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Este libro contiene

una novela corta (La vi- La vida de ripecias de los integran-


tes del p p o que va en
busca de un reportaje so-
da de los otros) y cuatro
breves ensayos sobre 10s otros. bre tesoros arqueológi-
COS. La relación que es-
igual número de mujeres
escritoras: Isak Dinesen,
Colette, Edna Saint Vin-
Otras vidas tablece Guillermina con
Sofía Fe11 es enriquece-
cent Millay y Francoise carmen dora, pero, salvo la his-
Sagan (Otras vidas). toria de la familia Feller-
La novela trata acerca Ed. Almadía>Santia@ man narrada por Sofía,
de los avatares de Gui- 19939 1ó4Páginas* nada nos hace sospechar
llermina Soler, quien es- una eclosión, una libe-
tá obsesionada con la ración de las ataduras
idea de escribir una bio- por parte de Guillermi-
grafía de Teodoro Fell, na, lo cual ocurre muy
poeta chileno subterrá- pronto. Ella escribe sus
neo, más conocido como notas y se nos termina la
profesor en la cátedra de obra. Es decir, apenas
malacología. La narra- trazos de obra completa,
ción enfoca a la prota- intuiciones que quedan a
gonista con sus crisis medio camino, cabos
particulares y la mezcla sueltos por todos lados.
con esta necesidad de sa- Sin embargo, subsiste, a
car a la luz las claves ín- pesar de todo, una tona-
timas de la existencia de Teodoro lidad poética dada por las referencias
Fell. El presente está dado por un muy bien elegidas por parte de la na-
viaje a la selva boliviana en busca de rradora. Cada capítulo se abre con
Sofía Fell, arque6loga hermana de epígrafes que nos indican la corriente
Teodoro, la cual, según Guillermina, sumergida que atraviesa el estado ac-
podría ser una inapreciable fuente de tual del texto. Sobre todo es la bús-
primera mano para obtener datos del queda de antecedentes acerca de Te-
poeta. Hasta aquí, todo bien, salvo odoro lo que deprime y excita a la vez
una prosa un poco descuidada que a Guillermina, hecho que también se
nos desconcentra a veces. El proble- incrusta en sus propios conflictos. Es-
ma viene más adelante. tas palabras de Bernard Malamud
Guillermina se nos presenta como son claves: “La vida de cualquiera es
una mujer en crisis. Separada, con la mía no vivida. Uno escribe vidas
una relación que tambalea, con un que no puede vivir”. O escribirlas es
amigo homosexual que ella quiere, una especie de solidaridad, de reden-
pero su pareja no; bastante liberal ción, porque echar luz sobre existen-
para gozar del sexo por el sexo, en- cias como la de Teodoro significa ha-
trampada en sutilezas psicológicas y cer polvo la biografía oficial, el retra-
en una historia de madre muerta y to de familia, las distinciones institu-
colegio de monjas. El manejo de estos cionales, para ofrecer el lado oscuro,
materiales de existencia se realiza con misterioso, mil veces más verdadero
propiedad y no sin perspicacia. Sin que este otro sancionado por los di-
embargo, la novela se nos diluye plomas. Y esto no deja de ser un mé-
abruptamente después de algunas pe- rito.

(jLTim. A.?M~\P
QCX~CL~

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