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ESPECIES VEGETALES:
PAPA : solanum tuberosum
MAÍZ : Zea mays
JENGIBRE : zingiber officinale
PLATANO: Musa malvisiana
ESPECIES ANIMALES
Cigüeña de Abdim Ciconia abdimii
Espátula africana Platalea alba
Ave martillo Scopus umbretta
Búfalo rojo Syncerus caffer nanus
Cebra de Grant Equus burchelli boehmi
Defina lo siguiente: bacteria, bacilo resistente, protista, hongo pluricelular
Bacteria: La palabra bacteria proviene de un término griego que significa “bastón”.
Se trata de un microorganismo unicelular procarionteque puede
provocar enfermedades, fermentaciones o putrefacción en los seres vivos o
materias orgánicas.
Por tratarse de células procariotas, carecen de núcleo u orgánulos internos. Por
otra parte, aunque el término proviene de bastón, las bacterias pueden tener forma
de barra, esfera o hélice.
Bacilos. Son las bacterias que se definen por ser alargadas y porque tienen la
posibilidad de ser curvas o rectas. De la misma forma, hay que subrayar el hecho
de que pueden contar o no con flagelos.
Protista : Se entiende por reino protista, también llamado protoctista, a uno de los
grupos en que la biología clasifica los seres vivos, más específicamente
los eucariotas, junto con el reino animal, vegetal y fungi: se denomina protistas a
todosaquellos eucariotas que no pueden ser clasificados ni como animales,
plantas u hongos.
Hongos pluricelulares: Los hongos pluricelulares están formados por células
asociadas, aunque no forman verdaderos tejidos; sino hifas, que, a su vez, forman
micelios (hifas ramificadas). Las conocidas setas son el cuerpo fructífero de los
hongos. La reproducción se realiza a través de esporas, que son liberadas,
generalmente, por las setas.
Representa el hongo Penicillium notatum indique la importancia en el campo
de la salud
El diagnóstico se puede realizar por dos tipos de métodos. Los que necesitan de una
endoscopia se denominan "invasivos" y los que se pueden realizar sin endoscopia "no
invasivos". Si su médico observa una úlcera durante la gastroscopia puede obtener una
muestra del estómago para estudiarla al microscopio (histología) o para realizar una
prueba rápida, llamada prueba rápida de la ureasa). En caso de que no se necesite
endoscopia se emplearán las denominadas pruebas "no invasivas", entre la que se
encuentran la prueba del aliento, la detección de anticuerpos para Helicobacter en
sangre (serología) o la determinación de antígenos de esta bacteria en las heces. De
entre estos métodos, el más fiable es la prueba del aliento; requiere simplemente
beber un líquido con sabor a limón y soplar en un pequeño tubo. Es, sin duda, el
diagnóstico de elección para controlar la respuesta al tratamiento de la infección. Es
importante saber que la mayoría de las pruebas se alteran si usted está tomando
antibióticos o medicamentos para la úlcera (antisecretores, como p. ej. omeprazol).
Así, para que los métodos diagnósticos sean fiables el tratamiento antibiótico debería
haberse suspendido 30 días antes y los antisecretores (omeprazol y similares) al
menos 15 días antes de realizarse la prueba diagnóstica.
Se debe realizar tratamiento a todos los pacientes con úlcera que presenten la
infección. Solamente se recomienda tratamiento a largo plazo con medicamentos
antisecretores en aquellos pacientes ulcerosos que no puedan abandonar el
tratamiento con aspirina o antiinflamatorios. Cuando existen molestias "gástricas" o
"dispepsia" y el paciente no tiene una úlcera asociada, no existe acuerdo sobre si es
conveniente o no buscar la infección y tratarla en caso de estar presente, pues los
resultados de los estudios científicos son contradictorios. Algunos expertos, aunque no
todos, recomiendan emplear en los pacientes con "dispepsia" la denominada estrategia
"testar y tratar", que consiste en buscar la infección por Helicobacter pylori y tratarla
en caso de que se encuentre, y reservar la gastroscopia para los casos en que las
molestias no mejoren tras eliminar la bacteria. No obstante, si el paciente es mayor o
si tiene algún dato de "alarma" que sugiera un proceso grave a criterio del médico, la
gastroscopia será siempre la prueba inicial a realizar. Por último, si usted no presenta
síntomas, no existe ningún dato actualmente que sugiera que es necesario buscar la
infección ni hacer tratamiento para eliminarla.
No es fácil tratar esta infección, pues el interior del estómago es un lugar inhóspito,
donde no llegan bien las células que se encargan de defender al organismo ni tampoco
los antibióticos. Por ello es necesario asociar varios medicamentos antiulcerosos y
antibióticos para conseguir eliminar la infección. El tratamiento que se recomienda
actualmente asocia tres medicamentos distintos (dos antibióticos y un fármaco que
disminuye la producción de ácido por el estómago) administrados dos veces al día,
durante 7 a 10 días. Antes de iniciar el tratamiento su médico se asegurará de que
usted no es alérgico a ninguno de los medicamentos que deberá tomar. Con este
tratamiento se logra curar la infección en aproximadamente 8 de cada 10 pacientes.
En caso de que no se logre eliminar la bacteria con un primer tratamiento, puede
administrarse, si su médico lo considera indicado, un segundo tratamiento erradicador
(que será distinto del primero).
J. P. Gisbert y X. Calvet1
Rubén José Larrondo Muguercia,1 Aymée Rosa González Angulo2 y Luis Manuel
Hernández García3
Resumen
Las micosis superficiales son infecciones cutáneas y/o mucosas producidas por
distintos grupos de hongos patógenos para el hombre.1,2
Los gérmenes productores de estas afecciones son, sin dudas, muy oportunistas;
por tanto, estas aparecen con una alta frecuencia entre diabéticos, pacientes con
SIDA, cáncer o cualquier otra afección debilitante y crónica.1,2,6-10
Desarrollo
Dentro del grupo mencionado, las más frecuentes en nuestro medio son las
dermatofitosis o tiñas, las candidiasis o moniliasis y las pitiriasis versicolor.1-5 En
esta primera parte de la revisión se abordarán las dermatofitosis o tiñas.
Dermatofitosis. Tiñas
Diagnóstico
Educación y prevención
Resumen
La vigilancia epidemiológica es esencial para fomentar nuestros conocimientos
sobre las micosis profundas sistémicas en Venezuela. Como un aporte al
conocimiento de estas patologías, presentamos la casuística del Departamento de
Micología del Instituto Nacional de Higiene "Rafael Rangel" durante los últimos 5
años (1997-2001).
Introducción
Venezuela tiene una ubicación geográfica privilegiada, ocupando una posición
muy importante entre los países tropicales de América Latina, donde las
características climatológicas y territoriales favorecen tanto el desarrollo de
abundante flora como de los agentes de las micosis profundas sistémicas, por lo
que la incidencia de las enfermedades producidas por ellos es importante (1,2,3).
Las micosis profundas sistémicas como histoplasmosis, paracoccidioidomicosis
y coccidioidomicosis, tienen carácter endémico. Cabe destacar que las dos
primeras se diagnostican en todo el territorio nacional y la última se encuentra en
las zonas semiáridas bien delimitadas en los estados Lara, Falcón y Zulia (4-18).
Las condiciones socio-económicas de la población de las áreas endémicas de
nuestro país, que se encuentra en vías de desarrollo, se caracterizan por ser
precarias y éstas, a su vez, se suman a las deficiencias de los servicios
asistenciales de la salud, sobre todo a nivel regional. Por otro lado, se observa con
preocupación un notable aumento de las infecciones micóticas relacionadas con
inmunodeficiencias de diversos orígenes, en particular, un aumento alarmante
entre los pacientes con infección por el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH),
agente causal del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) (19,20). Esto
debe sumarse a las dificultades diagnósticas que se presentan, la baja prioridad
existente para la investigación de estas patologías, así como la insuficiencia de
infraestructuras de laboratorios y falta de personal calificado, lo que determina el
impacto negativo que se produce sobre la Salud Pública. El conocimiento de todos
los riesgos para las enfermedades micóticas, así como su endemicidad, en
conjunto con los parámetros clínicos, puede ayudar al médico tratante a sospechar
la presencia de las micosis, para orientar el diagnóstico etiológico y el tratamiento
adecuado (21-25).
El objetivo de esta revisión fue actualizar los conocimientos existentes sobre el
diagnóstico de las micosis sistémicas en el Departamento de Micología del
Instituto Nacional de Higiene "Rafael Rangel" durante los últimos 5 años.
Conclusiones
3. Existe poco interés por parte del Estado frente a la existencia de las micosis
profundas sistémicas, debido a la falta del programa de las micosis en el MSDS, lo
que repercute en la ausencia de estadísticas estatales y por ende se imposibilita el
planteamiento de medidas preventivas.
Recomendaciones