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El entomélogo Endo Hiroshi decidié cierea mafiana dejar de comes to- do aquello que pudiera patecerle saludable al resto de las petsonas. To- 1mé la decisién luego de la noche de insomnio —provocado quiz por el recuerdo de la vieja cocinera de la casa partiendo hacia la Caravana de los Seres Desdentados—, que siguié al banquete de bodas de sus padres. Durante aquella noche habia sentido, entre dormido y despierto, la des- aparicién de sus brazos y piernas provocada por la voracidad descontro- lada de su propio estémago. Fue tal la agresividad que mostté aquel {brgano, que Endo Hiroshi con las primeras luces del alba ya se sentia miembro del bando de aquellos que comen sélo pata estropeatlo. De los. {que pretenden transformarlos en 61ganos casi inservibles. Endo Hiroshi conocia de cerca historias de jévenes que morfan mostrando una delga- dez exttema por negatse de pronto a comer ni un grano de arroz. Algu- zos decfan que muchas de aquellas inapetencia eran causadas por una desilusidn amorosa, y ottos que se producia por seguir de una manera estricta la imposici6n de las modas que provenian de Occidente. Por el contiatio, sabfa también de hombres y mujeres que comfan hasta hartar- se, mostrando en sus corpulentos cuctpos la imposibilidad de abstracise al desenfienado deseo de tepresentar, dentro de si mismos, el universo entero.” En su familia, en mds de una ocasién se habfan dado las dos si- tuaciones opuestas. Incluso se presenté el caso de unos primos, mellizos, en el que la hermana se consumié producto de la anorexia, y el herma- ‘no se convirtié en un destacado luchador de Sumo.’ * Costumbre arcaica a la que deben someteise los ciudadanos que han perdido completamente la dentadura 2 Ceencia popular entre los caldeos astios principalmente, de que en el cuerpo hhumano estaba contenida la totalidad de las esferas celestes. Se cree, gracias a recientes estudios de corte psicolégico profundo, que en el hombre existen re- ‘manentes de esta conviccién como simbolo de superioridad socal > Tipo de lucha deportiva que tiene como fin celebrar los tiempos de cosecha 0 de abundancia, Se practica sobre todo en tegiones que se tigen pot el clendatio sola. 206 Endo Hiroshi recordaba ademés ls historias de los aos de gue. ra que oy6 de nifio. En ellas se hacta referencia a una escasez tal quel ‘muchos llegaron a matar por una racién de arroz.o un trozo de pescado, Escuché también relatos de la existencia de carne de toedor envuelta en’ delicados sushis,y de jévenes que se dedicaban a atrapar moscas para des. pués consumirlas a manera de mijo.’ El impacto de esos cuentos motivg, que el entomélogo Endo Hiroshi adquiriera desde pequefio un espiticy que de cierta manera, mezclaba una suerte de aversin y reverencia hacia IE comida Pores ranbn nunca eto de acuerdo con aquela expresin | extranjera, que afirmaba que la cocina de su nacién parecia estar hecha ‘ més para la apreciaci6n visual que para ser consumida.® En casa de sus { abuelos, donde pasé parte de su infancia porque a sus padres les estaba - prohibido vivir juntos, no se acostumbraba desperdiciar ningiin comes- | tible, Incluso muchas veces —basados principalmente en El libro deen- | sefianzas del profeta Magetsu— se implementé una peculiar manera de preparar los alimentos, que consista en enterrar los ingredientes varias horas seguidas en medio de piedras encendidas con lefa o carbén. El profeta Magetsu, monje del que se dice no cuvo una sino muchas muer- tes, concebia la creacién del universo como un obsequio de la madre tierra alos elementos constitutives del cosmos, entre los que estaba in-

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