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Para una mejor comprensión de las causas que producen averías en los equipos e instalaciones
de radioenlace, será necesario analizar detenidamente un conjunto de detalles y situaciones que
son fundamentales para el diseño de las protecciones adecuadas.
El primero de ello es estudiar las características básicas del rayo, el cual constituye el fenómeno
eléctrico que mayores daños provoca en las Estaciones de Radioenlace, debido justamente al
desconocimiento, desaprensión o resignación que se tiene en muchos casos sobre su accionar, al
suponer erróneamente que no existen recursos eficaces para evitar los graves efectos que
ocurren en las instalaciones.
Para ello es conveniente aclarar que el rayo Nube-Tierra cuyo tipo es el que realmente produce
mayores consecuencias, constituye una descarga eléctrica compuesta en general por tres
impulsos sucesivos, el primero de los cuales alcanza siempre la mayor intensidad, estando
ubicado su valor promedio en 18 KA, y en menos de la mitad de ese valor para el segundo y
tercer impulso.
Podemos definirlo como unidireccionales cuya forma de onda tiene el aspecto que se muestra en
la Figura 1 que sigue.
Figura 1
El modelo adoptado para investigaciones de efectos sobre instalaciones terrestres bajo la norma
estadounidense I.E.E.E. y también por el C.C.I.T.T., establece una forma de onda típica de 8/20
µs.
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El estudio exhaustivo de esta forma de onda permitió comprobar que la energía irradiada por el
descenso de la descarga desde la nube a la tierra, se desarrolla casi enteramente en la banda de
frecuencias que van desde los 50 Hz hasta los 2 MHz, estando concentrada la mayor potencia
electromagnética irradiada, en proximidades de la frecuencia de 1 MHz. Esto nos permite centrar
desde ahora nuestra atención en la peculiar condición del rayo, que lo ubica justamente en la
característica que exhiben las ondas de descarga en alta frecuencia.
Por ello, todo el análisis que sigue está basado en esa condición (alta frecuencia) y así también
es por esa característica que todas las instalaciones (por ejemplo: cables de bajada y vínculos) y
los dispositivos de protección contra el rayo, también deberán enfrentar eficazmente esa
mencionada condición.
Al respecto, vamos a examinar las instalaciones típicas de una estación de radioenlace desde
este singular punto de vista.
Sabido es que un rayo Nube-Tierra hace impacto con mayores probabilidades en el colector de
rayos ubicado exprofeso en la cúspide de los mástiles que soportan las antenas. Por tal motivo,
vamos a analizar en primer lugar el comportamiento del mástil frente a una descarga del rayo.
De su observación puede inferirse que en gran medida nuestro hipotético mástil se comporta
como una antena dipolo vertical tipo Marconi, de 1/4 de longitud de onda, además de su fin
específico de servir como soporte de antenas. En función de los valores de: INDUCTANCIA,
CAPACIDAD (despreciable en este caso) y RESISTENCIA OHMICA de la estructura que
resultarán de la estimación que sigue más adelante, es factible dibujar ya un triángulo de
impedancia que reflejará el modelo típico en que se encuadran estos casos.
De existir una correcta continuidad eléctrica a lo largo de la estructura como es posible suponer
dada la rigidez mecánica que requiere, puede estimarse en alrededor de 0,004 Ohmio la
resistencia del mástil, tomando como 160 Ω/Km el valor de la resistencia óhmica del acero.
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Figura 2
A tal efecto, como primer paso vamos a considerar la expresión que nos permite calcular la
IMPEDANCIA CARACTERISTICA de un conductor monofilar que en este caso vamos a suponer
es nuestro mástil visto como antena dipolo vertical.
L
ZO =
C
h
donde: L = µ o . µ r . y
d
d
C = εo . ε r .
h
de las expresiones anteriores, resultan los siguientes parámetros y constantes:
###ο = Constante del Campo Eléctrico (se denominaba constante dieléctrica del
vacío) εo = 8,85418782.10 -12 (Faradio/metro)
1
Recordar que c o = = Velocidad de la luz en el vacío.
µ0 .ε0
h
µ 0 . µr .
Zo = d
d
ε0 . εr .
h
Si el conductor está dispuesto en posición vertical y se halla conectado a tierra en uno de sus dos
extremos (su capacidad es despreciable); su extensión es reducida y su sección o área
conductora es grande (no tiene una resistencia óhmica apreciable), entonces es dable suponer
que su impedancia se halla concentrada enteramente en la reactancia que produce su
autoinductancia (L).
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En este caso descripto es posible encuadrar a las estructuras de soporte de antenas, mástiles o
torres de ancho parejo en toda su altura.
Figura 3
Se demostrará mediante un caso concreto, la metodología de cálculo para obtener los valores
de Impedancia Característica (Z0) e Inductancia (L) de un mástil soporte de antena.
Datos:
Mástil de sección triangular: altura (h) = 20 metros, ancho (d) = 0,3556 metros
Material: Acero SAE 1045, (circular)
h µ
Z 0 = 377. . r .10-3 Ω
d εr
Z 0 = 377.56,25.31,63.10-3
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Z 0 = 670 Ω
La longitud de onda (λ) de una antena dipolo vertical está dada por la expresión:
Velocidad de la Luz (c )
λ=
Frecuencia (f )
Por lo tanto:
f (frecuencia) =
299,796.10 6 m( s)
λ (m )
Suponiendo que el Mástil del ejemplo (sin tener en cuenta el arriostramiento), constituye en
forma natural una antena dipolo vertical resonante a 1/4 de longitud de onda, se hace factible
deducir entonces su frecuencia de resonancia (fr) de la siguiente expresión:
1 c
fr = . . 0,95
4 λ
1 299,796.0,95.106
fr = .
4 20
finalmente,
fr = 3,56 MHz
Teniendo en cuenta que la impedancia característica "Zo" de esta indeseada antena natural
conformada por la estructura del mástil estaría dada casi enteramente por su reactancia
inductiva "ωL", debido a ser prácticamente despreciables en magnitud tanto su capacidad
como su resistencia eléctrica, es posible expresar entonces:
Z0
Z 0 ≅ ω.L L =
2. π.fr
Reemplazando valores:
670 Ω
L = L = 30.106 Henrios
2.3,14.3,56.106
L = 30 µHy
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Toda la metodología de cálculo que sigue a continuación, tiene en realidad como objetivo
poder determinar los valores de INDUCTANCIA que caracterizan a las diversas partes
conductoras de las instalaciones vinculadas al mástil, porque con esos valores una vez
obtenidos y aplicados en la ecuación correspondiente, podrán deducirse oportunamente y con
suficiente aproximación, las elevadas tensiones que se desarrollan en cada una de esas partes
conductoras factibles de transportar las corrientes de rayo que impactan en el mástil.
Al efecto, la inductancia del cable de bajada de pararrayos y de las cuerdas de acero cincado
con las que se realizan las riendas que aseguran al mástil, pueden calcularse con la fórmula
siguiente:
µ r
L [µ Hy ] = 0,2.l. Ln
4.l
-1 +
d 4
Donde:
L= Longitud del conductor en metros
En la Figura 5 se pueden apreciar los resultados de los cálculos que corresponden a los
valores de las Inductancias correspondientes a cada sección de la instalación
Figura 4
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Figura 5
di
emáx = L.
dt
Las magnitudes de tensión que así sean obtenidas son fundamentales para determinar los
medios de protección adecuados, con los cuales será posible reducir al mínimo los potenciales,
y conseguir la inmunidad deseada en las instalaciones contra los efectos de las
sobretensiones.
Como primer ejemplo, vamos a calcular la tensión desarrollada entre el extremo superior y el
extremo inferior del mástil considerado aisladamente, por el pasaje de corriente de un rayo que
alcanza 18 Ka de cresta en un lapso de 2 microsegundos.
Ahora consideraremos el paralelo conformado por la estructura del mástil y el cable coaxil RG
218/U, y veamos la tensión y las corrientes que ocasiona el pasaje de la descarga del mismo
rayo.
22,15.10-6 .18.103
emáx =
2.10-6
El cable coaxil recorre una distancia de 6 metros desde la base de la torre hasta la entrada del
edificio de telecomunicaciones donde es vinculado nuevamente al sistema de puesta a tierra a
través de un conductor de aproximadamente 2 metros de longitud y 16 mm2 de sección.
Es importante destacar que cada cambio de dirección en los cables adiciona una inductancia
adicional de 1 µH
≡
19,35.10-6 .18.103
emáx =
2.10-6
12,23.10-6 .18.103
emáx =
2.10-6
8,37.10-6 .18.10 3
emáx =
2.10-6
Otro factor que se observaría es el Acoplamiento Mutuo entre el coaxil y el mástil. El acoplamiento
mutuo es producido por el enlace de líneas de flujo magnético entre dos conductores. En la
mayoría de los casos, est es expresado para dos conductores no ferrosos (no magnéticos). No
obstante en nuestras aplicaciones, tenemos uno de cada uno, como ser el mástil (acero), que
será causante que las líneas de flujo sean concentradas en sus proximidades; y el coaxil (cobre)
que concatena dichas líneas de fuerza. También es necesario tener en cuenta que cada uno de
los laterales de la torre divide el pasaje de corriente que la atraviesa.
De esta manera, la bajada del coaxil por un lateral no tendría gran coeficiente de acoplamiento de
líneas de flujo, aún con núcleo de hierro. Estimativamente este coeficiente es de 0,1666.
M = K. L1.L 2
resultando
M = 0,166. 30.42 = 6 µHy
Es de mencionar que el aterramiento del blindaje del coaxil a lo largo del mástil en segmentos
proporcionales aumenta la inductancia mutua.
La inductancia mutua debe calcularse distribuidamente a lo largo del mástil, con respecto a las
riendas de sujeción, añadiéndose aproximadamente un 7 % a todas las inductancias y voltajes
calculados en todas las combinaciones de aterramiento.
Además deberá sumarse 1 µHy por cada curva o recodo (cambio de dirección) del cable coaxil
y bajada del pararrayos y también deberá sumarse 1 µHy de inductancia de llegada del coaxil
al equipo de telecomunicaciones.
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