Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Números (Biblia) - Capítulo 10
Números (Biblia) - Capítulo 10
2 Manda hacer dos trompetas de plata, forjadas a martillo. Ellas te servirán para convocar a
la comunidad y para movilizar las divisiones.
3 Cuando se hagan sonar las dos trompetas, toda la comunidad se reunirá delante de ti, a la
entrada de la Carpa del Encuentro.
4 Pero si tocan una sola, se reunirán contigo los jefes, es decir, los capitanes de los
regimientos de Israel.
7 mientras que para reunir a la comunidad se tocarán las trompetas sin proferir ninguna
aclamación.
8 Las trompetas las tocarán los hijos de Aarón, los sacerdotes. Este será para ustedes y para
sus descendientes un decreto irrevocable, a lo largo de las generaciones.
9 Cuando ustedes, en su propia tierra, tengan que combatir contra un enemigo que venga a
atacarlos, deberán tocar las trompetas profiriendo aclamaciones, y el Señor, su Dios, se
acordará de ustedes, y se verán libre de sus enemigos.
10 En las grandes ocasiones, en las fiestas días de luna nueva, tocarán las trompetas sobre
sus holocaustos y sus sacrificios de comunión; y este será para ustedes un memorial delante
de su Dios. Yo soy el Señor, su Dios.
El orden de la marcha
11 En el segundo año, el día veinte del segundo mes, la nube se alzó por encima de la
Morada del Testimonio,
12 y los israelitas fueron avanzando por etapas desde el desierto del Sinaí, hasta que la nube
se detuvo en el desierto de Parán.
13 Cuando se inició la marcha, según la orden que dio el Señor por medio de Moisés,
17 Una vez que se desarmó la Morada, avanzaron los gersonitas y los meraritas, que eran
los encargados de transportarla.
21 Los quehatitas, que llevaban los objetos sagrados, avanzaron después, a fin de que la
Morada ya estuviera erigida antes de su llegada.
28 Este era el orden en que avanzaban los israelitas, distribuidos por regimientos cuando
emprendían la marcha.
30 El replicó: «No iré con ustedes, sino que regresaré a mi país natal».
31 «Por favor, no nos abandones, le insistió Moisés; tú sabes muy bien en qué lugar del
desierto podemos acampar, y por eso nos servirás de guía.
32 Si vienes con nosotros, te haremos participar de los bienes que el Señor nos conceda».
La partida
33 Ellos partieron de la montaña del Señor y recorrieron un camino de tres días. Durante
todos ese tiempo, el Arca de la Alianza del Señor avanzó al frente de ellos, para buscarles
un lugar donde hacer un alto.
34 Desde que dejaron el campamento, la nube del Señor estaba sobre ellos durante el día.
36 Y cuando se detenía, exclamaba: ¡Descansa, Señor, entre los diez mil millares de Israel!