Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Leocc81n Geografic3ada Cric3adtica. Espacio Teoricc81a Social y Geopolicc81tica PDF
Leocc81n Geografic3ada Cric3adtica. Espacio Teoricc81a Social y Geopolicc81tica PDF
GEOGRAFIA CRITICA
Y GEOPOLÍTICA
EDITORIAL ITACA
Geografía crítica. Espacio, teoría social y geopolítica,
Efraín León Hernández
ISBN: 978-607-96999-6-3
Prefacio 9
Introducción 11
9
INTRODUCCIÓN
11
12
17
18
del espacio como una mera condición estática. Por ello para
este autor, y estamos de acuerdo con él, el espacio social
desempeña un papel o una función decisiva en la estructura de la
totalidad, de una lógica, de un sistema [social general]: entonces,
precisamente por ello no se le puede deducir de ese sistema, de
esa lógica, de esa totalidad. Se tiene, muy al contrario, que poner
de manifiesto su función en dicha intención (práctica y estratégi
ca) (Lefebvre, 1976: 25).
nero de vida". Para este autor una cultura local es el resultado de la relación
entre una sociedad particular y su naturaleza inmediata a través de una serie
de técnicas mezcladas, mientras que las determinaciones generales del con
junto de la sociedad quedaron fuera de su análisis. La escuela de las áreas
culturales de este autor francés fue paralela a la ecología urbana que se de
sarrolló en Estados Unidos. Escuela que a juicio de varios autores no es más
que una geografia regional a la americana (véase Santos, 1990).
27
Bibliografía
35
36
Bibliografía
65
66
El espacio vacío:
una instancia pura y envolvente que contiene
ral. Pero esta vez -a diferencia de las nociones a que nos referi
mos en el apartado anterior, donde el espacio es la instancia in
alterable que contiene la relación del hombre con su medio- el
espacio es el medio natural, físico y biológico, y la sociedad o los
grupos humanos son quienes lo habitan, usan y representan.
Por ello la escala de las prácticas y puntos de vista de los gru
pos humanos es siempre lo que delimita las fronteras de este
espacio material en su condición de hábitat o entorno. Así pues,
desde este grupo de nociones el campo de estudio disciplinar
más general de la geografía no es el espacio material, sino el de
las relaciones que los grupos humanos particulares establecen
con él en la misma escala de sus prácticas.
Esta noción de espacio como totalidad material natural in
dependiente de la sociedad es una de las más comunes en las
ciencias sociales, pero definido conceptualmente así, con su
demarcación disciplinar, es decir, como "espacio geográfico".
Y es que de manera general, para la teoría social el espacio
geográfico suele ser el estrato material físico y biológico don
de se establecen las sociedades, nunca ellas mismas. Para las
ciencias sociales, el medio natural o espacio geográfico está
constituido por la orografía, los recursos naturales y los eco
sistemas, elementos que en su unidad se encuentran en al
guna medida bajo la influencia de la capacidad y el interés
humanos. Es una totalidad material cercana a la noción más
clásica que sobre el territorio comparten la propia geografía,
la ciencia política, el derecho, la teoría económica, la econo
mía política y la antropología; es decir: la totalidad material,
como el territorio, sería el conjunto de recursos, ecosistemas y
medios naturales que las sociedades habitan, ocupan, se dis
putan, utilizan, se apropian, administran y simbolizan en una
determinada demarcación.
En esta primera vertiente sobre el espacio material, su fac
tor dinámico en la sociedad se localiza en las condiciones que
impone la naturaleza como fuerzas externas que impactan y
determinan a la sociedad; es decir: el factor dinámico del espa
cio material se encuentra aquí en la manera como la naturale
za condiciona a la sociedad y se deja usar por ella. La versión
más empobrecida de esta vertiente vio la luz en el llamado
"determinismo geográfico", un recurso metodológico que en la
relación entre el hombre y su "espacio" otorgaba toda la con-
74
El espacio semiótico:
una totalidad de representaciones y sentidos
nes que producimos del mundo, sino que está constituido por
las propias representaciones en su unidad dinámica. Por ello,
el espacio semiótico y el espacio material tienen en común que
son relacionales; pero a diferencia de éste último, el espacio
semiótico es un ámbito estrictamente significativo constituido
por la articulación, el movimiento y la transformación de una
trama singular de imágenes, discursos y reproducciones men
tales del mundo; un ámbito desde el que un sujeto colectivo
establece su sentido propiamente humano.
En las nociones sobre el espacio semiótico se reconoce que
las significaciones y sentidos del mundo no pueden separarse
de la historia humana y menos aún de la identidad cultural
o histórica, por lo que mantienen una compleja relación de
determinación de ida y vuelta con la experiencia, así como con
los lugares o entornos en que se inscribe. En este tipo de no
ciones se presenta un distanciamiento respecto al plano de
la praxis social tradicionalmente considerado por la geografía
como representativo del espacio, porque en muchos casos el
medio deja de considerarse exclusivamente desde el horizonte
hombre - medio natural -o en su caso hombre-medio social-na
tural-, y pasa a reconocerse en diversas tramas de socialidad
interindividual e intergrupal de convivencia cotidiana.
Distinguimos dos versiones conceptuales de este tipo de
espacio: 1) la que reconoce el ámbito significativo ligado a la
identidad y a los espacios de representación en la escala local,
2) y la que además lo reconoce como una cualidad particular
de la praxis concreta.
El espacio práctico:
una totalidad de prácticas y procesos sociales
Bibliografía
101
102
Bibliografía
109
1 10
Unidad histórica
Unidad pensamiento-actividad:
el concepto en la práctica
Bibliografía
131
132
Lo geopolítico en la producción
y la reproducción social
campo y la ciudad, entre los diversos centros de poder político y los espacios
donde se despliega o también entre los lugares de consenso común y los es
pacios en disputa.
1 40
10
Desde esta perspectiva, por ejemplo, al conjunto de movimientos socia
les comunitarios que resisten a las múltiples formas de despojo territorial, en
su condición de procesos geopolíticos, habría que descifrarlos a partir de la
disputa en el presente entre las prácticas geopolíticas que buscan intervenir
el actual orden espacial y las que luchan por mantener la normalidad espa
cial de su vida cotidiana. Normalidad espacial vigente que afirman día con
día con sus prácticas espaciales cotidianas, pero que a su vez se definiría en
el pasado mediante alteraciones en los órdenes espaciales anteriores. Aun
que, además, habría que pensarlos además en la especificidad de los órdenes
espaciales de la unidad capitalista, como lo proponemos en la última sección
de este trabajo.
141
11
Es innegable que el proceso de expansión global de las relaciones so
ciales capitalistas implicó un esfuerzo conjunto sumamente complejo. Se
requirieron conocimientos diversos y suficientemente precisos sobre el com
portamiento de la naturaleza, medios de comunicación y de interconexión
global, instrumentos de control y dominio de los medios terrestres, marinos
y aéreos, formas de organización social e instituciones políticas más potentes
que las respaldaran, corno los sistemas ideológicos y jurídicos modernos. Sólo
así se explica la aparición de la ciencia moderna, la técnica moderna, las
ideologías y las instituciones modernas, y entre ellas el imperialismo moder
no, los ejercicios militares fundados en los saberes e instrumentos modernos,
y con ellos, la emergencia histórica de la geopolítica.
1 43
12
Esta característica de la sociedad moderna no es producto de la casuali
dad, puede explicarse con rigor como fenómeno histórico si reconocemos en el
mercado fundado en el intercambio de dinero capitalista como el núcleo duro
o matriz estructurante de la sociedad moderna la característica que posibilitó
la producción histórica de interdependencias e indiferencias mutuas a escala
global. Se produce así no sólo en la percepción, sino sobre todo como rasgo de
las relaciones sociales reales, la producción de individuos aislados, egoístas e
indiferentes entre sí que han perdido la capacidad de reconocerse socialmente
el uno en el otro, y de comprender que su fuerza productiva individual surgió
y hace parte de la fuerza productiva social global. Véase Karl Marx (2001) y
Bolívar Echeverría ( 1998b).
1 48
El aspecto que nos ocupa en esta última parte del ensayo res
cata los órdenes espaciales en que toma cuerpo el Estado como
153
Bibliografía