Está en la página 1de 43

¿Geohistoria o geoficción?

Ciudades vulnerables y justicia espacial


Alain Musset

¿Geohistoria o geoficción?
Ciudades vulnerables y justicia espacial

Sociología
Editorial Universidad de Antioquia
Colección Sociología
© Alain Musset
© Editorial Universidad de Antioquia
ISBN: (volumen)

Primera edición: marzo de 2009


Diseño de cubierta: Luisa Fernanda Bernal Bernal
Corrección de textos: José Gabriel Ortiz Abella
Diagramación: Luisa Fernanda Bernal Bernal
Coordinación editorial: Larissa Molano Osorio
Impresión y terminación: Imprenta Universidad de Antioquia

Impreso y hecho en Colombia / Printed and made in Colombia


Prohibida la reproducción total o parcial, por cualquier medio o con cualquier
propósito, sin autorización escrita de la Editorial Universidad de Antioquia

Editorial Universidad de Antioquia


Teléfono: (574) 219 50 10. Telefax: (574) 219 50 12
E-mail: mercadeo@editorialudea.com
Página web: http://editorial.udea.edu.co
Apartado 1226. Medellín. Colombia

Imprenta Universidad de Antioquia


Teléfono: (574) 219 53 30. Telefax: (574) 219 53 32

El contenido de la obra corresponde al derecho de expresión del autor y no


compromete el pensamiento institucional de la Universidad de Antioquia ni
desata su responsabilidad frente a terceros. El autor asume la responsabilidad
por los derechos de autor y conexos contenidos en la obra, así como por la
eventual información sensible publicada en ella.
Contenido

Introducción. De la geohistoria a la geoficción:


un itinerario científico.................................................. xi
Tiempo y espacio: una relación dialéctica ................ xi
Entre ciencias sociales y ciencia ficción .................... xvi
Una geografía de las representaciones ..................... xxi

1. La ciudad de México. Laboratorio urbano


de la crisis ambiental .............................................. 1
Condiciones históricas y culturales
de la crisis ambiental en el valle de México ............. 6
Ciudad lacustre y modelo cultural ....................... 6
La economía del agua .......................................... 10
El tiempo de los conflictos ................................... 13
El desagüe, una solución equivocada ....................... 16
Desecar los lagos: ¿una decisión técnica,
económica o cultural? .......................................... 17
Cuatro siglos de trabajo ....................................... 19
Consecuencias ecológicas y sociales
del desagüe .......................................................... 23
Crisis ecológica y toma de conciencia ....................... 27
viii

2. Los traslados de ciudades en la América


hispánica: territorios en riesgo, sociedades
vulnerables ............................................................... 31
Entender los traslados: construcción de un modelo
de análisis .................................................................. 34
La amplitud de los traslados................................ 38
Densidad de los traslados: variables
regionales ............................................................. 42
Ritmo de los traslados: variables temporales ...... 46
Frecuencia de los traslados: ciudades
portátiles .............................................................. 48
Ciudad española y naturaleza americana:
un enfoque geohistórico ........................................... 50
Riesgo natural y vulnerabilidad social ................. 50
Mundos nuevos, discursos antiguos..................... 54
Discursos nuevos, prácticas antiguas ................... 56
Traslados, territorios urbanos y sociedad ................. 58

3. León-Sutiaba (Nicaragua): comunidades étnicas,


desigualdades sociales y justicia espacial .............. 61
Una ciudad dividida ................................................. 65
Ciudad española y barrio indígena ..................... 66
La huella territorial de las disparidades
socioeconómicas .................................................. 70
Cuantificar las desigualdades sociales ................. 73
Crónica de una boda forzada .................................... 75
Vecinos distantes (1610-1902) ............................. 76
La anexión o el triunfo de la
modernidad (1902) .............................................. 80
La casta indígena y su territorio ............................... 82
La afirmación de una identidad indígena ........... 84
Las paradojas de un renacimiento ...................... 86
La sangre, el suelo y los límites de la justicia
electoral ............................................................... 89
Las fronteras eternas del más allá............................. 91
ix

4. De México a Coruscant (Star Wars): vida y muerte


de las ciudades globales .......................................... 93
Coruscant, arquetipo de la ciudad global ................. 97
Centralización de la gestión: los lugares
del poder global................................................... 97
Deslocalización de las actividades industriales:
las maquiladoras galácticas .................................. 101
La ciudad mal amada................................................ 105
Una filosofía antiurbana ...................................... 105
El Urban Sprawl mundializado ............................. 109
El gran catálogo de las patologías urbanas ......... 112
La ciudad criminógena ........................................ 114
Muerte y transfiguración de la ciudad global ........... 117
El apocalipsis de Coruscant ................................. 117
¿Regreso a la ciudad?........................................... 119
De Coruscant a Celebration (A Walt Disney
Company’s Tow) ........................................................... 122

5. Fragmentación espacial y segregación social


en las ciudades de ciencia ficción .......................... 126
La ciudad y sus barrios ............................................. 131
Ricos y pobres ...................................................... 133
El reino de los tugurios........................................ 135
Centro y periferia ................................................ 139
Fronteras étnicas .................................................. 142
Ciudades segmentadas.............................................. 145
Alto y bajo: una dialéctica socioespacial .............. 146
Ciudades superpuestas ........................................ 152
Competencia territorial y sucesión racial ............ 155
¿Territorios mestizos o emulsión social?................... 158

6. Del gueto de Venecia a los sektores de Angosta:


los ciudadanos en tela de juicio .............................. 161
Guetos de pobres ...................................................... 164
x

Del “gueto voluntario” al gueto simbólico .......... 165


Guetos obligatorios .............................................. 168
Guetos mentales................................................... 174
Fortalezas de ricos .................................................... 178
Entre ciencia ficción y reportaje: una geografía
urbana del miedo................................................. 179
Orden y seguridad: los condominios cerrados .... 186
¿Una ciudad sin ciudadanos?.................................... 194

Bibliografía.................................................................... 203

Índice ............................................................................ 215


4
De México a Coruscant (Star Wars):
vida y muerte de las ciudades globales

P uesto que el objeto de investigación de este texto es la ciu-


dad y las relaciones que desarrollan las sociedades urbanas
con su entorno, el estudio de las representaciones sociales ocupa
un lugar central.1 El papel jugado por las representaciones en el
manejo tanto político como económico de los territorios urbanos
(por medio de las inversiones públicas, la promoción inmobiliaria
o las prácticas diarias de la población), hace que el investigador
deba tomar en cuenta este elemento ubicado en la frontera entre
lo psicológico y lo social (o entre lo individual y lo colectivo) para
entender no solo los procesos de conformación de los espacios

1 Este aspecto es fundamental tanto en mis acercamientos teóricos como en


mis estudios de campo. Desde mediados de los años ochenta, este enfo-
que metodológico orientó mis estudios sobre el desagüe de los lagos de
México, los traslados de ciudades en la América hispánica y las divisiones
socioétnicas en la ciudad de León (Nicaragua).
94 / ¿Geohistoria o geoficción? Ciudades vulnerables y justicia espacial

estudiados, sino también su propia manera de estudiarlos.2 Por


esta razón, pasar de ciudades reales a ciudades imaginarias no
puede ser considerado como un juego meramente intelectual,
una fantasía sin ton ni son, o sin perspectivas científicas, sino todo
lo contrario. Al tomar cierta distancia con su objeto de estudio, el
investigador tiene la oportunidad de poner en tela de juicio, a la
vez, sus métodos de análisis y los conceptos o nociones que le per-
miten analizar las ciudades supuestamente reales —pero que son
también el escenario y el vehículo de representaciones sociales.
Por otra parte, muchos autores de ciencia ficción han escogi-
do a la capital mexicana como escenario o modelo de sus nove-
las porque pueden por este medio hacer una crítica feroz de los
procesos de urbanización que caracterizan nuestras metrópolis
posmodernas, haciendo hincapié en la insostenibilidad de su
camino hacia el futuro. Es así como, en la tercera y última parte
de su novela Mantra, Rodrigo Fresán imagina de manera pro-
fética e irónica el futuro de una ciudad de México aniquilada,
sobre las ruinas de las cuales los antiguos defeños han levantado
una nueva ciudad llamada Nueva Tenochtitlán del Temblor.3
De la misma manera, Guillermo Zárraga publicó en 1958 una
novela hoy en día olvidada, La tragedia del valle de México, en la
cual denunciaba ya el problema planteado por el crecimiento
demográfico incontrolado de la capital mexicana y su carencia
de planificación. En El que llegó hasta el metro Pino Suárez, Arturo
César Rojas imagina también una ciudad de México destruida
por un holocausto nuclear en la cual el héroe tiene que pasar
por los túneles del antiguo metro para salvar a su novia mu-
tante. Guillermo Sheridan evoca, por su lado, los estragos de
la contaminación atmosférica y las tensiones provocadas por la
segregación socioespacial en una México de 2029 partida en
dos, la Ciudad Alta y la Ciudad Baja:

2 Denise Jodelet, Les représentations socials, París, PUF, 1991.


3 Rodrigo Fresán, Mantra, Albi, Les Éditions du Passage du Nord-Ouest,
2006, p. 477.
De México a Coruscant (Star Wars)... / 95

Los habitantes de la Ciudad Alta no tardaban en acostumbrarse a


mirar allá abajo, si es que se dignaban hacerlo, un desierto pardo
en continuo movimiento, chocolotaso y revolvente, bajo el que
vivían ‘los de abajo’, como se decía en las raras ocasiones en las
que alguien se refería a ese mundo remoto.4

Al seguir el mismo camino, según Gonzalo Martré, la Gran


Urbe está a punto de sofocar bajo la basura que produce dia-
riamente y que ya no se puede eliminar.5 Francisco Martín Mo-
reno opina lo mismo en Sequía: México 2004, al imaginar que
la megalópolis llega a carecer por completo de agua y que sus
habitantes tienen que sobrevivir en un desierto de concreto que
se convierte en infierno.6
Esta relación ambigua entre imaginario y realidad está per-
fectamente llevada a cabo por Paul Verhoeven en su película Total
Recall (1990). Cuando Douglas Quaid (Arnold Schwarzenegger)
sale de los subterráneos donde viven y trabajan sus compañeros,
en una ciudad espantosa del año 2084, el espectador bien infor-
mado descubre que el decorado elegido por el realizador no es
sino la estación de metro Insurgentes, situada en el centro de la
metrópolis mexicana. Según Verhoeven, se trataba de poner en
escena un mundo oprimente y opresivo, situado fuera de la esca-
la humana. La red subterránea de México, cuyo estilo se inspira
en el movimiento “neobrutalista” nacido en Inglaterra a media-
dos de los años cincuenta con los auspicios de Margaret Alison
y Peter Smithson, correspondía perfectamente a sus propósitos
puesto que “su lado oscuro, muy pesado y principalmente a base
de hormigón dio a la película un tipo de decorado a la arquitec-
tura particular”.7 Bastó al equipo de rodaje con pintar en gris
metalizado el conjunto de los pasillos, paredes y vagones para

4 Guillermo Sheridan, El dedo de oro, México, Alfaguara, 1996, p. 33.


5 Gonzalo Martré, Coprofernalia, Jet Set. Cuando la basura nos tape, México, La
Tinta Indeleble, 2001.
6 Francisco, Martín Moreno, Sequía: México 2004, México, Grijalbo, 1997.
7 Entrevista de Paul Verhoeven, Total Recall, Studio Canal - Universal, dis-
co 2, 2003.
96 / ¿Geohistoria o geoficción? Ciudades vulnerables y justicia espacial

dar al espectador la ilusión de descubrir una metrópolis imagi-


naria cuando se trataba de una ciudad real.
En el universo de la ciencia ficción, la ciudad de Coruscant
imaginada por George Lucas en la saga Star Wars es sin duda
alguna el mundo urbano imaginario que ha sido presentado de
manera más detenida y profundizada, puesto que desempeña un
papel importante no solo en las tres últimas películas del ciclo (La
amenaza fantasma, El ataque de los clones y La venganza de los Sith),
sino también en muchas novelas, historietas y juegos electrónicos
cuyos héroes están relacionados directa o indirectamente con la
historia original. Ahora bien, los paisajes y estructuras sociales de
la capital de la República y luego del Imperio galáctico se basan
tanto en las ciudades gigantes de la costa Atlántica de Estados
Unidos como en las grandes metrópolis que conforman el archi-
piélago urbano de América Latina: México, Lima, São Paulo...
Sin olvidar las ciudades fronterizas del norte de México o los
tugurios de Caracas y Río de Janeiro. Es así como esta ciudad sin-
crética abarca todos los temas conflictivos planteados por la pro-
blemática urbana contemporánea: tensiones entre comunidades
étnicas, exclusión económica, segregación espacial, pérdida del
vínculo social, desaparición de los espacios públicos, contami-
nación, violencias urbanas… Coruscant se convierte, pues, en el
epítome de la ciudad global potente y, sin embargo, vulnerable,
sede de una sociedad urbana brillante, pero sumamente injusta.
Con todo, cuando muchos estudios geográficos analizan la
ciudad real como un objeto casi virtual, que no se mide sino en
términos de datos estadísticos y pixeles, puede ser saludable
tratar una ciudad imaginaria como si fuera un objeto real. Es
cierto que Coruscant no existe: no obstante, allí fui y decidí es-
tudiarla como si existiera, utilizando los conceptos, herramien-
tas y métodos de la sociología urbana y la geografía social, en la
continuidad de mis primeras investigaciones sobre la ciudad de
México. Al empujar hasta el final los esquemas de la Escuela de
Chicago, al sistematizar hipótesis y proyecciones sobre el futuro
de las ciudades, los autores de Star Wars pueden inspirar a so-
ciólogos, antropólogos y geógrafos que deben reinterpretar los
De México a Coruscant (Star Wars)... / 97

procesos actuales de recomposición urbana. La cuestión es tan-


to más de actualidad que, desde Jane Jacobs8 hasta Paul-Henri
Chombart de Lauwe9 o Françoise Choay,10 toda una corriente
de la investigación interpreta estos cambios como el anuncio de
una verdadera “muerte de las ciudades” —o por lo menos como
una transformación del papel desempeñado por la ciudad en
las sociedades modernas y posmodernas.

Coruscant, arquetipo de la ciudad global

En muchos aspectos, Coruscant aparece como una parábola o


como el paradigma extremo de la Global City, tal como pudo
definirla Saskia Sassen, es decir un nuevo tipo de metrópolis,
verdadero centro de orden del capitalismo planetario que nace
de un doble movimiento, aparentemente contradictorio, rela-
cionado con la globalización de los intercambios, de los siste-
mas de comunicación y de los modelos económicos: por un lado
la centralización de las funciones de coordinación, previsión y
gestión; por otro, el desplazamiento y la dispersión de las acti-
vidades manufactureras a lo largo del planeta.11

Centralización de la gestión: los lugares del poder global

Como dice Saskia Sassen,

[…] entre las nuevas geografías construidas a escala planetaria en


torno al concepto de centro, la que se impone inmediatamente

8 Jane Jacobs, The Death and Life of Great American Cities, Nueva York, Ran-
dom House, 1993.
9 Paul-Henry Chombart de Lauwe, La fin des villes. Mythe ou réalité ? París,
Calmann-Lévy, 1982.
10 Françoise Choay, “Le règne de l’urbain et la mort de la ville”, en: J. De-
thier y A. Guiheux, dir., La ville. Art et architecture en Europe, 1870-1993,
París, Éditions du Centre Pompidou, 1994.
11 Saskia Sassen, The Global City: New York, London, Tokio, Princeton, Princeton
University Press, 1991.
98 / ¿Geohistoria o geoficción? Ciudades vulnerables y justicia espacial

es la que conecta entre ellos los cruces internacionales, los gran-


des centros financieros y los principales centros de negocios,
es decir: Nueva York, Londres, Tokio, París, Fráncfort, Zúrich,
Ámsterdam, Los Ángeles, Sidney y Hong Kong entre otros, a los
cuales se añaden en adelante metrópolis como Bangkok, Taipei,
São Paulo y México.12

Siguiendo este modelo, en Star Wars todos los grupos in-


dustriales, financieros y comerciales de la galaxia establecieron
en Coruscant su sede social o por lo menos una “embajada”
encargada de mantener buenas relaciones con los círculos más
elevados del poder. A pesar del desarrollo de las tecnologías
de la información y la comunicación, todavía les resulta prove-
choso estar físicamente presentes en Coruscant para afirmar su
estatus político, administrar sus bienes y hacer el lobby que ne-
cesitan sus negocios. Incluso el jefe de la sociedad criminal más
importante de la galaxia, el Sol Negro, que mantiene vínculos
privilegiados con el gobierno imperial, posee su residencia en
la capital.13
Esta situación privilegiada se explica porque Coruscant es
el centro político, económico y cultural de una federación que
terminó por extender su influencia sobre casi todo el universo
conocido y accesible. De la misma manera que la civilización
norteamericana se volvió “global”, reduciendo las otras mane-
ras de pensar el mundo en sub-culturas provinciales, Coruscant
se convirtió en una referencia única para todos los habitantes de
la República, luego del Imperio: “Coruscant, sede del Gobierno
de una miríada de planetas de la galaxia. Coruscant, modelo de
cultura y conocimiento, síntesis de millones de civilizaciones di-
ferentes”.14 Sin embargo, Coruscant no es una creación literaria

12 Saskia Sassen, “La Métropole: site stratégique et nouvelle frontière”, Cul-


tures et conflits, París, núm. 33-34, 2002, disponible en: http://www.conflits.
org/index352.html, consulta: 8 de septiembre de 2008.
13 Steve Perry, Shadows of the Empire, Nueva York, Bantam Books, 1997, p. 26.
14 Michael Reaves, 2001, Darth Maul; Shadow Hunter, Londres, Arrow Books,
p. 16.
De México a Coruscant (Star Wars)... / 99

ex nihilo. En el ciclo de Fundación, Asimov ya había inventado el


prototipo de la capital galáctica, Trantor, que controlaba veinte
millones de sistemas estelares:

Sede del Gobierno imperial desde centenares de generaciones,


y situada en la parte central de la galaxia, entre los mundos los
más poblados y más evolucionados de todo el sistema, Trantor
no tardó en convertirse en la aglomeración humana más densa y
más rica que nunca se haya visto.15

Es el desarrollo político y urbano de la Roma imperial, con


su gigantismo, su arquitectura monumental, su organización
social y su proyección cultural, que sirvió de modelo a Asimov
para retratar este planeta imaginario, tal como él mismo lo re-
cuerda en su autobiografía: “He sacado mucho de la Historia del
declino y caída del imperio romano para estructurar el conjunto de
Fundación”.16
Ahora bien, puesto que el grado de integración de una ciu-
dad al sistema-mundo puede medirse con el número de insti-
tuciones que, en su territorio, desempeñan un papel central a
escala planetaria, Coruscant bien puede ser considerada como
una mezcla de Washington y Nueva York, ya que la ciudad-pla-
neta acoge todos los organismos que permiten administrar la
galaxia en su conjunto. Es así como el Senado donde se reúnen
los representantes de todos los planetas afiliados a la República
para arreglar sus conflictos no es sino una transposición bastan-
te irónica de la impotente Organización de las Naciones Unidas
(véase figura 4.1):

Miles de razas inteligentes tenían su residencia en Coruscant,


aunque fuera sólo un rascacielos sin gracia de un kilómetro de al-
tura […] Todas podían expresarse en el Senado que se levantaba
como un hongo fornido en medio del distrito gubernamental.17

15 Isaac Asimov, Fondation, París, Denoël, Folio Science-Fiction, 2004, p. 13.


16 Isaac Asimov, Moi, Asimov, París, Denoël, Folio Science-Fiction, 1996, p. 259.
17 James Luceno, Cloak of Deception, Londres, Random House, 2002, p. 102.
100 / ¿Geohistoria o geoficción? Ciudades vulnerables y justicia espacial

Con el mismo enfoque, el palacio Imperial aparece como


una metáfora apenas disfrazada de la Casa Blanca, sede política
de la única superpotencia mundial. Sin embargo, la arquitectu-
ra agresiva del edificio y su gigantismo hacen de ella más bien
una parodia de las grandes realizaciones arquitectónicas de la
Unión Soviética y sus satélites europeos, tal como el palacio
del Pueblo de Bucarest o el palacio de la Cultura de Varsovia.
Este gigantismo es una de las características del edificio diseña-
do para albergar la flor y nata de la administración imperial,
cuya sola presencia vuelve ridículos todos los rascacielos que se
amontonan a sus pies:

Coronado con torres, con millares de luces destellando como jo-


yas sobre sus paredes de piedra, dominaba la colina del Senado.
Los minúsculos edificios —elevados a la memoria de la gloria y la
justicia de la Antigua República— parecían temer que el Palacio
creciera aún y los tragara.18

Antítesis arquitectónica y filosófica del palacio Imperial, el


templo Jedi se aparta de las otras construcciones del planeta,
pero su presencia refuerza la influencia y proyección política de
la capital galáctica:

El inmenso templo Jedi se basaba en una extensa superficie


plana. Al contrario de la mayoría de los edificios de Coruscant,
ejemplos de eficacia y simplicidad, el templo era una verdadera
obra de arte, con sus numerosas columnatas ricamente decora-
das y sus curvas elegantes.19

El cuerpo principal del complejo, coronado por cinco torres


estilizadas, es una pirámide truncada de cerca de un kilómetro
de alto que domina todas las construcciones circundantes. A la
vez centro de formación para estudiantes de alto nivel y polo de
información al servicio de la República, el templo Jedi combina
los atributos del Pentágono y del MIT (Massachussets Institute

18 Michael Stackpole, L’escadron Rogue, París, Fleuve Noir, 1999, p. 99.


19 R. A. Salvatore, Attack of the Clones, Londres, Arrow Books, 2003, p. 72.
De México a Coruscant (Star Wars)... / 101

of Technology) —un sueño que se ha convertido en realidad


para los dirigentes de la galaxia.

Deslocalización de las actividades industriales:


las maquiladoras galácticas

Al describir la ciudad global de Coruscant, los autores de la


saga Star Wars no se limitan a pintar una megalópolis futuris-
ta, cuyos paisajes urbanos están dominados por una serie de
edificios impresionantes, símbolos de una civilización pujante,
sino que exponen claramente los modos de funcionamiento
de una sociedad que ya no necesita producir bienes materiales
para afirmar su potencia, sino todo lo contrario. Simple extra-
polación de una evolución en curso a principios de los años
cincuenta, la Trantor de Asimov respondía ya perfectamente
a las normas de la ciudad global descrita posteriormente por
Saskia Sassen: “El planeta sólo tenía una función, la adminis-
tración; un sólo objetivo, el Gobierno; sólo producía un único
producto manufacturado, la ley”.20 Pues, como lo destacó años
después Saskia Sassen, la Global City es a la vez un polo de
decisión estratégico y un lugar donde la sociedad dominante
produce bienes no materiales, en particular los servicios desti-
nados a las empresas multinacionales, en ámbitos tan variados
como los seguros, el derecho, la contabilidad, la fiscalidad, la
publicidad o las relaciones públicas. Es allí también que están
diseñados los nuevos instrumentos políticos, técnicos y finan-
cieros que permiten la instauración de una “buena goberna-
bilidad” mundializada. Conjunto, estos dos sectores forman el
corazón de la “nueva economía” urbana.21 De la misma mane-
ra, la Coruscant de Star Wars es antes de todo un centro polí-
tico que produce en continuo el arsenal legislativo y el marco

20 Isaac Asimov, Fondation et Empire, en: Le Cycle de Fondation, II: Vers un nouvel
Empire, París, Omnibus, 1999, p. 63.
21 Saskia Sassen, The Global City: New York, London, Tokio, Op. cit.
102 / ¿Geohistoria o geoficción? Ciudades vulnerables y justicia espacial

jurídico destinados a garantizar la dirección de un mundo glo-


balizado. En este sentido, al igual que cualquier otra ciudad
global, la capital imperial basa su prosperidad económica y su
potencia política en los servicios de alto nivel.
En un sistema económico imaginario que refleja nuestra
división internacional del trabajo, son planetas-talleres con ac-
tividades especializadas que abastecen los principales merca-
dos consumidores de la galaxia, es decir mundos enteros que
se volvieron incapaces de satisfacer sus propias necesidades.
En este campo, la lección dictada por los autores de Star Wars
es que la mejor manera de reducir los costes y aumentar los
beneficios de las empresas es deslocalizar las unidades de pro-
ducción hacia zonas que gozan de ventajas comparativas inne-
gables: una mano de obra cualificada y mal pagada, una legis-
lación local no apremiante (derecho del trabajo, fiscalidad),
excelentes condiciones de transporte... Como lo dice James
Luceno para explicar la desaparición del las manufacturas de
Coruscant: “Los Works han sido una zona industrial dinámica
hasta que el crecimiento de los costos desencadenara el trasla-
do de la producción de vehículos espaciales, de los robots y de
los materiales de construcción hacia otros mundos”.22 En Lab-
yrinth of Evil, su descripción de la antigua zona industrial no es
sino una evocación muy clara de los antiguos espacios indus-
triales contaminados (brownfields) que salpican el tejido urbano
de las grandes ciudades del “cinturón de herrumbre” norte-
americano, al sur de los Grandes Lagos. Sobre varios centena-
res de kilómetros cuadrados se extiende un paisaje caótico de
donde surgen los esqueletos ennegrecidos de antiguas manu-
facturas abandonadas desde hace varias generaciones. James
Luceno indica que en vano se intentó hacer desaparecer todos
los vestigios del pasado industrial del planeta, aunque gran-
des compañías inmobiliarias hayan invertido mucho dinero en

22 James Luceno, Labyrinth of Evil, Nueva York, Ballantines Books, 2005,


p. 174.
De México a Coruscant (Star Wars)... / 103

la reconversión de las zonas abandonadas por las empresas, tal


como se hace hoy en día en Estados Unidos o en Europa.23
Con el fin de limitar las molestias relacionadas con la pro-
ducción manufacturera (ruido, congestión, contaminación...),
las actividades más peligrosas han sido trasladas hacia plane-
tas cuyos ecosistemas padecen desde aquel entonces las con-
secuencias de un desarrollo industrial devastador. Es así como
el sistema de Fondor ha sido trastornado por los talleres de
construcción que aprovecharon sin vergüenza los minerales
extraídos no solo del subsuelo, sino también de sus lunas y as-
teroides: “Las grandes sociedades que dominaban a Bilbringi,
Kuat, Sluis Van y a los demás centros de astilleros hacían un
esfuerzo mínimo para preservar el medio ambiente, en cam-
bio nada similar había sido previsto en Fondor”.24 De la misma
manera, una explotación industrial sin freno hizo del planeta
Duro un extenso desierto abandonado por sus habitantes que
se refugiaron en ciudades orbitales. Se tomaron algunas me-
didas para tratar de sanear las ciénagas, purificar los suelos y
volver el aire respirable, pero los resultados han sido limitados
por falta de medios técnicos y recursos financieros.25 En Rena-
cimiento, novela del ciclo El nuevo orden Jedi, los pilotos de la
Nueva República descubren que el planeta Eriadu tiene una
atmósfera contaminada por vapores de hidrocarburo, azufre,
ozono y amoníaco. La explicación de este desastre ecológico
es dada por Corran Horn, jefe del grupo encargado de com-
batir al invasor Yuuzhan Vong: “Aquí se fabrican los productos

23 En Estados Unidos, el Brownfields Cleanup and Redevelopment Program se


creó en 1995 como programa de la Agencia para la Protección del Am-
biente, con el fin de apoyar la acción de los Estados e instituciones públi-
cas o privadas que quieren limpiar y revitalizar los terrenos contaminados
por antiguos polos industriales. En 2006, 450.000 zonas de este tipo esta-
ban registradas, según los datos de la U.S. Environmental Protection Agency,
disponible en: http://epa.gov/brownfields/about.htm, consulta: 9 de sep-
tiembre de 2008.
24 Luceno, James, L’éclipse des Jedi, París, Fleuve Noir, 2001, p. 268.
25 Kathy Tyers, Point d’équilibre, París, Presses de la Cité, 2001, p. 42.
104 / ¿Geohistoria o geoficción? Ciudades vulnerables y justicia espacial

al menor coste al menosprecio del ambiente. El olor es un


subproducto de la industria”.26
En el imaginario de los lectores norteamericanos, la situación
de Eriadu o Duro refleja cierta realidad puesto que para describir
el sistema económico dominante en la galaxia Star Wars, los autores
escogidos por LucasBooks no hicieron más que mirar hacia la zona
fronteriza entre México y Estados Unidos, donde la industria ma-
quiladora se ha desarrollado de manera desmedida desde media-
dos de los años sesenta. Al Norte, un establecimiento monopoliza
las funciones de administración y gestión (es el papel atribuido a
Coruscant). Al Sur (el equivalente geopolítico y económico de Fon-
dor, Eriado o Duro), la planta de montaje ve su papel limitado a
funciones productivas centradas en el trabajo manual, aprovechan-
do un marco jurídico y social más acogedor que en Estados Unidos
—lo que unos autores no dudaron en llamar una “carrera hacia el
fondo” (Race to the Bottom), cuyo propósito es aprovechar las venta-
jas competitivas de los países pobres—. Es así como en sus estudios
sobre la industria maquiladora en Tijuana, Elizabeth Méndez de-
mostró el impacto negativo de las actividades manufacturares con-
taminantes sobre la salud no solo de los obreros y empleados sino
también de los habitantes.27 A pesar de las medidas tomadas desde
mediados de los años noventa para tratar de mejorar la situación
ecológica de la zona fronteriza con Estados Unidos, la problemáti-
ca ambiental sigue siendo un tema caliente, ya que, como lo dice
Per Stromberg: “Otra área primordial de política es asegurar que
las maquiladoras cumplan la normativa sobre manejo de residuos
peligrosos para que sea la industria, y no la sociedad, la que absorba
el costo de las externalidades ambientales”.28

26 Greg Keyes, Renaissance, París, Fleuve Noir, 2002, p. 101.


27 Elizabeth Mendez, “La industria maquiladora en Tijuana: riesgo ambien-
tal y calidad de vida”, Comercio Exterior, vol. 45, núm. 2, 1995.
28 Per Stromberg, “La industria maquiladora mexicana y el medio ambien-
te; una revisión de los problemas”, en: Jorge Carrillo y Claudia Schatan,
comp., El medio ambiente y la maquila en México: un problema ineludible, Méxi-
co, CEPAL, 2005, p. 60, disponible en: http://www.eclac.org/publicacio-
nes/xml/3/23183/G9Parte1.pdf, consulta: 9 de septiembre de 2008.
De México a Coruscant (Star Wars)... / 105

La ciudad mal amada

En esta galaxia muy lejana, Coruscant no es solamente el pro-


totipo de la ciudad global cuya potencia política, económica y
cultural refuerza las desigualdades espaciales entre el centro
(en este caso, The Core Worlds —Los mundos del núcleo) y la
periferia (The Outer Rim —El anillo exterior). Al denunciar la
concentración excesiva de las actividades económicas y también
(o sobre todo) densidades de población calificadas de espeluz-
nantes (la capital galáctica cuenta con un billón de habitantes),
los distintos autores de la saga Star Wars se conforman con una
ideología antiurbana que juega un papel fundamental en las
mentalidades colectivas estadounidenses.

Una filosofía antiurbana

Esas representaciones negativas de la ciudad echan sus raíces


en las novelas naturalistas de H. J. Thoreau o en los poemas y
ensayos de Rafael W. Emerson, publicados a principios del siglo
XIX. En efecto, a juicio de Emerson, el mundo urbano aleja al
ser humano de Dios, separándolo de la naturaleza: “En estas
plantaciones de Dios, reino del orden y la santidad, se orquesta
una fiesta eterna y mil años no bastarían para cansar el hués-
ped. En los bosques, volvemos a la razón y a la fe”.29 En sus
escritos posteriores, Emerson hizo hincapié en los límites a la
vez físicos y espirituales del mundo urbano:

Las ciudades no dan bastante espacio a los sentidos del hombre.


Solemos salir cada día y cada noche a regar nuestros ojos de ho-
rizonte ya que tanto necesitamos la amplitud del espacio como el

29 “Within these plantations of God, a decorum and sanctity reign, a perennial


festival is dressed, and the guest sees not how he should tire of them in a
thousand years. In the woods, we return to reason and faith”. Ralph W.
Emerson, The Essential Writings of Ralph Waldo Emerson. Nature, introducción
de Mary Oliver, capítulo 1, (1836), Nueva York, The Modern Library Clas-
sics, 2000, disponible en: http://www.rwe.org/index.php?option=com_cont
ent&task=view&id=107&Itemid=42, consulta: 10 de septiembre de 2008.
106 / ¿Geohistoria o geoficción? Ciudades vulnerables y justicia espacial

agua que usamos para nuestro baño [...] La mejor parte de noso-
tros mismos ama la naturaleza. La amamos como ciudad de Dios,
aunque, o más bien porque, no hay ningún ciudadano.30

Siguiendo la misma línea filosófica, Thoreau reivindicaba la


dispersión y el alejamiento de los seres humanos para luchar
contra el apilamiento y la promiscuidad que caracterizan las so-
ciedades urbanas, en los downtowns superpoblados: el vivir lejos
de sus vecinos permite a la vez evitar conflictos y mantener rela-
ciones auténticas con las personas que queremos sinceramente
ver y encontrar.31
La filosofía de Emerson, para quien el ser humano debe im-
perativamente vivir en simbiosis con la naturaleza en vez de opo-
nerse a ella, impregna todo el universo de Star Wars: en El regreso
del Jedi, la antítesis de Coruscant es la luna forestal de Endor,
poblada de criaturas semisalvajes, los Ewoks, que terminan por
aliarse con los enviados de la Rebelión para conseguir la destruc-
ción de la segunda Estrella Negra. Con todo, esta visión nega-
tiva de la ciudad no se limita al mundo norteamericano, como
lo mostró Joëlle Salomon Cavin en su obra La ciudad mal amada
(2005), donde nos enseña que las sociedades occidentales des-
preciaron por mucho tiempo las grandes aglomeraciones, y pre-
firieron idealizar los modos de vida rurales e imaginar a campe-
sinos sanos y sencillos según el modelo bucólico de Virgilio. Los
mismos prejuicios, fuertemente arraigados en las mentalidades
colectivas, se pueden encontrar cuando al estudiar los diarios de

30 “Cities give not the human senses room enough. We go out daily and nig-
htly to feed the eyes on the horizon, and require so much scope, just as
we need water for our bath […] Nature is loved by what is best in us. It is
loved as the city of God, although, or rather because there is no citizen”
Ralph W. Emerson, The Essential Writings of Ralph Waldo Emerson. Essays, Se-
cond Series, introducción de Mary Oliver (1844), Nueva York, The Modern
Library Classics, 2000, disponible en: http://classiclit.about.com/library/
bl-etexts/rwemerson/bl-rwemer-essays-18.htm, consulta: 10 de septiem-
bre de 2008.
31 Henry David Thoreau, Walden, edición de J. Lyndon Shanley, introducción
por John Updike, Princeton, University Press, 2004, p. 83.
De México a Coruscant (Star Wars)... / 107

campo redactados por los jóvenes estudiantes que participaron


a la Cruzada Nacional de Alfabetización lanzada en 1980 en Ni-
caragua, bajo los auspicios del Frente Sandinista de Liberación
Nacional. Enviados hacia lugares a veces muy apartados de toda
clase de ciudad, no dudaron en dibujar una visión idealizada del
campesino basada en viejos estereotipos heredados tanto de la
Antigüedad romana como del siglo de las Luces. Al seguir cons-
ciente o inconscientemente las huellas de Jean-Jacques Rousseau
y Bernardin de Saint-Pierre, expresaron su amor al mundo ru-
ral y su rechazo a los centros urbanos perversos y engañadores:
“Creo más sinceramente que esos centros servían para la destruc-
ción material y moral (intelectual). Culturalmente, nos traslada-
ba, embriagaba con la fantasía que despedía. Toda la gama de
mecanismos que se usaban para destruirnos”.32
Frente a este pensamiento monolítico compartido por casi
todos los sectores de la sociedad, sobre todo en Estados Unidos,
pocos son los autores de ciencia ficción que se atreven a glori-
ficar los modos de vida urbanos y la ciudad en sí como entidad
política. Es, sin embargo, el caso de Clifford D. Simak, que pu-
blicó 1952 una novela cuyo título es todo un programa: The
City.33 Al compás de los ocho “cuentos” que componen su obra,
Simak evoca la muerte progresiva de las ciudades y la desapa-
rición de la raza humana, sustituida sobre nuestro planeta por
perros inteligentes, capaces de leer y hablar. El género literario
de la ciencia ficción le permite cuestionar la naturaleza de la
ciudad, concepto abstracto para animales que viven en armonía
con la naturaleza y no experimentan la necesidad de apilarse
por millares en espacios reducidos. Los perros economistas o
sociólogos que se interesan por la historia de su especie conside-
ran este tipo de organización como utópico y psicológicamente
insostenible. Este dictamen no impide a su congéneres trans-
mitirse de generación en generación relatos que enseñan cómo

32 Alain Musset, Hombres nuevos en otro mundo. Nicaragua de 1980 en los diarios de
la Cruzada Nacional de Alfabetización. Managua, IHNCA-UCA, 2007, p. 69.
33 Clifford D. Simak, Demain les chiens, París, J’ai Lu, 2004.
108 / ¿Geohistoria o geoficción? Ciudades vulnerables y justicia espacial

se acabaron las ciudades humanas, lentamente diluidas en las


campañas circundantes debido al desarrollo de los transportes
modernos, los aviones y luego los helicópteros sustituyendo al
viejo automóvil familiar, tal como lo dice Édgard H. Huilbens
al evocar las políticas de rehabilitación llevadas a cabo en Festi-
val Square (Edimburgo, Escocia) para rescatar espacios urbanos
abandonados: “Edimburgo tuvo que enfrentar la decadencia de
su centro y la salida de los habitantes hacia los suburbios con-
forme usaron su coche privado para ir al centro a trabajar”.34
Ahora bien, como lo destaca Simak, sólo en las ciudades los
seres humanos encuentran su razón de ser. Dispersados en un
mundo demasiado extenso para ellos, terminan por apagarse
los unos después de los otros, como las ventanas de los edifi-
cios que abandonaron para seguir un sueño virgiliano que se ha
convertido en suicidio colectivo.
Al glorificar las relaciones existenciales que mantienen los
seres humanos con la ciudad, Simak se presenta como el “anti-
thoreau” por excelencia. Por medio de la ciencia ficción, el no-
velista nos recuerda que la ciudad no es solo una “máquina de
habitar” sino también, según la propia etimología de la palabra,
el crisol y la síntesis de nuestras civilizaciones (del latín: civitas).
En este sentido, su punto de vista concuerda con el alegato de
los regidores de la ciudad Guatemala que se opusieron en 1717
al traslado de su ciudad porque, a su juicio, la capital de la Ca-
pitanía General de Guatemala no se limitaba a un conjunto de
casas y edificios sino que era a la vez el símbolo del poder y la
proyección cultural de la sociedad española:

La razón de Estado de una ciudad no consiste en la tierra ni el


suelo, sino que tiene varas más firmes y más profundos funda-
mentos, que son el bien público y utilidad común de todo este
dilatadísimo reyno; y no se puede mover sino es atropellando

34 Edgard H. Huilbens, “Encounters on Festival Square. Questions on Me-


thodology in Human Geography”, en: Doris Wastl-Walter, Lynn A. Staeli y
Lorraine Dowler, ed., Rights to the City, Roma, Società Geografica Italiana,
2006, p. 76.
De México a Coruscant (Star Wars)... / 109

con la autoridad del Rey Nuestro Señor, cuyo es propio y priva-


tivo el eregir ciudades en sus reynos y señarlas por residencias
de sus Reales Audiencias y chancillerías que representen su Real
Persona; ni se puede mudar a otro sitio el cabildo eclesiástico y
cathedra episcopal, sino es usurpándose la autoridad del sumo
Pontífice, a quien únicamente toca el eregir o mudar las ciudades
que sean cathedras y sedes episcopales; ni es posible mudar de
este sitio los alcaldes y cabildo secular, sino es dejándolo sin re-
presentación, especie, ni aparencia de ciudad.35

El Urban Sprawl mundializado

Arquetipo universal de las megalópolis que se extienden de ma-


nera desmedida tanto en los países del Norte como en los de
Sur, Coruscant aparece como la realización imaginaria de una
“amenaza” que pesaría sobre las sociedades modernas y posmo-
dernas: la urbanización total de las formas del hábitat. La ciu-
dad-planeta sería, pues, la expresión empujada hasta su extre-
mo del Urban Sprawl (expansión urbana) fenómeno presentado
por la sociología norteamericana como una característica de los
procesos de urbanización en curso en Estados Unidos. Como lo
dice el jóven Gavin al descubrir por primera vez el espectáculo
extraordinario de la ciudad-planeta: “Es una sola ciudad, todo
el conjunto, una grande, enorme, realmente enorme ciudad”.
Y Mirax le contesta: “De un polo al otro, de un horizonte al
otro, más o menos”.36 En el Episodio 1 (La amenaza fantasma),
uno de los personajes explica también a los pasajeros de su nave
espacial que el planeta “no es nada más que una sola gran ciu-
dad”.37 En este contexto, cabe preguntarse lo que se entiende
por “ciudad”, puesto que ya no tiene límites —esos límites que
señalan la frontera teórica entre lo urbano y lo rural—. Como

35 Biblioteca Nacional (Madrid), Ms. (manuscrito) 3.534, f. 57.


36 Michael Stackpole, Wedge’s gamble, Nueva York, Bantam Books, 1996, p. 126.
37 Henry Gilloy y Rodolfo Damaggio, The Phantom Menace, núm. 3, Milwau-
kie, Dark Horse Comics, 1999.
110 / ¿Geohistoria o geoficción? Ciudades vulnerables y justicia espacial

consecuencia de esta expansión urbana, un verdadero bosque


de rascacielos se extiende a pérdida de vista, formando una ex-
traordinaria y desmedida skyline (véase figura 4.2). Si fuera ne-
cesario encontrar un equivalente o un modelo de este mundo
marcado por el sello de la arquitectura vertical, lo podríamos
encontrar en São Paulo, donde por todos lados un sinfín de
torres esconde el horizonte (figura 4.3).
Pero, por otra parte, uno de los diseñadores del universo
Star Wars, Doug Chiang, declara que Coruscant ha sido dibuja-
da como una ciudad mestiza cuya base conceptual era la ciudad
de Nueva York:

[George Lucas] quería que Coruscant fuera la ciudad de las


“mezclas”, una especie de combinación entre una arquitectura
perfectamente lisa y una arquitectura con toque más antiguo. Era
un poco como tomar a Manhattan y desarrollar esta ciudad hacia
el infinito, en todos los sentidos.38

Con el fin de acentuar la impresión de exotismo que permi-


tirá llevar al lector hacia mundos extraños sin cortarlo de sus
raíces, los autores de la saga utilizan un método conocido desde
hace tiempo: la alusión a modelos arquitectónicos, cuyo nombre
entró en el vocabulario común y corriente pero que autorizan
todas las interpretaciones, todos los sueños urbanísticos. Es la
técnica utilizada por Michael Reaves en La sombra del cazador:

Prácticamente toda la superficie del globo estaba cubierta —pues-


to que se habían desecado o desviado los mares y los océanos a
través de extensas cavernas subterráneas, millares de generacio-
nes antes de la fecha— por una metrópolis con múltiples niveles
constituidos de torres, zigurats, palacios, cúpulas y alminares.39

Los términos de “zigurats” y “alminares” permiten vincular


la arquitectura extraterrestre de Coruscant con civilizaciones

38 Ryder Windham, Épisode I, La Menace fantôme — Les coulisses du film, París,


Emma, 1999, p. 55.
39 Reaves, Michael, Darth Maul; Shadow Hunter, Londres, Arrow Books, 2001,
p. 16.
De México a Coruscant (Star Wars)... / 111

históricas más o menos conocidas por el público norteameri-


cano pero que le son en realidad muy distantes, tanto en el
tiempo como en el espacio.
Ahora bien, las figuras de estilo utilizadas por los novelistas
de Star Wars no son muy diferentes de las que podemos encon-
trar bajo la pluma de los exploradores o conquistadores del siglo
XVI. Como lo vimos en el capítulo 1 de este libro, Bernal Díaz del
Castillo recordaba en su Historia verdadera de la conquista de Nueva
España que ni siquiera podía creer las maravillas que veía con
sus propios ojos y señalaba que muchos de sus compañeros se
pensaban transportados en una novela de caballerías. Al inten-
tar dibujar una imagen aceptable y comprensible de las ciudades
mesoamericanas, Hernán Cortés recurrió a las mismas estrata-
gemas literarias que Michael Reaves en La sombra del cazador,
convirtiendo las pirámides aztecas en mezquitas y las torres de
los templos en alminares. En su segunda carta a Carlos V, des-
cribía así la ciudad de Churultecal “certifico a vuestra alteza que
yo conté desde una mezquita cuatrocientos treinta y tantas torres
en la dicha ciudad, y todas son de mezquita [sic]:”.40 De la misma
manera, Paul Morand logró percibir pirámides prehispánicas en
la profusión de edificios dispares que caracterizaban a la Nueva
York de 1930, la misma que escogió George Lucas setenta años
después como modelo de Coruscant: “¡Los rascacielos! Allí unos
son mujeres y otros hombres; los unos parecen templos al Sol, los
otros recuerdan la pirámide azteca de la Luna”.41
La reacción de los recién llegados sobre el planeta expresa la
ambivalencia de los sentimientos que inspiran estos paisajes ur-
banos extraños y desproporcionados: “Al salir del elevador, Bria
observó alrededor de ella, a la vez maravillada y afectada por
una creciente claustrofobia. Por todos lados estaba rodeada por
rascacielos tan grandes que debía torcerse el cuello para perci-

40 Hernán Cortés, Cartas de Relación, Segunda Carta (30 de octubre de 1520),


México, Porrúa, Colección Sepan Cuantos, 1983, p. 45.
41 Paul Morand, New York, París, Flammarion, 1930, p. 36.
112 / ¿Geohistoria o geoficción? Ciudades vulnerables y justicia espacial

bir su cumbre”.42 La actitud de la joven Bria recuerda la de los


europeos que, en la primera mitad del siglo XX, descubrían la
civilización urbana norteamericana, con todas sus audacias ar-
quitectónicas y su carácter a la vez innovador y amenazador. En
1930, Georges Duhamel se declaraba disgustado por el paisaje
urbano de Chicago (“¡Chicago! ¡La ciudad tumor! ¡La ciudad
cáncer!”), con sus edificios gigantescos, sus calles parecidas a
trincheras cortadas en una masa de hormigón y acero, sus ma-
res de coches apestando.43 Sin embargo, al mismo tiempo, Paul
Morand prefería resaltar la imagen de una sociedad pujante
que expresaba en su arquitectura la fuerza de sus convicciones
religiosas y su dinamismo económico. Según él, Nueva York era
la ciudad del futuro, la que anunciaba nuevos modos de vida.44

El gran catálogo de las patologías urbanas

Al igual que todas las ciudades gigantes actuales, Coruscant tie-


ne que enfrentar una serie de problemas y disfunciones que
amenazan su futuro y hacen de ella una “ciudad insostenible”,
para decirlo con las palabras de Bonnin, Berque y Ghorra-Go-
bin.45 En este sentido, la capital galáctica no es sino el reflejo
de estas megalópolis asfixiadas, cuya muerte próxima solemos
profetizar, tal como lo vimos en el caso de México, ciudad pa-
radigmática del conflicto entre el ser humano y el ambiente.
El retrato de Coruscant pintado por los autores de la saga es
al respecto muy llamativo puesto que hasta las más altas cor-
dilleras del planeta han sido sepultadas bajo la marea urbana.
Toda la red hidrográfica del planeta siguió la misma suerte, así
que el abastecimiento de agua se volvió una pesadilla para las
autoridades. Para atender las necesidades de la población, los

42 A. C. Crispin, The Paradise Snare, Nueva York, Bantam Books, 1997, p. 265.
43 Georges Duhamel, Scènes de la vie future, París, Arthème Fayard, 2003, p. 72.
44 Paul Morand, Op. cit.
45 Phillipe Bonnin, Augustin Berque y Cynthia Ghorra-Gobin, La ville in-
soutenable, París, Belin, 2006.
De México a Coruscant (Star Wars)... / 113

coruscanti tuvieron que captar el agua de los glaciares polares


o importar el preciado líquido desde planetas lejanos.46 Pues,
como lo vimos en el primer capítulo de este libro, la suerte de
Coruscant recuerda en este sentido la problemática planteada
hoy en día por el suministro de agua potable en la ciudad de
México —amenaza real que llevó a Francisco Martín Moreno
a imaginar la gran sequía que podría acabar con la capital fe-
deral, si no se tomaran a tiempo las medidas necesarias para
controlar tanto el crecimiento demográfico como el desperdicio
de los recursos naturales.
Para conformarse con las representaciones colectivas de nues-
tras metrópolis posmodernas, la capital galáctica padece también
de los flujos generados por la multiplicación de los vehículos de
transporte que la dejan siempre al borde de la congestión: “Los
embotellamientos bloqueaban el cielo de Coruscant. Los flujos
de tráfico avanzaban muy despacio entre las volutas de niebla
cargadas de contaminación”.47 Para dar cuenta de una situación
muy similar, Claude Bataillon y Louis Panabière rebautizaron
“Smogópolis” a la capital mexicana, perpetuamente cubierta de
una nube amarillenta.48 Según los estudios realizados a princi-
pios de los años ochenta, la contaminación del aire alcanzó un
punto de no retorno, los gases de escape y los humos de las plan-
tas industriales afectaron la salud física y mental de los habitantes
más expuestos y más frágiles.49 Para William Sandell, encargado
de producción del rodaje de Totall Recal (realizado en los estudios
de Churubusco en 1989), vivir en esta ciudad saturada de gases
de escape y humos de fábrica, era “un poco como vivir en la ca-
pital mundial de la contaminación. Respirar el aire de México, es
como fumar cuarenta cigarrillos al día”.50

46 Kevin J. Anderson, Sombre Disciple, París, Pocket Science-Fiction, 1996, p. 33.


47 R. A. Salvatore, Attack of the Clones, Londres, Arrow Books, 2003, p. 53.
48 Claude Bataillon y Louis Panabière, Mexico aujourd’hui, la plus grande ville
du monde, París, Publisud, 1988, p. 37.
49 A juicio de Guillermo Sheridan (El dedo de oro), la contaminación atmosfé-
rica de México en 2029 será aún peor.
50 Total Recall, Making of, Studio Canal - Universal, 2003, disco 2.
114 / ¿Geohistoria o geoficción? Ciudades vulnerables y justicia espacial

Siguiendo escrupulosamente la lista de las patologías que


afectan a las grandes metrópolis mundiales, los autores de la saga
Star Wars recalcan que la capital galáctica produce al día miles de
millones de toneladas de residuos sólidos, a menudo tóxicos, que
se acumulan en las hondonadas de la ciudad. Para solucionar el
problema, Coruscant exporta parte de sus desechos hacia plane-
tas-basureros, como lo hacen ciertos países industriales al vender
este tipo de material a sus socios sucios del Tercer Mundo. En La
última profecía, Greg Keyes señala que tal es la suerte del planeta
Bonadan, pero sin dar más información al respecto.51 Con todo,
entre tantos peligros que amenazan a la megalópolis planetaria,
uno pesa más que otros en la conformación de los espacios ur-
banos y en las prácticas diarias de los habitantes: la inseguridad.
Al mezclar las representaciones contemporáneas de las ciudades
globales con las ideas antiguas de Emerson y Thoreau, los cronis-
tas de Coruscant consideran que la yuxtaposición en un mismo
lugar de razas distintas y clases sociales con intereses opuestos
desencadena conflictos interétnicos y causa un aumento desme-
dido de la criminalidad, tal como ocurre hoy en día en las gran-
des ciudades norteamericanas que les sirven de modelo.

La ciudad criminógena

Al compartir la filosofía norteamericana tradicional sobre la


ciudad corruptora y la naturaleza liberadora, todos los autores
del universo Star Wars concuerdan en considerar que el urba-
nismo de Coruscant es una fuente inagotable de peligros para
sus habitantes:

Con sus innumerables barrancos oscuros, sus terrazas dominan-


do precipicios, sus numerosos recovecos, sus parapetos en salien-
te y la letanía de lugares que permitían escaparse a los ojos y a
la vista de todos, Coruscant era una invitación al crimen y a la
corrupción. Su geografía misma inspiraba el misterio.52

51 Greg Keyes, L’ultime prophétie, París, Fleuve Noir, 2004, p. 196.


52 James Luceno, La colère d’un héros, París, Fleuve Noir, 2001, p.123.
De México a Coruscant (Star Wars)... / 115

No es pues de casualidad si, varias veces, los héroes de la


saga tienen que enfrentar a miembros descarados de los Street
Gangs (pandillas) que compiten entre sí para controlar los terri-
torios de la ciudad baja. Desde mediados del siglo XX sus mo-
delos reales o idealizados desempeñan un papel fundamental
en las representaciones colectivas relacionadas con la ciudad
norteamericana, como lo veremos más adelante, en el capítulo 6,
al hablar de la geografía del miedo que se dibuja tanto en la
ciudad-planeta imaginaria como en sus modelos reales. Basta
por el momento recordar el éxito de las películas West Side Story
(1961) o Gangs of New York (2002), sin hablar de la extensa lite-
ratura sociológica que ha sido dedicada al análisis de este fenó-
meno, a raíz de los trabajos pioneros de Frederic M. Thrasher53
o Clifford R. Shaw.54
En la historieta Zam Wesell, el maestro Jedi Yarael Poof salva
a un chico agredido por los miembros del “gang de Spiz” que
querían pasársela bien dándole una paliza. El niño de la calle
queda sorprendido porque no entiende lo que puede hacer por
allí una persona de esta calidad.55 De la misma manera, al llegar
de inesperadamente a las profundidades de la ciudad-planeta,
el joven Han Solo encuentra a un grupo de jóvenes que preten-
den asaltarlo. Siguiendo los estereotipos relacionados con los
Street Ggangs en el imaginario de los WASP (White Anglo-Saxon
Protestants), el jefe de la pandilla que ataca a Han Solo es un jo-
ven morenito, con el cabello negro y engominado (The leader, a
huge dark-skinned kid with a black fall of greasy hair), prototipo del
joven chicano cuyos padres cruzaron clandestinamente la fron-
tera entre México y Estados Unidos.56 Con todo, esta represen-
tación del joven pandillero corresponde también a una realidad

53 Frederic M. Thrasher, The Gang. The Study of 1313 Gangs in Chicago, Chica-
go, University of Chicago Press, 1927.
54 Clifford R. Shaw, Delinquency Areas, Chicago, University of Chicago Press,
1929
55 Ron Marz y Ted Naifeh, Star Wars: Zam Wesell, Milwaukie, Dark Horse
Comics, 2002.
56 A. C. Crispin, The Paradise snare, Op. cit., p. 273.
116 / ¿Geohistoria o geoficción? Ciudades vulnerables y justicia espacial

social y étnica. En 2006, según Robert B. Loosle (del FBI), los


siete condados de la conurbación de Los Ángeles albergaban
a 1.350 Street Ggangs, con un total de 175.000 miembros.57 En
diciembre de 2005, solo en el municipio de Los Ángeles la po-
licía contabilizaba a 463 grupos criminales de este tipo (de los
cuales 246 eran hispánicos), que agrupaban a 38.974 afiliados
(21.790 latinos).58 Las pandillas que acogen a jóvenes mexica-
nos o centroamericanos, tal como 18th Steet (Mara 18), Mara
Salvatrucha o La Mirada Locos, cuentan entre las más peligro-
sas y son clasificadas como “top targeted” por Los Ángeles Police
Department.59 Para criticar la evolución al parecer incontrolable
de sociedades urbanas cada vez más violentas, Richard Kadrey
evoca en su novela Metrophage el futuro de una ciudad de Los
Ángeles descuartizada entre las fuerzas del muy corrupto Com-
mittee for Public Health y un sin fin de pandillas que pelean entre
sí para aprovecharse del mercado no solo de las drogas, sino
también de la comida:

Las pandillas también se pusieron fuertes en esta noche caliente:


los Lizard Imperials (con botas de piel de serpiente y lenguas qui-
rúrgicamente partidas en dos), los Zombie Analytics (píxeles sub-
cutáneos ofreciendo imágenes carnales y vacilantes de estrellas
muertas del video y del rock), los anarchist-physician Croakers, los
Yakuza Rebels y los Gypsy Titans; hasta las Naginata Sisters estaban
aquí, balanceando sus espadas y bebiendo en la esquina delante
de la Orquídea de Hierro.60

57 Testimonio de Robert B. Loosle, agente especial de la división Criminal en


Los Ángeles Field Office Federal Bureau of Investigation, antes llamada
the House Committee on Government, Subcommittee on Criminal Justi-
ce, Drug Policy and Human Resources. Los Ángeles, California, octubre
3 de 2006, disponible en : http://www.fbi.gov/congress/congress06/loos-
le100306.htm, consulta: 10 de septiembre de 20008.
58 En Colors (1988), el realizador Dennis Hoper hizo un retrato escalofriante
de las pandillas latinas de Los Ángeles.
59 The Los Ángeles Police Department, 2007 Gang Enforcement Initiatives,
disponible en: http://www.lapdonline.org/home/content_basic_view/34647,
consulta: 10 de septiembre de 2008.
60 Richard Kadrey, Métrophage, París, Denoël, Présence du Futur, 1989, p. 20.
De México a Coruscant (Star Wars)... / 117

Tal como lo veremos en el último capítulo de este ensayo,


la consecuencia directa de esta inseguridad es la desaparición
casi completa de los espacios públicos y el encerramiento de las
distintas comunidades en unidades habitacionales aisladas que
corresponden al modelo norteamericano de la Gated Community
(condominio cerrado).

Muerte y transfiguración de la ciudad global

Esas representaciones negativas de la ciudad gigante aparecen


como la síntesis entre una antigua filosofía hostil al mundo ur-
bano en general y realidades sociológicas ampliamente difun-
didas en todos los hogares por medio de la televisión. Y cuanto
más grande es la ciudad, tanto más espanta. Por esta razón, a
los autores de ciencia ficción les gusta imaginar la muerte de las
megalópolis contemporáneas, agobiadas por todos los demo-
nios de la modernidad.

El apocalipsis de Coruscant

De hecho, la suerte de Coruscant está inscrita en su genotipo:


nueva Babilonia, cuyos titánicos edificios desafían el cielo, la ca-
pital galáctica es condenada a desaparecer, enterrada bajo sus
propias ruinas —tal como la ciudad de México en el relato pavo-
roso de Gabriel Trujillo, Escombros—.61 En este sentido, la ciudad-
planeta anuncia el final de nuestra civilización (es decir la muerte
de la ciudad a la vez como modo de hábitat y como ser político:
destrucción de la forma urbana y desaparición del espíritu ciu-
dadano). Sus excesos sintetizan todos los problemas de nuestras
ciudades globales, como lo destaca R. A. Salvatore en la novela
basada en la película El ataque de los clones (Episodio 2):

Bajo el cielo oscuro del crepúsculo, los rascacielos parecían vol-


verse monolíticos gigantescos y todas estas enormes estructuras

61 Gabriel Trujillo, “Décombres” Galaxies, 30, París, 2003, p. 27.


118 / ¿Geohistoria o geoficción? Ciudades vulnerables y justicia espacial

que dominaban la ciudad, que hacían de Coruscant un monu-


mento a la gloria de las especies inteligentes, parecían transfor-
marse en testimonios de locura, de orgullo vano luchando contra
esta inmensidad y esta majestad de la cual ningún mortal podía
apoderarse. Incluso el viento, en las partes más elevadas de las
estructuras, tomaba un tono siniestro, más triste, anunciando,
como un heraldo, lo que ocurriría de manera inevitable de esta
gran ciudad y esta gran civilización.62

Al amenazar el orden divino con sus rascacielos, Coruscant


no hace más que seguir el camino de la ciudad de Babel, cu-
yos habitantes fueron castigados por Jehová porque quisieron
levantar una torre que alcanzaría las nubes.63 Ya en 1926, Fritz
Lang había puesto su Metrópolis bajo la señal de la ciudad mal-
dita. El amo inflexible de la ciudad del futuro, Joh Fredersen,
vive y trabaja en un monumento gigantesco bautizado “la nueva
torre de Babel”, cuya masa imponente aplasta todos los edifi-
cios vecinos. Para animar a los obreros que viven como ratas
en los sótanos, la joven profesora María establece un paralelo
entre su suerte y la historia de los esclavos que construyeron
la torre legendaria mencionada en la Biblia. Parafraseando el
texto sagrado, recuerda las palabras de los diseñadores del edi-
ficio: “Vayamos, construimos una torre cuya punta llegaría a las
estrellas. Sobre la punta de la torre escribiremos: el mundo es
tan grande como su creador y como el hombre”.
Fritz Lang ilustra este discurso con una representación clási-
ca del inmenso zigurat (modelo de los zigurats que encontramos
en la Coruscant de Michael Reaves), cuyos distintos niveles se
envuelven los unos sobre los otros como si fueran una serpiente
a punto de lanzarse hacia el cielo. Al recordar este episodio
bíblico, María profetiza el próximo final de un sistema político
y social basado en la injusticia y la opresión. Como lo anuncian

62 R. A. Salvatore, Attack of the Clones, Londres, Arrow Books, 2003, p. 60.


63 “Et dixerunt venite faciamus nobis civitatem et turrem cuius culmen par-
tingat ad caelum et celebremos nomen nostrum”. Biblia Sacra Mazarinea,
Génesis, XI, París, Éditions les Incunables, 1985, p. 67.
De México a Coruscant (Star Wars)... / 119

distintos paneles destinados a los espectadores: “El Apocalip-


sis se acerca” y “La muerte vuela sobre la ciudad”. Cuando los
obreros se preparan a invadir las partes altas de la ciudad, el jo-
ven Freder, hijo del amo de la ciudad, está leyendo en su sillón
el Apocalipsis según San Juan.
La arquitectura vertical, la lengua universal y el poder mun-
dial: todos los ingredientes están reunidos para hacer de Nueva
York, arquetipo de la Global City, la heredera de Babel y el mo-
delo de Metrópolis y Coruscant. Detrás de la imagen de la torre
bíblica castigada para su orgullo, surgen, fantasmas amenazan-
tes, las torres gemelas del World Trade Center. Es así como al
final de la novela Star by Star, cuya acción se sitúa un cuarto de
siglo después de la muerte del emperador, el aplastamiento de
Coruscant por la armada de los fanáticos Yuuzhan Vong aparece
como un eco de los atentados que, el 11 de septiembre de 2001,
horrorizaron a todos los telespectadores norteamericanos (véa-
se figura 4.4). Publicado al final del mes de octubre del mismo
año en Estados Unidos y el año siguiente en Francia, la novela
de Troy Denning vacila entre el reportaje y la profecía:

Las explosiones se sucedían y torres de homo negro como la no-


che se elevaron a su paso [...] naves casi invisibles a simple vista
a esta distancia, parecieron surgir de todas partes, algunos trans-
formándose en discos anaranjados antes de producir centelleos
de una blancura inmaculada [...] Torres enteras se transformaron
en columnas de duracero líquido. En algunos casos, el blindaje
de los edificios aguantaba el primer golpe sin tropezar, luego
sucumbía al segundo o al tercer asalto.64

¿Regreso a la ciudad?

Sin embargo, no hay que pensar que ya todo esté arreglado y


que la muerte de nuestras ciudades sea ineludible. Tal como
la destrucción de Coruscant por los Yuuzhan Vong puede ser

64 Troy Denning, Star by Star, Nueva York, Ballantine Books, 2001, p. 585.
120 / ¿Geohistoria o geoficción? Ciudades vulnerables y justicia espacial

una oportunidad para pensar de nuevo las estructuras espacia-


les y la organización social de la ciudad, podemos aprovechar
la aparición de nuevas formas urbanas para darles un sentido
a esos lugares que “hacen sociedad” porque están cargados de
valores simbólicos. Tal es la propuesta de François Ascher, para
quien el urbanismo tiene que olvidar el marco normativo de la
planificación y desarrollar una estrategia basada en proyectos
específicos para tomar en cuenta las mutaciones de nuestras
sociedades “hipermodernas”, cada vez más afectadas por el
desarrollo tecnológico y por nuevas formas de movilidad (tan-
to espacial como social).65 Reflejando de manera metafórica la
muerte de nuestras ciudades globales, los Yuuzhan Vong remo-
delaron también las estructuras urbanas de Coruscant con el
propósito de adaptar la ciudad-planeta a sus modos de vida.
Después de la derrota final de los invasores, las autoridades de
la República tienen que plantearse la cuestión del futuro de la
capital galáctica, transformada en una selva salvaje, cubierta de
lagos podridos y bosques malsanos.66 Como después de cada
destrucción causada por la guerra o por un terremoto, no se
sabe si sería mejor reconstruir el lugar tal como era antes (como
lo hicieron los Polacos para el centro de Varsovia después de
la Segunda Guerra Mundial), o bien diseñar nuevos modelos
arquitectónicos (caso de la ciudad francesa del Havre planeada
por Auguste Perret en 1945 y reconocido Patrimonio mundial
de la Humanidad por la Unesco en 2005).67
De manera paradójica, la destrucción de la ciudad-plane-
ta permite a los exiliados recordar con nostalgia los lugares
que, en el tiempo de su esplendor, representaban para ellos un
universo frío, impersonal y peligroso. De regreso a Coruscant,
Leia y Han Solo descubren los vestigios de los monumentos y

65 François Ascher, Les nouveaux principes de l’urbanisme. La fin des villes n’est pas
à l’ordre du jour, La Tour d’Aigues, Éditions de l’Aube, 2001.
66 James Luceno, La Force unifiée, París, Presses de la Cité, 2005, p. 481.
67 Es una de las preguntas planteadas en mi libro Villes Nomades du Nouveau
Monde, París, EHESS, 2002.
De México a Coruscant (Star Wars)... / 121

espacios urbanos que jugaron un papel importante en su vida


anterior: Monument Park, el jardín botánico del Skydome, el
barrio comercial de Calocour Heights o el paseo de las Colum-
natas, mezcla virtual de Hollywood y Fleet Street, la antigua
calle de los periodistas de Londres. Con la distancia, se ente-
ran de que Coruscant no era tan espantosa como lo pensaban
cuando vivían en un rascacielos gigantesco y echaban de menos
sus planetas de origen: Alderaan y Corellia. Luke Skywalker y
su mujer Mara Jade experimentan los mismos sentimientos al
comprobar que los restaurantes elegantes y tiendas de lujo de
la Plaza Glitannai han desaparecido para siempre. Con un pe-
llizco al corazón, el maestro Jedi se da cuenta de que Coruscant
era su verdadero hogar (His Home, en la versión original de Ja-
mes Luceno). Estos pequeños fragmentos de ciudad dejaron en
su memoria una huella tan profunda como inesperada porque
simbolizan toda la fuerza del mundo urbano —lo que explica
porque, a pesar de todos los discursos alarmistas sobre el futuro
de las grandes metrópolis, no es absurdo amar a Nueva York,
São Paulo o México.
En este sentido, la toma de conciencia de los héroes de la
saga galáctica parece adecuarse al cambio de rumbo de las po-
líticas urbanas norteamericanas, en un momento en que las au-
toridades municipales intentan combatir los efectos negativos
del Urban Sprawl volviendo a rehabilitar los barrios centrales
que han sido descuidados durante mucho tiempo. Con un leve
desfase en el tiempo, los autores de Star Wars han tomado en
cuenta las nuevas tendencias del “regreso a la ciudad” que pa-
rece caracterizar el final de la década del noventa y el princi-
pio del tercer milenio para esos nuevos ciudadanos en busca
de urbanidad. De cierta forma, reflejan el punto de vista del
movimiento New Urbanism (Nuevo urbanismo), cuyos miembros
critican ciertos procesos socioespaciales considerados al princi-
pio como “naturales” pero que están calificados ahora de males
o enfermedades de la modernidad: pérdida de vitalidad de los
centros, Urban Sprawl, segregación social y racial, deterioro del
ambiente… Rindiendo homenaje tanto a Jane Jacobs (The Dea-
122 / ¿Geohistoria o geoficción? Ciudades vulnerables y justicia espacial

th and Life of Great American Cities) como a Clifford D. Simak (The


City), esos arquitectos de una ciudad “neotradicional” quieren
por ejemplo devolver a las calles y plazas su estatus de espacio
público y lugar de convivencia: “Las calles y plazas tienen que
ser seguros, cómodos e interesantes para el peatón. Bien arre-
glados, favorecen el paseo y permiten a los vecinos conocerse y
proteger su comunidad”.68

De Coruscant a Celebration (A Walt Disney Company’s Tow)

Con todo, el manifiesto del Nuevo Urbanismo no es sino una


nueva fuente de ambigüedades en relación con las representa-
ciones sociales de la ciudad. Al poner la convivencia de las calles
bajo la férula de la seguridad, protección y vigilancia asumida
en su territorio por cada comunidad, los urbanistas cuyo anhelo
es volver a la supuesta ciudad “tradicional” no se apartan de
una retórica crítica basada en los peligros reales o imaginarios
de un mundo urbano desamparado. De cierta forma, su modelo
sería Celebration, la ciudad fundada en 1996 para la Compañía
Disney en el condado de Osceola (Florida) para ofrecer a sus
habitantes el orden, la tranquilidad y la seguridad que no po-
dían alcanzar en Orlando o Miami.69
Ahora bien, los últimos ciclos de la saga Star Wars parecen
regresar a posiciones filosóficas más cercanas al pensamiento de
Thoreau y Emerson que a las ideas expresadas en su tiempo por
Jane Jacobs. Es así como en la trilogía del Nido oscuro (cinco años
después de la reconquista del planeta), Troy Denning evoca las
obras ciclópeas emprendidas en Coruscant por el presidente de

68 “Streets and squares should be safe, comfortable, and interesting to the pe-
destrian. Properly configured, they encourage walking and enable neigh-
bors to know each other and protect their communities”. Disponible en:
http://www.cnu.org/charter, consulta: 10 de septiembre de 2008).
69 Alain Musset, “Entre Delta City (Robocop) y Celebration (Disney): espa-
cios públicos, ciudades privadas y ciudadanía”, en: II Escuela Chile-Fran-
cia, Transformaciones del Espacio público, Santiago de Chile, Universidad de
Chile-Embajada de Francia en Chile, 2008, pp. 37-47.
De México a Coruscant (Star Wars)... / 123

la Alianza Galáctica, a pesar de la oposición de muchos mundos


que no querían devolver al poder federal ninguna centralidad
geográfica.70 El novelista recalca que el proyecto político no cua-
jó y que el regreso de las autoridades republicanas es en parte
un fracaso, como lo demuestra la obra abandonada de la gran
“Torre celestial” que debía simbolizar el renacimiento del plane-
ta71 —según el modelo de la Torre de la Libertad (Freedom Tower)
diseñada por el arquitecto Daniel Libeskind para sustituir a las
Torres Gemelas del World Trade Center de Nueva York.72
En la serie de novelas Legacy of the Force (Herencia de la fuer-
za) cuya acción se ubica cuarenta años después de los eventos
relatados en Una nueva esperanza (Episodio 4), la huella de los
Yuuzhan Vong sigue siendo muy fuerte en las estructuras ur-
banas de Coruscant, lo que da a la ciudad un carácter híbrido
y amenazante.73 Por otra parte, la ciudad ha sido reconstruida
según modelos arquitectónicos y urbanísticos anteriores, así que
en los barrios ya rehabilitados no se nota la diferencia con los
paisajes antiguos de la capital de la República (The Coruscant of
Old).74 El tráfico de los airspeeders sigue siendo espantoso y las
comunicaciones físicas entre los rascacielos se hacen de nue-
vo por medio de puentes y pasarelas, así que los verdaderos
espacios públicos no lograron volver a desempeñar un papel
destacado en las prácticas diarias de la población —señal sin
ambigüedad del fracaso de este “regreso a la ciudad” como en-
tidad política—.75 Hasta la gran Plaza de la Amistad (Fellowship

70 Troy Denning, Le Roi des affiliés, París, Fleuve Noir, 2005, p. 34.
71 Troy Denning, Le secret des Killik, París, Fleuve Noir, 2006, p. 206.
72 Daniel Libeskind propuso levantar el rascacielos habitado más alto del
mundo (541 metros). Cada año, el 11 de septiembre, el edificio recibiría
directamente la luz del sol de 8:46 A. M. (momento del primer asalto) a
10:28 a. m. (derrumbe de la segunda torre).
73 Aaron Allston, Betrayal, Nueva York, Ballantine Books, 2007, p. 30.
74 La torre llamada Zorp House cuenta por ejemplo con 300 pisos y 25.000
departamentos. Troy Denning, Tempest, Nueva York, Ballantine Books,
2006., p. 131.
75 Problemática que vamos a desarrollar en la última parte de este ensayo.
124 / ¿Geohistoria o geoficción? Ciudades vulnerables y justicia espacial

Plaza), situada en el Distrito del Senado, entre el nuevo tem-


plo Jedi y el Centro de Justicia Galáctica, se vuelve desértica
y desamparada cuando la noche llega.76 De la misma manera,
uno de los varios consejos dados a los vecinos de Celebration
para protegerse del mundo exterior, habitado por ladrones y
criminales, es apartarse de los lugares públicos descuidados y
abandonados: “Evite caminar en zonas arriesgadas como calles
desiertas, zonas boscosas, alamedas oscuras o estacionamien-
tos”.77 Peor aún, la divisiones socioespaciales que caracterizaban
la ciudad-planeta antes de su conquista por los invasores han
sido restauradas, en particular la oposición entre las partes altas
de los edificios reservadas a los ciudadanos más acaudalados y
las hondonadas oscuras donde rebosan criaturas peligrosas y
misteriosas.78 Tal es en particular el caso de los Ferals, antiguos
habitantes de Coruscant que sobrevivieron a la invasión Vong,
pero que se convirtieron en bestias feroces: “en la ciudad baja y
salvaje de Coruscant [Coruscant’s Salvage Undercity] los animales
muertos siempre eran devorados por los Ferals u otros preda-
dores mucho antes de que la carne se pudriera”.79
Más de cien años después del fin de la guerra, la serie de
historietas Legacy (Herencia) usa como escenario un mundo to-
davía híbrido en donde los arquitectos encargados de la recons-
trucción no pudieron eliminar todas las estructuras vegetales
dejadas por los Yuuzhan Vong. Como se puede verlo en el tomo
1 de Legacy, muchos edificios quedan cubiertos de fragmentos
de coral yorrick, aunque nuevas torres de duracero conforman el
nuevo paisaje de una ciudad que sigue siendo espeluznante.80
De manera simbólica, Coruscant llega a caer por el lado oscu-
ro de la Fuerza bajo el mando de un señor Sith, Darth Krayt.

76 T. Denning, Tempest, Op. cit., p. 83.


77 Front Porch, The Celebration Community Web Site, Be Streetwise and Safe, dis-
ponible en: http://www.celebration.fl.us/openimages/Safety_StreetwiseandS-
afe.pdf, consulta: 10 de septiembre de 2008.
78 “Odd and dangerous life-forms who now dwelled in the darkness of the
sewers and other subterranean infrastructure”. A. Allston, Op. cit., 31.
79 T. Denning, Tempest, Op. cit., p. 17.
De México a Coruscant (Star Wars)... / 125

Cuando el heredero de Luke Skywalker, Cade, regresa sobre este


planeta cubierto otra vez por un bosque infinito de rascacielos,
las partes bajas de la ciudad acogen los excluidos del sistema
socioeconómico: los pobres, los mutantes y las criaturas más ex-
trañas, como ocurría en tiempos del Imperio.81
Así pues, en las mentalidades de los diseñadores del univer-
so Star Wars la imagen de Coruscant no ha cambiado y sigue
ubicándose en un sistema de representaciones colectivas en el
cual la ciudad gigante no es sino un mundo hostil y peligroso,
cuyos habitantes necesitan mucha fuerza o mucho dinero para
proteger su vida y salvar su alma.

80 Jan Duursema y John Ostrander, Broken, Legacy, núm. 1, Milwaukie, Dark


Horse Comics, 2006.
81 Jan Duursema y John Ostrander, A Reunion of Outlaws, Legacy, núm. 14,
Milwaukie, Dark Horse Comics, 2007.
Figura 4.2

Figura 4.3 La Skyline de São Paulo. Fotografía de Alain Musset, 2002.


Figura 4.4 Los atentados del World Trade Center. Pintura mural anónima en São
Paulo. Fotografía de Alain Musset, 2003.
Teléfono: (574) 219 53 30. Telefax: (574) 219 53 32
Correo electrónico: imprenta@quimbaya.udea.edu.co
Impreso en enero de 2009

También podría gustarte