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Índice

Introducción……………………………………..……………… 2
Colitis linfocítica……….……………….…………...…..……… 2
Colitis colagenosa……………..……………………………….. 4
Tratamiento ………….…….……………….………….………. 5
Bibliografía ………………………………..….………………... 7

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Colitis microscópica.
La colitis microscópica es un término utilizado para describir una condición médica
caracterizada por diarrea crónica acuosa, una apariencia endoscópica casi normal de la
mucosa del colon y cambios histopatológicos típicos.
Se han descrito dos formas histológicas de CM:
Colitis linfocítica
Colitis colagenosa
cada una, con epidemiología, enfermedades asociadas y curso clínico semejantes.
Adicionalmente, comparten aspectos histológicos similares, como una lámina propia con
incremento de células inflamatorias y daño del epitelio superficial.
En 1976 Lindstrom hace por primera vez la descripción de colitis microscópica como una
nueva entidad. La forma de presentación clínica más frecuente es: diarrea acuosa, dolor
abdominal y pérdida de peso.
Ni la etiología ni la patogénesis tanto de la colitis linfocítica como de la colitis colagenosa
son aún muy claras. Sin embargo, estudios observacionales sugieren una asociación
entre colitis microscópica y varias enfermedades autoinmunes, como la tiroiditis
autoinmune, la artritis reumatoide, la enfermedad celiaca y otras enfermedades como la
enfermedad inflamatoria intestinal. El consumo de medicamentos, entre los que se
destacan los AINES, los inhibidores de la bomba de protones y los inhibidores del
receptor de histamina (ranitidina y cimetidina), se han asociado tanto a colitis linfocítica
como a colitis colagenosa.

Los mecanismos fisiopatológicos de la diarrea en los pacientes están analizados


recientemente e investigados a través del análisis del peso fecal, electrólitos fecales, y el
pH de la materia fecal. La diarrea de la colitis microscópica sería de tipo secretor.
Mientras que en la colitis linfocítica se explicaría por una disminución de la absorción de
sodio en la colitis colagenosa sería por una disminución del intercambio cloro/bicarbonato
y un aumento de la secreción de cloro.

La asociación de la colitis microscópica con enfermedades autoinmunes es ampliamente


reconocida. La mayoría de los pacientes con colitis microscópica son de sexo femenino y
presentan trastornos autoinmunes asociados: artritis reumatoidea, enfermedades
tiroideas, diabetes, enfermedad celíaca raramente y esclerodermia.

Colitis linfocítica

Epidemiología

La incidencia de la colitis linfocítica en Europa varía entre 1.1 a 3.1/100 000 personas por
año, con una prevalencia de 10 a 15,7/100 000 personas.
En Norteamérica la incidencia era de 5,5/100 000 personas, con una prevalencia de
63,7/100 000 personas, para finales de 2001. En América Latina se conocen cifras
aisladas de prevalencia de colitis microscópica en países como Uruguay, y en Colombia
no se hallaron publicaciones sobre la epidemiología de la colitis microscópica.

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El promedio de edad de los pacientes al momento del diagnóstico es de 60 años, y es
hasta 2.7 veces más común en mujeres que en hombres.

Sintomatología

Los pacientes con colitis linfocítica presentan diarrea acuosa crónica con una duración
promedio antes del diagnóstico de entre 3 y 30 meses y un número de deposiciones
diarias de entre 4 y 6. Adicionalmente, otros síntomas, como dolor abdominal,
incontinencia, urgencia, flatulencia y pérdida de peso, han sido asociados a la colitis
linfocítica.

Hallazgos endoscópicos

La mayoría de los pacientes tienen una mucosa de apariencia endoscópica normal. En


menor proporción pueden presentar eritema, edema y un patrón de distribución anormal
de los vasos. Los cambios en la colitis linfocítica pueden ser irregulares en cuanto a su
distribución por las diferentes porciones del colon, y ser más severos en el colon derecho.
Se recomienda tomar múltiples biopsias del colon, incluyendo sus porciones ascendente,
transversa, descendente y rectosigmoide, y enviarlas, preferiblemente, en recipientes
separados.

Hallazgos histológicos

La colitis linfocítica se caracteriza por


un incremento de los linfocitos
intraepiteliales (LIE) (> 20 linfocitos/100
células epiteliales) tanto en el epitelio
superficial como en el epitelio de las
criptas, en una mucosa con un patrón
arquitectural normal; todo ello,
acompañado por daño en el epitelio
superficial y un infiltrado inflamatorio
mononuclear mixto (plasmocitos,
linfocitos) y escasos eosinófilos en la
lámina propia, en ausencia de un
depósito colágeno subepitelial. El daño
en el epitelio superficial está asociado a
la infiltración por los linfocitos y a
características degenerativas como
vacuolas citoplasmáticas, pérdida de
mucina, irregularidad nuclear, picnosis
y aplanamiento.

En la literatura han sido descritas dos


variantes histopatológicas de colitis
linfocítica; cada una de ellas, con muy pocos casos informados y sin aparente significado
pronóstico para los pacientes. La primera de ellas es la colitis linfocítica paucicelular,
descrita en pacientes con síntomas similares a los ya nombrados, pero histológicamente

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con focos salteados de leve incremento de LIE e infiltrado linfoplasmocitario en la lámina
propia, separados por fragmentos de mucosa normal.
La segunda variante es la colitis linfocítica con células gigantes, y se refiere a la presencia
de células gigantes subepiteliales en el contexto de una colitis linfocítica típica.

Colitis colagenosa

Epidemiología

La incidencia anual de colitis colagenosa en Europa varía entre 0.6 a 5.2/100 000
personas, con una prevalencia de 10 a 15.7/100 000 personas. En Estados Unidos la
incidencia era de 3.1/100 000 personas/año, y la prevalencia, de 39,3/100000 personas, a
fines de 2001. El promedio de edad de los pacientes al momento del diagnóstico es de 63
años, con un rango de edad entre los 29-93 años; es muy raro en niños, y 3 veces más
común en mujeres que en hombres.

Sintomatología

Los pacientes con colitis colagenosa presentan síntomas similares a los de los pacientes
con colitis linfocítica; es decir, diarrea acuosa crónica, con una duración promedio antes
del diagnóstico de 24 meses y un número de deposiciones diarias de 6.

Hallazgos endoscópicos

La mayoría de los pacientes con colitis colagenosa tienen una mucosa de apariencia
usual; sin embargo, se han informado hallazgos como alteración del patrón vascular
mucoso, nodularidad y algunos casos de perforación durante la colonoscopia o entre uno
y cinco días después del procedimiento.
Los cambios en la colitis colagenosa pueden ser irregulares en su distribución, al igual
que en la colitis linfocítica, y ser más comunes en el colon proximal; sin embargo, la colitis
colagenosa no compromete únicamente el colon derecho. Por tanto, se recomienda tomar
múltiples biopsias de la mucosa, incluyendo el colon derecho, el transverso, el
descendente y el rectosigmoide, y enviarlas, preferiblemente, en recipientes separados.

Hallazgos histológicos

La colitis colagenosa se caracteriza por una banda de colágeno subepitelial engrosada,


que por definición mide más de 10 µm de grosor; sin embargo, medir dicha banda resulta
dispendioso y no es práctico hacerlo. Por ello, está descrito que no solo el aumento del
grosor de la banda, sino su patrón de distribución anormal, extendiéndose dentro de la
lámina propia y envolviendo y atrapando capilares y fibroblastos, es la clave para el
diagnóstico.
La presencia de la banda de colágeno anormal por sí sola no es diagnóstica de colitis
colagenosa; por tanto, deben hacerse presentes otras características, como el aumento
del infiltrado mononuclear en la lámina propia, con abundantes eosinófilos en algunos
casos, así como el aumento de los LIE (en menor proporción que en la colitis linfocítica) y
el daño del epitelio superficial, que en la colitis colagenosa suele desprenderse y
separarse de la membrana basal, y así deja expuesta la banda de colágeno anormal.

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La banda de colágeno subepitelial
debe hacerse en una biopsia bien
orientada, porque los cortes
tangenciales de la mucosa colónica
pueden dar la falsa impresión de que
está engrosada.

Al igual que en la colitis linfocítica, en


la colitis colagenosa se han descrito
variantes histológicas sin aparente
significado pronóstico, y entre las
cuales se incluyen la colitis
colagenosa pseudomembranosa y la
colitis colagenosa con células
gigantes.

La colitis colagenosa
pseudomembranosa es muy rara, y
se caracteriza por pseudomembranas
fibrinopurulentas protruyendo de la
mucosa en el contexto de una colitis
colagenosa típica.

La colitis colagenosa con células gigantes consiste en una colitis colaginosa típica con
células gigantes subepiteliales CD68+.

Tratamiento
Algunos pacientes pueden presentar remisiones espontáneas de la diarrea, y otros
pueden mejorar con tratamiento sintomático (antidiarreicos y agentes formadores de
masa). Deben suprimirse fármacos que podrían ser el origen de la diarrea (AINE,
ticlodipina, ranitidina, venotónicos).
Los medicamentos que se han utilizado son: Salicilatos (salazopirina, mesalazina) cuya
respuesta es de alrededor del 40-60% en colitis colágena, basados en series amplias
retrospectivas de pacientes. En la colitis linfocítica este tipo de fármacos se asocia a tasas
de respuesta superiores, con cifras del 70 al 90%. En un número considerable de
pacientes, se produce la recurrencia de los síntomas tras la suspensión, siendo necesaria
la realización de tratamientos de mantenimiento.
De forma empírica se aconseja iniciar el tratamiento con mesalazina a dosis de 3 g/día
durante al menos 1 mes. Si el tratamiento es efectivo debería mantenerse durante al
menos 3 meses, y en este momento intentar suspenderlo. Si se observa la recurrencia de
los síntomas será necesario iniciar un tratamiento de mantenimiento.
Corticosteroides: Prednisona (1 mg/kg/día, vía oral) es uno de los tratamientos más
efectivos en la colitis colágena. De acuerdo con la literatura, hasta un 80% de los
pacientes responden a este fármaco. Sin embargo, el efecto no es sostenido y la recidiva

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ocurre de forma precoz tras su retirada. La dosis requerida para mantener la remisión es a
menudo inaceptablemente alta, superior a los 20 mg/día.
INDICACIONES QUIRÚRGICAS
En caso de síntomas incapacitantes y refractarios al tratamiento farmacológico, y tras
descartar enfermedades asociadas que pueden ser causa de diarrea, podría estar
indicado la realización de una derivación quirúrgica del tránsito intestinal mediante una
ileostomía o la realización de una proctocolectomía total con ileostomía. Esta indicación
debe valorarse individualmente para cada paciente.

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Bibliografía
Jordá, E. V. G., Fernández, O. D. C., Martínez, R., Menocal, J. G., & Anido Escobar, V. (2008).
Colitis microscópica: Revisión actualizada. Revista Mexicana de Coloproctología Enfermedades del
Ano, Recto y Colon, 14(2), 69-73.

Melo Uribe, M. A., & Castilla Puentes, E. A. (2013). Diagnóstico histopatológico de colitis
microscópica: enfoque práctico. Revista Colombiana de Gastroenterología, 28(4).

Miquel PJ, Gil GLA, García HF, Peña E, del Pozo D. Colitis colágena: una entidad con diversas
opciones terapéuticas. Rev Clin Esp 2000; 200: 602-604.

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