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ARTÍCULOS

USO Y GESTIÓN SOSTENIBLE DE LA BIODIVERSIDAD

Biodiversidad, hábitats y gestión del medio natural se funden en la


Estrategia para la Conservación y Uso Sostenible de la Diversidad
Biológica de La Rioja

La Celebración de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Desarrollo y Medio Ambiente,


celebrada en 1992 en Río de Janeiro supuso la firma del Convenio de Diversidad Biológica a
nivel mundial. A este acuerdo le siguieron la Estrategia comunitaria y nacional y ahora La
Rioja presenta los principios rectores para el uso racional y gestión de los recursos
naturales en un documento: “La Estrategia Regional para la Conservación y Uso Sostenible
de la Diversidad Biológica de La Rioja” que se enmarcará dentro de la Estrategia Regional
de Desarrollo Sostenible, presentada el pasado 5 de junio.

¿Quién no ha oído hablar en alguna ocasión de la expresión


“biodiversidad”? Es habitual en los medios de comunicación masivos y
en las publicaciones especializadas se recurre a ella continuamente. Los
políticos trasmiten su preocupación por conservar la biodiversidad del
país o región y los ecologistas denuncian la pérdida de biodiversidad
causada por las actividades industriales y la actividad humana en
general.

Si bien es cierto que el hombre, desde los albores de la historia, se ha


servido de la naturaleza para subsistir, nunca se había llegado a la
paradoja de que el abuso que se hace de ella obligara a adoptar
simultáneamente medidas que garantizaran su protección. Las mismas
empresas que contaminan diseñan sistemas de calidad ambiental; las
políticas que buscan potenciar la industria dicen intentar a su vez el
respeto a las leyes de protección de la naturaleza; y, para terminar, los
propios ciudadanos sensibilizados por el deterioro del medio ambiente
obvian que también está en sus manos trabajar por el desarrollo
sostenible.

Durante el largo proceso evolutivo, ha quedado patente ese afán de superación heredado que el ser
humano tiene de sí mismo y de las dificultades del entorno en el que se debía desenvolver desde que
el hombre dejó sus primeras huellas prehistóricas sobre la faz de la Tierra.

El desarrollo de las sociedades humanas siempre ha requerido para su supervivencia la necesidad de


explotar los sistemas naturales y extraer sus recursos para su utilización con el fin de satisfacer sus
necesidades. Pero esa explotación de la Naturaleza en provecho propio ha llegado a tal grado que en la
actualidad se teme estar poniendo en peligro la existencia de los propios recursos, de los componentes
del medio natural y de los complejos dinámicos que constituyen los procesos ecológicos esenciales
para la vida.

Ha sido durante el siglo XX cuando los seres humanos se han venido concienciando en mayor o menor
medida, de que la conservación de la Naturaleza y la utilización racional y responsable de sus recursos
y componentes biológicos es una obligación que, responde, a principios éticos que además se ha
convertido en una cuestión de supervivencia que requiere un compromiso de solidaridad entre la
sociedad actual y las futuras generaciones. La conservación de la naturaleza y la protección del medio
ambiente, en general, así como la preservación y uso sostenible de los bosques y los mares como
almacenes de biodiversidad, en particular, constituyen hoy en día una cuestión de principios que obliga
a cualquier aspecto de la vida humana, a tomar medidas preventivas o correctoras.

Compromiso internacional
La celebración de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre
Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente, celebrada en 1992 en Río de
Janeiro y conocida como la “Cumbre de la Tierra” en la que por primera
vez en la historia se reunían los más altos representantes de los
gobiernos de 157 países del planeta, supuso la firma, entre otros
acuerdos mundiales, del Convenio de Diversidad Biológica (CDB), junto
con los Convenios de Desertificación y Cambio Climático, además de
firmar un compromiso para alcanzar un Acuerdo Global sobre Bosques
para el año 2000.

Los objetivos del Convenio, adoptados y asumidos en todos los


documentos elaborados posteriormente tanto a escala nacional como
internacional, son la conservación de la diversidad biológica, la
utilización sostenible de sus componentes y la participación justa y
equitativa en los beneficios que se deriven de la utilización de los
recursos genéticos.

El Convenio define la diversidad biológica como la “variabilidad de


organismos vivos de cualquier fuente, incluidos, entre otras cosas, los
ecosistemas terrestres y marinos y otros ecosistemas acuáticos y los Nueva Imagen
complejos ecológicos de los que forman parte; comprende la diversidad La Estrategia apuesta por la gestión y
uso sostenible del sector agrícola.
dentro de cada especie, entre las especies y de los ecosistemas” y la
utilización sostenible como “la utilización de componentes de la
diversidad biológica de un modo y a un ritmo que no ocasione la disminución a largo plazo de la
diversidad biológica, con lo cual se mantienen las posibilidades de ésta de satisfacer las necesidades y
las aspiraciones de las generaciones actuales y futuras”.

El principio fundamental que inspira el documento se basa en el


derecho soberano de los estados a explotar sus propios recursos en
aplicación de su propia política ambiental y la obligación de asegurar
que las actividades que se lleven a cabo dentro de su jurisdicción o
bajo su control no perjudiquen al medio de otros estados o zonas
situadas fuera de toda jurisdicción nacional.
El artículo 6 de este Convenio obliga a las partes implicadas a elaborar
estrategias, planes o programas para la conservación y utilización
sostenible de la diversidad biológica o a modificar los ya existentes
para que sean coherentes con las recomendaciones del Convenio. José Ángel López
Nutria: Las especies singulares como
En este sentido, y coincidiendo con la ratificación por parte de la la nutria son para la Estrategia
elementos de protección prioritaria.
entonces Comunidad Económica Europea del Convenio de Diversidad
en 1993, la CEE aprobó su V Programa Comunitario de Acción en
Materia de Medio Ambiente el 1 de febrero de 1993, en el que la protección de la naturaleza y la
diversidad biológica ocupan un lugar destacado. Uno de los elementos fundamentales de este
Programa lo constituye la Estrategia Comunitaria de Biodiversidad.
Posteriormente en el año 1999, el Ministerio de Medio Ambiente del Gobierno español elaboró la
Estrategia Española para la Conservación y el Uso Sostenible de la Diversidad Biológica. En este
documento se insta a las Comunidades Autónomas a elaborar sus propias estrategias.

Conservar la biodiversidad riojana

Es evidente que, con tales antecedentes, de los compromisos firmes contraídos por el entorno estatal e
internacional de la Comunidad Autónoma de La Rioja se deriva la necesidad de tomar una iniciativa al
respecto, por lo que el Gobierno regional contrae la responsabilidad de elaborar un documento que
marque las líneas de actuación para asegurar la conservación del patrimonio natural y preservar los
valores ecológicos de La Rioja.

Así, el Ejecutivo regional proclamó el pasado 13 de julio en la finca de Ribavellosa su compromiso con
el medio natural al aprobar el documento “Estrategia Regional para la Conservación y Uso Sostenible
de la Diversidad Biológica de La Rioja”, un documento que deberá integrarse a su vez en la Estrategia
Regional de Desarrollo Sostenible y en el proceso participativo que actualmente está abierto en el seno
de la sociedad riojana.
El documento parte de una “foto fija” de la actual situación de nuestro patrimonio natural e identifica
los procesos que están causando su deterioro y los sectores productivos que los están provocando, la
Estrategia establece un marco general para la política regional de conservación y utilización sostenible
de la diversidad biológica, indicando las directrices que deberán seguir los futuros planes sectoriales y
programas específicos que se pongan en marcha en el futuro.

Mediante tres grandes objetivos básicos (institucionales o sociales; de control planificación y gestión; y
científicos y culturales) la Estrategia pretende alcanzar su finalidad última: conservar, consolidar y
mejorar el estado de los componentes de la diversidad y del paisaje riojano, eliminando o reduciendo
los riesgos que amenazan su preservación, procurando un equilibrio razonable y responsable entre la
conservación y uso sostenible de los recursos biológicos y garantizando la implicación y participación
de los distintos sectores de la sociedad riojana en su consecución.

La Estrategia marca así las directrices generales y sectoriales de


protección, ordenación y gestión de la naturaleza en La Rioja para
garantizar un uso racional y sostenible de los hábitats, las poblaciones y
los recursos genéticos.
El diseño de la Estrategia se desarrolla a través de tres líneas de
actuación fundamentales: directrices de ámbito sectorial, territorial y
horizontal.
La primera de las directrices de actuación es la de carácter sectorial. En
este sentido, la Estrategia establece criterios orientadores y propuestas
estratégicas a aplicar sobre las diferentes actividades económicas con
incidencia sobre los componentes de la biocenosis, los ecosistemas y
los recursos biológicos, en particular, sobre los recursos naturales
renovables y los procesos ecológicos en los que se desenvuelven.

Para ello destaca aquellas actividades económicas más significativas:


planeamiento urbanístico, recursos naturales estratégicos (minería, José Ángel López
agua, energía), infraestructuras (medioambientales, transporte y Cantueso: En el marco de la
comunicaciones) y actividades productivas (industria y turismo). Estrategia la conservación de la flora
Las propuestas de carácter sectorial pretenden impulsar el desarrollo juega un papel importante.
sostenible en cada sector de la actividad económica regional de forma que minimice sus efectos sobre
el medio ambiente y, en particular, sobre los componentes de la diversidad biológica y de los
ecosistemas de los que forman parte.
En cuanto a las directrices de carácter territorial, la Estrategia distingue entre dos ámbitos claramente
diferenciados: por un lado, el ámbito agrario y rural y, por otro, el medio natural donde se estarían
incluídos los espacios forestales, hábitats naturales, fauna, y flora silvestres, y recursos cinegéticos,
entre otros.

La Estrategia hace especial hincapié en los espacios agrarios, ya que se trata de un actividad
productiva que incide sobre el 97% del territorio riojano y que alberga casi la totalidad de la vida
silvestre regional y sus hábitats de estancia, cría y alimentación.

Esquema de la Estrategia Regional para la


Conservación y el Uso Sostenible de la Diversidad
Biólógica de La Rioja

A.- DIRECTRICES DE ÁMBITO SECTORIAL


A.1.- Directrices y Propuestas sectoriales relativas a las
diferentes actividades productivas con incidencia sobre
la conservación de la diversidad biológica:
A.1.1. Directrices sectoriales relativas a la Planificación
Territorial y Urbanística.
A.1.2. Directrices sectoriales relativas a los recursos
naturales.
A.1.3. Directrices Sectoriales relativas a las actividades
productivas secundarias y terciarias.
A.1.4. Directrices Sectoriales relativas a los
equipamientos e infraestructuras.

B.- DIRECTRICES DE ÁMBITO TERRITORIAL


B.1.- Directrices Estratégicas para la Conservación de la
Diversidad Biológica en los Espacios Agrarios.

B.2.- Plan Estratégico de Conservación del Medio


Natural. (Plan Forestal Regional).

2.1.- Protección de los Espacios Naturales, Flora y Fauna


Silvestres.
2.1.1. Programa de Conservación de los Espacios y
Hábitats Naturales.
2.1.2. Programa de Conservación de la Vegetación y la
Flora Silvestre Singular.
2.1.3. Programa de Conservación de la Fauna Silvestre.
2.2.- Gestión Forestal Sostenible.
2.2.1. Programa de medidas para la gestión y uso
sostenible de los espacios forestales.
2.2.2. Programa de medidas relativas para la gestión
cinegética y piscícola.
2.2.3. Programa de medidas relativas al uso público del
medio natural.

C.- DIRECTRICES DE CARÁCTER HORIZONTAL


C.1.- Directrices de carácter legal.
C.2.- Directrices de carácter financiero.
C.3.- Directrices relativas a las líneas preferentes de
investigación.
C.4.- Directrices relativas a la formación, la capacitación
y la asistencia técnica.
C.5.- Directrices relativas a la sensibilización, la
divulgación y la educación ambiental.

En este sentido la Estrategia sugiere un desarrollo rural basado en la conservación de la diversidad de


paisajes agrarios y cultivos o impulso de alternativas agrícolas respetuosas con el entorno natural, así
como la conservación de la variedad de razas ganaderas autóctonas.
Evidentemente el grueso de la Estrategia lo encontramos en el denominado Plan Estratégico de
Conservación del Medio Natural, donde se formulan las directrices para la conservación, gestión y uso
sostenible de espacios forestales, hábitats y especies silvestres de fauna y flora. Cada una de estas
guías de futuro serán aplicables en los programas y planes que actualmente está elaborando la
Dirección General de Medio Natural.

Se trata de planes de acción donde la protección y el uso racional del medio natural riojano son
cuestiones primordiales. Tales actuaciones se materializan en el Plan Regional Forestal, Protección de
los Espacios Naturales, Flora y Fauna Silvestres, Programa de Conservación de la Vegetación y Flora
Silvestre Singular, Programa de Conservación de la Fauna Silvestre y programas de medidas para la
gestión sostenible de los espacios forestales, la fauna cinegética y piscícola.

Por último la Estrategia establece una serie de directrices denominadas Directrices Horizontales donde
se enmarca el ámbito legislativo, el financiero, fomento de la investigación y formación y líneas de
actuación relativas a la sensibilización ciudadana, la divulgación y la educación ambiental.
En el marco legislativo, La Rioja está preparando la Ley Regional sobre Conservación de la Naturaleza,
un instrumento que garantizará la ordenación, protección y gestión sostenible de los espacios
naturales, la flora y la fauna silvestres de nuestra comunidad.
El documento Estrategia regional de Conservación de la Diversidad Biológica trata pues de marcar
unas pautas recomendables o declaraciones de principios, más que un documento medioambiental es
un compromiso para la sociedad riojana y, en particular, para los sectores institucionales,
profesionales y agentes sociales implicados o interesados en la conservación de la naturaleza en La
Rioja.

El ámbito de aplicación de dicha estrategia abarca todo el territorio regional, en especial las áreas que
sustenten poblaciones de especies de flora y fauna silvestres, hábitats naturales, enclaves botánicos,
ecosistemas fluviales (riberas, caudales ecológicos, corredores biológicos), bosques singulares,
espacios naturales protegidos (Red Regional de Espacios, Red Natura 2000) y recursos genéticos.
La pérdida de más biodiversidad supondría en sí mismo la pérdida de los propios valores identificativos
y distintivos del territorio riojano.
Debemos tener en cuenta que cada año desaparecen especies y con ellas sus hábitats, aumentando
así la uniformidad y la homogeneidad ecológica del territorio. La biodiversidad natural es frágil y
algunas acciones humanas como la introducción de especies alóctonas, la explotación excesiva de
plantas, animales, la fragmentación de los hábitats, el cambio climático, la agricultura con el uso
masivo de plaguicidas y la reducción de las variedades empleadas pueden hacerla desaparecer, sin
posibilidades de retorno

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