La poesía pertenece al Género Lírico porque este género se
refiere al mundo de los sentimientos y emociones, es decir, a la influencia y repercusión de la realidad en el espíritu del hombre, en el mundo interior del escritor, la cual provoca en él un estado anímico o emoción única. Al género lírico pertenecen todas las obras escritas en verso o prosa en las que se expresan sentimientos y emociones íntimas, individuales, personales. De acuerdo a esto, las obras líricas, entre ellas la poesía, tienen un carácter subjetivo porque muestran sentimientos y emociones personales. Por ejemplo: Hay personas que al ver una puesta de sol en el mar se emocionan. Algunos de ellos sienten la necesidad de escribir esas emociones y sentimientos, los cuales pueden ser de alegría, tristeza, nostalgia, rabia, etc. (todos estos sentimientos son íntimos, son parte de nuestro mundo interior). Si además están escritas en forma de verso o prosa lírica significa que es una poesía y que, por consecuencia es una obra que pertenece al género lírico. Una poesía, además de las dos características nombradas anteriormente, debe también tener cierta sonoridad especial y ritmo. La persona que escribe un poema se llama Poeta; el poeta es el que expresa un sentimiento ante la realidad o suceso (carácter subjetivo). Elementos de una creación lírica: 1) Objeto lírico: Circunstancia o ser que provoca un estado anímico determinado en el poeta. 2) Temple de ánimo: Emoción o estado de ánimo del poeta. 3) Motivo lírico: Corresponde al concepto o a la idea presente en una determinada composición poética. Esta idea o concepto representa lo más importante del mensaje, siendo por lo general un sustantivo abstracto, como la tristeza, el amor, la soledad, la nostalgia, la angustia, etc. En otras palabras, se
4) Hablante lírico: es el personaje o ser ficticio creado por el
poeta para trasmitir al lector su realidad, su propia forma de verla y sentirla; es decir, es el que entrega el contenido del poema, el que trasmite estas impresiones, sentimientos y emociones al lector, él se encarga de mostrar la realidad del poeta. “¡Como se van las horas, y tras ellas los días, y los floridos años de nuestra frágil vida! La vejez luego viene del amor enemiga, y entre fúnebres sombras la muerte se avecina, que escuálida y temblando, fea, informe, amarilla, nos aterra, y apaga nuestros fuegos y dichas […]” Eres la más bella entre las bellas, tus ojos brillan como las estrellas, tu rostro y tus facciones, son tan bellas que ni las canciones, pueden igualar, una belleza tal. A quién contaré mis quejas, mi lindo amor; a quién contaré yo mis quejas, si a vos no? Mis penas son como ondas del mar, que unas se vienen y otras se van: de día y de noche guerra me dan.