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Contenido
I. INTRODUCCION.........................................................................................................................3
ISOTROPÍA Y ANISOTROPÍA...........................................................................................................6
a. La Porosidad..........................................................................................................................7
b. Peso Especifico....................................................................................................................10
c. Densidad..............................................................................................................................11
d. Permeabilidad.....................................................................................................................11
e. Durabilidad..........................................................................................................................13
a. Resistencia a la compresion.............................................................................................14
b. Resistencia a la tensión....................................................................................................15
c. Modulo de elasticidad.....................................................................................................16
d. Coeficiente de Poisson.....................................................................................................19
IV. Bibliografía..........................................................................................................................23
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I. INTRODUCCION
Según las circunstancias geológicas de su formación, las rocas tendrán distintas propiedades de
dureza, resistencia y absorción. La mayoría de ellas se formaron, principalmente, con la propia
Tierra. La labor del fuego y la presión que supuso el nacimiento del planeta creo a sus hijas, las
rocas.
En este presente trabajo analizaremos desde la historia y como hoy en dia se hace uso de este
material llamado roca, ya que el Planeta esta compuesto por ella y como estudiante de la
carrera de Ingenieria de Minas debemos conocer de cerca acerca de su formación y usos en la
antiguedad y la actualidad, asi mismo sus propiedades que éstas tienen.
HISTORIA:
Desde el principio de los tiempos, el hombre las ha ido arrancando de las entrañas del mundo
para su beneficio. Aquellas rocas primarias se denominan magmáticas, y a las más comunes se
las conoce como GRANITOS. El proceso de erosión de nuestro planeta fue transformando
después, durante siglos y siglos, esas rocas en arenas; mezclándolas con aguas y cal,
amalgamándolas de nuevo, cementándolas de forma natural con sílice y carbono y creando, en
definitiva, buen número de otras variedades rocosas. La geología añade, a ese primer grupo de
rocas magmáticas, otros dos grupos principales: Rocas sedimentarias y rocas metamórficas. A las
primeras se las denomina comúnmente PIEDRAS; a las segundas MÁRMOLES y CUARCITAS. Las
tres variedades fundamentales de rocas son la materia prima de los oficios de cantero y
marmolista.
USO:
Se sabe que el primer uso que se hizo de las rocas ayudó a fundamentar el despertar de la
humanidad: Cuando el simio ancestral usa por primera vez un vulgar canto rodado para golpear
la carne del animal que se quiere comer, se transforma en hombre. Y una roca es la primera
herramienta que usamos: Nos ayuda a ablandar la carne del animal, a cortarla si escogemos una
piedra desgajada de la roca madre por la acción del hielo y el sol, a pulir y tersar su piel si
usamos un canto plano, desgastado por las corrientes del río cercano. Pronto aprendemos a
reproducir esos fenómenos naturales y desgajamos las piedras más compactas con golpes de
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otras piedras, imitando así la presión que el agua introducida en los poros de la roca ejerce
contra esta cuando se dilata al helarse. Aprendemos a frotar una piedra contra otra más blanda
para alisarla, tal y como hace el agua del río contra las rocas del fondo. Desde que aprendimos
cómo cortar, tallar y pulir las piedras, no hemos dejado de hacerlo. Usamos herramienta más
sofisticada, empleamos menos tiempo, pero en el fondo, seguimos frotando piedra contra
piedra, para poder deslizar la mano por sus superficies, y poder sentir algo frío, pero
extrañamente aterciopelado.
Más tarde aprendimos, a base de muchos golpes, a crear nuestras propias cavernas, cuando no
las encontramos naturales. Y cuando estábamos muy lejos de cualquier lugar montañoso, en las
bastas praderas, y el frío mordía nuestros cuerpos por la noche, descubrimos que podíamos usar
esas otras piedras diminutas, que constantemente pisábamos: la arena, el sustrato de roca
erosionado por el viento que cubre todo el planeta. Mezclando esa tierra con agua, y dejando
que el calor del sol secase esa mezcla, el hombre fabricó su primer ladrillo. Y con ese ladrillo
aprendió a fabricarse cobijo haya dónde no lo tenía; a fabricarse cuencos donde no disponía de
cráneos de animales. Cuando supo utilizar el fuego que las tormentas provocaban en árboles y
pastizales, descubrió también el principio de la unión de elementos por el calor: las tierras más
espesas, las arcillas, quedaban mucho más duras si se secaban al calor de un buen fuego.
Mucho tiempo necesitamos para perfeccionar el tallado de la piedra. Hasta que no aprendimos
a extraer la esencia más dura de ellas, hasta que no fundimos y separamos los primeros
elementos metálicos de estas, no dispusimos de útiles más duros para cortarlas, pulirlas y darlas
forma. Aparecen entonces, no solo grandes construcciones, dotadas de pórticos y ventanales,
sino que la imaginería del ser humano, presente desde los búfalos pintados en Altamira -piedra
erosion ada adherida a la roca- y las confusas figuras de terracota, alcanza la primera expresión
de arte.
Fig. 01
Interior de
la galería
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Cubierta llamada ccueva de Menga (izquierda), utensilios y armas de sílex del Palcolitico superior
(derecha)
Parece que, sin saberlo, el hombre quiere remedar a Dios, construyendo semejantes de barro, a
la espera del soplo vital. Así, nace la escultura. El proceso es largo, y hay muchos precursores
antes de que culmine en la casi perfección: Grecia. Pasando fugazmente por grandes culturas
anteriores, como la Persa, o por obras aisladas, como la Dama de Elche, llegamos a la cultura
griega, donde la función de la piedra queda ligada, definitivamente, al sentido del espacio, al
discurrir pacífico del tiempo. Los templos griegos, su arquitectura, sus imágenes reales, están
pensados para el placer y el deleite. Sus columnas geometrízan las líneas arrugadas de los
troncos de los árboles, sus dinteles y frontispicios son volúmenes cubicados a partir de la
geometría caprichosa de las copas de olivos y otros árboles. Sus grecas enderezan las formas en
que las hojas se retuercen alrededor de sus ramas. Los griegos crean los primeros paisajes de
piedra, con la misma delicada belleza con que la propia naturaleza crea sus paisajes.
Los romanos recogen parte de esas enseñanzas para adaptarlas a un nuevo fenómeno. La
humanidad comienza a vivir agrupada en espacios muy pequeños. Ya no hay tiempo para
delicadas imágenes -salvo para algunos pocos escogidos- y urge canalizar las necesidades de
toda esa humanidad, que parece desgastarse igual que una piedra azotada por el viento: Sus
desperdicios crean ríos negros que deben ser encauzados sobre piedras; su descendencia debe
ser acogida por encima de sus ancestros; sobre los tejados de sus propias casas se construyen
otras, y otras... Sus oficios deben ser dirigidos por senderos hechos de pavés, y sus conquistas
asentadas por rutas permanentes. Carreteras, calles, viviendas de varias plantas, desagües,
canales y conducciones de agua. Ríos, cuevas y senderos recreados en piedra.
Aprendimos a crear, de la piedra, otras piedras más duras. Fundiendo, machacando, mezclando
y extrayendo, fabricamos los vidrios para cegar nuestras ventanas al viento y el frío, pero no a la
luz; fabricamos los metales, para matarnos entre nosotros, pero también para perfeccionar las
ruedas, y convertirlas en engranajes. Aprendimos a extraer la fuerza del agua, aquella fuerza que
rompía las piedras cuando se helaba; sólo que esta vez era el calor, producido por la combustión
de otra piedra, quien liberaba el espíritu del agua y movía con su empuje los engranajes, las
palancas y aspas. Que a su vez trituraban, fundían, amalgamaban y daban forma a nuevas
piedras, nuevos metales, nuevas creaciones.
Y hoy, olvidados esos orígenes, hablamos de plásticos tan duros como una piedra (¿Acaso no fue
su origen esa misma piedra?), de microprocesadores veloces, capaces de millones de
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operaciones por segundo (aún estando fabricados con silicio, una piedra) y de bio-energía, sana
y limpia (aunque podríamos decir también que esa nueva tecnología se alimenta de sales; sales
minerales procedentes de las rocas).
Seguimos usando las primeras piedras también. Pese a la profusión de materiales para construir,
pese a las nuevas tendencias estéticas del arte, seguimos pisando el suelo; usando lo que
tenemos a mano: Nuestro viejo planeta, lleno de piedras y madera. Procurándonos para nuestro
entorno todo aquello que necesitamos. Procurando hacerlo de una manera bella y duradera.
LUIS GONZALES DE PEDRO
ISOTROPÍA Y ANISOTROPÍA
Las sustancias isotrópicas presentan siempre el mismo comportamiento independientemente
de la dirección, mientras que en las anisotrópicas las propiedades varian con la dirección.
En el caso de la luz, los cristales anisótropos presentan distintos valores de sus índice de
refracción en función de la dirección en que sobre la luz al atravesar el cristal.
Los minerales que cristalizan en el Sistema Cúbico (o Regular), es decir, el de máxima símetría,
con sus atomos o iones igualmente distribuidos en las tres direcciones principales del espacio,
son isótropos.
Los pertenecientes al resto de los sistemas cristalinos (hexagonal, trigonal, tetragonal, rómbico,
monoclínico y triclino) son anisótropos, las disposiciones de sus elementos constituyentes varian
con la dirección y por tanto su elasticidad para las ondas luminosas también es diferente.
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Fig. 02
Representación de grafica de sustancia isotrópo y anisótropo.
a. La Porosidad.
Se refiere a la medida del espacio intersticial entre grano y grano, la cual
representa la relación entre el volumen poroso y el volumen total de la roca. Las
rocas muy porosas no son necesariamente altamente permeables ya que los
poros no pueden conectarse entre sí para permitir el flujo del líquido o del gas.
Los poros pueden clasificarse en función de su tamaño en:
Megaporos:_____________ 256-0.062 mm
Macrocapilares:_________ 0.062-0.0001 mm
Microcapilares:_________ <0.0001 mm
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permiten evaluar los porcentajes de radios de poro menores de 1 mm de los
materiales, por lo que no se obtiene información sobre la porosidad debida a
megaporos, que en algunas rocas sedimentarias y materiales de construcción
como morteros puede ser muy elevada. Las dimensiones de las probetas de
muestra medidas en el porosímetro de Hg dependen del aparato utilizado,
aunque es común que sean pequeñas, de unos mm de diámetro. Para asegurar
que los análisis sean representativos, pueden seguirse las recomendaciones del
Documento NORMAL 4/80.
Fig. 03
Porosidad total por intrusión de Hg y distribución de la porosidad en función del radio de poro (%
volumen absoluto y acumulado) en biocalcarenita y mortero de cal de San Jerónimo, Granada (de
Fernández-Cardell, 1998).
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Mh (kg) es el peso de la muestra saturada medida por pesada hidrostática.
Ejemplo:
Fig. 04 Pómez
ESCORIA: es una roca ígnea de color oscuro con
abundantes cavidades tipo burbuja llamadas
vesículas. El color de la escoria puede extenderse
desde el gris oscuro a un marrón rojizo profundo.
Tiene una composición similar a la del basalto, así
como una composición similar a la andesita.
Fig 05. Roca escoria
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b. Peso Especifico.
Es la relación numérica entre el peso de un cuerpo y el peso de igual volumen de
agua a 4°C, esto es la relación entre las densidades del cuerpo y la del agua. Esta
propiedad es adimensional (no se expresa en términos de unidades
determinadas) ya que es la relación entre dos cantidades con la misma
dimensión. Dado que el volumen del agua varía con la temperatura, se toma
como referencia la densidad del agua a 4°C.
Tipo de rocas
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c. Densidad.
La densidad es la relación entre la masa y el volumen de la sustancia, midiéndose
en unidades de masa/unidades de volumen (e.g., g/cc).
d. Permeabilidad.
La permeabilidad es la capacidad que tiene un material de permitirle a un flujo
que lo atraviese sin alterar su estructura interna. Se afirma que un material es
permeable si deja pasar a través de él una cantidad apreciable de fluido en un
tiempo dado, e impermeable o no permeable si la cantidad de fluido es
despreciable.
La velocidad con la que el fluido atraviesa el material depende de tres factores
básicos:
La porosidad del material y su estructura.
La viscosidad del fluido considerado, afectada por su temperatura;
La presión a que está sometido el fluido.
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La permeabilidad intrínseca de cualquier material poroso, se determina
mediante la fórmula de Darcy:
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Tabla N° 04. Permeabilidad intrínseca de algunos tipos de rocas
Ejemplos:
Fig 06. Caliza (izquierda), arenisca (derecha) rocas con mayor permeabilidad
e. Durabilidad.
Se define como la resistencia que presenta la roca ante los procesos de
alteración y desintegración. Esta propiedad índice también e conocida como
alterabilidad, en otras palabras, mide la tendencia a la rotura de los
componentes o de las estructuras de la roca.
La durabilidad puede ser afectada por procesos de hidratación, disolución y
oxidación. Esta propiedad aumenta con la densidad y se reduce con el contenido
de agua.
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III. PROPIEDADES MECÁNICAS
Las propiedades mecánicas definen la capacidad del material para resistir acciones externas o
internas que implican la aplicación de fuerzas sobre el mismo. Esencialmente, estas fuerzas son
de compresión, tensión (o extensión), flexión y de impacto.
a. Resistencia a la compresion.
La resistencia a la compresión es la carga (o peso) por unidad de área a la que el
material falla (se rompe) por fracturación por cizalla o extensional. Esta
propiedad es muy importante en la mecánica de materiales, tanto en situación
no confinada (i.e., uniaxial) como confinada (i.e., triaxial). Dado que los
materiales cerca de la superficie terrestre, incluyendo los edificios, suelen estar
sometidos a condiciones no confinadas, consideraremos exclusivamente esta
situación. En este caso, la resistencia a la compresión uniaxial (i.e., longitudinal)
se mide en una prensa hidráulica que registra el esfuerzo compresor (sl) aplicado
sobre una probeta de material en una dirección del espacio, y la deformación
lineal (el) inducida en esa misma
dirección.
Fig 07.
Desarrollo de fracturas extensionales y de cizalla como resultado de compresión.
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a su vez menores que los prismas y cilindros cortos (con alturas menores que sus
lados o radios). Igualmente, la resistencia a la compresión depende de la tasa de
aplicación de la carga, de forma que a mayores velocidades de compresión
mayor es el valor de la resistencia. La metodología experimental puede seguir la
norma ASTM D3148-86, según la cual las probetas de muestra serán cilíndricas,
con una relación altura/diámetro comprendida entre 2.5 y 3 (e.g., 10 cm de
altura por 4 cm de diámetro). Deben ensayarse al menos 5 probetas por cada
tipo de material, manteniendo la tasa de aplicación de la carga constante (entre
0.5 y 1 MPa/s). Por otra parte, hay que evitar una mala colocación de la probeta
en la prensa, para asegurar una distribución homogénea del esfuerzo compresor.
Sl=(Fl/S)
Dado que la fuerza es un vector, también lo es el esfuerzo. Así, dado que el signo
de la fuerza se toma negativo por convenio cuando es compresiva, y positivo
cuando es tensional, el esfuerzo compresor es negativo y el tensor es positivo.
b. Resistencia a la tensión.
La resistencia a la tensión es el esfuerzo tensional por unidad de área a la que el
material falla (se rompe) por fracturación extensional. Esta propiedad, que es
una indicación del grado de coherencia del material para resistir fuerzas
“tirantes”, depende de la resistencia de los minerales, del área interfacial entre
granos en contacto y del cemento intergranular e intragranular.
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tracción directa, quizás el más apropiado, se utilizan probetas cilíndricas con una
razón longitud/diámetro de 2 a 2.5. Los extremos de las probetas se introducen
(y pegan con resina epoxi) en unas cápsulas que están unidas a cadenas que
transmiten el esfuerzo tensional sin introducir componentes de torsión. La
norma ASTM D2936 regula los métodos y condiciones experimentales este
ensayo.
c. Modulo de elasticidad.
La elasticidad es una propiedad de un material ideal y podemos vincularla con los
materiales que se utilizan en ingeniería, incluyendo a las rocas en mayor o menor
grado y en función de cuanto estos materiales se acercan al ideal. Prácticamente
esto depende de tres factores principales: homogeneidad, isotropía y
continuidad, cada uno de los cuales pueden ser definidos dentro de ciertos
límites.
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deberá tener constituyentes y propiedades representativas del todo. La
homogeneidad depende en gran medida de la escala y podría ser posible
describir una roca masiva de grano muy fino como homogénea, mientras que
una roca de grano muy grueso dentro de dimensiones limitadas debe ser
considerada no homogénea.
La continuidad puede ser considerada como una referencia a la porosidad y/o a
la cantidad de diaclasas y fallas en un cuerpo rocoso particular. El grado de
continuidad afectará su cohesión y por lo tanto la diferente distribución de
tensiones a través de todo el cuerpo.
Las rocas elásticas deben ser de grano fino, masivas y compactas, una
propiedad de las rocas extrusivas (excepto cuando tienen vesículas, que
son espacios vacíos visibles) y las rocas filoneanas y algunas rocas
metamórficas finamente granudas. Estas rocas (Fig: 1 a) se aproximan de
muchas formas a las propiedades de un material elástico, frágil, que tiene
una relación cuasi - lineal entre tensión / deformación hacia el punto de
ruptura, por lo cual se las puede denominar rocas cuasi - elástica.
Rocas de menor elasticidad, son las rocas ígneas de grano grueso y
sedimentos compactados de grano fino, con baja porosidad y una
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razonable cohesión, por lo que se las denomina rocas semi-elásticas.
Estas tienen una relación tensión / deformación (Fig. 1b) en la cual la
pendiente de la curva (equivalente al modulo de elasticidad bajo
condiciones de cargas definidas) decrece con el incremento de la tensión.
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Tabla N° 06. Una lista de los valores de E y CL
ROCA E (Kg / cm) v
Granito 2 – 6 x 105 0.25
Microgranito 3 – 8 x 105 0.25
Sienita 6 – 8 x 105 0.25
Diorita 7 – 10 x 105 0.25
Dolerita 8 – 11 x 105 0.25
Gabro 7 – 11 x 105 0.25
Basalto 6 – 10 x 105
Arenisca 0,5 – 8 x 105
Lutita 1 – 3,5 x 105
caliza 1 – 8 x 105
dolomita 4 – 8,4 x 105
d. Coeficiente de Poisson.
El coeficiente de Poisson (denotado mediante la letra griega V ) es una constante
elástica que proporciona una medida del estrechamiento de sección de un
prisma de material elástico lineal e isótropo cuando se estira longitudinalmente y
se adelgaza en las direcciones perpendiculares a la de estiramiento. El nombre
de dicho coeficiente se le dio en honor al físico francés Simeon Poisson.
Fig. 09
Representacion de fuerzas
V = ( Ey / Ex ) = ( Ez / Ex )
Donde: E es deformación
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d.1 Materiales isótropos
Para un material isótropo elástico perfectamente incompresible, este es igual a
0,5. La mayor parte de los materiales prácticos en la ingeniería rondan entre 0,0
y 0,5, aunque existen algunos materiales compuestos llamados materiales
augéticos que tienen coeficiente de Poisson negativo. Termodinámicamente
puede probarse que todo material tiene coeficientes de Poisson en el intervalo (-
1, 0,5), dado que la energía elástica de deformación (por unidad de volumen)
para cualquier material isótropo alrededor del punto de equilibrio (estado
natural) puede escribirse aproximadamente como:
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d.2 Materiales ortótropos.
Para materiales ortotrópicos (como la madera), el cociente entre la deformación
unitaria longitudinal y la deformación unitaria transversal depende de la
dirección de estiramiento, puede comprobarse que para un material ortotrópico
el coeficiente de Poisson aparente puede expresarse en función de los
coeficientes de Poisson asociados a tres direcciones mutuamente
perpendiculares. De hecho entre las doce constantes elásticas habituales que
definen el comportamiento de un material elástico ortotrópico, sólo nueve de
ellas son independientes ya que deben cumplirse las restricciones entre los
coeficientes de Poisson principales y los módulos de Young principales
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Fig. 10. Maquina universal de pruebas, 810 MST
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IV. Bibliografía.
http://www.mlg7.com/mlg/informacion/historia-de-las-rocas
http://edafologia.ugr.es/optmine/intro/isoanis.htm
https://es.slideshare.net/zarethitha/propiedades-mecnicas-de-las-rocas
https://www.ugr.es/~agcasco/personal/restauracion/teoria/TEMA05.htm
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