Está en la página 1de 8

EL ARTE

RADIOFÓNICO

Marisa Mañanós Zaragoza


Periodismo y Comunicación Audiovisual. GRUPO 52
ÍNDICE Página

INTRODUCCIÓN 3

ARTE RADIOFÓNICO 3

 Interferencias 4

LENGUAJE RADIOFÓNICO 5

SONIDOS

 Resonantes 5
 Soundscape 6

CONCLUSIÓN 7

BIBLIOGRAFÍA 8

2
“La expresión más abstracta dentro del campo del arte es probablemente la obra sonora que
no se vale de ningún elemento visual para su representación”

Manuel Rocha

INTRODUCCIÓN

La radio se caracteriza por emplear un tiempo presente en el que es capaz de transmitir un


mensaje a todos sus oyentes empleando el sonido como materia prima. Si bien, es un medio de
comunicación que se basa en el tiempo compartido entre el emisor y el receptor que se
encuentra al otro lado del aparato.

Por ello, José Iges afirma que una de las características principales de la radio como medio es la
impresión de “sensaciones compartidas” en las que sabemos que existe una comunicación
entre distintos usuarios que escuchan lo mismo a miles de kilómetros.

Con esto, constatamos que la radio es un medio rápido -pues es capaz de emitir un elevado
número de mensajes en muy poco tiempo-, fugaz –se debe entender a la primera lo que se
escucha- y efímero –los mensajes necesitan ser breves-. La radio emplea un código
estrictamente sonoro, por ello mediante el sentido del oído debe transmitir los sentimientos
que desea llegar al espectador.1

Sin embargo, con el paso de los días y el desarrollo tecnológico, el papel de la radio como medio
de comunicación se ha visto relegado al único propósito de dar noticias. La radio no es sólo
información sino que puede mostrar una narrativa literaria en la que se puede conocer a la
sociedad a través de sus ruidos, sus sonidos o sus paisajes sonoros (soundscape)

El propósito de este ensayo es reflexionar acerca de las realidades sonoras que nos rodean así
como experimentar el arte de sensaciones radiofónicas, o cómo se conoce, arte radiofónico. La
importancia de la palabra frente al sonido es una sensación que se está expandiendo en la
actualidad, no obstante comprenderemos que el lenguaje y el discurso radiofónico van más allá
de la palabra.

ARTE RADIOFÓNICO

La definición de arte radiofónico es muy controvertida puesto que los artistas no se ponen de
acuerdo en definirla como tal, sin embargo, sí coinciden en la opinión de que va más allá, no
solo se centra en el lenguaje hablado, sino en la calidad, el contenido y la estética.

No se ha convertido en una disciplina definida a partir de unos parámetros técnicos rígidos y


escuetos, no obstante, José Iges sí que encuentra una definición para el arte radiofónico; sería
“un arte de sensaciones radiofónicas”.2 Es indiscutible la capacidad del medio a la hora de
provocar emociones de una manera abstracta.

1
RODERO, E. “Producción Radiofónica”. Ed. Cátedra, 2005 pág. 51-52
2
IGES, J. “Arte radiofónico. Algunas líneas básicas de reflexión y de actuación”

3
Se fundamenta en la creación de “imágenes sonoras” que permiten al oyente imaginarse la
forma de la onda. Ha de ser capaz de imaginarse lo que escucha a través de la radio y de esta
manera, se creará arte.

La “cultura de altavoz”, de la que forma parte la radio, ha definido los medios y los hábitos de
escucha. La capacidad de este medio de situar al espectador en un espacio temporal y espacial
entra en juego la representación de los planos y los movimientos que crean dichas dimensiones.

Mediante la creación de un plano sonoro se muestran distintas situaciones que dan lugar a un
arte creado gracias a la yuxtaposición de tiempos y espacios compuestos por el lenguaje
radiofónico. Esto da lugar a numerosas aplicaciones artísticas basadas en la interacción de estos
componentes.

Esta relación espacio- temporal puede llegar a mostrar puntos abstractos de la realidad que
conformarían el llamado radio arte, así como la creación de nuevos campos. Reflejan la cultura
gracias a fragmentos del entorno que deforman la realidad hasta convertirse en una verdadera
obra. Esto es lo que define la artista sonora y poeta Ilana Zuckerman como “el arte de la cita”
que se relaciona con otros artes y géneros. 3

La realidad no es el único segmento que define una pieza radiofónica ya que con el radioarte,
como hemos mencionado, se va más allá. Entonces es cuando el ruido forma parte del conjunto
que da lugar a la pieza que siente el espectador tras el aparato. Le sitúa en otros ambientes
gracias a la escucha de los lugares más insospechados.

“El arte sonoro es y seguirá siendo un campo amorfo, indefinido y propicio para acoger la
creatividad que se genera en los campos alternativos a las bellas artes”4, no puede considerarse
un género, sino una expresión de ideas a través del sonido que crea sentimientos. La creatividad
sienta las bases de un mundo abstracto que recrea la realidad deformada y permite otros puntos
de vista.

Interferencias

La rutina seguida por la información concebida por la radio puede romperse también gracias al
arte. Dentro de esta realidad puede crearse una falsa realidad que consigue apelar a los
sentimientos humanos desde otro punto de vista.

Así pues, mejora la originalidad a la hora de enviar un mensaje para que no quede automatizado
y consiga llegar a un mayor número de oyentes.5 El primer objetivo que tiene la radio es atraer
espectadores y conseguir mantener su atención. Ya que no cuenta con la experiencia visual,
debe paliarlo con una mejor entonación sonora. Además, este medio no tiene un consumo
único, sino que puede escucharse mientras realizas otras actividades como puede ser conducir,
limpiar una habitación o andar por la calle.

Vuelve a entrar en juego la capacidad espacio- temporal que consiga situar al oyente en distintas
situaciones en las que le damos la vuelta a la realidad. Una forma de llamar la atención del

3
IGES, J. “Sobre el Radioarte: reflexiones sin desarrollo”
4
ROCHA, M. “Arte Sonoro. Hacia una nueva disciplina”
5
Este procedimiento lo llamó Chklovsky “ostraine” en el cual es capaz de devolver la intensidad, la
originalidad, la capacidad de transmitir información, a un elemento que, de otra manera quedaría
automatizado. (Arte radiofónico, José Iges)

4
espectador para que no quede sumergido en la monotonía de una voz somnífera que se escucha
a través de un aparato.

LENGUAJE Y RADIOFÓNICO

El arte radiofónico viene marcado por el lenguaje común, el cual lo forman aquellos
componentes verbales y no verbales.

Podemos definir el lenguaje radiofónico como “el conjunto de formas sonoras y no sonoras que
permiten la existencia de las unidades programáticas radiofónicas, reconocibles como tales
tanto para el emisor como para el receptor de las mismas”.6 Es fundamental comunicar al
receptor la visión que el mensaje pretende transmitir mediante el uso de los recursos posibles
que se encuentran en la radio. Resulta obvio que el sonido se puede transmitir en la radio, pero
¿y el silencio? El silencio puede ser clave en un relato en la radio ya que se emplea con múltiples
finalidades que atenderán a la expectación del oyente.

El mensaje radiofónico se forma a partir de la combinación de unidades sintagmáticas –


contando con que la secuencia es la unidad sintagmática mínima – que crea una narración
basada en el plano sonoro. En las siguientes escuchas que analizo a continuación observamos la
importancia que tiene dicho plano a la hora de determinar la dimensión espacial.

A su vez, “los paisajes sonoros constituyen un importante apartado dentro de los géneros
artísticos radiofónicos” que enriquecen el lenguaje no verbal del arte en la radio. Tampoco
debemos olvidarnos de la importancia del ruido en la narración radiofónica puesto que
contribuye a la formación una acústica para crear historias.

RESONANTES

Una de las grabaciones escogidas para este ensayo acerca del arte radiofónico se denomina
Resonantes elaborado por José Iges. Trata del sonido de un tambor, las experiencias que supone
escuchar el retumbar de unas manos sobre un una capa hueca, combinado con una voz
cantante.

A lo largo del audio entendemos que no es simplemente el sonido de un tambor, sino que es
una manera de expresar la cultura Iberoamericana gracias a las experiencias geográficas que se
aprecian en el oído.

Para comprender desde un inicio la necesidad del hombre para expresarse, retrocederemos
siglos atrás, en la parte de una situación histórica en la que no había manera de captar el sonido.
Por tanto nos preguntamos ¿cómo era el sonido anterior a las grabaciones que poseemos? De
esto se encarga una ciencia denominada Arqueoacústica la cual, según Sol Rezza, se encarga del
estudio en el papel que juegan los sonidos en el comportamiento humano a través de la historia
de la humanidad.7

En esta ciencia se incorporan los denominados paisajes sonoros, aquellos sonidos que van más
allá de los muros de un estudio radiofónico y se centran en la escucha de la realidad misma. Se

6
IGES, J. “El arte radiofónico como expansión del lenguaje radiofónico”
7
REZZA, S. “El oficio del cuidador de sonidos” Sonograma, Revista de pensament musical. Num. 007,
2005. Pág. 2

5
sitúan así en un sinfín de posibles combinaciones de sonidos que según en cada lugar puede
esperarse una distinción completa de lo que nuestros oídos perciben.

La yuxtaposición de los sonidos hace posible apelar a los sentimientos del oyente. El silencio
es muy relevante para escuchar tan solo la voz que habla de las expresiones que transmite el
sonido. En esta pieza la palabra influye notablemente también en el significado de la misma pues
se encarga de influir directamente en los sentimientos del espectador.

La expresión del arte a través del sonido crea una historia musical en la que el instrumento en sí
se convierte en el núcleo de la pieza. El tambor pasa a formar parte de la estética con cualidades
acústicas convirtiéndose automáticamente en una “escultura sonora”.8

SOUNDSCAPE

La siguiente obra se contrapone a la analizada anteriormente debido a la importancia de la


palabra. Se aprecia el sonido de la naturaleza, pisadas, el sonido del aire, voces de fondo…

Una historia que permite formar imágenes visuales; el ruido aparente de un espacio abierto
apela a la creatividad propia del oyente quien se puede situar en el mismo lugar que los
micrófonos viajeros han decidido visitar. Es entonces cuando se cumple la disciplina comentada
por Manuel Rocha “el ruido se convirtió entonces por primera vez en un elemento expresivo y
no exclusivo, y los sonidos de la vida cotidiana se liberaron”.9

A lo largo de la pieza se escuchan diversos paisajes por los que navegan los sentidos. Los sonidos
no están colocados de modo azaroso, sino que cada uno es escogido desde un punto de vista
estético para permitir al oyente disfrutar del viaje por la naturaleza.

Los susurros que se escuchan, no eliminan la armónica propia de la pieza, sino que incluyen la
civilización al relato. Las combinaciones del plano sonoro introducen una visión sintagmática de
la dimensión espacial en la que dichas voces se escuchan de fondo mientras prima la propia
naturaleza.

La imaginación del espectador juega un papel fundamental en la interpretación de la obra


escogida puesto que, al cerrar los ojos, el escenario que aparece en cada una de las mentes del
receptor difiere de la que pueda tener otra persona. La identificación de cada uno de los sonidos
no es imprescindible para entender aquello que pretende transmitir el emisor ya que la
subjetividad de cada uno marcará el sentido de la obra.

8
Término empleado por Manuel Rocha en “Arte Sonoro. Hacia una nueva disciplina”
9
ROCHA, M. “Arte Sonoro. Hacia una nueva disciplina”

6
CONCLUSIÓN

“Sometida a la dictadura de la realidad, la radio de hoy no cuenta cosas, expone hechos. Y lo


hace desnuda de arte. Reinventar la radio supone la construcción de nuevas poéticas sonoras
capaces de enriquecer su expresividad”

Ricardo Miguel Haye10

No todo es información

Siguiendo esta cita de Ricardo Miguel Haye, todavía nos encontramos con el problema de la
transmisión de información en la radio por encima de todo “desnuda de arte”. Además sucede,
como afirma José Iges, que incluso el arte, puede ser concebida como mera expresión de datos
que no buscan más que informar y entretener al oyente. Sin embargo en esta reflexión no
buscamos eso, sino provocar experiencias que surjan de los sentimientos producidos por la
radio.

Resulta impactante la capacidad de las cadenas actuales para emitir la música que “tiene que
gustarles” a los espectadores reduciendo la capacidad de creación de los artistas a una lista
dirigida por los grandes grupos económicos. No tiene cabida la fantasía o la ficción, sino aquello
que crea audiencia.

La radio se reinventa buscando el arte en sus sonidos creando propuestas sugerentes


relacionadas con las bellas artes. Haya, realiza una analogía entre el impresionismo y el
expresionismo con la noticia y el arte, siendo así el pensamiento expresionista aquel que
pretende “desnudar el alma del hombre”.

Con esto, antes de reflejar la realidad, se impresionan los pensamientos y las expresiones de los
artistas para apelar a los sentimientos humanos y provocar un impacto emotivo. De aquí se crea
una estética con un alto grado de expresividad que aúna la realidad con el mundo de las ideas
capaces de ser trasmitidas por artistas.

10
HAYE, R.M. “La radio y los movimientos artísticos. De la dictadura de la realidad al debilitamiento
expresivo”

7
BIBLIOGRAFÍA

 RODERO, E. “Producción Radiofónica”. Ed. Cátedra, 2005


 IGES, J. “Arte radiofónico. Algunas líneas básicas de reflexión y de actuación”
 IGES, J. “Sobre el Radioarte: reflexiones sin desarrollo”
 ROCHA, M. “Arte Sonoro. Hacia una nueva disciplina”
 IGES, J. “El arte radiofónico como expansión del lenguaje radiofónico”
 REZZA, S. “El oficio del cuidador de sonidos” Sonograma, Revista de pensament musical.
Num. 007, 2005
 HAYE, R.M. “La radio y los movimientos artísticos. De la dictadura de la realidad al
debilitamiento expresivo”

También podría gustarte