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Montoto, en <em>Un paquete de cartas</em>, dice, explicando este modismo:

<br>

«La R es. sin disputa, entre todas las letras de nuestro


alfabeto, la de más difícil pronunciación; la que desespera a los extraños al
suelo español, los cuales, para vencer aquella dificultad, pasan las horas
muertas <em>erre que erre</em>, porfiadamente y tercamente empeñados en
pronunciar la más rebelde de las consonantes». <br>
Esta explicación de Montoto, alusiva
a los extranjeros, no me convence. <br>
Antiguamente se decía <em>erre a
erre</em>. «Se está <em>erre a erre</em> todo el día», escribe Quevedo en
<em>Cuento de Cuentos</em>. Y Seijas Patiño, comentando el modismo, trae estas
dos explicaciones. <br>
«<em>Erre a erre</em>. Con tesón, tercamente.
Está tomado de la enseñanza de las primeras letras, por lo difícil que se hace
a muchos pronunciar la <em>r</em>, y alcanzarlo a fuerza de repetirla. Es muy
parecido al sonido de la frase el que forma la sierra o lima al cortar y pulir
alguna cosa que necesita gran trabajo por su dureza y resistencia; y tal vez
como figurativa del sonido dijérase la locución».
<p class="Estilo107 Estilo168"> O SE TIRA
LA CUERDA PARA TODOS, O NO SE TIRA PARA NINGUNO</p>
<p align="justify" class="Estilo107 Estilo109">Proviene
esta expresión de una historieta fúnebre y chusca. <br>

Un viejo, que era muy rico murió sin otorgar


testamento. Sus parientes, que querían heredar a toda costa, llamaron al
notario como si aquél no hubiera fallecido, y cosiendo a la barba del difunto
una cuerda finísima, uno de ellos, oculto bajo el lecho del falso testador, la
accionaba con tanta habilidad que el muerto movía la boca y meneaba la cabeza
afirmativamente. <br>

Los demás, en presencia del notario, le preguntaban al


difunto: <br>
—¿Deja usted el huerto a su sobrina
Julia?<br>
Y el falso testador hacía un gesto
afirmativo. <br>
—Deja usted la casa a su sobrino
Miguel?<br>
—Y la viña a su prima Rosalía?<br>
Hasta que el notario, advirtiendo la
maniobra, preguntó al testador:<br>
—Y al notario, ¿le deja usted mil
duros? <br>
Y como el preguntado permaneciese
inmóvil, dijo el actuario: <br>
—Señores; esto no vale, o se tira de
la cuerda para todos o no se tira para ninguno.
<p class="Estilo107 Estilo168"> ESTAR A
LAS DURAS Y A LAS MADURAS</p>

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