Está en la página 1de 3

DESACANSO POSPARTO.

Es normal que después del parto, la madre se encuentre agotada y, aunque


debería descansar, el cuidado de su hijo le tomará la mayoría del tiempo. No
obstante, es posible hacerlo siguiendo algunas recomendaciones. El sueño es uno
de los factores que más se alteran en el posparto, no solo porque las madres
deben estar pendientes de su bebé, sino porque existen factores de tipo físico que
hacen que el reposo se perturbe. Luego del parto, la llegada del niño al hogar
transforma la dinámica familiar, en aspectos relacionados con las rutinas, los roles,
los oficios, entre otros. “Esto hace que efectivamente las dinámicas de descanso o
los tiempos que se dedicaban a otras actividades tengan que cambiar de lugar, de
horario y muchos de estos espacios definitivamente desaparecen. Por otro lado,
los patrones de sueños cambian, los horarios se modifican y eso hace que el ritmo
de sueño y vigilia con el que se venía funcionando, se altere”.

A esto se le suma un cansancio acumulado que la mujer recopila desde el periodo


de gestación. En los últimos meses de embarazo ha soportado múltiples
molestias, dolores, el peso del vientre y la incomodidad al dormir. Después de dar
a luz, tiene que velar por el bebé y cuidar su estado físico. Todos estos aspectos
influyen en el cambio de posibilidades y la calidad del descanso.
Aunque parezca imposible, es necesario que la madre logre dormir por ciertos
periodos de tiempo. De lo contrario, puede sentir fatiga, estrés o ansiedad (Ver
recuadro), incluso, de acuerdo con una investigación elaborada por un equipo de
científicos del Hospital Universitario de Stavanger y publicada en la revista Sleep,
cuando las mujeres duermen de manera inadecuada, después de tener un bebé,
aumenta el riesgo de sufrir depresión posparto.

No obstante, la sicóloga Sandra Zorro (clínica colsanitas) dice que “es importante
aclarar que el trastorno de sueño o la alteración de los periodos de descanso no
son las causas de la depresión, sino que son un síntoma de la depresión, tal como
lo mencionó el estudio publicado por una Universidad de Noruega en el 2008”.

¿Puedo organizar mi sueño con el de mi hijo?


Aunque es la principal recomendación que se les hace a las madres, es difícil que
ellas logren dormir al tiempo con su bebé, pues siempre están preocupadas por
vigilar el sueño del niño. Asimismo, es posible que durante las primeras semanas
la madre se dedique a otras actividades, como la extracción de leche, su aseo
personal, etc. Lo primero que hay que considerar –dice Zorro– es que esto solo
ocurrirá por unas semanas, mientras el bebé adquiere hábitos. Una vez se supera
este periodo, la mujer debe intentar establecer rutinas que le permitan organizar
las actividades diarias, esto sumado al apoyo familiar.
Igualmente, no es necesario que la mujer duerma mientras el bebé lo hace. Se
puede sentar, recostarse, ver televisión o realizar actividades que le permitan
reposar.
“Es ideal que descanse con el bebé, siempre y cuando haya alguien que también
le ayude con las diligencias del hogar. En este aspecto, es adecuado que el padre
se involucre no solo en la crianza, sino en la parte administrativa de la casa”, opina
Carlos Arturo Díaz Támara, ginecoobstetra, especialista en medicina
biológica y profesor universitario de ciencias de la salud del Hospital de San
José.

Para descansar:
El ginecoobstetra Carlos Arturo Díaz Támara, especialista en medicina biológica,
recomienda:
✽ Si la madre logra dormir antes de tener el bebé, no va estar tan cansada
cuando lo tenga.
✽ Debe usar una cama confortable y descansar en un ambiente cómodo, sin
exceso de calor ni frío.
✽ Después del parto, debe buscar la posición en la que se sienta más cómoda.
Puede usar fajas o pantalones largos que le ayuden a proteger la herida de la
cirugía.
✽ Cuando amamanta, puede utilizar cojines especiales para apoyar al bebé y
facilitar el proceso.

Si no duerme:
Según Sandra Zorro, sicóloga perinatal de la Unidad de Medicina Materno Fetal de
la Clínica Colsánitas, la falta de sueño puede desecandedar fatiga, estrés
y ansiedad:
✽ La fatiga puede caracterizarse por la presencia de síntomas o signos como
autopercepción de falta de aliento o de energía, debilidad, mareos, fatiga repentina
que no desaparece con el descanso adecuado.
✽ El estrés puede tener como consecuencia cefáleas, acidez estomacal,
calambres o espasmos musculares.
✽ La ansiedad genera temores excesivos, sensación de incertidumbre, ritmo
cardíaco irregular, hiperventilacion, etc.
HIGIENE VAGINAL

Las zonas íntimas femeninas tienen unas características propias, que hacen que


su cuidado e higiene sean diferentes a los de otras partes del cuerpo. Aquí tienes
algunos consejos y recomendaciones que te servirán de ayuda.

 Utilizar productos que contengan agentes limpiadores neutros que no


alteren el pH de la mucosa genital y no causen irritación ni sequedad.

 Moderar o evitar el uso de desodorantes íntimos. Además de ser


potencialmente irritantes y alergénicos, pueden enmascarar un síntoma,
el mal olor, que podría ser indicio de una afección que precise tratamiento.

 Evitar las duchas vaginales (salvo prescripción médica) porque pueden


eliminar microorganismos necesarios para proteger la vagina y provocar
sequedad. Basta con lavar los genitales de manera externa con agua o con
un jabón neutro o sin perfume.

 No utilizar una esponja ni nada similar para limpiar la zona genital porque
puede resultar un nido de gérmenes. Se deben utilizar los dedos y pasarlos
con suavidad por los pliegues de los labios mayores y menores, y alrededor
del clítoris.

 Es importante que la ropa interior se cambie a diario y se lave con


productos poco agresivos y se aclare correctamente. Emplear tejidos de
algodón y evitar en lo posible los sintéticos, para facilitar la transpiración.

 Evitar pantalones y prendas íntimas excesivamente ajustadas, para que no


se produzcan rozaduras ni se acumule la humedad.

 Durante la menstruación cambiar con frecuencia (no esperar más de 4–6


horas) las compresas o tampones. Escoge los que no lleven desodorante.

 Lavar las manos y la zona genital antes y después de mantener relaciones


sexuales.

 Limpiar siempre la zona perineal de adelante hacia atrás para no arrastrar


gérmenes desde el ano hacia la vulva.

 Cuidado con los rasurados de pubis, ya que pueden producir pequeños


cortes en labios y zonas cercanas.

También podría gustarte