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María Paula Suarez Caicedo

201114600

Análisis visual 1

La escultura de Fred Sandback

En el arte contemporáneo, la escultura ha jugado un papel fundamental en la manera en que

el arte se relaciona con el espacio y el espectador. En este sentido la obra de Fred Sandback

se impone como un ejemplo muy importante con respecto al uso y el aprovechamiento del

espacio y la relación que se establece entre este y el espectador. Con el presente escrito se

pretende abordar una de sus obras escultóricas desde sus aspectos formales, para que a

partir de ellos, se puedan establecer relaciones temáticas y de contexto.

Se trata de una obra sin título (estudio escultórico, seis ángulos rectos para John Weber

Gallery), de 1976, hecha en hilo acrílico negro. Esta está Expuesta en la galería NC de

Bogotá, junto con otras obras escultóricas y algunas litografías y dibujos. La obra está

ubicada en el fondo de la galería y ocupa alrededor de un tercio del espacio del primer piso.

Es una obra de un tamaño especialmente grande, alargado que se alza desde el piso hasta el

techo, ocupando unos diez metros o más dentro del espacio vertical. Horizontalmente ocupa

alrededor de un metro hacia cada lado. Es la obra mas espaciosa de todas las obras

expuestas. Está hecha con hilos de color negro, que están tensionados de manera vertical
desde el techo, hasta el suelo, donde las líneas negras, hacen una pausa y luego continúan

en una línea horizontal, en el piso, formando ángulos rectos. Estos se encuentran

contrapuestos, en una especie de espejo. Hay, tres a la derecha y tres a la izquierda, y

parecen estar dispuestos con la forma de una L mayúscula, de manera simétrica formando

dos grupos de tres ángulos, unos a la derecha y otros alineados con estos simétricamente a

la izquierda. De manera que en la mitad de ambos grupos de tres, se forma una suerte de

corredor, vacío, por donde el espectador podría caminar. Se configura así un nuevo espacio.

Es decir la disposición de las líneas, formadas por los hilos negros, a pesar de no tener un

volumen grande y solido, configuran el espacio de otra manera y le sugieren recorridos al

espectador, puesto que este gran corredor sugiere ser atravesado. Sin embargo esta no es la

única manera de interactuar con la obra, desde los costados la perspectiva es diferente, pero

de la misma manera estos ángulos parecen alzarse como paredes, creando la ilusión de

volúmenes ficticios con los que el espectador no se quiere tropezar, entonces los evita, y se

sugieren así ciertos recorridos determinados. Los volúmenes ficticios se configuran a partir

del espacio negativo que se delinea con los hilos. Estos volúmenes no están presentes en

términos materiales, pero en términos espaciales, al haber una tensión entre una línea de

hilo y otra si lo están. Esto gracias a que entre línea y línea no parece haber un vacío sino

que mas bien, el hilo parece ser el borde de un gran panel vertical que ocupa todo el espacio

existente entre el techo y el piso. En contraposición a esta configuración de volumen

espacial, en la mitad de esta especie de espejo, es decir en la mitad de ambos grupos de

ángulos rectos, si se forma un espacio vacío, donde no se da la sensación de volumen ni de

peso. En este sentido el espectador podría atravesar la obra físicamente, por que existe una

sugerencia implícita a hacerlo, con este espacio central en la composición que parece estar

vacío, sin embargo no lo hace realmente. Pero sí puede la explorar la obra con su mirada ,
guiado por el recorrido que se marca a través de las líneas que parten del techo y terminan

en el piso. Esto quiere decir que la obra no tiene un fin contemplativo, sino más bien en

cierto sentido, sugiere la participación del espectador, ubicándolo como fundamental dentro

de la construcción de la obra. Gracias a que es tridimensional la obra invita a ser mirada

desde distintos ángulos, y a recorrer se alrededor tratando de abarcar con la mirada todos

los espacios que la obra sugiere. En este sentido puede decirse que se trata de una obra

donde el espectador resulta fundamental para activar los espacios, enfatizar los volúmenes,

y seguir los recorridos que la obra pretende plantear.

Para este fin el color negro resulta fundamental, puesto que se trata de un color

contundente que delinea formas muy específicas, que sugieren la existencia de volúmenes

en el espacio, a pesar de que estos no están realmente presentes. El color le da mayor fuerza

y contundencia a la obra por que se trata de un color en cierto sentido neutro. Que además

remite al espectador a dibujos lineales en carboncillo o lápiz, los cuales generalmente son

de color negro. En este sentido la escogencia de este color, hace que las formas se

entiendan con mayor claridad, puesto que delinea el espacio y lo encierra de manera mas

clara que cualquier otro color. Esta idea se refuerza por que el color genera un contraste

con las paredes blancas de la galería y con el piso de color café pálido. En este sentido el

espacio de la galería resulta muy importante, puesto que la luz, las paredes y el piso están

ubicados de manera que enfatizan las propuestas que la obra pretende plantear. Como la

creación de volúmenes virtuales y la configuración de nuevos espacios. Se crea entonces un

tratamiento de la obra bastante minimalista, es decir se hace uso de las formas de manera

simplificada, abogando por la idea de que con pocos recursos, en este caso el uso de

solamente un hilo, se logra reconfigurar el espacio en el que la obra está expuesta y darle un
nuevo significado desde el punto de vista del espectador, generando en él nuevas

experiencias sensoriales y espaciales. Claramente existe una predominancia de las formas

geométricas que refuerza este propósito, simplificado. Las líneas que conforman la obra son

muy claras y definidas, y en ningún sentido existe una gestualidad que nos hable de la

mano del artista. En consecuencia podría decirse que de acuerdo con este tratamiento de las

formas y las líneas, hay un desprendimiento, en cierto nivel entre el artista y la obra. O

mejor ya no existe un vinculo entre el cuerpo y el artista como genio hacedor y expresivo,

como existía por ejemplo en el expresionismo abstracto, con Pollock, si no que la relación

entre obra y artista se da de una manera muy distinta. Es decir el artista se distancia un poco

de la obra y permite que ella hable por si sola desde sus elementos formales. En este sentido

la obra podría asemejarse a los fundamentos de la pintura abstracta de un Mondrian, donde

la obra se aborda principalmente desde sus elementos plásticos sin tener en cuenta la

gestualidad y expresividad del artista. Esta parece ser la intencionalidad de esta obra de

Sandback, puesto que no hay una preocupación por el gesto y la expresión, sino que se trata

más bien de una obra en la que hay una predominancia de las formas geométricas, exactas y

precisas. Este argumento se refuerza con la relación de esta obra con las demás obras

presentes en la exposición. Donde había obras tanto tridimensionales como

bidimensionales, pero todas se abordaban con el mismo tratamiento nítido y limpio, alejado

por completo del gesto y la expresión. Con respecto a esto es importante considerar que

esta exposición en Bogotá no fue instalada por Sandback, puesto que él murió en el año

2003, en este sentido hay un completo distanciamiento entre el artista y su obra, puesto que

esta no habla de su vida personal ni de sus sentimientos, sino que aborda otro tipo de

problemas, meramente formales y plásticos. Con respecto a lo anterior el montaje podría


hacerlo cualquiera siguiendo os principios planteados por el artista, tratando de abarcar los

mismos problemas, que él planteó.

Por otro lado es importante hacer énfasis en la repetición del patrón del ángulo recto, puesto

que además de generar los recorridos expuestos anteriormente, genera un ritmo en la obra

misma. Es decir además de generar cierto ritmo de recorrido en el espectador, genera

también un ritmo en la obra por sí sola, a partir de la repetición genera un compás, que a

pesar de la estabilidad y quietud, que tiene la obra, le da al mismo tiempo movimiento y

dinamismo. Por otro lado lo que le da estabilidad a la obra es más que cualquier cosa, su

composición. Que resulta muy simétrica y balanceada, esto debido a la forma de espejo,

creando un ritmo que es regular y constante y a la vez dinámico.

El uso de un material tan simple como el hilo, habla de la postura minimalista que ha

adoptado el artista, un material muy atípico de la tradición escultórica. Puesto que no se

trata de algo con un gran volumen ni con suficiente masa como para ser tratado y

moldeado, se trata por el contrario de un material, cotidiano, poco noble, muy diferente de

materiales como el bronce o el marfil que se trabajaban en la escultura clásica. En la obra,

sin embargo, el material logra transformarse, y convertirse realmente en un material

escultórico. El hilo no actúa en realidad como hilo, se trata más bien de un material que

pretende hacer una suerte de dibujo en el espacio, creando una imagen tridimensional. Con

un tratamiento sumamente pulido del material, se generan tensiones que hablan de

problemas netamente plásticos como la importancia del volumen y del espacio negativo, y

la manera como a partir de un elemento tan simple como la línea se pueden abordar

problemas espaciales y volumétricos.


En conclusión podríamos hablar de esta escultura de Fred Sandback desde varias

perspectivas, aunque todas apuntarían a resaltar su preocupación por la configuración del

espacio a partir de formas muy simplificadas. Desde el material, hasta el color y el tamaño,

pasando por el tratamiento y la escogencia de las formas se evidencia un inquietud acerca

de problemas netamente plásticos, como el espacio, el peso, el volumen, y el espacio

negativo, además de la interacción con el espectador y la importancia que el artista le

atribuye. Esta obra es una clara representación de una manera de abordar, problemas tan

complejos como el del espacio y su configuración. Con esta obra, Sandback, logra crear y

sugerir nuevas miradas y nuevos recorridos en el espacio, interviniéndolo, reconfigurándolo

y dándole un nuevo sentido a partir de lo que construye el espectador. Además con sutiles

líneas que atraviesan el espacio logra crear la ilusión de volúmenes solidos virtuales.

Además de darle un peso contundente a un material tan liviano y delgado como el hilo.

Transforma de esta manera el material usándolo a su favor, para manipular y reconfigurara

el espacio. Se trata de una obra que saca el mayor provecho de los recursos que tiene para

generar en el espectador una nueva concepción de espacio, y una nueva manera de

interactuar con el.


Sin titulo (estudio escultórico, seis ángulos rectos para John Weber Gallery)

1976

hilo acrílico negro

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