En los últimos meses se han registrado varios acontecimientos que afectaron a ramas

políticas, económicas y sociales causados por el virus SARSCov2 y en general por la

crisis sanitaria, llegando a desembocar principalmente en una desigualdad económica ya
que, mientras que muchos pasan hambre debido a dicha crisis al menos 73 de las
personas más ricas de Latinoamérica están multiplicando sus fondos a raíz de negocios
relacionados con el campo de la salud. En Latinoamérica (datan los trabajadores de la
WFP) hay más de 13 millones de personas que están al borde de la hambruna, problema
que se vio agudizado a causa de la pandemia, ya que afecta las condiciones de
subsistencia económica básicas.
También se registraron colapsos en los frágiles sistemas de la salud, en las USIS y
funerarias debido a la cantidad masiva de contagios y por consecuencia, la cantidad
masiva de muertes generadas por el virus. Se dató también que, de acuerdo con los
últimos datos publicados por el FMI (Fondo monetario internacional) el endeudamiento
público de Latinoamérica crecerá esta año más de 10 puntos porcentuales, llegando a un
70.6% PIB (Producto interno bruto) con el que cerró en 2019, a una cifra de 81.5% lo
que sugiere que si se cada vez más el indicador total de la producción de la región la
deuda podía llegar a ser insostenible.
Y al hablar de desempleo… Latinoamérica rompe un record relacionado a la tasa de
desempleo con 42 millones de desempleados en los últimos cuatro meses, referente a
trabajos formales que desencadenó en una crisis social y económica… Pero es
desconcertante cuando se habla de la cifra de los trabajadores informales desempleados
que es de 130 millones en la región y se entiende que el 90% está en riesgo de llegar a
una pobreza extrema.