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Artículo original en

http://www.lronhubbard.org/spn/fightrae/page044.htm

ientras que los sesenta todavía


seguían constituyendo en general
los “años dorados” del desarrollo económico occidental, LRH demostró
estar en lo cierto al sugerir que no todo era tan de color de rosa como
los economistas imaginaban. A decir verdad, justo a la vuelta de la
esquina fiscal, se encontraba todo lo que asociamos con el principio de
la década de los setenta, incluyendo: el cuadruplicar el costo del
combustible, los índices de intereses de usura y, como LRH señala una
vez más, el colapso total de un sistema monetario mundial basado en el
dólar respaldado por oro. Como consecuencia, vino todo lo que
asociamos hoy con una recesión inflacionaria subsecuente a nivel
mundial, incluyendo: un descenso constante del salario medio en cuanto
a poder adquisitivo real, un índice de desempleo superior al 10% y más
en una gran parte de Europa occidental y, especialmente como
consecuencia del incremento de los impuestos para el plan de seguridad
socialista, lo que ha sido descrito apropiadamente como una “cultura de
odio en crecimiento”.
     Al mencionar los
intereses de la
psiquiatría en el
campo económico,
LRH está
ocupándose de los
eslabones más
intrigantes de todos,
entre intereses muy
acaudalados y la
psiquiatría. Por
ejemplo, un
escrutinio detallado

de la

Federación Mundial de Salud Mental durante los años 60 y 70 revela


muchos vínculos con los intereses bancarios británicos, mientras que un
escrutinio análogamente detallado de la financiación de la psiquiatría
norteamericana revela el apoyo constante de la Fundación Rockefeller
desde principios de los años 20, especialmente en lo que respecta a lo
que los directores de la Fundación describen como la “contribución
potencial” de la psiquiatría a la educación, la sociología y “al asunto
general del vivir”.

     El que LRH se concentrara además en que los economistas no


predijeran ni explicaran lo que siguió al final de esos años dorados,
también es muy significativo. Pues la verdad es que, al citar el fallo de
las teorías de Keynes –y por tanto de la fuerza impulsora de la teoría
económica durante medio siglo– está citando lo que sólo ha sido
reconocido recientemente; es decir, el dramático descenso de la
inscripción de estudiantes en programas de graduado en economía, el
cierre de los departamentos de economía en muchas corporaciones
importantes, e incluso el abandono federal de lo que los economistas
mismos ahora describen como “una ciencia deplorable”.
n famoso senador de los EE.UU. amigo mío me explicó una vez
una de las formas en que perderían las mayores potencias de
Occidente.

     Dijo que el desgaste de las “guerras de escaramuzas”, la subida de los


impuestos y la inflación resultante podrían mantenerse sólo durante unos
pocos años, después de lo cual, a causa del colapso económico, los
comunistas podrían ganar después de todo. Eso fue hace algunos años:
1955.

     Al ver que las reservas de oro de los Estados Unidos, al momento de
este escrito, están en menos de 21.000 millones de dólares y que han
tenido una pronunciada caída en 45 grados durante 9 años desde que
estaban en cero en 1960 (informe del 17 de febrero del 69 del Instituto
Norteamericano para Investigaciones Económicas, Boston), se puede
entender de lo que estaba hablando.

     Esta caída ininterrumpida deja al Fondo Monetario Internacional en


posesión de una demanda de oro sobre los Estados Unidos por un valor
de unos 39.700 millones de dólares, sólo ligeramente compensada por
los balances de los EE.UU.

     Curiosamente, en el mismo informe, el año de producción de


alimentos de los EE.UU. en 1968 fue un 3 por ciento más alto que el año
récord de 1967.

     Como encontramos, extrañamente, que los grandes banqueros son


también los directores de los grupos pantalla de la psiquiatría, uno
comienza a ver que no siempre son tan bien intencionados hacia las
personas como a uno le podrían hacer creer sus representantes de prensa
y cadenas de prensa.

     De manera extraña, la doctrina económica seguida por los gobiernos


occidentales en el último cuarto de siglo, es la de Lord Keynes* . El
germen (o bacteria) de la teoría de Keynes (tal como me enseñaron
cuidadosamente en una de esas universidades a las que dicen que nunca
asistí) es simplemente este: “¡Crear necesidad!”. Que llevado a su
extremo natural significa que el hambre produciría prosperidad (¿para
quién?).
     Ahora bien, el “Fondo Monetario Internacional” fue fundado por Lord
Keynes y el famoso comunista Harry Dexter White.

     Pagando los gastos en oro y no exigiendo nunca los pagos en oro de


los préstamos de ayuda a los países aliados, al pueblo de los EE.UU. se
le está arruinando divinamente. Dentro de poco, el soldado
norteamericano no tendrá un país
económicamente estable que
sostener. La inflación habrá
hecho que el dólar desaparezca
con viento fresco.

     Estos banqueros
internacionales se conforman
sólo con “los impuestos
aumentados para estabilizar la
moneda”.

“Este ‘impuesto’ es realmente un método


muy poco económico de recaudar dinero, y
una seria amenaza para cada ciudadano.
“El impuesto sobre la renta ha sido usado
continuamente para ‘atrapar’ a las
personas contra las que no se podía probar
ningún cargo.
“Este recorta el dinero antes de que se
pueda invertir o usar en el país”.

     Uno de los objetivos de Rusia es hacer que el pueblo norteamericano


rechace la “guerra de escaramuzas” debido a los impuestos opresivos
resultantes. Así que esto se está logrando divinamente.

     Ahora bien, no puedes tener mucha fe en ningún país –ya sea este
Inglaterra, Francia o los EE.UU.– que grava a sus ciudadanos a través de
un autócrata del impuesto sobre la renta que colecciona dossiers. El
verdadero gobernante de cada ciudadano, incluyendo aquellos que se
encuentran en la cima, sería aquel departamento al que hubiera que
informar, o atenerse a las consecuencias. Cuando los impuestos sobre la
renta llegan al punto de un recaudador por contribuyente, e interfieren
con la habilidad de uno para vivir, y cuando la inflación acaba con todos
los ahorros de la persona, es probable que la población diga que no
merece la pena servirlo, no merece la pena apoyarlo y que cualquier
grupo insurgente podría darnos un gobierno mejor.
     Henry Cabot Lodge* se jactaba una vez de que “con ejércitos que
tienen un armamento moderno, ninguna revuelta ciudadana podría tener
éxito jamás”. Desde luego, esto presupone que el ejército permanece fiel
a los políticos: y los ejércitos rara vez lo hacen cuando el país no tiene
una causa y el sueldo ya no dará para comprar nada.

     El impuesto sobre la renta es algo completamente opuesto a la


Constitución original de los EE.UU. Desde que se adaptó en Inglaterra,
no ha habido más que depresiones.

     Este “impuesto” es realmente un método muy poco económico de


recaudar dinero, y una seria amenaza para cada ciudadano.

     El impuesto sobre la renta ha sido usado continuamente para “atrapar”


a las personas contra las que no se podía probar ningún cargo.

     Este recorta el dinero antes de que se pueda invertir o usar en el país.

     Este niega la expansión a los negocios e inhibe el comercio.

     Si un revolucionario quisiera preparar a un país para enemistar a sus


ciudadanos, hacer añicos el orgullo por su gobierno y preparar el terreno,
aconsejaría implantar el impuesto sobre la renta, y después, año tras año,
insistiría en que este se volviera más oneroso.

__________

     Por lo tanto, Occidente se está metiendo a sí mismo en un severo


“problema económico”.

     Sin embargo, Estados Unidos


acaban de tener un año de
producción récord, e Inglaterra
acaba de tener un año de
exportación récord.

     Cualquier comunista podría


decirles que la verdadera riqueza
de una nación es su producción y
sus recursos naturales. Cualquier
otro economista sabe esto. Pero
aparentemente y de alguna
manera, los gobiernos no se
enteran de esto.
“¿Qué es el trueque? Un huevo a cambio
de pan; un vaso a cambio de un plato. La
     Consideremos ahora lo que gente comienza a comerciar con
ocurre realmente cuando el dinero, mercancías reales.
“En otras palabras, cuando el dinero
falla, este no se reduce a oro. ¡Se reduce a
productos!
“Así que en realidad, toda la teoría del
dinero es que representa productos. No
oro. Ni banqueros. Ni papel. Sólo
productos”.
inflado más allá de cualquier uso, no da para comprar durante más
tiempo.

     Exacto. Sobreviene el trueque.

     ¿Qué es el trueque? Un huevo a cambio de pan; un vaso a cambio de


un plato. La gente comienza a comerciar con mercancías reales.

     En otras palabras, cuando el dinero falla, este no se reduce a oro. ¡Se
reduce a productos!

     Así que en realidad, toda la teoría del dinero es que representa


productos. No oro. Ni banqueros. Ni papel. Sólo productos.

     Estados Unidos no pueden producir oro, pero sin duda pueden


producir trigo.

     Inglaterra no puede producir oro, pero sin duda puede producir


maquinaria y bandejas de estaño baratas.

      ¿Qué es, pues, toda esa falsa basura sobre “balances del dólar” y
“reservas de oro”?

     Y a ese respecto, ¿qué son todas estas tonterías de que si gravas de
impuestos hasta la muerte a una nación, esta será solvente?

     ¡Ah! El “¡Crear necesidad!” de Keynes. Si pones el dinero a un nivel


imposible, dejará de existir, y entonces todo el mundo morirá de hambre
divinamente.

     ¿Quién creen ellos que se traga todo este abracadabra “económico”?


No el público.

     El público murmura para sí en silencio y se pregunta quién dará la


señal final para atacar a estos idiotas. Ellos votan cumplidamente.
Todavía siguen jugando el juego sólo para guardar las apariencias, pero
mientras tanto, esperan y sueñan.

     La población francesa en 1784 soñó con el nuevo invento del Dr.
Guillotin. Fueron bastante dóciles... hasta el momento en que la Guardia
Nacional se puso de su lado y tomaron la Bastilla al asalto.

     Aunque resulte extraño, parece que no se le ha dado importancia en la


historia al hecho de que en ese mismo día un tipo emprendedor encabezó
multitudes que vaciaron todos los “asilos de dementes” y destrozaron los
“sanatorios”. ¡Sabían lo que estaban haciendo!

     Las cosas nunca parecen tan calmadas como justo antes del huracán.

__________
     Entonces, ¿cómo puede hundirse un país ?

     Siendo suprimido por su “mejor gente” mediante la negación de


verdadera justicia, impuestos opresivos y criterios monetarios irreales e
impracticables.

     Durante la depresión de los EE.UU. de 1929 a 1939, hubo muchos


libros escritos por individuos que veían con claridad que un país lleno de
productos que no se podían comprar por falta de dinero, era una farsa.
Posiblemente todavía estén en las estanterías, pero todo lo que leen es a
Lord Keynes.

     Es muy, muy evidente que si el trueque entra cuando el dinero sale, el
verdadero sustituto, el verdadero patrón para el dinero son los
PRODUCTOS.

     Nadie necesita devaluar la moneda y herir a la gente. O crear la


inflación y el colapso.

     Todo lo que se necesita hacer es decir que un dólar o una libra o un


franco equivalen a tantas libras de trigo, tantas bandejas de estaño, tantas
cebollas, y “voilà”, somos ricos. Coge cualquier día de precios
comparables y di que ese es el día de precios comparables.

     ¿Oro? Olvídate de eso.

     Olvídate también de los


impuestos sobre la renta.

     Una de las ecuaciones


estándares de la economía es que
la inflación ocurre cuando el
dinero excede a los productos, y
la depresión ocurre cuando los
productos exceden al dinero para
comprarlos.

     Como todas las naciones de


Occidente son fuertes
productoras de productos, ellas “Cuando la inflación despega, no importa
emitirían dinero por el valor total lo bien ‘controlada’ que esté, despega
de sus tierras y de su producción. como un veloz cohete. Y eso es todo.
Tal vez podrían “reembolsar” Sanseacabó.
sus deudas postergando la fecha “Nuestro trabajo es evitar de cualquier
de la emisión y gradualmente ir forma que se desvanezcan las potencias de
cubriéndola. Occidente. Hay que hacerles ver que deben
reforzar su causa antes de que sus
     El valor del oro poblaciones inseguras y acosadas abracen
probablemente aumente, pero y alguna causa enemiga”.
eso qué. Es sólo un metal. No puedes comerlo y, hoy en día, ni siquiera
puedes tenerlo.

     Un dólar o una libra o un franco que esté respaldado por mercancías
será realmente bastante aceptable, y forzará a los gobiernos a alentar la
producción y ayudar y proteger a aquellos que producen, en vez de
intentar esterilizar a las personas para reducir su explosión demográfica.

__________

     Esto ni siquiera arruinaría al banquero. Ya que parece que ha pasado


por alto que él trabaja con una mercancía llamada dinero, y que si esta
desaparece, él desaparece. Su “inflación planeada”, como la recomienda
Keynes, es un simple suicidio.

     La inflación se dispara repentinamente. Es muy fácil perder el control.


Un día al minorista le entra miedo de no poder renovar sus existencias
con los distribuidores; aumenta sus precios; el distribuidor aumenta los
suyos. El minorista aumenta los suyos. Entonces, al darse cuenta de que
el dinero está llegando al nivel en que se necesita una carretilla de
billetes para comprar una hogaza de pan, se niega a vender. El trueque
toma el control. La nación y su gobierno actual están acabados.

     Varios países, notablemente China Nacionalista, han perdido toda la


nación de esta forma. Su dinero se metió en una inflación repentina. Un
sello de correos subió de 50 sens a 5.000 dólares en dos semanas, ¡y en
tres semanas más, subió a 7 millones! El sueldo de los funcionarios
públicos no subió. Esto fue todo: China comunista.

     Cuando la inflación despega, no importa lo bien “controlada” que


esté, despega como un veloz cohete. Y eso es todo. Sanseacabó.

__________

     Nuestro trabajo es evitar de cualquier forma que se desvanezcan las


potencias de Occidente. Hay que hacerles ver que deben reforzar su
causa antes de que sus poblaciones inseguras y acosadas abracen alguna
causa enemiga.

     No somos una pequeña voz en el tumulto. Somos varios millones de


personas, nosotros los Cienciólogos.

     Nuestra religión es nuestra verdad. Nuestras plegarias serán


escuchadas. Nuestros postulados funcionan.

     El cristianismo intentó hacer al hombre tolerante. Nosotros podemos


alcanzar esa meta si también podemos hacer que el hombre sea sabio.

     La influencia de nuestras iglesias está creciendo.


     Cualquier ataque contra nosotros es solamente un signo de la
degradación e injusticia de nuestro tiempo.

     Nosotros no queremos el gobierno. No estamos apoyando a los


revolucionarios.

     Como iglesias, tenemos una responsabilidad de reformar la injusticia


y la opresión y de mejorar nuestra sociedad.

     Si alguien se opone a esto, déjale que se oponga, siempre y cuando no


haga que nuestro mundo vaya hacia la decadencia y la destrucción, hacia
donde la ignorancia lo ha conducido durante tanto tiempo.

     L. Ronald Hubbard

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