Está en la página 1de 1

Ahora bien, la historia del pensamiento socialista no inicia necesariamente con

Karl Marx y Friedrich Engels. En la segunda mitad del siglo XVIII, específicamente en el
año de 1796 en Francia, surge el Manifiesto de los iguales de Babeuf, redactado por
Sylvain Maréchal uno de los principales teóricos franceses socialistas “utópicos” de
entonces. En el Manifiesto se expone abiertamente sobre la abolición de la riqueza y
pobreza, al tiempo que se crea una nueva sociedad donde todos los seres humanos
tengan los mismos derechos a disfrutar de los bienes que prodiga la naturaleza, pues,
es un derecho natural que tienen los hombres y mujeres por el sólo hecho de existir. El
no acaparamiento y el uso moderado de los bienes naturales son de suma importancia
en los planteamientos del Manifiesto, debido a que esto conlleva a la abolición de la
propiedad privada y da un paso importante a la propiedad comunal.
“El Manifiesto de los iguales de Babeuf, o mejor dicho de Sylvain Marechal, fue en
efecto, la primera declaración política socialista. Babeuf y sus partidarios consideraban
la socialización tanto de la tierra como de la industria necesaria para completar la
revolución empezada en 1789. Proclamaban el derecho natural, igual en todos los
hombres, a gozar de todos los bienes producidos por la naturaleza, la obligación
universal de trabajar, el derecho universal a la educación y la necesidad de abolir tanto
la riqueza como la pobreza en interés de la felicidad humana.”109

No muy alejado de estos planteamientos, Charles Fourier socialista francés


contemporáneo de Maréchal y Babeuf, se oponía abiertamente a la lógica de la
producción en masa y la gran demanda de materias primas que esto conllevaba, por lo
que, propone una micro producción para el autoconsumo humano, pues, para él, el
hombre no necesita demasiadas cosas para ser feliz, por lo que propone eliminar el
consumo innecesario.
A diferencia de Saint Simon otro socialista “utópico”, que consideraba el
desarrollo industrial como un factor de progreso de la humanidad, a Fourier le parece
más bien, un factor de la desigualdad entre las personas y por consiguiente del
sufrimiento para los mismos seres humanos. Acérrimo enemigo de la industrialización,
la tecnologización y la producción en masa, planteaba que una sociedad de consumo
sólo provoca en los hombres necesidades ficticias y lejos de contribuir a su bienestar,
los hace más infelices.

109
COLE, G.D.H. (1974). Historia del pensamiento socialista I. Los precursores 1789-1850, p. 29

91

También podría gustarte