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“GESTIÓN DE RESIDUOS SÓLIDOS URBANOS, CAPACIDADES DEL

GOBIERNO MUNICIPAL Y DERECHOS AMBIENTALES”


Gran, Alberto y Bernache, Gerardo

Estudiante: Rafael A. Pajares García


Fuente: Sociedad y Ambiente, vol. 1, núm. 9, pp. 73-101.

Resumen
El presenta trabajo de investigación tiene como objetivo analizar las limitaciones de la
gestión municipal de Guadalajara en Jalisco, México respecto del manejo y la gestión de
residuos sólidos del área metropolitana de dicha ciudad.
El principal problema que el autor identifica es la centralización por parte de la gestión
municipal de las acciones o momentos que componen la gestión de los residuos sólidos.
Es decir, es la municipalidad quien se encarga de realizar el recojo, traslado y
disposición final de los residuos sólidos, sin administrar o delegar algunas de estas
acciones a otros actores sociales o, incluso, apoyarse en la labor de la propia población
local al respecto. Esto de por sí resulta un problema, pues la gestión municipal no
necesariamente cuenta con los recursos humanos, técnicos y económicos para garantizar
el desarrollo adecuada de dicho proceso, ello, a pesar que diferentes organismos
nacionales e internacionales, como la Organización Panamericana de la Salud,
recomienden el trabajo en conjunto con la sociedad.
A partir del análisis de las acciones de la municipalidad en la gestión de los residuos
sólidos, como la frecuencia del recojo de la basura por los camiones colectores o el
volumen de desechos destinados al reciclaje, es que el autor concluye que la
municipalidad no puede garantizar el cumplimiento idóneo de cada uno de los
momentos de los que compone la gestión de los residuos sólidos. Del mismo modo, la
cobertura no es total pues existe un porcentaje de vecinos que no pueden acceder a los
servicios de recojo de basura que ofrece la municipalidad.
Por otro lado, la labor de la municipalidad tampoco considera a los vecinos de la
jurisdicción como agentes de cambio, lo que les niega su capacidad de ejercer su
derecho a participar en el tratamiento de los desechos, y que pone en cuestión derechos
como la protección de la salud, el derecho a vivir en un medio ambiente adecuado para
su desarrollo y bienestar o su derecho de vivienda digna y decorosa. Como una muestra,
se señala que la gestión municipal no ha impulsado talleres de reciclaje y segregación de
los desechos entre los vecinos, ni mucho menos, actividades que se dirijan a fortalecer
la conciencia ambiental de la localidad.
En relación con lo anterior, el análisis de la autora señala algunas causas estructurales
que se haya detrás de esta situación. Así, este problema es consecuencia de la falta de
visión de la municipalidad para garantizar e impulsar la participación ciudadana en la
vida pública, y más importante, en la resolución de problemáticas que atañen a toda la
jurisdicción. Pervive entonces, una concepción paternalista del gobierno municipal que
concentra todas las posibilidades de acciones limitando el ejercicio ciudadano, y
viéndolos solo como últimos beneficiarios pero sin derecho a gestionar.
Para evaluar la percepción ciudadana acerca de la relación entre la gestión municipal y
los derechos ambientales, la autora elaboro guías de entrevistas para conocer diversos
aspectos del problema. El primero de ellos se dirigía a medir qué tanto conocían los
vecinos sobre sus derechos ambientales, para luego atender si creían que, de acuerdo a
la percepción que tenían de la gestión municipal de los residuos sólidos, la
contaminación ambiental vulneraba algunos de sus derechos.
Los resultados no son del todo alentadores, pues una buena parte de los vecinos
entrevistados (alrededor del 60%) conocían muy poco o nada sobre sus derechos
ambientales. En contraste, cerca del 68% de los entrevistados consideraba que la
contaminación ambiental sí afectaba sus derechos, y en especial, la generación basura,
el smog, la descarga de aguas sucias, los incendios forestales entre otros hechos.
En suma, el autor concluye que una mala gestión de los residuos sólidos vulnera los
derechos de los ciudadanos, y es más, podría ser una consecuencia de la vulneración de
los derechos en tanto se limita la participación ciudadana a favor de la centralización de
funciones. Entonces, es necesario que la gestión de los residuos sólidos y la
conservación del ambiente se discuta no solo desde un enfoque ambientalista, sino
también desde uno de carácter ciudadano y de derechos.

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