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TEMA 10: IGLESIA Y VIDA RELIGIOSA EN EL ALTO MEDIEVO

El Occidente europeo heredó de la tardía antigüedad una infraestructura religiosa que fue
potenciada en los años siguientes. La grave amputación territorial que sufre en su Mediodía, con la
pérdida de España y el asentamiento temporal de los musulmanes en algunas zonas de Italia, se verá
compensada con firmes avances hacia Oriente. La consolidación interna de esta cristiandad, todavía
demasiado débil, será otro de los problemas con el que se tengan que enfrentar tanto los poderes
eclesiásticos como los civiles.

1.LA LUCHA POR LA UNIDAD RELIGIOSA


El reinado de Carlomagno coincide con la celebración en Oriente del II Concilio de Nicea
(787), que condenó la herejía iconoclasta y estableció la doctrina de lo que tenía que ser el culto a
las imágenes. El Occidente no había sufrido, como Bizancio, tan grave desgarrón en su unidad
religiosa a propósito de esta querella.
De todos los errores doctrinales del Occidente altomedieval el de más peso en función de su
proyección social fue el adopcionismo. Este abogaba por considerar a Cristo sólo como hijo
adoptivo del Padre, con lo que su categoría divina quedaba rebajada sensiblemente rebajada. El
adopcionismo a sido objeto de diversas interpretaciones. Para algunos autores sería luna proyección
tardía de las querellas cristológicas que sacudieron a la cristiandad en la transición de la Antigüedad
al Medievo. Otros trataban de establecer una especie de puente con el Islam, al que se pretendía
explicar de forma sencilla y racional el dogma trinitario. Se ha querido ver en esta opción religiosa
un intento de supervivencia de la vieja iglesia hispano-visigoda, debilitada por su sometimiento
político al Islam y la aparición de otras iglesias.
Con la muerte de los dos obispos patrocinadores de esta tendencia desaparecería tambiém el
adopcionismo como fuerza disolvente de la sociedad cristiana occidental.

2.LA SOCIEDAD CRISTIANA Y LAS FORMAS DE PIEDAD


1.El pontificado: del mundo carolingio al otónida.
Los papas que sucedieron a Gregorio Magno a lo largo del s.VII vivieron una etapa en la que
la Iglesia de Roma permaneció jurídicamente ligada al Imperio. La presión de los lombardos
propició su acercamiento a los francos en los momentos en que los carolingios empezaban a hacerse
con los resortes del poder político.
El papa Zacarías fue de hecho soberano de Roma y el territorio circundante. En 751, daba su
aprobación al destronamiento del último merovingio por parte de Pipino el Breve. Se iniciaba así un
proceso de complicidad entre los papas y la nueva dinastía. En este contexto de enriquecimiento
territorial de la Santa Sede cobraría fuerza la teoría de que la soberanía política de los papas era el
resultado de una supuesta donación, la falsa donación de Constantino; falsificación hecha por los
eruditos de la cancillería pontificia y en la que se atribuía al primer emperador cristiano la
concesión al Papa del señorío sobre Roma y todo el Occidente.
El deterioro del poder político tras la muerte de Carlomagno permitió un reforzamiento de la
rectoría moral de los papas.
Con el ascenso al poder de un hijo de Marozia, Alberico, se lograron atajar algunos de los
desórdenes. Cuando Alberico muere, en el 954, dejaba como sucesor a su hijo Octaviano, que
accedió al solio pontificio con el nombre de Juan XII. El joven papa sería el blanco de invectivas de
los apologetas del rey de Germania, Otón I, al que coronaría como emperador en Roma.

2.El clero secular y su organización.


Cada obispo regía el territorio de una civitas en la que tenía su sede instalada. El orden
episcopal es así, en el s.X, una estructura perfectamente feudalizada.
Al doblar el año 1000, uno de los objetivos de los reformadores eclesiásticos será, el
combatir estas formas de investidura laica. El hecho de que los obispos se reclutasen entre los
miembros de las grandes familias nobiliarias hacía más difícil el deslinde entre las funciones
religiosas de los obispos y las tareas civiles que a veces se les encomiendan.
En un mundo como el carolingio profundamente ruralizado, un ejército de curas cubren las
necesidades espirituales de las masas campesinas a través de una red de parroquias y de iglesias
privadas. En un mundo cada vez más feudalizado los poderes de los obispos son suplantados con
frecuencia por los del señor, y las iglesias privadas se van a convertir en objeto de transación como
cualquier otro tipo de posesión.

3.Las vicisitudes del monacato en la época carolingia.


Bajo Carlos Martel, los políticos francos llevaron a cabo un uso intensivo del monacato
como punta de lanza de la evangelización en el continente. Para Carlomagno,sin embargo, el
monasterio sería un foco de cultura más que de espiritualidad.
Los últimos años del reinado de Carlos y los primeros de su sucesor, Luis el Piadoso,
conocieron sinceros deseos de reforma. Reforma definida, esencialmente, por una deseada
aplicación de la regla benedictina en todo el ámbito del imperio carolingio.
La crisis política que sacude al imperio desde el Tratado de Verdún y los ataques de
normandos, húngaros o sarracenos, tendrán su incidencia de forma cruel en la vida monástica que
posteriormente se recuperará.

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