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Las carencias de Internet son una realidad patente a medida que su uso se incrementa y
se trata de exprimir todas sus posibilidades. Una evidencia que sufren en mayor medida
los responsables de red y proveedores de servicio que se las ven y se las desean para
que sus sistemas puedan asumir un tráfico cada vez más intenso y complejo que generan
unos usuarios insaciables de recursos.
“El tráfico de paquetes que hoy viaja por Internet se basa en ser procesado en cuanto
sea posible, según las circunstancias de la red, sin ninguna garantía sobre el propio
proceso, ni cuando tendrá lugar ese tratamiento.”
Para que se de la calidad de servicio que exigen las aplicaciones que se ejecutan en
tiempo real dentro de Internet y otros programas sensibles a las condiciones de la
transmisión, el reto más perentorio hoy en La Red, es imprescindible que se establezcan
los mecanismos necesarios para controlar el retardo de los paquetes entre los extremos
implicados en la comunicación y, a la vez, que no obligue a la utilización de todo el ancho
de banda disponible, que sea factible su adecuado reparto para que puedan coexistir con
el resto de aplicaciones que no presentan una influencia tan crítica en las condiciones del
flujo de datos. De otro modo, los operadores de la infraestructura no podrán ofrecer todos
los servicios a precios asequibles manteniendo la rentabilidad. Es decir, se hace
ineludible poder diferenciar el tipo de tráfico para que en función de su clasificación se le
pueda asignar los recursos disponibles necesarios.
Tipos de tráfico:
Los programas al ejecutarse en cualquier red e Internet no es una excepción generan un tráfico que
puede clasificarse según las necesidades de proceso que lleva a cabo el programa en cuestión.
Tráfico de mejor esfuerzo es el flujo de datos habitual en IP, en donde los paquetes circulan por el
mejor camino posible en cada momento. El correo electrónico sería un ejemplo de aplicaciones de este
tipo de tráfico.
Tráfico sensible a la tasa es el provocado por aplicaciones que están dispuestas a sacrificar el retardo
entre los extremos a cambio de tener garantizada la tasa de transmisión. El típico ejemplo de
aplicaciones de este tipo es la videoconferencia H.323, que si bien fue diseñada para utilizar ATM o
RDSI puede introducirse en Internet. La codificación H.323 requiere de una tasa de transporte
constante para su correcto funcionamiento.
Tráfico sensible al retardo es el provocado por las aplicaciones en donde la puntualidad en la entrega
de los paquetes es fundamental para su correcto funcionamiento. El referente inmediato de programa
de esta categoría es el video MPEG-II, en donde los cambios entre las tramas utilizadas para las
imágenes varían poco en lo que se refiere a las tasas de transmisión utilizadas, pero si requieren que
lleguen en un tiempo preciso si se quiere que el Codec funcione correctamente. Para estos servicios
sensibles al retardo, hay que distinguir los que no son en tiempo real, servicios de retardo controlado y
lo que si son en tiempo real, servicios predictivos.
RSVP soporta estos tres tipos de tráfico que se pueden generar en la red informática.
Para que en el modelo de Servicios Integrados los programas puedan escoger entre
distintos niveles de entrega de sus paquetes, es necesario que existan a lo largo del
camino los mecanismos necesarios que proporcionen y gestionen QoS y un
procedimiento estándar que permita la obtención de la Calidad de Servicio a lo largo de
toda la conexión.
RSVP la implementación
Para RSVP el flujo de datos es simplemente una secuencia de paquetes que tienen un
mismo origen, uno o varios destinos, según sea la difusión, unicast o multicast, y una
calidad de servicio, todo ello caracterizado mediante sesiones. Una sesión RSVP es cada
torrente de datos que el protocolo maneja de forma independiente.
El host, en donde se ejecuta la aplicación que genera el tráfico en la red, inicia una sesión
con el router con capacidad RSVP, especificando la dirección de destino, el identificador
de protocolo y puerto a utilizar. Si recibe respuesta, obtiene un identificador de sesión que
marcará el camino que seguirán los paquetes que genere el programa. Cuando se activa
la sesión, cuando los paquetes son enviados, el router recibirá, junto a ellos, mensajes
RSVP en donde se especifican la reserva de recursos que ha de realizar a lo largo de
toda la trayectoria.
El demonio RSVP recepciona los paquetes y los clasifica, encolándolos según criterios
temporales. Se les asigna ruta, Calidad de Servicio y en función del temporizador se
colocan en el interface del router adecuado. Si la capa de enlace del puerto seleccionado
tiene su propia gestión de QoS, el programa del protocolo de reservación, negociará con
él la obtención de la Calidad de Servicio requerida. Si no dispone de esta capacidad, es
el propio programa quien puede encargarse de reservar la capacidad necesaria para la
transmisión, pudiéndose ocupar no sólo de los parámetros. que afecten a la línea de
comunicación, si no que puede abarcar CPU y almacenamiento.
Para que los programas puedan interactuar con este protocolo están definidas las RAPI,
RSVP Aplication Programming Interface, que proporciona a las aplicaciones los
mecanismos que pueden necesitar para comunicar con el demonio RSVP y obtener la
reserva de recursos que vayan a necesitar a lo largo de toda la trayectoria de la conexión.
Esta herramienta permite que las aplicaciones no tengan que ser nuevamente diseñadas
ni reescritas para integrarse en este modo de trabajo.
Para que esos mensajes de solicitud de reservación se produzcan, el emisor tiene que
lanzar un mensaje de trayectoria que trace la ruta según la información que le
proporcionan los protocolos de enrutamiento y que cada nodo del camino ha de conocer
para mantenerla. Sobre la viabilidad de la ruta, sobre la reservación de recursos y su
estado, el protocolo maneja mensajes de error y confirmación. Se producirán mensajes
de error en la reservación si la solicitud de reserva no se puede realizar por alguna
circunstancia de la red, como puede ser la no disponibilidad del ancho de banda
necesario, que el servicio solicitado no esté disponible o algún nodo no sea capaz de
admitirlo en las condiciones requeridas. Asimismo, si el trazado de la ruta no tiene éxito,
el emisor recibirá un mensaje de error en la trayectoria. Los mensajes de confirmación se
dan cuando se exige en el mensaje de solicitud de reservación que ésta sea confirmada y
viaja hacia el receptor de la comunicación.
Así, el formato de los paquetes de este protocolo consta de dos partes, un encabezado
de mensajes y objeto RSVP. La primera parte lleva la información de control que el
protocolo requiere para manipular correctamente el paquete, como puede ser versión de
protocolo, tiempo de vida del IP con el que se envió el mensaje, tamaño del paquete
completo, identificador del mensaje y otros. La parte de objeto lleva información
especifica de la función de reservación de recursos, como puede ser la dirección IP y
puerto de destino, la dirección IP del nodo RSVP que envía el mensaje, el estilo de la
reservación, la especificación de QoS, y otros más.
Estilo de reserva
Para llevar a cabo su función RSVP, utiliza una serie de controles determinados por los
parámetros que soporta para especificar como se van a reservar los recursos para los
elementos que los solicitan. La reserva de recursos que este protocolo maneja puede ser
compartida cuando se da el caso que la sesión es compartida por varios emisores
simultáneamente sin que interfieran entre ellos, o bien será una reservación de recursos
en exclusiva cuando se establece una sesión independiente para cada uno de los
emisores. Esta característica define el estilo de la reserva de recursos que hace el
protocolo.
Se puede plantear el flujo de datos que maneja este protocolo, la sesión, como una
tubería por la que fluye la información y que su torrente puede llegar a uno o varios
recipientes. La cañería que se tiende desde la fuente a los recipientes, puede
contemplarse, siguiendo con la analogía, en función del material con el que está echa,
flexible o rígido, que permitiría acomodar sobre la marcha más caudal o no. Así, en el
estilo de reservación RSVP se contempla que en el estilo, exclusivo o compartido, de la
reservación se puede utilizar como una tubería rígida, filtro fijo, en donde se define un
determinado canal, una determinada reservación que será utilizada por una sola fuente
emisora o una lista de ellas, pero sin oportunidad de variar. La tubería flexible, el filtro
comodín, se entiende cuando los recursos reservados son comunes a todos los emisores
y el canal tiene una “anchura” que será la del que mayor requerimientos tenga, la
necesiten o no. La reservación de filtro fijo es como un canal de televisión, todos los
televidentes verán lo que esa cadena emita según lo emita. La reservación de filtro
comodín es como la videoconferencia, los recursos se reservan para todos los que
asisten, participen o no en ella, los recursos son para el grupo con independencia de cual
sea el emisor.
El estilo de reserva no permite mezclar aquellas que son compartidas con las exclusivas
y cada una de ellas será apropiada para las aplicaciones en función de las características
que requiera el flujo de datos que vayan a utilizar. El estilo de reserva de filtro fijo,
reservación en exclusiva y con una “anchura” determinada, es muy adecuado para video,
en donde es más que probable que sólo haya un emisor, mientras que las reservas
compartidas ya sean de filtro variable o determinado se adaptan mejor a las
características de la videoconferencia, en donde puede haber más de un emisor.
Si, pero…
Esta facultad de volverse transparente para las zonas que no sean RSVP hacen que el
protocolo pueda ir introduciéndose gradualmente en Internet con lo que su implantación
no requiere una revolución radical de las infraestructuras. Además, esta característica
puede hacer que el protocolo sea más eficiente para sortear tramos RSVP altamente
saturados.
Hay opiniones que plantean que la evolución lógica de las redes traerá, por si misma, una
oferta abundante de ancho de banda que haga innecesario recurrir a estas tecnología
que ahora se están desarrollando. Sin embargo mientras esas tecnologías de futuro
llegan y tardarán en llegar, el modelo de Servicios Integrados que ha definido el IETF se
plantea como la única alternativa que a medio y largo plazo será capaz de soportar la
calidad de servicio que Internet reclama. Los desarrollos de los fabricantes, el diseño de
redes y la utilización de las aplicaciones futuras pasan forzosamente por estos nuevos
protocolos, lo que obligará al distribuidor a seguir de cerca su evolución para adaptarse a
los cambios que el mercado va a sufrir.
A la hora de plantear está tecnología, hoy por hoy, los fabricantes pueden tenerla
disponible en sus catálogos tanto de forma gratuita, incluida junto con los productos que
la utilizan, como en venta. Lo que realmente interesa conocer al evaluar productos para
esta tecnología, no son las capacidades del protocolo que cada fabricante implementa, si
no, precisamente, aquellas otras que no lo están, porque esas carencias son las que van
a marcar realmente la continuidad del producto que se considere. La falta de una
determinada capacidad RSVP hoy puede no ser importante habida cuenta del grado de
desarrollo e implantación de esta tecnología en la actualidad, pero no pasado mucho
tiempo puede provocar que, incluso, el producto no sea operativo.
El Internet Engineering Task Force como brazo armado del IAB, Consejo de Actividades sobre Internet,
máximo organismo rector de La Red, se encarga de identificar la problemática que se pueda plantear y
definir las soluciones que se han de aplicar, que se hacen públicas mediante la correspondiente RFC,
Resquest For Comments. Sobre la calidad de servicio y protocolos relacionados existen actualmente
varias normas publicadas: