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FRUSTRACION
FRUSTRACION
De alguna manera la frustración hace que nos sintamos mal, y entonces somos
desagradables dando origen a la agresividad emocional. La persona que sufre
puede comportarse con mucha dureza incluso con personas inocentes, en
parte por el deseo de hacer daño.
Por ejemplo: “el hecho que alguien pague los platos rotos que alguien más
rompió, es un estilo de agresión que puede generar frustración”
1. Aproximación-Evitación
Este tipo de frustración es el que se refiere a dos tipos de situaciones, una con
una carga positiva y otra con carga negativa, lo que nos hace vulnerables
a tomar una decisión por el miedo a lo que podemos perder.
3. El muro o barrera
La frustración viene concebida por la incapacidad de conseguir algo
porque algún elemento en forma de barrera u obstáculo (físico o no) nos lo
impide.
6. Consecuencias
Como todo comportamiento humano, la frustración tiene consecuencias que,
en algunos casos, se vuelven graves y que si no se tratan por un especialista
profesional puede tornarse muy dañino.
Algunas de las consecuencias de la frustración pueden derivar en una
actitud agresiva con los demás o con uno mismo, llegando a la autolesión.
El comportamiento infantil y la regresión son otras causas comunes, aunque
las complicaciones más comunes son la depresión, tristeza e introversión.
¿Qué es la intolerancia a la frustración? Las personas con baja
tolerancia a la frustración, tienen una sensibilidad excesiva hacia todo
aquello que les resulta desagradable: No toleran la incomodidad, los
contratiempos, las trabas o problemas. No soportan la demora en la
satisfacción de sus deseos, ni ningún sentimiento o circunstancia que
pueda resultarles desagradable. Estas personas, suelen presentar
estados estrés, enfado, ansiedad, tristeza, resentimiento.
Normalmente, tienden a victimizarse y a culpar a otros de lo que les
pasa.
Es frecuente que los adultos que sufren intolerancia a la frustración se
rindan antes de conseguir sus metas. Los niños tienden a tener baja
tolerancia a la frustración, pero esto es debido a su propia inmadurez
cognitiva. Por ello es importante enseñarles desde pequeños a
aceptar la frustración, a perseverar y a no darse por vencidos, a que
no siempre van a tener aquello que quieren.
La tolerancia a la frustración hace referencia a cómo nos enfrentamos
y manejamos la frustración. Como hemos dicho, la frustración es un
sentimiento normal y cotidiano, que no tiene nada de malo. Es un
indicador de que las cosas no han salido como queremos.
Pero cuando la no consecución de nuestras metas no nos deja ver más
allá, nos obsesiona, nos enfada y hace que desistamos de nuestro
objetivo, es cuando tenemos problemas. La baja tolerancia a la
frustración puede, incluso, llevarnos a evitar emprender tareas o
proyectos, simplemente por la posibilidad de no conseguir llevarlas a
cabo como a nosotros idealmente nos gustaría.
Según un estudio, la intolerancia a la frustración puede también
llevarnos a la procrastinación con facilidad, y todo lo que ello conlleva.
8. |Ejemplos de tolerancia a la
frustración
Una persona con una alta tolerancia a la frustración no se va a
desanimar a la primera dificultad que se encuentre. Va a persistir, va a
probar diferentes estrategias para resolver el problema, hasta que lo
consiga. Una persona con intolerancia a la frustración, es probable que
desista en el primer intento.
Por ejemplo, si te has propuesto aprender a tocar el piano, no te va a
salir a la primera. Te va a costar aprenderte las canciones, las notas…
Al principio no serás capaz de tocar piezas complejas. Pero una
persona con alta tolerancia a la frustración, va a seguir practicando, a
pesar de las dificultades y el esfuerzo.
Si eres un opositor u opositora, necesitas tener bastante tolerancia a la
frustración. Mucha veces, por mucho que estudies, no vas a conseguir
una plaza. Pero tampoco depende de ti totalmente. Estas personas van
a seguir presentándose, van a estudiar más y más, hasta conseguir la
plaza deseada. Se van a frustrar, por supuesto, se van a sentir
desanimadas. Pero no van a dejar que esos sentimientos negativos les
alejen de lo que quieren conseguir.
5. Toma medidas
Una vez que hemos identificado aquellas cosas que suelen frustrarnos,
el siguiente paso es tomar medidas para adaptar esas situaciones y
que nos resulten menos frustrantes en la medida de lo posible.
¿Como mejorar la tolerancia a la frustración?: Si te resulta frustrante, por
ejemplo, esperar a la gente impuntual, o esperar en colas, o perder el tiempo
en el transporte público, piensa en algo que puedas hacer durante ese tiempo
para que no sea una pérdida de tiempo. Prueba a leer, escuchar la radio…
Piensa en cómo puedes modificar esa situación para reducir su frustrabilidad.
6. El retroceso no es fracaso
Hay veces, en las que en el camino para llegar a nuestro objetivo, se
producen retrocesos, recaídas. Las personas con intolerancia a la
frustración creen que en un proceso todo tiene que salir bien y cada
vez mejor. Por ello es importante que se den cuenta de que esto
forma parte de un proceso normal. La vida se compone de altibajos.
Los momentos bajos nos hacen apreciar mejor los momentos de éxito
y felicidad. Pero, en absoluto, un momento de retroceso significa que
hayas fracasado.
¿Como mejorar la tolerancia a la frustración?: Permítete fallar, retroceder.
A veces es necesario retroceder para coger carrerilla. En los momentos de
retroceso, mantén la calma y huye de los pensamientos negativos (“soy un
inútil”, “nunca lo voy a conseguir”). Practica la paciencia y la constancia.
8. Analiza la situación
Muchas veces nos frustramos porque no sabemos cómo ha podido
salir mal o no sabemos qué hacer.
9. Conclusión