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Narraciones

Francisca: Había una vez una niña que usaba una linda chaqueta roja, ya que era la favorita de su
madre que había fallecido. Un día su padre le dijo que tenía que llevarle unas bolsitas a su abuela,
quien vivía al otro lado del bosque. Éstas contenían en su interior polvos de diversos colores, y
sabores, que eran utilizadas por la abuelita para hacer muchos helados, ya que su pensión era muy
mala. Caperucita por curiosa quiso probarlas, y encontró tan rico el sabor que se comió todo.

Denisse: Al darse cuenta que ya no quedaba absolutamente nada, mientras iba camino al bosque,
pensaba en alguna excusa para explicar porqué no había llegado con nada. Al llegar a la entrada
del gran bosque tropieza con una bolsa, que en su interior habían numerosas bolsitas de colores.
Al encontrarlas similar a las que se había acabado decide probarlas para saber si eran del mismo
sabor a las otras.

Yo: Entonces caperucita abre las bolsitas, las huele y las saborea. Los olores son de mango, piña,
frutilla, chocolate, vainilla, de todos los sabores que se pudiera imaginar, y extrañamente se
empezó a sentir muy feliz y comenzó a reír. Después de unos segundos sintió angustia y
paranoia, comenzó a alucinar y a sentir sombras que la rodeaban y entonces

Diego: Luego pensó – No es real, no es real, debe ser que estoy muy cansada por el carrete de
anoche. Sí, eso es, ¡Pero que buen carrete! Entonces bajo la guardia y siguió caminando por un
buen rato y riéndose de nada.

Dani: Al ir caminando sintió que un arbusto se movía, trato de dejarlo pasar, pero no pudo. Se
acercó lentamente hacia el matorral, cuando por detrás de este salto un enorme lobo. Caperucita
se cayó del miedo, se levantó y comenzó a correr. Corría y corría, saltaba ramas y charcos, se cayó
nuevamente pero volvió a correr. Miro hacia atrás para ver al lobo, y cuando de nuevo miro hacia
el frente, chocó con una rama y se desmayó en el lugar.

Beto: Caperucita despertó de golpe gritando - ¡el lobo! - Cuando se dio cuenta que todo solo había
sido un sueño y que estaba en su casa, con su padre y la abuela a sus pies. La chica les pregunta
cómo llegó ahí, a lo que su padre le contesta -¡Tu abuela me llamo desesperada diciendo que era
muy tarde y aún no llegabas! -Por lo que fui a ver si te había pasado algo, y llegando a la entrada
del bosque, te encontré tirada con polvos de colores en todos lados. La abuela interrumpe y le da
una cachetada a caperucita diciendo - ¡Otra vez consumiendo!, pensé que te habías rehabilitado-.

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