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R. Alejandro Cordova M.

Fundamentos de la Gestión Administrativa 


Maestría en Investigación de Operaciones 
Segundo Ciclo, 2020 
FISICC
Universidad Galileo

Ensayo 3. El arte de tomar decisiones en Gerencia


Introducción

¿Es tomar decisiones realmente un arte? Durante años he escuchado que tomar decisiones
es un arte que requiere más que habilidades técnicas y analíticas. Si definimos a la toma de
decisiones como un arte como lo hace Boettinger en su artículo del Harvard Business
Review, los gerentes se ven obligados a tener un set de herramientas relacionadas a las
bellas artes para desempeñar mejor su rol dentro de la organización. Estas habilidades son
el oficio, la visión y la comunicación, según Boettinger. Así como un escultor tiene que
conocer sus habilidades y aplicarlas en escultura, un gerente debe de conocer sus
habilidades y aplicarlas para lograr objetivos a través de la gestión. Como el artista tiene la
visión para pintar su obra, el gerente debe tener la visión para diseñar su organización para
el largo plazo. Por último, también como el artista recibe el aprecio o crítica de sus
admiradores, el gerente debe de recibir retroalimentación de parte de sus clientes internos y
externos. En general, los gerentes comparten muchas características con los artistas.

Así mismo, existen pensadores que han expuesto que el gerente exitoso debe de reducir su
dependencia en la toma de decisiones basada su corazón e instintos y aumentar el uso del
método científico para hacer las preguntas correctas. Según, la “International Data
Corporation”, se proyecta que para el 2022 se va a gastar $274.3 billones en data y
analítica. El enfoque en data hace extremadamente necesaria la mezcla entre el artista que
utiliza su oficio, visión y comunicación y el científico que utiliza el análisis y las
habilidades técnicas para la toma de decisiones.

A medida que función gerencial se ha vuelto más analítica, surge el termino la “Ciencia
Gerencial”. La ciencia gerencial se desarrolla en los 70. Varios artículos en relación a
ciencia gerencial surgen y uno de los más interesantes para mí, hace comparación entre el
desempeño de las compañías japonesas y las compañías americanas. En el artículo, “Zen
and the Art of Management”, Richard Pascale encontró que la diferencia en el desempeño
de las organizaciones japonesas estaba en dos características principales: 1) Las
organizaciones japonesas se comunicaban tres veces más de abajo hacia arriba, en otras
palabras, las ideas de mejora o cambio venían tres veces más desde posiciones operativas o
de mandos medios que en las organizaciones estadounidenses. 2) Aunque la calidad de la
toma de decisiones de los japoneses era muy similar a la calidad en la toma de decisiones
de los estadounidenses, la calidad de la implementación japonesa era siempre superior.

En su artículo, Pascale atribuyó que mucho del éxito alcanzado por los japoneses en la
implementación tenía que ver con el estilo de comunicación participativa y cultura
organizacional y no tanto con el arte de tomar decisiones. Así mismo, Eric Haller y Greg
Satell dicen que los datos y la analítica pueden crear ventajas competitivas importantes y
llevar al negocio a nuevas direcciones, si y solo sí nos hacemos las preguntas correctas. En
otras palabras, de nada sirve el conocimiento en la toma de decisiones si no es aplicado de
la manera correcta dentro del momento y cultura correcta.

Además de mencionar las principales características que un gerente debe poseer, las
habilidades que debe aplicar y las culturas organizacionales que debe promover para tomar
decisiones, es importante también mencionar que un gerente debe poseer buen juicio. El
buen juicio, qué según el diccionario es la capacidad de tener criterio racional para la toma
de decisiones correctas, ayuda a tomar las acciones correctas. Adicionalmente, los gerentes
con buen juicio saben escuchar a sus clientes internos y externos y construir relaciones.
Además, saben digerir información leyendo gran cantidad de texto para poder guiar a la
organización de manera integral, envolviéndose en cada aspecto del negocio. El buen juicio
según Likierman, es influenciado por las prácticas que el gerente ejecuta diariamente, las
aptitudes que se enfoca en cultivar y relaciones que logra construir. Por último, según
Likierman el buen juicio está compuesto por seis componentes básicos. Los seis
componentes son 1) aprendizaje, 2) confianza, 3) experiencia, 4) desapego, 5) opciones y 6)
ejecución.

El arte y ciencia de tomar decisiones es combinar todas las experiencias con el oficio,
visión y comunicación que componen el arte de administrar personas y aplicar las ciencias
correctas tomando en cuenta el ambiente y la cultura organizacional. Pero el excelente
gerente debe de aplicar sobretodo el buen juicio. Por último, creo que es importante
también incluir dentro del conjunto, a las habilidades elementales que los autores, Paul J. H.
Schoemaker, Steve Krupp y Samantha Howland escribieron en su artículo, “Strategic
Leadership: The Essential Skills”. Según los autores después de involucrar a más de veinte
mil ejecutivos, lograron identificar seis habilidades elementales para la correcta toma de
decisiones estratégicas. Según comprendo, el enfoque de estos autores es la ejecución de
una estrategia a largo plazo. Las seis habilidades elementales ayudan al gerente a tener una
mejor visión del panorama competitivo, a comprender sus fortalezas y debilidades y no
menos importante, a rodearse y enriquecerse de las personas a su alrededor.

Desarrollo del Tema

El arte de tomar decisiones en gerencia es extremadamente importante y una de las


características claves de los gerentes exitosos. Pero el arte de tomar decisiones no debe de
ser simplificado ni sobre utilizado. Durante mi carrera he visto en muchas ocasiones a
gerentes con experiencia despreciar nuevas ideas o metodologías basadas en datos
basándose en que la gestión no es más que un arte y que no se necesita de datos y
planificación para alcanzar el éxito. Este tipo de gerente se basa en su visión y experiencia
para tomar decisiones.

A primera vista, los gerentes exitosos toman decisiones basadas en intuición e instinto, sin
reparar en los datos o mejores prácticas, tal cual un artista plasma su inspiración sobre su
obra. Por está similitud, en los años 70 el señor Henry M. Boettinger dedicó tiempo para
observar a grandes maestros de distintas disciplinas (arte, danza, teatro, etc.) e identificar
similitudes con la función del gerente dentro de una organización. Durante su investigación,
logro identificar que el arte es el proceso de identificar patrones para ordenarlos de una
manera armoniosa para representar una visión. El artista durante este proceso tiene la
obligación de identificar primero la visión, luego la forma correcta de expresarla y por
último la técnica correcta para plasmar su visión u obra. Podemos también colocar al artista
como el encargado de organizar los recursos de tal manera que sumen más valor en
conjunto que por separado para su audiencia.

En su artículo Boettinger hace énfasis que una persona que tiene excelentes ideas pero que
no logra plasmarlas es nada más un soñador y en que una persona con habilidades sin
visión no es más que técnico. Los grandes artistas como Monet y Picasso tenían en común
que sabían reconocer su visión y ejecutarla de la mejor manera para satisfacer a su
audiencia. Por otro lado, vemos ejemplos de grandes científicos que no alcanzan el éxito sin
la ayuda correcta. Un ejemplo puntual es el Ecofiltro, su inventor José Fernando
Mazariegos lo inventó en 1980. Luego de 20 años de trabajo, con la visión de Philip
Wilson, Ecofiltro logro convertirse en un negocio de alto impacto social y comercial.

Los grandes pintores como Monet comparten con los gerentes como Philip Wilson, que no
solo tienen una excelente misión, sino también de poseen una gran serie de habilidades y
logran identificar cuál de todas utilizar en el momento preciso. Tanto el artista como el
gerente no alcanzan el éxito si no tienen la habilidad de aplicar tanto la imaginación como
el conocimiento técnico. De manera que las personas que quieren tomar decisiones
acertadas tienen que primero tener un gran kit de herramientas y segundo tienen que
identificar correctamente que herramienta utilizar para lograr avanzar y alcanzar el éxito.

Otra similitud del artista y el gerente que expresa Boettinger en su artículo es que, así como
el artista debe de dedicar tiempo para desarrollar las aptitudes para utilizar herramientas
correctamente desde que es un novato, el gerente debe de dedicar el tiempo para desarrollar
aptitudes en la toma de decisiones desde joven. Ninguna persona nace sabiéndolo todo.
Aunque una persona sea un genio en una disciplina, necesita del entrenamiento y guía
correcta para alcanzar el nivel experto o master.

Definitivamente no existe el éxito a base de solamente talento puro, se necesita trabajo. Es


por eso que me gusta el dicho japonés, “la disciplina, tarde o temprano vencerá a la
inteligencia”. Entonces el artista y el gerente exitoso, deben de ser excelentes trabajando
para adquirir técnicas y habilidades. Y en conjunto, las organizaciones deben de invertir en
el aprendizaje continuo y la tecnificación de las personas. Al trabajar constantemente en
aprender y evolucionar los gerentes logran tomar decisiones informadas evitando caer en
negligencia.

Otra similitud que el artista tiene al gerente según Boettinger es el uso del material correcto.
Así como el artista debe de saber en qué material plasmar su obra, el gerente debe de saber
que recurso humano y material utilizar para alcanzar su objetivo. El verdadero artista sabe
las bondades y limitaciones del material en donde plasma su obra. Los gerentes exitosos
saben reconocer las fortalezas de su equipo y organización y aplicarlas para alcanzar
objetivos. Como el autor francés Jean-Jacques Servan-Schreiber dijo “la administración es
arte de las artes; puesto que es el arte de organizar el talento”.

En el entrenamiento y dirección de las personas también Boettinger identifica similitud


entre el artista y el gerente. Las artes solo las puede enseñar y corregir un experto en la
misma arte. Lo mismo ocurre dentro de la organización, el negocio solo lo puede enseñar y
direccionar un experto del mismo. El reto para los gerentes es saber identificar que
metodología sirve para cada colaborador y en general para la organización. De manera que
el gerente debe de ser conocedor de su organización y su entorno para preparar a las
personas a su alrededor. Un equipo preparado es un apoyo más para la correcta toma de
decisiones.
En todo momento el artista y el gerente deben de estar abiertos a la crítica constructiva. El
artista debe de aprender de la crítica de su público para mejorar su producto final y
satisfacer la demanda del público. De esta idea surge el dicho, “el artista vive del aplauso”.
El gerente vive de la satisfacción de sus clientes. Para que el gerente pueda ejecutar su
visión necesita de un equipo satisfecho y comprometido y de un cliente totalmente
satisfecho y dispuesto a recomendar el negocio. La comunicación se vuelve vital para
construir relaciones. Generalmente, el gerente que toma buenas decisiones es un gerente
abierto y en sintonía con su equipo.

Después de entender gerente y el artista son muy similares porque el gerente utiliza el
conocimiento y habilidad técnica para plasmar su visión y tomar decisiones como el
escultor usa sus diferentes cinceles, martillos y lijas para plasmar su visión en una
escultura. Entendiendo esa similitud, podemos comprender la necesidad de los gerentes de
tomar decisiones más informadas. También allí entra el arte del gerente de identificar
patrones y hacerse las preguntas correctas. De nada sirve tener todos los datos existentes
acerca del negocio, si el gerente no sabe identificar patrones y resolver problemas.

El gerente hoy se ve obligado a ser una persona integral que no se ve rebasado por la
ciencia y tecnología y que sabe estar en contacto con su organización a nivel humano. El
manejo de la información se convierte en una herramienta más para que el gerente logre
tomar decisiones y así plasmar su visión a largo plazo. Creo que no debe de existir un
conflicto entre el arte y la ciencia para tomar decisiones. Por el contrario, el gerente debe de
ser un artista en la utilización de los datos para expresar su visión del negocio.

Además de manejar muy bien los datos científicos el gerente debe de conocer su
organización y manejarla correctamente para que su misma organización le ayude a tomar
decisiones correctas. De esta necesidad por tomar buenas decisiones, surge el deseo de
“estandarizar” las tomas de decisiones. En los 70 Richard T. Pascale identificó está
tendencia e hizo un estudio dentro de organizaciones japonesas y estadounidenses. En esa
época los japoneses empezaban a superar a los estadounidenses en producción. El propósito
del estudio era identificar los elementos de la comunicación y la toma de decisiones
contribuían al mejor desempeño de las organizaciones japonesas.

En el estudio Pascale identifico que las compañías japonesas no diferían en gran cosa de las
estadounidenses en la administración del negocio, tenían más o menos las mismas
prácticas. Tampoco diferenciaban en el número de reuniones ni en ser organizaciones
autocráticas. Pascale identificó dos principales diferencias, quién iniciaba la comunicación
dentro de las organizaciones japonesas y cómo se implementaba la decisión que se tomó.

Durante su estudio Pascale pudo identificar que la gran diferencia de las organizaciones
japonesas y estadounidenses no era su nacionalidad, eran sus gerentes. Como mencionaba
anteriormente, los gerentes que permiten a sus colaboradores expresarse, aunque signifique
crítica, son aquellos que fomentan la comunicación iniciada por colaboradores. Los
gerentes de organizaciones informadas y participativas tienen el soporte y retroalimentación
de sus colaboradores en la toma de decisiones.
Además del estilo de comunicación, Pascale también identifico que las organizaciones
japonesas eran superiores en la implementación de las decisiones. Eran superiores a través
de preguntas y convivencia lograban involucrar a sus colaboradores. Aunque las decisiones
no fueran de los colaboradores, lograban crear un sentido de adueñamiento de las ideas.
Cabe mencionar que dentro de la cultura japonesa la disciplina es una de las características
principales de su comportamiento. Por lo que comprueba que el gerente es dependiente de
la ejecución de su organización. Aunque un gerente sea un excelente gestor sin un equipo
comprometido y una metodología de información definida no logra resultados
satisfactorios.

El arte de tomar decisiones definitivamente se ve influenciado por todos los datos y


ciencias y en la organización que los rodea. No cabe duda que el gerente es un artista que
utiliza las ciencias como herramientas para tomar decisiones. Además, debe de ser un
excelente director de orquesta porque debe de construir y diseñar una organización que lo
respalde. Pero en mi opinión, para realmente ser un gerente de éxito el gerente debe de
desarrollar un buen juicio para la toma de decisiones.

El buen juicio lo describe Sir Andrew Likierman en su artículo “The Elements of Good
Judgment” la habilidad que nos permite tomar decisiones lógicas durante la ausencia de una
solución o camino obviamente correcto. En otras palabras, cuando no existen datos o el
cuándo el plan de acción no es obvio, es importante que el gerente tenga la capacidad de
tomar decisiones en base a instintos o intuición combinando experiencia profunda con la
habilidad técnica. Según Likierman, el gerente logra alcanzar el éxito cuando es capaz de
aplicar el buen juicio con poca información y logra decidir rápidamente que habilidades
técnicas y analíticas necesita aplicar para identificar el mejor plan de acción para resolver
retos o adversidades.

Además, Liekerman también describe al gerente que toma buenas decisiones como un
gerente que sabe escuchar y digerir información para identificar patrones o elegir caminos.
De manera que el excelente gerente tiene la habilidad de convertir información en
soluciones. El gerente es responsable de tener habilidades críticas para solamente tomar la
información relevante y utilizarla en el momento oportuno.

Las principales características del gerente con buen juicio, Liekerman también menciona
los seis componentes básicos del buen juicio aprendizaje, confianza, experiencia, desapego,
opciones y comunicación.

El gerente que toma decisiones con buen juicio debe de ser capaz de mantenerse
aprendiendo constantemente. La toma de decisiones está antecedida por análisis crítico y
correcto manejo de información. Otra vez, recalco lo que decía Haller y Satell en su
artículo, el líder debe de ser capaz de identificar las preguntas correctas para resolver. Si el
gerente escucha e interpreta la información correctamente, puede cambiar totalmente su
visión del negocio.

Además de aprender, el gerente debe de tener confianza en sí mismo y no buscar ser la


persona más inteligente en su oficina. Según Liekerman los gerentes no deben de caer en el
error de rodearse de personas que solo los siguen sin preguntar. El gerente debe tratar de
rodearse de personas diversas con habilidades que complementen el negocio. Si el gerente
tiene suficiente confianza para ser el menos inteligente dentro de la oficina, puede guiar el
talento al éxito. Por lo que es importante para el gerente tener personas que le dicen la
verdad, no lo que él quiere escuchar.

La toma de decisiones también mejora con el tiempo, el buen juicio también lo compone la
experiencia. La experiencia de los gerentes según Liekerman, les da contexto en la toma de
decisiones y les ayuda a anticiparse y tener soluciones para los retos del futuro. El gerente
debe también ser cuidadoso de tener buen juicio y saber cuándo su experiencia se queda
corta y no solo es familiaridad o hábito. Es muy común ver a líderes caer por sobreestimar
su experiencia.

Según Liekermam, también es importante que al tomar decisiones se tenga la capacidad de


desapegarse de sus propias ideas e inclinaciones. Comúnmente si el gerente es capaz de
tomar decisiones sin amarrar sus sentimientos a la situación, logra tomar decisiones justas y
objetivas en beneficio de la longevidad de la organización. En mi opinión, es un nivel
difícil de alcanzar porque es señal de madurez y sensatez.

Así mismo, Likerman dice que un gerente debe de tener la capacidad de cuestionar las
opciones que se le presentan. Creo que, aunque el equipo de trabajo es muy importante en
la toma de decisiones, al final del día el responsable de las decisiones es el gerente. Por lo
que cuando a un gerente le presentan una serie de opciones, debe de ser capaz de identificar
caminos no existentes y sugerir reanalizar la información. Tener está habilidad le permite al
gerente tomar decisiones eficientes.

Después de identificar la decisión adecuada el líder debe de tener la capacidad de


comunicarla correctamente para su ejecución. De lo contrario, según Likerman, el líder
corre el riesgo que su decisión no sea implementada correctamente. Por ejemplo, un gerente
puede diseñar la manera perfecta de entregar artículo de consumo inmediatamente, pero si
no lo comunica correctamente, muy probablemente la idea quede en papel. Muy importante
mencionar que la comunicación debe ser dirigida a las personas correctas para las tareas
correctas. Es clave identificar los recursos adecuados antes de comunicar.

Por último, Likierman dice que, detrás de la combinación del arte de tomar decisiones y la
ciencia de tomar decisiones tiene que existir el buen juicio. Según Likierman, los gerentes
agresivos sin buen juicio quiebran empresas. Así mismo, los gerentes inspiradores sin buen
juicio, inspiran a soñar sin coherencia. Los gerentes con pasión sin buen juicio, terminan
fracasando por lanzarse por el camino equivocado. Y, por último, los gerentes con impulso
sin buen juicio, terminan haciendo rápida y efectivamente las acciones incorrectas. Según
comprendo, vale más un gerente con buen juicio de las circunstancias y que sabe que
habilidades debe aplicar para resolver la situación, que un gerente con excelente suerte o
habilidades técnicas excepcionales.

Además de todas las características ya mencionadas, es importante incluir que la toma de


decisiones conlleva habilidades esenciales y enfocadas en la ejecución de su visión. Creo
los autores Schoemaker, Krupp and Howland, en su artículo, “Strategic Leadership: The
Essential Skills” hacen un excelente trabajo estableciendo las seis principales habilidades
que los líderes exitosos comparten durante la toma de decisiones estratégicas. Estas
habilidades en mi opinión son más enfocadas en la toma de decisiones sumamente
importantes. Las habilidades son anticipar, desafiar, interpretar, decidir, alinear y aprender.

La primera según el artículo, es la habilidad de poder anticiparse a posibles oportunidades o


amenazas. Para poder tomar buenas decisiones es necesario anticiparse y tratar de plantear
las preguntas correctas. Para poder anticiparse es importante estar muy involucrado en el
negocio y comprender las industrias a nivel micro y macro. Al conocer su entorno en
general, los gerentes pueden identificar qué información relevante para entender su propia
organización, los competidores y los riesgos que implica el mercado en general.

Muy parecido a lo que mencionaba Likierman, los gerentes deben de tener la habilidad de
retar el presente y motivar al cambio. Los gerentes que toman buenas decisiones
normalmente no se conforman el estado actual sin antes examinar opciones o nuevas
metodologías que los guíen por nuevos caminos. Los gerentes deben de ser capaces de leer
las situaciones de distintas maneras para poder plantear el porqué de las cosas. Sin la
confianza y la personalidad para poder explorar nuevos caminos el gerente cae a solamente
administrar.

Luego de plantear el problema de distintas maneras y retar el presente, el gerente se ve


obligado a diseñar un plan para cambiarlo. Normalmente, en el diseño de este plan se
incluye toda la información que el gerente debe interpretar. Una excelente decisión
normalmente está antecedida por el proceso de análisis de información. Allí cuando entra el
juego el arte de aplicar las herramientas técnicas correctas para interpretar los grandes y
pequeños detalles que las decisiones implican en su ejecución.

Además, los autores mencionan como el gerente debe de tomar decisiones sin poseer toda
la información necesaria. Es allí cuando el gerente se ve obligado a utilizar distintos tipos
de herramientas para generar posibles escenarios. Los escenarios según los autores deben
de evitar guiar a tomar decisiones binarias. En otras palabras, el gerente debe de tener la
capacidad de generar varios planes de acción para no limitarse y fracasar por falta de
creatividad.

La habilidad de alinear según los autores se refiere a la habilidad que tiene el líder de
convencer a sus colaboradores y lograr sincronizar agendas. Para lograr tomar buenas
decisiones los gerentes deben ser proactivos en la comunicación y ser capaces de inspirar a
sus colaboradores en la implementación de la decisión. La comunicación constante y
continua definitivamente ayuda a crear un sentido de compromiso y pertenencia. El gerente
que toma decisiones estratégicas sabe también reconocer a sus colaboradores y darles todo
el crédito. Al inspirar y reconocer a los colaboradores el gerente genera apoyo para
concretar su visión.

Por último, los autores mencionan la habilidad de aprender. El líder debe de ser capaz fallar
rápidamente y aprender. Según el artículo, los gerentes deben de tomar decisiones en base
al aprendizaje constructivo del fracaso. De esa manera el gerente genera una cultura de
comunicación abierta en donde la crítica constructiva es bienvenida. Además, se genera una
dinámica de mejora continua.

En su investigación, Schoemaker, Krupp y Howland, concluyeron que ninguna de las seis


habilidades compensa la falta de otra. En mi opinión, el resultado nada más estresa la
necesidad que tiene el gerente de trabajar constantemente en su desarrollo integral para
lograr tomar decisiones estratégicas con buenos resultados. La toma de decisiones es un
arte extremadamente complejo que implica la habilidad de aplicar las habilidades, técnicas
y recursos específicas para la asegurar la longevidad de la organización que se lidera.

Conclusión

Poder tomar decisiones dentro de la función de gerente con éxito no es solamente un arte.
En mi opinión, es más que un arte porque conlleva no solamente contar con las habilidades
técnicas e intelectuales sino también con la habilidad influenciar a las personas, manejar
organizaciones y culturas completas, manejar incertidumbre y no menos importante generar
beneficio. Es importante recalcar que tomar decisiones nunca dejará de ser un arte. No
dejará de ser un arte porque cada persona tiene una personalidad diferente y requiere de
convencer personas. Tomar decisiones exitosamente conlleva un conjunto de habilidades
diversas que aún aplicadas de la misma manera, no siempre resultarán de la misma forma.

Un gerente debe de ser capaz de promover una cultura de comunicación abierta y de mejora
continua. En mi opinión el gerente debe de tomar las decisiones desde una posición de
humildad para que las demás personas se involucren y compren la idea. Si el gerente logra
que las personas hagan las decisiones suyas, probablemente será exitoso en su
implementación. Los mejores ejemplos los podemos observar en los sistemas de
producción diseñados por los japoneses.

En mi opinión, el buen juicio de un gerente es el que separa a las organizaciones exitosas de


las que fracasan. El gerente con buen juicio, no solamente tiene la experiencia y la
sabiduría para la toma de decisiones, sino también la habilidad técnica para tomar
decisiones relevantes a la demanda del negocio. El gerente logra tomar buenas decisiones
cuando logra reunir el arte de gestionar con la ciencia de administrar y encuentra en su
experiencia la sabiduría para el manejo de las personas.

Recomendaciones

El gerente debe de encontrar el balance ideal entre sus habilidades humanas y técnicas.
Además, el gerente debe diseñar una organización amigable para la toma de decisiones. Si
el gerente logra construirse a sí mismo y a su organización alrededor de la mejora continua,
probablemente logrará tomar decisiones acertadas.
El gerente que conduce a la organización tiene la responsabilidad utilizar la tecnología más
eficiente de acuerdo a las necesidades de sus clientes internos y externos. Es también
responsable de plantear las preguntas correctas y de diseñar una estructura de comunicación
abierta para toma de sugerencias.
El arte de tomar decisiones en gerencia es aprendido y todos tenemos la oportunidad de
trabajar en desarrollar las habilidades necesarias para hacer la función de gerencia. Es
importante identificar las áreas de oportunidad de cada persona y recomendar trabajar en
mejorar constantemente.

Bibliografía

1. Henry M. Boettinger, Is Management Really an Art? - HBR: Harvard Business


Review – 1975

2. Richard T. Pascale, Zen and the Art of Management - HBR: Harvard Business
Review – 1978

3. Sir Andrew Likierman, The Elements of Good Judgment - HBR: Harvard Business
Review – January – February 2020

4. Eric Haller and Greg Satell, Data-Driven Decisions Start with These 4 Questions
HBR: Harvard Business Review – February 11, 2020

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