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El temor es un huésped indeseado que llega para quitarnos la paz. En estos tiempos, de
pandemia, los temores a la muerte son sentimientos que nos limitan y descontrolan. El
miedo es el arma predilecta del enemigo para alejarnos de Dios.
El miedo o temor, puede ser un estado, tanto positivo como negativo. Un miedo
saludable puede impedir que nos metamos en problemas y peligros. Por el contrario,
hay un tipo de miedo cobarde y paralizante que nos limita de manera equivocada, y que
es condenado en la biblia. Es importante distinguir el temor de Dios, del temor
entorpecedor y paralizante que carece del amor de Dios.
Todos los seres humanos hemos sentido estos tipos de temores en una u otra vez.
En la biblia, vemos ejemplos del miedo preventivo, con MOISÉS, GEDEÓN Y DAVID.
Y del miedo paralizante en el pueblo de Israel frente al mar rojo o cuando recibieron
malas noticias, antes de entrar a la tierra prometida.
El temor hace que nos sintamos inseguros y solos en todo lo que emprendamos.
(Éxodo 4:10-14)
Es un mal consejero que nos habla negativamente a cada instante, nos hace sentir
enfermos.
Es uno de los mayores opositores al desarrollo espiritual de los cristianos.
Debilita nuestra nuestro equilibrio emocional y baja nuestro sistema inmunológico.
El temor nos lleva a mirar la circunstancias con los ojos naturales y no con los ojos de
Dios.(Perdemos la fe, destruye nuestros sueños y esperanzas) (Numeros 13)