Entre los antioxidantes naturales que más se emplean como
preservantes se encuentran: el ácido ascórbico, el alfa-tocoferol y derivados del ácido rosmarínico. Tales compuestos pueden ser obtenidos por extracción directa desde sus fuentes naturales (donde existen como fitoquímicos), o bien, por síntesis química. Entre los antioxidantes no-naturales más empleados por la industria de alimentos destacan: butil-hidroxitolueno (BHT, E 321), butil- hidroxianisol (BHA, E 320), tertbutil-hidroquinona (TBHQ), etoxiquina (EQ), galato de propilo (E 310) y quelantes de metales como EDTA y ácido cítrico.