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ABC JUEVES 17/10/2002 La Tercera

75 AÑOS DE «SEIN UND ZEIT»

N 1927 publicó Heidegger, a sus 38 Hace más de medio siglo primer libro y utilizada casi exclusivamente

E años, el libro filosófico que es probable-


mente el más importante del siglo XX:
«Sein und Zeit». Digo el libro porque es el ca-
forjé una definición
«provisional» de razón:
por algunos de sus continuadores.
Esto significó una singular innovación,
que no ha sido ni siquiera percibida fuera de
so infrecuente de uno que condensa el conjun- un estrecho círculo de conocedores. Dado el
to de una filosofía y se convierte en su más desinterés por la filosofía, existente hoy en
auténtica expresión.
«la aprehensión de la casi todos los países —fenómeno sobre el cual
Lo leí en el verano de 1934, recién cumpli- realidad en su conexión». habría que reflexionar a fondo—, puede decir-
dos mis 20 años. Es un espléndido libro, de se que esa innovación ha quedado suspendi-
algo más de cuatrocientas páginas, escrito en Es lo que falta al animal da y olvidada.
un excelente alemán, fuertemente matizado No me canso de repetir la diferencia que
por el estilo de su autor. Creo que entonces no y posee el hombre hay entre inteligencia y razón. Los animales
había sido traducido a ninguna lengua, y por son inteligentes, algunos extremadamente,
lo demás es muy difícil entenderlo fuera de la
desde su infancia: como los grandes felinos y en otra forma sin-
suya propia. ver las cosas como gular el perro, resultado de una prodigiosa
En los últimos días de 1940 hice una exposi- hominización. Pero no son racionales. Hace
ción del pensamiento de Heidegger en mi realidad, no como más de medio siglo forjé una definición «pro-
«Historia de la Filosofía», basada casi exclusi- visional» de razón: «La aprehensión de la rea-
vamente en ese libro. Creo que todavía puede estímulos o contenidos lidad en su conexión». Es lo que falta al ani-
leerse y es bastante inteligible. mal y posee el hombre desde su infancia: ver
En 1955 conocí en Francia a su autor, en
perceptivos, y descubrir las cosas como realidad, no como estímulos o
una pequeña reunión con él de filósofos euro- sus conexiones internas, contenidos perceptivos, y descubrir sus co-
peos. Fueron diez díaz de constante contacto, nexiones internas, y muy especialmente las
con una conferencia suya y cuatro «microcon- y muy especialmente las inexistentes, quiero decir imaginarias o futu-
ferencias» de otros tantos participantes, va- ras. No he conseguido ir más allá de aquella
rios seminarios e interminables diálogos. inexistentes, quiero decir vieja aproximación.
Heidegger era un hombre muy concentrado Siempre me ha inquietado la expresión «te-
en su pensamiento, en sus fuentes principa- imaginarias o futuras. ner uso de razón», sobre todo en su forma ne-
les, limitadas pero enérgicamente poseídas, gativa, cuando se dice, por ejemplo, que un
bastante ajeno a los asuntos públicos y al
No he conseguido niño no tiene uso de razón. ¿Qué quiere decir
mundo en general. Los reproches de índoles ir más allá de aquella esto? ¿La tiene pero no la usa? ¿Y por qué?
política que mucho tiempo después se le hicie- Pienso que lo que se quiere decir es que nece-
ron me parecieron enteramente desenfoca- vieja aproximación sita la razón pero no la posee; no le basta con
dos. la mera inteligencia, y necesita de la razón de
Sin desdeñar sus libros posteriores, que leí los demás, de las personas mayores, que se la
casi siempre en sus primeras ediciones, re- presten para vivir humanamente.
fía» fue traducida primero al inglés con el
cién aparecidos, sigo creyendo que Heidegger Conviene indagar en los usos lingüísticos,
acertado título de «Reason and Life». Creo
es primariamente «Sein und Zeit». Es un li- tan reveladores. Cuando se relee el genial li-
que esto ayudó eficazmente a su compren-
bro incompleto, porque anunciaba una segun- bro de Heidegger, se advierte lo que a pesar de
sión.
da parte que nunca llegó a publicarse. De su penetración le falta. Sería interesante com-
Hay que decir que el único avance en mu-
enorme riqueza, significó una aproximación pletar la lectura de los filósofos con lo que
chos decenios de la comprensión del sentido
de gran hondura a cuestiones capitales, a las otros han aportado. Es lo que de hecho ha sig-
de la razón ha sido la noción de razón vital y
que hay que volver siempre. nificado la historia de la filosofía: cada filóso-
razón histórica, forjada por Ortega desde su
Hay que advertir que lo leí «desde Ortega», fo se ha nutrido del pensamiento de los de-
después de absorber y repensar la filosofía de más, ha sentido que todos tratan de lo mismo,
éste, y esto me permitió escapar a la fascina- y por eso se entiende y su historia es coheren-
ción de Heidegger, al deslumbramiento justi- te y no un mosaico de opiniones. Pero cabe
ficado que provocó en muchas mentes, y al aplicar a la intelección de cada uno de ellos la
mismo tiempo a entenderlo mejor y descubrir aportación de los demás; enriquecerlo así con
sus deficiencias. lo que otros han pensado, obligarlo a incluir
La más importante es la casi total ausencia como posibilidad lo que desde otros puntos de
de la idea de razón. Hay un hecho decisivo en vista se echa de menos. Esto es lo que puede
la casi totalidad de la filosofía contemporánea hacer inteligible el conjunto del pensamiento
y es la palidez, casi borrosa, de la idea de ra- filosófico; en definitiva, sería recobrar el sen-
zón. Incluso la palabra se usa extrañamente tido más profundo de un concepto que se usó,
poco. La filosofía alemana había usado a fon- incluso abusivamente, durante muchos años
do, ya desde Kant, el concepto de «Vernunft»; y ahora está casi desterrado: sistema. Es de-
es sorprendente su escasez en el uso termino- cir, el hecho de que las verdades se apoyen
lógico más reciente. El francés «raison» ha unas en otras y así se justifiquen. Es otra for-
caído igualmente en desuso; diríamos algo pa- ma de decir lo que debería llamarse razón.
recido de la «raggione» italiana. En cuanto al Si se añade el adjetivo «vital», aparece claro
inglés «reason», siempre ha sido de uso infre- que se trata de la vida humana misma, que
cuente, sustituida muchas veces por la pala- ésta es el verdadero instrumento de compren-
bra «mind», que es otra cosa. Esto que podría- sión de toda realidad como tal.
mos llamar «desuso lingüístico» ha llevado a
la muy frecuente omisión del sentido mismo JULIÁN MARÍAS
de lo que es razón. Mi «Introducción a la filoso- de la Real Academia Española

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