Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
La elección del nivel de aislamiento, se realiza de modo que la elección recaiga sobre una
escala de valores posibles preseleccionados, que en la nomenclatura de normas se llaman
normalizados, no sobre valores arbitrarios. El objetivo de este criterio es doble:
Verdaderamente el objetivo primordial que persiguen día a día los ingenieros en el mundo en
los estudios de coordinación de aislamiento es disminuir el nivel de aislamiento hasta el
requerido para soportar las sobretensiones a frecuencia de potencia. Aún y cuando hoy día
esto es una tarea por lograr y un sueño, en un estudio de coordinación de aislamiento se
debe examinar minuciosamente los requerimientos que le impone al aislamiento cada fuente
de sobretensión y no permitir que ninguna en particular domine completamente el diseño del
aislamiento.
La norma IEC 71-2 basa la selección del nivel de aislamiento normalizado en el cumplimiento
del criterio de comportamiento, basado en una tasa de fallo o defectos aceptable que
depende de la configuración práctica que se adopte para cada instalación.
3
El criterio de comportamiento es en sí la base sobre la cual se selecciona el aislamiento para
reducir a un nivel aceptable desde el punto de vista de operación y economía la probabilidad
de que los esfuerzos impuestos al aislamiento causen daño y/o afecten la continuidad del
servicio.
La subestación debe ser diseñada con una confiabilidad mayor que la línea, porque el
fallo de la subestación conduce a la salida de la línea, incluso de varias líneas.
Dentro de una misma subestación para el transformador debe establecerse un margen
de protección mayor que el de otros equipos, porque su falla conduce a la salida de la
subestación.
La confiabilidad de las subestaciones y líneas de transmisión, por razones obvias debe
ser mayor que la subestaciones y líneas de distribución, etc.
Como ejemplo, tasas de fallo aceptables (en principio y para sobretensiones) son:
Ellas consisten en tensiones con formas de onda normalizadas y su amplitud puede ser
definida por un valor, un conjunto de valores o una distribución de frecuencia de valores que
caracterizan las condiciones de servicio.
Las sobretensiones representativas dependen de la red y del tipo de línea. En su estudio tres
aspectos deben analizarse:
4
Causa de las sobretensiones y clasificación de las mismas (temporales, frente lento,
rápido y muy rápido).
Niveles de protección para cada una de ellas (dispositivos y esquemas de protección).
Tipo de aislamiento (externo o interno).
La tensión soportada de coordinación es, para cada clase de tensión, el valor de la tensión
soportada del aislamiento en las condiciones de servicio, que cumple el criterio de
comportamiento, es decir, la tensión soportada de coordinación fija el valor mínimo de
tensión soportada del aislamiento para que las probabilidades de falla del aislamiento y la
falta de continuidad del servicio sean pequeñas y aceptables, cuando el aislamiento está
sometido a las sobretensiones representativas.
El factor de seguridad global (Ks) se utiliza para tener en cuenta las imperfecciones en el
montaje, diferencias en la calidad del producto, envejecimiento de la línea, etc.
De forma genérica Ks = 1.15 para aislamientos internos y como Ks = 1.05 para aislamientos
externos. En subestaciones aisladas en gas (GIS, siglas en Ingles) de tensiones elevadas el
valor de Ks puede ser mayor y es conveniente realizar ensayos.
En el caso de aislamientos externos deben realizarse las correcciones por condiciones
atmosféricas. Puede suponerse que los efectos de la temperatura ambiente y la humedad
tienden a cancelarse y tener en cuenta solo la corrección por la altura (Ka) según la
ecuación (1).
5
H
m
8150
Ka e (1.4.3.1)
Donde:
La norma IEC 71-2 permite elegir distancias adecuadas de aislamiento en aire, pero debe
tenerse en cuenta que si los aparatos o subconjuntos son ensayados específicamente, estas
distancias pueden, por lo general, reducirse si el campo eléctrico se distribuye mejor.
6
La norma contempla, en su Anexo A (normativo) distancias mínimas en aire para Rango I y
Rango II de tensión y para configuración punta estructura y conductor estructura. No debe
confundirse el Anexo G (informativo) que da distancias para descargas del 50 % de
probabilidad con otros propósitos.
Dos métodos están normalizados según la IEC 71-2 para las sobretensiones transitorias: el
Método Determinístico y el Método Estadístico.
Método Determinístico.
En este método, el criterio de coordinación de aislamiento es el margen existente entre una
sobretensión aceptada convencionalmente, pero no necesariamente constatada,
aproximadamente igual al máximo valor previsible o esperado en el lugar de emplazamiento
del aislamiento que se analice y la tensión soportada del aislamiento aceptada
convencionalmente cuyo valor no puede ser rigurosamente demostrable, pero se deduce de
un ensayo a impulso.
La relación entre ellas determina un coeficiente de seguridad que no debe ser inferior a un
valor que se estima por la experiencia. El método determinístico de coordinación de
aislamiento admite que existe un riesgo de falla del aislamiento pero no intenta cuantificarlo
sino que establece un coeficiente de seguridad dado por un margen de protección que por
experiencia se considera como bueno y que se expresa por el factor de coordinación. De
esta manera determina el criterio de confiabilidad que se usa para el diseño del aislamiento.
Una concepción racional del aislamiento de una red de transporte de energía eléctrica debe
fundamentarse en la búsqueda de un mínimo costo de inversión, un mínimo costo capital de
explotación anual y un mínimo costo capital por averías anuales calculado éste último el
producto del costo de falla por el número medio anual de fallas de aislamiento. En principio la
optimización del aislamiento puede ser posible si los costos de salida pueden obtenerse para
los diferentes tipos de fallas.
En la práctica obtener los costos que ocasionan cada tipo de fallas es muy difícil debido a la
dificultad de evaluar las consecuencias de las fallas de aislamiento en diferente estados de
operación de las redes y debido a la incertidumbre en el costo de la energía dejada de servir.
En general, los métodos estadísticos admiten que pueden producirse fallas del aislamiento,
intentan cuantificar el riesgo de éstas y usarlo con un índice de seguridad del aislamiento.
Por tanto, la aplicación de un método de coordinación estadístico brinda la posibilidad de
estimar directamente la frecuencia de fallas en función de los factores de diseño
seleccionados.
El método estadístico simplificado calcula el riesgo de avería o falla del asilamiento a partir
de las correlaciones entre el riesgo de avería y el coeficiente de seguridad estadístico.
La razón de elección de la distribución normal no significa que otras no puedan ser usadas e
incluso que den una mejor aproximación sino que las distribuciones normales coinciden
satisfactoriamente con las distribuciones reales en estos casos.
Una sobretensión es una solicitación variable en el tiempo cuyo valor máximo es superior al
valor cresta de la tensión nominal del sistema en el que se origina. El cálculo de
sobretensiones es de vital importancia en el diseño de redes de potencia ya que a partir de
estos esfuerzos se selecciónale nivel de aislamiento y las protecciones de los equipos. El
primer paso en la coordinación de aislamiento es definir las sobretensiones representativas;
ellas son, de todas las sobretensiones posibles en un determinado nivel de tensión y
esquema, las que esfuerzan en mayor grado el aislamiento.
Por el contrario una sobretensión originada por una descarga atmosférica que atraviesa un
transformador, debido al acoplamiento magnético de los enrollados del transformador, puede
ser la causa en el secundario de éste, de ondas de frente de poca pendiente que se
asemeja más a una sobretensión de frente lento.
Tensión nominal del sistema: Valor de tensión aproximado que se usa para designar o
identificar un sistema.
Tensión máxima del sistema: Valor máximo de la tensión de operación que ocurre bajo
condiciones de operación normal en cualquier tiempo y cualquier punto del sistema sin tener
en cuenta las variaciones transitorias (por ejemplo maniobra de la red) ni a las variaciones
temporales de tensión debidas a condiciones anormales de la red (por ejemplo averías).
Tensión máxima para el equipamiento: Máximo valor r.m.s. de la tensión fase a fase para
el cual el equipamiento es diseñado con respecto a su aislamiento.
10
En la practica en los sistemas hasta 72.5 kV, la tensión máxima del sistema puede ser
sustancialmente mas baja que la tensión máxima del equipamiento. Con el incremento de la
tensión ambos valores tienden a ser iguales.
Rango I: Superior a 1 kV hasta 245 kV. Este rango cubre los sistemas de distribución y los
sistemas de transmisión de alta tensión. Los diferentes aspectos operacionales deben ser
tomados en cuenta en la selección del nivel de aislamiento nominal del equipamiento.
Rango II: Superior a 245 kV. Este rango cubre principalmente los sistemas de transmisión de
extra y ultra alta tensión.
Sobretensiones temporales.
Una sobretensión temporal es una sobretensión oscilatoria de fase a tierra o entre fases en
un lugar determinado de la red con una duración relativamente grande y con la presencia
primordial de la onda a la frecuencia del servicio del sistema y por tanto con crestas
sucesivas que no están amortiguadas o lo están sólo ligeramente.
Fallas a tierra.
Pérdida de carga.
Resonancia y ferroresonancia.
11
Sobretensiones longitudinales durante la sincronización.
Falla a tierra con pérdida de carga.
Sobretensiones representativas.
Es una sobretensión de fase a tierra o entre fases en un lugar determinado de la red con una
duración relativamente corta con un tiempo al pico 20 s < T1 < 5000 s y un tiempo de
caída T2 < 20 ms y un fuerte amortiguamiento. No es repetitiva y en general es necesario
tomar en consideración sólo el valor de una cresta de una u otra polaridad.
Sobretensiones representativas.
Es una sobretensión fase a tierra o entre fases en un lugar determinado de la red de muy
corta duración con un tiempo al pico de 0.1 s < T1 < 20 s y un tiempo de caída
T2 < 300 s, con un fuerte amortiguamiento y generalmente unidireccional.
Se caracterizan por su forma, amplitud. La variación de la amplitud en el tiempo puede
alcanzar centenas de kV/ s.
U
Tf = 1.2 seg
Tc = 50 seg
1.0
0.9
0.5
0.3
0
Tf
Tc t
Es una sobretensión fase a tierra o entre fases en un lugar determinado de la red de muy
corta duración con un tiempo al pico 0.1 s y una duración total de 3 s, son
generalmente unidireccional.
Pueden surgir además en la ocurrencia de una descarga inversa cuando el rayo incide en la
torre o en el cable protector y la resistencia de puesta a tierra es muy alta, y producto de las
descargas consecutivas del rayo. En ambos casos pueden registrase pendientes de hasta
0.1 s.
En los circuitos de distribución es común que ocurran fallas a tierra las cuales producen
sobretensiones transitorias y a la frecuencia del sistema. Las sobretensiones temporales
ocurren en las fases sanas, a tierra. Sobretensiones temporales entre fases o a través del
aislamiento longitudinal, normalmente no ocurren. Su amplitud depende de las condiciones
de puesta a tierra del neutro del sistema, de la localización de la falla y del nivel de tensión.
La falla a tierra más frecuente en los sistemas de distribución es la falla monofásica a tierra.
Los circuitos más comunes en los sistemas de distribución son los de 4 hilos multipuestos a
tierra.
Las principales características de los sistemas aislados son:
15
1. Presentan como principal ventaja su posibilidad de limpiar fallas a tierra sin la
interrupción del servicio.
Esta ventaja de la autolimpieza de una falla a tierra desaparece cuando la longitud de la
línea se hace apreciable. En condiciones de falla a tierra hay una circulación de
corriente capacitiva desde las fases no falladas hacia el cortocircuito que es mayor
mientras mayor sea la longitud de la línea. Si los circuitos son lo suficientemente largos
como para dar una corriente sensible a las protecciones, ellas actúan y el sistema se
comporta como puesta a tierra.
2. Tienen menores corrientes de fallas a tierra que los sistemas puestos a tierra por lo que
ejercen una menor influencia inductiva en los circuitos de comunicación.
3. Presentan altos valores de sobretensiones, 5 a 6 veces la tensión nominal del sistema,
con fallas intermitentes a tierra.
4. Los pararrayos tienen que ser, como mínimo, de tensión nominal igual a la tensión de
línea.
1. Presentan valores menores de sobretensiones en las fases sanas con fallas a tierra que
los sistemas aislados.
2. No presentan altos valores de sobretensiones con fallas intermitentes a tierra.
3. Para tensiones de 34.5 kV donde el costo del aislamiento en los transformadores y
demás equipos constituye una parte muy importante del total, se puede usar aislamiento
graduado o distribuido lo que disminuye lo que disminuye el costo total del equipo.
4. Todos los puntos vulnerables del sistema deben ser puestos a tierra.
5. En general presentan valores de corriente de falla a tierra más alto que los sistemas
aislados.
Los sistemas puestos a tierra a través de resistencias tienen las siguientes características:
Los sistemas puestos a tierra a través de reactancia tienen las siguientes características:
1. La puesta a tierra puede ser colocando directamente una reactancia (reactor) entre
neutro y tierra o por el aumento de la reactancia en circuito de retorno por tierra lo que se
logra aumentando la reactancia cero de los aparatos conectados a tierra).
2. Las corrientes de falla a tierra decrecen y ocurre desplazamiento del neutro del sistema.
3. En operaciones de conmutación el mayor valor de reactancia provoca tensiones
transitorias más altas.
4. Si la reactancia es muy alta los pararrayos tienen que utilizarse, como mínimo, de tensión
nominal igual a la tensión de línea.
B C B C
A Falla
B N N
A,G
Subestación
Con la contingencia de una fase a tierra, por ejemplo la fase A, la tensión de esta fase cae
bruscamente al potencial de tierra que se corresponde con el potencial del neutro que está
físicamente puesto a tierra, a diferencia de un sistema con neutro aislado.
En los sistemas efectivamente puestos a tierra las sobretensiones por falla a tierra son de un
valor de alrededor de 1.3 p.u. de la tensión máxima del sistema con una duración que
corresponde al tiempo de limpieza de falla y que es generalmente de 1s.
17
En un sistema en estrella puesto a tierra a través de una resistencia o una reactancia (figura
4.2.2.1) en las condiciones normales y balanceadas se cumplen las mismas características
que en el caso anterior.
B C B C
A Falla
B N N
G Subestación A,G
Con la contingencia de una fase a tierra, por ejemplo la fase A, el potencial del neutro se
eleva respecto al de tierra por la caída de tensión en la resistencia o reactancia intercalada
en la conexión de puesta a tierra del neutro, de manera que las tensiones de fase a tierra
para las fases no falladas (B y C) son ligeramente mayores a las tensiones en las
condiciones normales de operación, tal y como se muestra en la figura. En sistemas
resonantes el valor es de aproximadamente de 1.73 p.u con una duración por lo regular
menor a 10 s.
Con la contingencia de una fase a tierra, por ejemplo la fase A, la corriente de falla es
limitada por las capacitancias de línea a tierra, la tensión en la fase fallada cae bruscamente
a cero por lo que la tensión del neutro baja a menos el valor de la fase fallada para mantener
un tensión de la misma magnitud y polaridad en la fase A, o lo que es lo mismo existe un
corrimiento del neutro del sistema como se indica en la figura 4.2.3.1.c.
Si la falla ocurre en el instante en que la fase a tiene el máximo valor de tensión positiva
(Umax), las tensiones de las fases b y c son de –0,5 Umax, la tensión en a cae bruscamente
a cero, por lo que el potencial del punto neutro se corre a –Umax (para mantener el Umax
de la misma polaridad correspondiente a la fase a), lo que implica que las tensiones de las
fases b y c caen a –1,5 Umax, estabilizándose a esta tensión a través de un proceso
transitorio, que para caso crítico (falla en el instante de Umax) puede llegar a ser de hasta
2,8 Umax debido al carácter oscilatorio del circuito.
19
De no establecerse un contacto sólido en la falla, la corriente se extingue en su paso por
cero, manteniéndose el punto neutro al potencial adquirido debido a la carga atrapada;
transcurrido medio ciclo la tensión de la fase a se ha invertido, tal como se muestra en la
posición c). Con esto la diferencia de potencial aplicada al punto de falla puede llegar a
provocar de nuevo que el arco eléctrico se reinicie, con lo que el potencial de la fase a
tendera de nuevo a buscar el potencial de tierra a través de un proceso oscilatorio.
Si la corriente que se establece al reiniciarse el arco pasa por cero y se extingue cuando el
potencial del punto neutro está en su valor negativo máximo, el triángulo de tensión queda
ocupando la posición indicada en la parte inferior de la posición c) debido a que la línea, de
nuevo, se ha aislado de tierra. Transcurrido medio ciclo más se repiten las mismas
condiciones, por lo que puede repetirse de nuevo el mismo proceso tal como se muestra en
la posición d)
La sobretensión máxima que se puede presentar en los sistemas con el neutro aislado en el
caso de fallas intermitentes a tierra es de hasta 5 - 6 veces la tensión nominal del sistema.
Sobretensiones temporales debido a la resonancia.
Entre los fenómenos que pueden dar lugar a sobretensiones a frecuencia de potencia en los
sistemas de disribución, se encuentran los debidos a la resonancia, ya sea del armónico
fundamental o de los armónicos secundarios.
1 2
U I R2 (2π fL )
2π fC
1
2π fL
2π fC
tanα
R
U
Uc (4.3.3)
2
2
2 ω
ωR C 1
γ
U U U LC Z
Uc U (4.3.4)
ωR C γ R C R R
Ya que:
LC Z impedancia característicadel circuito
Por lo tanto, la relación entre la tensión en el elemento capacitivo y la tensión total es igual a
la relación entre la impedancia característica y la resistencia óhmica del circuito.
Debido a los valores de las capacitancias en los circuitos eléctricos a frecuencia de potencia,
la frecuencia de resonancia corresponde a los armónicos superiores los que normalmente
tienen magnitudes bajas. En el caso de que se presente la resonancia de un armónico
cualquiera se presenta una distorsión muy marcada de la forma de onda de la tensión.
Los capacitores estáticos que se usan para mejorar el factor de potencia de una red pueden
constituir circuitos resonantes con los transformadores alimentadores, particularmente
cuando están en vacío debido a que no existe el amortiguamiento que introduce la carga.
En el caso de un transformador trifásico ante la apertura de una fase, las fases que
permanecen energizadas completan dos posibles caminos de ferroresonancia (figura 4.3.2.2)
Con dos fases abiertas (figura 4.3.2.3) se suministra corriente por medio de la fase
energizada, a través del primario de transformador, a las capacitancias de las líneas no
energizadas.
22
Equivalente de Thevenin.
En general las sobretensiones con dos fases abiertas son más severas que los obtenidos
con una fase abierta. Con el fin de prevenir calentamiento excesivo en el núcleo, las
tensiones en el devanado del transformador no deben exceder 1.1 veces la tensión nominal.
Para evitar falla en los pararrayos de las fases abiertas, la tensión de fase a tierra debe estar
limitada a 1.25 la tensión nominal, lo cual puede establecerse en sistemas efectivamente
puestos a tierra donde Ro/X1 1 y Xo/X1 3.
Las condiciones para las cuales la ferroresonancia tiene la posibilidad de aparecer en circuito
conformado por un alimentador, una acometida y un transformador son:
23
1. Utilización de un equipo de interrupción, seccionadores o seccionalizadores
monopolares, que en determinado momento pueden dejar conectada o desconectada
una sola fase del transformador.
2. El uso de extensiones considerables de conductores aéreos, y con mayor razón cables
soterrados, debido a la capacitancia línea a tierra que involucran en el circuito.
3. Uso de transformadores con el primario conectado en estrella puesta a tierra,
dependiendo de la construcción del mismo.
4. Uso de transformador trifásico con todas las fases en servicio si se emplean
capacitancias en serie.
Entre las medidas más importantes que se deben tomar para evitar las sobretensiones
producidas por ferroresonancia, se pueden citar las siguientes:
La mayor amplitud se obtiene por lo general del lado del receptor y es peor en conexiones
trifásicas que en las monofásicas salvo que se produzca resonancia. La diferencia entre la
energización y la re-energización se debe a la posible carga atrapada en la línea.
Considerando que la magnitud de los sobretensiones de frente lento que se alcanzan en los
sistemas de distribución son del mismo orden en p.u que las que ocurren en los sistemas de
distribución (menos de 4 veces la tensión nominal de fase a tierra), ellas no representan un
riesgo de descarga para el aislamiento. En última instancia, debe verificarse que no se
produzcan valores de tensiones en el orden de operación del parrayos. No obstante, puede
ser necesario un estudio exahustivo para condiciones particulares de redes de distribución.
24
Debido a la reflexión de las ondas, se alcanza en el extremo abierto niveles de tensión que
son el doble de la tensión aplicada. Inicialmente viajan hacia el extremo abierto las ondas
de tensión y corriente, las que al arribar al extremo de la línea son reflejadas; como se trata
de un circuito abierto la tensión se dobla puesto que la tensión reflejada es de la misma
magnitud y polaridad que la incidente y la corriente se hace cero pues en este caso la
corriente reflejada es también de igual magnitud pero de polaridad contraria.
En las Tablas 4.A y 4.B, se muestran las principales causas de falla, sus características y
medios para su limitación en el caso de sobretensiones temporales y de frente lento en los
sistemas de distribución.
25
TABLA 4.B Sobretensiones de frente lento
Protección con
Origen Características Limitación
pararrayos
Pueden originar Mediante: Pueden ser
sobretensiones fase a adecuados para
tierra y fase a fase. Resistencias de proteger contra
Las amplitudes preinserción o control sobretensiones de
dependen del tipo de en el instante del frente lento en redes
ENERGIZACIÓN Y interruptor, el tipo de cierre. con sobretensiones
RE- red y la potencia de temporales
ENERGIZACIÓN cortocircuito en el Transformadores de moderadas.
DE LÍNEAS. punto de maniobra, la tensión inductivos,
longitud de la línea, instalados en los La dependencia de la
así como de la terminales de la líneas tensión residual
terminación y el tipo y que reducen la carga respecto al frente de
grado de atrapada en las fases onda de la corriente de
compensación. después de la descarga es
Pueden originar desconexión. despreciable.
sobretensiones fase a
tierra. Los valores Varistores a través de Se instalan
máximos son: las cámaras de generalmente entre
Iniciación (2k-1)* interrupción que fases y tierra.
U* sqrt (2/3). pueden limitar las
FALLA, APERTURA operaciones de
Y RECIERRE maniobra con líneas.
Eliminación 2* U *
sqrt (2/3).
Reactores o
K: factor de falla a condensadores.
tierra.
El re-encendido de
interruptores durante
MANIOBRA CON la interrupción de
CORRIENTES corrientes capacitivas
INDUCTIVAS O o inductivas puede
CAPACITICAS. originar
sobretensiones muy
peligrosas.
Aún hoy, el hombre se inquieta ante la ocurrencia de las descargas eléctricas atmosféricas.
La descarga eléctrica atmosférica, comúnmente llamada rayo, es quizás el fenómeno
meteorológico más admirado, temido y estudiado por las diferentes culturas a través de los
siglos. Ha sido objeto de innumerables mitos y leyendas. Muchas culturas la asociaban a
poderes sobrenaturales y a sus dioses, tal es caso de Thor, en la mitología Normanda, y de
26
Zeus y Júpiter en las culturas Griegas y Romanas respectivamente. Changó se reconoce
como el Dios del trueno en la religión Afrocubana.
La representación más antigua que se conoce del rayo data del año 2200 antes de Cristo, y
se le atribuye a un paje de Bursin, rey de la ciudad de Isin, en Mesopotamia. Ya para el año
700 antes de Cristo se observa la representación del rayo en la cultura Griega, y así
sucesivamente, hasta nuestros días donde en el largo camino del desarrollo del
conocimiento se identifica al rayo como un fenómeno natural cuya presencia se registra
desde mucho antes de la presencia del hombre en la tierra y según algunas teorías está
relacionado con el origen mismo de la vida en su papel de restablecer el campo de buen
tiempo y las cargas de la corteza terrestre.
Se estima que en todo momento hay cerca de 2000 tormentas eléctricas sobre la tierra,
generando unos 100 rayos por segundo, casi 30 millones de descargas en un año lo que lo
convierte en el principal regulador del balance calorífico del planeta, además de ser un gran
fijador del nitrógeno en el suelo, necesario para la vida vegetal y un recuperador del ozono
en el aire.
El rayo, sin embargo, tiene también efectos muy negativos para la humanidad. Muchos
daños a escala mundial se asocian a este fenómeno de la naturaleza. Pueden citarse, entre
otros, los efectos:
Térmicos.
Asociado al desprendimiento de calor, que puede provocar la fusión de elementos,
incendios y explosiones.
Electrodinámicos.
Debidos a los esfuerzos entre conductores paralelos próximos con la circulación de la
corriente del rayo. En un conductor la corriente ejerce una fuerza, la cual se obtiene
directamente de la ley circuital de Amperes:
μol 2
F B li i (5.1.1)
2π a
Electromagnéticos
Asociados a la alta frecuencia (espectro muy largo) del fenómeno que provoca
radiaciones parásitas, inducción y acoplamiento de circuitos.
Electroquímicos.
En su trayectoria el rayo puede encontrar materiales metálicos en los que la reacción
química que provoca es la corrosión; en especial en la zona de transición metal – tierra
puede desgastar el metal o, si existe, la cubierta galvánica anticorrosiva (reacción
galvánica).
27
Fisiológicos.
Anualmente el rayo es el responsable de un porciento importante de pérdidas de vidas
humanas. En los sistemas eléctricos es frecuente alcanzar potenciales de varios
centenares de kV en tomas de tierra de los equipos de alta tensión afectados. La ley de
variación, función de la distancia a la toma de tierra, es aproximadamente hiperbólica y
provoca la aparición de potenciales y gradientes asociados con valores muy elevados,
en las proximidades de las tomas de tierra, incluso a distancias de decenas de metros,
que constituyen un peligro para la vida por los altos valores de las tensiones de paso y
de contacto que pueden provocar una electrización causante de electrocución.
.
Por otra parte, los rayos son la causa más significativa de las perturbaciones de los sistemas
modernos de transmisión y distribución de energía eléctrica en el mundo. Cuando una
descarga atmosférica incide en un sistema eléctrico de potencia, o en dependencia del nivel
de tensión, en su cercanía; el resultado es generalmente adverso producto de las
sobretensiones a que da lugar y sus efectos asociados. La consecuencia inmediata es la
interrupción del servicio eléctrico.
En la mayoría de los sistemas eléctricos, un porciento elevado del tiempo medio anual de las
interrupciones a los usuarios es atribuible a rayos. A las pérdidas producto de estas
interrupciones se suma las debidas a los daños en los transformadores, conductores,
aisladores y postes, entre otros elementos y el deterioro de los elementos de desconexión.
La descarga atmosférica causa daños en los sistemas de potencia debido a la falla del
aislamiento que permite la circulación de la corriente de 60 Hz, la cual es capaz de destruir el
aislamiento de cualquier sistema
El estudio sistemático del rayo y sus efectos en el sector eléctrico se inicia en Suecia en
1924 y se extiende a investigaciones en otros países. Desde 1930 hasta el presente las
investigaciones sobre las descargas atmosféricas se motivan, en casi su totalidad, por la
necesidad de reducir sus efectos en el sector eléctrico.
Lograr que los daños debido a las descargas atmosféricas en el sistema eléctrico de
potencia sean los menores posibles desde los puntos de vistas técnico y económico es una
tarea que, en primera instancia, el ingeniero debe resolver en el propio diseño del sistema.
La forma en que se ejecuta esa tarea es realizando la coordinación del aislamiento del
mismo. La manera en que el ingeniero puede predecir si la coordinación del aislamiento
adoptada en cuanto a este aspecto es correcta, es la estimación del comportamiento ante
rayos del sistema diseñado.
La carga eléctrica de la atmósfera se origina por la ionización de las moléculas del aire
debido a la acción directa sobre ellas de las radiaciones de la tierra (radiactividad natural), el
28
sol y los rayos cósmicos. El balance de esta carga eléctrica tiene signo positivo debido a la
facilidad de los electrones de escapar de la atmósfera, dada su gran movilidad.
Esto se debe fundamentalmente a que la densidad del aire disminuye con la altura por lo que
las radiaciones tienen mas probabilidad de interacción en las capas inferiores más densas
porque encuentran un mayor número de moléculas en su camino y a medida que las
radiaciones penetran en las capas de la atmósfera disminuye su energía aumentando su
poder ionizante.
A partir de la densidad de ionización la atmósfera puede dividirse en capas bien definidas:
La tierra junto con la atmósfera puede ser considerada como un potente capacitor eléctrico
cuyas armaduras son la corteza de la tierra con carga negativa y la Ionosfera con carga
positiva de manera que la tierra se halla rodeada de un campo eléctrico cuya intensidad en la
superficie terrestre se estima en unos 130 v/m y sobre los mares y océanos en unos 110
v/m, como término. Este campo se le conoce como campo de buen tiempo.
El campo de buen tiempo no provoca peligro para los organismos vivos y las instalaciones
eléctricas pero juega un rol significativo en la formación de cargas eléctricas en exceso en
las nubes de tormenta.
Para el propósito de planeamiento del sistema, diseño y mantenimiento, los parámetros del
rayo pueden dividirse en dos grupos fundamentales:
Los parámetros de incidencia incluyendo las variaciones temporales y espaciales.
Los parámetros de la descarga.
El aspecto espacial está influenciado por la delimitación del área y por las micro y las macro
influencias como:
Tienen también importancia la duración del impacto y una posible corriente continua entre
golpes porque determinan la carga transferida y la energía (acción integral) inyectadas en las
partes del sistema incluidos los pararrayos.
Magnitud de corriente.
La distribución de probabilidad utilizada para reproducir estadísticamente las magnitudes de
corriente de las descargas consecutivas se expresa por la ecuación:
P(Is Ic) 1.0
1.0 (Ir / 12) (5.5.1.3.1)
Donde:
P(Is>Ic): Probabilidad de que la corriente de la descarga sucesiva sea mayor que la
corriente crítica.
Ir: Corriente de la descarga consecutiva.
Probabilidad de ocurrencia.
El 55% de los rayos negativos a tierra tienen descargas sucesivas. En el 90% de los casos el
número de descargas sucesivas no excede el valor de 8 aunque se han registrado valores
de hasta 30. Su valor medio es 2 sin excluir la posibilidad de que este valor sea superior en
regiones cercanas al Ecuador.
Los rayos positivos agrupan alrededor del 10% de los rayos a tierra y su número de
descargas sucesivas rara vez excede el valor de 6. Su valor medio es 1 por lo que para los
propósitos de ingeniería se asumen como rayos de un sólo golpe.
30
Tiempo de duración.
El proceso de descargas sucesivas, según el análisis global de diferentes investigaciones,
puede representarse por una distribución normal logarítmica (log-normal) con valores medios
y extremos como los que se muestran en la Tabla 5.C.
Tiempo de duración
TABLA 5.C Probabilidad de ocurrencia
95 % 50 % 5
%
t ( s) 64 200 620
Los intervalos entre descargas sucesivas pueden representarse por una función de
distribución log-normal con valores medios y extremos como los que se muestran en la Tabla
5.D.
Tiempo de intervalo
TABLA 5.D Probabilidad de ocurrencia
95 % 50 % 5
%
t ( s) 6 35 200
Donde:
P(tc): Probabilidad de que la duración total del rayo exceda un valor de tiempo tc.
P(1): Probabilidad de ocurrencia de un solo impacto (se toma igual a 0.45).
P(ds): Probabilidad de que la duración de las descargas sucesivas exceda un valor de
tiempo tc.
La densidad de rayos a tierra y el pico de la corriente son los parámetros del rayo más
importantes para su aplicación en ingeniería.
Las amplitudes de las corrientes asociadas a las descargas atmosféricas se expresan según
la función de distribución de probabilidades de ocurrencia de sus valores típicamente
expresadas en términos de probabilidad de exceder un valor. La ley que rige la función de
31
distribución se obtiene de un grupo de mediciones estadísticamente validadas de este
parámetro. Estas mediciones pueden obtenerse de forma indirecta o directa.
Las mediciones indirectas involucran la inferencia del valor pico de la corriente a partir de las
mediciones de los campos eléctricos y magnéticos de la descarga. El método más común es
el empleado en los Sistemas de Detección y Localización de rayos y consiste en medir los
campos eléctricos y magnéticos radiados por la descarga de retorno. Las formas de onda de
interés están en el rango de las altas y las muy altas frecuencias y que se registran, en
ocasiones, a cientos de kilómetros.
Aunque este método presenta las ventajas de su fácil aplicación con la instrumentación de
los Sistemas de Detección y Localización de rayos modernos y su posible utilización a áreas
geográficas muy extensas, un número de factores limitan la exactitud de sus estimaciones,
produciendo de un 20 a un 30 % de error. Esto se debe a que la estimación del pico de
corriente desde los campos radiados involucran dos aspectos de mayor importancia, la
exactitud de la medición de estos campos y el uso de un modelo apropiado para obtener el
pico de corriente, los cuales son difíciles de manejar con una exactitud elevada.
Normalmente, el método utilizado para inferir la corriente pico a partir de las mediciones de
los campos es Modelo de la Línea de Transmisión (TLM, siglas del término en ingles) y no
supera el 20 % de exactitud. Si las suposiciones básicas de este modelo se violan o si la
velocidad de la descarga de retorno es altamente variable por alguna razón entonces un
error adicional se presenta.
Por las razones expuestas los valores picos de la corriente del rayo obtenidos por
mediciones indirectas deben ser utilizados con cautela en su aplicación a la protección de los
sistemas eléctricos.
Las mediciones directas de la corriente del rayo se han realizado por instrumentos colocados
en las torres de transmisión y por impactos en estructuras o cercanas a ellas que tienen
colocados instrumentos asociados a cohetes iniciadores de rayo. Existe un grupo limitado
de mediciones directas de la distribución del pico de corriente puesto que los experimentos
resultan difíciles de efectuar. Las obtenidas por la utilización de cohetes iniciadores de rayos
estiman adecuadamente el pico de las descargas consecutivas pero no dan información
sobre la corriente del primer golpe.
32
Los picos de corriente estimados a partir de cohetes iniciadores de rayos tienen dos
limitaciones significativas Primero, no dan información sobre la descarga principal , es decir
corriente del primer golpe y , segundo, las distribuciones de corriente pueden ser imprecisas
o tener un sesgo debido a que le rayo es iniciado a priori en el tiempo , es decir no ocurre en
su tiempo natural.
Aún con los problemas prácticos que involucran las mediciones directas de la corriente del
rayo, ellas son la mejor fuente de datos que se tiene hasta la actualidad.
1.0
P(Ir) (5.5.2.1)
bc
Ir
1.0
Im
Donde:
9 9 .5
99
98
PROBABILIDAD DE EXCEDER LA ABCISA (%)
95
90
80
70
60
50
40
30
20
10
2
1
0 .5
0 .2
33
0 .1
10 20 50 100 200 500
Los valores picos en estas distribuciones son mayores a los obtenidos en latitudes norte.
34
Las formas de onda de las descargas atmosféricas, al igual que las amplitudes de la
corriente, se describen según la función de distribución de probabilidades de ocurrencia. Las
distribuciones más difundida en la literatura es la debida a R. B. Anderson y A. J. Eriksson,
1980.
Para fines prácticos esta distribución puede estimarse aproximadamente (línea de puntos en
la figura anterior) mediante la ecuación:
35
1.0
P PIr 4
(5.5.2.1.1)
dIr
dt
1.0
24
Donde:
dIr
P ( Ir ): Probabilidad de que cualquier rayo exceda el valor .
dt
dIr
: Valor máximo especificado en kA/ s.
dt
El tiempo derivativo de la corriente del rayo (di/dt) produce tensiones inductivas a lo largo
del conductor, es muy importante para determinar el efecto en los terminales de conexión de
los dispositivos de protección y provoca también una caída inductiva a lo largo de la
estructura o el bajante a tierra del cable protector importante en la evaluación de las
descargas inversas. Para cálculos detallados una función de di/dt es necesaria.
Generalmente se utiliza el máximo valor aunque se reconoce que es un valor conservador.
Aunque no se define actualmente entre los principales parámetros de la corriente del rayo es
importante conocer que numerosas observaciones demuestran que la mayoría de las
descargas atmosféricas se aproximan a la tierra y, por tanto, a las líneas eléctricas en una
dirección diferente de la vertical lo cual tiene influencia en el elemento de la línea en el cual
definitivamente inciden.
El ángulo de aproximación ( medido desde la vertical) del líder del rayo puede ser
calculado por una función de frecuencia g ( ) según la ecuación (15).
o,
2
g( ) Kcosn , (5.5.2.2.1)
2 2
o,
2
En los estudios actuales del comportamiento ante rayos de los sistemas eléctricos se
supone, como una aproximación, que el rayo incide en la dirección vertical.
Aislamiento Externo
Aislamiento Interno
Aislamiento Interno: Son las partes sólidas, líquidas o gaseosas del aislamiento del
equipamiento que están protegidas de los efectos de las condiciones atmosféricas y otras
condiciones externas.
Aislamiento Externo: Distancias en aire atmosférico y las superficies en contacto con aire
atmosférico del aislamiento sólido, las cuales se exponen a esfuerzos dieléctricos y a las
condiciones externas como la contaminación, humedad, etc.
Aislamiento fase a fase: Se refiere al aislamiento entre fases de un sistema eléctrico que
se caracteriza por una distancia dieléctrica en aire.
37
Aislamiento fase a tierra: Se refiere al aislamiento de una fase cualquiera con relación a
los puntos conectados a tierra que se caracteriza por una distancia dieléctrica en aire.
Los materiales o medios más utilizados para los aislamientos externos son la porcelana, el
vidrio, los compuestos poliméricos y el aire.
Adicionalmente los aisladores deben ser capaces de soportar fuertes tensiones mecánicas:
fuerzas de tensión (aisladores de soporte), fuerzas de compresión (aisladores de
suspensión), debido a la acción mecánica de la línea y fuerzas cortantes (aisladores de
soporte) en las estructuras con ángulos de inflexión.
Estabilidad
Fortaleza mecánica
Bajo costo de materiales
Procesamiento y tiempo de vida
Estabilidad.
La fortaleza iónica de los enlaces entre el silicón y el oxígeno en la sílica y los silicatos,
produce estructuras que tienden a ser muy estables y no son generalmente degradados por
esfuerzos del medio ambiente. Esto significa que el cuerpo cerámico no se daña por
actividad eléctrica en la superficie, la humedad, etc.
38
Fortaleza mecánica
La naturaleza rígida del material cerámico le imparte significativa fortaleza mecánica. Los
aisladores pueden ser fabricados, tanto para soportar esfuerzos a compresión (presión),
como a tensión (cantiliver).
Los cuerpos de porcelana empleados para las terminaciones de cable, bushing, pararrayos,
etc., no requieren de otros materiales o componentes para su fortaleza. La porcelana
soporta presiones entre 850 y 3500 kg/cm2 y tensiones entre 500 y 800 kg/cm.2
Fragilidad.
Peso.
Modo de falla del cuerpo cerámico.
Complejidad de la geometría.
Comportamiento ante la contaminación.
Fragilidad.
Los cuerpos cerámicos son muy frágiles. Esto significa que pueden ser fácilmente rotos en la
transportación o la instalación. El vandalismo es una contribución primaria a los daños
mecánicos en servicio. Es común añadir un factor de pérdida por rotura en el número de
aisladores que se utiliza para la construcción de una línea eléctrica, lo cual implica un
determinado factor de costo.
Peso.
La naturaleza densa de los cuerpos cerámicos hace que sean muy pesados. Cuando el nivel
de tensión se incrementa hay efecto compuesto. No sólo se hace más difícil el
procesamiento manual (que puede requerir aditamentos especiales), sino que son
necesarios cuerpos más grandes. Las dimensiones y el peso de los cuerpos de porcelana en
estos casos aumenta y encarece por tanto los tiempos de transportación y montaje.
La naturaleza de los enlaces químicos estables del material cerámico también significa que
tienen una alta energía superficial, propiedad que describe la fortaleza de la superficie a la
adhesión de contaminantes y a humedecerse con facilidad. El agua sobre la superficie tiende
a formar filamentos, por tanto, la porcelana es un material hidrofílico. Las superficies
hidrofílicas tienen una mayor corriente superficial y no presentan el mejor comportamiento en
condiciones contaminadas, puesto que los filamentos de agua disuelven la parte
eléctricamente activa del contaminante, disminuyendo la resistencia superficial total del
aislamiento por la formación de una capa electrolítica conductiva a lo largo de un camino
continuo, lo cual puede iniciar un proceso de descargas superficiales totales.
La palabra polímero proviene de dos palabras griegas („poli‟, que significa: mucho y „meros‟,
que significa: partes). La molécula de los polímeros consta de una gran cantidad de
monómeros (de la palabra griega ‟mono‟, que significa: uno). El grado de polimerización
depende de la cantidad de monómeros que forman la cadena del polímero.
En 1960 se construye un aislador híbrido con soporte o núcleo de porcelana recubierta con
resina expoxídica de fibra de vidrio. No ha sido ampliamente difundido por el desarrollo de
materiales aislantes poliméricos mucho más ligeros.
40
Los aisladores poliméricos para líneas de transmisión comienzan a desarrollarse en
Alemania en 1964 y otros países como Inglaterra, Francia, Italia y E.U. A finales de la
década del 60 y principios del 70, los fabricantes introdujeron la primera generación
comercial de aisladores poliméricos para líneas de transmisión.
A mediados de la década del 80, los materiales más usados en la construcción de aisladores
poliméricos por las principales compañías productoras son:
SIR: Goma basada en silicona elástica de alta temperatura de vulcanización (silicone rubber
o elastomer).
Peso.
Modo de falla del cuerpo polimérico.
Complejidad de la geometría.
Comportamiento ante contaminación.
Procesamiento.
Peso.
1. La densidad de los materiales poliméricos es mucho menor que la de los cerámicos, por
lo que resulta un producto de peso mucho menor. La diferencia del peso tiende a
incrementarse cuando se eleva la clase de tensión.
2. Los aislamientos poliméricos tienden a no necesitar aditamentos (grúas) para su
manipulación o instalación porque su peso reducido permite estructuras y arreglos de
montaje más cortos y ligeros que los de porcelana.
3. Debido a su bajo peso y medida pequeña tienen mejores características para usarse en
áreas urbanas densamente pobladas y tienen también menos costos de transportación y
montaje.
4. Los aisladores poliméricos tienen a menudo una relación o razón peso-fortaleza alta, lo
que permite mayores tramos entre estructuras, estructuras más compactas y diseños
más estéticos.
5. Debido a su bajo peso, medidas pequeñas y razón-fortaleza alta, ofrecen facilidades para
ser utilizados en los diseños de líneas compactas.
Complejidad de la geometría.
Los aisladores poliméricos son moldeados, por lo que no existe dificultad para fabricar sus
partes a un costo efectivo básico con una distancia de fuga mayor por unidad de longitud
mayor que el de la porcelana. Los perfiles de los aisladores poliméricos pueden ser más
complejos sin complicar su producción.
42
Comportamiento ante contaminación.
Los materiales poliméricos típicamente usados para aislamiento exterior tienen una baja
energía superficial. Cuando son nuevos y sin exposición al medio ambiente son resistentes a
la humedad y por tanto, hidrofóbicos.
El agua sobre una superficie hidrofóbica forma gotas, por lo que la contaminación disuelta
dentro de la misma es discontinua. Esta condición resulta en que fluye una menor corriente
de fuga que en el caso de la porcelana (que es un material hidrofílico) y como consecuencia,
existe una menor probabilidad de formación de banda seca y se requiere una tensión mayor
para que la descarga superficial total ocurra. Todo esto hace que el aislamiento polimérico
tenga un comportamiento inicial mejor que la porcelana ante contaminación.
Procesamiento.
El proceso de fabricación de los productos poliméricos es inherentemente más corto que el
de la porcelana, por lo que el tiempo de obtención puede ser considerablemente menor.
Algunas limitaciones del aislamiento polimérico respecto al de porcelana son:
Degradación.
Fortaleza mecánica.
Alto costo.
Compatibilidad de materiales.
Degradación.
Los materiales poliméricos tienen enlaces más débiles que la porcelana (covalente vs
iónicos), lo cual significa que ellos pueden envejecer y cambiar sus características por los
esfuerzos a que se someten en servicio.
Los esfuerzos durante el servicio, como son la descarga de corona, la exposición a
radiaciones ultravioletas o ataques químicos, causan reacciones químicas en la superficie
del polímero. Un resultado de esto puede ser la pérdida de sus propiedades hidrofóbicas y
como resultado la formación de grupos hidrofílicos que permite que la superficie se
humedezca y se incremente, por tanto, la corriente de fuga con los consiguientes riesgos que
ello implica.
En los aislamientos poliméricos se pueden desarrollar descargas superficiales, debido a la
pérdida de hidrofobicidad y a la acumulación de una capa contaminante sobre ellos y así
desarrollarse los fenómenos conocidos como ¨tracking¨ y erosión. Las descargas
superficiales pueden también crecer y llegar a provocar una descarga total con la
consiguiente falla del polímero.
El “tracking” consiste en la aparición en la superficie de los aisladores poliméricos, debido al
efecto térmico de las descargas superficiales, de pasos eléctricamente conductores aún bajo
condiciones secas, lo que afecta las características eléctricas del aislador, provocando una
disminución de su tensión de ruptura.
Este fenómeno puede ocurrir tanto en la superficie en contacto con el aire, como en las
interfases entre los diferentes elementos de los aisladores poliméricos, estando el fenómeno
en este último caso asociado a la penetración de humedad o a la existencia de descargas
eléctricas en cavidades que quedan en las interfases.
La erosión consiste en la pérdida de material en la superficie del aislador debido al efecto
térmico de las descargas superficiales. Esta afecta el comportamiento eléctrico del aislador
43
en la medida que afecta su hidrofobicidad y permite la fijación de la contaminación al aislador
con más facilidad.
Otros fenómenos que afectan las características superficiales de los aisladores poliméricos
son la formación de microfacturas y la aparición de partículas del relleno en la superficie del
aislador.
Este fenómeno se conoce en la literatura con el nombre de ¨chalking¨ y su aparición y
desarrollo influyen considerablemente en la pérdida de hidrofobicidad superficial de los
aisladores poliméricos. Cuando se trata microfacturas de hasta 0.1 mm de profundidad se le
da el nombre de ¨crazing¨ y para fracturas de profundidad superior recibe el nombre de
¨cracking¨.
Estos fenómenos son debidos a la acción de las radiaciones ultravioletas de la luz solar que
rompen las cadenas superficiales del polímero, creando esfuerzos diferenciales por los
cambios de densidad en el reticulado molecular entre la superficie y las capas mas
profundas del material.
La acción continua de los esfuerzos eléctricos y de las descargas asociadas a ellos en las
regiones de muy alta intensidad de campo en el interior de los aisladores poliméricos puede
llegar a dar lugar a la formación de microcanales, conductores o no, que con su desarrollo
pueden provocar una falla. A este fenómeno se le conoce con el nombre de ¨treeing¨.
Además del efecto de las descargas, en las interfases se puede presentar también el
fenómeno conocido como ¨hidrólisis¨ producto de las reacciones químicas que se derivan de
la penetración de humedad, dando lugar a subproductos que alteran las características
eléctricas y mecánicas de los aisladores.
Producto de los posibles sucesos de estos fenómenos en la formulación del material y el
diseño del aislador deben tenerse en cuenta de manera que se logre un buen nivel de
comportamiento para diversas aplicaciones.
Fortaleza mecánica.
El aislamiento polimérico es típicamente no rígido. Para aplicaciones tales como
terminaciones de cables, éste debe ser soportado por otro dispositivo o aditamento. Donde
intrínsicamente es necesaria una alta fortaleza mecánica es necesario utilizar núcleos de
cerámica o tubos de fibras reforzadas y recubrirlos con el polímero lo que da lugar al
aislamiento híbrido.
Alto costo.
El costo del material polimérico crudo es mucho mas altos que el del material cerámico
crudo. Los rellenos y aditivos que se mezclan con el polímero reducen el costo pero su
cantidad debe ser controlada para que produzcan el efecto necesario de mejora en el
procesamiento y en el comportamiento final del aislamiento. Los fabricantes tratan de
disminuir los costos sin embargo la experiencia de explotación de una determinada
formulación en base a un polímero puede no predecir el comportamiento de otra formulación
en base al mismo polímero.
Compatibilidad de materiales.
Los productos poliméricos pueden tener mas de una interfase axial dependiendo de su
función y su diseño específico,. El uso de componentes de diferentes fortalezas resulta en
propiedades de interfaces diferentes entre el cuerpo polimérico y otros materiales internos.
Los materiales y las características del procesamiento deben ser cuidadosamente analizadas
44
para asegurar un período de vida largo del aislamiento con un comportamiento estable en las
condiciones que se presentan en servicio y asegurar que el envejecimiento sea minimizado.
Principales características del aislamiento externo sólido.
Sobre la base de su modo de operación, desde el punto de vista mecánico, los aisladores
pueden clasificarse en dos grupos:
Aisladores suspensión.
Aisladores de soporte.
Los aisladores de suspensión se utilizan en las líneas de alta tensión son de dos tipos: de
disco y de barra. Su principal característica es que pueden ser conectados en cadenas y que
la acción del conductor sobre los mismos es la de ejercer un fuerza de tensión.
Los aisladores de soporte se caracterizan por su constitución rígida y porque trabajan con el
conductor ejerciendo sobre ellos fuerzas de compresión o fuerzas cortantes. Los principales
tipos son:
Aisladores de polea.
Aisladores de palomilla.
Aisladores de alfiler.
Aisladores de pedestal para líneas y subestaciones.
Tensión de ruptura bajo condiciones secas: Es la tensión a corriente alterna a la cuál falla
exteriormente un aislador con la superficie limpia y seca.
Tensión de ruptura bajo condiciones húmedas: Es a la tensión de la corriente alterna a la
cual falla un aislador bajo condiciones especificadas de lluvia. Su valor es menor que la
tensión de ruptura en condiciones secas.
Tensión de perforación: Es la tensión de corriente alterna a la cual falla internamente el
aislador. Debe ser como mínimo un 30 % superior a la tensión de ruptura bajo
condiciones secas.
Tensión de ruptura de impulso de ambas polaridades: Son las tensiones de ruptura de
polaridad positiva o negativa. Este parámetro se define para condiciones secas y
húmedas, y la señal de tensión es la conocida de 1,2/50 microsegundos.
Línea o distancia de fuga: Es la longitud total del aislador, es decir, la longitud de toda su
superficie. Este parámetro es de primerísima importancia en lo referente al
comportamiento del aislador bajo condiciones de contaminación.
Area protegida: Es el área del aislador que queda protegida de la acción directa de las
lluvias.
Distancia de arco: Es la distancia máxima de chispa entre los extremos del aislador.
ante impulso.
46
en una cadena de 15 aisladores.
En general, además de por el tipo de sobretensión y su polaridad, la tensión de ruptura del
aislamiento externo, y por tanto, su rigidez dieléctrica, aislamiento externo se afecta por las
condiciones atmosféricas. La mayor fortaleza se obtiene para condiciones de secas y
disminuye con la humedad. Igualmente decrece cuando decrece la densidad de aire y por
tanto con la altura.
En la Tabla 6.A se muestra la disminución del nivel básico de aislamiento a impulso con la
altura.
Una vez resuelto el trabajo en paralelo de los generadores , las principales fallas desde el
inicio del desarrollo eléctrico mundial son debidas a las descargas atmosféricas y la
contaminación. Los primeros estudios datan del año 1907 en Italia, donde se presentaban
serias dificultades con el aislamiento de los sistemas de 25 kV situados cerca de la costa, lo
que provocaba serias dudas sobre la factibilidad de la transmisión de la energía eléctrica
mediante el empleo de líneas aéreas.
En la década de 1930 se dieron los primeros pasos de importancia en el estudio teórico del
fenómeno producido por la contaminación al establecerse el papel que en el mismo tiene la
formación de las bandas secas.
El desarrollo alcanzado por los sistemas de transmisión en la década de 1950 hizo imperiosa
la necesidad de encontrarle solución al problema, intensificándose los estudios
principalmente en los siguientes aspectos:
Ligera.
Media.
Fuerte.
Muy fuerte.
Ligera: Areas sin industrias, con poca densidad de casas equipadas con plantas de
calefacción. Areas con baja densidad de industrias o casas pero sujetas a vientos frecuentes
y/o lluvias frecuentes. Areas agrícolas de poco desarrollo. Areas montañosas. Todas estas
áreas deben estar situadas como mínimo a 10 - 20 Km. del mar y no deben estar expuestas
a vientos directos provenientes del mar.
Media: Areas con industrias que no produzcan contaminación y con poca densidad de casas
equipadas con equipos de calefacción. Areas con alta densidad de casas o industrias pero
sujetas a frecuentes vientos y lluvias. Areas expuestas a vientos provenientes del mar pero
no cerca de las costas.
Fuerte: Areas con alta densidad de industrias y suburbios de grandes ciudades con alta
densidad de casas y de plantas de calefacción. Areas cerca del mar y en algunos casos
expuestas a vientos relativamente fuertes provenientes del mar.
Para las áreas antes descritas se definen las siguientes longitudes específicas efectivas de
línea de fuga en kV/cm:
L λ e UK e K (6.6.5.1)
Donde:
La obtención de las tensiones disruptiva y soportadas del aislamiento se realiza por medio de
ensayitos de laboratorio y depende del tipo de aislamiento. Existen básicamente tres tipos de
aislamientos:
49
Aislamiento autorecuperable: Aquél que recupera sus cualidades aislantes después de
una descarga superficial total. Permite, generalmente, un número ilimitado de descargas
sin daño sin que se degrade lo que facilita la información estadística de sus
características.
Un ejemplo es el aire y con frecuencia, pero en menor medida otros medios gaseosos o
líquidos no impregnados.
Aislamiento no autorecuperable: Aquél que no recupera sus cualidades aislantes cuando
se somete a una descarga superficial total. Permite un número muy limitado de
descargas por lo que no se puede determinar con exactitud su nivel soportado.
Aislamiento mixto: aquellos que combinan ambos aislamientos, por ejemplo
transformadores de medida.
No se conoce hasta la actualidad un método para determinar la probabilidad de descarga de
un aparato único con aislamiento no autorecuperable.
Para determinar la U 50% se aplican frecuentemente siete impulsos por grupo, en subida y
bajada y hasta ocho grupos. La tensión soportada a impulsos se determina por la aplicación
de unos pocos impulsos de valor crestas aceptado como adecuado según experiencia de
explotación (en el caso de un transformador de potencia, por ejemplo tres impulsos) y este
valor aplicado se toma como nivel de soporte.
En el caso de aislamientos autorecuperables la probabilidad de descarga disruptiva, cuando
se someten a un ensayo de impulso de tensión de forma, polaridad y cresta dada puede
determinarse aplicando el impulso n veces y contando el número n1 de descargas. El
cociente n1 proporciona un valor numérico de la probabilidad, más exacta mientras mayor
sea n.
Tradicionalmente se utiliza en la literatura especializada la Distribución Normal o Gaussiana
para los cálculos de probabilidad Esta Distribución se define por:
U U50 2
y
1
P(U) 2 * dy (6.7.1)
2
Donde:
U50%: Tensión critica de ruptura.
: Desviación típica.
P(U50) = 0.5
La razón de utilizar la Distribución Normal es que una vez conocido la U50% y la desviación
típica la probabilidad de descarga disruptiva puede estimarse para cualquier valor. Sin
embargo esta distribución presenta dos inconvenientes:
En realidad no hay un soporte físico para suponer la distribución normal como la función
que describe P(U). Evidencias de la carencia de este soporte es que físicamente la
descarga no puede ocurrir por debajo de un valor mínimo de U, la función debe estar
entonces truncada en Uo = U50% - 3 (rayos) o Uo = U50% -
3 (maniobras) para que P(U)=0 si U Uo), es decir anularse para valores donde no
50
hay ninguna probabilidad. La expresión matemática de la Distribución Normal no incluye
este valor de truncamiento.
Su inversa es complicada de obtener.
Bajo estas consideraciones la norma IEC 71-2 emplea una función más sencilla, sobre
todo para el Método Estadístico de coordinación en sobretensiones de frente lento, con un
error respecto a la de Gauss de 1 a 3 %, llamada de Weibull que presenta las siguientes
ventajas:
El valor de truncamiento Uo es matemáticamente incluido en la Distribución de Weibull.
La función de Weibull y su inversa U = U(P) pueden ser evaluadas utilizando
calculadoras de bolsillos.
La función de probabilidad de descarga disruptiva de varios aislamientos en paralelo
tiene la misma expresión que la de un aislamiento simple.
La función de Weibull se define por los parámetros U50%, y Uo. Su expresión general es:
U-
β
P(U) 1- (6.7.2)
Donde:
: Valor de truncamiento.
: Parámetro de escala.
: Parámetro de forma.
Esta expresión puede ser adecuadamente modificada para describir la probabilidad de
descarga disruptiva del aislamiento con una probabilidad de descarga truncada por
sustitución de los valores y . Haciendo:
= U50% - n (6.7.3)
= n (ln 2)1/ (6.7.4)
La distribución Modificada de Weibull se puede expresar por la ecuación:
U-U
50% (6.7.5)
P(U) 1- 0.5 1
σn
Donde la constante n es igual al número de desviaciones típicas por debajo del U50%
correspondiente al valor de truncamiento y el exponente se determina para la condición
P(U50% - ) = 0.16 ( por similitud con la Distribución Normal).
Ln 1 - 0.16
Ln 0.5
(6.7.6)
1
Ln (1-
n
Para el aislamiento externo se supone que la descarga no es posible al valor de
truncamiento Uo = U50% - 4 .
51
Sustituyendo n=4 en la expresión anterior se obtiene un valor de 4.8, aproximando éste
valor a 5 sin ningún error significativo e introduciendo una variable normalizada (x = U -
U50%/ ) como en la Función de Gauss, la Función de Weibull para evaluar la probabilidad de
descarga disruptiva de aislamiento queda como:
x 5
1
4
P(u) 1 0.5 (6.7.7)
Si la misma sobretensión se aplica simultáneamente a m aislamientos idénticos en paralelo
la Función Modificada de Weibull adopta la forma:
x 5
m 1
4
P(u) 1 0.5 (6.7.8)
La tensión soportada nominal a impulsos tipo rayo: es el valor cresta de la tensión soportada
a los impulsos tipo rayo que caracteriza los aislamientos, tanto externos como internos, con
respecto a los ensayos de tensión soportada con la onda normalizada tipo rayo (1.2/50 s).
Para equipos con tensión máxima mayor a 245 kV, ubicados en el Rango II, el nivel de
aislamiento nominal se define por:
Los valores entre paréntesis se consideran insuficientes como tensión soportada fase a
fase. Se requieren ensayos.
La Tabla muestra los valores según ANSI para los niveles de tensión de distribución.
4.16 60 75 19
6.90 Y 75 95 27
7.60
13.2 Y 95 35
13.8 110
53
24 150 50
34.5 200 70
52 250 95
Los valores de la tabla anterior son específicos del nivel pleno de aislamiento de
transformadores pero se utilizan igualmente para aislamientos externos u otros equipos a
menos que las normas que los caracterizan establezcan un valor diferente.
Los dispositivos de protección de protección contra rayos han sido creados a partir de un
largo camino histórico de desarrollo y ha requerido un profundo conocimiento humano antes
de llegar al estado actual.
Los efectos negativos del rayo han motivado que el hombre trate de protegerse a sí mismo y
proteger su habitad, y en su empeño ha adoptado medidas que no siempre tuvieron una
base científica y condujeron a resultados desastrosos.
Por citar un ejemplo: durante siglos, en Europa, se utiliza como practica común sonar las
campanas de las iglesias durante las tormentas eléctricas para ahuyentar los espíritus
malignos. En 1784 se publica en Alemania un estudio mostrando que en un período de 33
años, 386 iglesias fueron impactadas por rayos (lógico debido a la altura de las cúpulas),
matando 103 campaneros.
Otro hábito indebido que dio al traste con muchas vidas humanas fue la ubicación de los
polvorines en las torres de las iglesias. En 1769 cien toneladas de pólvora almacenadas en
una iglesia de un pueblo francés explotan con el impacto de un rayo, matando 300 personas.
En 1856 la explosión por la misma causa de la Catedral de St. Jean, en la Isla de Rodas,
ocasiona 4000 víctimas.
Es a mediados del siglo XVIII que Benjamin Franklin, producto de una investigación científica
sustentada en la experimentación, pone de manifiesto la electricidad en las nubes e inventa
el pararrayos tipo varilla que atrae las descargas hacía sí y evita el impacto en la zona
protegida. La posibilidad de proteger las edificaciones y estructuras contra la acción de las
descargas atmosféricas se identifica pues hace más de 200 años.
Se ha definido que las sobretensiones que mayormente dictan el aislamiento de los sistemas
de distribución son las sobretensiones de frente rápido debidas a las descargas eléctricas
atmosféricas. En el procedimiento de coordinación de aislamiento, por tanto, ellas conforman
las sobretensiones representativas, debido a su magnitud han de tenerse en cuenta
dispositivos de protección adecuados que limiten estas sobretensiones a rangos razonables
54
para definir el aislamiento de la red. Los dispositivos más utilizados en la actualidad para la
protección de sobretensiones debidas a rayos en sistemas de distribución son:
1. Entrehierros o explosores.
2. Pararrayos convencionales o autovalvulares.
3. Pararrayos de óxidos metálicos.
4. Cable protector.
5. Entrehierros con limitadores de corriente.
6. Pararrayos tipo varilla.
Los requerimientos ideales que deben cumplir estos dispositivos son los siguientes:
1. Su característica tensión-tiempo debe estar por debajo del nivel de tensión que soporta el
aislamiento, expresado como la característica tensión-tiempo del aislamiento, en
cualquier región de tiempo en la cual sea necesaria la protección de manera que el
margen entre ambas características de tensión-tiempo sea el adecuado para permitir los
efectos de la distancia, polaridad, variaciones de la densidad relativa de aire, humedad,
envejecimiento del aislamiento y probables variaciones de las características de los
aparatos protectores.
2. Ser capaces de descargar impulsos de alta energía sin que se produzcan cambios en su
nivel de protección, daños a ellos mismos o a equipos adyacentes.
3. Después de descargar el impulso deben cerrar, y devolver las condiciones normales de
operación del sistema.
4. En los casos del cable protector y el pararrayos tipo varilla deben proteger
adecuadamente al elemento ubicado dentro de su zona de protección.
Entrehierros o explosores.
La aparición de al menos un electrón libre en el espacio de aire entre los dos electrodos es
un suceso que está usualmente, estadísticamente distribuido y el tiempo que transcurre
desde que comienza la elevación de la tensión hasta su aparición se le denomina Tiempo de
Retraso Estadístico.
55
El pequeño pero finito tiempo que transcurre desde que aparece el electrón libre hasta que
ocurre la descarga se le denomina Tiempo de Retraso Formativo. La suma de ambos
constituye el denominado Tiempo de Retraso Total.
Una de las principales características de protección de los entrehierros es que este tiempo
total es diferente para cada vez que se aplica la misma tensión con igual separación entre
electrodos, es decir la tensión de ruptura, para un determinado valor de la sobretensión y la
misma separación entre electrodos, tiene determinada dispersión.
En la operación de los entrehierros, existe además una dependencia del tiempo de retraso
total o tiempo de ruptura con la tensión aplicada la cual da lugar a la característica tensión –
tiempo de este dispositivo. La figura 7.2.1 muestra como la tensión de ruptura se incrementa
a medida que el corte se realiza en el frente de la onda lo que constituye otra característica
importante en la operación del entrehierro.
U(kV)
U 1600
1400
1200
1000
800
600
400
200
t
t ( s)
56
Variación del corte en función Características U-t del frente de la onda.
Provocan una onda cortada a cero cerca de los bornes del aparato protegido lo cual debe
tomarse en cuenta para el aislamiento de los enrollados de alta tensión:
Los dispositivos con un enrollado de alta tensión, como es el caso de un transformador,
son vulnerables en cierta medida a una sobretensión de gran amplitud cortada a cero en
su proximidad porque pueden aparecer esfuerzos internos más elevados de los que
resultan de una onda plena entre espiras y bobinas adyacentes.
Su efectividad es muy reducida ante frentes de ondas de gran pendiente
independientemente de la distancia al objeto protegido.
Su colocación debe ser cuidadosa porque pueden provocar averías en el material como
consecuencia del arco de potencia que se establece en los entrehierros.
a) b)
Cuando los dispositivos de protección tipo entrehierros se utiliza como protección primaria
del transformador de distribución uno de los criterios de coordinación que se aplica se
expresa la ecuación (7.2.1).
NBAI transformador
M.P 1.25 1.4 (7.2.1)
U 50%entrehierros
Las distancias para obtener este margen de protección para cada dispositivo en particular
deben ser ajustadas en función del número de campanas del elemento aislante que los
soporta que se involucren en el espacio de aire entre electrodos puesto que este aspecto
influye en la distribución de tensión en los entrehierros.
Pararrayos convencionales.
59
El pararrayos convencional se compone de cámara aislante, entrehierros y resistencias no
lineales. Una representación se muestra en la figura 7.3.1.
Entrehierros
Cámara
aislante Resistencias
No Lineales
Pararrayos convencional.
Este elemento contiene en su interior todos los elementos del pararrayos y debe estar
herméticamente sellado y lleno de nitrógeno seco.
Los entrehierros están formados por una serie de placas metálicas pulidas para evitar
preionizaciones indeseables, separadas por anillos de mica entre los cuales existe un campo
eléctrico casi homogéneo para que al alcanzarse la tensión de descarga no exista retardo.
Sus principales funciones son:
Las resistencias no lineales o bloque valvular son discos cerámicos densos compuestos de
carburo de silicio (SiC). Su función fundamental es:
60
Las resistencias no lineales presentan la característica de variar su valor óhmico con gran
rapidez con la variación de la tensión aplicada. A medida que aumenta la tensión aplicada
disminuye el valor de la resistencia cumpliéndose también lo contrario, de aquí se deriva su
función no lineal. Su comportamiento no lineal se describe según la ecuación (7.3.1)
i kuα (7.3.1)
Donde:
61
Varistores de óxidos metálicos.
En el año 1968 fueron enunciadas las fuertes características de no-linealidad que presentan
determinadas resistencias compuestas de óxidos metálicos. La fuerte alinealidad se debe a
su particular micro estructura.
esquemática.
Fig. 7.4.1: Microestructura
D
C
10 m
62
El grano de ZnO tiene de 10 a 20 micrómetros de diámetro. El interior del grano es un buen
conductor eléctrico ( 0.1 a 1 -cm). La capa intergranular que lo rodea tiene cerca de
0.1 - 0.2 micrómetros de espesor. Los granos de ZnO y la capa intergranular quedan
fuertemente unidos después del proceso de sinterizado.
Cada límite individual entre dos granos de ZnO forma un pequeño varistor. Todo el cuerpo
cerámico constituye, por tanto, una gran red de microvaristores acoplados entre sí en serie o
en paralelo. El varistor se puede representar por un circuito como el que se muestra
en la figura 7.4.3.
-2
RZ ( = 10 m)
IR IC
Ri (
-2
= 10 m) C ( r = 500 - 1200)
Dos aspectos muy importantes que hay que tener en cuenta en el diseño del varistor
son: su volumen y su diámetro. El volumen de un disco o cilindro varistor para una
tensión nominal dada está determinada por el campo efectivo (F).
La física que gobierna la no linealidad U-I es tal que mediante la variación de la composición
del material y del proceso se puede modificar la característica global U-I para una amplia
gama de valores del campo efectivo (desde F=2kV/cm hasta 4 kV/cm para una
2
densidad de corriente de 200 A/cm ).
63
En algunas aplicaciones los varistores tienen que descargar grandes energías, elevando su
temperatura significativamente dentro de los milisegundos. El valor del campo efectivo en
este caso debe ser bajo de modo que la masa térmica pueda ser alta, sin embargo, bajar el
campo efectivo significa que para una tensión nominal dada tiene que usarse mayor cantidad
de material por lo que se incrementa el costo. En tales casos la decisión del volumen del
disco varistor es un compromiso con otros factores.
Como se desprende hay una estrecha relación en la selección del volumen y el diámetro de
un varistor que conlleva a un proceso de optimización. En aplicaciones práctica un diámetro
de 80 mm y un campo efectivo de alrededor de 2.5 kV/cm a una densidad de corriente de
200 A/cm2 (es decir, 10 kA para un disco de 80 mm) es apropiado para la mayoría de las
aplicaciones.
Cámara
aislante Resistencias
No Lineales
UB
25°C UP
UG
125°C
75°C
I
65
Fig. 7.4.2: Característica U-I.
En esta región la tensión aplicada al disco varistor se distribuye en las capas intergranulares
que presentan una alta resistividad, > 108 -cm. (tienen aplicado un campo eléctrico
bajo). Los electrones libres en los granos de ZnO (fuerte dopado tipo N, 1018 e- libres/cm3)
no poseen la suficiente energía para vencer las barreras de potencial de estas capas y la
circulación de corriente es limitada a los electrones que pasan sobre ellas térmicamente.
Esta es la llamada Emisión Sckottky (como en los diodos semiconductores, transistores, etc.)
que da lugar a una pequeña corriente cuya densidad está dada aproximadamente por la
ecuación (7.4.1).
3
E /4 b
Jr Jo e [ (7.4.1)
KT
Donde:
A los efectos del pararrayos, éste se encuentra en las condiciones normales de explotación,
sin sobretensión, con una determinada tensión de alterna constante aplicada entre sus
terminales (UG en la figura 7.4.2) y con un alto valor de sus resistencias no lineales que
permiten solo la circulación continua de una pequeña corriente.
Esta corriente que circula por el pararrayos (excluyendo la corriente de filtración externa por
su recubrimiento porcelana o polímero) tiene una componente resistiva (menor a 1 ma) y una
capacitiva. Varía con la temperatura y con el efecto de las capacitancias parásitas.
66
La preruptura y la ruptura de las capas intergranulares son controladas por diferentes
mecanismos aunque ambas involucran la misma barrera. Cuando la tensión comienza a
subir y se acerca a la tensión de ruptura del disco varistor, comienza a dominar la parte
resistiva de la corriente que responde al transporte efectivo de electrones por las barreras de
potencial.
Aunque existen otras teorías, se reconoce en la literatura, que en esta región la condición del
varistor se explica más adecuadamente por el efecto Túnel. Cuando el campo eléctrico en la
capa intergranular alcanza cerca de 100kV/mm, los electrones se mueven atravesando la
barrera que se encuentra ahora debilitada (la capa granular se comporta como una
resistencia dinámica que disminuye abruptamente con el aumento de la tensión).
La densidad de corriente en esta región puede ser descrita por la ecuación (7.4.2).
3
A 2
Jr Ji exp b (7.4.2)
E
Donde:
Desde el punto de vista del pararrayos está sometido a un valor de tensión superior a su
tensión de ruptura Ub en la figura 7.4.2 (1.1 Un) donde el valor óhmico de los discos
varistores decrece extremadamente rápido con el aumento de la tensión, lo que permite el
comienzo de la circulación por el pararrayos de la corriente asociada a la sobretensión. Esta
región se caracteriza por una alinealidad sumamente elevada de característica U-I.
La corriente en el pararrayos en esta región puede ser descrita por la ecuación (7.4.3).
I kU (7.4.3)
Donde:
I: Corriente de descarga a través del pararrayos.
U: Tensión a través del pararrayos.
: Coeficiente de linealidad (entre 10 y 50).
K: Constante que depende del material.
La densidad de corriente en esta región puede ser descrita por la ecuación (7.4.4).
67
E
Jr (7.4.4)
El pararrayos es más eficaz en la medida que la diferencia entre la tensión residual (que es
la que se aplica al equipo protegido) y la tensión de operación continua sea menor. El
comportamiento en la región de altas corrientes puede modificarse para obtener una tensión
residual menor disminuyendo la tensión residual de cada varistor. Esto se logra reduciendo
la resistividad de la partícula de ZnO (mediante un dopado adecuado de AL2O3)), sin
embargo, hay un límite en la disminución de este valor porque ello conlleva al aumento de la
componente resistiva de la corriente a la tensión de operación continua y, por tanto, a las
pérdidas de potencia. Las pérdidas de potencia limitan la tensión de servicio máxima
permanente admisible.
CT Vc ( Co T) (7.4.1.1)
c
Donde:
69
Lo significativo de esta característica dinámica es que la tensión a través del pararrayos se
incrementa cuando el tiempo de cresta o frente de la corriente por el mismo disminuye y que
la tensión de descarga alcanza el pico antes que la corriente. Este comportamiento no puede
ser estrictamente explicado por las características de una resistencia no lineal.
Los pararrayos de ZnO presentan una buena estabilidad de sus características. Algunos
materiales en particular los cerámicos, cambian sus propiedades eléctricas como
consecuencia de los esfuerzos a los que son sometidos. Por ejemplo los bloques de SiC
deben formarse, es decir, someterse a impulsos de alta corriente, con el fin de que sus
característica, U-I en el intervalo de 1 kA a 10 kA, permanezca subsecuentemente constante
en servicio. El efecto de estos impulsos formativos es modificar la característica U-I
aumentando los valores de tensión. Después de la aplicación de los impulsos formativos la
característica permanece estable para toda su vida útil.
Este efecto es potencialmente peligroso para todos las aplicaciones, puesto que significa que
la corriente durante la operación continua a la tensión normal de fase a tierra y por lo tanto
las pérdidas, aumentan en el curso de la vida en servicio del varistor. Si este aumento no es
controlado la inestabilidad térmica puede en principio presentarse.
En general la degradación de las características de los discos varistores y por tanto del
pararrayos pueden ocurrir por los siguientes efectos:
En el espacio en aire entre los discos varistores y el cuerpo del pararrayos el calor se
transfiere por radiación, conducción y convección (esta última puede ser despreciable para
distancia en aire muy pequeñas), en el material sólido, por ejemplo la envolvente de la
porcelana, el calor se transfiere al medio circundante por radiación y convección. Disipación
adicional puede obtenerse en condiciones de convección forzada por presencia de viento.
La temperatura inicial de los elementos de ZnO puede estar influida por las radiaciones y
calentamiento de la atmósfera o por la circulación de una corriente de fuga mayor a la
normal, debido a una distribución no lineal de la tensión en la envolvente del pararrayos a
ante condiciones de contaminación ambiental.
El tiempo, en el que una alta energía es consumida dentro del pararrayos, puede variar
desde algunas decenas de s en condiciones de corriente de rayo hasta varios segundos
ante sobretensiones temporales. De manera general, se puede admitir que los tiempos más
cortos crean las condiciones más severas debido a posibles temperaturas desiguales dentro
de los varistores (filamentos calientes) y a la falta de transferencia de potencia.
71
El elemento de ZnO sufre primeramente un calentamiento originado por pérdidas eléctricas
(corriente continua) en combinación con la radiación solar. Después que se alcanza cierto
gradiente de temperatura, se empieza a disipar calor hacia la atmósfera, fenómeno que
continua en el período de enfriamiento nocturno. El ciclo así se repite a menos que, se
presente una sobretensión que por su amplitud o duración en el tiempo en combinación con
la temperatura de los discos varistores en el instante de ocurrencia de la misma, sobrepase
los requerimientos de absorción de energía del pararrayos.
En este caso, el pararrayos queda con sus resistencias no lineales recalentadas, como ellas
tienen un coeficiente de temperatura negativo (a una tensión aplicada la corriente aumenta
con el aumento de temperatura) la corriente aumenta por incremento de la temperatura, el
incremento de temperatura aumenta la corriente y se produce un ciclo que destruye el
pararrayos.
Este fenómeno ocurre cuando las resistencias no lineales absorben una cantidad de energía
mayor que la que el pararrayos en su conjunto puede disipar hacia la atmósfera. El
pararrayos de ZnO a menudo absorbe determinadas cantidades de energía eléctrica debido
a la operación ante sobretensiones temporales, de rayo y de maniobra. Esta energía se
convierte y almacena en los elementos no lineales en forma de energía térmica lo que
resulta en una elevación de la temperatura por encima de los niveles normales de operación.
Si el elemento no lineal absorbe una cantidad de energía mayor que la que el pararrayos en
su conjunto disipa hacia la atmósfera ocurre un colapso térmico y el pararrayos se destruye.
10
Punto de Operación
II
10 Inestabilidad
Térmica
La tensión nominal es el máximo valor permisible r.m.s. de frecuencia de potencia, entre los
terminales al cual es diseñado para operar correctamente bajo las condiciones de
sobretensiones temporales establecida en las pruebas de operación. La tensión nominal es
definida en la norma IEC 99-4 como la tensión de frecuencia de potencia que se utiliza
durante 10 s en la prueba de operación, después de la aplicación de impulsos de alta
corriente o larga duración. Se utiliza como parámetro de referencia para establecer la
característica tensión (60 Hz) contra tiempo del pararrayos y para definir los requisitos de
una prueba de descarga de línea.La definición de la tensión nominal en la norma involucra la
aplicación de impulsos repetitivos a corriente nominal con la tensión a frecuencia de potencia
aplicada. Estos dos métodos para establecer la tensión nominal del pararrayos no
necesariamente conducen a resultados equivalentes. La tensión de operación continua es el
máximo valor r.m.s. permisible de la tensión a frecuencia de potencia que puede ser aplicado
continuamente entre los terminales del pararrayos durante su tiempo de vida útil sin que
exista deterioro de sus cualidades eléctricas. Se designa Uc en la norma IEC 99-4 y MCOV
(de sus siglas en Inglés, máximum continuos operate voltage) en la norma ANSI/IEEE C
62.11.
Coordinación de aislamientos en sistemas de distribución.
Criterios de coordinación para la protección del transformador de línea.
Cuando se realiza el procedimiento de coordinación de aislamiento para determinar el nivel
de aislamiento nominal del transformador de distribución, las sobretensiones representativas,
que en estos niveles de tensiones están determinadas en lo que se refiere a impulso por las
sobretensiones de frente rápido, es necesario tener en cuenta dispositivos de protección
para reducir las mismas. La necesidad o no de la protección de un elemento de la red
depende esencialmente de las consecuencias a que conlleven su falla. La avería de un
transformador es tan grave desde el punto de vista de la continuidad del servicio y de su
propio costo que la protección de su aislamiento, especialmente en los países de moderada
y alta intensidad de tormenta, es uno de los principales requerimientos de la coordinación de
aislamiento en las redes de distribución.
Pararrayos secundarios.
Pararrayos de distribución.
Pararrayos intermedios.
Pararrayos de estación.
74
El principio básico de la coordinación de aislamiento cuando el transformador se protege con
pararrayos es que la característica de protección del mismo se encuentre por debajo de la
característica de tensión-tiempo del aislamiento del
Para que esto ocurra es necesario que se realice una selección adecuada del pararrayos. En
la selección de pararrayos para la protección de equipos y aparatos en las redes de
distribución deben tenerse en cuenta las siguientes consideraciones:
Establecer las diferencias entre los sistemas sólidamente puestos a tierra (3 hilos) y los
sistemas multipuestos a tierra (4 hilos) ya que en estos últimos es común que exista un
paso de reducción en el nivel básico de aislamiento.
Los pararrayos tipo distribución, cualquiera sea su construcción, tienen normalmente
limitaciones en cuanto a su selectividad comparados con los pararrayos tipo intermedio o
tipo estación, lo que restringe su rango de aplicación. Esta limitante hace necesaria una
mejor coordinación del aislamiento.
La localización del pararrayos tipo distribución se hace por el mismo procedimiento que el
empleado para pararrayos tipo intermedio o estación, sólo que en este caso la pendiente
del frente de onda es muy reducida, por lo que las distancias al objeto a proteger a las
que pueden ubicarse, son más cortas.
Un estudio reportado en la Norma IEEE, C62.22-19 xx, indica que las corrientes de rayos a
través de los pararrayos de distribución ocurren como se muestra en la figura 8.1.2.
75
Corriente de descarga en pararrayos.
Según la curva, una carga severa se impone al pararrayos por las corrientes de descargas.
En la selección de la corriente de coordinación influyen los siguientes factores:
Otras causas de potenciales severos ocurren cuando los pararrayos protegen bancos de
capacitores conmutables o están sujetos a sobretensiones por resonancia.
En los circuitos de distribución la probabilidad de una descarga directa es mas baja que la de
una descarga indirecta, por la que la elección de la corriente nominal de descarga se realiza
para la condición de la descarga indirecta y normalmente el fabricante garantiza una o dos
operaciones del pararrayos a corrientes entre 70 y 100 kA. Existen rangos normalizados de
corriente nominal de 1.5, 2.5, 5, y 10 kA para los pararrayos de distribución.
Donde:
Por esta razón y como el pararrayos se conecta de fase a tierra, el valor de la sobretensión
máxima de fase a tierra a frecuencia de potencia en el punto de aplicación del pararrayos
determina en lo fundamental, la tensión nominal del mismo. Como regla se establece que la
tensión nominal del pararrayos debe ser ligeramente superior a la sobretensión que aparece
en dos fases de un sistema trifásico, cuando en la otra existe una contingencia de falla a
tierra.
Otros tipos de fallas pueden afectar la selección de la tensión nominal del pararrayos, sin
embargo las fallas de fase a fase (bifásica) o entre las tres fases (trifásica) generalmente no
causan sobretensiones mayores que una falla de fase a tierra y la falla de dos fases a tierra
(bifásica a tierra) aunque puede originar sobretensiones mayores que la falla monofásica a
tierra es, generalmente, una contingencia menos frecuente.
El valor de la sobretensión que aparece en las dos fases de un sistema trifásico cuando en la
otra fase existe una falla a tierra depende de si el neutro del sistema está o no, puesto a
tierra, y si lo está, se presenta de acuerdo al tipo y forma de la conexión a tierra del neutro.
La magnitud de la corriente durante una falla a tierra en un sistema puesto a tierra, está
determinada por la impedancia existente desde la fuente hasta el punto de falla más la
impedancia de la trayectoria de retorno por tierra (incluyendo la resistencia de puesta a tierra
del transformador).
Las siguientes ecuaciones pueden ser utilizadas con suficiente exactitud para calcular el
coeficiente de puesta a tierra. Por ejemplo, falla monofásica a tierra en la fase a:
1 3k
Ke (fase b) = - j1
2 2 k
1 3k
Ke (fase c) = - j1
2 2 k
Donde:
Ro Rf jXo
K=
R1 Rf jX1
78
El valor del coeficiente de puesta a tierra pueden también ser obtenido de curvas que
relacionan Ro/X1 y Xo/X1, siendo Ro y Xo las resistencias y las reactancias de secuencias
cero equivalente del circuito, respectivamente y X1 la reactancia de secuencia positiva.
80
Fig. 8.1.1.6: Ke para R1 = 2X1
De acuerdo con lo anterior la tensión máxima en el circuito con falla monofásica a tierra se
calcula por la expresión:
Umax = UL x Ke
(8.1.1.5)
Donde:
La tensión nominal del pararrayos se selecciona ligeramente superior a Umax. Dos criterios
son frecuentes en 5 o un 10 % por encima de Umax.
U(kV)
U Soportando onda
completa NBAI
MP 1
MP2
U Ruptura de
frente de Tensión de descarga
onda
Elevación de la onda
de impulso: 100 kV/ seg por cada
12 kV de tensión nominal del pararrayos
1 2 3 4 5 6 t( seg )
1.15NBAI Tf
MP1 x100 (8.1.1.6)
Tf
NBAI Tr
MP2 x100 (8.1.1.7)
Tr
Donde:
El criterio de coordinación o comportamiento establece que los dos márgenes como mínimo
deben superior al 20 %. Mayores valores pueden ser necesarios en regiones de alta
actividad de tormenta.
7.20 7.20 6
8.32 8.80 9
83
12.47 12.80 - 13.20 9
13.20 14.0 10 - 12
13.80 14.50 10 - 12
Las recomendaciones sobre la tensión nominal del pararrayos en circuitos de 3 hilos se dan
en la Tabla 8.C.
4.16 4.40 3 6
4.80 5.10 - 6
6.90 7.26 6 9
13.80 14.50 12 15
Como un principio general, se debe tener en cuenta que la mejor protección del equipo y una
tensión nominal alta del pararrayos son requisitos contradictorios. La selección de las
tensiones de designación son un compromiso entre el nivel de protección y la capabilidad
ante sobretensiones. El incremento de las tensiones de designación aumenta la capacidad
del pararrayos de soportar sobretensiones temporales en un tiempo dado pero disminuye el
nivel de protección que un pararrayos brinda para un nivel de aislamiento determinado.
84
1. Determinar la corriente de descarga nominal.
2. Determinar de la tensión máxima de operación continua y de la tensión nominal del
pararrayos.
3. Verificar la capacidad térmica del pararrayos.
4. Verificar los márgenes de protección para impulso tipo rayo.
5. Verificar las características de soporte para la contaminación externa.
Como regla general, los siguientes valores son adecuados, dependiendo de la corriente de la
descarga atmosférica esperada:
En los sistemas de distribución, los pararrayos con una corriente de descarga nominal de
5KA, son en general, suficientemente confiables. Si se requiere una mejor protección por la
importancia de la instalación o por una alta densidad de rayos a tierra en la región puede
utilizarse una corriente de descarga nominal de 10 kA. En sistemas con tensiones máximas
superiores a 72.5 kV se recomienda siempre este ultimo valor.
1.Para sistemas con tensiones máximas hasta 420 kV, los pararrayos con corriente de
descarga nominal de 10 kA son generalmente suficientes. Los sistemas con
tensiones máximas mayores pueden requerir pararrayos de 20 kA.
La tensión nominal del pararrayos se selecciona, por tanto, de acuerdo a las sobretensiones
temporales en el punto donde se encuentra instalado el pararrayos, teniendo en cuenta sus
amplitudes y sus duraciones.
Para determinar la tensión nominal del pararrayos una secuencia de pasos es la siguiente:
UMAX=TOV=Ke*Um (8.1.2.1)
Se determina la tensión nominal del pararrayo (Unp) en función del TOV del sistema
ecuación (8.1.2.2).
El requisito básico es que el valor de la tensión máxima de operación continua del pararrayos
debe ser mayor que el valor cresta de la tensión de operación. Se determina de la tensión de
60 Hz correspondiente a la tensión más alta del sistema considerando las posibles
armónicas de tensión. En los sistemas usuales el incremento de la tensión cresta por
armónicas se puede tomar en cuenta por un factor de seguridad de 1.05 la tensión máxima
de 60 Hz. El factor de 1.05 para armónicas es una decisión del usuario de acuerdo a las
características respecto a este aspecto, del circuito donde se instalan los pararrayos.
La tensión de operación continua tiene influencia de los objetos puesto a tierra cercanos, por
tanto, si el pararrayos se instala mas cerca de los objetos puestos a tierra o energizados que
lo recomendado por el fabricante, debe investigarse si la distribución de tensión de operación
continua seleccionada.
El tiempo que el parrayos ubicado en las fases sanas se somete a la sobretensión debido a
una contingencia de falla a tierra está determinado por el tiempo de operación de las
protecciones del circuito. El valor de sobretensión temporal que el pararrayos soporta para
ese tiempo se obtiene de la curva, y, se compara con el valor de sobretensión temporal
(Umax=TOV) calculado.
86
Verificación del criterio de coordinación.
U(kV)
MP2
U-t del
pararrayos de ZnO
t( seg )
87
Si el lugar de la instalación está sujeto a una contaminación mayor a la media, el
comportamiento del pararrayos puede ser afectado adversamente y puede ser necesario
utilizar pararrayos tipo contaminación lo cual debe discutirse con el ofertante.
La distancia de fuga necesaria en la envolvente del pararrayos puede ser calculado por el
procedimiento indicado en el capítulo 6 en cuanto a selección del aislamiento en condiciones
de contaminación.
Todo aparato que no tiene aislamiento en aceite, aire o sólido (inorgánico) como parte de
su estructura aislante puede ser considerado como equipamiento tipo seco (aislamiento
orgánico). Los transformadores de tensiones nominales pequeños, las maquina rotatorias,
etc. Son ejemplos de este tipo de equipamiento.
NBAI Tf
MP1 x100 (8.1.3.1)
Tf
NBAI Tr
MP 2 x100 (8.1.3.2)
Tr
Donde:
Generalmente, no es práctico fabricar equipamiento tipo seco con el mismo nivel básico de
aislamiento a impulsos tipo rayos que un equipamiento en aceite para la misma tensión
de operación del sistema, por lo que la coordinación de aislamiento confronta más
88
N
Puesta a tierra
del pararrayos Z Z s Neutro secundario
dificultades para los aislamientos tipo seco. Tal situación hace preferible el uso de
pararrayos de oxido de Zinc. Los márgenes de protección, en este caso, se calculan por las
misma ecuaciones (8.1.3.1) y (8.1.3.2). el criterio de comportamiento se aplica igual que para
cuando se protege aislamiento del tipo no seco.
1. Método de interconexión.
2. Método de los tres puntos.
Cuando la onda de corriente fluye a tierra a través del pararrayos, la tensión que se aplica al
devanado primario es la suma de la tensión de descarga del pararrayos y la caída de
tensión en el cable de conexión a tierra del mismo, lo que puede imprimir un valor alto de
sobretensión al devanado primario del transformador.
89
N
Z Zt Zs
Método de interconexión.
Sin embargo, este método, tiene una desventaja que impide la aplicación universal de este
método. La condición que garantiza la protección entre los devanados y el núcleo o el tanque
del transformador es la posibilidad de que el potencial del tanque ascienda conjuntamente
con el potencial de los devanados. Aunque la resistencia de puesta a tierra del poste sobre
el cual está montada el transformador sea pequeña puede proporcionar una corriente de
carga suficiente para mantener el potencial a tierra del tanque.
Método de los tres puntos de conexión: el método de los tres puntos de conexión se muestra
en las figuras 8.1.4.3 y 8.1.4.4.
90
N
N
Z Zs Z
Fig. 8.1.4.3: Método de los tres puntos de Fig. 8.1.4.4: Método de los tres puntos conexión
conexión. con entrehierros.
En este tipo de conexión se eliminan los esfuerzos entre los tres grupos de aislamientos del
transformador. Cuando el cable de puesta a tierra del pararrayos se interconecta con el
tanque y el neutro secundario se obtiene la protección más confiable para el transformador.
Si la conexión sólida entre el tanque y el punto común de tierra no es permitido por la norma
local, pueden utilizarse entrehierros entre ambos puntos y entre el punto común de tierra y el
neutro secundario como se muestra en la figura
Conexión de pararrayos en bancos trifásicos de transformadores: las deficiencias de los
métodos de conexión separada e interconexión son igualmente aplicables cuando se
conectan pararrayos a transformadores trifásicos y bancos trifásicos de transformadores en
circuitos de distribución. El método de los tres puntos de conexión ofrece la mejor protección.
La figura 8.1.4.5 muestra se requiere un pararrayos línea a tierra para transformadores
trifásicos o banco de transformadores monofásicos. La figura 8.1.4.6 muestra las
particularidades de la conexión de pararrayos en sistemas en delta
91
Tensión Fase a Fase
Conexión y Y: (SECUNDARIO)
Transformador
Monofásico
Subestación
Tensión Fase-Fase
Ramal Monofásico
Transformador Monofásico
Banco Trifásico
de Transformadores
92
De la misma forma que es importante seleccionar las características adecuadas del
pararrayos para proporcionar una protección efectiva del equipo, es necesario realizar una
localización adecuada del mismo o se pierde el criterio de coordinación adoptado. El
pararrayos brinda su máxima protección en el punto de instalación, por lo que el margen de
protección es función de la distancia al objeto a proteger.
De la misma manera los cables de interconexión del pararrayos con la línea y tierra deben
ser lo más corto posibles. Las corrientes de descarga del rayo a través de la inductancia de
los cables de conexión produce una caída de tensión, como se explica en el método de
conexión separada, que se añade a la tensión de descarga del pararrayos. La longitud total
de estos cables se mide desde el punto de conexión del pararrayos con la línea hasta su
conexión con tierra, excluyendo la longitud del pararrayos. Es comúnmente aceptado, para
los estudios de coordinación de aislamiento, que la tensión que se añade es de 1.6 kV/pies
(5.33 kV/m). El valor real depende, en cada caso, de la razón de elevación de la onda.
di
Ut = Id ( Rd + R) + L (8.1.1.6)
dt
Donde:
di
: Pendiente de la corriente en kA/ H.
dt
Los efectos de un alto valor de la resistencia de puesta a tierra tienen una mayor influencia
en el método de conexión separada. El esquema de protección que logra un mejor
comportamiento ante altos valores de resistencia de puesta a tierra es el método de los tres
puntos porque al existir un punto común de tierra el potencial se eleva uniformemente.
Valores altos de resistencia de puesta a tierra a lo largo de toda la línea y el neutro del
sistema incrementan la magnitud de sobretensiones temporales con fallas a tierra. En la
aplicación de los pararrayos de ZnO es importante el valor de la puesta a tierra del sistema
debido a su capacidad térmica. Valores de sobretensiones de hasta de 1.68 p.u. en las fases
no falladas, se reportan en estudios en la literatura técnica especializada, si el conductor
neutro es inadecuadamente puesto a tierra a lo largo de la línea y su calibre es pequeño.
Un número de factores variables afectan el valor Tf y el valor EAB y por tanto determinan el
valor de Ec. Algunos de estos factores son controlables y otros no. Son factores controlables
las características de descarga y de tensión de ruptura sobre frente de onda de los
pararrayos porque pueden cambiarse, variando el pararrayos seleccionado y también la
longitud de los cables de conexión de los mismos, haciéndola lo mas corta posible.
Los factores que no son controlables, pueden ser favorables o no. Entre los no favorables se
pueden citar:
Realizar estudios para estimar la vida útil de los pararrayos de distribución que se utilicen
para prever su retiro antes que ocurra daño al transformador por protección no adecuada.
Registrar la causa de falla del pararrayos estableciendo métodos de diagnósticos
sencillos, que permitan definir la causa de falla del pararrayos.
Someter a una muestra representativa, tomada al azar, de pararrayos instalados en la
red, a pruebas de rutina por lo menos cada 5 años.
Cuando, al ejecutar mantenimientos, se encuentren pararrayos con una resistencia de
aislamiento menor o igual a 10 , retirarlo de servicio.
Instalar pararrayos nuevos en transformadores de 10 o más años de explotación y en
transformadores reconstruidos.
En el caso de transformadores que han sido reparados, calcular el margen de protección
a partir del NBAI normalizado del transformador reducido entre un 10 y un 15 %, según la
experiencia de explotación.
Cuando una descarga atmosférica incide cerca o en una de las fases de la línea y en el
lado de alta tensión del transformador, se transfieren sobretensiones de magnitud
considerable al devanado secundario. El mecanismo de transferencia se divide en dos
componentes principales:
la componente electrostática y
la componente magnética.
Después del impacto del impulso de tensión, la naturaleza de las oscilaciones establecidas
en el devanado primario están influenciadas en gran medida por las conexiones de este
devanado. Estas oscilaciones pueden ser transferidas magnéticamente al devanado
secundario, tal que las tensiones establecidas en este devanado dependen de las constantes
físicas distribuidas y de la relación de vueltas del transformador
Tal fenómeno puede de ser controlado gracias a la protección del lado de alta del
transformador, pero este fenómeno también puede ocurrir a la inversa: las sobretensiones
pueden ser transferidas desde el lado de baja hacia el lado de alta del transformador.
Tal suceso es mucho menos frecuente porque los circuitos de distribución están
generalmente ubicados debajo de los circuitos primarios y en general cuando no lo están
tienen menos altura. Se considera que la probabilidad de impacto directo es por lo menos un
50 % menor. La magnitud de las sobretensiones inducidas es también menor debido a la
influencia del conductor neutro puesto a tierra, pero su frecuencia es similar. Para un
transformador clase 15 kV, por ejemplo, para que un impulso dañe el aislamiento del lado de
baja debe exceder los 30 kV; sin embargo si una sobretensión de 1kV incide en el lado de
95
baja de un transformador 13.8kV/120 v, la sobretensión que se transfiere al lado de alta es
de 115 kV, la cual excede su NBAI (95 kV). Muchos países protegen el transformador por el
lado de baja con pararrayos de baja tensión para extensiones del secundario de mas de 100
m.
96