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Teoría Jurídica Del Delito PDF
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1. El concepto de delito
La teoría jurídica del delito es una herramienta “conceptual” que permite determinar cuándo un comportamiento
humano es constitutivo de delito, y por ende, merecedor de una sanción penal. El artículo 11 del Código Penal (en
adelante CP) señala que: “Son delitos y faltas las acciones u omisiones dolosas o culposas penadas por la ley”.
Con esta definición:
El delito (o la falta) es ante todo: conducta humana (de hacer o no hacer) intencional o negligente.
Establece un derecho penal de acto: se sanciona a las personas “por lo que hacen” o “por lo que dejan
de hacer” y no “por lo que son” (derecho penal de autor).
Las ideas y los pensamientos (mientras no se materialicen en conductas externas) son impunes. (cogitationis
poenam nemo partitur: los pensamientos no delinquen).
Se plasma una de las garantías derivadas del principio de legalidad (art. 2 del TPL del CP): se castiga
penalmente solo las conductas previamente descritas y conminadas con una pena en la ley.
La diferencia entre delito y falta es solo cuantitativa (más no cualitativa): el delito es más grave que la falta.
La finalidad del derecho penal es “prevenir” la realización de comportamientos lesivos o peligrosos para los bienes
jurídicos (vida, patrimonio, salud, honor, libertad, etc.) recurriendo para ello a la amenaza e imposición de una
sanción grave: la pena. A la descripción de esa conducta lesiva o peligrosa y su correspondiente castigo que se hace
en la ley se le denomina tipo penal. La estructura de un tipo viene dada entonces por 2 componentes: (1) precepto
(supuesto de hecho o descripción de la conducta); y, (2) sanción (consecuencia jurídica o castigo). Ejemplos:
Art. 106 del CP: “El que mata a otro, será reprimido con una pena privativa de libertad no menor de 6 ni
mayor de 20 años”.
Art. 149 del CP: “El que omite cumplir su obligación de prestar los alimentos que establece una resolución
judicial, será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de tres años, o con prestación de servicio
comunitario de veinte a cincuentidós jornadas, sin perjuicio de cumplir el mandato judicial”.
Detrás de toda “ley penal” (tipo penal) subyace siempre una “norma penal” (prohibitiva o de mandato) que cumple
una función motivadora sobre todos los ciudadanos, pues como mensaje dirigido a ellos pretende encauzar las
conductas individuales dentro de las pautas de comportamiento establecidos para la sociedad. Ejemplos:
La norma penal que subyace al tipo de homicidio (art. 106 CP) es: “no matarás” (norma prohibitiva). La
norma penal que subyace al tipo de omisión a la asistencia familiar (art. 149 CP) es: “cumple tu obligación
de prestar los alimentos” (norma imperativa o de mandato).
Ahora bien la pena solo puede imponerse luego de verificar que el ciudadano (destinatario de la norma penal) ha
realizado un comportamiento (acción u omisión) que se subsume exactamente en el supuesto de hecho de una ley
penal previamente dada (tipicidad) y sin estar autorizado para ello (antijuricidad), y siempre que dicho ciudadano
haya podido comprender la ilicitud de su acto y actuar conforme a esa comprensión (culpabilidad). Por esta razón,
la doctrina viene definiendo al delito (y a la falta) de modo general como un hecho ilícito (típico y antijurídico)
realizado por un autor culpable.
A. El tipo objetivo
El tipo objetivo consiste en la descripción objetiva del suceso. Ejem: matar a otro (106 CP), tener acceso carnal con
un menor de edad (173 CP), hacer abortar a una mujer sin su consentimiento (116 CP), etc. Debido a la naturaleza
de la norma penal infringida (prohibitiva o de mandato), en el tipo objetivo se permite distinguir a los delitos de
acción (de hacer) y a los delitos de omisión (no hacer).
a) Delitos de acción (hacer).- El derecho penal en su misión de prevenir conductas peligrosas o lesivas a los
bienes jurídicos generalmente prohíbe acciones de riesgo que suponen la lesión o puesta en peligro de dichos
bienes, amenazando con una pena la realización de la acción prohibida por la norma (violación de una
norma prohibitiva – Ejem: art. 185 del CP)
b) Delitos de omisión (no hacer).- El derecho en forma excepcional también establece mandatos de acción,
esto es, ordena al ciudadano intervenir en determinadas situaciones para conjurar los peligros o evitar lesiones
a los bienes jurídicos de terceros, amenazando con una pena la omisión de la conducta mandada por la
norma (violación de una norma imperativa o de mandato - Ejem: art. 127 del CP)
B. El tipo subjetivo
Si la norma penal tiene por finalidad motivar a los ciudadanos para que se abstengan de realizar comportamientos
que lesionen o pongan en peligro los bienes jurídicos, queda claro entonces que tiene que haber una relación
psicológica (nexo subjetivo) entre el destinatario de la norma y el hecho descrito en la misma. El tipo penal en su
aspecto subjetivo exige la presencia de dolo o imprudencia ya que no se puede establecer un deber de abstención
Prof. Carlos R. Castañeda Ferradas
en aquellos comportamientos que se realizan sin haber podido conocer el alcance del riesgo generado, pues no
se puede evitar “lo que no se conoce ni se ha podido conocer”. La forma de llevar a cabo la vulneración de
la norma penal, es decir, el nexo subjetivo que se establece entre el sujeto y el hecho realizado, nos permite realizar
una nueva clasificación delictiva entre tipos dolosos y tipos culposos (imprudentes).
c) Como diferenciar los tipos dolosos de los tipos culposos en el Código Penal?
El artículo 12 del CP establece que: “Las penas establecidas por la ley se aplican siempre al agente de infracción
dolosa. El agente de infracción culposa es punible en los casos expresamente establecidos por la ley”. Con
este dispositivo legal el código penal sigue un sistema cerrado o de numerus clausus para incriminar y sancionar
la conducta culposa (imprudente), de modo que, ésta solo resulta punible cuando expresamente lo disponga la ley
penal, debiendo entenderse entonces que, cuando la ley penal no menciona la culpa (que vendría a ser la excepción)
solo se castiga la conducta dolosa (que vendría a ser la regla). Ejemplos:
Matar a otra persona, es una conducta que se adecua al tipo de homicidio (art. 106 del CP), por ende, es una
conducta (en principio) anti-normativa, debido a vulnera la norma general prohibitiva del “no matarás”. Sin
embargo, excepcionalmente la muerte de una persona puede estar autorizada por el derecho si concurre alguna
causa de justificación como la legítima defensa (art. 20.3 del CP).
Planteadas así las cosas, la antijuricidad es una categoría que se determina por un procedimiento de carácter
negativo o excluyente, esto es, se podrá afirmar su existencia luego de descartar _en el caso concreto_ todas y cada
una de las posibles causas de justificación previstas en la ley que podrían jugar a favor del autor del hecho. De no
concurrir ninguna causa de justificación el indicio de antijuricidad (que suponía la tipicidad) dejará de ser tal para
Prof. Carlos R. Castañeda Ferradas
dar paso a la antijuricidad plena, y por ende, a la ilicitud del hecho, esto es, a la realización de un injusto penal.
Son causas de justificación previstas en la ley que autorizarían la realización de la conducta típica:
Debe quedar claro entonces que la excusa absolutoria no afecta en nada al injusto ni a la culpabilidad, que
quedan intactos. Lo único que hace la excusa absolutoria es impedir que se pueda aplicar el castigo al infractor. Se
tratará entonces de verdaderos delitos o faltas que quedarán sin castigo por propio mandato de la ley.