas. Del antagonismo de los dos orígenes (por un
padre; muchas parecen huérfanas, nacidas de la nada y de lado, Juan desciende de Johannes Dahlmann, inmigrante y
nadie. Cada uno toma de ellas, las transforma como puede, y pastor de la iglesia evangélica; por el otro, de Francisco Flores,
va a llevarlas a la feria, donde todos las tienen por suyas". héroe de guerras platenses) resulta un personaje dividido, al
mismo tiempo atraído por una cultura libresca y por su "otro
lado", por el paisaje de campo abierto, imagen de la "estancia" y
Un ejemplo de intertextualidad: dos lectores de la de la ''llanura".
"gauchesca", J.L. Borges y Simoes Lopes Neto 1
- La división entre campo y ciudad, como correlato de la esci-
sión del ser, presente en este cuento de Borges, es el dato que
Es conocida la existencia de dos tendencias temáticas en la abre el Essai d'autobiographie (1970) del autor, quien nos dice,
obra de Jorge Luis Borges: la adhesión a un patrimonio ;: hablando de su propia familia e infancia:
universal, herencia cultural a la que todos los latinoamericanos ¡·
tendrían derecho, y otro elemento, con base en la cultura ! "Je ne saurais dire si mes premiers souuenirs.-remontent a la
gauchesca, cuyo modelo principal sería el Martín Fierro, obra riue orientale ou a la riue occidentale du lent et boueux fleuue
de José Fernández, publicada en 1872. La primera de estas de la Plata, a Monteuideo, ou nous passions de longues et
t•
orientaciones está explicitada, entre otros textos de Borges, en f paresseuses uacances dans la uilla de mon ancle Francisco
el ensayo "El escritor argentino y la tradición", incluido en el Haedo, ou a Buenos Aires, ou je suis né, en ple in centre de la
libro Discusión, de 1932 15. La segunda, manifestada en uille, en 1899, rue Tucumán, entre Suipacha et Esmeralda,
muchos pasajes de su ob_ra, se concretiza particularmente en los dans une petite maison sans prétention .appartenant a mes
estudios que el autor dedicó al poema de José Hel'l'!ández y en grands-parents patemels"l 7.
los cuentos "El Sur" y "El fin", ambos de Ficciones, de 1994, en
los que Borges reescribe el final del Martín Fierro 16.
Por lo tanto, la genealogía del mismo Borges se asemeja a la del
14 Sao Paulo, W. M. Jackson, 1957.
personaje de "El Sur": la madre del autor, Leonor Acevedo de
l5 BORGES, J.L. Discusión, en Obras Completas, Buenos Aires, Emecé Borges, descendía de una vieja familia argentina y uruguaya:
Editores, 1974. su padre era de ascendencia inglesa. Este doble origen expli-
l6 BORGES, J . L . Ficciones, Buenos Aires, Emecé Editores, 1968. Léase
también, en Respiración artificial, de Ricardo Piglia (1980), la mención que el cará el bilingüismo de Borges, que usaba el inglés en su vida
personaje Renzi hace a dos corrientes en la obra de Borges: una, la del naciona- familiar, lengua también de sus primeras lecturas e igualmente
lismo populista, y la otra, constituida por "cadenas de citas fraguadas,
apóci?fas, falsas, desviadas; exhibición exasperada y paródica de una cultura de
segunda mano" (y agrega: "de eso se ríe Borges) (Buenos Aires, Pomaire, 1980, 17 BORGES, J. L . Liure de Préfaces suiui de Essai d'autobiographie . Paris,
p . 162). Gallimard, 1980.

72 73
explica por qué el autor considf'.rnha "El Sur" como el más aufo- . rnuchas veces, pero siempre por ho~icidio" . El homicidio, en
biográfico de sus cuentos lB. :, este contexto, par ece justificarse, basado en el con:ept o de
;¿ "lavar el honor", especie de respuesta a ;in acto anterior y que
f
Del conflicto (o ten~ión) entre ~as dos :e~den~ias resultará, se espera que sea cumplido como destino del cual no se puede
como metáfora expresiva, un motivo temahco reiterado en los ¡~
i: escapar.
cuentos borgianos: el duelo. En efecto, el duelo a espada, o una f; No es otra cosa el sentido del duelo a cuchillo al final de "El
de sus variantes, el "contrapunto", desafío cantado por los i: d ·d d d 1 d ,
Sur", en el cual Dahlmann arriesga la i enti a e os em_a s
improvisadores, pone a los duelistas cara a cara, en una ~
· . (criollos campesinos) con su inesperada y extraña presenc_ia,
confrontación. Entendido de esta manera, el duelo se convierte Í- aceptando su lado materno adhiriendo a la muert~ rom~t~ca
en una situación ejemplar donde la tensión se resuelve con la ~· de su antepasado Flores. No es otro tampoco el pnmer signifi-
victoria de uno de los participantes. No es por casualidad que t cado de "El fin", que completa el Martín Fierro, y donde la
esta circunstancia aparece repetidamente en los textos de ¡. muerte del personaje en duelo es un acto de venganza justi-
r
Borges, como en el final de "El Sur", sugiriendo que un lado ciera. Por lo tanto, la conclusión que no se lee (pero que se
vence al otro o que una forma de ser predomina y recubre a la ;. irnagina) en "El Sur" se escribe en "El fin'', como si .se trat.ara de
otra. Al final, y más importante que cualquier otro elemento, 1 un complemento del texto de Hernández y, al mismo tiempo,
aquí se juega la identidad. Pero pebe aún observarse que el ~~ del cuento anterior. Se cumple, en el cuento borgeano, el
motivo del duelo enfatiza siempre elementos comunes -el culto , destino de Martín Fierro por fuerza de reiteración de valores
del coraje, el honor, la provocación- estableciendo una especie ~ que el poema de Hernández había fijado: el honor, el coraje, la
....... de ética, cuya definición misma se encuentra en su ensayo sobre ~· respuesta al desafío, elementos que forman parte ~e la éti_ca del
. ::: ::11,. "La poesía gauchesca". Aquí, Borges escribe: "La verdadera ~ "gaucho". La muerte, que se explica por aquella mISma ética, es
::.::::¡¡¡'
• ,,. :·'"I'
! ética del criollo está en el relato: la que presume que la sangre f su coronamiento 2 º.
; :¡~ :!~~~;~¡I vertida no es demasiado memorable, y que a los hombres les ';
:::::e:::: ocurre matar. El inglés conoce la locución kill his man, cuya '.j
directa versión es 'matar a su hombre', descífrese 'matar al ¡· Las lecturas del Martín Fierro por J. L. Borges
hombre que tiene que matar todo hombre"' 19 . En una secuencia ;.
del texto, Borges cuenta un pasaje en el cual un orillero le había Los estudios de J. L . Borges sobre el Martín Fierro poseen,
dicho, con gra~edad : "Señor Borges, yo habré estado en la cárcel r sobre todo, un significado esencial: aquel de situar el poema de
l
. J. Hernández como "texto fundador" de la literatura argentina. Ya
18 BORGES, J .L. Prólogo de Artificios (1944). Buenos Aires, Emecé Editores, ~'
había dicho Lugones (citado por el mismo Borges) que se
1974. En un posdata de 1956 a este prólogo, Borges nos dice que "Tres cuentos :
he agregado a la serie: 'El Sur', 'La Secta del Fénix', 'El Fin'. Fuera de un perso- , trataba del "libro nacional de los argentinos" . Pero · la refe-
naje - Recabarren ·- cuya inmovilidad y pasividad sirven de contraste, nada o , rencia, en Lugones, enfatiza el lado épico del poema, su natura-
casi nada es invención mía en el decurso breve del último: todo lo que hay en él
está implícito en un libro famoso y yo he sido el primero en desentrañarlo o, por leza emblemática y permanente. Borges, aparte de estos
lo menos, en declararlo." A esto añade: "De 'El Sur', que es acaso mi mejor
cuento, básteme prevenir que es posible leerlo como directa narración de hechos
20 Se observe a la repercusión de esta ética en el cuento de Sérgio Faraco "Noite
novelescos y también de otro modo".
19 BORGES, J .L. "La poesía gauchesca". En: Discusión . Obras Completas,
de Matar um Homen", en el libro del mismo título (Porto Alegre, Mercado
Buenos Aires, Emecé Editores, 1974, p. 195. Aberto, 1986).

74 75
:.~·ui ' aspectos, acentúa el hech9t_~e que el poema, por ~?, impq¡.'tancia f dará consistencia a La posición inaugurl?.l que -:onfiere a
en el conjunto de los textos similares, ilumina 'a sus ·::precur. : Hernández, cuando decide prolongar el pci:.;m a H . su propia
sores". En efecto, en las lecturas del Martín Fierro, Borges t obra. Es el caso de "El fin". Se comprende, entonces, que no se
r- desarrolla su teoría sobre las relaciones textuales que se : trata en este cuento sólo de completar el final del poema o de
concretiza en el ensayo "Kafka y sus precursores"21 . En el texto ¡ reiterar en el texto contemporáneo los valores ·de una época,
s~bre la poesía gauchesca, él observa que "Lussisch prefigura a ; situándolos en un universo permanente que ahora pertenece a
Hernández, pero si Hernández no hubiera escrito el MarUn , la ficción, donde la realidad gana una segunda vida y la peren-
Fierro, inspirado por él, la obra de Lussisch sería del todo insig- '·. nidad, pero, sobre todo, se trata de identificar en el texto de
nificante y apenas merecería una pasajera mención en las Hernández los componentes básicos que al mismo tiempo confi-
historias de la literatura uruguaya" 22 . Así, según Borges (como ' .guran la gauchesca (por las convenciones allí establecidas) y
la obra de Kafka en el ensayo referido), la de Hemández "crea a· consideran a la epopeya un antecedente legítimo de la narra-
sus precursores", vale decir, funcionando como sistema básico tiva moderna y al realismo corno ingrediente indispensable de
de referencia, permite la construcción de un determinado lo fantástico .
conjunto (el de la gauchesca), iluminando los textos que lo Veamos, primero, este último aspecto.
habían precedido y anunciado, dándoles un nuevo sentido y
posibilidades de nuevas lecturas. Es la lectura del Martín En su estudio sobre "La vuelta del Martín Fierro", Borges
Fierro que orienta, entonces, nuestra lectura de Hidalgo, de analiza el final del poema, enfatizando la tonalidad moral de los
Ascasubi, de Estanislao del Campo y de Antonio Lussisch, vale versos conclusivos:.
decir de un linaje de la gauchesca que se afirma con (y a partir
del) poema de Hem~ndez. El hombre no mate al hombre
Como se ve, en su ensayo, Borges establece el linaje, alte- ni pelee por fantasía.
rando su cronología y situando al Martin Fierro como texto Tiene en la desgracia mía
fundamental de la poesía gauchesca, pero, al mismo tiempo, · un espejo en que mirarse.
Saber el hombre guardarse
es la gran sabiduría.
21 BORGES, J.L .."Kafka y sus precursores". En: Otras inquisiciones. Obras
Completas, op. cit., pp. 710-12. Se lee al final del texto una exposición sintética
de Ja teoría: "En cada uno de estos textos está la idiosincrasia de Kafka, en
grado mayor o menor, pero si Kafka no hubiera escrito, no la percibiríamos; Después de estas moralidades, dice Borges, los personajes
vale decir, no existiría. El Poema Fears and Scruples de Robert Browning profe- "resuelven separarse y cambiar de nornb:r;e para poder trabajar
tiza la obra de Kafka, pero nuestra lectura de Kafka afina y desvía sensible-
mente nuestra lectura del poema. Browning no lo leía como ahora nosotros lo en paz. (Podemos imaginar una pelea más allá del poema, en la
leemos. En el vocabulario crítico, la palabra 'precursor' es indispensable, pero que el moreno venga la muerte de su hermano)"23 . Subrayo los
debería tratarse de purificarla de toda connotación de polémica o de rivalidad.
El hecho es que cada escritor 'crea' a sus precursores. Su labor modifica nuestra comentarios hechos por Borges entre paréntesis, porque
concepción del pasado, como ha de modificar el futuro ." Aquí Borges se refiere a concentran la intención; realizada después, de añadir un final
T. S. Eliot, cuyas consideraciones en "La tradición y el talento individual" esta-
rían en la base de Ja reflexión borgiana.
al poema, justamente la situación que se escribe en "El fin".
22 BORGES, J.L. El ·Martin Fierro» [Con Ja colaboración de Margarita
Guerrero) . Madrid, Alianza Editorial, 1983, p. 29. 23 BORGES, J .L. El "Martín Fierro u, op. cit. p. 81.

76 77
Sin embargo, la intención no se resume en un complemento
temático. Importa poner: d~ relieve que a esto' corresponde la no ü1-::kya lo sobrenatural". En ei Martín Fierro, como en El
densidad de atmósfera mantenida en el relato de Borges de la
Quijote, el elemento mágico, según Borges, surge de la relación
del autor con su obra, pues, al final de la primera parte, surge
misma manera que vale hacer notar la transformación del
un cantor, que notoriamente simboliza a Hernández, y que
poema en narrativa. De esto también se ocupa el autor en los
rompe la guitarra que acompañó la historia de Fierro, "para no
estudios sobre la obra de Hernández que elaboró con la colabo-
volverme a tentar". Si bien estas palabras indican que no
ración de Margarita Guerrero, al observar críticamente que "es
reanudará el relato, leeremos poco después su continuación, en
razonable afirmar que el Martin Fierro es épico, sin que ello nos
donde se introduce la ambigüedad:
autorice a confundirlo con las epopeyas genuinas. Además,
continúa Borges, la palabra puede prestarnos otro servicio. El
placer que daban las epopeyas a los primitivos oyentes era el "Y siguiendo el fiel del rumbo,
que ahora dan las novelas: el placer de oír que a tal hombre le se entraron en el desierto.
acontecieron tales cosas. La epopeya fue una preforma de la No sé si los habrán muerto
novela. Así, descontado el accidente del verso, cabría definir al en alguna correría;
Martín Fierro como una novela" 24 . Ahora bien, como se ve, pero espero que algún día
Borges leía el poema de Hernández como una novela, y ya lo sabré de ellos algo cierto ."
imaginaba en una forma narrativa, preanunciando nueva- r
,1

mente "El fin". Aparte de esto, acentuaba en el poema su ¡


¡
Las convenciones de la gauchesca
"índole realista", considerando que para los lectores actuales el 1
de Simoes Lopes Neto
tema del Martín Fierro ya está distanciado y, de alguna
manera, respecto de lo que para los· hombres del Ochocientos y En el prime~o de los estudios sobre el Martín Fierro, Borges
tantos era el caso vulgar de un desertor. La familiaridad de los observa que pertenece a Bartolomé Hidalgo el descubrimiento
lectores con el tema, con el escenario y con las situaciones de la de la "entonación del gaucho". Quiere decir que Hidalgo fue el
época vividas por el personaje del poema hacen de la obra un primero en dar voz, en sus Diálogos patrióticos, a dos gauchos
texto realista, donde, en verdad, en su tiempo, nada era exótico típicos. Pero es sobre todo e_l comentario siguiente de Borges
como hoy podría aparecer. Sin embargo, esta .índole realista no que nos da la posibilidad de reflexionar sobre las peculiaridades
excluyó del texto de Hernández la salida hacia lo imaginario, e de la poesía gauchesca y de sus convenciones. Dice el autor: "En
inclusive hacia 10 sobrenatural. Por el contrario, Borges mi corta experiencia de narrador he comprobado que saber
subraya este aspecto diciendo que "no hay libro perdurable que cómo habla un personaje es saber quién es, que descubrir una
entonación, una voz, una sintaxis peculiar, es haber descubierto
24BORGES, J.L. ibídem, p. 97 . También en "La poesía gauchesca", ensayo un destino" 25 .
publicado en Discusión, op. cit., Borges afirma: "En esta discusión de episodios Esta observación, de carácter general, puede servir para
me interesa menos la imposición de una determinada tesis que este convenci-
miento central: la índole novelística del Martín Fierro, hasta en los pormenores. cualquier situación narrativa: dar voz significa encontrar la
Novela, novela de organización instintiva o premeditada, es el Martín Fierro: l ..
definición de "un personaje, darle vida ante el lector. Pero,
única definición que puede transmitir puntualmente la clase de placer que nos 1

da y que condice sin escándalo con su fecha."


lil 25 Ibídem , pp. 181-2.

~
78
79
1

l
. ocimi nnto de la literatura gauchesca .
ins-arta en ~. contexto del estudio sobre el-Martín Fierro, donde ¡. · .. ,. t e debe a su con · .,~ ~ , . "n
º.,e o s . ' d -.. Sim5es Lopes era versac:·: "
ella surge., ·'d{ce sob~e la dificultad espedial que tendrían los '. ·
)u f
platense. on
e viene no olv1 ar 'l.'J.e
d
.
··• · tumbres y en el cancionero
autores literatos creando, y dándoles una voz correcta, perso- . las cosas del Sur, en leyen Cas y e.os . o Guasca (1910), obra
d Es suyo el ancioneir d
najes rurales, pertenecientes a un universo distinto de aquel riogran ense. . , de documentación regional. A pesar e
del cual son parte los mismos creadores. En verdad, la litera- pionera en la selecc1on. 1 selección del material encon-
tura "gauchesca" no está hecha por "gauchos'', como el nombre no seguir criterios estnct~s en : de este cancionero), Sim5es
podría sugerir. Por el contrario, posee un origen culto, es litera- trado (de aquí la gran nquez t ' a a mano almanaques, el
tura de literatos pertenecientes a las ciudades y no al campo. Lope~ ~eto utili~ó ~odo ~i;~ra:e do Sul, de Graciano A. de
Da ahí la distinción establecida muchas veces entre la voz del Anuario da Proumc~a do ºd varios autores, teniendo el
· material recogi o en dº ,
narrador (culta y erudita) y la de los personajes (inculta y Azamb up, y di ºó oral que él supo, como ira
popular) . Antonio Gandido analizó brillantemente esta cuestión .d d d consultar la tra c1 n . G , h
cu1 a o e d '6 a su Cancioneiro auc o,
al estudiar la función de la literatura en la formación del M en la intro ucc1 n . bl
Augusto eyer . l B ·1 transformar en un admira e
hombre 26, utilizando el ejemplo del autor del Rio Grande do "como quizá nadie ~n,, e27 ~~=5~s Lopes no se privó de dar. su
Sul, Simoes Lopes Neto (1865-1916 ), para comprobar cómo el instrumento de estilo . 1 " d larando entender el térmmo
· . d "popu ar ec
autor literato resuelve las contradicciones sociales entre él propia definic1 6n e " , s ueridas y repetidas por la
mismo y sus personajes cuando crea un narrador perteneciente como clasificatorio de las ~oes1~ ql utor se dedicó con tanta
blo" Ahora bien, s1 e a
al mismo universo y a la misma clase social de estos personajes. gente d e1 pue . . . . , an tesoro del cancionero riogran-
Así, al crear a Blau Nunes, el baqueano, genuino tipo criollo de obstinación y dispos1c1on all ~ t elementos oriundos de las
Río Grande, que será el relator de los cuentos gauchescos, n el cua ex1s en
dense d e1 sur' e . . to que debía conocer e1
Simoes Lopes Neto solucionará el impasse, tan frecuente en la t cto fronterizo, es cier .,
zonas d e con a " Es fácil suponer tamb1en
obra de otros regionalistas .(como Coelho Neto, por ejemplo) . s "predecesores .
Martín Fierro y su 1 endones de la gauchesca e
cortando la distancia entre el narrador y sus personajes y . - L s dominara as conv
que Simoes ope del cantor-narrador que
permitiendo al lector una entrada directa a los cuentos, sin 1 0
identificara, entre ellas, ed rlecurs una voz distinta de la del
mediaciones eruditas, pasando a escucharlos como si fueran onaje dán o e voz,
introduce e1 pers él también creado por el autor. No
contados en aquel momento, con todo el sabor de la oralidad. mismo canto:-narrador, tí Fierro entre quien presenta y el
Los cuentos, como "casos", se ofrecen así a los lectores que los había distancia ya en el Malr hn locría de los discursos asegu-
reciben a través 'de la voz-entonación del viejo Blau, él mismo . sto a contar· a orno c.· d
personaje pue · ·. b 1 edibilidad en el lector, e
definido por su discurso . raba la identidad y garantiza a a cr '
Antonio Gandido ilumina en este ensayo nuestra compren- lo que iría a es.cucharse. . culto pero genuinamente
sión de la obra de Simoes y, también, de los recursos narrativos La poesía gauchesca, fdetongencantor gaucho que maneje
puestos a disposición de un autor literato cuando se trata de upone en e ec o, un H
popu1ar, pres , . 1 d"stinto del habla urbana. a
narrar algo distanciado de él. Pero aquí se quiere acentuar que deliberadament~ el_lenguaJe ~:t~ l~ supiera. Aparte de esto, su • 1
el descubrimiento de este recurso por parte de Simoes Lopes de creerse que Simoes Lopes
26 El artículo citado de Antonio Candido fue publicado en la Revista Ciencia e . . Gaúcho Porto Alegre, Ed. Globo (Col.
27MEYER, Augusto. Canctone~ro .
Cultura 24 (9), septiembre de 1972, con el título de "A literatura e a forma~ao
do homem". Província, v. 2), 1952 ·

81
80
. 1 de la ::;ensi~i\~dad lírica que
¡ noción de "popular", como se -vi.;, presuponía como e.s~~cia~,'f¿ra que deben ser -ciantemdos,l~ t~ sm· ~'tamb;-¿~ poéticamente.
1
. 11 no sólo rea is ica, ,, •
el éxito de la recepción el conocimiento, la estin'1a y la fácil describe e ugar c·ones del escenario rural,
, . 1 hermosas recrea i
memorización por parte de la gente de lo que estaba escu- De aqID derivan tas O ras" (Trescientas Onzas): "La ruta se
chando. ¿No sería el Martín Fierro el ejemplo más feliz de seme- como en "Trezen . as ny . . d los campos se expan d'ian
jante exitosa recepción? Como para aquel poema, por lo tanto, extendía desierta: a la izqme~e: clareados por la luz blanda
se puede pensar que Sim6es Lopes anhelaba dar permanencia a contra el h?rizonte, ser::~s,o:e;os p~ntos negros del ganado que
sus textos en la memoria de los lectores y que, como "casos" que del sol pomente, motea J de la noche· a la derecha, el sol,
se iba echando en los para orets d en rr:asas de nubes de
eran, fueran recontados continuamente.
. . o dorado en ran o
Por otra parte, el Blau cantor de casos gana, en la rápida muy b ajo, ro~ ' m ezó a caer una brisa fresca; y un
presentación hecha por el autor, las virtudes que se reconocen en
gran silencio, en ° · .,
!af
márge~es l ~mmo;a;oe,;.~~ a de vi aj ar "por la geografía ~~ la
d J L Borges y describirla lmca-
la escala gaucha de valores: leal e ingenuo, prudente, perspicaz, . ,, , la expres1on e · · ' ·
sobrio e infatigable. Y con su aspecto que tanta simpatía desper- patria ' segun 1 h e también el escritor argentmo
mente como algunas veces o . ac
taba, durante sus viajes en diferentes lugares ganando expe-
en fragmentos rápidos y alus10nes.
riencia, Blau, en su contacto continuo con la gente, había juntado , . é ico es en efecto, otra conven-
recuerdos. Y son éstos los que el autor invita al "patricio" a escu- La asociación entre hnco Y P ' d S' - donde
ue sobrevive en la obra e imoes,
char, esperando, para su divulgación a partir de aquel primer ción de la gauchesca q . de apropiación creativa de
diálogo casi cara a cara, que logre despertar "en la raza que se · d t'ficar mecanismos . .
se pueden 1 en 1 . l lina'e del Martín Fierro. Un hnaJe
está formando" aquellos sentimientos que Sim6es Lopes elementos pertenecientes: J 1 mismo metro y las mismas
enumera en su misma introducción: "aprecia, ama, glorifica los de literatos que, ªpes~ .: u:a~e\a poesía popular del cancio-
lugares y los hombres de nuestros tiempos heroicos, para la formas estrófi~as, se ~is~or~ donde no hay lugar para metá-
intregración de la patria común, ahora bendita por la paz". 28 nero y de los improvisa 'H ández o Sim5es Lopes Neto.
El texto de Sim6es manifiesta, en 'efecto, una intención foras como las enco~tr~das en té e~~a (como observó Borges), se
próxima a la del poema épico de Hernández, que quiso fijar un Deliberadamente ru~tic~ a~ ~s "payadores de la campaña"
!
tipo de hombre que "las futuras generaciones no querrán distingue de :a pro u~c1o~s :n un lenguaje deliberadamente
olvidar". De la inisma manera podemos detectar en los cuentos que "no versificaron 1amd . d- de los trabaJ'os rurales: el
· ágenes enva as
de Simoes una intencionalidad -épica, con la permanencia de los plebeyo y con im 1 blo un asunto serio y hasta
valores que allí son exaltados. Con esa intencionalidad convive el _ ejercicio del arte es, para e pue '
elemento poético, también presente en la literatura gauchesca, solemne" 30 ·
como lo notó Miguel de Unamuno: "En el Martín Fierro se compe-
netran y se funden íntimamente el elemento épico y el lírico" 2 9. r refiriéndose a los últimos cantos
En efecto, Simoes Lopes estiliza los cuentos y leyendas del 30En ibídem, p. 16, Borges esclarece al ~e~t~u~a payaJa en una pulpería y los
del Martín Fierro en los que se pr~sen a.t ·1 que los rodea y abordan con
Sur, preservando aquellos dos componentes: el de los valores payadores olvidan el pobre mun º1 pas ~~~ el canto del mar, el peso ~ la
inocencia o temeridad, el canto ?el a ~ºor de los poetas gauchescos hu?1era
medida". y completa: ~s corn~ s1 e m y su trabajo deliberado de las irres-
28 SIMÓES LOPES. Joao Neto . Contos Gauchescos e Lendas do Sul . Porto querido mostrarnos la d1ferenc1a que s:para..
Alegre, Editora Globo - INIJMEC, 1973, p. 6. pensables improvisaciones de los paya ores.
29 UNAMUNO, MIGUEL DE. Cit. por Borges, El «Martín Fierro", op. cit., p. 91.

83
82
La estilización: }'; ¡~étaria sería, por lo tanto, un h~~urso inten- Al fin v sl cabo, la "gauchesca" gana, por vías diversas, en los
cional pari\3.segU.1:~ la permanente evocación de' fas raíces en i asos t: ;_¡ .Simoes Lopes Neto y en los :::uentos de Jorge Luis
la memoria de los lectores cultos. Así, para evitar ''la situación Borges, "otra vida:'' convincente, que no se pierde en lo efímero
de dualidad'', como afirmó Antonio Gandido, de modo que no de la oralidad: permanece en la supervivencia de los textos.
haya "diferencia de cultura entre quien narra y quien es objeto
de narrativa", Sim5es Lopes Neto construyó una voz gaucha
estilizada, la del narrador Blau Nunes, en la mejor tradición del
Martín Fierro, en donde el narrador tampoco se distingue del
Edipo y Layo en la encrucijada
habla del personaje.
Las interferencias de un texto en otro, en una perspectiva
Si Simoes Lopes Neto creó un narrador/mediador entre los
también intertextual, sirven de base para las reflexiones de
personajes y el público lector, con el fin, a través de éste, de ~ar
Harold Bloom en el libro The Anxiety of Infiuence 32 .
una dimensión estético-literaria a sus narraciones, en la me3or
tradición de la gauchesca, Borges encaró de otra manera "el El autor quiere establecer una teoría de la poesía a través de
fundamento literario de la cultura gauchesca y la transcripción la descripción de las influencias poéticas y se propone alcanzar
de la voz, del habla popular", como explicitó estudiando el dos objetivos que clasifica como "correctivos": 1') desmitificar
Martín Fierro. los procedimientos por los cuales un poeta ayuda a formar a
otro poeta; 2~) esbozar una poética (teoría) que colabore para
Ricardo Piglia definió una solución borgeana en Respiración una más adecuada práctica crítica.
Artificial, diciendo que Borges no hizo "gauchesca en len~a
Bloom no distingue entre historia de la poesía e influencias
culta, como Güiraldes . Para él (o mejor, para su pers?na3e
poéticas, pues, para él, los grandes poetas hicieron esa historia
Renzi) lo que hace Borges' es escribir el primer texto de la litera-
des-leyendo a otros, de manera de crear espacios imaginativos
tura argentina posterior al Martín Fierro que está escrito desde
jj para sí mismos.
un narrador que usa las flexiones, los ritmos, el léxico de la
lengua oral. Escribe: "El hombre de la esquma . rosada "31 . Para el autor, la relación de los grandes poetas entre sí es
conflictiva: se traba entre ellos una verdadera lucha de Edipo Y
La explicación de Piglia, más allá de su plausibilidad,
Layo, entre hijo y padre, en un proceso continuado de apropia-
centraliza adecuadamente la cuestión que se está examinando, ciones.
que es la de la recuperación, en la literatura del Ria Grande do
El sistema de filiaciones trazado por Bloom adquiere una
Sul y argentina, de convenciones literarias que el texto de
interpretación psicologizante, pues cada apropiación, según él,
Hernández concretizó alcanzando lo general aunque se basara
provoca una gran ansiedad de deudas . Todo poeta, por lo t~to,
en lo específico; esto nos permitió, a partir de él, leer otros
sufre de la "angustia de ·influencia" -especie de complejo de
autores con características del mismo tipo. De la misma
Edipo del creador, que lo llevaría a transformar los modelos que
manera, pero en sentido opuesto, leemos Hernández a partir de
absorbe de diferentes maneras. El autor designa con términos
Borges y de Simoes Lopes Neto.
clásicos esos procedimientos, clasificándolos en seis tipos .

31 PIGLIA, RICARDO. Respiración artificial. op. cit., p. 164. 32 New York, Oxford University Press, 1973.

84 85
· _.E l primero -"clinamen"- indi.:~Tia una corrección disidenté, ,;: menos original: "A ve~é,s lo hace· más ori ~h:d, ;o.,j_1que no
. ; esto es, el poeta se desvía de su prel:ursor, corrigiendo el poema necesariamente mejor" (p. 7).
que lee y orientándolo hacia un punto más allá de él mismo,
La teoría de Bloom tiene su fascinación . A pesar de las
adonde debería haber llegado y no lo consiguió. El segundo,
restricciones que se le puedan hacer por su naturaleza psico-
"tessera", es el que da acabamiento, o sea, un poeta antitético
logista y su terminología excesivamente marcada por esa
"completa" a su precursor. Ya ''kenosis" es un movimiento de
orientación, ella se alinea entre las propuestas que ayudan a
vaciamiento del poema-padre, en el sentido de una ruptura con
repensar los problemas que interesan al comparatista.
éste, en cuanto "demonización", el cuarto tipo es una apertura
del poema anterior, con consecuencias insospechadas, porque el Es cierto que su proposición se autolimita al producirse
poeta más reciente se inspiraría no tanto en el propio poema, solamente con relación a grandes poetas. Más allá de eso, no
sino en algo que está tras él y que lo anima. El quinto tipo, examina la posibilidad de que, en la construcción del poema,
"askesis", indicaría una autopurgación. En ese caso, el poeta coexistan influencias de otra naturaleza que no sea sólo
más reciente no realiza, como en ''kenosis", un vaciamento del poética. Se ocupa sólo de los caminos escondidos que van de
poema precursor, sino una mutilación o corte. La ruptura, por poema a poema, analizando solamente "the poet in a poet".
lo tanto, es todavía más radical. Al romper con el padre, el Los aspectos formales de los poemas quedan, en esta perspec-
poema nuevo adquiere un estado de solidez, cerrándose a cual- tiva, relegados. Para él, todo se reduce a un conflicto de gene-
quier otra influencia y castigándose a sí mismo. Finalmente, el raciones y a una serie de mecanismos de defensa que, accio-
sexto tipo, denominado "apophrades", expresa un retorno al nados, rigen las relaciones intrapoéticas.
punto de origen, al protosentido perdido, de manera que el A pesar de eso, contribuye a la reflexión sobre la literatura
poema nuevo parece ser. el trabajo precursor y no su conse- comparada, porque obliga a que se contraponga a su teoría la
cuencia . de la intertextualidad, tal como J. Kristeva la formuló. En
¡¡ A pesar de estar aquí sintetizada muy rápidamente, la ésta, hay como una especie de despersonalización del proceso
propuesta de H. Bloom es estimulante, y agrada la fluencia creador: el énfasis recae en el texto. H. Bloom se coloca en el
metafórica c~n que es presentada. otro extremo: la obra como representación de un conflicto del
Como se vio, a la realiza~ión del poema corresponde, en su proceso creador, íntimamente re_lacionado con el autor. Su
propuesta, la desvirtuación de poemas paternos a los que 1a "des-lectura poética" o "violación", como la llama, es el estudio
obra reciente se filia, ansiosamente. Para él, el poema no es una del ciclo vital del poeta como poeta. Varias afirmaciones que
victoria sobre la ansiedad, es la propia ansiedad . Por eso, cada hace y procedimientos textuales que expone reubican la cues-
poema es la disputa entre Edipo y Layo, la cristalización de una tión de las relaciones entre los textos de forma bastante esti-
fricción . mulante y nos llevan a reconsiderar desde un ángulo inusi-
Es preciso dejar claro que Bloom caracteriza las influen- tado el concepto de tradición literaria, que nos ocupará en las
cias como males benéficos, pues son ellas las que dinamizan páginas siguientes.
el proceso de evolución literaria. Y la influencia, en ese
contexto, deja de ser negativa, porque no amenaza la origina-
lidad. Así, dirá que no es la influencia lo que hace a un poeta

86 87
tr..· i •· .
es justameni.:3 la singularidad que lo peculiariza. Para Eliot, no
1,a tradición segii1~ .T.f,b~liot
es la semej~ .::_z a, r. ·:·:.· fo tanto, lo que define una tradi.ción, pues,
si la única iorma de tradición fuese seguir el comportamiento
Si la teoría de Harold Bloom nos obliga a reflexionar sobre la de la generación inmediatamente anterior, la tradición debería
forma convencional de buscar fuentes e influencias, colocando perder su fuerza. Tradición, para Eliot, tiene un sentido mucho
bajo nuevos parámetros los conceptos de tradición y de origina- más amplio, es algo no heredado, sino obtenido con mucho
lidad, sin duda fue T.S. Eliot quien primero nos encaminó hacia esfuerzo, involucrando, antes de todo, un sentido de lo histórico.
esa reflexión y, luego, a continuación, Jorge Luis Borges.
Este historical sense de que nos habla consiste en una
Eliot, en 1917, en el conocido ensayo "La tradición y el .p ercepción no sólo del pasado, sino de su actualidad en el
talento individual" 33 , en el cual discute el hacer poético, la presente. Es el que compele al escritor a escribir no solamente
crítica y la poesía, sustentó nociones que son básicas para una como los de su generación, sino con un sentimiento de que la
renovación de los estudios literarios comparados. totalidad de la literatura tiene existencia simultánea y
Al comentar la inclinación natural del lector a buscar la compone un orden general.
peculiaridad de un poeta, cada vez que lo aprecie en relación Eliot va todavía más lejos. Afirma que
con otros, Eliot observa:
"ningún poeta, ningún artista de cualquier arte, tiene valor
"insistimos con satisfacción en la diferencia del poeta en aislado. Su significado, su apreciación, es hecha en relación
relación con sus predecesores, especialmente con sus prede- con sus antecesores. No es posible valorarlo solo, sino que es
cesores inmediatos; nosotros nos empeñamos en hallar algo preciso situarlo, por contraste o comparación, entre los
que pueda ser aisl~do con fines de apreciación" (pp. 37-38). muertos" (p. 38).

Pero, según el autor, al aproximarnos a un poeta con tal Sus consideraciones son incluso más importantes cuando se
preocupación, no debemos sorprendernos, pues refiere al surgimiento de una obra nueva que rompe con lo que
la antecedió. Dice, entonces, que la obra nueva modifica el
"frecuentemente hallaremos que no sólo el mejor, sino orden existente al alterar nuestra comprensión; así, lo que
también la parte más individual de su trabajo puede ser acontece cuando una obra de arte es creada ocurre simultánea-
justamente aquella con la cual sus antecesores se garanti- mente con todos los trabajos de arte que la precedieron. De este
zaron la inmortalidad" (p. 38). modo, el pasado puede ser alterado por el presente ta~to cuanto
éste es dirigido por el pasado.
Es justamente esa interacción entre pasado y presente la
Como se constata, en la reflexión de Eliot, el dato de diferen- que permitirá esclarecer la diferencia entre los dos. Como dice,
ciación, buscado inicialmente, acaba siendo el elemento que
asocia al gran autor con otros grandes que lo antecedieron, pues
"la diferencia entre el presente y el pasado es que el
presente consciente corresponde a una comprensión del
33 Selected Prose of T. S. Eliot. London, Faber & Faber. (1917) 1975.

89
88
pasado de una manera y en una ~.sctll & que la conciencia , "el gusto perverso del reanudamiento indefinido -', la tol e- (
. ... c
__ :ie ese pasado tiene de sí mismo ::i :; puede mostrar" (p.
rancia por el estado reuerstble de las obras" 34
39).

Cuando tomamos contacto con el mundo laberíntico de Jorge


La síntesis de los presupuestos eliotianos fue necesaria
para que se viera en qué medida atacaban la noción conven- Luis Borges y con sus múltiples referencias sobre la creación
cional de modelo, pues se distanciaban de la idea de repro- literaria dispersas en su vasta obra, este pensamiento de
ducción para ampliarse en un significado mayor, de actitud V aléry parece explicar el sentimiento que mueve muchas veces
crítica que la nueva obra adopta en relación con aquellas que al escritor argentino, siempre pronto a confundir los datos, a
la antecedieron. deshacer lo ya hecho y a ver los hechos bajo un ángulo inno-
En esa perspectiva, cada obra lee la tradición literaria, la vador.
prolonga o rompe con ella de acuerdo con su propio alcance. La En el ensayo titulado "Kafka y sus precursores"35, Borges
noción de originalidad, vista como sinónimo de "generación actúa justamente así, poniendo en cuestión nociones clásicas
espontánea", creación desligada de cualquier vínculo con obras como los conceptos de originalidad, filiación y jerarquía cronoló-
anteriores, cae por tierra. En verdad, los conceptos de origina- gica en la producción literaria.
lidad e individualidad están íntimamente vinculados con la
idea de subversión del orden anterior, pues el texto innovador Al iniciar el ensayo, Borges parece emprender una investiga-
es aquel que posibilita una lectura diferente de los que lo prece- ción de fuentes (o precursores), en el sentido más tradicional, y
dieron y, de ese modo, es capaz de revitalizar la tradición ; las registra en orden cronológico. Cita, inicialmente, la para-
instaurada. ·j doja de Zenón contra el movimiento, después refiere un apólogo
Esa capacidad de invertir lo establecido, de instigar una
t de Han Yu, prosista del siglo IX, sigue por los escritos de Kier-
¡¡ i... kegaard, pasa por el poema "Fears and Scruples" de Browning
¡;11 relectura, se da gracias a la interacción dialéctica y permanente
que el presente mantiene con el pasado, renovándolo. (1876) para llegar a dos cuentos: uno de Léon Bloy, y otro, titu-
Así, a cada ·paso la tradición puede ser invertida y leída de lado, "Carcassonne", de Lord Dunsany.
atrás para delante. Es justamente ésa la lección de J.L. Borges, Sin embargo, retomando ese camino, Borges no adopta crite-
que examinamos a continuación. rios de género, como los comparatistas tradicionales lo hacen en
la mayoría de los casos. Sin la obsesión del pasaje paralelo ni de
la "fuente segura en contacto directo y comprobable", antes
J .L. Borges y la función de los "precursores" exigida, le bastan unas simples afinidades de forma, a veces
sólo de tono.

Paul Valéry, cuando describe la composición de su célebre 34 "Ausujet du Cimitiere Mar in". En: VALÉRY, Paul. Variété. Oeuvres, l. Paris,
poema "El cementerio marino'', menciona, en cierto pasaje, NRF, Bibliotheque de la Pléiade, 1957, p . 1.503.
35 En: BORGES, J _L .. Otras inquisiciones. Obras completas. Buenos Aires,
Ernecé, 1974.

90
91

_,..
·· fu ~= · ' '· ·
P€r J lo más interesante :;Dn su~~ - ':ümentarios finales, donde modificar el .~1 t.uro'J~ 712).
dice que los textos heterogéneos que seleccionó se parecen a los
de Kafka aunque no se parezcan entre sí. Con todo, Por lo tanto, el texto nuevo, el que subvierte el orden esta-
blecido, el que impulsa la tradición y obliga a una relectura de
"en cada uno de esos textos está la idiosincrasia de K.afka, en ésta, es el que se convierte en punto de referencia obligatorio y
grado mayor o menor, pero si Kafka no hubiese escrito, no la fundamental, no importando la localización en que se
percibiríamos; vale decir, no existiría". encuentra en el sistema literario.
Es fácil percibir que no estamos lejos de las nociones de T.S .
Y todavía añade: Eliot, cuando éste caracteriza la subversión ocurrida en la
tradición establecida cada vez que se manifiesta el talento indi-
vidual. En esa perspectiva entendemos, entonces, cómo el cono-
"El poema 'Fears and Scruples' de R. Browning profetiza la cimiento del teatro del absurdo favoreció el redescubrimiento
obra de Kafka, pero nuestra lectura de Kafka afina y desvía de un autor como Qorpo Santo y las vanguardias literarias de
sensiblemente nuestra lectura del poema". los años '60 promovieron una revaluación de autores como
Gregório de Matos y Sousandrade. El proceso dialéctico que se
Pues, como dirá, establece entre los textos, como un infinito juego de espejos (tan
al gusto de Borges) hace que unos iluminen y rescaten a otros.
Pero Borges todavía lleva la reflexión a otros límites cuando
"Browning no lo leía como ahora nosotros lo leemos" (p. 711).
dice que

Como se ve, para Borges, es el texto de Kafka el que realza


ij l.... "en esta correlación ninguna importancia tiene la identidad
;;111 al texto anterior y le da sentido. Él lo revaloriza al convertirlo
o la pluralidad de los hombres. El primer Kafka de Betrach-
en uno de sus precursores. De ese modo, si hay deuda, es del
tung es menos precursor del K.afka de los mitos sombrios y
texto anterior con aquel que provoca su redescubrimiento y no,
de las instituciones atroces que Browning o Lord Dunsany';
como quería Harold Bloom, de éste para con aquellos que (p. 712).
supuesta o realmente influyeron sobre él. Así, Borges disloca el
ángulo de observación, revierte la cronología, rompe con el
sistema jerárquico que en ella se apoyaba. Al hacerlo, no sólo Al acercarse a los escondites de la producción literaria,
ataca la noción de "deuda"; también permite que la interacción Borges abre una brecha en las nociones igualmente estable-
entre los textos sea entendida bajo otro prisma. cidas de autoría y originalidad, que no dejará de cuestionar
El pensamiento de Borges se sintetiza al decir que como más adelante se verá.

"el hecho es que cada escritor 'crea' sus precursores. Su


trabajo modifica nuestra concepción del pasado como ha de Aún Borges: las nociones de autoría y originalidad

92 93
;
'· ( '-!;n rn'.1 confrontación, aparentem ~ r.te absurda, todo
cow ienza 8. ganar sentido: los textos son er1 ;a pariencia iguales,
En el cüento •Pierre Menard, autor del Quijote"36 , de Jorge
pero la cara invisible de ellos, la que se revela por el disloca-
Luis Borges, el narrador se ocupa otra vez de la producción lite- miento temporal efectuado (el texto de Cervantes reaparece
raria dejada por el personaje que da título a la narración. En la idéntico tres siglos después), modifica íntegramente el signifi-
lista bibliográfica de las obras de Menard, él procura en vano cado. La reproducción de Menard logra otros sentidos interpre-
una referencia al proyecto de reescribir el Don Quijote, tal como tativos, gracias al nuevo contexto en que es relanzada. El dislo-
su amigo le revelara en una carta antes de su muerte. No camiento en el tiempo y en el espacio resulta, por lo tanto, bené-
encontrando rastro de esa elaboración en la producción legada fico. Al copiar el Don Quijote, Menard lo reconstruye. Bajo la
por Menard, el narrador se encarga de relatar él mismo lo que pluma de un autor de este siglo, las ideas de Cervantes surgen
considera una tarea con nuevo ropaje; ganan interpretaciones renovadoras, que
solamente un lector del siglo XX les podría dar. Cubre a las
palabras, ahora, una capa de ambigüedades, de dobles sentidos,
"subterránea, interminablemente heroica, impar. Esa obra, que las enriquecen. También el estilo cervantino gana realce:
tal vez la más significativa de nuestro tiempo, consta de los natural y espontáneo en su tiempo, tiene, en el nuestro, un
capítulos nueve y trigésimo octavo de la primera parte de sabor arcaizante.
Don Quijote y de un fragmento del capítulo veintidós" (p. El anacronismo deliberadamente implantado en el cuento
446). ilustra, como dice el narrador al final, una posibilidad de inver-
sión de la cronología que la historia literaria en los moldes habi-
En verdad, Pierre Menard no había pensado hacer una tuales no considera. Así, a partir de la reescritura del Quijote
transcripción mecánica 'del original español, pues por P. Menard, podemos

¡¡ ¡;~'.
li"I• "recorrer la Odisea como si fuese posterior a la Eneida y al
"su admirable ambición era producir unas páginas que coin-
libro El jardín del centauro de Mme. Henri de Bachelier
cidiesen -:-Palabra por palabra y línea por línea- con las de como si fuera de Madame Henri de Bachelier" (p. 450).
Miguel de Cervantes" (p. 4:16).

Al neutralizar los derechos de autoría (Pierre Menard es


Así, el texto que Menard produjo era idéntico al del autor también autor del Quijote), convirtiendo en ficción la propia
español. Pero al confrontar dos fragmentos perfectamente condición de autor (bajo la máscara de Menard está Cervantes),
iguales, el narrador borgeano los considera totalmente dife- el cuento propone una libre circulación de los textos, que nos
rentes. permitiría, como dice Borges, "atribuir a Louis-Ferdinand
Céline o a James Joyce la Imitación de Cristo" (p. 450).
36En: BORGES, J.L. Ficciones. Obras completas. Buenos Aires, Emecé, 1974. En ese cuento, por lo tanto, Borges no sólo pone en cuestión
Léase el análisis de este cuento hecho por SANTIAGO, Silvano. "E~a, autor de el concepto de originalidad en su acepción convencional como
Emma Bovary". En: _ _ . Urna literatura nos trópicos . Sao Paulo, Perspectiva,
1978.
también aspectos de la vinculación de una obra con su autor.

94 95
:-. \ .~
J-ª' .
Obsérvese q::'.:!'8 : ei narra'd or consi~i'.{rará producción de del lec ~or . Ha sido tal vez la r -;?..cción -nás fuerte contra la posi-
Menard origi:hahsima, más original ¡que -g;J_: }nodelo. Por otro
'l 'l
ción de. lectura "inmanente" )rop' ;~:; ,.:,;a por los formalistas y
lado, el Don Quijote de Cervantes pasa a ser también obra de seguida, después, por los estr -lcturaÚstas más ortodoxos.
un desconocido que, al reproducirla sin alteraciones, asume su Hans Hobert Jauss 37 , uno de los representantes más cono-
autoría en el siglo XX. La capacidad de invención de ese cidos de la Escuela de Constanza, donde surge ese movimiento,
supuesto autor no actúa directamente en los datos formales del intenta recuperar la dimensión histórica para la interpretación
texto sino en la interpretación que él recibe cuando las coorde- literaria, siguiendo los pasos del filósofo Hans-Georg Gadamer,
nadas de tiempo y de espacio le alteran el sentido.
cuya teoría hermenéutica preveía la intervención del lector, y
Como efecto de las consideraciones de Borges, el estudio de Jan Mukarovsky, que distinguía ente el texto y el significado
clásico de fuentes se conmueve como ante un gran ataque, ya que él gana en la conciencia lectora . Jauss pretende que,
que en él la noción de autoría y de precedencia cronológica eran reconstruyendo el ''horizonte de expectativa" de los receptores
los datos básicos de afirmación de originalidad. Más allá de ~so, (o sea, su sistema de referencias: género, forma, tema), se
todo el cuento puede ser comprendido como metáfora del propio pueda determinar la situación histórica de cada obra literaria.
acto de leer, en cuanto proceso productivo de nuevos signifi-
Para él, las reacciones del público y las opiniones de la
cados. Y este Pierre Menard, anónimo, se convierte en el lector
critica pueden convertirse en criterio de análisis histórico. No
que, por su actuación, relanza el texto en el tiempo que es el
es difícil entender por qué Jauss cuestionará la concepción
suyo y en el contexto al que pertenece. Se vuelve, así, en una
tradicional de historia literaria y su criterio cronológico. Su
especie de coautor, si entendemos la lectura también como una
reflexión es contraria a que se examine solamente la obra en sí
forma de reescritura interminable .
misma, pues, como dice, hasta la tradición no se construye sola,
depende de la recepción que el público da a las obras. De este
modo, la obra no puede más ser vista como algo acabado que se
La recepción productiva desplace intocable en el tiempo y en el espacio, sino como un
objeto mutable por efecto de las lecturas que la transforman.
El cuento de J.L. Borges enfatiza, como se vio, la figura del Por eso, los estudios comparados, que tradicionalmente se
lector-creador y su actuación en el proceso de creación literaria. ocupan con la investigación del destino de las obras y con la
Tales reflexiones sobre los procedimientos de producción mi~ación de motivos, temas y personajes de una literatura
textual y sobre el destino de los textos colaboran para la refor- hacia otra, deben necesariamente estar atentos a estas conside-
mulación de algunos conceptos básicos sobre lo literario e inte- raciones teóricas. Juntamente con los estudios de Robert
resan, por lo tanto, al comparatista, llevándolo a modificar su Escarpit 38, que exploran las relaciones entre lo literario y lo
actuación. También los estudios teóricos sobre los procesos de social y tienden a ver la literatura como un fenómeno de tres
recepción de los textos literarios contribuyen directamente para
esa modificación. 37 Pour une esthétique de la récepcion. París, Gallimard, 1978. Sobre este tema
Al final de los años '60 surge la llamada "teoría de la recep- ver LIMA, Luiz Costa, org. A literatura e o leitor: textos de estética da recepr;:iio .
Rio de Janeiro, Paz e Terra,1980.
ción", también conocida como "estética de la recepción", que 38Sociologie de la littérature. Paris, PUF, 1968 y Le littéraire et le social. Paris,
disloca el foco de interés de la crítica moderna hacia la figura Flammarion, 1970.

96 97

_r --
f:·

:~]á d.~ l~
;,_ , qimensic nes, más dupla "autor-obra", las rec-'.2rtes
;0h.,.,contribuciones de l\ 'é~téC~;¡ de la recepción fortalecen mfr~~.do-
lógicamente los estudios comparados, impulsando al compa~a-
1-
¡~
.
. proceso de ·:·.rs.duc ( :::n cuando el traductor aclar.5 'r:ir qué el
libro fue traducido e incluso cómo lo fue, o de la crítica que la
analiza y cumple, a veces, un papel decisivo en la orien tación de
. Lista a trabajar con el apoyo de los datos del sistema literario !..
la recepción de aquel texto, situando a los lectores y preparán-
(ediciones, traducciones, etc.) que, en estudios de esa natura- ¡: dolos para su lectura. Tanto el texto traducido como los comen-
leza, han sido fundamentales .
tarios de aquellos que lo analizan en el medio en que se difunde
Veamos más detalladamente cómo los estudios de recepción 1I· funcionan como "intermediarios". Este conjunto de elementos
literaria repercutieron en la actuación comparatista ganando, ¡.1
nos permite saber más sobre la propia obra, teniendo en vista el
en ésta, un sentido específico. Para la literatura comparada, la 1
contexto literario a que originalmente pert enece, mas también
recepción de una obra no es un objeto de análisis aislado, un fin
sobre el nuevo contexto en el cual ella se integra.
en sí mismo, mas su estudio es una etapa de las relaciones r·l
interliterarias genéticas (nacidas de los contactos, directos o La noción de "fusión de horizontes'', tomada en préstamo de
no). H.G. Gadamer, cuando dice que el horizonte contemporáneo es
En el horizonte del comparatista está el "autor en cuanto
1
¡
resultante de la fusión del horizonte de la historia con el del
intérprete, instala una doble configuración en literatura compa-
lector" y todos los aspectos de la recepción de una obra extran- .
jera en un determinado contexto que puedan tener importancia i rada: la ecuación hermenéutica pasa a tomar en cuenta el
para el autor en cuanto lector y para su eventual recepción ¡ 1 hecho de que hay una nueva "fusión de horizontes", esto es, que
personal. Así, se vuelve objeto de investigación comparatista la I al horizonte primero se agrega el horizonte de una cultura dife-
traducción de la obra, el aparato crítico que la acompaña, los j: rente de aquella a la que la obra pertenecía. En ese contexto es
datos de la edición. F;l conocimiento de la resonancia de una preciso subrayar que la obra literaria en estudio sufrió un dislo-
traducción, de las lecturas críticas que ella provoca dice mucho camiento, ell-a "migró" de la tradición original donde surgió
sobre la obra, y también sobre el sistema literario que la acoge. para incluirse en otra contemporánea, que se fundamenta en
Eso porque, como dice Yves Chevrel en Littérature comparée 39 [; una tradición diferente y donde gana otras connotaciones
"traducir, editar una traducción, no significa solamente J: lingüísticas. En ese caso, la interpretación debe ser verdadera-
ocuparse con una operación de naturaleza lingüística, es ¡ _·.· mente "construida", permitiendo la comprensión del medio lite-
también tomar una decisión que -pone en juego un equilibrio rario en el cual la obra ahora se inscribe.
cultural y social". La traducción de un texto raramente es inde- i Los conocimientos de hermenéutica aplicados a la literatura
pendiente del sistema que está destinado a acogerla y, por eso, comparada favorecen la definición de lo que se convino en
una traducción "dinámica" (quiere decir, que se constituye en llamar "situación hermenéutica", esto es, las condiciones de
factor de intercambio cultural, de continua y mutua fecunda- comprensión y de interpretación de una obra dada y de los
ción) es aquella que integra ·el texto traducido en la tradición procesos literarios cuando ellos "migran" de un sistema lite-
del sistema que lo acoge. Al mismo tiempo, los elementos que rario hacia otro. Permiten, en fin, que en el estudio de una
acompañan la traducción son significativos, se trate del propio determinada obra o de determinado escritor se identifiquen las
interpretaciones dominantes, que derivan del contexto literario
39 Paris, PUF. 1989, p. 18.
y social de la época y que dirigen la recepción de aquella obra o

98
99
¡·,
¡,
de aquel escritor. Así, ¿;,iJiteratura comparac:tí;' an 'g:~t-r: í.ipo de r a ser analizados ';;ij 0 otra óptica y con e.Tos o':;; :Jiivos, los estu-
.~·
estudio, la intepretación e-s una "metainterpre:~ación,;'.,. ¡·
dios sobre traducción ganaron una posi ión ct::;.ü ral en la refle-
Los estudios de recepción literaria contribuyeron incluso _ xión comparatista y los trabajos sobre historia literaria
para un entendimiento diferente del concepto de influencia. En 1 tomaron nuevas direcciones.
la formulación tradicional, este proceso era solamente interpre-
Otros campos de la investigación comparatista también
tado en una única dirección: del emisor hacia el receptor, que
progresaron con el refuerzo teórico mutuo establecido entre
cumplía el papel pasivo de quien "sufre" la influencia. Los estu-
ellos y las relaciones interdisciplinarias. Literatura y artes,
dios de literatura comparada más recientes consideran al
literatura y psicología, literatura y folklore, literatura e
receptor como determinante en el proceso interliterario y
historia se volvieron objeto de estudios regulares que ampliaron
destacan, por lo tanto, la doble dirección de las influencias. Por
los puntos de interés y las formas de "poner en relación", carac-
otro lado, los estudios de recepción y los estudios sobre influen-
terísticas de la literatura comparada.
cias se complementan; los segundos tienen necesidad de los
primeros, pues ¿cómo apreciar lo que determinado autor Algunas obras fueron decisivas para el avance de esos estu-
absorbió de otro o de una tradición literaria dada, si ignoramos ¡.1 dios. Más allá del ya citado libro de Ulrich W eisstein, hay que
totalmente cómo tuvo acceso, por qué intermediarios se esta- i recordar los estudios pioneros de Calvin S. Brown, sobre las
bleció la relación evidente en su obra? Incluso cuando la verifi- relaciones entre música y literatura desde 1948, de Th. Munro,
:~::'.:· : The Arts and their Interrelations (1949), el volumen editado por
;¡¡ .1
...... ::
cación del contacto no sea indispensable, las conexiones efec- i'
tuadas nos permitirán esclarecer mucho del procedimiento ¡ James Thorpe, Relations of Literary Study: Essays on Intedisci-
plinary Contributions 40 e Interrelations of Literature, editado
productivo de un autor. Yves Chevrel, en la obra ya referida, !
41
llama la atención también hacia la rentabilidad de los estudios f.i por Barricelli & Gibaldi, en 1982 . Estos trabajos expresan la
de "recepción comparada", o sea, estudios de la recepción de un tendencia común de traspasar fronteras, sean ellas nacionales,
obra literaria en por lo menos dos áreas culturales diferentes. 1 artísticas o intelectuales, pero igualmente la de explorar la
Una · confrontación de ese tipo posibilita no solamente la I· imbricación de la literatura con otras formas de expresión artís-
confrontación entre dos sistemas literarios, sino también nos ; tica y otras formas de conocimiento. Se acentúa, entonces, la
lleva a obtener sobre determinada obra esclarecimientos movilidad de la literatura comparada como forma de investiga-
contrastados, acentuando ciertas posibilidades de lectura en ción que se sitúa "entre" los objetos que analiza, poniéndolos en
ella contenidas. relación y explorando los nexos entre ellos, más allá de sus
especificidades. Los estudios interdisciplinarios en literatura
comparada invitan a una ampliación de los campos de investi-
gación y a la adquisición de competencias. Esa ampliación se
La interdisciplinariedad refleja en las conceptualizaciones más actuales de la literatura
comparada, como la que nos presenta Henry H.H. Remak consi-
La articulación entre teoría literaria y literatura comparada derándola ·
fue indispensable para el desarrollo del nuevo impulso que reci-
bieron los estudios comparatistas, mostrándose fecunda y bené-
4 ºThe Modero Language Association of America, New York, 1967.
fica. Distintos aspectos de las relaciones interliterarias pasaron 41 The Modero Language Association of America, New York, 1982.

100
101
"el .:studio de la literatura :···=' s alfr .d i· fr
ínét~
, _ ··~ ~ • ·.···'. <°' • e as anteras de un
pa._. ·.:., , ±'articular, y el estud :. J de las relaciones entre la lite-
r~tura, por un lado, y otras áreas del conocimiento o creen-

c1~s .. como las artes (pintura, escultura, arquitectura
mus1ca)
. ' la filo so fíia, la histona, · las ciencias sociales (polí-'
tica , economía , soclo · logia
, )' ¡as otras c1enc1as
. . las religiones
~te. , por otro. En suma, se trata de la comp~ración de un~
Literatura comparada y
literatura con otra u otras, y de la comparación de la litera-
tura con otras esferas de la expresión humana" 42
dependencia cultural
As_í compr~ndida, la literatura comparada es una forma Analogía y dependencia
específica de mterrogar los textos literarios en su m·t .,
co t t t · . eraccrnn
n o ros ex os, literarios o no, Y otras formas de ., Como vimos hasta ahora, diversos autores nos ayudan a
cultural y artística. expres10n
pensar sobre nociones que son fundamentales para los estudios
literarios comparados y que, vistas bajo otro prisma, permiten
la revitalización de los estudios de fuentes y de influencias, que
siempre fueron el caballo de batalla del comparatismo tradi-
cional.
Conviene detenernos todavía en lo que fue un aspecto vital
para aquellos estudios: la busca de analogías.
Al emprender la investigación de la "fortuna de un verso" o
de las "fuentes remotas" de un determinado texto, los compara-
tistas clásicos tenían una idea fija: identificar la semejanza o
identidad entre las obras confrontadas. De ahí la formación de
los largos paralelismos, ya mencionados y criticados. Pero había

l
l,
en ese procedimiento otra intención: establecida la analogía, se
instalaba el débito. Y la relación se convertía en un saldo de
créditos y débitos.
Es posible todavía descubrir, subyacente a esos procedi-
mientos y a esas conclusiones, otra intención más oculta: la
demarcación de la dependencia cultural. Reconocida la seme-
42 "Comp t . rt ·
janza, contraída la deuda, llegábase, con naturalidad, a una
N p & Fara ive 1 erature -1ts definition and function". En: STALLKNECHT conclusión: la dominación cultural de un país (de una cultura)
·. ·. renz, H. Comparatwe Literature · M th 0 d d . •
Ed1t1on. Illinois University Press, 1971. ' e an perspectwe . Revised sobre otro (u otra).

102. 103

oi. L_ _____ _
. peri<r El discurso
. , d. c8 ;;u magnet•!'~º
artistas sub itos . .
su '.. ; '
. .•, tablece Lt ·-:;2treü~-. .. orno
_ .., En Ja práctica más convencional, ·.,s0 dejaba transparenk~; . h bla de ' :><; ·
m fluenc1as es '" ' ..
crítico que a .. " ,. -' ·. ·
·. ~"na i ." ,ología colonizadora, que forÜ:fü~ cía sus propios se;~ti­ único valor que cuenta" (p. 20). ,.
. 'nüentos nacionales.
Vista de este modo, la literatura comparada mostraba una
engañosa fachada de internacionalismo y de espíritu de aper- y completa más adelante:
tura y aceptación. Investigar una influencia, trabajar las
, tesis que el discurso crítico que
fuentes, significaba descubrir que determinada cultura era "Sea dicho entre paren l"dades no presenta en
superior a otra y, por tanto, dominante. d r r en sus genera l ' . .
acabamos de e mea 1 d"scurso neocolomahsta:
.,. · alguna con e 1
Tal perspectiva sólo podía beneficiar a los sistemas cultu.- su esencia diierenc1a , fi ·t ·as" (p. 20).
rales consolidados, de los cuales los más nuevos serían siempre los dos hablan de econorruas de c1 an
"parientes pobres" o herederos remotos. En general, retardata-
rios, pues acababan recibiendo tardíamente lo que ya había , hay una solución:
Para eso, como dira,
dejado de estar "a la orden del día" en el país de origen. ·
La formación de linajes o "familias" no estaba lejos de ese , ico el cual por su vez olvidará y
sentido: crecía la importancia de un autor cuando era posible "un nuevo discurso cnt ' de influencias y establecerá
. ·dara' la caza de fuentes Y · " ( 21)
descu1
afirmar que pertenecía a la casta de un nombre célebre. La
como único valor en'fico la diferencia P· ·
deuda siempre estigmatiza la producción más reciente: o bien
ella es deudora (por lo tanto, copiadora, simple reproducción sin
originalidad), o bien tiene valor por "parecerse" a la obra que la Diferencia y dependencia
antecede. En ese contexto, la "fü.~nte remota" se convierte en un
. tendida la vinculación
valor del cual dependen las obras que influencia. Con razón
Articulados esos do~ tér~m;s y e~ornprendida solamente
Silviano Santiago apunta este dato en su estudio "O entre-lugar .
entre ellos, la diferencia- deJ ab e asdero en sustitución de analo-
do discurso latino-americano" (El entre-lugar del discurso lati- bº t -ser use
corno un simple o ~e o a . ferencial para que se afirme
noamericano), que abre el volumen titulado Uma literatura nos
crías. es más que eso, es recurso pl re r1· esgos de la analogía, las
trópicos_(Una literatura en los trópicos) 1. Vale la pena transcri- o· ' - . l Contra os ·t J

birlo:
la identidad nac1ona . . 1 diferencia lo que perm1 e
armas del contraste, pu~_s es a
. .6 en lo universal. .
"La fuente se vuelve la estrella intangible y pura que, sin nuestra inserc1 n O también contrastar,
es contrastar. es b d
dejarse contaminar, contamina, brilla para los artistas de . Por eso, comp~rar . 1 lúcido prefacio a la o ra e
dice Antonio Prieto en e
los países de América latina, cuando éstos dependen de su como . S) referida:
luz para el trabajo de expresión. Ella ilumina los movi- Ulrich Weisstem (197 'ya ·
mientos de las manos, pero al mismo tiempo vuelve a los . ra comparada no se agota con la
"El campo de la hteratu . d t mas comunes practicada
. la indagación e e ·
preferencia por .1 aratista alemana, m se
arte de la escue a comp
1 Sao
por una P
Paulo, Perspectiva, 1978.

105
104

11
,b,. ·- "------ ·---
con una s-~:c:<>.tlad primitiva y corq--<'.1 bú_n;f?balvaje de Rousseau,
acaba con la búsqueda d e +- ,uentes ht€'" · proclamari..10 }.a devoración par:'.i "la .'\;J.' 2.nsformación perma-
'"'~pas:. . Cl,'.!e. -defendió
.
una parte de ¡G·e··-i.L ·iel fr -.•'
•· .· "''·, a ancesa. [... )Te;:- ..... . nente del Tabú en Totem".
1;,... tura comparacfa 'es la b d . .,J_. prop.,"-de la htera-
usca e afimdad En la perspectiva abierta por Oswald de .A:ndrade, la devora-
aquellos contraste;; q . es como el estudio de
• ue, comparativam t . ción del extranjero es decisiva para la construcción de una
esclarecedora para ca t . en e, sirven de forma
rae enzar un 1·t síntesis nacional. Se trata de invertir el proceso: pasar de devo-
(pp. 17-20). a 1 eratura o un autor"
rado a devorador. Haroldo de Campos, en el ensayo "Da razao
antropofágica: a Europa sob o signo dea devorac;ao" (De la 3razón
Al subrayar la importancia d 1 autropofágica: Europa bajo el signo de la devoración) , nos
caracterizador de los co t t e o que denomina "camino
., · n ras es" A p · . explica que la antropofagia oswaldiana
actuac1on comparatista ' . neto red1mensiona la
, . d. ' que no puede y .
unica irección, desde Euro a h . a. encammarse en una
(a la busca de analogías) p acia las literaturas periféricas "no involucra una sumisión (una catequesis), sino una trans-
sí misma, desde la perife:a_e~o ~uedle re:ertir la dirección sobre culturación: mejor una 'transvaloración': una visión critica
acia e antiguo centro. de la Historia como función negativa (en el sentido de
Nietzsche), capaz tanto de apropiación como de expropia-
ción, desjerarquización, deconstrucción. Todo pasado nos es
La voracidad antropofágica 'otro', merece ser negado . Vale decir: merece ser comido,

En 1928, Oswald de Andrade a , . devorado" (pp . 11-2).


rumbo. El proyecto antropóf Y hab~a mtentado cambiar el
el - , ago, transcnpto c u · .
pnmer numero de la R . t omo manifiesto en La intención modificadora de la propuesta oswaldiana es
· d evis a de Antr .+. • (
m aga en la propia cultu -"T opo,agia 1928-1929) 2 \
muy clara; por eso el crítico aplica el término "transcultura-
question"- en una lín ra upy, or not tupy that is th'
., ' ea que refuta tod ' e ción", para acentuar el proceso de transformación cultural
c10n y se sustenta en el discurse d e "contra"
a y cualquier importa- \ caracterizado por la influencia de elementos de otra cultura,
La propuesta es radical: nie a la . . -,
~on el pasado histórico ("nunca g . vmculac.1on del presente
\ llevando consigo la pérdida o la alteración de los ya existentes.
Oswald parece ser el ejemplo vivo de lo que él mis~o propone,
mdependencia todavía no fu fuunos cateqmzados", "nuestra al pasar de la teoría a la práctica con relación a Blaise
un, proce di miento
· e proclamada")
canibalesco· "Sólo . y se co_ncretiza en Cendrars, apropiándose de ciertos recursos poéticos de éste
mio. Ley del hombre . Ley del~ _me ~teresa lo que no es
4
2 tropofago . Reconecta los lazos para integrarlos a su propio texto, modificándolos .
Haroldo de Campos explica eso muy bien:
El "Manifiesto Antro ófa o" .
~~~~f;asil d Ant'.ºf?f~ia : ase~~~p~~~~:'.pto en ANDRADE, Oswald de. Do
M o, MEC/C1v1hza1tiio Brasil . . - · Obras completas v 6 R d
~ eu~?peia '!1º~ernismo ~ G1lbe~to
endon(fa, Vanguardi •. e1ra, 1972. También en TELE . . . io e

~?~~eENUNES, ::n~~i~~~,?~~~;:Fa lasalpropue~t¡s ed~ 0~~~)~ ~~


Vozes, 1983. Para un e brasileiro 7 d 1

· , O. de. Obras
ratura antropofágica. F
z
d.e
g¡a ao canee de todos" (P t: ·
comp etas._v. 6, op. cit. HELENA L , . re ac~o).
1
:,
Colóquio Letras (65), Lisboa, Funda~áo C. Gulkenkian, jul. 1981.
3 Es importante la búsqueda de relaciones
4EULÁLlÜ, Alexandre. A aventura brasileira
de B. Cendrars con Brasil en
de Blaise Cendrars. Sao Paulo,
CAMPOS, Augusto de p ort_aleza, . Umversidade Federal ' uc1a. f.!ma lite-
Moraes, 1978. , oesia, antipoesia, Antropofagia · s-ªºdpo aulo,
Ceara, 1983;
Cortez & Quiron/MEC, 1978.

107
106

~ .. _... __.. ---·-- - - -- - ---- -- -


· b. e · P "destino .::omún" ª ! ': S
>1 Lt. ' i
1 . :e Campos vio muy ien "< . .
"O··':I~ld ~i.1 ;: ·1e prestada la máquina fotogr&::'i~·a y le retri- .ro1. .
~. fr. ·.- :· :'· .
bu· •.r la g~ ,_ ,,.¡leza, comiéndolo" (p. 12).
V·. ~ üstin .•,;; literaturas:
opa signifi-
é . latina ~amo en E u r '
"escribir, hoy, en Am nc~b'r remasticar" (p. 23).
El ejemplo ilustra la agres1on contenida en el proyecto z más reescn 1 ,
antropófago. Ahora es el representante de la cultura periférica cará 'cada Ve '
y dependiente que ataca la del colonizador, mutilándola, expri- e su ensayo, el crítico coloqu_e en
miéndole el jugo para extraer de ella solamente lo que le sirve. Es significativo que, al ~nªia~a y Europa, llegando _al mismo
Asimila solamente lo que le conviene. píe de igualdad a An:énca b Aceptada esa reflexión, ya no
diagnóstico con relación a _aro as. d . seguir desgastándose
El procedimiento "devorador" no está muy distanciado de las
cabe a los estudio~ lite~anos co;~:~:d~sel paralelismo binario
relaciones efectuadas entre los textos, de lo cual cabe a la inter-
en confrontar nacionalidades . de las relaciones estable-
textualidad dar cuenta (por eso, tal vez, la propuesta antropofá- . ti arán los nexos . ,
de oposiciones, m~~s g den llevar a un conocimiento. mas
gica haya despertado tanto el interés de los comparatistas en . das Tales análisis nos pue . , t nos llevarán a situar
los últimos diez años). Y es justamente ahí que podemos llegar c1 . . s estéticas y es as .
preciso de las relaci~~e t 1 fenómenos literanos .
para reflexionar sobre esa estrategia de reversión, cuando es . histórica y cnticamen e, os
rneJor,
empleada en los estudios literarios comparados. Es preciso
tomar en consideración el riesgo de caer en el extremo opuesto.
Si antes, en el comparatismo tradicional, la dirección era única . roo y descolonización literaria
-de la cultura dominadora hacia la dominada-, comprome- Comparat is
tiendo toda la relación al volverla determinista y restringiendo tradicional
. . 1 literatura comparad a . ,
el ángulo de visión, adoptar la perspectiva antropofágica consis- El atributo pnnc1pal de al . d por la identificacion de la
tirá simplemente en la inversión de esa dirección. Dicho de otra · " forta eci o ·ó e
era el "eurocentnsmo ' 'ses frutos de la colonizac1 n, qu
manera, pasaríamos de una radical postura de admiración dependencia cultural de los_ p~uropa como matriz y modelo5 La
pasiva e incondicional hacia las culturas europeas a otra tenían sus ojos vueltos hacia l 't. mo de Jorge Schwartz 'no
actitud, igualmente radical, de cerrazón en un "autoabaste- . lectura de Vanguardia e cosm~:~~she;ho. El rastreo del autor
cerse" nacionalista. deja dudas eñ cuanto a este . O wald de Andrade y otros
por la obra de Girando, Qmroga, . ~'tentativa de entablar un
La propuesta antropofágica es, sin duda, fascinante. Pero de
critores latinoamericanos es una ba la vanguardia de los
ella, lo que parece ser más provechoso para los estudios compa- es " como comprue ' ·t do
rados , no es meramente la reversibilidad del proceso; no es la diálogo entre islas '~u:s, miradas hacia Paris, ev1 ~n
países periféricos dirigía sus xt las iniciativas de Máno de
devoración (asimilación) vista en su sentido más superficial,
cruzarlas entre sí. ~n ese co~te o~'la obra de Borges, Girando y

'
j
sino comprendida en su carácter selectivo, como capacidad
crítica de seleccionar, de lo ajeno, lo que interesa. La antropo-
fagia oswaldiana abre caminos, articulando los dos polos -el de
las literaturas periféricas y el de las literaturas del centro-
igualmente involucrados (e interesados) en ese proceso.
l
i
¡
Andrade de establecer cont~c oc
algunos otros latinoamericanos se

5
·va 1983.
Sáo Paulo, Perspecti '
muestran como puntos

¡ \
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! ~
1 109

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i 108
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i ·. . . -- ------
1
- 11-- -
p erdidos: el aislamiento es la marca de este arc}-j_,oiélni:ro~
:;:.- - .. JJjst anciados entre sí, los escrjJ;;e..,~
de los países per(:fshcoi;~se
., ,. , .{ :.1 · \ ' 1
. · . d e ese p roces o (··.:,-.:..,.._,· , S'' ·:·.i"
. ,,'.):~leo
El carácter di? ·: ·- 1 el autor, en
· ':~·r.
:.. ; uelven hacia la matriz parisiense. Dice el autor: ...
el hecho de que

"Vemos cómo París es considerada un eje cultural, en rela- . t ación progresiva de expe-
ción con el cual el resto ('la intelectualidad') llega al centro, "él ha consistido en una m egr di d la tensión entre el
. . . . y espiritual, por me o e , ., )
en un gesto de deseo utópico de lo desconocido" (p. 14). nencia hterana resenta como sus tancia de la expres10n y
dato local (que se p . de la tradición europea (que se
los moldes heredados . , )" (p 132)
Pero eso, como sabemos, no es solamente un hecho literario presentan Como forma. de la expres10n . .
sino cultural. Si 6abrimos el libro de Brito Broca, A vida literária
no Brasil- 1900 , veremos cómo él describe la situación brasi- Considerados estos datos, la literatura brasileña, para
leña a comienzos de siglo:
Antonio Gandido,

"Recibir de la existencia todo cuanto ella nos podría dar de . fdo en una superación cons-
"ha bajo este aspecto, consis i 1 t "miento de inferio-
bello y de bueno, era una receta que entonces solamente se ' l ntre ellos e sen i
preparaba en el bulevar ... Lo chic era incluso ignorar a Brasil tante de obstácu os, e . al largamente mestizado,
, uevo tropic y
y delirar por París" (p. 95). ridad que un pais n . ·os' pruses, de composición étnica esta-
desarrolla de cara a VIeJ ., l b ada en condiciones
b ·¡· da con una civi · cion e a or
· ·¡ iza
i iza , ,, ( 132)
El modo ameno con que el autor nos cuenta esto y los geogra' ficas bastante diferentes p. .
términos que emplea al hacerlo' recomponen el clima de belle
époque aquí instalado, cuya explicación se haría mejor por vía
Como explica el ~utor a con -~u tificación con lo universal y
ti ación de la reflexión, el inte-
sociológica que por la propiamente literaria.
lectual brasileño oscila entre la ~ ~n do un proceso de desgarra-
En términos de literatura, Antonio Candido nos da, con . de 1o part"cular
la afirmación i ' vivien .
nitidez, el cuadro general en "Literatura e cultura de 1900 a
71945 (Panorama para estrangeiros)", de Literatura e sociedade miento. · ia de acc10n . , s i·multánea de ambas
.
, ·en la "dialéctica del localismo y del cosmopolitismo" como En verdad, la concienc la contradicción, magistral-
. muchas veces c-
oscilación nuestra entre las dos tendencias: inclinac10nes genera Mári de Andrade de sabor conie-
1 · en de o '
mente fijada en a unag 1 'd" Interesa observar que
. t ando un au . 1
sional: "Soy un tupi oc lt 1 hecho· al contrario, expone a
"afirmación de nacionalismo literario y un declarado confor- Mário de Andrade no ocu a e , si para él, asumir la
mismo,. la imitación consciente de los patrones europeos" (p. t d u desnudez, como ' 1
131). contradicción
. .en d. s fuese 1a so1uciºón para sobrepasar a .
o a.dida
propia condición lVl . 1 fi a la noción clara de su
2. ed. Rio de Janeiro, J . Olympio, 1960. En O banquete, por eJemp o,ta rb~'n civilización europea") y
76
SÍio Paulo, Cia. Ed. Nacional, 1960. 1 d · ("N otros somos am ie
escendencia os. tr á la "u.U.erenc1
.l"c-
, ·
. a" al crear un 'héroe sm

llO
f
;
en Macunaíma regis ar
ningún carácter". En cuanto un ser vi
di .dido entre dos culturas,

i t
1 111
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1
' ""------ - - .....
- -- ~---·· - . ··-·
- - - --- -----·-
' ..· Mário de Andr , . ·
.... .:.. , , ade s-:::.\r.ic1011 :r re-J contr , L· . -

·-lOn . del heroe, abdL: ando :·6)-¿·.·f¡, icto ~or la descaract~~:J.'Za"' Co:,•.; se ..... ~ , adoptada esta p.erspecfr 1 ~ , las literaturas
brasileño". Macunaíma 1 final or~ulas listas para definir "l'o llama as pe. .,,é:ricas ganan en relevancia y@.~ -.".~t'staca el interés
ª
L a aceptación del confl. ' ,t
siendo much .
os y no siendo, es, que pueden investir al confrontarlas con las iiteraturas euro-
una especie de antídoto "~c- lo parece ser, en Mário de Andrade· peas. Son éstas las que, muchas veces, se ven cuestionadas en
"A . n;:;1 o compre d Sil . '
pesar de dependente, univers " n e viano Santiago en la confrontación y esclarecidas por ella.
donde se refiere de ese m d al , de Vale quanto pesa a
Es cierto que la autonomía cultural no consiste en el rechazo
noción de "traición d o o ª.la antropofagia cultural l '
Andr e memoria" (fi , a a frontal de "mirar hacia afuera", sino en la capacidad crítica de
ade) Y a la noción de " . ormulada por Mário de ese mirar.
mientos de vanguardia po tco~te radical" presente en los mov1·
fi s enores al '22 El - Consideradas estas reflexiones, los estudios literarios
ormas de resistencia "a la . . . autor las considera
la lt apropiación el · d comparados pueden colaborar para la evaluación del proceso de
cu ura dominante". y dice: ogiosa el producto de
descolonización que se desarrolla a lo largo de la literatura
brasileña, analizando sus avances y retrocesos9 . Es en ese
"E . sentido que la investigación de las tensiones derivadas de la
n runguno de los tres casos no se h
dependencia no exist ace de cuenta de que la "dialéctica de ·localismo y cosmopolitismo", indicada por
l'd e, por el contrario
l ad; no se escamotea la deuda ' se roza su inevitabi- Antonio Candido, puede colaborar para la caracterización de la
nantes, por el contra . ~ara con las culturas domi- evolución del sistema literario brasileño y de nuestra identidad
no, se enfatiza su fi
se acepta como sufic· t 1 . . uerza coercitiva· no cultural. Aun cuando las marcas de nacionalidad ya no sean
ien e a visió 1 · '
de lo negro, sino que se busca la in g o~osa_de lo autóctono y situadas inicialmente (para que el análisis comparatista no se
en la totalización universal" ( nserc10n diferencial de ellos reduzca a una afirmación de nacionalidades, mucho menos, al
p. 22).
examen del predominio de una sobre otra), ellas se constituyen
en un inevitable punto de llegada.
. La noción de originalidad ento
ligada "a la diferencia que l t' nces, para el crítico está (
gu rar". y agrega: e exto depend'ient e consigue 'inau- r·
i'
1
(
.Consideraciones finales
"paradojalmente el texto d l .
' esco omzado e 1 l
nad a acaba por ser el á . n a cu tura domi- Hasta aquí, se intentó caminar en el terreno del compara-
m s neo (no desd 1 .
una estrecha econonú . t e e punto de vista de
ª m erna de .la obra)
una representación d l t por contener en s(
tismo, discutiendo algunas cuestiones que son básicas para la
e exto dominante realización de estudios de esta naturaleza. Vimos también que
esta representaci , . y una respuesta a algunos de esos problemas, como dependencia cultural, afirma-
¡ on en el propzo . l
l respuesta ésta que p nzue de fabulación ción de nacionalidad literaria, nos interesan directamente y,
~ asa a ser un pat , d '
1 cu 1tura! tan eficaz y u . al ron e referencia por eso, la definición del campo de actuación del comparatista
!
1ogados" (p. 23). mvers como los .
¡ ya conocidos y cata-
1 -----
8
RiodeJa ·
9 Sobre la cuestión de la dependencia cultural, léase MERQUIOR, José Guil-
. ne1ro, p az e Terra, 1982. herme. "Arte e aliena~iio na cultura de massa". En: . Formalismo e
tradil;iio moderna. Rio de Janeiro, Forense, 1974; LUCAS, Fábio. Vanguardia,
1
1
história e ideologia da literatura. Sao Paulo, 1985.

112 1
1 ~ 113
1
,L 1
- ~ · - - ·---·-- ----
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1
l - -·· d l dii;ciplina, se Gcupa d~
1
L·_·
")or otro lado, por 1a naturfu.·=·~.~.
. ª
.. .. eb'tualmente no C'i!1.Sl·de ··a·
. .
puede co~:,::.enzar por ahí, en la investigación ci'€Féuestiones,.que
1
-bf . . 'f htera11.i:1 A1a 1 .M. tr
permitan ;_:scla: .:CH mejor nuestro sistema liter;;rib.
1.
elementos que la
·
ci:1ca
hteratura e
d v1· a)· es traducciones. 1en as
'
correspondenc1as, , 'ticronente
Sin embargo, los estudios literarios comparap.os no están tanto al explorarlas, actua en . da se integra a las
solamente al servicio de las literaturas nacionales, pues el , l lit atura compara
Es de este modo que a .er 1 l"t ario complementándolas
comparatismo debe colaborar decisivamente para una historia . . . ue estudian o i er '
demás d1sc1plinas q rti ular
de las formas literarias, para el trazado de su evolución, .vidad específica y pa c .
con una acti ·
situando crítica e históricamente los fenómenos literarios.
De este modo, la investigación de las hipótesis intertex-
tuales, el examen de los modos de absorción o transformación
(cómo un texto o un sistema incorpora elementos ajenos o los
rechaza), permite que se observen los procesos de asimilación
creativa de los elementos, favoreciendo no sólo el conocimiento
de la peculiaridad de cada texto, sino también el entendimiento
de los procesos de producción literaria. Así entendido, el estudio
comparado de la literatura deja de limitarse a paralelismos
'-. binarios movidos solamente por "un aire de semejanza" entre
l¡."
los elementos; pasa a comparar con la finalidad de interpretar
cuestiones más generales de las cuales las obras o procedi-
1
mientos literarios son manifestaciones concretas. De ahí la
.¡ necesidad de articular la investigación comparatista con lo (
} social, lo político, lo cultural, en suma, con la Historia en un 1

J. sentido abarcador.
'ti 1 )
~~¡ i
En síntesis, el comparatismo deja de ser visto solamente
como una confrontación entre las obras o autores. Tampoco se ~1
restringe a la búsqueda de una imagen, de un tema, de urr
verso, de un fragmento, o al análisis de una imagen/espejismo
que una literatura hace de otras. Paralelamente a estudios
como ésto_~, que llegan a buen término con el refuerzo teórico
_:in,disp-eri.sable 1 la literatura comparada ambiciona un alcance
._:·--_:todavía mayo~, que es el de contribuir a la elucidación de cues-
:. · '. tíones literari~s que exijan perspectivas amplias. Así, la inves-
de
: tigaciÓn u'n_mismo problema en diferentes contextos litera-
.·: rios permite _q ue se amplíen los horizontes del conocimiento
· -e~t~tico ·ai mismo tiempo que, por el análisis contrastivo, favo-
re~-e-la ·Visión crítica de las literaturas nacionales.
115
114

L ____
.--.
}' .
.l

6
Vocabulario crítico
Crenología: estudio de fuentes.
Doxología: estudio del destino de las obras. Término empleado
por P. Van Tieghem para referirse al estudio de la repercu-
sión de un autor en otros o de la opinión que se forma sobre
ellos.
Fuente I origen: indica la procedencia, la causa que provoca un
determinado verso u obra.

1 Fortuna: respuesta o suceso de una obra; el impacto que la lite-


1
ratura de un país ejerce sobre la literatura de otro país.

1
Imagen I espejismo: en los estudios comparados , significa la
verdadera o falsa idea que una nación tiene de la literatura
1
de otra nación .
. 1
Imagología: estudio de las imágenes/mirajes en la acepción ya
~
1
referida.
Influencia : interacciones o la acción ejercida por obras o perso~
nalidades literarias sobre otras.
Intermediarios : los agentes de difusión de las obras de una lite-
ratura en otros contextos. También puede designar factores
no literarios que sirven de catalizadores entre transmisor y
receptor de una obra literaria.

i
lntertextualidad: término acuñado por Julia Kristeva en 1969.
' Designa el proceso de productividad del texto literario que
¡ se construye como absorción o transformación de otros
1 textos.
1
j

f
117

L
Lectura contrast:.•a : led:~:ra que se vale del coteio d t xt .
eval 1 ' ,. -.i e e "º···para
uar as a.:._r1~ren·-~a s existentes ente ellos.
Mesología : estudio de los intermediarios.
Stoffgesc~ichte : es~udiode temas literarios en su circulaci ,
7
por diferentes literaturas. Tipo de investiga . , d on
rrollado en Al emarua.
· c10n muy esa-
Bibliografía comentada
Tematología: estudio de temas . La 'Stoffigeschi ht ' .
c e es conside-
ra da una rama de la tematología.
BARRICELLI & GIBALDI, eds . lnterrelations of Literature.
Tipo~ogía :palabra-llave en el comparatismo eslavo. Es tipoló- New York, MLA, 1982.
gica una característic
1
ª que agrupa elementos para clasifi- El volumen contribuye a los estudios interdisciplinarios,
ca.ros como ob~as .que pertenezcan al mismo género o a la
misma tendencia literaria. ampliando las relaciones tradicionalmente establecidas
entre la literatura y otras artes y ciencias. Más allá de la
Weltliteratur: expresión acuñada por Goethe para d . l variedad de los temas tratados, incluye un buen glosario .
rt t · es1gnar a
I era u~a m~dial, que estaría más allá de las fronter
las nac10nahdades. Entendida tamb· , ~s de BRUNEL, Pierre & CHEVREL, Yves, eds . Précis de littérature
"fi d , " ien como especie de
on o comun a todas las literaturas nacionales. comparée . Paris, Presses Universitaires de France, 1989.
Con la contribución de diversos autores, actualiza cues-
tiones esenciales al comparatismo como "El texto extran-
jero: la literatura traducida" y los estudios de recepción lite-
raria.
CIORANESCU, Alejandro. Principios de Literatura Compa-
rada. Tenerife, Universidad de la Laguna, 1964.
Después de ocuparse de la definición de la disciplina y de
sus propósitos, analiza relaciones de contacto, de interfü-
rencia y de circulación. Aunque adopte propuestas del
comparatismo llamado clásico, tiene el mérito de discutir
otras concepciones y tiene una preocupación didáctica.
COUTINHO, Afranio. O proceso da descoloniza9éí.o literária ..
Río de Janeiro, Civilizai;áo Brasileira, 1983.
Reuniendo diversos ensayos del autor, el volumen tiene una
clara inclinación comparatista, incluyendo textos sobre
"Conceptos y ventajas de la literatura comparada", "El
impresionismo en la literatura brasileña", "El surrealismo

118
119
J t .. · ·: :/'fu '---~ y =~· Gl'~LLÉN, Claudio. Entr ; ·' ~ ~· uno : lo diverso; introducción a la
en Brasil", "¿Som.. : s latinos?", cuyos fy,tlllos ,i"'~\..presan esta
Literatura Comparad:~ '.. Bar···Giona, Editorial Crítica, 1985.
orientación, contribuyendo a la reflexión de las relaciones
de la literatura brasileña con las literaturas extranjeras. Se trata de una obra indispensable para el estudioso de lite-
ratura c~mparada, con vastísima bibliografía. Intenta siste-
DYSERINCK, Rugo y FISCHER, M.S . lnternationale Biblio-
matizar los métodos y procedimientos de las investigaciones
graphie zu Geschichte und Theorie der Komparatistik.
literarias que se ocupan de conjuntos supranacionales, deli-
Stuttgart, A Hiersemann, 1985.
neando su constitución por la tensión entre lo local Y lo
El más reciente trabajo del género se distingue de los demás
·universal, entre lo continuo y lo fragmentario, lo mismo Y lo
por no tener la preocupación exhaustiva de dar cuenta de la
diverso, lo que identifica a la literatura como una plura-
totalidad de las publicaciones comparatistas, ocupándose
del registro de aquellas que contribuyen de forma sistemá- lidad de sistemas en movimiento.
tica, teórica y programática para una visión histórica del INTERTEXTUALIDADES. Coirnbra, Livraria Almedina, 1979.
comparatismo literario y de su condición contemporánea y Se trata de la traducción del Nº 27 de la revista francesa
para el desarrollo de la literatura comparada como estudio Poétique. Más allá del estudio de algunos casos de intertex-
académico . La introducción está en inglés, francés y tualidad, contiene trabajos teóricos sobre la cuestión, como
alemán. el de Laurent Jenny ("La estrategia de la forma"), de Lucien
Dallenbach ("Intertexto y autotexto") Y de Leyla
.ÉTUDES LITTÉRAIRES . Publicación de la Presse de l'Univer-
Perrone-Moisés ("La intertextualidad crítica").
sité de Laval, Quebec, Canadá.
El volumen 7, Nq 2, de agosto de 197 4, titulado Úttérature JOST, Franyois . Introdui::tion to Comparatiue Literature. New
comparée, se ocupa de algunas· cuestiones teóricas, princi- York The Bobbs-Merril Company Inc., 1974.
palmente la perspectiva histórica, y de estudios sobre la Ado;ta el concepto de literatura comparada como "~na
literatura del Quebec y la de las Antillas. El volumen 16, Nº explicación articulada, histórica y críti~a del fenómeno .lite-
2, agosto de 1983, al cuidado de Maximilian Laroche rario considerado como un todo" y concibe al comparatismo
Régards du Brésil sur la littérature du Québec, contien~ como el "nuevo-organum" de la crítica literaria. Más allá de
estudios de brasileños. discutir su colocación en los que considera como los cuatro
campos preferenciales de trabajo -relaciones Y analogías,
GLISSANT, Edouard. Le discours antillais. Paris, Seuil, 1981. movimientos y tendencias, géneros y formas, temas Y
Ocupándose de problemas de la literatura antillana y del motivos- ilustra esta situación con ensayos propios . El
concepto de "antillanidad'', el autor propone una "poética de mayor mérito del libro es justamente la articulación entre
relaciones" que consistiría en teorizar los contactos cultu-
teoría y ejemplificación práctica.
rales, investigando cómo ellos pueden realizarse sin que las
culturas involucradas pierdan su peculiaridad. Sus refle- L'AFRIQUE LITTÉRAIRE (54-55), 1979-1980.
El volumen está organizado por Jean-Marie Grassin, sobre
xiones sobre la producción ficcional americana como un todo
el tema "Mythe et littérature africaine" . Contiene los a~ales
desarrollan nociones que interesan a la "descolonización"
del Coloquio Afro-Comparatista de Limoges, cuya umver-
del texto literario.

120 121
:; idad tiene un centro!' .-l~ eEi·ndios sobre literaturas emer- -;.- .~
J . " ' • ,_, ORIENT_' ··:1or J DE RECHERCHES ET M.É T ~ IODES EN
¡,;·é;:ités. Reúne trabajo{ :.lObre 'tradición y modernidad en los ·
LITT~RATURE GÉNÉRALE ET COMPARÉE. T. I,1984.
estudios comparados africanistas y varios estudios sobre el
Publicación de la Asociación Francesa de ·Literatura
mi to según la perspectiva comparatista . Pierre Rivas
describe el ensayo como: "Dialéctica de la literatura General y Comparada (S.F.L.G.C.).
cabo-verdiana: vocación oceánica y enraizamiento africano". Contiene los anales del XVI Congreso de esa asociación,
MACHADO, A. M. y PAGEAUX, D.-H. Literatúra portuguesa, realizado en Montpellier, en 1980. Distintos temas son
literatura comparada e teoría da literatura. Lisboa, Edi~oes tratados, desde los problemas de traducción a los de adapta-
70, 1981. (Col. Signos, 36). ción cinematográfica de textos literarios y a las relaciones
Es de los raros libros sobre el tema escritos en portugués. entre literatura y música.
Con gran intuición operacional, limita el campo de la litera- PAZ, Octavio. Cuadrivio . México, Joaquín Mortiz, 1965.
tura comparada al "estudio de los elementos extranjeros El libro reúne cuatro ensayos sobre los poetas R. Darío, R.L.
que existen en todas las literaturas". Para los autores, estu- Velarde, F . Pessoa y L. Cernuda. Son ensayos críticos que,
diar este elemento extranjero "es 're-leer' la literatura aunque tengan un acabamiento en cada uno de ellos,
nacional". Proponen una actuación metodológica pluridisci- reunidos constituyen una investigación común. El autor no
plinaria, asociando el estudio de un fenómeno literario en sí se propone buscar ''lo semejante" entre los cuatro autores
al del fenómeno cultural.
seleccionados sino, al contrario, quiere "destacar lo que los
___ Da literatura comparada a teoría da literatura. Lisboa, distingue''. El · objetivo del análisis es examinar no sólo lo
Edi~oes 70, 1989. (Col. Signos, 46).
que ellos representan ("la ruptura con la tradición inme- 1
Ampliando los volúmenes que los dos autores editaron en
1981 sobre el tema, esta obra incorpora las contribuciones
más recientes del comparatismo y acentúa sus relaciones
diata"), sino de qué forma constituyen "una tradición de la
ruptura". l
PIZARRO, Ana, ed. La literatura latinoamericana como J
con los conceptos teóricos . Más allá de analizar moderna-
mente la dimensión de lo extranjero en las literaturas, proceso. Buenos Aires, Centro Editor de América Latina, 1

investiga las cuestiones de "poética comparada" y las rela- 1985.


ciones entre literatura y cultura. El volumen, al cuidado de Ana Pizarro, reúne ensayos de A.
Candido, A. Rama, B. Carlo, R. Schwartz, J . Leenhardt, J .L.
MINER, Earl. Comparative Poetics; an Intercultural Essay on
Martínez y otros investigador~s involucrados en el proyecto
Theory of Literature. Princeton, Princeton University Press,
1990. "Historia de la literatura latinoamericana", presentados en
el simposio realizado en Unicamp, en octubre de 1983. Se
Como indica el título, se trata de una obra que adopta orien-
trata de una contribución importante ·para problemas
taciones nuevas en literatura comparada, explorando las
comparatistas en América latina en sus aspectos
relaciones interculturales, particularmente entre Occidente
teórico-críticos y metodológicos.
Y Oriente, y proponiendo una expansión del concepto de
poética comparada preconizado por Etiemble. (ed.), América Latina, Palavra, Literatura e Cultura, Sao
Paulo, Memorial/ Ed. da Unicamp, 1993-1995, 3 v.

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Se trata de una importante contribución a la .historiografía •:r.

literaria de la América Latina. Se constituye en 3 volú-


menes que reúnen varios colaboradores alrededor de los
siguientes tópicos, que, respectivamente, constituyen cada
volumen: l. La situación colonial (1993); 2. Emancipación
del Discurso (1994); 3 . Vanguardia- Modernidad (1995).
Según estos tópicos diferentes investigadores latinoameri-
canos desarrollan varios temas bajo forma de ensayos.
RECIFS . Recherches et Études Comparatistes Ibéro-Fran<;aises
de la Sorbonne Nouvelle . Director: Daniel-Henri Pageaux.
Publicación anual, que data de 1979 y reúne colaboraciones
de comparatistas de distintos países. El número 6 (1984)
contiene un amplio estudio de D.-H. Pageaux sobre "Temas
;.. comparatistas para Hispanoamérica (La Literatura
•·

~
General y Comparada: Trayectoria y Programa)".
WEISSTEIN, Ulrich . Comparative Literature and Literary
Theory; Survey and lntroduction. Bloomington, London,
Indiana University Press, 1973.
Este libro básico fue editado originalmente en alemán, en
1968. Más allá de tratar cuestiones esenciales de literatura
comparada, manifiesta claramente su adhesión a perspec-
tivas teóricas importantes, como se constata en los capítulos
3, sobre "Reception-and survival", y 7, "The mutual illumi-
nation ofthe arts".

Se terminó de imprimir en abril de 1996


en Artes Gráficas Delsur
Santiago del Estero 1961 - Avellaneda
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