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Dionel Martínez

"El cine Rialto", el mas cercano a nuestra casa y uno de los mas folklóricos con una
audiencia variopinta, era casi la única opción antes del San José, este Cine tenia sus
particularidades, era un cine que además de sus asientos en la parte baja, también tenia dos
balcones con asientos a ambos lados de la sala de proyección, su programación era muy
peculiar, tenía dos funciones de lunes a viernes, denominadas Tarde y Noche con horario
de 7 a 9 y de 9 a 11 PM, los sábados y domingos, ademas de estas, habian dos funciones
adicionales Denominadas Censura "A" fundamentalmente dirigida a los niños, una a las 10
de la mañana llamada Vermout y otra a las 3 de la tarde llamada
Matiné, en la antesala del cine en este horario generalmente, intercambiabamos con los
conocidos los "cuentos" (suplementos) de Superman, Llanero Solitario, Batman y otros, era
una bonita costumbre, en estas funciones era que proyectaban las series, estas normalmente
eran exhibidas en cartelera como Emocionante Serie + Vaquera de acción, que consistía en
una película vaquera, Cisco Kid, Rin Tin Tin, Llanero Solitario u otra, de media hora de
duración a lo sumo y luego la película estelar, que era la serie, también de media hora y que
continuaba la semana siguiente, los capítulos siempre terminaban en los momentos mas
emocionantes y te mantenían en suspenso toda la semana, una de las series mas
recordadas por mi fue, El Hombre de la Máscara de Hierro, trataba de un asesino que usaba
una máscara de hierro y el muchacho tenía que descubrir quien era el bandido, había como
cinco sospechosos y estaba rodeada de gran suspenso por saber quien era el villano, era
una de las mas largas, tenía como diez capítulos y en el último era cuando se iba a descubrir
quien era el asesino, en esos días saqué malas notas en unos exámenes, me castigaron, me
suspendieron el cine, no pude ver el final y nunca hasta el día de hoy supe quién era el
Hombre de la Máscara de hierro y ninguno de mis amigos de esa época -tendría yo 13 o 14
años- . veía la serie, para que me contara el final, fue una incógnita terrible que me
acompañó por algún tiempo, -Coincidencia- años después conversé con un gran e
importante amigo, a quien no conocía en aquel tiempo y me dijo que le ocurrió lo mismo con
la misma serie y en el mismo cine pero a el lo castigaron porque botó 20 bolívares cuando
iba a la bodega a hacer un "mandado" y con el "vuelto" la iban a dar para la entrada, se jodió
tampoco pudo ver el final, en este cine pasaban muchas películas que le faltaban algunas
partes, sobre todo en las escenas picantes, cuando la muchacha estaba a punto de quitarse
la ropa para acostarse con el muchacho la película saltaba para otra escena, entonces el
publico gritaba: " ¡ladrones!, ¡le robaron! y se formaba un gran alboroto con gritos, pitas, y
golpes en las sillas, esto siempre ocurría en el transcurso de la película, pero un día se
pasaron de maraca, se robaron el final de la película, en la última escena el muchacho
estaba peleando con el bandido al borde de un precipicio y la muchacha amarrada y
amordazada muy cerca, era la parte mas emocionante porque el muchacho aparentemente
estaba a punto de ser empujado al vació, con una música de fondo que te paraba los pelos y
de repente la película se detiene abruptamente, el operador, un flaco que tenía un violín
arrechísimo, que siempre andaba bañado en sudor y sin camisa por el calor que hacía en la
vieja sala de máquinas y que también hacía un ruido bestial como una moto sin escape, se
asomó por el balcón y le gritó al público: "la película terminó, al final el muchacho mató al
bandido y se quedó con la muchacha, FIN", prácticamente narró el final, mas vale que no, se
armó el pandemonio el cine se iba a caer, gritos, pita, las sillas iban a reventar de los golpes,
tiraron vasos, botellas, algún limpiabotas tiró una lata de crema de limpiar zapatos que me
pegó en la cabeza, estaba vacía pero me hizo un "chichón" y me dejó un "silbido" en los
oídos que me duró varios días, ese era el comportamiento del público del Rialto cuando se
sentía defraudado, también en estas funciones era cuando entraban mas vendedores de
cualquier cosa, maní, pastelitos, manjarete, turrón de coco, cagaleras y pare de contar.
Su propietario era un señor mayor, algo gordo llamado Alfredo que tenía un hijo llamado
Crucito que decía que estudiaba medicina, algunas veces atendía el cine y andaba con una
bata blanca, porque el y que estaba haciendo pasantía en el hospital. Después que cerró
funcionó allí la sede de AD, hoy esta abandonado, siempre he pensado que debe ser
construida por algún organismo oficial una edificación en el mismo lugar y que funcione allí
un cine de corte cultural con el mismo nombre, "Cine Rialto", para rescatar un poco el acervo
histórico de nuestro pueblo.

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