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Nombre: Pablo Perez Calderon

Facilitador: Fabricio Martin Torrez sierra


Grupo:M2C4G18-235

Fecha: 05/06/19

El principito
Autor: Antonieta de Sant-Exupery
Publicado : abril 1943
Texto literario: es una obra artística, subjetiva que
hace uso de recursos retóricos, tiene una función
poética. No está definida para una audiencia definida
y es de carácter cognitivos, su interpretación tiende a
ser abierta.
Características del texto literario:
 Intención poética
 Subjetiva
 Carácter imitativo
 Lenguaje
Ideas principales del texto :
 la diferencia entre la visión de un adulto y un niño
 La reflexión de que tenía una compañía especial y
la dejo para buscar más
 La idea de conocer el universo

Resumen:

Pido perdón a los niños por haber


dedicado este libro a
una persona mayor. esta
persona mayor es el mejor amigo que
tengo en el mundo. mi dedicatoria:
A León Werth
cuando era niño.
Con XXVII capítulos :
I). Cuando tenía 6 años el narrador de
inspiró en un libro de la selva par
dibujar una boa y queda diseccionadoqq
por la crítica que tuvo.
II). El narrador solitario se queda varado
en el desierto y es ahí donde conoce al
principito quien insistente le pide que le
dibujé un cordero y luego de tres
intentos de dibujo queda conforme.
III). El narrador se da cuenta que el
principito no es de este planeta además
observa que es muy insistente con sus
interrogatorios, el mismo desconocía que
es un avión.
IV). El narrador se da cuenta que el
planeta en el que él principito vive es
muy pequeño y que hay más planetas de
los que conocemos sólo que los
astrónomos les llamamos asteroides y los
nombramos con cifras.
V). Cada día, lentamente y al azar de las
reflexiones, aprendía
algo nuevo sobre el planeta, sobre la
partida y sobre el
viaje del principito. Fue así como, al
tercer día, conocí el
drama de los baobabs. En el planeta del
principito había, como en todos los
planetas, hierbas buenas y hierbas malas.
VI). Al principito le gustan los
atardeceres.
VII). Otro
secreto de la vida del
principito. Las dudas que tenia acerca de
las espinas de una flor.
VIII). Aprendí a conocer esa flor. En el
planeta del principito
había habido flores comunes, de una sola
fila de pétalos
que apenas ocupaban sitio y a nadie
llamaban la atención.
Asomaban entre la hierba una mañana y
morían por la
tarde... Pero aquella flor era distinta,
había surgido de una
semilla llegada quién sabe de dónde, y el
principito había
vigilado cuidadosamente aquella ramita
tan diferente de
las que él conocía.
IX). Creo que el principito aprovechó la
migración de unos
pájaros silvestres para evadirse y
comenzar su viaje. La
mañana de la partida arregló muy bien
su planeta.
X). Comenzó a visitarlos para instruirse y
ocuparse en algo al mismo tiempo.
El primero estaba habitado por un rey
que vestía ropas
púrpura adornadas con piel de armiño,
estaba sentado
sobre un trono sencillo y, sin embargo,
majestuoso.
XI). El segundo planeta estaba habitado
por
un vanidoso:
–¡Ah! ¡Ah! ¡He aquí la visita de un
admirador! –exclamó el vanidoso en
cuanto distinguió al principito. Para
los vanidosos todos los otros
hombres son admiradores.
XII). El siguiente planeta estaba habitado
por un bebedor. Esta
visita, aunque muy corta, sumió al
principito en una gran
melancolía.
X III ). El siguiente planeta estaba
habitado por un bebedor. Esta
visita, aunque muy corta, sumió al
principito en una gran
melancolía.
XIV). El quinto planeta era muy curioso.
Era el más pequeño de
todos. Sólo había lugar para un farol y el
farolero. El
principito no se explicaba para qué
servían allí, en el cielo,
en un planeta sin casa y sin población
alguna, un farol y
un farolero.
XV). El sexto planeta era diez veces más
grande. Estaba
habitado por un anciano que escribía en
enormes libros.
XVI). El séptimo planeta fue, por
supuesto, ¡la Tierra!
¡La Tierra no es un planeta cualquiera!
Se cuentan en él
ciento once reyes (sin olvidar, sin duda, a
los reyes
negros), siete mil geógrafos, novecientos
mil hombres de
negocios, siete millones y medio de
ebrios, trescientos
once millones de vanidosos, es decir,
alrededor de dos mil
millones de personas mayores.
XVII). El principito cuando llegó a la
Tierra, quedó sorprendido
de no ver a nadie. Creyó haberse
equivocado de planeta,
cuando un anillo de color de luna se
movió en la arena.
XVIII). El principito atravesó el desierto
en el que sólo encontró
una flor de tres pétalos, simple e
insignificante.
XIX). El principito escaló hasta la cima
de una alta montaña. Las
únicas montañas que él conocía eran sus
dos volcanes que
le llegaban a la rodilla y el extinguido
que utilizaba como
taburete.
XX). Por fin llegó el momento en que el
principito, después de
caminar mucho entre arena, rocas y
nieve, encontró un
camino. Y los caminos llevan siempre a
la morada de los
hombres.
XXI). Entonces apareció el zorro.
XXII). El principito conoce al guardavías
–¡Buenos días! –dijo el principito.
–¡Buenos días! –respondió el guardavías.
XXIII ). El principito conoce al
comerciante, se trataba de un
comerciante de píldoras para quitar la
sed. Se toma una pastilla por semana y
ya no se sienten
más ganas de beber.
XXIV). Era el octavo día de mi avería en
el desierto y había escuchado
la historia del comerciante bebiendo la
última gota de mi
provisión de agua.
XXV). Los hombres –dijo el principito–
se meten en los trenes
pero no saben a dónde van. No saben qué
quieren ni
saben que buscar… El pozo al que
habíamos llegado no se parecía en nada
a
los pozos del Sahara que son simples
agujeros abiertos en
la arena. Éste parecía el pozo de un
pueblo; aunque resulta que por allí no
había ningún poblado y yo creía soñar.
XXVI). Junto al pozo había un viejo y
ruinoso muro de piedras.
Cuando al día siguiente volví por la
tarde, desde lejos vi al
principito sentado ahí arriba. Oí que
hablaba.
XXVII). Ahora, ya hace seis años de esto.
Jamás he contado esta
historia y los compañeros que me vuelven
a ver se alegran
de encontrarme vivo aunque me notan
triste. "Es el
cansancio", al correr del tiempo me he
consolado un poco, pero no
completamente. Sé que ha vuelto a su
planeta, pues al
amanecer no encontré su cuerpo, que no
era en realidad
tan pesado... Y me gusta por la noche
escuchar a las
estrellas que suenan como quinientos
millones de
cascabeles...

Porque Me intereso este texto:


Es un texto del cual ya avía escuchado,
pero sin embargo no había leído, y ya
que era entre los que podía escoger tome
ese tema, y muy independiente de que
escuché de el me pareció interesante por
la dedicatoria que tiene.
Estrategias de lectura:
 Leer en voz alta.
 Leer dos veces y resumir.
 Leer entre líneas usando pistas.
Dos conocimientos que adquirí:
 Conocí distintos tipos de texto
 Adquirí el conocimiento de las
características de los textos.

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