Está en la página 1de 31
Logica tore Dos monoprafasinresante son B.C. van Fraasien, Forma Se. ‘antics and Logie, Nueva York: Macmillan, 1971, K. Layibert B.C. van Fansen, Deviation and Counterexonpe,Ensing/y Bel mont, Calif: Dishenson, 1972 ince relevant La obraclaees A. Anderson yN. D,Uenap,Eaiment, Pi ston: Princeton University Pres, 1975, Alguno/ensayes impor fantes son J. F Bennet, «lntaimentn, Philosophical Review. 7, 1968 pp. 17-236, Hacking, «What ie Sri lilicaton®», Journal of Symbolic Loge, 28, 1963, pp. 51-57; D. Set, «On Engendering fan Illusion of Understanding», Journal afPhiosophy, 68, 1971 pp. 787-407 / ‘oBRAS SINOPTICAS / / Algunos surveys que inentan corr lo divers dearolis en sl eanpo de Ia lies alternativin som N. Reacher, Topics i Phi losophiea! Loge, Doves: Reidel 1968; Kiba, comp., Com temporary Phiesphy, I Logie and! the Foundation of Mather fies Foren: Lt Nuova fh, 1968; G. Foia,comp., Conte porary Phioxophy. 1: Phijasophy of Language. Philosophical Le 1981. Espevalmente ecomenable para io exudia de Ts logicas no clasicas ese by 198, eespectvamente extn amuncios ros Ait: Aternarivesto Classical Lape y IV: Tope dos volimene ios desde na perspetiva wdeflaionarae favorable la lorieysica por W. V. Quine en su Filosofia del logic, Madi Aliglaa, 1973. Una perspectiva pragmatista ms Favorable a Ino ‘ok divergenes tla adoptada poe Susan Haack en Lepice diver ‘gee, Madrid: Paraninfo, 1979, yen Flosfia dels legis, Mas fed: Catedea, 1981 194 FILOSOFIA DEL LENGUAJE i POR CARLOS P, OTERO A484 oe eis 7 Uecuase* EMT Me Ane Twos, 2429, e7ha=ma El impulso inicial de la filosofia del lenguaje con- temporanea se puede decir que se remonta exactamen~ teal ano 1879, ya que éste fue el afo en que vio la luz la wconceptogratian (Begriffsschrift) del matematico y fildsofo aleman Gottlob Frege (1848-1925), coetneo, de Edmund Husserl y de Sigmund Freud (estudiantes los dos en las clases de Franz Brentano)* '. El interés de Frege por cuestiones de filosofia del lenguaje, co- mo el de Bertrand Russell (1872-1970) algunos altos des- pus, es una consecuencia mas bien directa de sus in- Vestigaciones sobre la naturaleza del conocimiento ma- ematico y sus fundamentos. Al tratar de dar cuenta de ese conocimiento uno y otro se vio compelido a es- tudiar a fondo la naturaleza de la l6gica y la naturale va de la representacién linglistica. La filosofia del len fquaje es, pues, en su origen, un wesquejen de la fils: fia de la matematica, Pero eso no es todo. Cabria de- cir, sin demasiada exageracién, que la linea que va (0 Inds bien viene) desde Frege a Noam Chomsky es una. linea sin apenas meandros, virlualmente ininterrumpi- 7 Dads ay limitaciones de espacio, erataré de reduc as rele scans minim tant en so puter cor en la mane. de hacer ee Paden ser competadan en exalqaiera de fs dos sentidos ha (Scr uso dela tibogratin de Oter, 19RS. Se puede ver ademss id tremnas einformatnnmdieactones biiograteas de nal deca Phloem Acero etal, 1982 ‘Nose have constr elu de x pblicaciones ingles es New vor tle Toy francesa ies Pato el dels espanol 5 3 Ma deel de los de Posey ls de Reidel es Dordrecht (Holanda) "Teago ae agradecer & Noam Chomsky, James Higgiabetham, Nort Hornnten, David alan, Robert May y Ade Mercier Sako fara deca indrctamente, datos de especial ne rey pa VTGir Dummett; véase, adem, Reseik, No faltan, por supues to, precusoren de lo eusie quiz el mas obvi es Lei sh tare. 979) Sobel signficnton dea pramaiea ya opca de Pom Koya, ease Chomsky, 1966 (CL). 197 da, con poco de guadiinica, por mas que algunas de- rivaciones que se apartan mas o menos del curso prin- cipal puedan dar a veces una impresidn engafiosa, al ‘menos al poco avisado. Desde Ia atalaya de 1985," un siglo por encima de la de Frege, no parece difiil dis- tinguir la corriente principal de las tributarias, y por supuesto de las vias muertas. Pero para ello es preciso establecer antes puntos de referencia orientadores, em- pezando por poner en una perspectiva iluminadora al- {Bunos hitos importantes en la evolucién cultural de las tiltimas generaciones. 1. POSITIVISMO LoGico Un punto de referencia importante para nuestro pro. posito es el allo 1903, cuando Bertrand Russell (bajo Ia influencia de G. E. Moore) inicia el movimiento de ‘oposicidn al Idealismo de ascendencia germanica que habia prevalecido a todo lo largo y casi todo lo ancha del siglo XIx®. Fue precisamente en 1903, el ano en que hizo su aparicion su magistral libro The principles of mathematics (iamado a influir radicalmente en el derrotero de Ludwig Wittgenstein), cuando Russell pro- clamé a os cuatro vientos 1a importancia «epocal («epoch-making») de los descubrimientos de Frege, ‘que, por sorprendente que parezca desde nuestro wvan- tage point», seguian sin ser reconocidos, pese a que Fre- se habia publicado su primer libro (Begriffeschrifiha- fa ya treinta y cuatro afios, y habia acertado a dar la primera definicin adecuada de «niimero» en la histo- ria de la humanidad en 18842, Las innovadoras ideas 2 te. Ayer, 1982, > No dela cd ser notable que todas as definiciones de wndmero» propuesasentes dela de Frege contengan errores lopicos elements fes'De hecho, hasta entonees fue poco menos que comin Kdeni. at wnimeros con splualidad (odava hoy se habla de wamero framatial cuando se qulete hacer referencia ala dstincion win 198 de Russell, que habian de llevar directamente al cele~ brado Tractatus logico-philosophicus de su dotado dis- cipulo, allanan el camino al Circulo de Viena, ta es- ucla dedicada de Hleno a la nueva filosofia, a'la que se dio el nombre de «positivismo légico» * Como dice muy bien el propio Russell en su celebra- do articulo retrospectivo de 1950, la expresion «posi- tivismo légico» denomina un método, no un tipo de resultado. A juicio de Russell, un fildsofo es un «posi tivista légico» si sostiene que no hay un modo especial ‘ular, uno singular» caracterisica de Ins eng naturales). Eta ‘Erroneaientfleacon de anumero» con Ia sme puraidad pve ‘Sesenido toda la sofia del mero pre egulaa, ajc de Rus S2l (1945, cap 31). Retengamos, paralo que die uego, que, com ‘neste eato, un avance de capital importancia en el desarote cu. {ural dea vanguardia dela humanidad promovide por los adler tados del gnia humano puede no sr apravechado de meat ben $a por fala de informacion bien por desaprovecharsentoitenio- fal De hecho, no som rare os pasos aris, en el vigaguco de los ‘Shitamientor Somo se desprende de To que tgve. Result sempre ominador volver vst sobre ls feocess a las ues cua {So despues de a elieg cultural Ine aguas se aclaran puesta la ‘aime a idea de que acervo cultural acumtlado ese resultado ‘ontinuativo (elstvamentecumulavo) de sucesivasaproximaciones ‘tla verdad en Ins que cada ead e consecuencia del pereccona Inient, no del rechazo, de To mds vaoso del estado anterior (en ttrminos deo logrado realmente). Los reshazos quedan ards como ta esta testinomal da fla de aceto de los destructores, ¥en Parieular de a propension ms o menos era, dels no mejor do Tedova adentarse a toda marcha en cabejone sn aida veers 00 Aemasiad disimulados por ls naturaleza Tues Ia mejor peeseatacion del movimiento ens conjunto ta sondo libro de Vitor Kraft sobre su pritera poe Que ce fra sv ateneén ona obra de Rudalf Carap (antigo alan de Frege tn Jena), oma seertada si selene en cuenta que Tos dos prandes ge ‘ios, Tarst ¥ Godel on figuras de certo modo marginals con ts: fevto al Circlor El lia de Krat pede ser complementado con {lpnimer bro de A. J-Ajet (attodutor de movimento en la Gran ) pubicado en 1936 cuando el autor solo contaba vitiin Fy con su valiosa anologia Logical positivism, que seve Siendo epresentativa, Sobre Ia fortuna del Cirulo en Estados Un dons consecuencin del nario, vase trabajo de H. Fig en Fe de conosimiento que sea peculiar y exclusiva de fa f- Tosti, y que las chestiones Cctcas slo pueden ser deididat por los empiricos metodos de la ciencla, en claro contaste co las cvestones que pueden ser det | dias sin ener que recrrr aa experiencia, que o bien son cucstiones matematiea o bien cuestones lings | fon Esta postion soli iracompanada da nest va.a aceptar eonelusiones basada en premisas no cm: piveas (en particular fax conclusions puramente espe Euatvas dea metals pass pres > podian tener base empiri), pero esto no dstngue a Ios postvstasloieos de fos excepicns respect alos resultados ela pura especulaion, Distinivo del Ci Calo de Viena ex el papel otoreado, por una parte, a lematematic yaa leeca,y por otra al ceca a ural, junto con el Enfasis sobre aspects de problemas itowics taditonales que pare os ran de nature tezalingistie, Esta era tina innovacion my impor. et, su concern ge oan on drs sentir, som ptentes muchos sos despues, como luego Giee. Baste recordar que, en contraste on 10 Toso: fos continentaes Descartes, Lebniey Kant, apasiona- dos dela matemiia, ls antracionalstas brtincos de Locke a John Stuart Mil, manfesaron desinterés, ¥ atin hostlida, por los enfoques materaticos. a ba: Ze ania del Ceuta de Viena ee exten eo Historia del vlc, proce dels prandesavan sina ana combina posivan ogee arse inset cra eupnoeic fa ‘Se unpre biogas anda examen ‘arnt tapas eforbaa) aerate nea ae ey rs strona pe ve Cad 898 Conse tare neces opmrds asl aque apumacs et hes {Speen ord nt OSE). Ses hale ‘toveL apa pntans Gam alo paces spr pe se Lope a Roe 35) 200 ces dela Wgica formal y la matemitic iniciados por Fee, La eforia gnerada po fox nuevos conocimien {os i pensar a algunos qe muchas uestiones filo- ‘Shiem pdrian en fo suesivo ser resucta con paien- ery ibidenei,y que otras resltarianseudopro: tlshas que se dsclertan por si mismos al ser objeto Ulu aniss riguroso, Carnap, my representaivo de thane del prupos ego a mantener que todos los pro= Sianae ables son debldos a stores de sintaxs 9 Ula cuand estos errors fueran corres, 1s pro tits no esolobles por medio de evidenciaempirca Srargumentacion se efumarian por si mismos, EL Jractans, publicado en 1921, ponia mucho énfasis eraitnians, proposconando in estimulo wii say ue come se sabe, contbuye.a informacion TEL grupo de positivstas Hgicos. Sin embargo, el Greene Spars inmediatamente dela posicion de GPiegenstcinten faeuestion det inefabidad de la pints Mfemrrollando i idea de-eerarqua de Te fein Goeenc de seth para ear ls ar doje. esta obvio quel Circulo de Viena, con su adm rable revista Erkeminis, Hevea una gran Io, aque puso fn en Europa el nazismo, Parte des fale! son una serie de avances teonicosextraordina- ean gpea 9 la metamatemdtca, yen particule {os connuciones que conformaron de una vez pot {Sloss fandamentos dea matematia: el etuo de {Farslsore el concept de verdad en To sistemas for Thatzados (que sigue sino panto de referencia bli [Elen as ivestigaconessematicas, como vemos) Fit demesiracion por Godel de que en un sistema fr ‘i curlguer es posbl corset sentenciseuya ver Tad ofaeda no puede ser deidida dentro del sist sat amo se puede ver estos avancesrebasan con Ame fos mites de la sofia en el sentido tadelonal Merda esque resuelven problemas formlados ora. mentee terms fiosofios, per otro tanto telgult dea ocfianatrabs de Newton, yao 201 ria planetaria no se considera parte de la filosofia. De la misma manera, sugiere Russell, es natural conside- rar la nueva logica y metamatemitica como conoci- imiento firme y establecido, no como exploracién, es- peculacidn, conjetura o anticipacién filosética (volve- ré sobre esto). La contribucién del positivismos logico ala teoria de la ciencia no es de igual calibre, aun si se incluye la obra de Karl Popper, lo cual no deja de set justo. En todo caso, la eliminacion del principio de verificabilidad del positivismo légico de primera hora por el principio de falseabilidad representa un gran paso adelante. 2. POSITIVISMO LINGUISTICO El positivismo logico y, en general, el legado de la gran linea sucesoria Frege’Russell-Carnap, Tue despla- zado en Gran Bretafa después de la Segunda Guerra ‘Mundial por la llamada «filosofia linguistica o det len= guaje ordinario» 0 «filosofia analitican, que puede ser vista como la prolongacién natural de lo que cabria re- cconstruir como una linea Fritz Mauthner-G. E. Moore- Ludwig Wittgenstein, sineronica de la anterior, pero dde muy otro cariz y muy otras consecuencias. Este mo- vimiento, estrechamente asociado con la Universidad de Oxford (a pesar de que Wittgenstein, como Russel, fue profesor en Cambridge), habia de prevalecer en st pais de origen hasta la década de 1960 (y hasta bastan- te después en los paises de colonizacién cultural brit nica, como suele ocurrir con los meros eos)’. Como S°CiiTancey en pareular XXIL i. La formacion de esta we cuela de Onford iy Oxtord ex eadionalmene el cenco dela ile Sia brtanic) se ncaen ceaidad en la cada de 190, Es fel to ver en al ambiente del Oxford ceo aon ectendo en le ete pelicula 4norher county, un propia ealdo de itive det mo wimieo, que araigo sobre todo en aquella univeriad en a ae ia pelicula Cir Geller, 19897197... Nyt en Key ede RD: hers, ed. 15 ual Ja denominacién, que ademas no esté bien fijada, no parece demasiado apropiada, en lo que sigue utilizaré Ta expresién «positivismo lingiistico, que, ademas de ser nds justa, sugiere de inmediato una afinidad con ‘otras tridiciones linguisticas positivistas de raiz deci ‘monéniea (en particular con la asociada con Ferdinand dde Saussure, coetaneo de Mauthner y de Ernst Mach, y sobre todo con algunos de sus discipulos) y, al pro: pio tiempo, pone de relieve el marcado contraste con cf positivismo logico. Recuérdese que Russel lego a sentir verdadera repulsidn (y a lo que parece cierta ani mosidad) hacia las nuevas doctrinas de su antiguo dis- cipulo, recibidas con poco menos que devocién par una corte de admiradores incondicionales. 'No es raro asumir que los dos positivismos que nos ‘ocupan tienen no poco en comtin, lo que explicaria que Wittgenstein haya podido representar un papel impor~ tante en la constitucién de uno y otro (esto es menos, obvio de lo que parece, pero no es posible entrar aqui fen el tema). Lo que sin dda tienen en comiin es el po: sitivismo, ¥ atin en este caso no estard de mas recordar ‘que Popper, asociadlo con el positivismo légico, no tie- ne contrapartida en el positivismo lingufstico. Otra cosa ‘que tignen en comin es su sospechosa actitud hacia la metafisica, pero las implicaciones de la actitud son muy diferentes en uno y otro caso, no en vano el pasitivis: ‘mo logico se inspira directamente en la obra de Rus- sell. Los positivistas inguisticos, caracteristicamente, excluyen la metalisica en principio, ademas de divor” ciar la filosofia de la ciencia, mientras que lo que en realidad rechazan los positivistas logicos es la contu: sidn caracteristica de la «metafisica» a la que ellos se refieren, no necesariamente la metafisica en principio, ‘También se dice que tienen en comin el interés en el aanilisis del «lenguaje> con el objeto (negative) de po- ner al descubierto las confusiones a que da lugar, pero su nocidn de «lenguaje» y su aproximacion a su estu- dio difiere radicalmente, diferencia que puede ser me- 203 IK Hl jor apreciads en la obra dela generacion siguiente, co mo vamos a ver. ' ee Witgenstein volvo a Cambridge en 1929 para rea nuda sus ivestigaiones flosOieas. No tard6 en re Shazar Ia poslon que habla defendido ene Tracta J tus, y en particular la idea de que el lenguaje es un sis- tena formaliable. Desde su poe nase perspective vio en ‘Vena covtmire one abled tno ena tadsin saussriana),y la taea dela oso fia no pod er otra que hacer explicas as erelasy relleadas en ls prctteasconsuetadinaris del habla, no por el interés de as areas» misma, sino para span prin parr sda or se ae asuncones sobre ess areas, en particular las de St Trot: Como aMoote egies econo entre lertosreutadon dea fflenton ilsstca (im buids de ecepicmo hacia algunas creme com res) lo que pa él eran obvasverdades dl sentido Comin ci. se nus dsm Concepual,yempezd a subrayar con especial insisten Gia el hecho de que algunos de los us0s del habla no son aserivesodesriptvos, Esta idea levaria luego a SOL Austn fl gran matizador) a proponer una teoria general en la que a aserion es uno de los wactos de Fabian. No es pues, sorprendente que tito Witgens tein como Austin, posvisias de fo mi pura ceps ple niamente dedieados a hace willosoia del daton, fu: ‘snatches a prio esr Ba osu influencia cl postivisme linguistic sino con fielded digna de ej causa alestuio de probe: tas espciios, a poder se bien delimtados, Y ene tle menudo Porto domi deca mont al primer Wiigenstinn. Como agudament ha Senalado Anthony Quinton, una earacteristica de (0 dala obra de Wittgenstein ¢ la nocion de que la fo sits crete a ata ona osc mmo dice expictamenteen el Tracaus, aunque cs en Philosophie! nvesigaions donde eeribe geno 204 i; I, | debe proponer teorias filosoficas, pues no hacen més {que aumentar la confusién*. ‘Desde el punto de vista de la generacion siguiente, 1a boga del positivismo briténico se nos aparece como lun meandro mas de los aflos de la primera guerra fra, Parece claro que los mejores frutos de la segunda mi- tad del siglo no germinan en el terreno abonado desde Oxford, sino mas bien en el cultivado por los conti- nuadores de Frege, Russell y Carnap, aireado de nuc- ‘Yo pot los que desechan algunos de los mas obvios erro- | resdel positivismo logico. Entre estos hay que contar {os ideas especialmente desafortunadas (més dificil de justifiear todavia en el segundo cuarto del siglo Xx): La idea de que la ciencia deriva de la observacion me- [diane un procedimionto de seneralizacion inductiva idea rechazada por Popper) y la tajante distincién en- tre enunciados analiticos y empiricos (rechazada por Quine), sobre la que volveré. Lo que importa destacar ‘aqui es que de esta aquilatada y enriquecida herencia ‘del positivismo I6gico (atenuado, pero todavia posit Vismo inconfundible) se nutren algunas de las mejores Creaciones de la generacién siguiente a la de Carnap {la de Chomsky y Kripke), y en particular la primera Ciencia cognitiva y la més profunda I6gica modal. 3. RACIONALISMO LINGUISTICO No parece demasiado arriesgado afirmar que, por paradijico que pueda parecer & primera vista, Ia gra Inatica gencrativa en sentido estricto no debe nada esen- tial al positivismo lingtistico, mientras que tiene una ‘Ueuda enorme con un aspecto de la tradicién en Ta que Se inserta el positivismo /égico. Si mal no recuerdo, la primera referencia en la obra de Chomsky, especifiea a Véase Magee, V. p. 110; para fo que precede, el ensayo X! en ppuiock, 1971 Cir. Katz, 1971 I 20 ‘mente, en la primera nota ce una versidn de su atesina de licenciatura», donde por primera vez hace su apari- cidn el crucial concepto de «gramatica generativan, jus- to al mediar el siglo, es una referencia a Der logische Aufbau der Welt, el primer libro extenso de Carnap, terminado justo un cuarto de siglo antes . Los recur” 808 formalés asociados, en parte, con el positivismo 1é- gico (cfr. Goldfarb, 1979), en la version reelaborada por Goodman y Quine, constituyen, de hecho, el pun- to de partida de la gramatica generativa. Pero con wna lucidez realmente asombrosa, desde el primer momento Chomsky se aparta decidida y tajantemente de sus ins- Piradores mas inmediatos en dos puntos capitales: por tun lado, entiende la relevancia de la sintaxis y la se- mantica logica de manera muy distinta a como la en- tienden los herederos més directos del Circulo de Viena; por otro, aunque totalmente de acuerdo con los positivistas ldgicos en lo que concierne a la necesi- dad de hacer ciencia natural, su epistemologia, y en par- ticular su concepto de «explicacién cientifica’, no po- dian estar mas lejos de los del positivismo (I6gico o lin- liistico), como veremos en la seccion siguiente. En lo que concierne a la epistemologia, las antece- dentes mas inmediatos de la gramatica generativa no son del siglo XX ni del siglo XIx, quizé los siglos posi: tivistas/«idealistas» por antonomasia, Los mas claros 7 ta nota no aparcce en la vers impress en 1979, en la ave, Aico sea de pasa, de un total de ino referencias, uaa ede ariel {On the simplicity of idene» (1943), de Neon Goodman, ‘Some comments on simplicity and the for at grammars, atl ‘ngito del autor del tesina,¥ ott, «Which approach to lings is 'scienifie"n? (1980), de Charles Hocket, Como pus ver, ‘nada mas lejos del posivsmo linguistic, entonces en pene age (ecuerdese que el cada libro de Carap habia sido erinado un {arto de siglo ates). Este rechazo impli det postivisme linguis. fico es todavia mas obvio en LSLT, termina un astro despues de Ineetina Via en particular Chomsky, 19988 (LSLT): 11.3, 197 (ERD, 1 notas d0-i (Trad fede le das arculos en Lamgoge? (1966) 206 hay que buscarlos en el siglo Xvi (el siglo del genio que todavia nos sustenta, a juicio de Whitehead), entre los ‘artesianos continentales y 10s neoplatonianas brita ‘cos, que a juicio de Chomsky representan el punto cul rminante de la reflexin psicologica antes de la psicolo- gia cognitiva actual’. La aportacién de Chomsky con: Ki siste en convertir las mas penetrantes conjeturas filo- séficas del siglo xvit en una hipétesis empirica, y en aducir la evidencia y construir la argumentacion mis convicente hasta la fecha. El meollo de esta argumen: {aci6n contra el inductivismo positivista es una version actual del argumento platoniano basado en la «pobre: za del estimulo», segtin el cual el hablante de una len: gua humana tiene conocimientos de gran complejidad ue de ninguna manera ha podido inducir de los datos, empiricos, ya que los datos empiticos no contienen en muchos casos el menor indicio sobre algunas propie- dades fundamentales del sistema interiorizado por un hablante cualquiera ®. Esto fuerza a postular una es-] tructura subyacente en las oraciones del habla, rel nada con la estructura superficial mediante regias trans- formacionales. El antecedente mas remoto de estas re- alas es la distincion de Frege entre reglas formaciona- les y reglas transformacionales. En ef contraste entre estructura subyacente y estructura superficial cabe ver tun caso particular de la distincién usual en la ciencia entre «realidad» (subyacente) y «apariencian superti- cial, con lo que vemos converger de manera clara la filosofia de la matematica y la filosofia de la ciencia, Sia esto ahadimos que la estructura subyacente tiene {ue ser una contribucién de la mente del hablante, ya que no puede ser inducida de los datos, y que las es- tructuras superficiales no pueden ser identificadas eon ringdin conjunto hist6ricamente real de oraciones, que cn todo caso seria una muestra finita extraordinaria- 9, Véase Magee, XI, p. 2. 'w Vease Otero, 1984, 1.59 las referencias all dads. 207 mente reducida del conjunto, potencialmente infinito, de sentencias «generadas» por el sistema (también la nocién de «generar» procede del legado logicista), es razonable concluir que la «lengua» no tiene mas exis. tencia objetiva que la del sistema mental («gramatica) interiorizado por un hablante particular. Por su par- te, esta conclusién ontoldgica nos leva a ver la gra matica generativa como parte de la psicologia cogniti- va, heredera y es de suponer que sucesora (con el tiem: po) de la filosofia de la mente. Una gramatica genera- {iva particular es, pues, una (sub)tearia psicoldgica del conocimiento que un hablante tiene de la estructura de su lengua; en otras palabras, una gramatica es una teo- ria de la competencia lingulstica (volveré sobre esto) del hablante. Si ahora recordamos que, como senalo Aristoteles (en De anima), anticipando algo mas de dos imilenios la distincién entre «significanten y «signifi- ado» asociadd con Saussure, e! habla supone una aso- ciacidn de sonidos y sentidos, podemos ver en el siste- ‘ma interiorizado por el hablante una funcidn general (de nuevo en términos logicistas) que asocia una repre- sentacién fonética con una representacién semantica En términos chomskianos actuales esta funcién puede ser esquematizada como aparece en la pagina siguiente. Una diferencia crucial entre la nueva gramética tras- formacional y la reconstruccidn formalizada de los sis- temas de descripcién gramatical inmediatamente ante- riores a su aparicién es que ni la Estructura Iicial) ni la Estructura Stomera) nila representacién de la For- ‘ma Logica tienen contrapartida en los sistemas pre- ‘chomskianos ". En la Seccién 5 veremos algunas con- secuencias de esta diferencia. Lo que conviene hacer constar aqui es que el est dio de la «forma légica», preocupacién central del Be- ‘ariffsschrift de Frege, y de eseritos tempranos muy re- presentativos de Russell (en particular, su anticipador “TW Gir ahora Higginbotham, 19836, 198. 208 [FORMA SINTACTICA T (Catezorat) [FORMA SINTACTICAT (Teansformacionat FORA LoGiea FORMA FONETICA 209 | tema que genera estructuras gramaticales en cada una. de las cuales una estructura S es asociada con una re- presentacién de la «forma fonética» y una representa cidn de la «forma ldgica», Esta «forma logican es, pues, un nivel de representacién mental, y tiene, por tanto, realidad psicoldgica, aunque, por supuesto, ten- ga también consecuencias para la inferencia. La obje- yp]sion det «segundo» Wittgenstein a la artificialidad de las «lenguas» formales no es aplicable a esta «forma logicay del «lenguaje ordinarion. Este nivel gramati cal, que parece representar un avance considerable, es luna innovacién de hace solo diez afios. Desde la pers pectiva de la gramatica generativa, s6lo hace diez anos se empez6 a entrever algunas de sus propiedades, y aun entonces este avance aparecié un poco como lio- vido del cielo. Dadas las limitaciones de espacio, aqui solo cabe sefialar que, por lo menos en un aspec: to fundamental (la cuantificacién), esta «ldgica natu- ral» (en el sentido que acabo de sefialar, muy diferen- te de otro que se le dio a la expresiOn) es mas afin a la l6gica («clésica) iniciada por Frege, y sobre todo ala logica iniciada en On denoting, de ia que es esen- cialmente una extension, que a algunas alternativas muy posteriores tra innovacién reciente de la gramatica generativa ‘que contribuye a explicar otras propiedades basicas de la Logica de las tenguas naturales es la «teoria del lig: tmienton, que, junto con la teoria de las categorias fo- nnoldgicamente vacias, puede ser interpretada como una delimitacién de los dominios dentro de los cuales pue: "En na carta det 9 de noviembre de 1975 al autor de ets seas, con jubilo mantis Chomsky die haber emperndo a vera ‘aneea de establecer al menos lgunde propiedades no trivats Que Aebe ener la Topica dels lengoat nature, alga que no hublrs ‘reid posible hace algun tiempoy, VenseOxcro, 1944, hasta ahora {ities tetinomio pubico de eta rengein, 9In ue parsee I Shire lle In propuesta por Rishard Montage (195-197) ‘ease dl time capitulo de Chomsky. 1977 210 den persisir sin resolver sus dependencias ciertos ele. ‘mentos (por ejemplo, los pronombres reflexivos) Es obligado mencionar también la nueva atencién prestada a los «roles tematicos» (por ejemplo, agente de la accién) en las investigaciones generativas de esta dé- cada. El concepto de «rol tematic» parece ser la tini- ca nocién de la seméntica deseriptiva actual que pare- ce basica, y no s6lo susceptible de ser incorporada a rativa, en la que puede representar una funcién unificadora s, Resumiendo: La nueva gramética generativa no sé. lo presenta una versi6n reelaborada y profundizada de Ia «gramatica formal» 0 «morfo-sintaxis» que la dis- tinguid desde el principio (inspirada en el programa de investigacién de Frege, pero de base empirica), sino también To que cabria llamar una «semo-sintaxisy. Esta ‘semo-sintaxisy, que empez6 a ser elaborada hace una década, incluye la sintaxis en sentido estricto (Forma- cional y trasformacional) junto con la «sintaxis» de la «forma légica», que, por ser de base empirica (parte de la investigaciOn de la mente/cerebro, objeto de la psicologia cognitiva en todas sus amas), tiene que ser justificada por medio de evidencia y argumentacién (wolveré sobre esto). Huelga aftadir que la representa cidn de la forma logica asi definida es s6lo el cimiento. (gramitical) de una representacién «seméntica» com- pleta. Esta representacién wsemantica» més exhausti- va sigue dentro del recinto de la filosofia, salvo error 98) (on. Vang, 1984; Chomsky, 1985 (KL, as referencias al cada. Sobre algunas ramfiescones peas dl {aaelano,weare Montalbct, 1984, Oteroy 1985, Chomsky, 1982 0), 1.2: 1981 (LOB), U2 (ee. 1977 JEP, 1, fina) La eva noion viene ser alg a com el punta decor Vergeneia de varias propuestay, entre ells Is elaconesromnticas {be Jerrold Kat, ln elaconestematicas de Jeffrey Gruber y Ray Sackendof, as eactons de caso de Charles Fillmore (tase ach Harms, I)y ded. M. Andetson las nocionesprmitvas de le. {ardeevencen como ade Dona Davidson (et, Morvesk 19759, 2u ‘| (cf. Teorema, XV/1-2, 1985, pp. 131 y ss.), como ve- remos en Ta tiltima seceién, Por el contrario, ta sinta- xis ha entrado en estos aflos, al menos en parte, en el dominio de la eiencia natural, y hoy es obra casi ex Clusiva de Tos linguistas, que han dejado muy atrds las especullaciones sinticticas de los grandes ldgicos, y en particular las «teorias sintécticasm de Tarski y de Church (ef. Martinich, 1985, pp. 7-8). 4, LOS DOS SENTIDOS DE LA FILOSOPIA DEL LENGUAJE La concepcién tradicional dela filosofia, que recibe apoyo empitico en su historia, es que la filosofia es una especie de gran matrona que amamanta a sus criatu- ras lo mejor que puede hasta que se abren camino por simismas comio ciencias. Lo que empieza siendo fisica filos6fica de infancia aristotélica acaba por trasmutar~ se, en el curso de los sigios, en la fisica cientifica de Galileo y de Newton, y ain’en la biologia molecular. Parte primordial de la biologia es el estudio del cere bro humano. En contraste con el resto de la materia, el cerebro puede ser estudiado por lo menos a dos ni= Veles distintos (cuatro si se prefiere) "*. A un primer n vel es susceptible de un tipo de estudio similar al est dio fisiologico de otros seres vivientes complejos, y en particular los primates; a un nivel més profundo, el es- fudio del cerebro Hleva inevitablemente al estudio de ‘erepresentaciones mentales» que no se encuentran en ‘otros tipos de materia viviente ”. En principio, estas representaciones mentales pueden ser estudiadas des: de un punto de vista biologico o desde un punto de vista psicoldgico. Digo en principio porque en la practica hasta ahora sélo se ha logrado dar algunos pasos en 1 Vea Otero, 1984 14 Vase Chomsky, 1980 (R, & RJ, 19803, 1982 212 | | lestudio psicol6gico de algunas representaciones men- ales. en particular las asociadas con el lenguaje, y en Cl estudio psicotégico (junto con la determinacion de Slentos elementos fisicos reales) de las representaciones Ptales avociadas con fa vision, pero la asimilacion, Ue todos tos resultados del estudio abstracto por la bio fozia no parece inminente'®. Lo que importa para nuestro propesito es que est estudio empirico de en. | fuaje, conocido como «gramatica generativan, ¢ ha ceearzoltado lo suficiente como para desprenderse del cesar de la filosofia, como siglos antes se habia des ‘rendido la fisica. ¥ asi como los descubrimientos de Pr Fisica, en particular los asociados eon Einstein y sus tpizonos, an llevado ala fitosofia a levantar inventa~ Hiya replantear algunas cuestiones, como consecucr- Tha he Tos nuevos descubrimientos, fos nuevos descu tulmfentos en el estudio del lenguaje, que ponen igual: pate en entredicho'«conocimientos de sentido co- itn (de ali la dificultad de ciertos fildsofos en ver UT paralelo entre los replanteamientos suscitados por fa fisiea y los suscitadas por la nueva psicologia Cogn tiva), parecen estar igualmente avocados a tener un i pacto considerable sobre los estudios filos6fieas, tan pronto empiecen a ser mas generalmente asimilados. To que verdaderamente importa para nuestro pro~ pésito del momento es que desde esta atalaya es Po Bie replantear nuestro tema de una manera nitida y es Clarecedora. Si es verdad que la gramatica generativa sGnstituye el meollo o germen de una ciencia natu fntelectualmente profunda, o por lo menos esta en ca- nino de constituirlo, y si, por otra parte, aceptamos aaistincion tradicional, corroborada por Ia historia, 1a tre filosofia y ciencia natural o empiica, a expre- ston afilosofia de! lenguaje» puede ser interpretada en ge sentidos distintos y hasta contrapuestos. Pero an- TVs las poblicaciones de David Masry sus colaborares cana aR Sas posibdades mas avanzadas en xt sentido. 213 tes es preciso empezar por distinguir dos nociones con- trapuestas de «lenguaje». En una de ellas el lenguaje ¢ entendido como un fenémeno social (aral o escri- 10), algo externo y percibible por los sentidos; en la otra el lenguaje es un fendmeno mental, es decir, algo in- terno y no siempre exteriorizado. La version mas pre cisa de la primera nocién define el lenguaje como un conjunta infinito de «oraciones» (tipicamente orales) caracterizado por su «extension; la versién mas pre- cisa de la segunda define el lenguaje como un conjun- to infinito de esentencias» (tipicamente mentales) ca- racterizado por su aintensiOn>, es decir, una westruc- tura» definida por una «gramatica» (mental) en el sen- ‘ido téenico (generativo) de gramatica. ues bien, si entendemos «Lenguaje» en su sentido intensional, es decir, en el sentido de «gramatica» (men- tal), fa «filosofia del lenguaje» viene a ser la filosofia o metodologia de una ciencia particular, a saber, la gra matica generativa, 0 més generalmente, la psicologia cognitiva en cienes, de la que la gramatica generativa fs la parte mas avanzada. Si, por el contratio, enten: ‘demos «lenguaje» en sentido extensional, la «filosofia del lenguaje» viene a ser parte de la filosofia a secas, cs decir, del estudio preparatorio desbrozador que sucle preceder al estudio tedrico (con aspiraciones a cienti- fico) de base empirica, como la fisicafilos6fica de as- cendencia aristoteliana fue parte de la filosofia hasta el siglo xvi. En este sentido, decir «filosofia del len-~ ‘guaje» es decir «linguistica filoséfica» © precientifica {(y asi parecen entenderlo, més 0 menos implicitamen- te, varios autores), y abarca todas las parcelas en el es- tudio del Lenguaje que hasta ahora no han podido ser subsumidas plenamente bajo la teoria de la gramatica trasformacional. De uno y otro sentido tratan, respec- tivamente, las dos seccioies que siguen. Como es ob- vio, la linde entre la «lingistica filoséfica» asi enten- dida y la gramética transformacional no esta perfecta- mente demarcada a todo lo largo de sus contiguidades, 214 por To que la selecci6n de temas de la ultima seccién puede muy bien ser hecha desde otros puntos de vista, La esbozada mas adelante es slo una primera aproxi- 5. METODOLOGIA DE LA PSICOLOGIA COGNITIVA La importancia y originalidad de la obra de Chomsky para la filosofia o metodologia de la ciencia ha sido reconocida desde el primer momento ®. ‘Su obra magna inicial elabora tres conceptos fun- damentales e intimamente relacionados: lengua, gra matica y estructura (cfr. parr. 56.1). Una lengua L es entendida como un conjunto (en general, infinito) de concatenaciones de simbolos finitas tomadas de un «al- fabeto» finito. Cada concatenacién es una sentencia de L. Una gramatica de L es un sistema de reglas que specifica el conjunto de sentencias de Ly asigna a ca da sentencia una descripcién estructural, y puede ser considerada como una representacién de aspectos fun- damentales del conocimiento de L, que tiene el habla: te-oyente que domina L. La westructura de L» (nocién Fundamental) es el conjunto de descripciones estruc: turales de las sentencias de L.. Una gramatica «genera debilmente» una lengua y «genera fuertemente» (Ia no. ci6n de interés central) una estructura. Aqui conviene TF Vease Scheer 196. «The man who has dane the most if {supply linguistics with a philosophical foundation is Noam Chom, whose fit book Synrucie sutures was published in 1957 shrce years Before Austins death, exeibe Ayer (1982.1N), «uc, et marco cotrate com el punto de vista age adepiado, I ‘layla Chomsky, junto con Austin, em lo que denrmia linguistic Dhilosopiyn: Bae sesalar que Ayer apela sla abjeion de Locke 5a nocon deidens nnatas conscontrs To que o deja dese Drendente a eas auras 215 atadir que desde la perspsctiva alcanzada por la lin- abistica en Tos sltimos fos seve mejor que el semido tcenieo (matematico) de wlengvan como conjunto de esl nocion de wpramdtica»en sentido téenio, ue en realidad corresponde mas bsn al sentido ctidiano (no tGenico) de vlenpu, To cual sepresta a confusion, Re sulla lao, en todo caso, que! que sabe una lengua no sabe simplemente un conjunto de setencias, sino gue domina el sistema que generals sentencias de la Tengua, cuyo niimero es, en principio infinite HHasido comin en varias dels dciplinas que est dianellenguaje describ! habla como el us de las Palabras. La teoria sntitca de Saunsre se limita Grecilment sto, yo anocabe desi des con. rapartida en la flosofia del lenguaje (en particular, inde Wittgenstein) yen as popussas moans pot la Leora matemdtica de la comunicacién, que desper- {6 mo poco interes apenas mediado el siglo, Parece juste tomar la teoria de los procesos markovianos de Cstados finitos desarrollada por Shannon y otros ma temétios como una caracterizacin precisa (al nivel sn tdetico) de a vaga propuesta segin la cual el habla es ‘el uso de las palabrasn.Eltema no aparece en la pri- mera aa exten de Choma, per en ss stds inmediatamente posteriores Chomsky mostrS que los ‘modelos estudiados en la cova matematica de la co- vir el propdsito dela teora linguistic, en contra de Jo.que hablan propuesto varios lingiistas y muchos ps Célogos e ingenieros. La idea de que los procesos de estados finitos pueden sesir como modelo para el ht- blante o el oyente, es deci, para a actuacion ingust- cay es una idea Virtwalmene vaci, ya que meramente _® Sobre Wittgenstein en particular, desde esta perspectiva, véa- se sobre todo dos aticulos de Chomriy el de 1969 yet publiado sql mimero V2 (985) ae Teoreme geen de 8 sino 216 dice que el usuario del lenguaje es un organismo fini tamente especificable y que el uso del lenguaje puede ser descrito como un proceso temporal discreto. Pero de estos truismos no se sigue que Ia gramética repre: sentada en la mente del hablante-oyente es un «inge- hnio» de esa naturaleza, y la observacién de los hechos ‘muestra claramente que no 10 es. Es una grave confusién conceptual no distinguir en- tre competencia y actuacién. En el caso del lenguaje, competencia es el conocimiento que el hablante-oyente tiene de su lengua, mientras que actuacion es el uso real del lenguaje, es decir, el habla. El uso del lenguaje i volucra sin duda muchos factores, y no sdlo la grama- tica que representa propiedades fundamentales del co- nocimiento que el hablante-oyente tiene de su lengua. Es natural suponer que los modelos del hablante-oyente ineorporardn la «gramatica de la competencia» como tuno de los elementos basicos. Para la teoria de la ac- tuacidn las oraciones son (relativamente) «aceptables> ‘9 no «aceptables» en absoluto; para la teoria de la com- petencia las sentencias son (relativamente) «gramati- tales o no «gramaticales». Las sentencias generadas por la gramética directamente son las sentencias del ‘amas alto grado de gramaticalidado. Entre estas sen- tencias las hay que son verdaderas, falsas, divertidas, ininteligibles, carentes de significado, triviales, etc. En algunas ocasiones puede ser perfectamente apropiado onstruir y usar oraciones que se desvian de alguna ma- era de la gramaticalidad plena, y pueden muy bien ‘cxistir principios generales para la interpretacién de ta- Tes oraciones (en el caso, por ejemplo, de la metéfora personificadora, quiza el caso mas obvio de estruct- a apropiada pero formalmente «desviadan). En su ex- tensa monografia de 1955 y en el libro de 1965 Chomsky dedica considerable atencién al estudio de los sgrados de gramaticalidad y desviacién, particularmente al nivel de las categorias sintécticas. Podemos decir que la gramética «genera derivativamenten las oraciones 217 que se desvian de la gramaticalidad plena de maneras especificas. Las oraciones son aceptables (0 quizé acep- tables bajo ciertas circunstancias) si son apropiadas 0 adecuadas para el propésito del momento. La gramé- tica de la competencia contribuye a determina la acep- tabilidad, pero esta nocidn involucra muchos otros fac- de la gramatica (por ejemplo, una versién de la teoria de la gramatica generativa trasfor- ‘macional), proporciona principios generales que deter- minan la capacidad generativa de las gramaticas pos- tuladas por esta teorfa como «gramaticas humanas po- sibles» (desde el punto de vista bioldgico), contrastan- do én esto tanto con las graméticas tradicionales co- ‘mo con las graméticas «estructuralistas» prechomskia- has, escritas contando con la contribucion de un lec tor inteligente. Una gramética construida de acuerdo con los principios postulados por la teoria generativa proporciona una caracterizaci6n explicita de una len- gua y de su estructura, y dle ser subsumida en una teo- ra semi6tica mas amplia, proporcionaria asimismo una caracterizacidn explicita del significado y la referenci de las expresiones y de las condiciones del uso apro- piado. Vista de esta manera, la teoria puede ser des- crita con exactitud diciendo que es un estudio de un aspecto de la inteligencia humana, constituyendo por consiguiente una subrama de la psicologia cognitiva. La teoria de la gramatica trasformacional (0 cual- quier otra teoria lingitistica general que merezca tal nombre) expresa una hipétesis respecto a la «esencia del lenguajen, es decir, respecto a las propiedades de- finidoras del lenguaje humano, Desde esta perspecti- va, una teoria general del lenguaje es una teoria de la facultad del lenguaje, que proporciona la base para la adquisicidn del lenguaje. En su «estado inicial», un re- cién nacido no tiene Ia menor idea de cual sea la len- gua de la comunidad de la que va a ser parte, de modo ue tiene que estar dotado de un conjunto de mecanis. 218 ‘mos (una «facultad del lenguaje») que le permita de- terminar esa lengua, es decir, alcanzar un «estado fi- nal» en el que conoce la lengua. La teoria linguistica general describe su estado inicial; la gramética de su lengua describe el estado final. Parece apropiado con- siderar la teria lingiistica general como una teoria ex- plicatoria en el sentido de que es una teoria que trata de explicar cémo llega a conocer la lengua de sti co- ‘munidad un puberescente, y al propio tiempo llega @ ‘conocer innumerables hechos particulares respecto a la forma y al significado de expresiones particulates, y tras muchas cosas. Otros aspectos de la inteligencia humana podrian en principio ser investigados de una ‘manera andloga, tomando a la gramética generativa co- ‘mo modelo*! Hay, pues, dos maneras contrapuestas de enfrentarse con lo que para Chomsky es el problema fundamental de la teoria linguistica, a saber, el problema de deter- minar cémo es posible para un puberescente adquirir conocimiento de una lengua, Estos dos enfoques, que pueden ser definidos con precisién, expresan ci ideas centrales de dos tipos contrapuestos de te conocimiento: la teoria positivista y la teoria raciona- lista. El positivismo tradicional puede ser entendido co- ‘mo una forma de «procesacion de datos» elemental. Para el positivismo, la mente contiene un sistema de propiedades que proporcionan un andlisis inicial de los Gatos de los sentidos*. Los sistemas de conocimien- 8 Lo eal no quiere dece que pues resulta fructifero bu suecanisms de aprendiaaje generairado» de los cute a faultad “el Tenguaje noes mas que un caso parila. Td lo contarte, “La teotla de los aagosdstntvr, ene sentido del Creo de Praga, puede se considerads como un ster de ste tipo. Jako son, en particular, preseta en varias obras aide de que tales {080m percibidos como propiedadesfenomenicas, de modo gue a “tdquisiton de un ema fonogio ten lugar de manera stems Y relatvament uiforne mediante a refiamienoy abortion de tun sistema de rasuos. Sia embargo, en la medida én que la teria ‘des ratgosdstinuvos posta eras condiciones uaversales ave 219 to yereencia son desarraliados por procedimientos de ‘deratizaion, analog, induction, asociacion y ha Eituncion que son claboradosen varias modalidades de Tapuicolopay fa filosofia psitstas, otro tanto ca sr dea linge esterases i contraposcin directa, racionaismo asume que la forma de Tos sstemas del conocimiento adgurido €;determinada por principio prior de la mente, Hay Gluetener en cugnta sin embargo, que el racionalisie {Malstonal no cstngulaclaramente entre propiedades nese oases angen c dome eno, Ast por elemplo, las teorias de la percepcion anja Desay pss xpos {Dum ingles del siglo vt (ejemplos paradigmaticos {eracionalstas) postulaban prinipios de la mente y onssptos de estructura innata que ienen que ser com SMderaios como hipotesis empinicasrespecto a propie- {dade contingentes de la mente en el sentido en que en- tandem atora estas nocionesAndlogamente, fate “ia ngutstie elaborada originalmente por Chomsky presenta cetashipotesis empircas espeeto al est: fra del fenguaje que pueden ipualmente ser conside rads como hipotesis respect a propiedades de ia men- {e3 por mejor decir respect al esta inical del or- fhamne ene sentido esborado antes. Estas hipotesis fienen por objeto caracterza el esquematismo que a mente impone al examinar los datos de los sentidos ¥ iguirirconocimento del enguaje sobre la (menga- fa) bavede Ia evidencia prodacide por un examen 9 analisis de evn natraleza “tenor del programa de investgacion chomskiano, ta tarea de inguista es construir gramaticas general Sa gamle ten qu satisfac, ene qu ser cosierada como rtd raconahstany no spss ev fa reomstucs ‘Jona de estas nociones, Vease Chomsky, 1965 (ATS), p55 220 ee vas para las lenguas particulares y una teoria general lel lenguaje que satisface estas condiciones empiricas: Trone que ser lo suficientemente restrictiva, como c- Tisterigacidn del estado inicial del organismo, conto pa Ta expliear de qué manera es alcanzado el estado final {es decir, la representacién del conocimiento del len aje) sobre la base de los datos disponibles; y tiene ite ser To suficientemente abstracta de manera que Pro AOreione gramaticas descriptivamente adecuadas (en Ponformidad con la teoria) para todas las «lenguas ht (oamamente posibles» desde el punto de vista bioléet wey en particular, para las lenguas naturales conoct- Gag), Hay, pues, un limite maximo y un finite mini. see empiricamente restringidos, respecto a fa riqueza J especificidad de esta teoria linguistica general. Un su puesto principio general de la estructura lingistea pu Fesser ineorporado en esa teoria si es consistente con fo que sabemos respecto a la variedad de Tas lenguas htomanas. En la practica, el problema real con el que teenfrenta el lingdista es concebir un sistema de prin Cipios suficientemente restrictivos que permitan dar ra- gon de la transicién del estado inicial al estado final, nel caso de las lenguas particulares. Bl estado final Glotinguira un hablante del castellano de un hablante Gel francés, del ruso, del vascuence, 0 de cualquier otta Tengua, El estado inical distingue a un ser humano de Un chimpaneé, de un gortién o de una roca, pues ni fa roca ni los animales no humanos alcanzan un esta do final analogo al de la mente humana dada una ex Periencia comparable. Como primera aproximaciGn, odemos asumir que el estado inical es una propiedad Fela especie humana (una propiedad esencialmente uni- forme), genéticamente determinada como parte de la dotacién biologica de un ser humano. En términos bio- Touicos, el estado inicial puede ser considerado como tie Tuncién que mapea la (menguada) evidencia dis ponible en el estado final alcanzado, de ta misma ma- era que un genotipo suele ser considerado como una 2 funcién que mapea un curso de experiencia en un Fe- ne sefalar antes de dejar este tema que esta hipdtesis, ala que no es raro que denominen «innatis ‘mo» los que parten de prejuicios pos tendidos en la Edad Media, es compartida por tas que se apartan del programa de investigacion es~ trictamente chomskiano (aunque no del marco gene rativo, como un quimico que no esta de acuerdo con. luna cierta teoria no echa por la borda el aparato téeni- co que le permite expresar con rigor su alternativa), por Gjemplo, J. Bresnan 0 G, Gazdar, que no ponen en diu- Ga ni por un momento el cardcter ontol6gico atribui- do a la gramatica mental, de todo punto inconsistente nno ya con el positivismo lingistico britanico, sino tam~ bién con derivaciones hoy muy en boga del positivis- ‘mo logico como la asociada con Donald Davidson (que, como se sabe, desciende directamente de Quine en la linea iniciada por Frege)”. La hip6tesis racionalista es la tinica que permite empezar a entender el «problema logico de la adquisicidn» del lenguaje, que tiene toda- via mas sentido despues del avance (en el reciente de- sarrollo de la gramatica generativa) de gramaticas ba~ Sadas en «sistemas de reglas» a graméticas basadas en “sistemas de principios y pardmetros», tema que no es 5 Vase Chomsky, 1966 (unto con Jolley, 19 1984, paral fondo Ristrica,y Fodor 1982, X, para Actual No deje de reslar sorprendente que fos rp {sricter ontoldpco dela gramatca metal dispuesios is fertidad no sobrepaada dela lngulstica actual en dar razon ‘ites Tendmenoslngusticos humanism (Mercier, 1984), 1 pre {unten stesafrlidad en conraste con a estriidad de oios pu {onde partidn no deberd ser tomada como coroboraeion (prow ‘Sonate la hpotss oma ex contmbreen la sora def clen- Ea dase Demopolis y Matteo, en Stabler ea, 983, y Hig ingothant, 198i), Para Witgensten, en partir a atucion gun In cual un hablane wig una rela» noes un enuilado de Frtho, yen particular no sun enunelado de un hecho mental rete ido ai 50}, 222 posible incluir en este ensayo. Conviene insistir, de todos modos, en que esta tesis no tiene nada de nove- ddoso para un bidlogo, 0 para un fisico (cfr. Weinberg, 1983). En este sentido es reveladora tanto la critica que hizo Einstein de An inquiry into meaning and truth, ‘como la poco menos que increible reaccién de Russell, ‘mucho menos clarividente en cuestiones de epistemo- Togia que en cuestiones de lgica ®. Para Einstein, que denuncia el «miedo a la metafisica» como enfermedad contempordnea (cosa que Russell acepta), «tle concepts ‘which arise in our thought and in our linguistic expres- sions are all —when viewed logically— the free crea- tions of thought, which cannot inductively be gained from sense experience» y «the series of integers is ob- viously an invention of the human mind» *. Este parece un buen momento para decir algo de la debatida cuestién de la supuesta «relatividad lingiisti ean, idea no demasiado plausible en este contexto. Al- fguna vez se ha seftalado que el argumento de Whorf, practicamente basado en el tratamiento de las catego rias de espacio y tiempo en la lengua hopi, y especifi- camente en la supuesta diferencia entre la concepeién del tiempo reflejada en las lenguas europeas y la refle- jada en la lengua hopi, no tiene fuerza porque Whort no da evidencia alguna de que a la diferencia en estruc- tura linglistica corresponde una diferencia en modo cognitivo, Un defecto mucho més fundamental es que la deseripcién de las lenguas europeas que asume Whort es incorrecta, con Jo que fa cuestion ni siquiera se plan tea, contra lo que se podria pensar al leer ciertos co- mentarios” 3 Gls Hyams, 1983, Véase Otero, 1984, 1.3, y, mds generalimen te, leat dl eapiloy el capitulo t parson devaralo is com Dif del tema de eta scion. 3 Yeas Ia shi nota de ste ensayo. 2% Sehipnep. 207 I espn de Ruse eta en la p. 697. Me sece la pend comparar sl comentario de A. Usheako, eh el mismo "F \véate et prologo de Chomsky ala versin inlesa det libro de 223 6. LINGUISTICA FILOSOFICA Como ocurrié con Ia biologia cuando alcanzé un cierto grado de desarrollo como estudio tedrico de ba- ‘se empirica andlogo al estudio dela fisica tedrica, a me- diados del siglo se produjo una clara bifurcacién en el estudio del lenguaje entre las investigaciones que més (© menos conscientemente siguen una linea anéloga a la de Ia whistoria natural» y las que conscientemente tratan de emular el ejemplo de fa «filosofia natural» (Gieneia natural en términos modernos). Para evitar confusiones convendria darles nombres distintos. Una estipulacion terminoldgica que parece razonable seria, dara las primeras el nombre de investigaciones «filo- ogicas» (atin a sabiendas de que en su sentido mas es- tricto la «filologian se limita a los textos escritos, ya {que éste no es su Gnico uso) y a las segundas el de in- ‘estigaciones propiamente «lingtisticas». La filologia, {que es y ha sido siempre una empresa positivista y sin Claros impulsos te6ricos, no parece haberse percatado {de lo que significa la revolucidn ciemtfica asociada con, Galileo y Newton o la revolucién lgica asociada con Frege y Russell; la lingtifstica, por el contrario, ha as- pirado a menudo a alcanzar wn nivel cientifico, aun- ue de diversas y a veces muy antagénicas maneras, yen los que desde la pespectiva actual parecen sus me- jJores momentos ha mostrado gran interés en los des: cubrimientos de la légica y la filosofia de fa ciencia, Dada esta distincién, no siempre sera facil separar nitidamente los estudios sobre el lenguaje que son pu- ramente o predominantemente linglsticos, o al menos aspiran a serlo, de los estudios esencialmente Tilolégi- cos, Para Chomsky, por ejemplo, muchos de los es Sea, ws plpinas verdaderamenteextraordnaras, aun dentro de ig obra de Chomshys ef. Lennebera, 1967, y Landsr, 1966, Seein {andar es ademas inconsistent habla de a ess de Sapit- Whos Sage tess de Sapir es fundamentlmentedisita dela de Whor 224 | | | | critos de J. L. Austin no son realmente filos6ficos, si fo més bien Tiloldgicos, En todo caso, para nuestro propésito no es necesario decidir si un estudio deter~ Ininado es esencialmente ilologico 0 esencialmente lin- iBulsticos basta con distinguir en principio, Lo que ca~ facteriza a menudo los eseritos de los filosofos sobre tllenguaje, independientemente de que sean predomi hhantemente filologicos o predominantemente lingils ficos, es que el autor suele tener consciencia de al me~ hos ciertos recursos de la ldgica, lo cual a menudo le permite hacer gala de un rigor no habitual en otros ‘campos. ‘Aun si fuera facil distinguir entre filologia y lings tica en el sentido estipulado en esta secci6n, no seria facil distinguir la Tingistica (con pretensiones de) cien tifica de la lingiistica filosdfica en el sentido de este tensayo. Sin embargo, como primera aproximacion, c2 be asumir que, en general, las mas avanzadas investi faciones de la «sintaxis» en sentido amplio, es deity Beto que cabria lamar «morfo-sintaxis» (0 sea, la Sintaxis junto con Ta morfologia, incluida la fonolo- gia) sueten inscribirse resueltamente en el eampo de 1a Tinguistica que aspira a cientifica (cfr. Martinich, 1985, pp. 7, 305, 314). Desde hace algunos (pocos) aos (me~ MRos de diez) tambien parecen inscribirse en el campo ‘Gentifico o precientifico ciertos aspectos de lo que ca- bria llamar «semo-sintaxis», en particular la «sintaxis» dela llamada «forma Igican en el sentido de Ia Sec~ Gon 4, Esto sugiere que las investigaciones de lingis- {ica filosofica mas interesante como «filosofia del len- fuajen tratan de otros aspectos del estudio de la inter- pretacion. Lo que no ofrece lugar a duda 5 que los Estudios sobre Ia significacion o sobre la referencia puc~ den competir, tanto en cantidad como en calidad, con cualquier otra clase de estudios agrupados bajo la il brica, en general bastante flexible, de «filosofia del len- puajen. Las dimensiones de este ensayo solo permite Esbozar un aspecto del tema, de modo que trataré de 25 ineluir al menos los estudios que parecen ser més inci- antes y prometedores. En la llamada «semvantica formal de las lenguas na- turales» han dominado dos tendencias muy contrapues- tas. Para la primera, por la que suelen mostrar prefe- rencia los filsofos y los légicos, la significacion es quello que determina las condiciones de verdad de las fraciones; para la segunda, que suele atraer a los psi- ‘célogos (incluidos los lingiistas) y a los estudiosos de fos procesos computatorios y la «inteligencia atificiab», Ia significacién es aquello que el hablante intuye cuan- do comprende las palabras y oraciones que oye 0 lee, cs decir, cuando construye la estructura de la represen tacién mental de lo que oye o lee. En la primera con- ceepcion es necesario distinguir dos variantes: la seman- tica de modelos («model-theoretic semantics») y la wse- mantica de la verdad» propiamente dicha («truth- theoretic semantics»), asociada sobre todo con Donald Davidson, que trata de aplicar la teoria de la verdad de Alfred Tarski al lenguaje natural. 6:1. La seminica modétca (xaeks) La teoria modélica («model theory») representa, sin

También podría gustarte