Está en la página 1de 2

Don Quijote de la Mancha

La obra narra la hazaña que realiza Sancho Panza como gobernador, resolviendo casos que suscitaban
dentro de la ciudad, en la mayoría siguiendo consejos de don Quijote de como poder gobernar.

En el instante que Sancho fue elogiado y nombrado gobernar de la ínsula, resuelve tres casos las cuales
fueron los siguientes:

El primero, era un pleito entre un hombre y un sastre, el hombre había pedido que le elaboraran una
caperuza con un retazo de tela que llevaba a la sastrería creyendo que el sastre le mentía acerque de poder
hacerlo con el tamaño de la tela, por lo que le fue probando, pidiendo dos, tres hasta cinco caperuzas al
que el sastre le contestaba que si alcanzaba dicha tela rea realizarlo; el sastre elaboró las cinco caperuzas
pero en tamaño diminutas (de un dedo) por que el hombre se molestó y solicitaba que le fuera devuelto su
tela y mientras el sastre pedía que se le pagara su trabajo; Sancho, al ver la situación decidió que ninguno
de los dos tuviera lo que quería por haberse desconfiado entre sí.

El segundo caso, se trataba de un préstamo entre dos señores, el deudor afirmaba haberle pagado a
acreedor, éste aseguraba que no había recibido ningún pago; al inicio Sancho había aceptado el juramento
que hicieron en ese momento para afirmar que el pago ya estaba hecho pero pidió que regresaran, al pedir
a uno de ellos el bastón que llevaba se dio cuenta que ahí estaban los escudos que se habían prestado,
determinando así que no se había hecho ningún pago.

El tercer caso fue un mujer quien afirmaba que un ganadero se había aprovechado de ella y que por eso
pedía un pago por los daños causado; Sancho hizo que se retiraran y le dijo al ganadero que le intentara
robar la bolsa, sucedió eso, la mujer no se dejó y dijo sobre su vida dejaría que le robaran su bolso,
Sancho entonces determinó que la mujer estaba mintiendo diciéndole que si con el bolso se defendía con
su vida cuanto más podría defender su cuerpo si alguien se quisiera aprovechar de ella.

Por otro lado don quijote demuestra a la duquesa su fidelidad a Dulcinea, su mujer, después de que la
duquesa le haya ofrecido la compañía las doncellas, también rechazando el canto y declaración de amor
de Altisidora desde el jardín del castillo; a pesar que fue tanta la insistencia de la doncella en la mañana
siguiente, fingiendo un desmayo y tratando de dejar ver los pechos, don Quijote hizo ver su fidelidad.

Debido a eso don Quijote recibía constantes bromas de parte del Duque y la Duquesa del Castillo, en una
noche estaban platicando Don Quijote con doña Rodriguez en la habitación, en medio de la conversación
las luces se apagaron de extraña manera, don Quijote y doña Rodriguez comenzaron a recibir pellizcos y
azotainas, luego de esta de un momento de acoso, quienes estaba haciendo esto se marcharon, doña
Rodriguez salió de la habitación llorando y don Quijote se quedó intrigado por el extraño momento
misterioso que habían pasado.

En la ínsula a Sancho Panza no le dejaban comer en el banquete que se sirvió en una de las reuniones,
suponiendo que toda la comida estaba mala según el doctor, le hacían pasar hambre hasta que enfurecido
mandó a todos afuera para que pudiera leer una carta enviada por el duque donde se afirmaba la amenaza
de muerte que tenía, a pesar de ello busco un pedazo de pan para saciar su hambre.

En una noche, después de haber regresado, Sancho se empeñó hacer una ronda para ver la clase de gente
que se paseaba por su ínsula de noche y limpiarla a ser posible de la mala gente; lo primero que vio fue un
muchacho que le dijo que nadie le haría dormir siquiera una sola noche en la cárcel. Al tiempo, Sancho
vio una muchacha vestida de niño a la cual le pregunto por su forma de vestir, respondiéndole ella le dijo,
que su padre no la dejaba salir desde la muerte de su madre; y, entre su hermano y ella se había cambiado
la ropa para poder salir sin que el padre se diera cuenta.

Prosiguiendo con las bromas de los Duques, estos decidieron mandarle a Teresa Panza una carta en donde
le contaban las hazañas de Sancho y le mandaban unos cuantos regalos. Cuando Teresa Panza leyó la
carta se maravilló de todo lo que su marido estaba consiguiendo, salió de su casa para contárselo a todo el
mundo.

Volviendo a las actividades de Sancho como juez, se le presentó un caso donde un terreno que estaba
dividido por un rio atravesado por un puente y que al final del puente había una horca y una casa en la
cual se juzgaba a todo aquel que pasara por ahí y que mintiera al preguntarle a donde iba sería ahorcado.
Por lo general todos decían la verdad pero un día se les apareció un hombre que dijo únicamente venía a
morir en la horca. Pero los jueces no supieron que hacer ya que el hombre había dicho la verdad y no
merecía morir, pero si le dejaban ir el hombre había dicho mentira y merecería ser colgado en la horca.

Después de un momento de meditación, Sancho recordó algo que don Quijote le había dicho, cuando la
ley estuviese en duda debería decantarse del lado de la pobreza y humildad, luego de ello Sancho indico
que dejaran ir al hombre.

A los pocos días Sancho recibió una carta de don Quijote en la cual se le daba nuevos consejos para
gobernar, quien le respondió también comentándole el problema que tenía con el doctor y la comida.

A los pocos días llegaron de vuelta las cartas de Teresa Panza a la Duquesa y a su marido, en la que le
contaba la alegría que en ella había causado que Sancho fuese gobernador, también le decía las ganas que
tenia de visitar la ínsula de Sancho y le pedía que le siguiera escribiendo contándole como transcurrirá el
gobierno de Sancho

Es interesante ver la forma en que Sancho resolvía los problemas que surgían, en algunas ocasiones
experimentaba, en otras se guiaba por los consejos de don Quijote y otras con la intuición de juicio, un
poco de gracia de cómo se desarrolla la historia e interesante la interacción de dos escenarios diferentes.

También podría gustarte