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8 datos que no sabías sobre el canibalismo

1. La carne humana tiene un sabor parecido al cerdo

O al menos así lo afirma Armin Meiwes, un caníbal famoso que asesinó a un


hombre y llegó a consumir hasta 20 kg de su carne. Él confesó que tenía un
gusto parecido a la carne de cerdo “pero un poco más amarga y más fuerte. Es
un sabor exquisito”. Aparentemente, la edad de la persona, la parte del cuerpo
y, evidentemente, la forma en que se cocina, influyen en el sabor final.

2. Hay dos tipos principales de canibalismo

El canibalismo se divide en dos grupos principales: endocanibalismo y


exocanibalismo.
Los endocaníbales comen los restos de sus amigos, familiares o miembros
muertos de su grupo como una forma de honrarlos y venerarlos. También
puede hacerse para “adquirir” algo del fallecido, como su sabiduría. La tribu de
los Fore en Papúa Nueva Guinea, por ejemplo, tienen ritos caníbales funerarios.
Por otro lado, los exocaníbales hacen lo mismo pero por mero placer y como
una forma de asustar a otros. Se suele basar en sentimientos de odio, ira,
desprecio y humillación, y suele darse cuando un grupo de personas come la
carne de sus enemigos. Un ejemplo son los Aztecas, que sacrificaban a
soldados capturados, y comerlos era un proceso de unión con los dioses.
3. Todos somos un poco caníbales

O al menos algunas personas son lo que se denomina “autocaníbal”: si alguna


vez te comiste las uñas, los mocos, los pellejitos de los dedos o la pielcita de los
labios practicaste el autocanibalismo.
Sin embargo, hay un lado más siniestro de esto, porque el autocanibalismo
puede ser patológico: hay personas que directamente se autolesionan para
comerse partes de su propio cuerpo, en general por trastornos de ansiedad
acompañados por auto rechazo. Quienes se lastiman gravemente suelen
presentar alteraciones en la conciencia y baja capacidad cognitiva. También
puede darse dentro de un brote psicótico, por consumo de alucinógenos o por
alguna parafilia que genere placer sexual.

4. El canibalismo es común entre animales

Muchos animales se comen unos a otros. Las hembras de algunas especies de


araña comen a sus compañeros reproductivos para aumentar sus posibilidades
de una fertilización exitosa. Incluso los hipopótamos, que normalmente son
herbívoros, han sido vistos comiéndose a otros de su especie. Acá podés ver
más ejemplos.

5. Se usaron cadáveres como medicamentos para curar enfermedades

Imaginate que estás en cama con gripe, llamás al médico para que te recete
algo y el tipo te da el hígado de alguien que murió la semana pasada. Bueno,
esto pasaba entre los siglos XII y XVII en Europa. En esa época se creía que la
grasa humana ayudaba a sanar heridas y que servía para tratar artritis y
reumatismo. También se pensaba que la sangre menstrual aliviaba la epilepsia.
Podés leer más sobre medicina caníbal acá.

6. Canibalismo para sobrevivir o antropofagia

Seguro te acordás de casos como en de los “sobrevivientes de Los Andes”


(Viven) u otros casos en los que personas se vieron obligadas a comer carne
humana para sobrevivir. En estos casos, algunos antropólogos prefieren usar el
término “antropofagia” en lugar de “canibalismo”, ya que no se trata de un
hábito alimenticio, sino de una necesidad. Sin embargo, antropofagia en
realidad significa “comer carne humana” y no necesariamente se da entre la
misma especie (por ejemplo, el caso de un tigre que se come una persona).

7. Los caníbales no eran caníbales

“Caníbales” fue el nombre con los que los conquistadores españoles


identificaban a las tribus caribes que encontraron en el norte de Sudamérica y
en América Central. Ellos instalaron la versión de que estos pueblos (con los
que estaban en guerra), se comían a sus enemigos. Sin embargo, los
historiadores concuerdan en que no hay evidencias de que fuera realmente así
y se inclinan por pensar que la acusación formaba parte de una estrategia para
presentarlos como salvajes despiadados en Europa. Algo así como una
campaña del miedo colonizadora.

8. El canibalismo puede causar una enfermedad muy grave

Las personas que practican el canibalismo tienen muchas probabilidades de


contraer kuru, una afección cerebral que genera fuertes temblores y que
frecuentemente termina en la muerte. Se produce por comer cerebros humanos
que contienen priones, unos agentes infecciosos que transmiten esta
enfermedad.

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