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Capítulo 3(*)
Índice:
Las escuelas de administración y los modelos de planificación
Lo estratégico y la planificación en salud
La Planificación, los modelos de programación
Los momentos de la Planificación
Momento explicativo
Momento Normativo:
Momento Estratégico
Momento Táctico Operacional:
Acerca de la investigación de problemas
El Programa operacional
Planificar en Bioética
1.- La modalidad Académica
2.- Modalidad Normativa
3.- La modalidad espontánea:
La Bioética como programa de reforma social
(Un camino hacia el cambio de paradigma)
1.- Quiénes toman las decisiones
2.- El paradigma o modelo conceptual desde el cual se toman las
decisiones
3.- Cómo se toman las decisiones
4.- Sobre qué decisiones se trabaja
¿Cómo lo hacemos?
Los niveles de lo estratégico y la Bioética
Pág. 37
Se ha visto en el Capitulo anterior la historia que ha tenido el desarrollo de
la Bioética y sus Instituciones, particularmente, los Comités Hospitalarios de
Bioética.
En el siguiente desarrollo se tratará de introducir a una metodología para
implementar de forma sistemática la creación de estos CHB en ámbitos de salud
desde estructuras centrales o desde ámbitos de toma de decisión, como el
político institucional.
Para la estructuración de este proyecto se ha propuesto como metodología
de diseño la llamada Planificación estratégica.
Esta metodología fue elaborada por autores como Carlos Matus, Mario
Róvere, Mario Testa, Paulo Mota que en los años 70/80 realizaron una revisión
crítica de los modelos de planificación en el campo de la salud y abrieron la
puerta a estrategias “transformadoras” de los modelos de planificación que se
empleaban hasta entonces.
1
Kliksberg, B. El Pensamiento Organizativo. Del Taylorismo a la Teoría de la organización. Ed. Paidos, Bs, As,
1985, p: 194.
2
Kliksberg, B. Op cit, p:178.
3
Taylor, Fredirick Winslow (1856- 1915), ingeniero estadounidense que desarrolló reglas que permiten
aumentar el rendimiento de las máquinas- herramientas, que luego trasladó al trabajo humano; desarrolló un
modelo de organización “científica” del trabajo. Sus obras (1911) Shop Management y The Principles of
Scientific Management.
Pág. 38
Estos modelos con escasa revisión, fueron trasladados e incorporados por
las escuelas de Salud Pública y posteriormente a los Servicios de Salud. Sin duda
también determinaron las estrategias educativas, en este caso tendientes al
“adiestramiento” de los profesionales, en el sentido de mejorar habilidades para
eficientizar los servicios.
El modelo propuesto estuvo basado en tres pilares a saber: la “autoridad”,
la “responsabilidad” y la “disciplina”.
Es importante hacer un breve comentario sobre las concepciones que
estableció esta escuela, porque aunque se originó a principio de siglo su vigencia
fue enorme y se mantuvo casi hasta hace 20 años, dejando modelos
hegemónicos de pensamiento en la administración basados en una serie de
concepciones que aún hoy se encuentran vigentes en quienes toman decisiones.
A pesar de haber sido defenestrada como teoría por distintas escuelas de
pensamiento, (sociológicas, antropológicas, psicológicas, etc), en la práctica se
mantienen concepciones muy arraigadas, en el caso que nos ocupa las
Instituciones de Salud.
Sin embargo esto no debe entenderse como un fenómeno casual. Los
modelos económicos del final de siglo están tendiendo a reformular estas teorías
con otros enunciados, pero igual significado, el modelo de mercado neoliberal, y
dentro de él el nuevo management han reestablecido el concepto de eficiencia y
productividad y cosificado nuevamente al sujeto.
Las concepciones que ha dejado la escuela tradicional han sido
desarrolladas vastamente por Kliksberg 4, de lo que se ofrece un breve resumen:
c.- Primacía absoluta del valor “eficiencia”: Este que fue el valor
básico se entendió en la práctica como la maximización de las utilidades de la
empresa. De este modo el criterio se aplicó a todas las actividades desarrolladas
dentro de la empresa, desde las más pequeñas, (hasta los movimientos del
trabajador) hasta el cumplimiento de los grandes objetivos.
4
Kliksberg, Op cit, pp: 178-185
Pág. 39
f.- Ignorancia del grupo social y omisión del contexto. Lo que pone a
la empresa y los individuos que en ella están “fuera” de su grupo interno y
externo, de tal manera que no tiene en cuenta lo que sucede en el contexto y
menos aún los posibles impactos que el desarrollo de esa eficiencia pueda
producir en otros sectores del campo social.
Pág. 40
un orden o a un equilibrio terminaron por ser formas de freno a cualquier idea
innovadora o revisora de la hegemonía de poder o de liderazgo existente. Así, a
pesar de presentarse como renovadora la propuesta terminó por ser de neto
corte conservador.
En la década de los 70, los modelos de organización entran en crisis, de la
mano de la gran crisis económica mundial, lo que se llamó en el campo de la
salud “la explosión de costos”, y del enorme desarrollo científico tecnológico que
ingresaba al mercado sanitario. La situación de la empresa mundial dio lugar al
surgimiento de una nueva revisión y de propuestas para la administración que
hicieron una ruptura profunda con los modelos tradicionales existentes hasta ese
momento.
Esta ruptura dio lugar a la llamada “Administración Estratégica”, de la
cual hasta el presente se han desarrollado al menos ocho escuelas diferentes7.
En lo que sigue se intentará profundizar en lo que se ha llamado el
“pensamiento estratégico”, enfoque que cambia sustancialmente el eje de las
escuelas tradicionales y coloca como protagonista al sujeto de la administración.
Se ponen en cuestionamiento, en primer lugar el concepto del individuo
como mano de obra intensivo y se prioriza el talento y la iniciativa que puedan
tener los integrantes de un servicio o estructura de la administración, en
segundo lugar la estructura de organización vertical y su eficiencia, proponiendo
alternativas de participación y finalmente, se introduce la idea de la capacitación
como herramienta de crecimiento en el terreno organizacional.
Aquí la capacitación va dirigida a lograr que el individuo sea protagonista
del proceso de la organización y no un mero ejecutor de órdenes. Se introduce el
concepto de “emprendedor interno”, erradicando la idea previa de que “desde
afuera” se puede resolver, desde cierto poder legitimado los problemas de las
instituciones.
Ya en los años 80 se comenzó a relacionar el análisis organizacional con la
planificación de recursos humanos, introduciendo estrategias educativas a través
de la llamada “educación problematizadora”, metodología que introduce al sujeto
de la organización como agente transformador de las prácticas y por tanto
protagonista en los procesos de cambio.
7
Serra, R.; Hermida, J. Administración y Estrategia; un enfoque competitivo y emprendedor. Ed. Macchi, Bs.
As., 1991, p: 40; en Róvere, Mario, Op cit 6.
Pág. 41
Para ingresar en la fundamentación de la metodología propuesta
deberemos especificar a qué se hace referencia cuando se habla de lo
estratégico.
La palabra estrategia es un término bélico usado en el ámbito militar que
“da por supuesta la idea de una confrontación entre partes real o potencial”, y
esa idea es la que ha sido trasladada a distintos ámbitos de la organización,
primero al campo del deporte y posteriormente a la planificación.
La idea que sustenta este concepto es que dentro de determinado campo
social, existe un “juego” en el que se pueden identificar códigos comunes y
donde hay aliados y oponentes. Estos son vistos como “campos de batalla,
campos de tensión, campos de lucha” o también llamados “campos turbulentos”
donde el conflicto es central y permanente, y el objeto sobre el que se trabaja
entra dentro de esta conflictividad 8.
Es decir, un espacio en movimiento que se plantea como un juego. El
juego presenta situaciones de conflicto que le son propias y que no pueden ser
obviadas a lo largo del mismo. Su desarrollo no es lineal porque cuenta con
escollos y contrincantes que forman parte de él y que también llevan adelante su
propio juego.
El campo social es entendido como un campo de tensiones con distintos
niveles de poder y donde los actores y grupos sociales juegan un rol fundamental
en las facilidades o dificultades para alcanzar un objetivo determinado por un
actor o grupo de actores determinados.
Bourdieu define un campo de la siguiente manera “una campo puede
definirse como una red o configuración de relaciones objetivas entre posiciones.
Estas posiciones se definen objetivamente en su existencia y en las
determinaciones que imponen a sus ocupantes, ya sean agentes o instituciones,
por su situación (situs) actual y potencial, en la estructura de la distribución de
las diferentes especies de poder (o capital) –cuya posesión implica el acceso a
las ganancias específicas que están en juego dentro del campo- y, de paso, por
sus relaciones objetivas con las demás posiciones, (dominación, subordinación,
homología, etc)” y agrega “se puede comparar el campo a un juego, (aunque, a
diferencia de este último, no se trate del producto de una creación deliberada y
obedezca a reglas, mejor dicho, a regularidades que no son explicitadas o
codificadas)” 9 .
El concepto presentado será de utilidad para comprender el enfoque
planteado, ya que de la definición se desprende una concepción diferente del
lugar que ocupa el individuo y el grupo en la sociedad.
Así entendido el modelo empleado, para llegar al cumplimiento de un
objetivo debe prever que este camino no será lineal, que en su trayecto habrá
innumerables obstáculos y que está sujeto a permanentes marchas y
contramarchas que dependen de la correlación de fuerzas de los actores sociales,
de los sectores, como de los diferentes contextos, etc., como se ha visto.
8
Rovere, Mario. Planificación estratégica de Recursos Humanos en Salud. Serie Desarrollo de Recursos
Humanos Nro 96. OPS/OMS, 1993, p:16.
9
Bourdieu, Pierre; Wacquant, Loie J D. Respuestas. Por una antropología reflexiva. Grijalbo, México, 1995, pp:
64. 65.
Pág. 42
Mario Testa sostiene que lo estratégico es “una manera de ponerse en
situación, de aproximarse a alcanzar la meta: ganar espacio, ganar tiempo,
establecer condiciones favorables a nuestro propio desempeño” 10 .
Se toma así distancia de los modelos normativos de programación que
consideran que se puede programar llevando una línea directa hacia el
cumplimiento de objetivos. Desde esta perspectiva “tradicional” o “normativa”
quien programa puede tener una percepción objetiva de la realidad que puede
ser conocida a priori. Establece objetivos fijos a los cuales intenta aproximarse
fraccionariamente, a través de etapas que plantea inicialmente y que suelen ser
inamovibles.
En este tipo de planificación no suelen tenerse en cuenta los contextos
locales, ni histórico culturales, con lo cual suele planificarse “desde afuera” del
escenario 11 que se pretende modificar o del objetivo al que se pretende llegar.
En la misma línea los individuos son considerados como “objetos” y no como
“sujetos”, (menos aún como sujetos de cambio o transformadores) y los
escenarios sociales están plasmados en un plano sin movimiento.
Estos modelos verticales no contemplan además la participación de
aquellos que intervienen en el proceso de cambio planeado o en el camino hacia
el cumplimiento de objetivos, es en ese sentido que son concebidos como
objetos .
Sostiene Róvere que lo aquí entendido por estratégico se refiere a
“acciones o resultados que puedan considerarse un avance significativo en
relación a poner un objetivo al alcance, avance que necesariamente debe
considerarse como un cambio en la correlación de fuerzas entre dos o más
actores sociales” 12.
Estos modelos en ocasiones han sido condenados por parecer
subjetivistas, sin embargo desde las teorías sociales modernas, no parece
posible abordar el campo social sin entender que los campos de estudio son
espacios dinámicos y conflictivos, debiendo necesariamente incluir en sus análisis
a los sujetos que participan de él, entendidos como parte esencial de la
transformación y del cambio esperado. Los modelos que pretenden ser objetivos
tienden a dejar fuera del análisis, elementos de suma importancia, lo que puede
conducir el proyecto al fracaso y, en el terreno de la programación, pueden no
alcanzarse nunca lo que se pretende lograr.
Este enfoque estratégico, propone que los objetivos de la planificación
deben formar parte de la idea de conflicto.
Lo estratégico tiene su fundamentación en la llamada teoría de juegos,
(especialmente en la teoría norteamericana), y esta ha sido su base teórica
originalmente. La fundamentación de esta teoría y sus posteriores modificaciones
serán desarrolladas más adelante.
De igual modo se ha afirmado que cada campo en menor escala reproduce
modelos semejantes al de toda la sociedad, por lo cual se hace indispensable
10
Testa, Mario. Pensamiento estratégico y lógica de programación (el caso de salud). OPS/OMS, Publicación
Nro 11, 1987, p: 3. )
11
El concepto de “escenario” aquí está relacionado a la idea de campo que ya fue vista. Implica un espacio
donde se desarrolla la acción que es objeto de las actividades estudiadas, pero que tienen una articulación con
el fenómeno mismo. Es un espacio dinámico donde interactuan el espacio, la acción, los actores y el contexto.
Se lo ha llamado mejor, espacio social o campo de fuerzas. En Testa, M: Pensamiento estratégico... Op Cit 10,
pp: 57- 58.
12
Róvere, Mario. Planificación Estratégica...; Op cit 8, p: 18.
Pág. 43
definir los actores, y sectores que participan en él y un marco de delimitación
para luego incidir en él como parte esencial de la mirada. Este marco
necesariamente es histórico cultural y político social.
Justamente es la “mirada” lo que inicialmente ha cambiado desde esta
perspectiva. Quien planifica ya no es alguien imparcial y objetivo que, desde
afuera, y desde una aparente racionalidad puede prever lo que va a suceder. La
mirada ahora es parte del campo.
En este caso, los campos a los que se hace referencia son, el sector salud,
el campo científico tecnológico, los recursos humanos en salud y los servicios de
salud.
13
Róvere, Mario. Planificación Estratégica...; Op cit 8, p: 9.
14
En este sentido las iniciativas universitaria para la formación en Bioética no es una excepción.
Pág. 44
estructura social, donde, la coacción, la cooperación, la
competencia o el conflicto forman parte de una dinámica de alta
especificidad , aunque a la vez son atravesadas por los
determinantes más amplios de la sociedad en su conjunto a la
que contribuyen a construir. (…). Todas las escuelas innovativas
en el campo de la administración redescubren la problemática de
los RRHH a través del análisis de la cultura, la comunicación, el
liderazgo, etc. como ejes básicos del cambio organizacional.
3.- La universidad y otras entidades formadoras, son
organizaciones complejas, que no necesariamente “forman” ni
deben “formar” “el personal que el país necesita”, (…) , sino más
bien pueden formar profesionales y técnicos críticos capaces de
comprender, participar y estimular procesos de cambio y
transformación de los servicios de salud, (…), se trata menos de
“liderar” esos cambios y más de comprenderlos y no
obstaculizarlos interpretando correctamente la dinámica de las
diferentes fuerzas sociales, (específica a su vez en cada país o
región) que constituyen, reproducen y /o transforman los
sistemas de salud.
15
Planificación Local Participativa. Metodología para la promoción de la Salud en América Latina y el Caribe.
OPS/OMS. Serie PALTEX para ejecutores de programas de salud, Nro. 41, 1999, pp: 45-60.
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propuestas transformadoras dentro de ese campo pueden “multiplicarse” a otros
campos, pero básicamente crear agentes de transformación.
La propuesta está pensada para sociedades y estructuras democráticas, ya
que su propia esencia es la participación de todos los implicados siendo
impensable su desarrollo en sistemas totalitarios. De igual modo para estructuras
organizativas que no sean verticales o autoritarias en donde su implementación
sería más compleja
Sin embargo, como se ha visto antes, los modelos existentes en los
servicios de salud no se caracterizan por ser plenamente democráticos y, en
general, guardan severos sesgos autoritarios y verticalistas. Estos modelos
pretenden implantarse en un sector salud que se caracteriza por su
fragmentación y heterogeneidad16.
En estos escenarios el enfoque estratégico puede pensarse como una
perspectiva de análisis y una estrategia de planificación aunque no se haya
logrado cambiar la propia estructura de la organización. En este sentido lo
importante a considerara y, tomando distancia de modelos funcionalistas
normativos, es que la programación estratégica no solo pretende realizar
“movimientos relevantes para alcanzar objetivos sociales conflictivos”, sino que
pretenden además asegurar que “esos movimientos permitirán cambiar la
correlación de fuerzas actuales o futuras de una manera favorable para algún
actor social” 17.
Es interesante intentar confrontar la organización de los servicios de salud,
los modelos de planificación, (cuando hay alguno) y los modelos educativos en el
mismo terreno en los países de América Latina, para ver cuán vigente están esas
premisas que remedan las escuelas de organización tradicional referidas antes, a
pesar de que muchas veces se presentan con la imagen de “modernización” de
proyectos o de reformas de Estado. Todo ello entremezclado con intentos de
modernización de la gerencia y algunos pocos sectores con modelos estratégicos.
Este análisis será de enorme utilidad cuando, ya entrando al tema que
ocupa este trabajo, sea de interés realizar una intervención en las Instituciones
de Salud, que conduzca a un cambio y que tenga la pretensión de crear
estructuras nuevas, (los Comités Hospitalarios de Bioética), modificar modelos de
toma de decisión en la práctica, intervenir en esos procesos, llevar adelante
planes de capacitación para profesionales de la salud, o promover regulaciones,
etc.
Si estas premisas no son tenidas en cuenta es probable que las
intensiones de transformación que plantea la Bioética queden sólo en el plano
declamativo, pero no lleguen verdaderamente a transformar la realidad.
16
Belmartino, Susana. El sistema de Salud en Argentina: perspectivas de reformulación. Cuadernos Médico
Sociales; Nro 6, CESS, Rosario, 1992, pp 1-5.
17
Róvere, Mario. Planificación Estratégica...; Op cit 8, p: 18-19.
Pág. 46
El modelo de programación estratégica fue una respuesta a otros llamados
“tradicionales”, que habían entrado en crisis en los años 70.
Las ideas desarrollistas habían tenido un gran impacto particularmente en
los campos económico, educativo y sanitario. La Alianza para el Progreso impulsó
la expansión de estas ideas en todos los países de la Región, contando para ello
con la adhesión de entidades internacionales como OPS a través de las cuales las
ideas fueron difundidas.
Los autores que impulsaron este nuevo modelo cuestionaban el
fraccionamiento entre teoría, metodología y práctica.
La teoría determina, o marca el espacio o campo de posibles metodologias
y estas a su vez demarcan el espacio de posibles prácticas. Estos tres niveles
están indivisiblemente relacionados de una forma dialéctica.
Así concebido el proceso de planificación responde a una teoría, propone
algunas metodologías y, desde ya, prácticas en el campo social .
El enfoque estratégico introduce la idea de planificación vista como
“herramienta de libertad, planificación para la libertad, sujeta a control
democrático”18.
Al decir de Róvere “la planificación se plantea como una tarea para
quienes no se desalientan, para quienes no quieren limitarse a registrar la
historia, sino también quieren construirla” 19.
El enfoque estratégico se introdujo como pilar fundamental de la
planificación, se encuentra presente a lo largo de todo el proceso de planificación
y es justamente esa “mirada” a la que se hacía referencia antes. Pero hay una
momento en que lo estratégico se hace planificación y que se ha llamado
planificación situacional, lo que Matus describió como “el arte de gobernar en
situaciones de poder compartido”20 .
En este caso, la planificación estratégica identifica dirección con
planificación, considerando que estos dos lugares no pueden estar separados,
quien planifica tiene que estar vinculado al lugar de las decisiones.
Matus introduce el concepto de “situación” que se aleja de los modelos de
planificación normativos originados en el campo económico e introduce
concepciones acerca de distintos tipos de recursos escasos, (no solo
económicos), puede referirse así a recursos humanos, a recursos de poder, a
legitimidad o a credibilidad, eficacia política, etc., que se incorporan al proceso
de planificación
La noción de situación abre la puerta al concepto de “problema”,
construcción fundamental de este enfoque en la planificación, que será revisado
más adelante.
El concepto de situación permite ampliar la visión a distintos sectores,
(salud, educación, economía, política, etc.) y un problema construido bajo el
concepto de situación se analiza desde distintas perspectivas y permite
“representar una realidad compleja de múltiples dimensiones”21.
Se presentan así como “metodologías abiertas”, que pretenden ser
construidas en distintos contextos, a la luz de las propias realidades.
18
Manheim, K. Ideología y utopía. Fondo de Cultura Económico. México, 1987, en Róvere, Mario. Planificación
Estratégica..., Op cit 8, p: 6.
19
Róvere, Mario. Planificación Estratégica..., Op cit 8, p: 6.
20
Matus, Carlos. Planificación, libertad y conflicto. Serie Planificación Nro 16, OPS / OMS, Bs, As, 1984.
21
Matus, Carlos. Planificación, libertad..., Op Cit 20, p: 31
Pág. 47
El enfoque estratégico estará presente a lo largo de todo el proceso, sus
marchas y retrocesos, e irán ayudando a redefinir los objetivos.
Algunas conclusiones parecen de interés sobre el modelo:
1.- que la realidad cultural y social y el contexto político económico, son el
marco de referencia indispensable para poder planificar y plantearse objetivos en
cualquier campo social.
2.- que el sentido de la planificación debe ser transformador, (modificar las
relaciones de poder) y por tanto está orientado por unos principios que se
consideran rectores, (equidad, participación, solidaridad, democracia, etc).
Tomando distancia así de los modelos que se presentan como neutrales desde la
perspectiva ideológica. También en el campo de la salud al planificar
pretendemos lograr un cambio en un sentido y no en otro y desde esa
perspectiva la planificación para el cambio no puede plantearse como neutral
3.- Debe de igual modo tomar distancia de los modelos meramente
instrumentales que se plantean como único objetivo el logro de utilidades para
determinados intereses en juego.
4.- El proceso debe ser participativo y pluralista y requiere por tanto un
ámbito democrático para llevarse adelante.
5.- No es sólo una herramienta de análisis, (enfoque estratégico), sino que
es posible plasmarlo en metodologías para la implementación de prácticas.
22
Matus, Carlos. Planificación, libertad..., Op Cit 20, pp: 47- 80.
23
Róvere, Mario. Planificación Estratégica..., Op cit 8, pp: 61-67.
24
Matus les llama momentos y no etapas porque son instancias que se repiten constantemente en orden
cambiante en el proceso de planificación. Es este concepto lo que le aporta su mayor cuota de dinamismo.
25
Matus, Carlos. Planificación, libertad..., Op Cit 20, p: 47-48.
Pág. 48
3.- Que no se dispone de una ciencia social suficientemente sólida como
para acertar en el análisis causal de las consecuencias de las decisiones que
tomamos y entonces la única forma de entender la planificación es “como
proceso de aprendizaje - corrección - aprendizaje” Permanentemente se realizan
rectificaciones donde la referencia necesaria que orienta esa corrección es la
situación – objeto.
26
El libro citado de Matus dedica un capítulo a cada uno de ellos
27
Matus, Carlos. Planificación, libertad..., Op Cit 20, p: 58
Pág. 49
Se incluye en este análisis cuestiones como el poder real o potencial con
que se cuenta, los recursos necesarios y disponibles y las facilidades o
dificultades que ofrece la institución para alcanzar el objetivo buscado. Debe
incluir además un modelo de predictibilidad que permita estimar los resultados a
largo plazo.
No hay un método único y rígido para planificar, más bien hay un diseño
que se realiza para cada situación concreta.
Este es el momento en que contrastamos todo el análisis realizado antes
con la realidad concreta y establecemos los problemas concretos y las acciones
específicas que realizaremos para darles solución. Es el lugar del programa de
acciones concretas, de los procesos de decisión, de la evaluación a través de
indicadores previamente diseñados.
Se prevén aquí según Matus28, los siguientes submomentos:
a.- La apreciación de la situación en la coyuntura
b.- la pre - evaluación de las decisiones posibles
c.- la toma de decisión y ejecución
d.- la post - evaluación de las decisiones tomadas o apreciación de la
nueva situación.
28
Matus, Carlos. Planificación, libertad..., Op Cit 20, p: 71.
29
Róvere, Mario. Planificación Estratégica..., Op cit 8, p: 62
30
Róvere, Mario. Planificación Estratégica..., Op cit 8, p: 62
Pág. 50
El Cuadro está tomado de Róvere Mario.
Pág. 51
Problematizar la realidad significa adoptar una actitud crítica frente a ella y
hace presente la necesidad de transformarla.
Róvere define un problema como “una brecha entre una realidad o un
aspecto de la realidad observada y un valor o deseo de cómo debe ser esa
realidad para un determinado observador, sea individual o colectivo” 31.
El problema es una construcción subjetiva que realizan un individuo o
grupo de individuos, frente a la realidad. El término es de uso bastante
generalizado por lo que horizontaliza los debates y establece una plano de mayor
comunicación entre quienes interactúan para su identificción.
31
Róvere, Mario. Planificación Estratégica..., Op cit 8, pp: 79-90.
32
El cuadro está tomado de Róvere, Mario. Planificación Estratégica..., Op cit 8, p: 82.
Pág. 52
el problema tenga en sí, por ejemplo para la población, o por criterios de
legitimidad, es decir su valor político o de ganancia de poder, (los llamados
problemas terminales, que se ven “afuera” y su resolución otorgan mayor
legitimidad), aunque en realidad no sean demasiado importantes.
El Programa operacional
33
Programación local participativa .
34
Róvere, M; Pellón, José. Programación Local Participativa. Fotocopia sin fuente.
35
La aclaración se realiza porque la propuesta de Programación local ha sido diseñada como estrategia de Atención Primaria
de la Salud, para pequeñas comunidades.
36
Róvere, M; Pellon, J. Op cit 34.
Pág. 53
visto, preguntándose acerca de sus causas, sus repercusiones su importancia
real y potencial. Esta explicitación dará como resultado la elección de la acción a
desarrollar. Se intenta de igual modo diseñar una lista por importancia de
problemas, de mayor a menor jerarquía, según el grado de influencia que el
mismo tenga entre el grupo o el campo en el que se trabaja.
Las preguntas a responder en esta etapa son
¿Qué necesitamos?
¿En qué cantidad?
¿Quién lo consigue?
Pág. 54
¿Qué, quienes y cuándo?
Pág. 55
Planificar en Bioética
* Modalidad Académica
* Modalidad Normativa
* Modalidad Espontánea
37
Serrano Lavertu, D.; Linares, Ana M. “Principios éticos de la investigación biomédica en seres humanos:
aplicación y limitaciones en América Latina”. Boletín de OPS. Vol 108, Nros. 5 y 6, 1990. pp. 489-499. Véase
además: Dranne, James, F. el al. “Medical Ethics in Latin America : A new interest and Commitment” Kennedy
Institute of Ethics Journal . Vol. I, Number 4, 1991. pp 325- 338. Cit en Bioethics Yearbook: Volumen 2.
Regional Developments in Bioethics. 1989- 1991. The Center for ethics, Medicine and Public Issues. Kluwer
Academic Publishers. Houston, Texas. El tema fue desarrollado en el capítulo de Bioética Institucional.
38
Kottow, Miguel. Temática y Funcionamiento de los Comités Institucionales de Etica Médica / Bioética.
CIMBIO. Publicación Especial Nro 4, Universidad de Chile, Chile, 1995, y la Ley nacional 24742 /96 de la
Argentina.
39
Véase el Capítulo de Comités Hospitalarios de Bioética.
Pág. 56
Hospital o una unidad académica y comienzan a trabajar en la temática para
luego adherir a estructuras mayores.
Esta es la clara experiencia de la Argentina donde los CHB han ido
surgiendo espontáneamente y luego sumados a una estructura mayor de Red de
CHB.
Aún hoy, de todos modos gran cantidad de ellos no están en contacto con
alguna Red y se conforman y funcionan aisladamente, en muchos casos sin
contacto con fuentes formadoras o educativas en Bioética.
En los tres casos existen distintas propuestas que han tenido éxitos y
fracasos .
Sin embargo parece que es posible lograr un desarrollo más eficiente y
amplio de la disciplina desde lo que se ha llamado el enfoque estratégico en
programación, antes desarrollado.
Esta metodología puede aplicarse a cualquiera de las modalidades antes
referidas.
Para especificar mejor esta afirmación, se deberá ampliar ligeramente
sobre el concepto de bioética como programa de reforma social, (el que
fuera ya desarrollado al principio de este trabajo en Bioética institucional),
concepto a partir del cual la idea de programación estratégica no sólo toma
sentido sino que se presenta como indispensable para el desarrollo de la
Bioética, desde una perspectiva político institucional.
Pág. 57
De un modelo que explota la naturaleza y el medio a un modelo de desarrollo sustentable
ambiente irracionalmente (mercado)
4.- Sobre qué decisiones se trabaja. Este punto también hace referencia a las
incumbencias de la Bioética cuando intenta modificar actitudes y por tanto las
prácticas de la salud.
Sin lugar a dudas el compromiso esperado por la disciplina en este
sentido, excede ampliamente el campo sanitario y se introduce en la esfera
política. Como ya lo estableció Mario Testa “no se puede hablar de salud si no se
habla del poder y la política”. En tanto esta afirmación, desde su nacimiento la
Bioética ha deliberado acerca del poder y las consecuencias que las
confrontaciones de fuerzas tienen en referencia a él. El reflejo de este campo o
escenario del poder es la política y en tanto tal se presenta como estrategia.
Así Testa define a la política como una propuesta de distribución del poder,
y estrategia como la forma de implementación de una política 40.
La Bioética como programa de reforma social no puede ni debe evadir
el tratamiento de la problemática ético política.
Ningún análisis que se precie de ser profundo puede hacerlo, así como
ningún proceso de toma de decisión que parta de un diagnóstico parcial de la
realidad puede ser correcto.
Las líneas aquí planteadas refieren a que el objetivo primordial de la
Bioética como programa de reforma social tiene la pretensión de llevar adelante
una profunda transformación de los propios “decisores”, de los modelos de
referencia para tomar esas decisiones, de los procedimientos empleados y de la
priorización de los problemas acerca de lo que se decide.
Diremos con Mario Testa que, el saber que sostienen esta postura es “la
convicción de que las sociedad moderna brinda los espacios sociales virtuales
que pueden convertirse en los espacios reales de lucha política, que no se
encuentran cerrados los caminos de avance hacia propuestas transformadoras”41.
Cuando se intenta iniciar un proceso de transformación no siempre están
visibles los lugares donde se debe comenzar, pero debe quedar claro que todo
“propósito de transformación (o de conservación), es un propósito político y que
la manera de alcanzar ese propósito se denomina estrategia”42.
Tratando de contextualizar, el cambio antes planteado, en el caso que nos
ocupa, se refiere al campo de la salud y dentro de él al desarrollo de CHB, sin
por ello desatender las repercusiones en el discurso político y las estructuras
Institucionales (hospitalarias ) y sociales que su existencia pueda determinar.
40
Testa, M: Pensamiento estratégico...Op Cit 10, p: 10.
41
Testa, M: Pensamiento estratégico...Op Cit 10, p: 7
42
Testa, M: Pensamiento estratégico...Op Cit 10, p: 10
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Los CHB en el cumplimiento de sus tres funciones pueden constituirse en
verdaderos agentes de transformación.
La pregunta que se presenta entonces es:
¿Cómo lo hacemos?
Se ha visto al principio que hay al menos tres modalidades que el
desarrollo de la Bioética ha adoptado: la modalidad académica, la modalidad
normativa y la modalidad espontánea.
Al intentar responder esta pregunta debe saberse en qué lugar nos
ubicamos para responder a ella, sabiendo además que se trata de la pregunta
que se ha formulado la Salud Pública desde hace ya muchos años : ¿cómo lograr
cambios y alcanzar objetivos en salud? Para que a partir de estas respuestas sea
posible construir programas y políticas sanitarias.
Las respuestas han sido diversas a lo largo del tiempo.
La programación estratégica parece ser el modelo que permite de mejor
manera contextualizar, comprometer y delimitar los objetivos de transformación
que la Bioética plantea, en este caso a través de la creación de CHB en las
instituciones de salud de un Ministerio de Salud Pública y a través de ellos a toda
la comunidad.
43
Véase la polémica Habermas - Rorty en Gracia, Diego. Procedimientos de decisión en ética clínica. Eudema,
Madrid, 1991, pp: 111- 122.
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El enfoque estratégico aquí empleado refiere a los métodos diseñados para
crear las condiciones necesarias para “introducir” un campo en al área de salud.
Este es el campo de la Bioética y su desarrollo. Así, se diseñan estrategias en el
terreno de la planificación en salud, (tendiente a la constitución de CHB) y en el
terreno de la programación de acciones educativas en Bioética, (para la
formación de quienes trabajarán en los CHB) o de nuevas regulaciones.
Ese es el límite planteado para su desarrollo, y por tanto no está
propuesto como metodología para el análisis de los problemas morales a pesar
de que el “método de análisis de los conflictos” ha sido tenido en cuenta como
modelo de razonamiento en varios de los momentos de desarrollo de la
capacitación de los grupos institucionales, (ver después).
En cuanto a los modelos elegidos para la educación en Bioética se ha
tendido ha establecer un punto de contacto entre los procedimientos del enfoque
estratégico y algunos lineamientos para la resolución pacífica de conflictos
planteado por las éticas dialógicas, en lo que Cortina llama “lo moral como
aptitud para la resolución pacífica de conflictos” 44 , así como por las éticas
narrativas.
Se pretende así delimitar las dificultades que genera un enfoque
meramente estratégico, (procedimientos soft en la Bibliografía) en el análisis de
los problemas morales dentro de los CHB abriendo la puerta a procedimientos
que han sido llamados hard 45 a ese nivel.
La advertencia final es que este trabajo no desarrollará la temática de
procedimientos de toma de decisión dentro de los CHB, sino que sólo se intenta
construir herramientas educativas que abran a estos contenidos.
Sus límites están dados por, aportar el marco de la programación, la
elección del modelo educativo y sus instrumentos, y la definición de los
contenidos a incorporar en el programa.
44
Cortina, Adela. Etica Aplicada y democracia radical. Ed. Tecnos, Madrid, 1993, p:
45
Gracia, Diego. Procedimientos de... Op cit 43, p: 113. Llama Gracia procedimentalismo blando al “real” o
“estratégico”, es decir, al que intenta establecer un pacto de utilidades entre personas particulares, y duro al
“ideal” o “racional”, que considera que solo son éticos los pactos que tienen en cuenta a la totalidad de las
personas virtualmente implicadas en el asunto, lo que en ultima instancia obliga siempre a incluir en el pacto a
toda la Humanidad presente y futura.
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b) Planificación estratégica de programas de capacitación, (Institucional). Un
enfoque estratégico de la capacitación en Bioética para los integrantes de los
CHB desde la metodología de Educación Permanente en Salud, EPS que
contempla el modelo de programación a partir de los problemas. Se introduce
aquí a la pedagogía de la problematización, y su desarrollo como modelo de
educación en Bioética, desde una perspectiva mayéutica.
c) Programación social participativa. Programación social. Desde la misma
perspectiva se pretende proponer metodologías de trabajo para los CHB que
desarrollen actividades de extensión a la comunidad en los temas vinculados,
(lo que se presenta como línea de trabajo futura).
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