cuaderno de referencia

de contenido
PRESENTACIÓN

La Antropología General tal como la trabajaremos hará foco en el “misterio

del hombre” que puede ser abordado desde distintas perspectivas válidas y a su
vez parciales. La nuestra también lo es, pues se trata de una perspectiva filosófica
y contextual. Es una antropología filosófica antes que una antropología científica, o
cultural.

A su vez nuestra perspectiva es “contextual”. Esto quiere decir que la

reflexión filosófica sobre el hombre está situada en un país de América del Sur, en
un tiempo histórico preciso y conflictivo, y se dirige a seres humanos concretos. No
renunciamos a la “universalidad” de los problemas, y quizá de algunas respuestas,
pero consideramos que siempre la universalidad está situada. Esto suele expresarse
muy bien con el “desde donde”.

Como dice Enrique Dussel todo sistema socio-político-económico produce

víctimas porque son estructuralmente imperfectos. Nuestra propuesta intenta partir
desde ellas, para aportar a un proceso de humanización, de liberación, para quienes
sufrimos distintos procesos de opresión (la exclusión, la explotación económica, el
sexismo, el racismo, etc.). Aquí se juega el por qué hacemos filosofía en un contexto
histórico-cultural determinado. Esta es una “decisión” (“opción” suelen llamarlo los
teólogos) metodológica y política.

El desarrollo conceptual tiene por objetivo servir como introducción a la

problemática del hombre, de ahí que no hayamos desarrollado y profundizado muchas
perspectivas, solo se presentan las que consideramos relevantes para sus destinatarios.
Consta de tres partes, 1) Introducción a una antropología filosófica, donde precisamos
por qué es filosófica y no científica ni teológica. 2) Una breve historia de la antropología
filosófica que resume algunos de los hitos más importantes de las preguntas y
respuestas sobre el hombre en la historia, y 3) Las dimensiones fundamentales del
hombre. Elegimos cuatro dimensiones que consideramos constitutivas del ser humano:
historicidad, corporalidad, ser-con-otros: la identidad histórico-cultural; y apertura al
Otro: la muerte. Tuvimos que omitir otras, por ejemplo el lenguaje, pues consideramos
que las elegidas son las fundamentales para nuestra idea de hombre, aunque no las
únicas.

El contenido está dirigido para “agentes evangelizadores”, por tanto se

vincula con la “opción por los pobres” realizada por la Iglesia Latinoamericana. El
supuesto de una fe en el Dios Comunitario subyace a nuestras reflexiones, pero no por
eso ha de ser entendida como una “filosofía confesional”. Asumimos la filosofía como
ejercicio racional y crítico, por tanto dialogal con diversas posturas (desde científicas
hasta teológicas) y tendencialmente no dogmática, aunque admitimos que partimos de
ciertos supuestos que algunos verán como dogmas.
cuaderno de referencia
de contenido
IntroduCciÓn
A LA ASIGNATURA

Carga horaria
• Una hora EAD – 1ª semana.

Objetivos
• Conocer las características de la asignatura Antropología General.

• Familiarizarse con la metodología que será utilizada durante el

transcurso de las clases virtuales.

• Analizar la bibliografía propuesta.

• Conocer al profesor y profundizar los vínculos con los compañeros

de SAV.

Contenidos
• Presentación de la Asignatura Antropología General.

• Estudio del programa de la materia.

• Presentación de la bibliografía exigida y recomendada.

 UNIDAD 1
INTRODUCCIÓN ALA
ANTROPOLOGÍA
FILOSÓFICA

Carga horaria
• Seis horas EAD – 1ª semana.

Objetivos
• Posicionarse desde las preguntas antropológicas para
comprender la antropología y todas sus dimensiones.

Contenidos
• La inseguridad y la soledad, inicio de la pregunta
antropológica.

• ¿Qué es la antropología?
UNIDAD 1
Formación Bíblico Teológico para Agentes de Evangelización

1 INTRODUCCIÓN
Para Martín Buber (1878-1965), filósofo judío, la pregunta y respuesta por el
hombre se comprende a partir de dos experiencias fundamentales del hombre: la soledad
y la (in)seguridad. Nos dice a propósito de su crítica a Hegel y Marx que:

No hay ninguna garantía dialéctica que pueda evitar el derrumbe del hombre;
solo de él depende si tendrá fuerza para levantar el pie y para dar el paso que
lo aleje del abismo. La fuerza para dar ese paso no puede provenirle de ninguna
seguridad del futuro sino de esas honduras de la inseguridad en las que el
hombre presa de la desesperación, responde a la pregunta por la esencia del
hombre mediante su resuelta decisión. (BUBER, 1970, p. 54)

Esto puede significar que no hay garantía de seguridad existencial para el

hombre, aunque la necesidad y búsqueda de seguridad nos lleve a edificarlas, habitarlas
y luego desengañarnos ante el inevitable derrumbe de las seguridades del hombre. La
seguridad existencial también depende de una respuesta sobre lo que somos, lo que
permite edificar un hogar para vivir. Un hogar es vivible cuando nos acoge para amar,
comer y hallar un sentido para seguir viviendo.

Figura 1 Martín Buber.

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4 Claretiano – Batatais / Cefyt – Córdoba
 UNIDAD 1
Formación Bíblico Teológico para Agentes de Evangelización

2 LA INSEGURIDAD Y LA SOLEDAD, INICIO DE LA PREGUNTA

ANTROPOLÓGICA

Figura 2 La soledad.

La tarea del filosofar, antes que edificar seguridades, es la de indagar sobre los
simulacros de la seguridad, pues a pesar de tanta historia de dolor y sufrimiento muchas
veces tropezamos con la misma piedra. Por eso Buber advierte sobre no dejarse seducir
por respuestas, seguridades, de cada época. Por el contrario celebra las “honduras de la
inseguridad” que hacen posible volver a preguntar y responder sobre los que somos.

Ahora bien, las honduras de la inseguridad no son bienestar. La inseguridad y PARA REFLEXIONAR:
¿Qué de actual es esta
la soledad son experiencias que las expresamos en frases populares, por ejemplo quedar afirmación para nosotros en una
solos como “Adán en el día de la madre”. La soledad es una experiencia de inseguridad, sociedad sudamericana pasado
ya el 2000? Sigue siendo cierto
de no apoyo en nada ni nadie, que sucede cuando se rompe una hogar habitable. Para que para nosotros también nos
Buber la inseguridad es la experiencia que posibilita preguntar y responder con mayor ha sido imposible “restaurar
la seguridad perdida”. ¿No
profundidad, esencialidad o autenticidad sobre el misterio de ser hombre. Cuando dirige estamos solos en esta multitud
su mirada a la Europa de los 1930-40 nos dice que: que llamamos ciudad? ¿No
nos quejamos de la soledad y
la inseguridad laboral quienes
Las nuevas formas de sociedad que trataron de colocar de nuevo a la persona humana provenimos de algún pueblo
en conexión con los demás, como el sindicato o el partido, ... les ha sido imposible o del campo que no goza de
restaurar la seguridad perdida; la creciente soledad es tan sólo adormecida por el las riquezas de los centros
capitalinos?
tráfago de las ocupaciones, pero cuantas veces el hombre vuelve a su remanso, a Desde la soledad exclusora
la realidad genuina de su vida, percibe de pronto la sima de su soledad y en ella de la villa miseria, a la soledad
experimenta, al encararse con el fondo mismo de su existencia, toda la hondura de edificada de los departamentos
urbanos, hasta la soledad vallada
la problemática humana. (BUBER, 1970, p. 76) con perros y alambres del
country. La misma comunidad
“religiosa o cristiana” ¿no se
Buber dice que la soledad hace emerger de modo patente toda la hondura torna muchas veces un mero
de la problemática del hombre. Nos preguntemos ¿emerge esta hondura en el hombre refugio de la soledad existencial?
Claro que esta mirada es solo ver
de la villa, del campo o del country? Si, por qué negarlo, pero quizá esta emergencia la mitad del vaso vacío, y no la
es acallada por mil artilugios de seguridad que nos inventan e inventamos. Un ejemplo otra mitad llena, es decir lo bueno
de vivir. Pero, repetimos, la
clásico: ¿para qué tanta televisión? Un grupo rebelde de cineastas nos dice: antropología filosófica se ocupa
de los problemas que surgen
ante el “vacío”.

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UNIDAD 1
Formación Bíblico Teológico para Agentes de Evangelización

Reproducir sujetos de mercado, tamizar, fragmentar y diluir las reacciones

de aquellos que quedan afuera del mismo, y lógicamente se ven empujados
a la lucha, parecer ser el papel del aparato audiovisual. Llevar un mensaje
“tranquilizador”, convertir a la TV en un chaleco de fuerza electrónica para
aquietar cualquier forma de locura. (Panfleto del Grupo de Cine Insurgente)

La soledad permite enfrentar la hondura de la existencia humana, pero no todos

los hombres deciden afrontar tal hondura. De ahí que la filosofía, entre otras, pueda
afrontar tal desesperación apelando a la reflexión, esto es, asumiendo la soledad. También
el artista lo hace creando, el teólogo indagando en las experiencias de Dios, el místico en
la experiencia extática. Nuestra época también esta signada por esta doble experiencia
de inseguridad y soledad. Con Buber celebramos que posibilite emerger el problema
fundamental del hombre, pero nos preocupa (y desespera) que la soledad sea tan ardua y
evitada; y las respuestas simuladas en la seguridad sean tan opresoras de lo humano.

Nuestra inseguridad. Estamos habituados a hablar de “crisis”. ¿Quién de

nosotros no oyó en su hogar, su trabajo, su ámbito de estudio o diversión: “todo está mal,
cada vez peor”? Este sentimiento es un lugar común, y el sentimiento de “inseguridad” a
pasado a ser además de lugar común, punto de partida de propaganda y proyecto político.
También la religión cuántas veces ayuda a cubrir con un “hogar sacrosanto” la soledad y
pobreza creciente que vivimos. Nos dice Roberto Tito Cosa (p.12, 9 febrero de 2004), un
dramaturgo argentino:

Dicen las estadísticas que un 2,4 por ciento de la población entre 18 y 54 años
de los Estados Unidos sufre de ataques de pánico; es decir, casi seis millones
y medio de personas. Si este porcentaje se traslada a todo el mundo, la cifra
es impresionante; son decenas de millones de personas cercadas por un terror
que no se pueden explicar. Algunos viven alojados en clínicas psiquiátricas;
otros, encerrados en sus domicilios o deambulando por las ciudades
sostenidos por dosis de ansiolíticos, de drogas o de alcohol, víctimas de este
mundo impiadoso que hemos creado, sus eslabones más débiles.

Pero hay una cantidad innominada de mujeres y hombres que sufren de miedo,
que es una forma moderada del pánico. Tan moderada que les permite disimular
el padecimiento. Y es por eso que no figuran en las planillas de los estadígrafos.
Sufren de claustrofobia, agorafobia, vértigo, insomnio, pero jamás reconocerán
que tienen miedo. A lo sumo dirán, por decoro, que están angustiados. Que
una cosa es estar angustiado y otra muy distinta ser miedoso. Pero lo cierto es
que convivimos con el miedo, nos inventamos nuestras estrategias y seguimos
caminando con este susto a cuesta. (COSA, 2004, p. 12)

Figura 3 La inseguridad.

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6 Claretiano – Batatais / Cefyt – Córdoba
 UNIDAD 1
Formación Bíblico Teológico para Agentes de Evangelización

El miedo es el reverso de la inseguridad. Muchos hombres concretos, hoy,

viven del miedo, en función del miedo proyectan sus días y sobre todo sus noches. Con Información
complementaria:
esta experiencia de fondo nos adentraremos en la cuestión del hombre, su “misterio”, Puedes confrontar el escrito
su memoria y su horizonte abierto. La experiencia de inseguridad, soledad y miedo la de Oscar Pacheco – Carlos
Asselborn – Gustavo Cruz, Sobre
podemos expresar con la palabra “intemperie”. la Inseguridad. En IX Jornadas
de Filosofía y Teológica,
organizada por los Institutos
Como tantas veces en la historia, estamos en la intemperie, las grandes
Superiores Católicos de Filosofía
mansiones se han derrumbado, aunque se edifique la mansión del mercado como lujoso y Ciencias Sagradas, Córdoba
lugar de bienestar y calidad de vida, claro que para pocos, muy pocos. Con el poeta 2003.
Hugo Mujica sonreímos ante la intemperie y descubrimos que el hombre es un ser de la
intemperie.

Así como el estar de la lluvia es su estar cayendo. Como el de la música,

el viento, el agua o cada palabra pronunciada es estar pasando, el

hombre

también él, debe partir para estar.

Estar en la intemperie para habitar.

Crear es permanecer. (Es el consentimiento, la apropiación

de la pasividad de haber nacido)

Pupilo de la intemperie, el hombre es, está, en presencia de su propia

Posibilidad.

La posibilidad hacia sí mismo.

La posibilidad inicia. (MUJICA, 1997, p. 76)

3 QUÉ ES LA ANTROPOLOGÍA
Antropología es la fusión de dos palabras griegas: anthropos – logos. Las
podemos traducir como “hombre” y “razón/racionalidad”, que fusionados dan antropo-
logía: el conocimiento del hombre, el discurso racional sobre el hombre, la ciencia sobre el PARA REFLEXIONAR:
hombre. Aquí empiezan a abrirse los caminos hacia “las antropologías”, pues no hay una ¿Cuántas antropologías hay?
¿Desde cuando existe como
antropología ni tampoco hay demasiado acuerdo sobre cuál sea “la” antropología. palabra y como “disciplina”? ¿Por
qué la nuestra es antropología
“filosófica”? Estas preguntas nos
Dos manuales de antropología contemporánea presentan las siguientes
orientarán.
clasificaciones:

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 UNIDAD 1
Formación Bíblico Teológico para Agentes de Evangelización

Tabla 1 Clasificación de la Antropología.

Tipo de antropología

An-
Antropo- Antropología Antropología Ant. Social (otro) y
Antropología científica tropología
Biología psicológica filosófica teológica (Otro)
cultural

• P. Teilhard de
Chardin
• M. Scheler
• E. Mounier • E. Levinas,
• P. Laín
Representantes

• P. Ricoeur (1906-)
• Conductismo. Entralgo
Skinner, el • K. G. Jung • F. Ebner • René Girard
(1908): • Lévi
conductismo (1875-
Strauss • K. Rahner • HU von Balthasar
• K. Lorenz 1961)
• Psicoanálisis: Freud (1905-1988)
• Cibernética • Luckács
• W. Pannemberg
• E. Bloch
• Xavier Zubiri
(1898-1983)
• G. Vattimo

De acuerdo a los criterios vigentes se clasifica de modo distinto, pero podríamos

Información complementaria: resumir en dos grandes criterios de clasificación:
Para seguir esta clasificación y
ampliar la información puedes • Antropologías empíricas: científica, cultural, antropobiología, psicología, etc
leer Sahagún Lucas J.de. (ed),
Antropologías del Siglo XX. • Antropologías Filosóficas y Teológicas
Sígueme, Madrid, 1976- y Lucas
J.dS. (ed) Nuevas Antropologías
Si nos detenemos en la filosófica, nuevamente nos daremos con la diversidad,
del Siglo XX. Sígueme, Madrid,
1994. pues existe una antropología filosófica de orientación hermenéutica (Gadamer, Ortiz-Osés,
etc.) que estará lejos de una antropología dialéctica – marxiana (Marcuse, Benjamin,
(1) Emmanuel Lévinas (1906-
1995): filósofo y escritor, que etc.). Así también una antropología teológica cristiana de tradición reformada como la
para muchos, es considerado de Pannemberg no será igual que la del católico Urs von Balthasar. Ni qué decir de las
como uno de los más grandes
antropologías filosóficas (para algunos fuertemente teológica) de tradición judía como la
pensadores del siglo XX.
Permitió la difusión de la de Buber y Lévinas 1.
fenomenología alemana en
Francia. Consagró su vida y
su obra a la reconstrucción del
pensamiento ético después de la
Segunda Guerra Mundial. Natural
de Lituania desarrolló su trabajo
en Francia.

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8 Claretiano – Batatais / Cefyt – Córdoba
 UNIDAD 1
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Figura 4 Emmanuel Lévinas.

Pero antes de ingresar al campo específicamente filosófico tenemos que precisar

un tema previo. La antropología llamada “filosófica” no goza de gran prensa, ni de buena.
Si uno comenta que estudia “antropología” el oyente nos puede mirar con algo de sorpresa
mezclada de cierto “respeto” por la connotación científica de tal palabra. Pero si añadimos,
“lo mío es antropología filosófica” terminamos por confundir y acaso decepcionar, “ha,
dirá, filosofía, eso es difícil y es para los que viven volando”, es decir, “un filósofo no
es antropólogo, pobre”. Con esta caricaturización quiero dejar planteado el problema de
fondo: la filosofía parece que ha perdido crédito para decir algo con sentido sobre el
hombre, no así las ciencias (humanas y naturales).

Se puede pensar que este es un problema de quienes se dedican a leer algo

de antropología o bien de algún que otro filósofo con complejo de inferioridad ante los
“antropólogos científicos”. Pero el tema es algo más extendido, y para demostrarlo tomaré
un ejemplo que no supone ni mucha filosofía ni mucha ciencia: la Conferencia Episcopal
Latinoamericana. Nos podemos preguntar ¿los obispos de América Latina reaccionan igual
que la caricatura enunciada? Veamos.

Nos llama la atención la creciente preocupación por la “antropología cultural”

en el ámbito eclesial que se puede comprender en el giro teológico hacia la inculturación,
que adquirió con el Documento de Santo Domingo (1992) un estatuto magisterial.
Por ejemplo, en el “Simposio de Diálogo entre Obispos y Expertos en Teología India”
(Riobamba, Ecuador, 21-25 de octubre de 2002), se hallan algunas conclusiones de las
que destacamos: sobre los “métodos teológicos” se afirma la importancia de la mediación
de otras disciplinas, como la antropología cultural, para facilitar una mayor comprensión
de las culturas (nº 2); cuando se plantean los desafíos y tareas de la Teología India se
habla de la necesidad de profundizar la antropología, dualidad hombre-mujer, eclesiología,
cristología (nº 76); cuando se plantea las dificultades en el desarrollo de la Teología India
se acusa la falta de una antropología más completa y una cristología que presente de
Jesucristo señor de la creación (nº 86); aunque también se achaca a la prevalencia de los
estudios antropológicos, sociológicos y etnológicos sobre los teológicos (nº 88).

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Información complementaria:
Puedes ampliar estos datos
en: Lorite Mena, La filosofía del
hombre, o el ser inacabado.
EVD, Navarra, 1992. E. Dussel,
Ética de la liberación en la edad
de la globalización y la exclusión.
Trotta, Madrid, 1998.
PARA REFLEXIONAR:
Sobre todo nos aproxima a
un problema de fondo: ¿cómo
pensar al hombre concreto que
somos con sentido y relevancia
práctica? ¿Por qué algunos
contemporáneos, siguiendo a
M. Foucault, afirman que “el
hombre ha muerto”? Por tanto
también la pregunta “¿qué
es el hombre?” ha perdido
sentido y nos queda ahora un
problema nuevo: “¿quiénes
somos?”. Quizá podamos
precisar más esta pregunta
¿quiénes somos en una edad de
globalización y exclusión? De su
respuesta dependen cuestiones
fundamentales para el hombre
(varón/mujer), y para nuestras
imágenes de Dios.
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10 Claretiano – Batatais / Cefyt – Córdoba
En ningún momento se alude explícitamente a la antropología filosófica, y
más, se sugiere que ésta no logra presentar adecuadamente la “totalidad del hombre
americano”. De ahí que podemos esbozar esta hipótesis: nos hallamos ante un giro desde
la antropología filosófica a una antropología cultural en el ámbito eclesial, por un lado
alentada como también criticada. Aquí el problema de fondo es ¿qué ciencia o saber da
cuenta eficazmente del hombre concreto de América?
Podemos esquematizar un giro importante en el ámbito eclesial y teológico
operado en los últimos 40 años: se pasó desde la sociología como ciencia mediadora
fundamental (en los ’70, por ejemplo en el Documento Medellín) hacia la antropología
cultural (en los ’90, por ejemplo en el Documento de Sto. Domingo). Este viraje puso y
pone en cuestión a la antropología filosófica, pues ni el viraje sociológico ni el antropológico
cultural recurren a la “filosofía”. Si esto es correcto podemos concluir que tampoco la
antropología filosófica entusiasma mucho a los obispos, quizá la científica (cultural) si, un
pocos más.
4 CONSIDERACIONES
Retomando el hilo, no diremos que hay tantas antropologías como antropólogos
existe (visión extensa), ni tampoco que todo se resuelve en dos antropologías: la científica
y la filosófica/teológica (visión estricta). Hay más de dos, pero tampoco incontables.
Para entendernos repetimos lo dicho, siempre en plural: hay antropologías empíricas y
antropologías filosóficas. Ante el cuadro dibujado nos queda decir que las filosóficas tienen
que demostrar con cierta urgencia que pueden decir algo importante sobre el hombre.
Esta cuestión está dirigida evidentemente hacia la filosofía en cuanto tal.
Desde cuando existe como “disciplina” científica y filosófica lo veremos ha
continuación. Pero esta primera aproximación histórica hacia la antropología filosófica nos
puede marear por la abundancia de nombres y corrientes. Quizá la diversidad tan grande,
en vez de alentarnos nos deje algo escépticos sobre la filosofía (y sus desvaríos) para no
mencionar ahora los de la ciencia.
5
E- REFERENCIAS
Lista de figuras
Figura 1 – Martín Buber: Disponible en: <http://upload.wikimedia.org/wikipedia/
en/1/1a/Buber.jpeg>. Acceso en: 21 set. 2008.
Figura 2 – La soledad: Disponible en: <http://aleyuli.blogia.com/upload/200711271437
50-soledad.jpg> . Acceso en: 21 set. 2008.
Figura 3 – La inseguridad: Disponible en: <http://lahuelladelseductor.blogspot.
com/2007/07/inseguridad.html>. Acceso en: 21 set. 2008.
Figura 4 – Emmanuel Lévinas: Disponible en: <http://www.unr.nevada.edu/~achten/
Levinas.gif>. Acceso en: 21 set. 2008.