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ElNoviazgodeExito 2LaGranDecision
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Seminario de Jóvenes
LA GRAN DECISIÓN
(Parte II)
“Pedid yBase:
se os dará, buscad y hallareis, llamad
se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe
y el que busca, halla, y al que llama, se le
abrirá” (Mt. 7:7-8).
II. LA GRAN DECISIÓN
El matrimonio es una institución sagrada y como tal
hay que darle la importancia que merece y no actuar
de forma precipitada, sin seria reflexión, oración y
profunda observación antes de contraerlo.
Una gran parte de las personas que se casan
dedican muy poco tiempo a su preparación para el
matrimonio. Es difícil de entender que siendo el
compromiso de la vida más trascendental, se de
este paso de forma tan precipitada e inconsciente.
Desear casarse es algo natural, Dios lo ha puesto en
el corazón de los seres humanos. No debemos
avergonzarnos por ello.
Fue Dios quien fundó la institución matrimonial: “Por
tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se
unirá a su mujer, y serán una sola carne” (Gn. 2:24).
El matrimonio debe verse en la debida dimensión
espiritual y no como se concibe en nuestro tiempo,
como algo de conveniencia.
El matrimonio es un símbolo de la unión que existe
entre Cristo y su iglesia.
Todo compromiso matrimonial debe ser considerado
cuidadosamente, pues el casamiento es un paso que
se da para toda la vida. Tanto el hombre como la muje
deben considerar cuidadosamente si pueden
mantenerse unidos a través de las vicisitudes de la
existencia mientras ambos vivan” (HC, 309).
La mayoría de gente toma esta decisión sin seria
reflexión ni consideración.
No es un paso del que te puedes arrepentir, y ha
una manera de dar este paso que te llevará al éxito;
lo veremos en este seminario.
“En las mentes juveniles el matrimonio está revestid
de romanticismo y es difícil despojarlo de ese
carácter que le presta la imaginación, para hacer que
la mente comprenda cuán pesadas responsabilidade
entraña el voto matrimonial. Liga los destinos de do
personas con vínculos que sólo la muerte puede
cortar” (HC, 309).
¿Felices o desdichados?